Partida Rol por web

Los que ya no se demoran

Capítulo 5: Las ruinas

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08/06/2023, 12:06
Welf Ramaverde

¿porqué de repente había tantos elfos?

Un dolor sordo comenzó a apretar la cabeza de Welf mientras intentaba pensar y las ideas iban y venían  y volvían en círculos extraños. Podía asumir que por alguna razón ahora estaban muchos, muchos, muchos años en el pasado. Pero pensar en que Vanwa podía conocer a la nueva dama, o que quizá el mismo Vanwa o Miriel estuvieran también en los salones de Thranduil a la vez que estaban aquí a su lado y...no, eso sería imposible.

Intentó llamar la atención de Miriel para poder hablar con ella unos momentos.

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08/06/2023, 12:26
Welf Ramaverde

Estamos en vuestras manos, el mundo de la magia y los sueños. ¿Crees que podríamos confiar en ellos y contarles lo que nos ha sucedido?

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09/06/2023, 11:35
Rodwen

Confío en que llegue mañana o quizá pasado, los pasos están despejados en estos días —le contestó a la elfa—. Podéis esperarla aquí si deseáis verla, las camas de La Cabra son cómodas y Aldor es un magnífico anfitrión. 

A las preguntas de Vanwa, Qildor conocía todas las respuestas. Cientos de años atrás, la dama Irimë solía viajar visitando a Elrond en Imladirs o a la dama Galadriel en Lothlorien, e incluso viajaba a las lejanas tierras del sur o hasta los Puertos Grises al oeste. A veces hacia esos viajes en compañía de Rodwen, la emisaria de Thranduil, de quien era gran amiga. Quizá para el resto fuera extraño, pero hubo un tiempo en el que Irimë disfrutaba de viajar por la Tierra Media, conocer lugares y mezclarse con sus gentes, y no era la taciturna y melancólica dama que ahora conocían. Qildor todavía recordaba esos tiempos. Iba a dar respuesta a esas preguntas de Vanwa pero al percatarse de la presencia de Rodwen se quedó petrificado. 

¡Qildor! ¿Cómo no me voy a acordar de ti, tonto? Tan mala memoria no tengo —dijo acercándose a darle un abrazo cargado de aprecio—. Creía que estabas con Irimë en Imladris. ¿Te has adelantado para asegurar el camino, como siempre?

El bardo Geb se sintió contrariado cuando el enano siquiera le contestó y desechó la flauta devolviéndola a las pertenencias de Vanwa. A la vista de que nadie iba a tocar con él continuó la canción en solitario y se fue paseando por las mesas a ver si alguien le soltaba alguna moneda, ya que aquellos agarrados recién llegados no parecían por la labor de hacerlo. El enano se quedó mirando con desconfianza en todas direcciones, pero la posada presentaba un ambiente jovial y animado, con el fuego crepitando en la agradable chimenea, la gente hablando animadamente y comiendo o contando historias, el bardo cantando por los alrededores y Aldor repartiendo platos de apetitosa comida por las mesas. El enano puso oreja para escuchar algunas conversaciones y descubrió algunos de ellos, especialmente entre los viajeros que venían del este, había cierta preocupación y comentaban rumores preocupantes sobre el regreso de la Sombra. 

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09/06/2023, 15:51
Vanwa

Palmeó el hombro de Ainar, con aire de camaradería, cuando le devolvió la flauta. Le dedicó una sonrisa y luego escuchó el intercambio de frases. vanwa iba cambiand al poco de postura, como si su incomodidad mental se reflejara en su cuerpo.

Todo era demasiado normal. Nada que hiciera pensar en una maldición. ¿Pero qué había llevado allí a Rodwen? Algún trato con Thranduil? muy lejos estaba de su casa aquella emisaria, pero no parecía que aquel fuera un nuevo destino para ella. Había estado allí antes, sin duda. Y Qildor e Irimë, por las palabras de la elfa. ¿Porqué mintió el nodlo sobre las ruinas, cuando citó lo de las lecturas de Elrond? Lo más normal habría sido decir que había estado otras veces, hace tiempo.

¿Qué había distinto? ¿Qué sería esa maldición? ¿Qué quería de ellos ese sueño? ¿Dónde estaba Irimë?

La casa del guardia humano albrgaría, en un futuro, la maldición, fuera lo que fuera. ¿Cómo iba a acabar allí? Un viajero iba a llegar a la ciudad y se albergaría allí? ¿ Éomód iba a confiscar algo que no debía?

- ¡Haleth!- Exclamó al chico con deseos de ser escudero que Baldbrand había rechazado con tanta descortesía.- He escuchado que quieres ser escudero... Una noble profesión, que requiere muchos talentos, aunque no te deben ser extraños, pues eres hijo del capitán de la guardia.- Comentó, casi cuadrándose ante el chico, de una forma algo cómica, pero cómplice*- Por eso me pregunto si tenéis los oídos alerta y la vista atenta a todo lo que ocurre en el pueblo. Qué sabes de Éomód. ¿Es un hombre de tu padre, no? ¿Porqué no ha ido con él? ¿Qué dice tu padre de  Éomód?- Era un disparo en la oscuridad, pero ya muchos hablaban con Rodwen y él quería saber más de aquel extraño escenario que se desplegaba ante sus ojos.

Notas de juego

* tiro de rasgo de jufgarías (o belleza) para ganarme al chico con bromas y sonrisas.

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12/06/2023, 08:56
Baldbrand

El beórnida siguió atento a las conversaciones de sus compañeros con aquellos lugareños, aunque no pudo poder evitar refunfuñar cuando Vanwa decidió ir a hablar con el crío aquel que le había interrumpido.

Aquello era realmente extraño y no acababa de entender qué relación tenía todo lo que estaban viviendo con el resto. Sólo esperaba que de la interacción con aquellos seres reales o no saliera algún rastro que les indicara el camino a seguir.

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12/06/2023, 12:44
Qildor Qinorin

Una parte de Qildor le decía que aquello no era real. Era la primera vez que visitaba aquella posada, el pueblo solo lo conocía de oídas, como un alto más en el camino pero sin darle mayor importancia hasta que surgieron las historias del tesoro maldito. Pero la presencia de Rodwen le recordó los buenos tiempos. Antes de que Irimë quisiese abandonar la Tierra Media, en un momento de relativa paz pese a los oscuros presagios que acechaban en cualquier esquina.

Así es —dijo, siguiéndole la corriente. Aunque, de algún modo, creía estar diciendo la verdad—. Los caminos parecen tranquilos y he decidido parar aquí para que el grupo que escoltará a Irimë pueda relajarse un rato.

Dirigió su mirada hacia Miriel y el resto, guiñándoles un ojo.

Pues, para eso estamos aquí, para encontrarnos con la dama Irimë y escoltarla —les recalcó para que tuviesen una idea a la que aferrarse.

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12/06/2023, 21:51
Miriel

Miriel asintió a las palabras de Quildor. Que Irimë aun tardase al menos un día en llegar la alejaba de su esperanza de encontrarla aquí para preguntarle o agarrarse a ella para regresar. Se le agotaban las ideas para desembarazarse de aquella oprimente sensación de que algo no iba bien en todo esto. La imagen de Irimë luchando contra la sombra volvía a desvanecerse.

El grito de Vanwa la distrajo de la elfa. ¿Halleth? Era un tema recurrente en las canciones e historias que el pequeño detalle en el que nadie se fija al principio de la historia acabara siendo la pieza clave de la trama tres actos más tarde. ¿Sería el caso de Halleth? Se esforzó en recordar aquel nombre relacionado con Haycombe, las historias, las canciones, cuanto pudiera recordar de la lucha contra la Sombra.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Saber para recordar si el nombre de Halleth relacionado con Haycombe pudiera ser relevante. (Que lo mismo el crío es el futuro dunedain que regresa el tesoro maldito para sepultarlo...)

Si el rasgo de Saber de los Elfos, Saber de la Sombra o Saber del Bosquenegro es relevante y ayuda, aplíquese, por favor :)

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13/06/2023, 10:22
Haleth

Miriel y Vanwa se centraron, cada uno a su manera, en el muchacho que quería ser escudero y que, pese a ser rechazado por el bravo Baldbrand, continuaba a su lado pacientemente esperando que se diera la oportunidad de probar su valía.

Miriel lo observaba, intentando averiguar si por algún casual el nombre del muchacho hubiera pasado a las crónicas y tal vez pudiera enlazarlo con el dúnadan que les contó Qildor que volvió a enterrar el tesoro maldito que yacía bajo las ruinas de Haycombe. Pero Haleth era un éothéod, la gente de los caballos, probablemente uno de los ascendientes de los hombres de la tierra de Rohan de la que Miriel había oído hablar, allá en el sur. Y por desgracia Haleth era un nombre demasiado común entre aquel pueblo como para atribuírselo a un solo hombre: ¿sería el primogénito del Rey Helm Manomartillo, que murió demasiado joven antes de siquiera alcanzar la corona? ¿O sería el famoso héroe que ganó una importante batalla contra los dunlendinos? Los años no le cuadraban a la elfa, aquellos ilustres personajes con el mismo nombre que el muchacho habían vivido cientos de años después, cuando los éothéod migraron al sur. Sabía Miriel que aquel pueblo había sufrido largas migraciones antes de establecerse en las Marcas de Rohan. Primero fueron expulsados del este del Bosque Negro, luego se establecieron en los Campos Gladios, en los valles del Anduin, hasta que el creciente poder de Dol Guldur los obligó a emigrar al norte, hasta las Montañas Grises, y más tarde tras prestarle su ayuda al Senescal de Gondor obtuvieron en recompensa las tierras que formaban Rohan.

Vanwa, en cambio, se dirigió directamente al muchacho y lo interpeló con una buena cantidad de preguntas, tal y como al elfo le gustaba hacer. Haleth miraba al elfo un poco confuso al principio, pero Vanwa logró ganarse al muchacho elogiando su intención de convertirse en el escudero de un gran guerrero y eso le robó una sonrisa al chico. Las preguntas del elfo rápidamente se dirigieron hacia el joven guardia de la ciudad al que habían conocido nada más llegar y que vivía en la casa en la que estaría el objeto maldito del que les habló Qildor. 

Muchas gracias, señor elfo —dijo agradecido, pero mostrándose duro para ver si aquellos halagos del elfo hacían cambiar de opinión al beórnida—. Sí, Éomód es uno de los hombres más jovenes de mi padre. Era escudero de Fréagulf el Viejo hasta que se ganó su caballo, como yo haré algún día. Mi padre quería llevarlo, porque es muy valiente, pero se acaba de casar con Ceolrid y no quiso arrebatarlo tan pronto de sus brazos. Y bueno, a fin de cuentas alguien tenía que quedarse a controlar que la ciudad siga en orden. Especialmente por estos días de mercado que se llenan de gente de fuera. Y más ahora que traen esos horribles rumores del este. Ya saben, ustedes vienen de allí, seguro que algo han oído de lo mucho que se dice. Los viajeros que vienen de allí dicen que una nueva oscuridad crece en el Gran Bosque. Que se ha visto humo y suciedad emanando de la Colina de la Hechicería —le explicó con los ojos bien abiertos.

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13/06/2023, 10:56
Geb

Uy, sí —dijo el bardo exageradamente aprovechando que pasaba junto al muchacho y el elfo y había escuchado parte de su conversación—. Mucho se dice. Que el respiro que dio la Sombra del bosque está llegando a su final y ahora vuelve a crecer en su interior el mal, que un dragón va a bajar desde los cielos y las ciudades más ricas del mundo consumirá, que un terremoto abrirá grietas tan profundas que los demonios que habitan las profundidades surgirán para arrastrarnos al infierno —dijo burlescamente sin dejar de entornar sus palabras y rasgar las cuerdas del laúd—. Mucho se dice, he oído que mucho se dice. Rumores se cuentan donde las viejas meten sus narices.

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13/06/2023, 11:01
Rodwen

Rodwen, que saludaba a Qildor y asentía a sus palabras, escuchó como el bardo se burlaba del niño y le lanzó una mirada severa y reprobadora que hizo que el bardo mostrara su mejor sonrisa y se fuera con la música a otra parte. 

La sombra jamás desapareció de nuestro bosque, y no sé si los problemas actuales son meramente una oscuridad pasajera, o si algún poder habita de nuevo en Dol Guldur. Pero no hay que tomar los rumores tan a la ligera, ni en un sentido ni en otro.

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13/06/2023, 12:30
Welf Ramaverde

     Welf miraba con los ojos abiertos como platos de uno a otro orador. Se le había pasado la emoción inicial de ser parte de un sueño o de una de las grandes gestas y se quedó con la boca abierta oyendo cómo se expresaban algunas personas sobre temas de leyenda. Leyendas oscuras.

     No podía ser que la Dama Irimë se fuera a presentar porque se había quedado al otro lado del sueño.

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13/06/2023, 15:14
Ainar, hijo de Ai

Ainar estaba confundido y hosco. O porque estaba confundido estaba hosco. Cruzó miradas con Balbrand, quien tampoco parecía estar entendiendo algo de lo que estaba sucediendo en aquel lugar. ¿Estaban en un sueño? ¿Era una casualidad o había sido provocado que permanecieran allí? ¿Y si hubieran sacado el tesoro?

El enano intentaba pensar más allá de lo que estaba entendiendo: el tesoro sería escondido en la casa de un joven que había dejado de ser escudero, pero aún no estaba allí; probablemente llegara con la comitiva que regresara del Bosque... ¿hacía cuánto habían partido?

-¿Hace cuánto tiempo se fue el Alcalde y sus hombres?- preguntó el enano, sin saber muy bien a quién, pero probablemente el muchacho sabía muy bien, con toda la atención que le ponía a convertirse en escudero.

Tal vez, si no era hacía mucho tiempo, podían alcanzarlo y convencerlo de que no fueran... sin que fueran, no habría tesoro. ¿No era así? El enano no podía conmensurar qué otras cosas podrían cambiar, pero era lo que se le ocurría.

Notas de juego

Dejo algunos pensamientos a ver si construimos algo entre todos jajja

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13/06/2023, 22:46
Vanwa

Vanwa observaba muy fijo al chico. No tenía sentido que el tesoro maldito acabara en la casa de los recién casados. ÉL estaba de guardia, así que si algo llegaba en ausencia del alcalde u otra autoridad, serí lógico que acabara guardado en la casa del guardia al cargo. Quizás llegaría algo en esos días de mercado. Algo nefasto. ¿Sería del este? ¿Quizás lo trajo la propia dama Irimë? No era probable, pero la ausencia de la dama era importante para aquello. Era la pieza que debían encajar. Ella y solo ella no estaba allí.

Asintió a lo que se iba diciendo, perdido en sus propias cábalas mentales. Sí... El alcalde del este. Podía ser cosa de él, pero no toda la Sombra proviene de Él. Muchas otras cosas se deslizan en la oscuridad. Podía ser y podía no ser. ¿Quién estaba generando todo aquel constructo? ¿La Maldición? Ellos mismos? Un eco del lugar?

 

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14/06/2023, 10:33
Haleth

Se fue hace algo más de dos meses y medio, casi tres —contestó rápidamente el muchacho a la pregunta del enano. Lo cierto era que había considerado a Ainar como el guerrero al que ofrecerse como escudero pero el hecho de que fuera enano le había impedido atreverse a pedírselo, por si acaso fuera hosco con él. Lo que no esperaba era que lo fuera el beórnida. 

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14/06/2023, 22:58
Miriel

- Cuando el río suena, solo los necios creen que no lleva agua. – dijo Miriel con seriedad mirando al bardo – La sombra del bosque es real, su peligro cierto y mayor de lo que seremos capaces de entender en los próximos siglos hasta que sea demasiado tarde. – añadió con una expresión abatida y triste con notas de ira por los fallos de sus antepasados en no ser capaces de reconocer la verdadera amenaza – Tanto que el verde habrá de tornarse en negro, las piedras abandonarse y olvidarse, la risa callarse… al menos hasta que los pueblos libres recuerden como se trabaja juntos, como se lucha juntos y las antiguas rencillas sin sentido superadas sean. - ¿Aunque por cuanto tiempo? Se estaba dejando arrastrar por la desesperación. ¿Sería la sombra que asaltaba a Irimë que ahora asaltaba su cuerpo dormido junto a la hoguera?

En su último viaje fueron más sensatos de no dormir allí donde los animales no buscaban cobijo. ¿Por qué no buscaron esas señales cuando vieron la agitación de Irimë al llegar al lugar? ¿Por qué no aprendieron de sus aciertos pasados? ¿Por qué no fueron más precavidos?  

Esto no podía ser sueño de Irimë porque ella no había llegado todavía, no podía conocer todo esto. Esta ilusión era algo diferente. Se aprovechaba de su estado inconsciente por el cansancio, pero no era sueño… era otra cosa…*

Notas de juego

*Con lo vivido hasta ahora, ¿podría usar Saber de la Sombra para dilucidar que clase de embrujo puede ser el que nos aqueja?

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16/06/2023, 00:53
Qildor Qinorin

Qildor asintió al comentario de Rowden.

Es precisamente por todos esos rumores que he preferido cerciorarme. Por suerte, esta zona parece bastante tranquila, aunque ya sabes que eso para mí tampoco es un un buen presagio necesariamente. Puede ser la calma que precede a la tempestad.

Rowden sabía lo mucho que el noldo apreciaba a la dama Irimë. Aquel era un buen gancho con el que incorporarse a la conversación sin desviarse del problema principal. También se mostró de acuerdo con la advertencia de Miriel, la cual parecía atribulada y pensativa*.

Notas de juego

*Si se puede y falla, puedo tirar yo después.

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16/06/2023, 08:32
Baldbrand

Baldbrand observó la situación y suspiró frustrado. Sus compañeros intentaban extraer información de aquellos personajes del pasado, espectros quizá atrapados en aquella maldición, pero lo cierto es que más allá de cosas superficiales no parecían dar con lo importante y se enzarzaban en diálogos que casi eran banales.

-No se si esto nos lleva a algún sitio... -comentó hacia Ainar intentando que parte de su frustración se disipara- Estas gentes son completamente ignorantes de lo que se avecina. -negó con la cabeza.

Entretanto siguió mirando a unos y otros para ver si había algún personaje cuyo comportamiento se les escapara...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago tirada dado que estoy en un papel de observador, a ver si hay algo o alguien al que deberíamos prestar algo más de atención.

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16/06/2023, 09:27
Vanwa

Vanwa decidió centrarse en el joven aspirante a escudero. Había algo que le escamaba. Haycombe no estaba tan cerca como para organizar una expedición como aquella, alcalde incluido. No, al menos, si no tenían indicios claros de algo. El tiempo que llevaban fuera era bastante, pero una comitiva como la del alcalde no viajaría tampoco tan ligera como ellos. Ni tendrían un Ainar para marcar un ritmo tan endiablado.

- Haleth, muchacho. La verdad es que hemos oído cosas bastante preocupantes del lugar al que ha ido tu padre. Aquí, donde nos ves, somos viajeros que combaten a la Sombra y sus servidores, que por desgracia no dejan de aparecer en los lugares más insospechados. Quizás en la casa de tu padre hay alguna pista de lo que esperaban encontrar. ¿Podrías enseñarnos su casa? Quizás necesiten ayuda y allí podemos encontrar alguna pista. Por supuesto necesitaremos tu asistencia, tu guía.- Le pidió, con su sonrisa más encantadora*.- Y si es necesario ir a ver qué ha ocurrido, es muy posible que durante las semanas de viaje surjan muchas oportunidades para convertirte en el escudero que deseas. En eso te puedo ayudar, también. Ainar y Baldbrand son unos gruñones, pero buenas personas, y te puedo ayudar a entrarles por su punto débil...- Añadió en un susurro cómplice, con un guiño aún más cómplice.

Quizás en la casa del capitán de la guardia, o del alcalde, había alguna evidencia de la razón por la cual habían ido. Qué esperaban encontrar. Eso quizás les podía ayudar a saber qué esperar que llegara del este. 

En su mente se formaba el cuadro de la comitiva siendo torturada hasta conseguir toda la información del pueblo cotilla y la llegada de una tropa de asalto del Hechicero hasta Haycombe, sabiendo que es un lugar de risa y alegría protegido por un simple guardia.

Notas de juego

* tiro de rasgo de belleza para que, como mínimo, se lo piense.

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16/06/2023, 12:46
Director

Balbrand echaba un vistazo alrededor de la posada, fijándose en sus gentes. Parecía una posada normal y corriente como todas en las que había estado antes. Aldor repartía las bebidas alegremente y compartía algún chascarrillo o chiste con algunos de sus comensales. Todo parecía tan real que el béornida empezó a cuestionarse que aquello realmente fuera un sueño como clamaban los demás. 

La gente actuaba con la normalidad propia de quienes están en una posada: viajeros cansados que resoplan tras el ascenso agradecidos de llenar el estómago, parroquianos habituales con el codo en la barra y una cerveza que hacen uso de bromas trilladas y comunes entre ellos, y un ambiente que iba mejorando conforme el humo de las pipas de los fumadores ascendía lentamente al techo. Y todo ello amenizado con la música del cargante bardo. 

Baldbrand se fijó en él. El tipico granujilla, astuto y taimado. En aquellos momentos ofrecía su sombrero y sus reverencias a una mesa de viajeros y mientras con una mano recogía las monedas que le tendían con la otra les robaba una bolsita de joyas haciendo gala de un gran disimulo. 

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16/06/2023, 12:52
Director

Para Miriel había algo raro en todo aquello. Se habían convencido de que estaban en un sueño pero en los sueños solían ocurrir cosas extrañas que alteraban la continuidad. Como por ejemplo atravesar una puerta y aparecer en otra ciudad a miles de millas de donde uno estaba, o estar hablado con una persona y que luego fuera otra completamente diferente. Por solo nombrar un par de ejemplos de las cosas menos locas que uno podía vivir en un sueño. Aquello era como un sueño, pero parecía imbuido por algún tipo de extraña magia. 

Pero había algo raro. Temía que fuera una trampa de la sombra, tal vez de aquella que habían dicho sentir Ainar y Baldbrand durante su vigilancia. Sin embargo, la gente de aquel sueño sonreía y era feliz, tal como Irimë les había contado de la gente que habitaba el lugar cientos de años antes, en sus recuerdos. Incluso las risas de los muchachos que les habían abordado a la entrada eran tal y como ella las había vivido. Podía ser una trampa, pero no parecía que la maldad hubiera construido aquel recuerdo que ahora visitaban de forma tan vivaz. Pero sí que había algo maligno más allá. Podía sentirlo también. Una sombra que se elevaba amenazante desde las profundidades de las montañas y que podría ser capaz de engullir todo aquel poblado de igual manera que hizo en vida siglos atrás.