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Los reinos del norte

El Señor de la Guerra III: El asedio de Deveney

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17/01/2014, 15:45
Mellongaladh "Abraza-árboles"
Sólo para el director

Notas de juego

Cojo algunos pantalones (si veo algunos decentes que no sean de aldeanos) y se los llevo a Thinion para substituir los suyos.

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17/01/2014, 20:01
Thinion

Notas de juego

Me quedo ejerciendo de herido en combate

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19/01/2014, 14:53
Director

Mellongaladh también aparece al cabo de un rato con un saco llevando varios objetos que ha encontrado por ahí. Parece que tanto él como el enano han sido más o menos afortunados, ya que otros soldados se quejan de que no han encontrado nada o simplemente chatarra sin valor alguno. Mellogaladh va a ver al joven Thinion, que se encuentra convaleciente de su herida y saca unos pantalones de su saco. Son parecidos y de la misma calidad que los que llevaba Thinion, los cuales han quedado en mal estado ante tanta herida.

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19/01/2014, 14:57
Director

Pasadas varias horas se llama a las tropas y se os reúne en la plaza y Khanil anuncia que Deveney ha sido tomada, lo que da paso a grandes gritos de júbilo por parte de todos los soldados allí reunidos. Pero el precio ha sido alto, la mitad del ejército ha muerto o está malherido, pero las fuerzas enemigas han sido aniquiladas, salvo un pequeño grupo de mercenarios que han sido apresados y serán interrogados.

Una docena de aldeanos son liberados, pero también aparecen los cuerpos de algunos de ellos asesinados por lo que parece durante la batalla. Los mercenarios de “los Piratas” permanecen detenidos para determinar el motivo de su huída en el momento de la lucha y porque algunos de ellos querían acabar con los aldeanos. Tras varios interrogatorios y tras escuchar a los aldeanos se descubre que cuando “Los Piratas” estuvieron en la aldea, se despreocuparon totalmente de su labor y cuando fue atacada en vez de proteger a los aldeanos se preocuparon por salvar su vida, llegando a pactar su marcha con Dagorhir. Dado que ha habido muchas bajas se da la opción a “Los Piratas” de unirse a la “Compañía Negra” o hacer compañía a los orcos muertos durante el asedio. Ni que decir que optan por lo primero, perdiendo todas sus pertenencias que son requisadas por el Príncipe de Dol Tinereb y adjuntadas a la parte del botín para repartir entre las tropas.

En cuanto se asegura la aldea comienzan las reparaciones de sus defensas. Deveney se convertirá en uno de los campamentos de los aliados de cara al asedio que comenzará de inmediato contra las posiciones del “Señor de la Guerra” en Creg Durga. Para comenzar se reparan las puertas y la muralla oeste, muy dañadas por el ataque a la aldea y comienzan a hacer trabajos para ocultar el acceso que da al pozo y que no sea visible desde el exterior, pudiendo ser usado como salida secreta.

El almacén se reconvierte en un improvisado hospital, tras retirar los cuerpos de los enemigos caídos. En el edificio principal se realizarán las funciones de planificación y mando y es donde residirá Khanil y sus oficiales. La taberna vuelve a cumplir sus funciones y se convierte en la cantina del ejército. El resto de soldados os vais instalando en el resto de casas. Los daños han sido considerables, especialmente en la zona oeste, pero en unas semanas se consigue que la aldea sea habitable y funcional.

Se encuentran un buen número de provisiones y suministros, así como una gran cantidad de armas, que enseguida pasa a ser propiedad del ejército aliado para su uso. Se calcula que las provisiones, con un buen racionamiento, alcanzarán para un mes aproximadamente.

Los aldeanos tras recuperar, con suerte, algunas de sus escasas pertenencias deciden partir de la aldea para huir de la guerra. Dado que es invierno y no tienen donde ir, se quedan ayudando en las reparaciones y en las labores de cura y atención de los heridos, pero se mantienen apartados en sus antiguos hogares.

Por lo demás el botín conseguido por los soldados ha sido muy pobre. La aldea había sido saqueada con anterioridad y si quedaba algo de valor o permanece muy bien escondido o hace tiempo que alguien se lo llevó. Las tropas enemigas no tenían muchas pertenencias ni una gran fortuna, algunos consiguen algunas monedas sueltas, armas, ropas u objetos cotidianos, etc., y eso con suerte, por lo que la decepción reina entre los soldados. Dol Tinereb ofrece tres monedas de plata por arma, y aunque se paga a la baja, muchos soldados acceden a venderlas para obtener un beneficio seguro cuanto antes.

Tras la caída de Deveney, las tropas aliadas se reorganizan y se preparan para su siguiente objetivo, acabar con el “Señor de la Guerra” y fijan sus miradas en Creg Durga, mientras el brazo del invierno se hace más largo y se deja sentir con más fuerza.....

FIN DE LA PARTIDA