Partida Rol por web

El mediano cogió su mochila y bajó tras Judge, deslizandose torpemente por las escaleras y tratando de ver algo hacia abajo en los escasos huecos que el forjado dejaba entre él y la columna.

- El primero que toque el suelo por favor que diga algo. -dirigiéndose principalmente al enano- Puede que nos estén esperando abajo, id con mucho cuidado.

Le tranquilizaba bastante la idea de ir el último, pero al mismo tiempo, por su cabeza pasaban mil pensamientos de qué podían encontrar allí abajo. Al menos ya habían encontrado algo con sentido.

- Myrmex, permanece atento, a ver si consigues ver algo que nosotros no veamos.

Kai bajó el primero a gran velocidad pero cuando escuchó la alarma se asustó y se resbaló cayendo por las escaleras y estampándose contra el suelo. ¡Ouch! Gritó a modo de contestación a Sicho

El grupo baja por la escalera y si bien el enano hace un pequeño traspié, en realidad su fornida corpulencia hace que sea poco mas que un susto dado el aullido mágico. La antorcha a los pies el enano iluminaba la estancia a la que habíais llegado.

Un lugar antiguo, inquieto y que rezumaba una extraña aura de incomodidad, como si estuvierais andando en un lugar que estaba prohibido. La sala, semicircular en su techo excavado en la roca mas dura que habría en ese pantano, no tenia muchas mas entradas o salidas ... solo la estrecha salido por donde habéis entrado y un pasadizo.

El suelo estaba lleno de polvo, pero se podían ver las pisadas recientes con facilidad. Pisadas realizadas por botas y que habían permanecido en esta sala acampando antes de adentrarse en ese pasillo de tres por ocho metros que llegaba a una enorme puerta metálica y grabada.

Algo en ese pasillo os hacia sentir levemente incómodos a todos. A todos menos a Judge, que le parecía un pasillo cualquiera.

-El enigma continúa...-dijo Myrmex en voz baja, casi como hablando consigo mismo.

El gnomo echó un ligero vistazo alrededor, pero no había nada a primera vista que le llamase la atención. Nada excepto ese pasillo, ominoso y sobrecogedor, aunque al mismo tiempo atrayente para el mago. Esa mezcla de temor y curiosidad era habitual en él cuando se enfrentaba a peligros que albergaban un misterio detrás.

-Bien, esta vez la decisión es fácil. Sólo hay un camino por el que seguir avanzando.

Un pasillo se abría ante nosotros y no nos quedaba otro camino que seguir aparte de volver por donde habíamos entrado. Myrmex se adelantó, pero mejor sería que Sicho o yo fuéramos delante de momento para buscar posibles trampas o para que nada nos cogiera desprevenidos.

Coloqué una mano en el hombro de Myrmex para frenarle.

Espera. Déjame pasar delante. Intentaré ver si el camino está libre.

Pasé por delante de él, inspeccionando el suelo y las paredes en busca de algo que pareciera una salida de flechas o un resorte en el suelo.

Tras no lamentar demasiado el traspiés que sufrió observó el pasillo que tenía delante. Una extraña sensación le erizó hasta los pelos de la barba y se quedó pensativo. Sabía que algo no andaba bien en aquél lugar, pero lo cierto es que si querían investigarlo tampoco les quedaba más remedio. Así que miró a sus compañeros que habían decidido continuar de frente y los siguió.

- De acuerdo Threkor, vamos tú y yo primero. Pero creo que antes de abrir esta puerta debería acompañarnos Judge o Kai aquí, yo funciono mejor estando algo detrás.

Mientras hablaba, el mediano examinaba con precaución el pasillo y, sin acercarse demasiado, los grabados de la puerta que tenían delante.

- Si nos fijamos bien en las pisadas quizá podremos encontrar la forma de entrar sin llamar mucho la atención.

Con su mano izquierda sostenía su arco y una flecha entre sus dedos, dejándola preparada por si la situación se complicaba rápidamente.

Threkor no había visto ni una posible trampa en el pasillo, aún no le daba buena espina, pero no había visto ni pinchos, ni dardos ni cuchillas. Pero el mediano si percibió lo que le causaba mala espina. No en vano era un explorador y su "oficio" venia de siglos atrás, como los druidas  de un mismo origen.

Había señas en las paredes, marcas antiguas, advertencias druidicas escondidas.

Todo el pasillo en si era una inmensa trampa y tanto el pícaro como el explorador ya estaban con el primer pie dentro. Si bien parecía que aún no había saltado nada. Por un instante el mediano pudo percibir como si el pasillo excavado en la piedra tuviera vida propia y latiera.

Pero eso solo fue un fugaz momento, la piedra no tiene pulso, ¿verdad?

¿Qué ha sido eso?

Por un momento un escalofrío recorrió la corta espalda del mediano y sintió como si ese pasillo estuviera vivo. Sus pies se quedaron paralizados en su sitio sin moverse y miró a su alrededor.

- Quietos todos. ¿Habéis notado eso? -se giró despacio hacia el gnomo- ¿Tú sientes algo? ¿Algún tipo de magia? Parece como si este pasillo estuviera vivo. ¿Dónde nos estamos metiendo?

Una sensación nerviosa se apoderó de Sicho y empezó a estar muy incómodo.

Myrmex se tensó tras las palabras de Sicho.

-No, no he notado nada, pero si no os importa esperar unos minutos, puedo tratar de averiguar si hay algún tipo de magia en este pasillo.

El gnomo se acercó a una distancia prudencial, extendió los brazos hacia la entrada del corredor y cerró los ojos. Entonces comenzó a murmurar palabras arcanas y se mantuvo así un rato.

Judge recorrió poco a poco los bordes de las estancias. Por alguna razón el resto tenía un gesto lúgubre, sin embargo, a él la reconfortante roca dura era razón de alivio.

Miró las paredes intentando encontrarle sentido a las marcas.

- La verdad, como me alegro de haber entrado aquí por fin.

Sintió las miradas punzantes del resto en él sin entender muy bien la razón, pero tampoco quiso preguntar más. Molestar a alguien asustado no suele terminar bien.

Kai se quedó quito cuando su compañero habló de "una sensación rara". Parecía que él era el único que lo hubiera notado, pero dado que aquel lugar era muy extraño, seguramente tendría razón. Instantes después, Myrmex decidió ponerse a buscar magia en el lugar y el enano, ajeno a esas habilidades, se sentó en el suelo esperando a ver si encontraba algo o no que les diera una pista de qué estaba pasando ahí...

Me detuve ante el aviso de Sicho. Yo no había conseguido notar nada, pero él sí.

¿Qué has notado, Sicho? Yo no he visto nada.

Miré hacia adelante y hacia las paredes para ver el origen de la cautela de Sicho. Seguía sin detectar nada a menos que él me lo señalara. Según sus palabras, ahora los magos eran los que debían actuar.

- Me ha dado la sensación de que el pasillo se moviera, como un latido. -dijo susurrando- Algo aquí no me huele nada bien, pero no he conseguido ver de dónde proviene. Veámos qué tiene que decir Myrmex. Creo que deberíamos quedarnos quietos hasta que él diga algo.

Se giró hacia el gnomo, impaciente por conocer el resultado del conjuro que estaba murmurando.

Myrmex se dedica a realizar su ritual, traza un circulo en el suelo con algo de tiza y se sienta en el mientras recita palabras arcanas y flexiona sus dedos en posiciones que incluso parecen dolorosas, pasados varios minutos el gnomo abre los ojos como si fueran dos esferas de mármol azulado con estrellas fulgurantes en su interior.

A través de su mirada puede ver el pasillo vivo tal y como es, una boca enorme llena de fauces apunto de mordisquear a cualquiera que sea lo suficientemente loco como para entrar lo suficiente.

Por supuesto no era realmente una criatura viva, si no una creación mágica a manos de la transmutación. La escuela que puede convertir al mas inocente de los muebles en una trampa mortal.

Al otro lado el paladín se dedica a analizar las pocas marcas y escrituras. Podía ser que el forjado no fuera un estudiante de pura cepa, pero siempre había sido un apasionado de todas las religiones ¡y las druidicas no eran menos! Podía ser que las tradiciones naturales hubieran caído en desuso pero antaño había sido el credo dominante y se percibía en todas partes como pequeños rituales culturales, tradiciones y plegarias.

A Judge los símbolos le sonaban de las historias que ya había escuchado, palabras sueltas que se reforzaban con los grabados en el monolito. El ser divino, la figura semi angelical que aparecía en el final de esos grabados, no era otra cosa que un dragón. ¡Vvaraak! ¿Era el ... creador de este lugar?

Desgraciadamente para el forjado, las escrituras en el pasillo estaban en un lenguaje secreto de los druidas. Podía reconocer el nombre del dragón, repetido una y otra vez, pero no entendía el resto de la frase que también se repetía, así como otro nombre. Aal'Drash.

El gnomo se levantó del suelo y se sacudió el polvo del pantalón.

-Ciertamente, el instinto de Sicho fue muy acertado. Ese pasillo alberga un hechizo mediante el cual transformaría sus paredes en colmillos y devoraría a aquel que pasase por él, así que no os acerquéis demasiado. Desgraciadamente no tengo el poder suficiente para disipar esa magia.

Myrmex acarició su mentón pensativo.

-¿Y si hubiese por aquí alguna instrucción escrita para desactivarla o sortearla? ¿Quizá en estos textos que estás examinando, Judge?

El mago se acercó también a las escrituras y las repasó con sus dedos. Intentaría usar su magia de nuevo para comprender lo que había escrito.

El gnomo se acercó hacia Judge dispuesta a utilizar su siguiente ritual. Preparó algo de sal y hollín en su mano, recitó mas palabras arcanas mientras trazaba su indice en la montañita de polvo y finalmente se puso a trazar el dedo sucio de sal y hollín en la superficie escrita.

A medida que lo hacia las letras cobraban sentido para el, y solo para el.

-Aquí descansa Aal'drash, sellado en el nombre de Vvaraak.-

Esa era la frase mas larga que había en todo el portal del pasadizo, con la frase corta de -En el nombre de Vvaraak- que se repetía mas veces que ninguna otra. Como si fuera algún tipo de advertencia o indicación. Como quien te avisa para que llames amigo a una puerta.

Myrmex también había visto mas de esas palabras en el obelisco, quizá podría usar su ritual para entender lo que había escrito mas arriba en la superficie.

El gnomo comunicó a sus compañeros lo que había descubierto.

-Creo que voy a volver a subir arriba. Quizá, si logro descifrar las escrituras del monolito, nos arrojen un poco más de luz a todo esto.

Myrmex salió de nuevo a la superficie para poner en práctica un idéntico ritual con el que averiguar más información.

El estudio del obelisco bajo el efecto de la magia es mas fructífero esta vez. El obelisco menciona las andanzas de un hobgoblin en particular, un príncipe que traicionó al imperio Dhakaani para unirse a los invasores Daelkyr bajo las promesas de tener todo un imperio bajo su mando.

Aal'drash el traidor y su "Mano de la Corrupción" - representados como cinco monstruos deformes y llenos de tentáculos - cabalgaron sembrando el caos y la muerte hasta que los orcos Cancerberos lograron capturarlo y encerrarlo con la ayuda de Vvaraak.

El obelisco, no es un monumento ni un lugar de culto. Es una prisión.