Partida Rol por web

-"¿Sois habitantes del Norte? ¡Gracias a Odin!"
Me acerco a las sombras acelerando el paso. -"Por fin hermanos, si no de sangre, al menos sí de raza".
-"Mi nombre es Kvadratni el valiente, y soy el único superviviente de la familia Oreski, unos normandos nos atacaron por sorpresa cuando nos acercábamos a la costa. En cuanto al lobo, me lo cruce hace poco."
Señalo con el dedo hacia donde tuve el cruce con el espectral animal.
-"En cambio una niña normanda, me citó en una cabaña al otro lado del bosque. Si me aceptais en vuestro grupo, juro que acatare las órdenes del lider a cambio de que me ayudeis a alcanzar la ansiada venganza, brodir"

Miro extrañado al supuesto vikingo, su historia se parece demasiado a la nuestra. No me fio. Nosotros también estamos aquí por una venganza y una niña, y vamos hacia la cabaña. Acompáñanos si quieres, pero has de hablar con Hildorlf, nuestro jefe.

No me entretengo más con el recién aparecido y me vuelvo a centrar en la espesa bruma que nos rodea. Se parece demasiado a la niebla que se forman en los fiordos de la Ruta del Norte*, igual de espesa y de mística... lo que significa muerte... Escruto la oscuridad, buscando algún otro individuo perdido que precise nuestra ayuda.

-"Así sea llevadme ante el llamado Hildorlf y os contare lo que me ha acontecido con más detalle"

Al acercarse la "criatura a vosotros" comprobais que la niebla amplía mucho las dimensiones. Es alto y fuerte, y en su cabeza lleva una suerte de corona de metal ciñendo sus sienes. El pelo que recubría su piel no es más que vapor del sudor que desprende.

Llevas aqui mucho tiempo?, no pareces muy cansado...

Comento sorprendido por la espesura de la niebla y el aspecto de nuestro nuevo socio.

-"Llevo solo un par de días en tierra firme desde que naufragué con mis hermanos, si no os parezco cansado es porque un pequeño grupo de normandos tuvieron la "amabilidad" de darme comida, bebida y cobijo durante la pasada noche".
Mientras digo esto me siento en cualquier roca que haya cerca. Posteriormente señalo la corona y el escudo:
-"Ademas me dieron unos bonitos obsequios"
Sonrío aliviado, por fin se acabó el solitario peregrinar por estas tierras, al menos ahora tendré un hombro en el que apoyarme.

El viento susurra entre las copas de los árboles y escuchais una dulce melodía que sale de la fronda. Es una sencilla flauta, pero os parece que está muy de acorde con el lugar en el que os encontrais.

El viento ulula entre los árboles, creando extraños sonidos. Poco a poco, esos sonidos van adquiriendo una armonía, me parece escuchar una melodía. ¿Qué es este lugar en realidad? La canción me relaja e inquieta a partes iguales, por lo que sólamente soy capaz de aferrar más fuerte mi espada como única reacción.

Bien brodir, sigamos hacia la cabaña... no creo que sea bueno permanecer aquí. Acompaño mis palabras con un gesto de la cabeza, indicando la dirección en la que empiezo a andar. Poco a poco me pierdo en la bruma, deformándose mi silueta como la del recién llegado.

Sigo a mi nuevo compañero de fatigas, no, no es eso...camino junto a uno de mis nuevos hermanos, aferrando mi espada con la diestra mano y el hombro de Oled con la izquierda

Sigo a mis compañeros, visiblemente decepcionado porque no haya habido violencia.

Despues del encuentro con el "hombre" sigo a mis Hermanos hasta la cabaña.

Pensando en que demonios de sitio nos hemos metido.

Vuestros vacilantes pasos os conducen, metro a metro, hasta el interior del bosque. Las ramas os azotan los rostros, como brazos se os aferran a las vestiduras y las rasgan. Incluso vuestras armas son inútiles para avanzar más rápido, ya que parece que el bosque os quiere ralentizar.

Después de vagar hacia el corazón de la espesura, los cansados ojos de Oled divisan un claro.

Hagamos un alto, brodir. Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro al ver el claro. Ni me gustan los bosques ni la niebla en tierra, así que dejar atrás una de esas cosas me alienta bastante. Recorred todo el entorno del claro, a ver si la cabaña se esconde en torno a él. Si alguien viviese en este horrible lugar seguro que no lo haría dentro de la espesura del bosque...

Tras acostumbrarme a la nueva situacion de luz comienzo a observar con atencion y mis 5 sentidos para ver si puedo divisar al cabaña que andamos buscando.

Escudriño con ojos de agila la estensión de los claros, buscando la cabaña.

Paseo mi mirada por el claro y su linde, buscando la cabaña o cualquier pista que nos conduzca a ella. Espero que la encontremos pronto...

Yo seguía a Oled, con mi arma preparada por si acaso.