Partida Rol por web

Los gritos de Chica Ardilla harían salir a un muerto de su ataud. O al menos así me hizo sentir cuando se puso a gritar de aquella manera. Mi cuerpo había regenerado lo suficiente como para poder sentarme en el suelo con cierta calma. Además, ahora si que estaba la zona limpia de aquello que fuese que lanzó Omega Red.

- ¿Qué ha pasado? - Pregunté al ver a Octopus completamente destrozado, con cables, muelles y resortes junto a varios chispazos en lo que antes fue su cuerpo. - Creo que lo que lanzó Omega Red me está haciendo alucinar...

Con Octopus destruido y Omega Red junto con Sauron noqueados, el peligro había pasado. Los esclavos reptilianos al notar la calma, salieron de entre los árboles y se acercaron hacia vosotros. Uno de ellos se presenta:

Me llamo Ladock. Soy el jefe de esta tribu. Gracias por acabar con ellos.

La cosa parecía haber ido finalmente bien. Los malosos estaban KO y los lagartoides estaban libres. A pesar de eso Spidey se dedicó a atar a los villanos verdaderos con tanta red como fue capaz, antes de reunirse de nuevo con el grupo.

Vaya. Parece ser que no todos eran androides, menudo lio. Ya no sé qué pensar, éste Arcade cada día está más loco. Yeso tampoco resuelve la duda de si estamos en otro planeta o no.
En fin.

No obstante, por si los "nativos" eran reales lo mejor era ser cordíal y educado. Eso se lo decía siempre su tía May.

Encantado. Ha sido un placer. Por cierto, lo mismo suena raro pero...¿Quienes sois y donde estamos?

Me levanté con rapidez puesto que el medallón seguía activo, curándome con cada inspiración que realizaba. Sonreí a los hombres-lagarto aquellos bajo mi máscara, pero no dije nada... mis ojos se habían quedado fijados en el reptíl volador mientras Tigre Blanco me hablaba.

Vamos Ava... míralo... es un animal, un reptíl... y del bando de los malos... nadie le llorará y yo tengo tanta hambre... estoy deseando probarlo... - Me decía en mi cabeza mientras yo intentaba apartar inútilmente mi mirada de aquel desgraciado volador. - No es humano... no sería canivalismo... Es como cuando tuviste que comerte aquella serpiente en aquella misión de S.H.I.E.L.D. donde Coulson y tú os quedáteis aislados casi una semana en aquel terreno inóspi... - ¡Basta! - Exclamé quitándome el amuleto del cuello con violencia.

Luego miré a los demás y permanecí en silencio. - Lo siento. - Me excusé ante todos, con el ceño fruncido bajo mi máscara. Nadie sabía de mis charlas con Tigre Blanco, la deidad con la que me vinculaba el amuleto y nadie debía saberlo. - Creo que necesito que me de un poco el aire... - Añadí alejándome disimuladamente de Sauron, a quien me había acercado demasiado sin darme cuenta de ello.

Al final resultó que el pelilargo no era un robot, pero Doc Oc sí. La cosa era muy confusa. Doreen golpeó el puño de una mano sobre la palma de la otra.

“¡Maldición! ¡Entonces su cabello sí es natural!”

Dio un respingo cuando Tiger pegó un grito y la miró con curiosidad. ¿Y a esta qué la había picado? Tiger se apartó diciendo que iba a tomar aire, aunque estaban a cielo abierto. Squirrel entendió todo.  

“Tranquila, cuando hay que ir, hay que ir. Lo bueno es que aquí hay árboles por todos lados, como para hacerlo detrás.”

El líder de los hombres lagarto les agradeció su ayuda. Squirrel se acercó a él, con el ceño fruncido y la punta de la lengua de fuera en gesto de concentración y le tocó el hombro con la punta del dedo índice, como para comprobar si era de verdad.

“¿Eres un PNJ? ¿Nos vas a dar una Misión Secundaria?”

El lider de los hombres lagarto miraba extrañado a Squirrel Girl, y pregunta a Spiderman: Esa chica siempre habla así de raro? Somos una tribu reptiliana que vivimos en esta región de la jungla. Os encontrais en la región de Jingera. Esos tres aparecieron hace 1 semana aproximademente y nos atacaron, esclavizandonos. Poseen una tecnología nunca vista, incluso estas naves tampoco las conocíamos. Hablaron de construir una especie de teleportador. Desconocemos a que se refiere. Lo estaban haciendo en el interior de la cueva.

Un niño reptil se acerca hacia Squirrel y empieza a juguetear con la cola. Busca con curiosidad tocarla y ver de que está hecha.

Di un par de pasos hacia atrás, quedándome en la retaguardia de mis compañeros. Tome asiento en una de las rocas y me quite la máscara, sacudiendo mi larga cabellera. Inspiré con fuerza y disfruté de la suave brisa en mi rostro durante unos segundos. Había entendido perfectamente lo que Squirrel Girl me había dicho, pero ella a mí no. Algo similar les ocurre a los habitantes de aquel lugar con las palabras de Squirrel Girl.

Mis ojos se clavaron en aquel que parecia ser el líder. Su aspecto y su ropaje tan primitivo no pegaban con su extenso vocabulario. Quizás era el momento de dejar de ver tantas películas de Tarzán. Sin duda alguna, estaban agradecidos por nuestra intervención y no tardaron en facilitarnos la información que requeríamos.

Sonreí levemente al ver a aquel pequeño acercarse a la cola de Squirrel Girl y tratar de satisfacer su curiosidad, antes de centrarme en mi misma unos minutos. 

En mi cabeza volvieron a surgir las dudas de seguir siendo White Tiger o no, puesto que el precio por serlo parecía cada vez más alto. En ese momento, comence a entender a Coulson, quién trató siempre de apartarme del amuleto y enseñarme a ser la mejor agente de S.H.I.E.L.D. que pudiera, sin tener que depender de una deidad como Tigre Blanco. Quizás vio el daño que podría causarme y quiso salvarme a mi, a Ava Ayala, de la dependencia del amuleto y legado familiar.

Mis manos sostenían mi máscara y mi amuleto, los cuales no dejaba de mirar, hasta que un profundo suspiro de añoranza me sacó de mi trance.

- Me parece perfecto saber dónde estamos. Pero preferiría saber cómo volver a casa. Al menos yo no sé pilotar ninguna nave y menos aún construir un teletransportator...

El hombre lagarto les contó que Doc Oc y el pelilargo los habían esclavizado.

Squirrel soltó una carcajada e inmediatamente se tapó la boca con ambas manos, con gesto avergonzado.

“Lo siento, no es gracioso que os hayan esclavizado.”

Volvió a reírse, con las manos en la barriga.

“Lo siento JAJAJA, esperad.”

Se dio la vuelta, cogió al pequeño lagarto que le hacía cosquillas en la cola y se lo sentó sobre los hombros.

“Vamos a echarle un vistazo a ese teletransportador. Siempre he querido hacer lo de Star Trek.”

Dio unos saltitos en el lugar, moviendo al pequeño arriba y abajo.

“¡Vamos!”

Cuando se dio la vuelta, vio a y Tiger se acercó a ella con cara de preocupación.

“Oye, no te ves bien. ¿Qué almorzaste? Sé que como tigre te debe gustar la carne, pero siempre se necesita variar la dieta. Deberías comer nueces. Son el alimento perfecto. Está científicamente comprobado.”

- Supongo que serán las nueces de la ardilla que me comí al despertar aquí. - Respondí sería a Squirrel Girl, segundos antes de ponerme en pie. - Estoy bien. Y como de todo, no solo carne. - Guiñe el ojo al pequeñajo que llevaba mi compañera sobre sus hombros y me puse la máscara.

Giré mi vista entonces hacia Sauron. - Menos seres que hablan. - Y volvi a colocarme el amuleto en el cuello. Ya había descansado lo suficiente y realmente queria saber cómo volver a casa.

Silente como en la mayor parte de aquella travesía, y aún molesto por las secuelas que la defensa de Omega habían dejado sobre él, Visión que para entonces se entraba con ambos pies en tierra, se alzó ligeramente para contemplar lo que había quedado del lugar. Siempre vigilante, pero ante todo, impaciente, escuchó con atención lo que aquellos seres tenían por respuesta que ofrecer. Pero aunque la euforia de Squirrel y el arrebate de Tiger no le habían pasado inadvertidos, decidió no hacer incapíe en lo que podría ser para ellas una incomodidad.

Pero aunque la urgencia por regresar junto a Wanda comenzaba a ser ya una necesidad bajo la preocupación que sentía por ella, frunció ligeramente el ceño  - Puedo intentar sacar información sobre alguna salida si hay un ordenador cerca - comentó en tono grave, carente de cualquier emoción, aferrándose a ese aspecto robótico, a esa frialdad que ayudándole a mantener la perspectiva, le alejada de su lado más humano. 

Spidey se rascaba la cabeza intentando dilucidar si el nombre del lugar le sonaba de algo. Pero no había manera. Esperaba que al menos estuviesen en la tierra, pero algo le decía que no.

Lo siento. A mí también me cuesta seguirla a veces. Pero es muy maja y simpática.

Miró a la cueva donde les decían que estaba aquello que les obligaban a construir.

Vaaaale. Parece que si queremos salir de aquí no nos queda más remedio que ir a investigar aquello. En fin. Tampoco es que podamos hacer mucho más ¿no?

Miró a sus compañeros, se encogió de hombros y se dirigió a la cueva.

Venga. Veamos que nuevas sorpresas encontramos.

Squirrel miró a Tiger, con la boca torcida y una ceja levantada, luego miró hacia arriba, sonriendo al pequeño que llevaba en hombros.

“La tía Tiger está haciendo bromas. Eso quiere decir que se siente mejor.”

Se dio la vuelta y dando saltitos siguió a Spidey. Cuando llegó junto a él, adoptó una expresión de duda y lo miró de reojo.

“Está bromeando, ¿verdad?”

Para buscar pistas y saber mas del lugar donde estabais, os guiais por las palabras del jefe reptiliano. Entrais a la cueva investigar sobre el teleportador que estaba creando el Dr Octopus. Aunque fuera una maquina, tenía la mentalidad del original, con lo que sería bastante lógica que tambien quisieran salir del lugar.

Una vez en su interior, vais viendo todo de piezas de maquinaria desechadas, ya inservibles. Cuando llegais al final veis lo que era una especie de pantalla conectada a un par de ordenadores pequeños. En un lateral habían mas ordenadores conectados a un generador energético de dimensiones considerables. El aspecto da la sensación de que había llevado mucho trabajo por todas las piezas desechables y quemadas que habían en una esquina. La duda que os queda es si estaría acabado, funcionaría, o cual era su estado real.

Squirrel dejó al niño lagarto a la entrada de la cueva y le dio una palmadita en el trasero, para que se alejara.

“Tía Doreen tiene que hacer, ve a jugar por allí y pórtate bien. No comas ardillas.”

Cuando entraron en la cueva y se toparon con toda aquella tecnología extraña, se le iluminó la cara.

“¡¡¡COOOOL!!!”

Al ver el ordenador. Entrelazó los dedos de las manos, estiró los brazos hacia delante y movió la cabeza a un lado y a otro, para estirar el cuello.

“A mi juego me llamaron.”

Miró a los demás con una sonrisa de oreja a oreja y dio unos saltitos en el lugar.

“Estos deben ser ordenadores extraterrestres, me va a dar algo de la emoción.”*

Entramos en la cueva dejando atrás a aquellos hombres-lagarto y su extraño mundo prehistórico para encontrarnos con el futuro delante de nuestras narices. Activé el amuleto a riesgo de que Tigre Blanco me volviese más loca de lo que ya estaba, pero no sabía que encontraríamos allí dentro. El olor a plástico quemado fue lo primero que detecté, mirando después hacia el lugar del cual provenía: una pequeña pila de componentes electrónicos deshechados, quemados en su mayoría.

Luego sentí aquel zumbido, era increible que hubieran creado energía en aquella cueva. Aunque claro, tenían toda una nave para despiezar y aprovechar. El zumbido resultó ser algo bastante más grande de lo que había supuesto. Un enorme generador de energía reinaba en la sala. Miré hacia los equipos informáticos y lo demás que estaba conectado a ese generador sin tener ni idea de si algo funcionaba o no. Sabía que los terminales sí, puesto que estaban encendidos, pero el resto era una incógnita para mí. Coulson se había centrado en enseñarme a ser un agente de combate y las clases de tecnología no estaban incluidas en ese pack.

Así que, mientras los demás miraban y babeaban, como era el caso de Squirrel Girl, aquellos sistemas informáticos, me puse a observar la cueva con detenimiento, mirando y buscando posibles amenazas o quizás nuevos olores en la zona.