Partida Rol por web

Vale no te preocupes le dije sonriente a Alba mientras la ayudaba a bajar y a colocarse de alguna manera en el suelo en el que se encontrara comoda y pudiera descansar Buscaremos tambien algo para hacer la fogata, pero esta vez sino te importa, me gustaria que fueramos juntas... le dije algo preocupada por lo que pudiera suceder

Cogi la escalera improvisada y comence a subir por ella mientras, de vez en cuando, observaba que Alba se encontrara bien; una vez me encontre arriba cogi el arco que me habia dicho Alga, me quite la camiseta e hice una especie de bolso en el que meter algo de comida que habia en la cueva y algo para ayudarnos a hacer la fogata y volvi a bajar por la escalera.

El tiempo volvía a empeorar rápidamente, mientras Nya subía para recoger algunas cosas y volvía a bajar. La escalera, imperfecta e insegura, era ya una vieja amiga y eso facilitaba el poder subir y bajar sin contratiempos, mucho menos los que habíais tenido el primer día que la usasteis.

Con el arco y algo de comida, además de algunos utensilios más, parecíais ahora preparadas para casi cualquier cosa, aunque la oscuridad se cernía por momentos sobre vosotros, así como el frío y de nuevo, una posible tormenta que podía volver a causaron problemas.

Y mientras tanto, vuestros compañeros seguían sin volver. ¿Qué les habría ocurrido?

El primer dardo se había clavado en un tronco pero el segundo de ellos se clavó directamente en el cuello de Jensen, que en cuestión de segundos sintió como las fuerzas le abandonaban y se desplomó en el suelo, en el mismo lugar en el cual se encontraba.

Ninguno de vosotros veía a nadie pero era evidente que sí que debía haber una persona al menos oculta entre la vegetación, disparando aquellos dardos, sin saber por qué ni para qué.

Con Jensen fuera de combate, ¿qué haríais las demás?

Sin pensárselo un instante Kimy se lanzó a por Jensen. Joder, joder, joder. Comprobó que Jensen estaba bien, relativamente hablando, y se dispuso a cargarlo. Aunque Kimy era fuerte, incluso más que el propio Jensen, no le iba a ser fácil cargar el peso muerto del rubio por mitad de la selva.

-¡Kate, ven aquí, vamos a cubrirnos con su cuerpo! -dijo la cazatesoros poniendo el cuerpo de este por delante del suyo como escudo mientras lo transportaba con dificultad. Entre las dos seguro que lo desplazaban más rápido y seguro que hacían mucho más difícil hacer blanco a quién quiera que estuviera allí intentando cazarlas. Pero Kimy no era de las que se dejaban abatir fácilmente por las desavenencias del destino así que siguió mirando con atención hacia la maleza intentando descubrir el sitio exacto de su atacante.

¡PLOM!

Cae la noche y, el frio y el hambre son cada vez mas presentes, mientras tanto, ninguno de nuestros compañeros ha vuelto todavía, solo sabemos que Jensen y Kate se habían adentrado en la isla para investigar una avioneta, Kimy los acompaño en la misma dirección, por otro lado, no sabíamos donde estaba Malek, simplemente no estaba cuando Nya y yo regresamos al refugio, me preocupa que les haya pasado algo, pero poco podía hacer en mi estado actual, espero y se encuentren bien.

Cuando Nya estaba de vuelta con el arco y algunas cosas mas, me dispuse a revisar si nos podría faltar algo para hacer la fogata, si es el caso, le haría saber a Nya que nos falta para fuéramos juntas a buscarlo y, después me encargare de hacer la fogata.

El siguiente dardo dio de lleno en el cuello de Kate, que no tardó en seguir a Jensen y caer al suelo, dejando únicamente a Kate en pie, cubierta detrás del cuerpo de Jensen y sin saber qué hacer.

Mientras tanto, nada podía distinguirse entre la vegetación, y el silbido de los dardos cortando el aire era lo único que alcanzabais a percibir, y no con el suficiente tiempo como para evitarlo.

El fuego calentaba más de lo que pensabais, pero la sensación de soledad era algo que no terminaba de desaparecer. ¿Dónde estarían los demás? Mientras el tiempo parecía estar empeorando por momentos, al igual que había sucedido el día anterior, aquella isla transmitía

El frío no era todavía insoportable, ni tampoco el hambre, aunque sí que vuestros estómagos no parecían satisfacerse con tanta facilidad como estabais acostumbradas.

Ahora mismo, solo os teníais a vosotras dos y... no estabais en disposición de hacer mucho más, aparte de sobrevivir.

En cuanto a lo que le había ocurrido a Nya... quizás solo fuese un sueño; un mal sueño.

En cuanto Kate cayó también al suelo Kimy se quedó sin posibilidad de seguir arrastrando a Jensen. La sangre se le agolpó en las sienes y el corazón empezó a latir fuerte como si fuera una bomba de adrenalina. Si supiera de donde venía exactamente el foco, si había un solo lanzador o eran muchos o quizás fueran máquinas y no personas. Demasiadas preguntas para tan pocos respuestas. No obstante trató de concentrarse parapetada tras Jensen para localizar el lugar del que provenían los lanzamientos y tratar de desactivarlos. Aunque una cosa en su cabeza era la teoría y otra bien diferente la práctica, pero para eso los nerviso de Kimy eran de puro acero.

Cerró un instante los ojos y trato de concentrarse, escuchar el más leve sonido de movimiento tras las hojas, o de un nuevo dardo si salía. Y en cuanto localizara con seguridad... agarraría el machete de hoja plana que le había dado a Jensen y se lanzaría a pleno ataque fuera persona o máquina.

Al volver con Alba esta hizo la fogata y algo de lo que yo habia bajado de la cueva; el tiempo comenzaba a empeorar, al igual que la noche anterior. Me quede mirando a Alba, parecia que no conseguiriamos volver a la paz y tranquilidad de nuestro refugio de la cueva por lo que aquella noche la pasariamos al raso.

Alba acerquemonos a la roca le dije ya cerca del fuego que habia hecho cerca de esta Cuanto mas nos resguardemos mejor conseguiremos pasar la noche... parece que esta la vamos a pasar solas

Del resto del equipo no sabiamos absolutamente nada, al parecer aquella noche la ibamos a pasar solas, asi que me pegue lo mas que pude a Alba Si nos juntamos nuestros cuerpos nos proporcionaran el calor necesario para pasar la noche mientras miraba la fogata y seguia mordisqueando las raices solo era capaz de mirar el horizonte para ver si estabamos a salvo y si alguno de nuestros compañeros aparecia por el horizonte Mañana si no vuelven deberiamos ir a buscarlos

¡PLOM!

Kimy localizó por fin el origen de aquellos dardos. Era una figura humana que parecía tener el rostro cubierto con barro y también con vegetación, a modo de camuflaje, pero cuyos ojos te observaban fijamente. Parecía estar esperando algo, hasta que finalmente, elevó un tubo de madera hacia ti y sopló.

Hasta ese momento no había efectuado ningún movimiento, pero eso fue todo lo que necesitaste para agacharte y esquivarlo, viendo como se clavaba en el tronco que tenías al lado.

La figura volvió a perderse entre la vegetación, pero ahora ya sabías cómo era y podrías volver a verlo si te lo proponías. Pero ¿Qué podías hacer? Tus dos compañeros yacían inconscientes en el suelo. ¿Los abandonarías o pensarías en otra cosa para intentar salvar la situación y permanecer con ellos?

Lo vio, al fin localizó el origen de los dardos y antes de poder saltarle encima esa persona volvió a disparar un cuarto dardo que estaba destinado a ella. Hizo un giro brusco y no supo cómo pero lo esquivó, aunque perdió el suficiente tiempo como para no poder alcanzarlo. Dio dos o tres machetazos contra las hojas de los matorrales de pura rabia y luego frenó cuando ya todo resto de la figura se había perdido en la jungla.

Esta iba de mal en peor. Máquinas y trampas que parecían seguirlos, hombres enmascarados saliendo de una extraña niebla con mascarillas, ese sonido metálico que sonaba a una bestia gigante y ahora una especie de indio lanzando dardos con cerbatana. Miró a los chicos. No podía dejarlos ahí, pero tampoco podía arrastrarlos a los dos muy lejos.

Buscó el árbol con más fronda y cargó con Kate, que apenas pesaba, para colocarla junto a la base del árbol para protegerla lo máximo de la lluvia. Luego hizo lo propio con el rubio, que pesaba un poquito más pero no supuso mucha mayor dificultad para la entrenada cazatesoros. Después de colocarlos Kimy se sentó también junto a ellos, con la pistola de bengalas en una mano y el machete en la otra. La adrenalina aún le recorría el cuerpo pero evidentemente estaba tan cansada que por muchas vueltas que le dio a haber salido corriendo tras el agresor poco hubiera podido hacer frente a él.

A pesar del daño, Alba parecía haberse aclimatado bien a la isla. Se acercó a la hoguera, tomó unos cuantos frutos y logró que su cuerpo descansara. Pero para Nya todo era diferente. Quizás fuese por lo que había visto, lo que le había sucedido, pero su cuerpo parecía no terminar de adaptarse. Temblaba, seguramente a causa del frío, y sentía que no era capaz de entrar en calor ni tampoco de terminar de dormirse. 

Cerró los ojos y se tumbó al lado de las llamas pero ni siquiera eso parecía servirle para poder descansar y experimentar que no estaba en una pesadilla.

La noche iba a transcurrir de manera diferente para las dos, sobre todo porque cuando en algún momento de la noche Alba se despertó y miró a Nya... esta no respiraba.

Nya volvió a despertarse en aquel lugar del cual no comprendía nada, encerrada en una especie de cápsula, completamente desnuda y llena de cables por todas partes, que entraban y salían de tus brazos, pecho y vientre, y también algunos más conectados a tu cabeza.

Abriste la boca para gritar, pero parecía como si aquel cristal amortiguase tus gritos.

Y entonces miraste a través de él y viste figuras humanas observándote desde el otro lado, gente a quien no habías visto nunca.

-Está despierta, está despierta -dijo una voz, mientras retiraba la tapa de vidrio que había sobre ti. 

Instintivamente, fuiste a levantarte para salir de allí, pero los cables parecían tirar de ti y retenerte.

-Debe tranquilizarse, por favor. Se hará daño si continua moviéndose de esta manera. Por favor, no se preocupe. Ha... tenido un accidente y necesita muchos cuidados.

Las horas de la noche iban avanzando lentamente puesto que mi cuerpo no queria entrar en calor, por mas que me acercase al cuerpo de Alba o a la hoguera no habia manera; no paraba de tiritar, mis ojos no conseguian cerrarse y tan solo pensaba en si aquello era producto de lo que me habia pasado hacia tan solo unas horas y de que me hubieran podido meter algo raro en el cuerpo.

Cuando consegui cerrar los ojos, al volverlos ha abrir me encontraba en una especie de capsula; mi cuerpo se encontraba lleno de cables de arriba a abajo y un respirador hacia posible que siguiera viva en aquel liquido. Estaba completamente desnuda e intente gritar pero no era capaz; al otro lado de aquella capsula habia una mujer que me hablaba pero yo tan solo... no podia parar de moverme, solo queria salir de alli.

De nuevo me encontraba en un laboratorio encerrada, presa y tan solo queria volver!! Volver con mis amigos.

Kimy reunió la suficiente serenidad como para por fin, darse cuenta del lugar desde el que venían los dardos, lo que le permitió, además de esquivar el siguiente intento, ocultarse y coger a Kate y a Jensen. Su pistola de bengalas quizás no fuese el mejor arma del mundo, pero al menos era algo con lo cual defenderse.

Sin embargo, durante un tiempo no oyó nada que pareciese alertarle sobre su desconocido y enigmático enemigo, o enemigos, porque tampoco sabía si era solo uno o muchos.

Contuvo la respiración, mientras Kate y Jensen permanecían todavía inconscientes, respirando pesadamente, hasta que el sonido de una rama partiéndose le alertó acerca de que alguien se acercaba y también por dónde.

No había sonado muy lejos, por lo que eso significaba que en cualquier momento lograría abrirse hueco para volver a disparar... a no ser que Kimy lo hiciera antes, claro.

Estaba pensando en eso cuando de repente, vio asomarse aquel pequeño tubo hueco por entre la maleza, justo a unos metros de Kimy. Rápidamente, Kimy se volvió hacia él y....

La mujer, con ayuda de otras personas, comenzó a retirarte algunos de los cables, algunos de los cuales rápidamente adquirieron el aspecto de tubos. Te diste cuenta de que la cápsula en la que estabas se vaciaba de líquido y entonces, uno tras otro, te retiraban todos los tubos y cables, incluido uno que atravesaba toda tu garganta, haciendo que instintivamente, tosieses y tuvieras nauseas debido a la profundad a la que estaba.

Solo entonces sentiste el frío que te atenazaba, que te hacía temblar de pies a cabeza.

La mujer se dio cuenta entonces de lo que sentías, por lo que agarró una manta y te cubrió con ella mientras te ayudaba a salir. Tus ojos también parecieron adaptarse a la nueva vista, dándote cuenta de que en realidad, solo estaban esa mujer y un hombre, nadie más, y que entre los dos te estaban sacando de la cápsula.

-Procura no hablar, pequeña. Todavía estás en shock -te dijo, intentando serenarte, mientras te conducía a una especie de camilla.

Me encontraba recostada entre la fogata y la pared de piedra que tiene la escalera para acceder al refugio, el no tener todavía una superficie suave en la que recostarse hacia difícil dormir bien, cuando desperté todavía era de noche así que solo me senté, hice unos ligeros estiramientos y cuando me disponía a volver a dormir, vi a Nya recostada cerca de la fogata, lucia tranquila... muy tranquila de hecho... ¡Espera!... ¡¿Acaso no esta respirando?!

Rápidamente me acerque para revisar sus signos vitales.