Partida Rol por web

El sensei bastante convencido pero sin mover un músculo de la cara asiente, y con la misma postura de antes habla.- Kenichi, me complace poder decir que has alcanzado el nivel que ningún otro alumno ha tenido. Si entrenaras más duro aún podrías llegar a ser tan grande como yo. Piensa en eso... todo el tiempo que inviertas en esto crecerás mucho. Tienes mi permiso para venir menos a clase, pero, si en algún momento decae tu disciplina serás expulsado del club.- Sus palabras sonaban bastante convincentes.

Al ver que llegas corriendo sonríe.- ¡Has venido!.- Dice mientras te da un abrazo.- Justo a tiempo para volver a casa.

Finalmente la sirena suena y un gran grupo de gente sale fuera en estampida, volviendo a casa para descansar del agotador día. Vosotros os reunís accidentalmente en el pasillo. Había sido un día duro, pues Mayurit no os había echo caso, excepto Kenichi, por el cual posiblemente hubiera sentido algo de curiosidad, o eso pensaba él.

Cuando salís finalmente fuera podéis ver cómo Mayurit va de la mano con alguien, un chico un tanto... chulesco. Muchas chicas lo miran con admiración, pero él no parece pertenecer a la escuela, y en la otra mano lleva un casco de moto.

Al llegar a la puerta de la escuela veo a los otros chicos que también parecen interesados en Mayurit, así que decido saludarlos con un rápido movimiento de manos mientras sigo mi camino.

Se nota en mi andar que he recibido una tremenda golpiza, pero ni eso logra borrar la sonrisa de mi rostro, al menos hasta que veo al acompañante de Mayurit.

¿Quién rayos es ese sujeto? ¿Qué relación tiene con Mayurit? - pienso mientras marcho hacia la puerta y paso al lado la pareja dedicándole una sonrisa a Mayurit para luego continuar avanzando sin interrumpir su conversación.

Mi andar es lento y pausado, el dolor se hace presente en mi rostro con cada paso que doy pero me muestro firme y amable.

Iba con mi amiga Tsusuki a mi lado por los pasillos, hablando con ella mientras ambas reiamos, cuando vi a los demás chicos que protagonizaron conmigo el incidente de esta mañana: "el cultista", "el gigante" y al que desde ese accidente consideraba mi archienemigo, Nobunaga. Él sobretodo me daba rabia porque eclipsó toda la atención de Mayurit... grrr. Me limite a despedirme de ellos con una sonrisa más falsa que un billete de 1 yen y ondeando un poco la mano.

Cuando vi a Mayurit en la salida, tuve que fijarme también en el chico que iba con ella... intenté no echarle mucha importancia -Será un primo, un amigo, o algo de eso... No creo que me tenga que preocupar... de momento- pensé.

Es que... es ver a Mayurit, y se me intensifica la sonrisa... pero me flojean los pies; aunado a que llevo corriendo desde antes de empezar el entrenamiento... Noto como piso mal y el tobillo se me tuerce -Otra vez no...- pensé.

Mierda, Shiroya había pronunciado “la amenaza”. Eso hizo que el enorme muchacho agachara la cabeza, derrotado.

 -Vale, te ayudaré. ¡Pero nada que sea muy extremo! Si la liamos muy gorda nos podrían expulsar.

¡Las clases por fin se habían terminado! El enorme muchacho salió de clase más contento que unas castañuelas pensando en su querida Mayurit y en las cosas que le habían pasado aquel día. Vale, no eran cosas buenas, ¡pero eran lecciones de la vida para aprender a ser mejor persona y que finalmente su adorada se fijara en él!

Y hablando de Mayurit, por allí iba. Junto con un chico al que Hiroshi no conocía de nada. Cogida de la mano… ¡De la mano! ¡¿Pero qué demonios se creía ese chuloplaya?! Afortunadamente ya se habían acercado dos de sus amigos preocupados por la seguridad de Mayurit-san. ¡Daba gusto ir al instituto con gente tan simpática y buena! Pero él no iba a ser menos, así que se acercó al grupo para ver qué demonios pasaba y si su querida Mayurit necesitaba ayuda.

Al ver que Mika-chan se cae al suelo corro hacia ella y la ayudo a levantarse.- ¿Estás bien? ¡Ten cuidado! ¡Menudo susto me has dado!.- dice, mientras tira de su brazo hacia arriba. 

Kenichi pasa por el lado de Mayurit, pero ésta no le hace ni caso, pues está enfrascada en ponerse el casco de moto para montarse en la moto deportiva del chico, que no parecía desde luego de las baratas...

Mika cae al suelo cerca de Mayurit cuando ésta se está montando en la moto, y su compañera Tsusuki le ayuda a levantar.

Mientras tanto, con decepción miráis cómo se llevan a vuestra chica en vuestra propia cara ¡Esto no podía quedar así!

Pero bueno, la vida continuaba, y cada uno debíais comer y hacer lo que tuvierais pensado para ese día

Tras descansar una hora decido salur a dar una vuelta por el barrio mientras reflexiono sobre la identidad de aquél misterioso chico que fue a recoger a Mayurit

Se notaba que era un muchacho con una posición económica bastante holgada, todo en su ropa decía que no era alguien del monton, más me valía tener cuidado con él.

Tras caminar unos minutos por el barrio, decido irme al parque para disfrutar unos minutos de paz y quietud.

Siempre me había gustado sentarme frente al lago y observar a las aves de estación y a los niños jugar alrededor del gran lago, no sabía porqué, pero ese lugar siempre me ayudaba a despejar la mente y a relajarme.

Una persona se sienta a tu lado, mientras observa contigo los niños jugar y los pájaros cantar.- Sabía que te encontraría aquí.- dice, aún portando su mochila. Era sakuro Kinomoto, uno de los altos cargos del consejo estudiantil, que hace un tiempo se había encaprichado contigo. Era extremadamente controladora, sabía siempre dónde estabas y tarde o temprano acudía, pero te tenía en jaque, pues podía fastidiar tu vida en el instituto al formar parte del consejo y tener contacto con el director. A pesar de eso, no era una mala chica, agradecía el más mínimo gesto que se tenía con ella y era muy simpática.

El problema era que te acabaras enamorando de ella, pues tu objetivo era Mayurit.

- Te noto pensativo, ¿es por lo que te dije de salir a dar un paseo juntos ayer? quizás no fuera buena idea... pero... tenía ganas de ello. ¿Has comido? Conozco un lugar donde hacen unos bocadillos estupendos.- Dijo mientras ponía su más tierna mirada, y insconscientemente apretaba con sus antebrazos sus pequeños pechos, ahora bien cubiertos por el uniforme estudiantil.

Al escuchar la voz de Sakura me sobresalto un poco.

¿Eh? Sakura-chan parece que tuvieras radar integrado. - digo con una sonrisa.

Si quieres saber la verdad, estaba pensando en todo lo ocurrido hoy, pero sobre todo en la prueba de Kakashi-sensei. La verdad que fue un tanto dura, aunque al final conseguí pasarla. - digo dejando escapar un gran suspiro.

En cuanto a salir hoy, pues la verdad estoy un tanto cansado, tuve que enfrentarme a diez contendientes el día de hoy y como comprenderás no fue nada fácil. - me excuso brevemente antes de mirarla a sus ojos.

Había algo en aquella mirada de borrego que me impedía eechazar a Sakura, pero no sabía explicar que y aunqu en verdad estaba bastante cansado, la idea de una comida rápida con Sakura no me disgustaba del todo.

Sólo faltaba una cosa para que sucumbiera a la tentación y esa era....

Acabe de nuevo con la cara pegada al suelo cerca de donde Mayurit de subió a esa moto -Auuuch- hice un sonido resignado y largo mientras continuaba en el suelo. Dolia toda mi cara... pero ya estaba acostumbrada a aterrizar de boca.

Tsusuki me ayudó a levantarme agarrando y tirando de mi brazo -Estoy bien, tranquila. Perdón por preocuparte Tsusuki-chan, tengo pies de mantquilla... jeje- dije quitándole importancia a la caída con una sonrisita y llevándome la mano a la cabeza mientras me levantaba y me sacudia la suciedad.

Vi como el motorista se llevaba a Mayurit... seguía pensando que tenía que ser un amigo o un hermano, pero me molestó verla irse.

Luego pensé en que hacer ahora, a lo mejor tenia que tratar la estrategia para el partido de la semana que viene... pero que pereza. Mire a mi amiga -Bueno Tsusuki-chan, ¿te apetece hacer algo? Yo tengo todo el día libre; y tengo curiosidad en saber que era esa sorpresa que me tenías preparada- le dije con tono simpático y amable a mi amiga... me quedé con las ganas de saber que era esa sorpresa.

No podía ser cierto… ¡Su Mayurit marchándose con aquel desconocido! ¡¡En una moto!! ¡¡Con la de accidentes que había!! Por no mencionar lo sospechoso que resultaba un chico de instituto con esas pintas y encima con su propia moto. ¡Tenía que seguirles para proteger a Mayurit! Pero… Si lo hacía Shiroya podía tomárselo fatal y hacer que su padre despidiera al suyo… Eso dejó a Hiroshi dividido. ¿Familia o amor? ¡Qué terrible decisión!

Por suerte o por desgracia, mientras divagaba sobre estos asuntos, Mayurit y el desconocido se habían esfumado. Con la cabeza gacha, el enorme muchacho empezó a caminar hacia la sala del club de cocina. Iría a presentarse a los miembros que hubiera por ahí y luego buscaría a Shiroya.

Os dirigís hacia el restaurante "Miku Miku", muy conocido por sus infusiones. Sakura parecía muy ilusionada con que le acompañaras, pues le habías estado dando esquinazo mucho últimamente. No había mucha gente en el restaurante, así que el encuentro sería aún más íntimo de lo esperado.

- Este es mi restaurante favorito, hacen unas infusiones muy ricas, y pienso que al ser tan espiritual pega con tu mentalidad de artista marcial.- Había pensado en todo a la hora de traerte aquí.

- No sé qué hacer, ¿Qué se te ocurre?.- dice Tsusuki enrojeciendo.- No suelo salir mucho.

Vas al club de cocina, allí están aún tomando notas sobre diferentes postres, pero parece que se están haciendo un lío impresionante, ya que tres chavales discuten entre ellos, y un señor más mayor, que parecía su profesor estaba intentando calmarlos.- Chicos, necesitamos aportarle un punto moderno a este postre, no tan vulgar.- Dice el profesor, calmando a los miembros del club. De repente todos se quedan mirando la puerta, donde tú estás.

El lugar sinceramente tenía muy buena pinta y sus aromas me ayudaban a aclarar mi mente aunque condundían un poco mis sentidos.

En verdad es muy agradable Sakura-chan. Nunca había venido antes aquí. Y bien ¿Qué me recomiendas? Tú eres la experta después de todo. - digo mientras aparto una silla para que ella se siente.

Una vez hecho el pedido, decido ser yo quién lleve la batuta de la conversación, pues de lo contrario, sabía que Sakura terminaría engatusándome y antes que lo notara acabaría en una segunda cita con ella.

Y Sakura-chan ¿Qué tal van las cosas en el concejo escolar? Escuché que este año piensan hacer un gran festival de verano, incluso dicen que van a sortear dos premios uno para la clase y otro para el rey del festival. ¿Es eso cierto?