Partida Rol por web

Bueno Mayurit-san, voy a dar mi mayor esfuerzo para lograr obtener el permiso de mi sensei, nos vemos mañana, espero tengas una linda tarde. - digo con total sinceridad mientras me dispongo a retirarme.
 

El profesor no se lo acababa de creer del todo, pero viendo que el período era algo tan aleatorio no podía castigar a una chica por esa razón.- Está bien. Para calentar ve recogiendo las pelotas que vayan cayendo al suelo.- Después de un rato recogiendo pelotas le tocaba el turno a Mika de batear.- ¿Lista Mika?.- Dijo el profesor.

La chica despierta y mira alrededor, confundida. Se queda gratamente sorprendida al ver a Hiroshi.- Vaya... ¿Cómo tú por aquí?.- dice intentando disimular la sorpresa.- ¡EH! ¡AYUDAME A LEVANTAR!.- le dice en un tono autoritario.- ¡VAMOS A REVENTAR A ESA GENTUZA Y ME VAS A AYUDAR!.

Mayurit se ruborizó y asintió con la cabeza.- Será una alegría tenerte en clase. Parece que te gusta el deporte, eso está genial.- dijo mientras se iba pensando en las casualidades de la vida. ¿Estarían predestinados a compartir actividades? ¿Por qué el destino los juntaba? todas esas preguntas que se hacían las mujeres jugaban a tu favor en esos momentos.

No obstante el sensei te esperaba, y con él toda la clase de Judo. Cuando llegaste todos te saludaron y el sensei, con su natural voz autoritaria y sin levantarse del suelo te ordenó.- Kenichi, al centro.- Dijo mientras observaba al grupo de chicos ponerse alrededor tuya.- A mi señal todos le atacaréis, ¿listos? ¡Comenzad!

A pesar de no encontrar nada en su mochila parecido a un inhalador, ella es capaz de ponerse de pie y reaccionar bajo su agonía, lo cual era muy positivo en esa circunstancia. Poco a poco llegáis a la enfermería, y justo cuando pisáis la sala donde está la camilla ella se desmaya, teniendo que agarrarla entre tus brazos. La enfermera rápidamente os atiende.

La enfermera era una mujer muy bien desarrollada, tan bien desarrollada que muchos estudiantes se hacían frecuentemente los enfermos para estar bajo su cuidado. Además tenía siempre la costumbre de llevar varios botones de la bata desabrochado, debido a su gran tamaño de pecho. Os atendió muy preocupada.- ¿Qué le ocurre a Ishira?.- Dijo mientras iba corriendo a por una máscara de oxígeno.- ¡Túmbala! ¡Rápido!.

-Bien... parece que se lo ha tragado y me he librado: Desagradable fase mensual de mi cuerpo 1, Verdad 0- pensé un poco satisfecha.

Horoko-sensei me mando ir recogiendo las pelotas que iban lanzando... supongo que sería como minicastigo por llegar tarde -De acuerdo sensei- le dije mientras me ponia a ello. Me conformo, mejor eso que cualquier otra tarea aburrida.

Despues de un rato un poquito aburrido, la verdad, por fin me tocaba batear a mi. Deje las pelotas que tenía con las demás, y rápidamente cogí un bate. Me coloque en la base y agarré fuerte el bate, colocandome en posición -Cuando quiera Horoko-sensei- le dije decidida a querer mandar la bola a la estratosfera... exagerado, pero quería demostrar porque era subcapitana al resto del equipo.

El camino hacia la enfermería acaba siendo un auténtico calvario particular. Ihsira no es muy pesada, de hecho es alarmantemente ligera. Pero yo tampoco es que sea un Benkei, precisamente. Y el tener una mano ocupada buscando no ayuda nada. Finalmente, a trancas y barrancas, Ishira reacciona un poco y acabamos llegando a la enfermería ni se como, ella cada vez más pálida y yo cada vez más colorado por el esfuerzo.

Bueno, eso y que notar un cuerpo suave cerca del tuyo, especialmente cuando se inclina y sus pechos rozan tu costado es...

¡ES ALGO PARA LO QUE NO ES MOMENTO!- me recrimino mentalmente. Madre mía, ¿en qué coño estoy pensando? Una compañera medio muerta y yo pensando en que si fuera Mayurit las que estuviese así, apretadita contra mí...

"¿Pero quieres parar, so imbécil?"- me recrimino de nuevo mentalmente. Gracias a los budas que ya llegamos.

Y justo en ese momento, Ishira se desmaya y por poco me arrastra al caer. Al menos la enfermera está más espabilada que los apollardaos de mis compañeros, y reacciona con rapidez al verlo.

No lo sé- respondo sinceramente a su pregunta. Le dio un ataque de tos en clase y no ha parado desde entonces y en todo el camino aquí. Pensé que sería asma, pero no veo que tenga ningún inhalador ni nada en la cartera...- digo entre gruñidos, mientras voy tirando de Ishira hacia una camilla y la tumbo como puedo en ella, sudando a partes iguales del esfuerzo y del sofoco.

Pero si fuese Mayurit no me importaría tumbarla en una cama...

Madre mía, que día. Creo que de aquí voy a ir directo al jardín a rociarme con la manguera o a la cocina a por hielo.

¿Qué?

 -¡No! ¡No podemos ir a buscar pelea porque sí! Te han dejado en paz y eso es lo que importa.

El muchacho se cruzó de brazos aparentando más seguridad de la que realmente sentía. Sabía lo peligroso que podía ser llevarle la contraria a Shiroya, pero… No pensaba meterse en una pelea innecesaria. Menos aún si era contra alguien más débil que él. Y por descontado que no pensaba dejar que Shiroya fuera a buscar camorra tampoco.

 -La violencia no resuelve nada, sólo engendra más violencia. El guerrero fuerte de verdad es el que sabe cuándo no debe luchar, no al contrario.

Vaaale, sonaba a película de artes marciales de los años 80, ¡pero es que era cierto! Sólo los débiles se convertían en abusones, buscando pelearse todo el tiempo con gente más débil que ellos. E Hiroshi Tameyama podía ser de todo menos un abusón.

La pelota se eleva en el firmamento y cae cerca de la salida del patio. Desde luego es una gran tirada, aunque obviamente había veces que te había salido mejor. El profesor asiente con la cabeza.- Muy bien Mika.- Y tras decir esto la campana toca.- Recoged las pelotas, meted el material en el cuartillo y hemos acabado. Mika, necesito que te encargues del próximo partido, la capitana anda desaparecida y no podemos esperar más. Así que siéntete libre de hacer tu propia estrategia, pero utilizad vuestro tiempo libre para entrenar. Lo tenemos la semana que viene.

- Vaya, debe de ser una insuficiencia respiratoria, esperemos que esta vez no sea grave.- dice mientras mira al joven.- Gracias, ya me encargo yo de ella.- Dice mientras le coloca bien la máscara, dejando entrever su famoso canalillo

- Igual tienes razón, pero al menos tenemos que asustarlas de alguna forma para que no vuelvan a hacerme esto. ¿Se te ocurre algo? Si no las asustamos tendré que intentar pegarles de nuevo.- dice muy sulfurada.

Cuando llegó al dojo, me encuentro con el sensei y el equipo de Judo completo, justo a la diestra de mi sensei se hallaban 10 de los mejores miembros del club, todos ellos cinturón negro al igual que yo.

Tras hacer una reverencia ante mi sensei, éste me explico en que consistía la prueba que me tenía preparada, la misma que consideré un verdadero desafío, debía vencer a mis 10 compañeros enfrentándome a ellos en cinco combates desiguales de dos contra uno.

Mis dos primeros oponentes fueron Souhiro Yamaguchi de 10° curso y Sasuke Takeda de 12°, ambos bastante diestros y con un estilo de combate bastante agresivo, si deseaba vencerlos más me valía plantarme firmemente entre ambos y esperar a que cualquiera de ellos realice el primer movimiento. Afortunadamente Sohiro fue el priemero en actuar, intentando arremeter con un potente derribo.

Lamentablemente para Souhiro, no me resultó nada difícil romper su agarre y reversar el giro, lanzándolo con fuerza por encima de mi cadera derribándolo con cierta facilidad, al tiempo que Sasuke intentaba sujetarme por debajo demi cintura, para intentar un derribo con puente, el cual no logró completar debido a que enganche mi pierna con la suya, para luego dar un giro de 180° para aprisionar su brazo y aplicarle una fuerte palanca forzándolo a rendirse.

El primer encuentro había terminado, pero no había tiempo para relajarse mis siguientes adversarios ya estaban listos y sin darme respiro me salieron al frente Neji Akimichi de 9° y Rito Yukide 11°, este par resultó ser un tanto más cauteloso para confrontarme pues mantuvieron su distancia hasta que yo hice el primer movimiento, el cual para desgracias de Neji bastó para llevarlo al suelo conmigo y aplicarle un potente candado al brazo haciendo que se rinda.

Sin embargo Rito no fue tan sencillo, pues luego de que ambos nos cogieramos de la solapa del judogui mientras intentabamos forzar un derribo, el mismo que finalmente logré, lanzando todo mi cuerpo hacia el suelo y logrando un derribo dinámico.

Luego le toco el turno a los gemelos Kinomoto de 10° curso, este par actuaba como si fuern una sola persona, todos y cada uno de sus movimientos parecína un verdadero ballet, no dejaban apertura alguna, pues mientras el uno atacaba, su hermano defendía.

Este par no tardó en ponerme en líos y en cuanto di un paso en falso me vi de espaldas al suelo con uno de los gemelos tomado de mi piernam mientras su hermano me tenía cogido del brazo, por lo que me vi forzado a rendirme. En ese instante el sensei estuvo a punto de dar por concluida la prueba.

En cuanto el sensei iba a declarar mi derrota, rápidamente me pongo de pie.

Espere sensei, le suplico que aún no de por culminada la prueba, pues sería injusto para mis otros cuatro compañeros.

Ante mis palabras el sensei acepto dejarme confrontar a mis cuatro compañeros restantes.

Los dos siguientes fueron Kenshin Sanada de último año y Tatsuyori Mitsunaga de 9°, el cuarto encuentro fue bastante fugaz y violento pues Tatsuyori viendome cansado, rápidamente se lanzó contra mi, sin embargo, fue propia vehemencia de Tatsuyori lo que me permitió derribarlo con cierta soltura, lanzándolo fuera del tatami.

Pos su parte Kenshin al notar lo ocurrido, decidió cambiar de estrategia, pues era evidente para él que yo no estaba tan cansado como parecía. Kenshin intentó acercarse por un lado, pero rápidamente salí a su encuentro cerrándolo el paso.

En cuanto estuve cara a cara con Kenshin derribarlo fue sencillo, pues antes de que Kenshin pudier hacer algo lo tome por el cinturon y lo saque de balance derribandolo con soltura.

Finalmente llego el momento del último encuentro, los dos capitanes del club Hinata Katsuyori y Mitsuhide Akechi ambos de 11°, los dos eran adversarios formidables y Mitsuhide y yo teníamos varios asuntos pendientes, así que desde el inicio fui a por él, pero Hinata lo defendió con uñas y dientes, intentando incluso un derribo con giro, pero gracias a mis reflejos, converti su giro en un impulso que me permitió hacer un rodamiento y quedar frente a frente con Mitsuhide quien intentó un golpe descendente sobre mi.

Bloquear el golpe de Mitsuhide no fue muy difícil, aplicarle la llave en cambio fue una historia difernte, pues Mitsuhide intentó recoger su brazo con una velocidad vertiginosa, lamentablemente para él, yo fui más ágil y capture su brazo para luego aplicarle una palanca con salto, llevándolo conmigo al suelo forzándolo a rendirse.

Mientras yo ejercía presión sobre el brazo de su com pañero, Hinata sólo aguardaba su momento, el cual llegó tan pronto me puse de pie, pues Hinata no me dio tiempo de recuperarme y arremetió contra mi con toda su fuerza, llevándome al suelo, lástima para ella que al momento del derribo logré atrapar su cabeza con mi brazo derecho.

En cuanto ambos llegamos al suelo, la llave ya estaba completada y por más que Hinata lucho por liberarse, al final se vio forzada a rendirse con lo cual me adjudiqué mi cuarta victoria, cerrando el marcador en 4 victorias y una derrota, luego de lo cual hice un reverencia ante mis oponentes y el sensei, para finalmente arrodilarme ante este último mientras esperaba su veredicto.

Muy bien Maryurit-chan he dado mi 300% y aunque no lo hayas visto, esto ha sido por ti. - pienso mientras espero el veredicto de mi sensei.

Hum... ha sido un buen lanzamiento... ¡pero la salida del patio no es la estratosfera! Se que puedo mejorar el bateo, pero la campana toca justo después de que Horoko-sensei me felicitara, por lo que ahora tocaba recoger en lugar de seguir bateando. Así que junto a los compañeros guardamos todos los bates y pelotas en el almacen.

Cuando el profesor me dijo que elaborará yo la estrategia para el partido de la semana que viene, se me iluminó la cara -¡Poooor supuesto que si Horoko-sensei! No le decepcionaré- le dije animada. Si, esta era la oportunidad perfecta de subir de rango en el equipo y abandonar el "sub-" de mi puesto de subcapitana.

Ahora estaba contenta, pero notaba que... me olvidaba de algo. Algo que ver con un club que no era el de béisbol... ¿pero cual?. A ver, a ver, ¿había quedado? Me suena que si, era algo de... de... ¡una sorpresa! Si era eso, y me la iba a dar... En ese momento me agobie -Dios, que casi me olvido. ¡Tsubuki me está esperando en el club de cosplay!- me dije nerviosa antes de, como de costumbre, empezar a correr como loca hacia el lugar de reunión para no llegar tarde.

Buf, parecía que había conseguido disuadirla un poco, pero aún seguía emperrada en vengarse de aquellas abusonas.

 -Siempre podemos decírselo al director para que las amoneste. Si eso no les pega el susto de sus vidas, no sé qué lo hará.

Ojalá Shiroya se decantara por la alternativa correcta esta vez…

- Si no me ayudas se lo diré a mi padre, y puede incluso que te eche del trabajo.- Dijo enfadándose al ver que su amigo era tan pacífico. Con una broma bastaría, y se conformaba con bastante realmente siendo comoera Shiroya