Partida Rol por web

-Perdone, esto es una casa de huéspedes, ¿verdad? -Preguntó sintiendo que su espalda se tensaba-. No es una de esas... uno de esos... -la viuda carraspeó suavemente, bajando el tono de voz-, no es uno de esos burdeles... ¿no? 

Se planta en seco en mitad de la presentación de la planta baja, se gira sorprendido - Señora Darling, no sé cuántos locales de esos conoce pero, le aseguro que éste no va a ser igual que esas pocilgas llenas de... - se calla, ligeramente ofendido, aunque vuelve a recuperar la compostura - no, no será uno de esos burdeles. He invertido mucho dinero en este negocio, y... mañana lo verá y juzgará usted misma - te coloca el equipaje en una de las habitaciones - espero que encuentre la habitación cómoda, si me disculpa tengo que volver al piso de arriba.

Cierra la puerta ligeramente, y escuchas sus pasos por el pasillo, luego oyes los peldaños de la escalera con algún que otro crujido y después de unos momentos silencio. Aunque luego escuchas el sonido de alguien dando martillazos, así como corriendo muebles, así como voces de hombres que no te suenan conocidos, así como la del propio Duncaster.

- ¡¡Sr. Duncaster, ya hemos llegado!!

- Dejad la pianola en aquella esquina y nada de dejar marcas en el suelo.

- Sí, señor.

Señora Darling, no sé cuántos locales de esos conoce pero, le aseguro que éste no va a ser igual que esas pocilgas llenas de... no, no será uno de esos burdeles. He invertido mucho dinero en este negocio, y... mañana lo verá y juzgará usted misma 

"Uno de esos". Jane percibió claramente que el hombre no negaba que se tratara de un burdel. Pero decidió callarse, ya que parecía que le había ofendido con sus palabras.

espero que encuentre la habitación cómoda, si me disculpa tengo que volver al piso de arriba.

La viuda asintió, entrando en la habitación y cerrando tras de sí cuando su nuevo patrón desapareció escaleras arriba. 

Una vez empezó a escuchar los gritos en el piso superior, y levemente aliviada ahora que estaba sola, se dispuso a deshacer su maleta, metiendo la poca ropa que tenía dentro del pequeño armario que conformaba uno de los pocos muebles del dormitorio. Después, dado la falta de espejo, se aseó de memoria, recolocando cabellos que se hubiesen soltado de su moño. Finalmente, se lavó la cara y las manos en el aguamanil, desprendiéndose del polvo del camino.

El señor Duncaster estaba muy seguro de que el lugar no sería "uno de esos" burdeles, pero Jane no lo tenía tan claro. Y estaba dispuesta a averiguarlo.

La joven se deslizó fuera de su nueva habitación, cuidando de cerrarla bien, y salió rápidamente de aquel lugar, internándose de nuevo en las calles de Tombstone.

Buenas tardes caballero, ¿no es de aquí por lo que veo, verdad? ¿quiere un whisky, quizás una botella de vino o una jarra de cerveza? Tenemos todo lo que un hombre necesita para refrescar su garganta, forastero - Es la bienvenida que te ofrece el barman, puedes comprobar como todo está impoluto, limpio y ordenado.

El Saloon más allá de la puerta que da al exterior y por la que has entrado es un lugar donde no hay mucha luz a estas horas, aún no han encendido las lámparas de petróleo, es temprano todavía, pero las cortinas están echadas por lo que no entra demasiada luz en su interior, tampoco está a oscuras. La estancia es grande, alberga una pianola en un extremo, al lado de un escenario en el que ahora no hay nadie. Así mismo hay 14 mesas a lo largo y ancho del salón, donde hay una mujer joven sirviendo en una mesa, y de gente hay 5 mesas ocupadas con vaqueros principalmente, también observas una mesa con varios hombres de negocios (3), ninguno de ellos va provisto de armas, si bien a su lado hay una mesa con lo que podrían parecer sus guardaespaldas (4) que sí que las llevan, uno de ellos te fijas que lleva dos revólveres en el cinturón. Así mismo, al lado de la barra hay otro vaquero.

El ambiente es de tensa-calma, no hay discusiones ahora mismo, aunque en la mesa en la que está sirviendo la mujer hay un hombre que parece que está sobrepasándose con ella, si bien parece que la mujer tiene la situación bastante controlada. En la mesa nº4 (por diferenciarla de las otras) hay dos hombres, uno está leyendo lo que simula un periódico, el otro está comiendo una manzana.

En el momento en que te habla el barman, ves como desde la mesa de los guardaespaldas, como el tipo que está comiendo fruta te echan una mirada.

La última mesa (eran 5 las ocupadas), hay un hombre y está sólo, con su vaso y su botella, observándote desde que entraste por la puerta.

Bien todo acontece muy rápido, tú saltas al otro lado del mostrador de la cantina para cubrirte, esa acción coincide (y no la ves) con el momento en que uno de los pistoleros saca el arma y dispara (pero sí que oyes el disparo), se escuchan hasta 3 disparos seguidos seguido de un cuarto más retardado.

Después se escuchan como una silla cae, luego llega un golpe mucho más profundo que todo indica que se trata de alguien que ha caído al suelo (probablemente muerto), voces de terror - ¡¡No, no!! - como alguien intenta salir corriendo de allí, acto seguido se escucha nuevamente otro disparo y al poco un segundo golpe profundo chocando contra el suelo.

Siguen los ruidos, una mesa estalla con otro golpe sordo a la vez que suenan disparos (éstos últimos) se escuchan con más potencia por la proximidad a donde te encuentras, en concreto son cinco disparos que reciben como respuesta otros tres más. Se oyen a su vez ruido de pisadas, hacia la puerta (alguien trata de huir), mientras otro ruido sordo se produce cayendo al suelo y dos disparos se extravían rompiendo varias botellas que hay al fondo del mostrador. Continúan los disparos, alguien tiene mala puntería porque los impactos suenan a que están impactando contra madera (muebles) y de réplica se escuchan dos disparos más que acaban provocando un silencio incómodo en la cantina. 

Del mismo modo se escuchan pasos rápidos en dirección a la salida. También se escucha la voz de alguien que pide ayuda - ¡¡un médico, necesito un médico!! - si bien al principio comienza siendo en tono fuerte, se va apagando. A su vez, escuchas pasos dentro de la cantina - Pueden salir, ya ha acabado todo - cuando os levantáis encontráis una auténtica masacre (vendría a coincidir con la imagen de abajo), quien ha hablado coincide con el vaquero que estaba sentado sin compañía de nadie en la mesa y que no había dejado de mirarte desde que habías entrado.

Estabas tranquilamente en tu habitación, ordenando tu equipaje cuando se escucha un tiroteo cerca, el mismo tiene bastante intensidad (en cuanto a número de disparos y el tiempo que dura). Por supuesto, lo has escuchado tú y todos los ocupantes de la casa, proviene de fuera pero en sí se ha escuchado "cerca".

Oyes como el Sr. Duncaster así como tres hombres más salen adónde debería de estar la puerta principal a mirar qué ha ocurrido.

Marston observó el resultado del tiroteo, impresionado por la carnicería que se había producido prácticamente a pocos metros de su escondite. La gran mayoría de los hombres de negocios y guardaespaldas implicados habían caído en la refriega, quedando como únicos supervivientes un ricachón y su guardaespaldas.

"No han perdonado ni al tipo que tocaba la pianola" se dijo el pistolero para sus adentros, sorprendido de la brutalidad que había presenciado nada más llegar a Tombstone.

-Menuda masacre. Sin duda el enterrador de Tombstone tendrá trabajo estos días -comento, con sorna, acercándome ligeramente al guardaespaldas del hombre de negocios-. ¿Quiénes eran los fallecidos? -señaló únicamente en dirección de los dos hombres de negocios muerto. Tenía curiosidad de saber quiénes eran los peces gordos muertos y el tipo de negocios superviviente-. ¿Gente importante?

Con un sobresalto, recogiendo los bajos del vestido alcanzo la puerta del motel, mirando por encima de las cabezas del señor Duncaster y sus trabajadores para observar con cautela la fuente del tiroteo.

-¿Qué ha ocurrido? 

No era la primera vez que ocurría un tiroteo, aún así la intensidad provoca que sean muchos los ojos que desde ventanas y calles se fijen en la cantina de donde han salido varios vaqueros y se produjeron los disparos.

 -Parece ser que el sheriff tiene trabajo - comentó uno de los hombres que se encontraba junto al sr. Duncaster

- Por ese motivo, Paul, aquí no permitiremos que nadie acceda con armas de fuego, tienen la calle para matarse, pero no en mi negocio - comentó en modo tajante y resolutivo Duncaster.

- Las leyes de la ciudad lo permiten, sr. Duncaster, ante eso no podemos hacer nada.

- Es mi negocio, Paul, en mi casa mando yo.

- Pero el sheriff...

Duncaster corta la conversación, aprovechando tu presencia para presentarte a su empleado - Sra Darlin le presento, Paul trabaja para mí. La Sra Darling es la nueva... recepcionista - duda un poco en cuanto al oficio que vas a desempeñar, pero finalmente define el concepto.

El tal Paul te saluda llevando la mano al sombrero y añadiendo una ligera inclinación de éste. Luego vuelven al interior a reordenar el mobiliario en la casa.  

El hombre de negro se pasea ves que se pasea por todo el salón, va apartando las armas con el piel, así como interesándose por la identidad de algunos cuerpos, puedes ver como se detiene delante de la mesa anteriormente ocupada por hombres de negocio, mira los cuerpos (no te das cuenta que les haya cogido nada) y sí que te fijas como ayuda a levantarse al tipo que se había mantenido callado en la discusión previa (recordemos que uno había planteado una especie de oferta, otro no la había aceptado y a partir de ahí comenzó el lío)

- ¿Gente importante? Ahí tenemos a Evans y al Sr. Hoover (forman parte de la comunidad de propietarios de las minas; recordemos que hay otras 2 compañías muy importantes en el negocio, una vinculada al hombre que ha sobrevivido, y otra de Tucson), está claro que ha habido una discusión y sus hombres se han puesto nerviosos y ya ve...

Se dirige hacia los cuerpos de los demás vaqueros para saber quiénes son.

Estabas buscando trabajo y la gente a la que preguntaste te dijeron que fueras al Saloon Bird cage Theatre, regentado por el Sr. Melville. Hacia allí dirigiste tus pasos, cuando llegaste estaban limpiando las mesas y tras preguntar por el sr. Melville, te atendió otro hombre ante la imposibilidad de éste, al parecer no se encontraba en la ciudad.

Se trataba de un hombre veterano, de unos 60 años aproximadamente, vestía de manera elegante y te invitó a sentarte en una mesa.

- Bien, ¿por qué va buscando al Sr. Melville, qué quiere?

- Estoy buscando trabajo, he preguntado y me dijeron que viniera aquí - me fijé en el interior del local, bastante sobrecargado pero en general me dio una sensación de que el tal Melville debía de ser un hombre con gran poder adquisitivo. No sé si fue una suerte o un infortunio que no estuviera, pues me atendió un subalterno, quizás fuera un familiar por la edad que tenía, bastante mayor. Aún así, debía de llevar estas cosas pues no se anduvo por las ramas sino que fue directo a preguntar por mis intenciones.

- Tengo entendido que buscan hombres, hombres capaces, valientes... y rápidos - acentué de manera distinta la última palabra para remarcar porqué me interesaba el trabajo y porqué le interesaba contratarme.

- Tampoco quiero engañarle, he oído que hay más gente que piden lo mismo, así que, me iré con quién me pague más - farol o no, siempre me había salido bien apostar y creo que no me había equivocado. Si habían sufrido pérdida de hombres, no estaban en una posición de permitir que la competencia acabase engordando sus filas con forasteros - Así que, no me haga perder tiempo.

Escucháis de repente un tiroteo, no está demasiado lejos pero por la intensidad no han sido sólo dos tiros sino que en proporción serían como 30, eso implica que más de 3 revólveres entraron en juego. El Sr. Melville se sorprende, así como se asusta, si bien al no sonar demasiado cerca recupera la calma.

Dicho ésto, se acerca hacia la puerta para ver de dónde provienen los disparos.

Pasados unos instantes, vuelve de nuevo al interior (entiendo que tú también saliste como él para mirar), parece pensativo - Está bien... el puesto es suyo. Le pagaré 40$ al mes por tareas de vigilancia y protección, le voy a presentar a los demás y ellos se encargarán de explicarle cómo son las cosas aquí.

Marston observó al hombre que vestía de negro. A primera vista, le transmitía la imagen de un individuo peligroso, veterano, tal vez un pistolero o cazarrecompensas bastante acostumbrado al ambiente de Tombstone. Al haber estado oculto tras la barra, Marston no se había percatado de si poseía una gran destreza con las armas de fuego, pero sin duda debía tener unos buenos reflejos para haber sobrevivido al tiroteo, aparentemente sin herida alguna.

-Evans y Hoover... -El hombre dejó escapar un silbido que dejaba entrever que, sin duda, aquellos hombres de negocios eran mucho más importantes de lo que cabía esperar-. Sin duda, peces gordos. La compañía Roth-Montgomery acaba de perder a dos de sus propietarios. -Dirigió una mirada al hombre de negocios superviviente, sin saber aún su nombre-. Tal vez debería regresar a su hogar mientras aún pueda. Antes de que se corra la voz de lo ocurrido -le aconsejó, señalando los cadáveres de los propietarios.

Marston se aproximó entonces al hombre de negro, mientras este observaba los cuerpos de los otros vaqueros para tratar de identificar quién era cada uno de ellos. Le interesaba saber quién era aquel desconocido.

-¿Quién es usted? -inquirió, con gran interés-. Parece que conoce bastante bien Tombstone...

El tiroteo se ha producido en el saloon de Robert Clayton, que por información general sabes que tiene una clientela habitualmente medio-alta. Es frecuentada por hombres de la compañía minera Roth-Montgomery, que es la compañía más poderosa de la ciudad, también sabes que hay rivalidad con otros yacimientos mineros, aunque los de otras compañías no suelen mezclarse en los mismos locales por lo que pudiera ocurrir. 

Por fuera es un saloon como otro cualquiera, cualquiera que se haya asomado para ver comprobará como un vaquero ha salido corriendo del saloon y cogiendo un caballo, ha salido al galope. Por otra calle, se acercan varios hombres con escopetas al local (éstos por la calle por la que vienen no se cruzan con el hombre del caballo).

Ahora mismo, han cesado los disparos.

Sin duda, peces gordos. La compañía Roth-Montgomery acaba de perder a dos de sus propietarios. -Dirigió una mirada al hombre de negocios superviviente, sin saber aún su nombre-. Tal vez debería regresar a su hogar mientras aún pueda. Antes de que se corra la voz de lo ocurrido -le aconsejó, señalando los cadáveres de los propietarios.

¿Usted cree? - se acerca nuevamente a la mesa y ayuda a levantarse al hombre acaudalado, único superviviente de los que allí estaban sentados - Ha tenido suerte señor Roth, no todos los días se sobrevive a un tiroteo de estas características - Te mira de soslayo, mientras con un pie mueve uno de los cuerpos que acaba cayendo sobre el suelo - Evans y el otro el Sr. Hoover, no son de su compañía (de la Roth-Montgomery) sino de la rival - Se acerca hacia ti o más bien hacia los 2 cuerpos que hay al otro lado, en una mesa aparentemente fuera del alcance del foco de la discusión.

-¿Quién es usted? -inquirió, con gran interés-. Parece que conoce bastante bien Tombstone...

- Me llamo Pat Harris, soy ... - es interrumpido por el hombre que acaba de levantarse.

 - Esta ciudad está perdiendo el respeto a la gente honrada, ya no se puede tomar nada tranquilamente sin que haya un incidente (sr. Roth).

Al poco, entran por la puerta 3 hombres, uno de ellos con su estrella de latón en la solapa y un rifle en una mano - ¿Qué ha pasado aquí? ¡¡Maldita sea, ¿qué es esta barbarie?!! Pat, ¿qué diablos hacías aquí?

- Estaba saboreando mi cerveza cuando han comenzado a disparar unos vaqueros...

 - Esta ciudad está perdiendo la paciencia de tener a un sheriff como usted - recoge su sombrero del suelo, se sacude la ropa y se marcha por la puerta.

(Sheriff) - ¿Conocías a esos 2? 

Pat (hombre de negro) - La primera vez que los veía en el pueblo, parecían estar esperando a alguien. 

(Sheriff) - ¿Y usted, ha intervenido, qué hace aquí? (a ti)

Sra. Darling le recomiendo que no se mezcle con esa gente, suelen dar bastantes problemas - dicho lo cual volvió al interior del hostal a colocar con la ayuda del otro hombre más muebles para tener listo el local. 

Aún así, vuelve de nuevo hacia la puerta donde tú te encuentras - Tombstone es una ciudad peligrosa si no se sabe distinguir a los buenos de los malos. No se fíe de nadie que entre en ese saloon, incluido el sheriff o mejor dicho del sheriff, especialmente, no se fíe - ahora sí, vuelve al interior para con el otro hombre que lo está esperando.

Marston observó al hombre de negocios superviviente, que había resultado ser nada más ni nada menos que el señor Roth. Se notaba que era un hombre adinerado y, sobre todo, al pistolero le transmitía cierto porte de autoridad y elegancia que hacía que uno pensase en él como una posible fuente de ingresos, siempre y cuando tuviera un posible trabajo que ofrecer.

En ese momento, divisó a tres hombres que entraban en el Saloon, y uno de ellos era evidente que se trataba del sheriff de Tombstone, a juzgar por la estrella de latón que llevaba en la solapa. Si mal no recordaba Marston, debía de tratarse del sheriff Eithan Cox.

Cuando Roth se marcha, Pat y el sheriff hablan sobre dos de los hombres que han sobrevivido al tiroteo. Por descarte, supuse que se referirían al tipo que estaba comiendo la manzana y su compañero. El haber estado oculto tras la barra me había impedido ver qué habían hecho durante el tiroteo, pero ya desde unos segundos antes parecía haber tenido intenciones de marcharse del Saloon.

-¿Intervenir? No, señor -dije, dirigiéndome al sheriff-. Acabo de llegar a Tombstone en busca de trabajo y no quería meterme en líos con la justicia, ya sabe. -Sonrió con picardía-. Así que me lancé detrás de la barra. Creo saber a qué dos tipos se refiere, aunque lamento no poder ayudarle al respecto.