Partida Rol por web

Estimados Alfonso y Lorenzo,

Bolonia tendrá que esperar al verano para ser liberada del yugo del traidor Papá, solo rezo para que sus habitantes no pasen penurias antes de que mi ejercito liberador avance.

No obstante, supongo que Pío temerá mi avance y cuidará su frontera.

Esperemos que con el buen tiempo, podamos comenzar un avance imparable.

Estimado Alfonso,

Habiendo tenido ya conflicto con el austriaco y problemas con el papado, al que pensamos hacerselo pagar en un futuro, sería atarme la soga al cuello convertir al turco en un enemigo declarado.

Está claro que sus infieles tropas deben abandonar cualquier territorio conocido pero mucho me temo que Federico quiera seguir alimentando sus ansias y continúe avanzando contra terrenos venecianos y debo cuidarme contra él.

Espero entendáis mi delicada situación.

Estimado Lorenzo,

Sea, tres veces no consecutivas.

Querido Mehmed,

Lo primero disculparme por la tardanza de la misiva.

No aceptaré vuestro dinero, guardadlo y atesorarlo para futuras ocasiones. Os considero un amigo y, como tal, no hará falta vuestro ducado.

Nápoles está ansioso de acción, su sangre hierve por encontrar un aliado bien para atacar al papado o a vosotros, por lo que supongo que habrá hecho lo propio con Pío y quizá con vos para atacar la flota veneciana en el Adriático.

Por mi parte, me he negado en redondo a atacar vuestra flota, tal y como sugería Alfonso I pero mi miedo es que haya pactado con Pío y traten de aplastar vuestros barcos. Tened en mente Ragasa para retiraros si ocurre así.

Mi silencio se debe más a una cuestión de estar ocupado en otros asuntos que en darle la espalda. Mis disculpas por eso. No obstante, que anuncies dejar Roma ante todos estando el barco del pagano turco tan cerca me hace seguir replanteando si vuestra disculpa es sincera. Quiero creer que sí, pero tampoco olvido que, fuera por fallos en cálculos el pasado invierno o no, Roma sigue siendo vuestra al contrario de vuestra promesa.

No voy a negar que ciertas de las cosas que habéis dicho o hecho me hacen confiar en vos. Mas mi rencor por haberme traicionado aun sigue aquí, a esperas de que cuestras acciones las disipen en un futuo.

Mi silencio se debe más a una cuestión de estar ocupado en otros asuntos que en darle la espalda. Mis disculpas por eso. No obstante, que anuncies dejar Roma ante todos estando el barco del pagano turco tan cerca me hace seguir replanteando si vuestra disculpa es sincera. Quiero creer que sí, pero tampoco olvido que, fuera por fallos en cálculos el pasado invierno o no, Roma sigue siendo vuestra al contrario de vuestra promesa.

No voy a negar que ciertas de las cosas que habéis dicho o hecho me hacen confiar en vos. Mas mi rencor por haberme traicionado aun sigue aquí, a esperas de que cuestras acciones las disipen en un futuo.

Creo que uno de vuestros Correos Papales ha errado su destino... Yo soy Francesco I Sforza, y si bien acepto vuestras disculpas sobre vuestro silencio, sabed que el resto de la misiva se refiere a Alfonso I de Nápoles, no a mí.

A vuestro Servicio,

Francesco I Sforza, Duque de Milán.

Buen Francesco,

Entiendo perfectamente que no queráis provocar al Turco ahora mismo. Lo lamento, porque probablemente eso dificulte enormemente mis avances, pero es lógico.

Pronto os llegará otra misiva, a vos y a Lorenzo de Médici, sobre la cuestión papal.

Atentamente,

Alfonso Rey

A Lorenzo de Médici y Francesco Foscari, sobre los movimientos en el centro de Italia.

La primavera se acerca, y convendría fijar nuestras estrategias. Por ello, os hablaré con la mayor franqueza.

Lorenzo:

¿Desalojar a los papales de Pistoia? Con qué fuerzas? Venecia ya declara que no marchará sobre Bolonia y, aunque lo hiciese (o el ejército boloñés se ocupase en hostigar al Primer veneciano), vuestras fuerzas estarían igualadas.* Sería necesario que la Primera Flota veneciana fijase al Segundo Papal en Urbino; así, si vuestra flota entra en Lucca (y siempre que las tropas boloñesas ataquen a los venecianos), podríais destruir al Tercer Ejército Papal.

Al menos, elegid a qué territorio os conviene retirar las tropas de vuestra capital (según lo veo, podría ser a Siena o a Arezzo, en función de lo que haga el Quinto Ejército papal).

Francesco: 

¿Emplearéis vuestra Primera Flota contra el Papa? No me habéis respondido a mi propuesta para que ataquéis Ancona por mar. ¿O caeréis, como decía a Lorenzo, sobre Urbino? Ah, pero imagino que lo haréis sobre Bolonia, para asegurar la toma de Ferrara. En ese caso, a Florencia no le queda sino resistir, lo que sería posible.

En primavera saldré de Roma. En gran parte porque los piratas sarracenos no me dejan en paz. Además, así lo prometí, y Nápoles cumple sus promesas, excepto las que hace a los infieles, que no tienen valor en sí mismas. No creáis, Lorenzo, que no he valorado mover mi flota romana al norte, pero debo emplearla en otras lides, como os digo. Pero en verano, y con las costas occidentales de Italia despejadas, o eso espero (veremos los movimientos de los franceses), pretendemos cuando menos retener las tropas papales de Spoleto y Ancona. 

Resumiendo: nada puede hacer Nápoles por Florencia en primavera. Francesco, Quedo pendiente de saber si debo colaborar desde Aquila con vuestra Primera Flota en primavera contra Ancona, o no. Si no hay respuesta a tiempo, entenderé que no.

Saludos y que Dios nos acompañe,

Alfonso Rey.

Respetable Conde,

Como vuestros emisarios seguramente ya os hayan contado, cumplí con mi parte del trato, pero no pude atracar en las costas de Lucca por culpa de las huestes papales. No obstante he sido, y soy, un hombre de palabra.

Alfonso, 

Como habéis visto vuestras suposiciones sobre la capacidad de Florencia eran banales y vuestros consejos eran mucho menos acertados aún.

Si me hubierais hecho caso, en estos momentos, mantendríais Roma y las tropas del papa hubieran sido justamente castigadas por la peste.

En cuanto a Venecia, también le hubiera sido mucho más provechosa una ofensiva hacia Bolonia o Urbino, cualquiera de las dos. Sin embargo, tampoco le satisfacieron mis consejos, en venerable Dux tendrá sus razones, no lo dudo.

No obstante, reitero, la cautela con Pio no sirve de nada, solo la acción. Así lo seguiré haciendo y así espero que ambos, a quienes considero aliados, lo hagáis ahora que llega el verano. ¿Cuáles son vuestros planes?

Con mis respetos,

Lorenzo de Medici 

Querido Dux

La peste ha golpeado a Austria y hubiese sucumbido de no ser por Milán que ha fijado su vista en vos. Mis ejercitos suben hacia Croacia a toda velocidad pero me temo que no va a ser suficiente pues el ejército de Croacia está estratégicamente posicionado. Me temo que no es suficiente con las armas, habrá que usar el dinero.

Sobornar a ese ejército cuesta 12 ducados. 3 quedan en mi tesoro y os los ofrezco. Si decidís tomar para vos Croacia, es una decisión comprensible y la respeto. Pero si queréis que mantenga un ejército en la frontera con Austria, necesito quedarme con Croacia.

Si veis otra alternativa, soy todo oídos.

Austria y Milán golpean como si fueran uno sólo. Para colmo Francia les deja total libertad. Nápoles no ha sido afectado por la peste y prácticamente tampoco por el hambre. Está muy fuerte por el sur. Me temo que necesitamos aliarnos con el Papado. ¿Cómo lo veis vos?

Mehmed II Fatih Sultán del Imperio Otomano y Califa del Islam.

Estimado Pío III.

Lamento la pérdida de sus hombres en  Pissa.

A pesar de las trágicas pérdidas, no podéis perder ni un momento en lamentaciones. Ha llegado el momento de actuar. Nápoles descuida su frontera con vos. Es el momento de que ataquemos. Lamentablemente ha concentrado una gran flota cerca de Sicilia y si vos no atacáis ahora, quedará libre para lanzar toda su flota contra mí.

Decidme si queréis que mi flota del Adriático os apoye para atacar a Nápoles.

Habéis decidido conquistar los territorios de Florencia, cosa que respeto, así que necesitáis buscar otros aliados. Una alianza con Venecia sería muy provechosa pues podrías enviar contra Nápoles y Florencia las fuerzas que ahora usáis para protegeros de Venecia. No olvidéis que Milán desciende desde el Norte y Milán no busca más aliados.

Como véis, Venecia está siendo atacada por Austria y Milán. Creo que Venecia verá una alianza con vos de lo más conveniente.

Yo, por supuesto, estoy encantado de teneros como aliado. Tenemos una cuenta pendiente con Nápoles.

Mehmed II Fatih Sultán del Imperio Otomano y Califa del Islam.

A Alfonso y Lorenzo,

Con las tropas de Federico y Francesco aliadas y el turco avanzando por el sur, mis planes se centrarán en repeler los ataques y tratar de terminar las contiendas antes de comenzar nuevas.

Entiendo que vuestros ojos estén centrados en el papado, ya que ambos tenéis jugosos territorios al alcance de vuestras manos pero no puedo dejar vía libre a las tropas de Milán u os veréis con un frente fuerte en el norte que no hará si no descender por la península.

A Francesco.

Veo que no solo habéis decidido olvidar la tregua que manteníamos con Venecia si no que habéis optado por aliaros con Federico y, no contento con romper el reparto de terrenos, habéis entrado a sangre y fuego en terrenos venecianos con la ayuda de tropas austriacas.

Devolved vuestras tropas a Trento y repartámonos el terrono austriaco ahora que tiene sus tropas separadas y mermadas por la enfermedad y dejaremos este incidente en un mero malentendido.

Pese a que no respondisteis a mi última misiva, sigo reticente a ver el gobierno papal destruido y sus terrenos repartidos entre Florencia y Nápoles.

Ahora mismo sois incapaz de retener Bologna sin ayuda y los mercenarios de Lorenzo pasaran a cuchillo a vuestro pueblo mientras Alfonso conspira para destruir completamente vuestra de Ancona, solicitando ayuda de quien haga falta, incluso del infiel de Mehmed.

Si desáis salir de esa situación en la que, por otro lado, os habéis visto envuelto por vuestra conspiraciones, estaré expectante a noticia por vuestra parte.

Mi buen Federico,

Pese a que no lamento vuestra situación, tampoco quiero regodearme en el castigo divino que habéis sufrido por vuestras traicioneras acciones estación tras estación.

Al haberos aliado con Franceso, habéis sufrido la ira divina y habéis terminada con todo vuestro ejercito roto y aislado.

Pero los venecianos no somos un pueblo vengativo, al contrario, nos consideramos justos y compasivos.

Por tanto, os ofrecemos la oportunidad de que vuestras tropas de Croatia puedan regresar a su hogar sanas y salvas. Con una disculpa pública por haber atacado tropas venecianas y el pago de dos ducados como compensación, consideraremos esta situación un simple malentendido y no hostigaremos vuestras tropas en su retirada.

Que ningún pueblo pueda negar que el buen Francesco Foscari es justo y de buen corazón.

No

Asumid pues las consecuencias.

Querido Dux Francesco Foscari

Os informo que he dado orden a mi ejército de avanzar hacia Bosnia.

Si creéis que hay algún movimiento mejor, mis hombres están a vuestra disposición.

Mehmed II Fatih Sultán del Imperio Otomano y Califa del Islam.