Partida Rol por web

Nos, Sacro Emperador del Imperio Romano Germánico, remitimos esta misiva como respuesta a la previa remitida por el dux Francesco Foscari

Preferimos haber abandonado Croatia, sin dar excusas a las que ningún derecho teníais y sin daros dineros a los que tampoco ningún derecho tenéis, que hacerlo dandoos además excusas y dineros.

Ello no obsta a que sigamos sin negarnos a hablar, cosa a la que nunca nos hemos negado. Proponed, en vez de amenazar o insultar, y tal vez la respuesta os sorprenda, puesto que finalmente tendremos enemigos comunes.

No es Venecia la que sería la gran beneficiada de la pérdida de nuestras tierras, y dudo que esté dispuesta a soportar el ascenso de quien más resultaría beneficiado por tal evento. Nuestras embajadas están abiertas.

Que el Altísimo os guarde.

Nos, Sacro Emperador del Imperio Romano Germánico, remitimos esta misiva a Su Majestad Carlos, rey de Francia, representado por su leal siervo, René d'Anjou, Conde de Provenza.

En los momentos que corren, y por desgracia, sólo podemos pensar en defendernos. Contadnos si podríais darnos apoyo, o usar vuestras fuerzas para romper apoyos para atacar nuestras tierras. Ambas cosas os quedaríamos agradecidos.

Que el Altísimo os guarde.

Mis buenos amigos,

La alianza entre el corrupto Papa Pío y el Sultán de los Turcos me entristece, aunque no me sorprende. Por fin las cartas están sobre la mesa, y a decir verdad, demasiado han tardado en confabularse en un modo que los filósofos de nuestro tiempo han llamado con acierto contra natura.

Los Sforza han mostrado también su verdadero rostro, y en este caso creo que se han precipitado; pues han mostrado bien a las claras la serpiente que se ocultaba en la Padania. Com insidiosas palabras ha llegado hasta aquí, pero epero que cambien las tornas. Espero que Venecia y Austria hayan comprobado quiénes son sus verdaderos enemigos y tanto el Emperador como el Dux recapaciten en cuanto a qué pasos podrían beneficiarles y cuáles perderlos para siempre.

Desconozco si mi misiva llegará a las Islas Afortunadas, Lorenzo. Como ves, finalmente me tendré que ocupar de buena parte de las tropas papales. Espero que tu inactividad no se deba a que te hayas conchabado con el sucio Pío...

Alfonso Rey

A TODOS LOS PRÍNCIPES DE LA CRISTIANDAD (Y AL SULTÁN MEHMED)

En esta misiva os informamos de que nuestros agentes en Roma han encontrado pruebas de que este Antipapa, Pío III, ha cometido los más atroces y terribles delitos de simonía, felonía, sodomía y probablemente locomía, aunque este último aún está por probar.

Los heroicos mártires de nuestra Segunda Flota que liberaron Roma han sido rehabilitados (ahora que el pan ha vuelto a entrar en nuestra capital) y pronto serán beatificados por el nuevo Papa que el Cielo ha de enviar para sustituir a este. Los traicioneros consejeros que promovieron en abandono de la Ciudad Eterna hn sido justamente linchados por nuestro amado populacho.

¡Ay, pobre rebaño de Cristo, en manos de pastores de corazón podrido!

Alfonso Rey

Mi buen Dux Francesco,

Bravo por vos y por las bravas tropas venecianas! A pesar de los reveses que he sufrido, tengo fe en que pronto nuestros ejércitos se darán la mano para barrer juntos a nuestros comunes enemigos.

Me sería de gran utilidad el apoyo de vuestra Segunda Flota para retener a la Segunda turca en el sur del Adriático. Como siempre, respetaré otras decisiones, pero si decidís que actuemos juntos,* hacédmelo saber cuanto antes.

Mis más calurosas felicitaciones,

Alfonso Rey.

Si preferís tener la sensación de que habéis abandonado Croacia por propia decisión, cuando no teníais la más mínima oportunidad de retenerla, así sea.

Tras vuestras traicioneras actitudes al respaldar el ataque de Sforza sobre suelo veneciano, no solo fuistéis recompensado con la justicia divina, si no que el milanés os pagó con vuestra propia moneda y decidió que erais un objetivo más apetecible.

Ahora tenéis Tyrol perdido por seguro y Carinthia con visos de seguir un destino similar, así que creo que sois vos quien necesitáis presentar una propuesta para ver cómo podemos prestaros ayuda.

Os escribo raudo y sin florituras, mi buen Mehmed, pues Alfonso I solicita mi ayuda para que mi Segunda Flota retenga la vuestra en el sur del Adriático.

No tengo inconveniente en darle largas o, incluso, en llevarle a engaño para que crea tener dicho apoyo y podáis actuar en consecuencia. No obstante, sería capaz de actuar de forma tan reprobable solamente por vos y el beneficio de quien ha demostrado ser un aliado incondicional pero no lo haría por Pío, máxime cuando parece el único beneficiado del pacto que habéis hecho.

Por ello, le daré largas al napolitano a espera de una respuesta por vuestra parte.
 

Querido Alfonso,

Expulsar la flota turca solo haría que terminara atracando en puerto veneciano, como sabiamente habéis visto.

Entiendo que cuando os referís a mi Segunda Flota, queréis decir la Primera, ya que la Segunda se encuentra anclada en Croatia tras haber expulsado al ejercito austriaco.

No obstante, no termino de ver el beneficio para vos en que yo sea el que comience hostilidades con el sarraceno. Me explico. No podéis expulsar la flota de Aquila pues será apoyada por el ejercito de Capua, el cual tampoco será expulsado pues le protege el de Spoleto.

Así pues, ¿cuál es el fin de que sea yo el que rompa la tensa paz con Turquía?

Esta alianza hubiese podido fructificar si Federico no hubiese continuado con sus enajenaciones varios meses atrñas. No obstante, queremos creer que fue frutos de las fiebres que terminarían causando la fatal epidemia de peste en su región.

Sin embargo, es complicado confiar en el de Austria puesto que, no contento con atacar la flota veneciana, decidió aliarse con Sforza para atacar suelo veneciano.

Por fortuna, la providencia divina se encargó de castigar su actitud y Sforza terminó pagándole con su misma moneda, que es lo que suele ocurrir cuando se antepone la avaricia a la honradez.

Venecia siempre se ha mostrado dispuesta a ofrecer una oportunidad a Austria. ¡Iincluso cuando su ejercito está diezmado! Pero Federico nos rechazó de malos modos.

Así pues, Venecia no tiene ningún inconveniente en tener al buen Alfonso de testigo ante cualquier proposición que Federico tenga a bien hacernos llegar.

Doy todos los días gracias a Allah por contar con un aliado como vos.

Aún no he concretado mi estrategia pues estoy a la espera de lo que me conteste el Papa.

Pedidle 2 ducados a cambio de vuestro apoyo. Si acepta dároslos, atacad la flota del Adriático, que no se diga que el Dux de Venecia no cumple sus acuerdos. Pero informadme en ese caso.

Mehmed II Fatih Sultán del Imperio Otomano y Califa del Islam.

Querido Lorenzo,

El napolitano, ahora que se ha visto atrapado por el Papa y el sarraceno, quiere conformar una alianza que no se acordó de proponer cuando se expandía a placer y sin problema.

Pero el motivo de escribiros no es ése si no los terrenos que nos separan y el deseo de no estorbarnos o incluso favorecernos cuando sea posible.

Entiendo que vuestros mercenarios deben en Pistoia para aseguar que el impío sale no mantiene la soberanía, seguramente apoyando las tropas de Florencia para que Pío no os las arrebate. Si no es así, os pido humildemente disculpas por presuponer de más.

No obstante, quizá vuestra tropa de Florencia podría apoyar el avance de la mía sobre Bolonia, de forma que se la arrebataríamos al Papa e impediríamos que sacara tropas ahí este invierno, dejando cortado su ejercito y al ejercito de Lucca a vuestra merced sin apoyo alguno.

Siempre me sorprende, para bien, vuestras tácticas retorcidas, querido Mehmed.

¿Habéis pensado en atracar en Ancona? Porque si convezco a Alfonso de que me ocupare de que vuestra flota no le moleste a cambio de un pago, vuestra flota puede entrar en Ancona apoyada por la mía y así obtendríais el control de la provincia y de su ciudad.

Mmm. ¿No os estará ocurriendo como a mí que confundo partes contratantes de primeras partes?

Es Alfonso I el que os ha pedido que ataquéis mi flota, ¿no?. Pero vos me sugerís que tome una ciudad de Pío III.

Es cierto que con Pío III no tengo una alianza como con vos. Imagino que con el tiempo el Papado acabará atacandoos a vos o a mí, momento en el cual enviaré mis ejércitos contra él. Pero no seré yo quien de el primer golpe. A día de hoy Pío III es un colaborador en mi guerra contra Nápoles y no entra en mis planes invadirle.

Otra cosa, como digo, es que sea el Papa quien os ataque a vos, en cuyo caso le declararé la guerra sin dilación.

Mehmed II Fatih Sultán del Imperio Otomano y Califa del Islam.

Preclaro Dux,

Esta vuestra frase me ha hecho reflexionar:

No obstante, no termino de ver el beneficio para vos en que yo sea el que comience hostilidades con el sarraceno. 

Tal vez vuestros ojos vean más y mejor que los míos, y os agradecería consejo, pues paso las noches en blanco buscando la forma de acabar con la amenaza turca. Si vuestra flota (sí, perdón, vuestra Primera) entretiene a la turca, tendría superioridad (mis F2, A1 y A2) contra los papales (F1 y A5). No creo que pudiese hacerles retroceder (ya que A1 apoyaría a A5), pero mi F2 tendría más margen (para entrar en Roma, por ejemplo).* Mis flotas Cuarta y Quinta harían retroceder (probablemente) a la Tercera turca hasta Durazzo, reduciendo tal vez sus levas para el próximo año. Sueño con desembarcar en sus costas tanto como con acabar con los piratas berberiscos que amparan los franceses en el Occidente.

De cualquier forma, las variables son muchas, por lo que la ayuda veneciana no es imprescindible; sería, ante todo, un gesto muy significativo para las demás potencias y un golpe psicológico para nuestros comunes enemigos. Pero bien veo que esa flota tiene otros trabajos que hacer, tal vez...

Que la Fortuna os guíe en vuestras empresas,

Alfonso Rey

Dux Francesco,

Me preocupa grandemente que René D'Anjou apoye a la flota turca del Mediterráneo. Estaría dispuesto a pactar con él una tregua de algunos años si no lo hace para poder erradicar la piratería turca de la región, pero dudo que esté dispuesto a pactar conmigo. Tengo una merced que pediros al respecto. Siendo Milán vuestro enemigo y frontero de Francia, podríais ofreceros para "convencerme" de firmar tal acuerdo entre Nápoles y Francia, con lo que Francia tendría un respiro en el Mediterráneo y podría concentrarse contra Milán. ¿Lo creéis viable?

Vuestro amigo,

Alfonso Rey

Estimado Francesco

Gracias por vuestras advertencias respecto a Pío aunque no son necesarias.

Sin embargo mi vuelta de verano me ha dejado más frío de lo que esperaba pues mantuve mis tropas quietas con la esperanza de que cumplierais vuestras palabras.

Cita:

Así que veo que seré yo quien tenga que ocuparme de Pío. Mis tropas dormirán este otoño en Bolonia y espero que no tenga que enfrentarme también a vuestro ejército.

Regidor de la Cristiandad,

Me dirijo a vos para intentar apartar por un momento nuestras diferencias y evitar debilitarnos mutuamente en la costa noroccidental de Italia ante la llegada del húmedo invierno.

Como vuestros informadores os habrán dicho ya, mi flota en el Ligurian Sea desea atracar en tierra y no querría que volviéramos a coincidir involuntariamente. Por eso me permito interrogaros directamente ¿en cual de las provincias Lucca,Modena o Pisa situareis vuestra armada de Lucca este invierno? ¿O la retiraréis de vuelta a Bolonia en donde sé que Francesco de Venecia ha puesto los ojos?

Sé que nos hemos enfrentado en el pasado pero no colaborar ahora nos debilitaría mutuamente y nos dejaría a los pies de nuestros enemigos por lo que os ruego premura en contestar a mi mensaje.

Respeto,
Lorenzo de Medici

Estimados Alfonso y Francesco,

Como podéis ver seguimos teniendo un enemigo común en Pío y veo con sorpresa que Nápoles se retira de la pugna cediendo los terrenos de Roma y alrededores. Me iba a permitir aconsejaros el apoyo desde el mar pero viendo que Rene de Anjou no ha conseguido mover a mi flota es probable que trate de acceder a Italia a través del Tirreno así que guardaros la retaguardia pues ya conocéis el gusto que tienen los franceses por esas partes...

En cuanto a vos Francesco, probablemente Austria haya sido la razón de Venecia para no hacer frente común contra el imPío pero ya os he informado de que Florencia tomará el relevo de ese acoso en la frontera noreste de los Estados Papales.

Respeto,
Lorenzo de Medici

Pío, sabed que Bolonia peligra pues Lorenzo tiene intención de mover sus mercenarios allí esta estación.

Tened en cuenta su superioridad numérica* si tenéis intención de preparar una estrategia para detenerlos.

Estimado Alfonso,

Escribiré ahora mismo al buen René para indicarle lo beneficioso de una tregua con vos.

No obstante, conociendo al francés, entiendo que tendréis que ofrecerle algo a cambio más allá de una larga tregua puesto que ahora mismo el problema sarraceno en las aguas mediterraneas es mayoritariamente vuestro.