Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 1: Nueva York

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28/10/2013, 10:29
Lord Anthony Montagu-Sutton III

Notas de juego

Quizá voy algo rápido, si queréis que tasque el freno, comentad.

Yo voy de maravilla, creo que llevamos un ritmo ligero pero no endiablado ^^

No añado más a falta de que Hirsch hable con el matasanos ;)

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28/10/2013, 16:35
Chester Field

Chester apareció en el comedor poco después de que el señor Starkweather concluyera su espectáculo. No se había molestado en afeitarse; al fin y al cabo, dejarse una buena barba podía ser beneficioso en un clima como el antártico.

Se sirvió una generosa taza de café, echó mano a su pitillera, recordó las palabras del Doctor Green y maldijo al viejo matasanos por haberle arrebatado uno de los pequeños placeres de la vida. Se metió un trozo de cruasán en la boca, tratando de disimular su enfado.

Fue entonces cuando notó el pinchazo en la mandíbula. "segundo molar superior izquierdo", le había dicho el dentista - o el Empleado Modélico de la Inquisición Española, según como se mirara - antes de sacárselo, tenazas en ristre, sin pedirle permiso ni perdón. Si al menos hubiera podido fumarse un cigarrillo después, para relajarse... pero nooooo, que el tabaco vasodilanosequé, infecciones nosécuantos... ya podían irse todos a freír espárragos con sus consejos de salud.

Y las emociones y sorpresas del viaje no habían hecho más que empezar, de eso Chester estaba seguro. ¿Mujeres a bordo? Pues bueno, pues vale. Probablemente aquella no fuera la idea más brillante que jamás hubiera tenido Starkweather, pero donde hay capitán no manda fotógrafo. Y fotógrafo desdentado, aún menos.

Enrólate, decían. Viviréis grandes aventuras, decían. Veréis mundo, decían.

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28/10/2013, 21:45
Dominique Pickwell
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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28/10/2013, 21:57
Dominique Pickwell
Sólo para el director

Bien, comenzemos con el ritual... conecto bateria, ajusto altimetro, desbloqueo horizonte artificial, testeo testigos sonoros y luminosos, bloqueo frenos, conecto magneto de babor.

Abro la ventanilla y aviso con gestos al jefe de pista que procedo con la secuencia de encendido de los motores, responde con gestos OK, ajusto la mezcla, avanzo un quinto el mando de gases, pongo el paso de la helice en neutro y termino por girar el mando de magneto hasta "start".

transcurridos unos segundos en el que el motor deja de petardear y arranca definitivamente procedo a comprobar la presion de aceite, cuando veo que tiene presion conecto el alternador y desconecto la bateria.

vuelvo a avisar al jefe de pista que todo OK y le indico que arranco el otro motor, repitiendo todos los pasos anteriores.

Tras 5 minutos de tenerlos calentando le pido al jefe de pista que suelte calzos, mientras tanto Halpering ha estado en contacto con la torre dando los datos del rumbo, altura y tiempo estimado de llegada.

suelto frenos, acelero a un cuarto de potencia y comienzo con el rodaje por la pista hasta situarme en cabecera, compruebo el viento con la manga de la torre y pedimos permiso para despegar.

Bien compañeros, todos listos y bien atados en sus asientos... pues adelante. suelto freno, revoluciono al 100% corrijo la trayectoria con el timon, siento como se eleva la cola y tiro suavemente del volante para atras pero con firmeza hasta notar como las ruedas dejan de tocar la pista. Bien señores ya estamos en el aire, proxima parada, Chicago.

Durante el viaje voy comentando con Halpering a microfono abierto con el resto del pasaje las peculiaridades de este modelo y usos especificos del bimotor, pero sobre todo los datos importantes para solucionar emergencias como la perdida de un motor o distintos fallos electricos y mecanicos y como salir del trance con buen pie.

A su vez Miles me va poniendo al dia con las mejoras en los aviones que vamos a recojer y Longfellow comenta como resolvio los imprevistos mecanicos de la instalacion, le lleva su tiempo, veo que el ambiente se relaja cuando Miles comienza a hacer comentarios jocosos y a Halpering se le ilumina el rostro cuando consigue dominar el vuelo del 247.

Notas de juego

Cuando estamos en tierra alrededor del avion tiro por mecanica para ver la destreza con la que se mueve y actua Longfellow.

Durante el transcurso del vuelo observo la calidad que tiene como piloto Halpering, usando tiradas por pilotar.

 

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29/10/2013, 17:16
(Starkweather-Moore, líder) James Starkweather

LA REUNIÓN

HOTEL AMHERST, 2 DE SEPTIEMBRE, 8:00 am

El que va en busca del desayuno se encuentra con que todavía no está. Muchos expedicionarios se han vuelto a la cama, por ver si podrán dormir una horita más. Otros coinciden en el comedor principal. Pero está desierto. Se escuchan los ruidos de los trabajadores del hotel, que trajinan en las cocinas. Uno de ellos repara en los insomnes y se encarga de que, al menos, haya café y te a discrección.

Cuando se va haciendo de día, todo el mundo se dirige al salón rosa. Es una sala de eventos que hay penetrando en los entresijos de la planta baja.

En la ámplia sala, empapelada con un tono rosa palo que hace relieves de tipo modernista, e iluminada con discretos pero coquetos apliques y mesillas auxiliares con ceniceros, se han dispuesto varias mesas largas, y al lado (por fin) hay un humeante buffet. Hay recipientes con café caliente, agua fresca, zumos y también té. Frente a los comensales hay una pizarra y sillas en torno a la mesa.

Cuando todo el mundo ya está comiendo, entran Starkweather y Moore, unos minutos después de las ocho. Starkweather se situá frente al grupo. Posee carisma, sin duda el personaje más popular de la romántica aventura. Saluda a muchos por su nombre de pila y da la bienvenida al resto. Su energía es contagiosa, está claro que piensa hacer cosas grandes en el sur. Comienza a dar algunos detalles.

Señores. Saldremos el día 9. Atravesaremos el Canal de Panamá en dirección a Melbourne, Australia, donde habrá una serie de paradas de reaprovisionamiento. Alrededor del 1 de noviembre estaremos en el Mar de Ross, si la banquisa lo permite, por supuesto.

Igual que la expedición Miskatonic, utilizaremos medios de transporte aéreos. Tres Boeing 247, que ya están siendo examinados en Chicago por nuestro ingeniero, Miles, dos pilotos, Halperin y Pickwell y un mecánico, Longfellow. Un cuarto avión, el más pequeño, un sólido Fairchild FC-2, que ha sido utilizado por anteriores expediciones árticas y antárticas, ya está a bordo del barco, y será utilizado para explorar y cartografiar las platarofmas de hielo de Ross.

Distribuiremos al personal en tres campamentos semi-permanentes. Uno en la orilla del Mar de Ross, que será el campamento base para las aeronaves. El segundo se levantará cerca de los descubrimientos de Percival Lake, si es que podemos dar con el lugar exacto. El tercero, la base para avanzar en la exploració, estaará situado en la antigua meseta descubierta por Dyer más allá de las Montañas Miskatonik. Se han planeado uchos vuelos de reconocimiento: el Gabrielle lleva suficiente combustible a bordo como para que uno de estos aviones de la vuelta al mundo.

Abandonaremos la Antártida el 1 de febrero, o quizá antes. Los restos mortales de los miembros de la Expedición Miskatonic, si es que se da con ellos, serán devueltos a su patria, junto con muchos de los huesos y artefactos del campamento Lake.

Señores, espero que guarden la debida discrección con respecto a todo lo que pase. Dentro de poco, tendremos nuevas incorporaciones. Seguro que les harán sentirse como en casa y les den la bienvenida.

No habla del incidente de por la noche...

Tengo que atender asuntos importantes. Les dejo con el señor Moore. Para cualquier cosa que surja, tiene completa autoridad. Señores.

Da la mano a todo el mundo, con energía, y se dispone a salir, posiblemente para enfrentarse con la prensa.

Notas de juego

Echad un vistazo al dramatis personae. Hay algún dato que, evidentemente, no tenéis todavía, ya que los textos valen en algunos casos para toda la partida, pero es una guía sobre con quién, quizá, podéis estar más interesados en intimar.

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29/10/2013, 19:25
Dr. Arthur Hirsch

El Dr. Hirsch se sentó en la sala mientras dejaba volar su mirada en los adornos modernistas y las molduras exageradas que, desde su punto de vista, afeaban la habitación más que decorarla.  En su mente aún repasaba la larga lista de fármacos que había pedido al Dr. Greene para desarrollar sus experimentos durante la expedición. Para Hirsch lo más importante era lograr realizar entrevistas personales a la hora de partir y, en función de cómo se desarrollara todo, ir estudiando la evolución personal de cada uno. Barbitúricos, cocaína, insulina, opioides… Casi murmuraba cada uno de los fármacos, sus propiedades y sus posibilidades.

En la sala el Sr. Starkweather desgranaba los diversos detalles a los que Arthur prestaba atención a medias mientras daba vueltas a la cuchara de su café. Bueno, parece que el incidente nocturno es un asunto a evitar. El Dr. No pudo evitar que una sonrisa irónica asomara a sus labios.

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29/10/2013, 21:22
(Starkweather-Moore, líder) William Moore

Moore se levanta y se pone delante de la pizarra. Pide a todos que se presenten y comenten sus especialidades. Tras un rato largo de presentaciones, detalla con más minuciosidad el uso que se va a hacer de objetos como la perforadora de Peabody. Luego despliega un plano de la Antártida... es casi todo espacio vacío.

Planeamos regresar el 1 de febrero y hasta ese momento creo que podremos rellenar este mapa un poco ¿no creen?, dice sonriente. En cualquier caso, intentaremos cubrir tanto territorio como podamos mientras estemos allí.

Compartiremos el continente con tres... no -sonrie de nuevo- cuatro expediciones. Tienen sus propios itinerarios, como es evidente, y el señor Starkweather desea alejarse de ellos lo máximo posible. Por lo que sé, ninguno de ellos planea adentrarse más allá de la Cordillera Miskatonic. Aunque tengo mis dudas en cuanto al grupo de la señorita Lexington, del que todavía no se conoce gran cosa. Ellos planean hacer un reportaje fotográfico y una película, no llevarán equipo científico. Será trabajo periodístico en su mayor parte. La expedición Basmeier-Falken, alemana, desea ir a la búsqueda de materias primas comenzando por la tierra de la Reina María, circunnavegando la Barrera de Sacketon y yendo así en la dirección de las agujas del reloj, por la costa. La Expedición Ellsworth-Balchen quieren estar en el Mar de Ross el día 9 de enero, y atravesarán por aire el continente desde la Bahía de las ballenas, en el Mar de Weddell y dar la vuelta. La expedición Byrd quieren estar ahí el 19 de Enero, el la Bahía de las Ballenas, y planean permanecer un año entero.

Tras estas explicaciones, descorcha unas cuantas botellas de champagne que tiene preparadas y pide a los camareros que traigan copas para todos. Luego se hace un solemne brindis.

Falta muy poco tiempo para que nos hagamos a la mar. No tenemos tiempo, señores y me temo que hay mucho que hacer. Para que la expedición llegue a buen puerto, les llamaré a cada uno de ustedes y discutiremos sus tareas periódicamente. Confío en que estén todos dispuestos a arrimar el hombro. He hecho una serie de listas de tareas, a las que sin duda seguirán otras, cuando aquellas sean llevadas a cabo.

Inmediatamente comienza a asignar tareas a todo el mundo. Sin ser autoritario ni dominante, se hace entender con perfecta claridad y deja claro que hay un fondo de respeto en él, que solamente compartirá con aquel que no le defraude.

¿Hay algún problema? ¡Venga, hay mucho que hacer! ¡El tiempo vuela, ya lo saben! En nada estaremos a la merced de la labor que hayamos hecho hoy, y todos queremos que las cosas estén hechas cuando haya que partir ¿no? Yo, por lo menos, así lo quiero, y estoy seguro de que todos estos caballeros también. Ahora vamos a ver qué tengo para ustedes... ¡Ah, si!

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29/10/2013, 21:46
(Starkweather-Moore, líder) William Moore

Señor Hirch, te dice, cuando te pilla por banda, necesito que me diga cómo planea afrontar su trabajo. Hay que establecer un horario para las entrevistas preliminares.

Por otro lado, y considerando que usted es una persona eminente, me gustaría encomendarle una misión... diplomática -media sonrisa-, verá: hemos pedido los servicios del Comandante JB Douglas para que esté al mando del Gabrielle. El Comandante Douglas, como probablemente sepa usted, era el primer mando del Arkham, el barco de la Expedición Miskatonic. Estamos encantados de contar con él, por supuesto, pero el Comandante es un hombre al que le gusta la discreción y no quiere tener nada que ver con la prensa o la opinión pública.

Lo que me gustaría es que se pusiese usted a disposición del Comandante y que se cuide de que sus necesidades estén cubiertas. Llegará alrededor del 6 se septiembre, y tiene reservada una habitación en el Hotel Westbury, en el 440 de la Calle Scammel. Si se encuentra con él la misma noche de su llegada, se lo agradeceré muchísimo, pues queremos que esté cómodo.

Por favor, no le cuente a nadie lo que hemos hablado sobre el Comandante. Le hemos prometido que la prensa no conocerá el lugar en el que se aloja, y que nadie va a molestarlo antes de que la expedición parta. El señor Starkweather desea anunciar en persona que Douglas está con la expedición, pero por supuesto esto no será hasta muy poco tiemp antes de la partida.

¿Puedo contar con su ayuda?

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29/10/2013, 22:37
Guardián de los Arcanos

La lista de tareas que ha de llevarse a cabo parece que no acaba nunca. La mayoría del trabajo consiste en inspecciones rutinarias. El manifiesto de la expedición ha sido dividido en varias listas que contienen una serie de elementos cada una. El trabajo consiste en controlar que cada elemento está donde le corresponde, verificar si ya está en el almacén y comprobar que esté en regla. Moore insiste en que ninguna mercancía debe entrar en el barco sin ser inspeccionadas. El problema, parece ser, en algunos casos, es que hay mercancías que ya han sido estibadas, pero que hay que buscar y comprobar.

Aparte de eso están los aviones, tarea de la que ya se están encargando Pickwell, Halperin, Longfellow y Miles, con su extemporáneo viaje a Chicago. Luego están los instrumentos de precisión y de laboratorio, productos químicos, farmacopea, microscopios... que deben ser contabilizados, pedidos y guardados únicamente por los miembros responsables de los mismos. Por último, se encuentra el problema de las jaulas de los perros, que están listas para montar e instalar en el barco.

Tanto a Sutton como a Hirch y a Field y a algunos otros, se les pone a descargar instrumentos de precisión. Sutton se encargará un poco de todo, pero hay una gran cantidad de material de arqueólogo en la que tendrá que concentrarse. Field debe examinar toda la óptica de precisión (desde los anteojos a los microscopios, pasando por las lupas) Hirch se encargará del tema de la química, aunque deberá colaborar con Field y con Sutton, ya que sus disciplinas incluyen una variedad de productos químicos.

Pero, además, a cada uno se le asigna una lista de material más común.

A Sutton le toca parte de la intendencia:

A Hirch le toca una lista sorprendente:

A Field...

Unos cuantos coches alquilados, de numerosas plazas llevan a todos al SS Gabrielle. Ha llegado la hora de la diversión.

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29/10/2013, 22:53
Guardián de los Arcanos

La navegación es plácida y serena. Tardáis poco en llegar, ya que el tiempo es bueno, y el tráfico no excesivamente intenso. En el mismo aeropuerto, en la zona industrial, la Boeing tiene varias naves con maquinaria pesada, aunque no es una de sus cadenas de montaje. Ahí están los aviones, que hay que probar. Voláis un par de horas con cada uno, antes de que se desmonten las ruedas y se acoplen los esquíes, que no se podrán probar, pero que Miles inspecciona con la ansiedad de un padre (al parecer él ha diseñado parte de los refuerzos que llevan)

Tanto Longfellow como Halperin observan todo y hacen su trabajo plácidamente. Los pilotos os turnáis en el puesto de piloto y copiloto. Hasta Miles coge el avión un rato. Longfellow se muestra como un mecánico tímido pero competente. No deja pasar una, aunque tiene difucultades en hacerse oir al principio. Tanto insiste, sin embargo, que pronto tiene a los operarios de la Boeing ansiosos, pendientes de su menor gesto. El mejor consiste en una imperceptible negación, cuando algo no le gusta, o en una leve caída de pestañas. Si está satisfecho con algo, se contenta con un leve gruñido de satisfacción.

Miles está a todo. Es un puro nervio que no para, y atormenta a los empleados también a su manera, haciéndoles sacar libros de registro de piezas y esquemas del avión a la menor provocación.

Finalmente, los aviones son desmontados y estibados en un vagón de tren que hay dentro de la nave. El vagón es conducido a la fila desde donde se le enganchará a un mercancías con destino Nueva York.

Hacéis un alumuerzo (muy) tardío, y ya con el anochecer, ponéis rumbo a la Gran Manzana.

Llegáis de noche, derrengados, pero al parecer, no sois los únicos. A las 1:00 horas del día 3 la zona del hotel Amherst donde dormís parece una tumba.

Notas de juego

Hazme tres tiradas de mecánica, tres de electricidad, tres de pilotar avión, tres de radio operador y tres de supervivencia en el polo.

Si pones en donde dice dificultad, lo que tienes en la tirada, me es mucho más cómodo ;)

Marca la casilla de tirada oculta, para que no veas si has pasado la tirada o no... Sabrás si tienes éxito cuando pruebes los aviones, en la Antártida XDDD

Por supuesto, las tiradas son redundantes, las hacéis todos. Es difícil que se escape algo, pero así se mantiene el intríngulis ¿no?

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29/10/2013, 23:07
(Starkweather-Moore, líder) William Moore

Justo a las 9:00 horas de ese día, suena el teléfono en el despacho. Lo coge el secretario y pasa la llamada a Menez:

Es Moore, jefa. Dice, desde su mesa, tapando el micrófono con la mano.

Moore parece satisfecho, al teléfono. Señorita Menez, me es grato comunicarle que sus demandas en lo tocante al contrato con la expedición han sido, finalmente, aceptadas. Por suerte, el señor Starkweather ha cambiado de opinión ¿sabe? Creo que le agradará saber, por cierto, que no será la única representante del sexo femenino a bordo, ya que tenía en mente a otras personas que, como usted, estaban viendo su candidatura bloqueada. Me gustaría que nos encontraramos en el SS Gabrielle ya mismo, a ser posible. Hay demasiado trabajo. Apunte la dirección: Muelle 74B, 12º Avenida, número 34, cerca de donde está atracado el Italian Royal Mail. ¿Estamos de acuerdo?

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29/10/2013, 23:39
Dominique Pickwell
Sólo para el director

Menudo dia compañeros, voy directo a la cama. Que descanseis, saludo desde la distancia con la mano y me dirijo a la habitacion, de camino observo quien hay mas por aqui, al parecer no estamos solos.

Nos vemos mañana en el barco, buenas noches.

- Tiradas (15)

Notas de juego

Anda Diegus tirame unos dados a ver quien hay en el hotel desde que salimos del taxi hasta que llego a mi habitacion.

descubrir=50

escuchar=55

 

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29/10/2013, 23:48
Maggie O'Connel

- Creo que lo mejor será que me vuelva al hotel, a ver si han dejado recado para mí también. 

Notas de juego

Pues eso, que salgo disparada hacia el hotel.

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29/10/2013, 23:52
(Prólogo) Charlene Whitston

Yo también voy al mío, dice Charlene, con un brillo especial en los ojos...

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29/10/2013, 23:52
Guardián de los Arcanos

Antes de que se marchen las otras dos chicas, aparece por ahí tu editor, con cara de haber dormido muy poco.

Bueno, jefa. Ya está cambiada la portada. Ya están hechos los fotolitos y se está comenzando a imprimir. No nos vuelva a hacer esto... ay... Creo que me voy a la cama. Hasta el lunes...

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29/10/2013, 23:55
Guardián de los Arcanos

En tu hotel tienes una nota muy similar a la de Menez. Has sido admitida.

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30/10/2013, 00:01
Guardián de los Arcanos

Parece una noche plácida. A parte de un par de fiestas que hay cerca, no crees ver o escuchar nada que sea raro... o sea, que no ves a los "muchachos" que esperas ver en cualquier momento...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Hecho. Si te hace ilu, puedes tirar tú, dejando la tirada oculta.

Cargando editor
30/10/2013, 00:49
Maggie O'Connel
Sólo para el director

Maggie caminaba con una sonrisa de oreja a oreja. Le caía bien Moore, y había cumplido su palabra.

Notas de juego

Acudo a la cita.

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30/10/2013, 10:04
Lord Anthony Montagu-Sutton III

Sutton estaba realmente ilusionado por el viaje, más aún tras saber que finalmente llevarían féminas durante el viaje, cosa que haría el tedioso trayecto más... interesante.

Recibió sin ningún problema la lista de tareas y se puso enseguida a comprobar las cajas ya estibadas; tenía claro que haría caso a las palabras de Moore el día anterior en el barco.

Y si acaban, volver a revisar de nuevo.

Claro que su buena intención y su predisposición se veían interrumpidas de vez en cuando, una charla alegre con Giles al cruzarse su camino, un intercambio de pareceres con Myers cuando ambos colocan el material arqueológico en su sitio, un intercambio rápido de petaca con Colt, por no hablar de alguna escapada furtiva con Laroche para fumar un rápido pitillo a medias cuando ninguno de los dos aguanta la abstinencia.

Aún así, trabaja más duro de lo que podría pensarse de un acomodado noble inglés acostumbrado a la tranquila vida universitaria.

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30/10/2013, 21:45
Guardián de los Arcanos

Sutton estuvo toda la mañana enfangado en la bodega de entrecubiertas número tres. Encontró enseguida, a pesar de la suciedad y la poca luz los treinta cajones con latas de mantequilla. Eran latas cuadradas, con tapas herméticas que había que abrir haciendo un esfuerzo que no parecía tanto, al principio. Las diez primeras no supusieron demasiado para sus delicados dedos, pero cuando se partió la primera uña y, como consecuencia, se le cayó una lata en el juanete, las maldiciones resonaron por toda la bóveda. Algo de ese inocente entusiasmo final, murió en aquel momento, además, la lata había dejado una visible mácula en sus preciosos botines de piel, y descubrió, para más inri, un enorme lamparón en su elegante chaqueta de verano. El sabor de la mantequilla (ligeramente rancia, pero en buen estado) quedó patente en su paladar el resto del día. Comprobó los albaranes y vio que todo estaba correcto.

Luego llegó la odisea en busca de la leche en polvo perdida. ¿Dónde podían haberse escondido 32 latas de 600 gramos de leche en polvo? Quién sabe... por suerte, y a las dos horas de bucear por entre cajas y cajas, encontró lo siguiente de la lista: un cofre con la leyenda escrita en la tapa, que ponía "Té" y cuyo albarán estaba púlcramente colgado de la tapa. El té no se había humedecido, olía como debe oler el té. Obvió el hacerse uno, para probarlo. Narices, él era inglés, sabía lo que era el té, lo llevaba en la sangre, por así decir. Abrir y cerrar las latas ya fue bastante para él. Y, además, ¿dónde narices estaba la maldita leche en polvo?

Hirch se desesperaba buscando los tractores para la nieve, en la bodega de entrecubiertas número 1. ¿Es que, acaso, un tractor era algo tan difícil de esconder? A la vista estaba que no. El maldito ingenio diabólico no aparecía por ningún lado. Teniendo más o menos sus objetivos en mente, y mientras buscaba los dos tractores, encontró los cajones de madera donde se suponía que había tres generadores de 300 Watios de gasolina con patines. Estaban desmontados. Había patines. Había algo que muy bien podía ser un generador... Llamó al primer mecánico que pudo echarse encima (ocupado con sus propias cosas, claro) para que comprobara que todo estaba. El mecánico, finalmente, no fue tal, sino el señor O'Doul, célebre abstemio. Pulcramente, y estorbando que Hirch pudiera seguir buscando otras cosas, montó uno de los aparatos y, con un fondillo de gasolina, lo puso en marcha, para probar el nivel de salida de potencia y ver si daba lo que tenía que dar. Amenazó con hacer lo mismo con los otros dos, pero tal mirada encontró en la cara de Hirch, que se limitó a investigar sus tripas, para cerciorarse de que no tuviera una avería fatal. Todo parecía en regla. Se volvió a empacar todo, se comprobó que los albaranes estaban bien... El taladro derrik tampoco le costó (pero ¿cómo puede perderse un tractor?) Era un taladro. Ponía derrik en un albarán, a su lado, así como en el cajón con paja donde estaba. En el albarán ponía: "taladro" Todo estaba claro. No. Había que ser intransigente en esto. Pidió ayuda de nuevo, pero esto no llevó tanto tiempo. Finalmente, tuvo que dar por perdidos los tractores y fue a avisar a la oficina de que no estaban. Packard, el encargado de personal, frunció el ceño. Pues juraría que si estaban. Hace dos días que los estibaron. Fue a ver y, en ese sitio sobre el que se había subido varias veces, en el mogollón de bultos, bajo aquella lona, había unas cosas que, antes, a Hirch no le habían parecido tractores.

Es que vienen desmontados ¿sabe? Y se fue rápido a sus propias ocupaciones.

Field compartía la cubierta tres con Sutton. Tuvo, pues, la oportunidad de ver el espectáculo de Sutton saltando a la pata coja y agarrandose el pie, maldiciendo la mantequilla de... (censurado)

Él anduvo más ágil. Los diversos juegos de herramientas aparecieron. Miró los albaranes. La primera en la frente: donde tendría que haber herramientas para aviones (los números de pedido coincidian) había (lo decía el albarán de entrega, firmado por Starkweather, por cierto) herramientas para barco. No sabía si había diferencia entre unas y otras. Se quedó algo mosqueado, hasta que tuvo la oportunidad de ver a De Witt pasar por ahí, a lo suyo. De Witt casi estuvo a punto de bailar del susto, cuando se enteró.

De haber llevado esta basura, hubieramos estado metidos en la misma m... (censurado)

Había que devolver estas y pedir las correctas. De Witt le dijo qué debía pedir y a quién (Field lo apuntó todo en una nota) Fue a la oficina, buscó la guía, buscó la gerencia de la Boeing hasta que se le ocurrió mirar en el pequeño listín que había en la pequeña y atestada mesa. Ahí estaba el teléfono que quería, en la B de Boeing y en la A de Avión. Por lo menos Moore había sido muy pulcro. Estuvo toda la mañana haciendo la devolución a Fundiciones Bertram de Baltimore y el nuevo pedido a la Boeing. El nuevo pedido tardaría tres días en llegar. Anotó todos los pormenores y dejó las notas de devolución y de pedido en la mesa, en una increíblemente alta pila, para que Moore las confirmara y las firmara.

Llegó la hora de comer, de entre las tripas del barco, surgió una especie de seres especialmente sucios y magullados. Todo el mundo tenía aventuras que contar. Pero el buffet estaba ahí y, pronto, el silencio de los hambrientos se apoderó del pantalan.

- Tiradas (3)