Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 5: hacia el hielo. En la Barrera de Ross.

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21/12/2014, 02:18
Guardián de los Arcanos

En tus delirios, te parece que estás enterrado muy hondo bajo tierra. Eres algo grande e informe. Eres algo incomprensible. Te parece experimentar muchas dimensiones. Comprenderías, si tuvieras mente, que no es el caso, que el universo está compuesto de tantas capas superpuestas (capas de las que como humano experimentas una ínfima proporción). Pero no eres pensamiento... o no eres pensamiento salvo solo una obsesión: la de salir de la prisión en la que estás para tomar algo. Un ligero tenteempié de una docena de planetas o así. Y una estrella, quizá. El mundo para ti es una serie de formas geométricas sobre las que se inscriben Signos. Serías un Ser anciano si el tiempo tuviera algún significado. Has captado algo de lo que te rodea: de los pequeños insectos que pululan por las cercanías solamente uno te ha despertado una ligera simpatía: el Signo en que se inscribe tiene una lejanísima semejanza con el que te es propio a ti. Tu parte humana, el cerebro al que tu espíritu manda las señales de lo que percibe, se retuerce de angustia ante su sola visión.

Días más tarde no recordarás nada de lo que soñaste en tus delirios febriles, pero los muñecos de nieve de Abermale despertarán ciertos ecos en tu memoria inconsciente que harán ver con indulgencia sus esfuerzos.

Notas de juego

Ahí tienes material para rolear un delirio como debe ser :)

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21/12/2014, 16:15
Dr. Arthur Hirsch
Sólo para el director

Notas de juego

De inicio la "andadura" ya es "rasgadura". Con mal pie empezamos...

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22/12/2014, 12:17
Alexander Peabody

Una vez estabilizada la situación, y comprobados los daños materiales y personales, el panorama se le antojó a Alex desolador. Arrecimados en las tiendas batidas por la tormenta, no parecía haber ningún motivo para el optimismo. La pérdida de la mitad del combustible de aviación era irreparable, y condicionaría no poco los planes de le expedición.

Trató de acomodarse lo más cerca posible de Maggie, perdida ya toda vergüenza. Se deshizo en disculpas al comprobar las ampollas que habían salido en el cuello de la aventurera, sabiéndose responsable, por lo que decidió no dejarla ya ni a sol ni a sombra. Ahora, siempre estaba cerca, bien con un tazón de sopa, bien ofreciéndole una manta, y en general pendiente de cualquier mínima necesidad o deseo de la joven, aunque tratando, eso sí, de no agobiarla. La tímida naturaleza del espíritu de Peabody no le habría permitido otra cosa.

Deberíamos, en adelante, encargar las comprobaciones de indumentaría a los especialistas, ¿No creen...? - se atrevió a decir, en uno de los silencios que el agotamiento impuso en la tienda. La preocupación por su propia participación en las heridas de Maggie parecían haberle dado qué pensar - Quizá dos equipos de dos personas, las más experimentadas, deberían revisar el vestuario de los demás, antes de afrontar las inclemencias del exterior - se detuvo por un momento, buscando las palabras o la energía para pronunciarlas - Creo que un equipo de dos..., sí, creo que podría revisar con más rapidez y eficacia el vestuario de cada uno,  y con dos equipos... - terminó ahí, inacabada, su frase. Consideró que no era necesario añadir que sería más rápido, cuando ni siquiera era seguro que hubiera nadie escuchando. La escasa luz tampoco ayudaba a saberlo, ya que apenas se percibían las siluetas, algo borrosas, de quienes tenía alrededor.

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23/12/2014, 00:36
Lord Anthony Montagu-Sutton III

La existencia de Sutton era un mar de dolor y sufrimiento perpetuos.

Al filo de la vida y la muerte su mente volaba huyendo de la sala de torturas en que se había convertido su cuerpo, mas allá de la limitada percepción sensorial de su mera existencia. Una alucinación sobre entidades cósmicas, seres mas allá de toda comprensión humana, símbolos geométricos, dimensiones y signos tan enrevesadas y cambiantes que inducían a la mas completa de las locuras. La mera visión en su mente era un martirio en si mismo.

En sus delirios se retorcía febril, murmurando entre dientes palabras ininteligibles, sin sentido alguno, frases tan complejas que casi parecían ser pronunciadas en un idioma extraño, siseante y agudo, si no fuese por que la garganta de un ser humano no estaba preparada para pronunciarlas de una manera consciente sin ver sus cuerdas vocales gravemente dañadas.

Probablemente por eso cuando Sutton por fin recuperó la consciencia, su voz estaba tan ronca que apenas podía pronunciar palabra alguna. Aunque por otro lado no tenía ánimos para decir nada.

Incluso en su estado tan lamentable como precario le llegaron a su oído rumores de las vivencias y desventuras de los compañeros que habían realizado la travesía por barco, pero sinceramente le importaron un comino. Ya tenía suficiente con sus desgracias como para preocuparse por las de los demás.

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23/12/2014, 17:30
Aramiker Menez

Efectivamente cuando Green acabó con ella Menez parecía una momia egipcia. A veces pensaba que no estaría mal estar muerta y embalsamada con tal de no sufrir tanto como estaba padeciendo en la maldita expedición a la Antártida. Por mucho que Maggie les había contado los horrores del frío no había pensado que hubiera podido ser peor que los horrores de una larga travesía en barco. Las tormentas, con las enormes olas haciendo que el Gabrielle se desgañitara como una rata acorralada, y los mareos que la habían hecho delirar hasta casi volverse loca aún permanecían frescos en su excepcional memoria. Nada podía compararse con el dolor que sufría ahora la periodista.

- ¡Ay, ay, ay!- No tenia ni fuerzas para hablar. Mucho menos para ponerse a escribir o hacer algo productivo. Pero hacía lo que podía. Asintió a las sabias palabras de Peabody y por dentro se lamentaba de la pena que sufría el jovial hombre, apocado ahora. Recibía con gusto las visitas, la del joven Nandan por ejemplo, siempre tan positivo y activo. No quería entretenerle mucho con una vieja como ella así que lo despedía con un gesto dela mano para que se fuera a corretear pro todas partes mientras ella ponía cara de cordero degollado. Sólo la visión de Pooster le daba fuerzas para articular algunas palabras.-  No se vaya.- Se aventuró a decir la descarada señora envuelta en vendas. Después sedaba cuenta de lo que pedía al hombre y bajaba la cabeza golpeada por la crueldad de la realidad que vivían. Cualquier ayuda sería importante y Pooster era un hombre fuerte y resistente.- Vayase, pero déjeme algo suyo. ¡Oh, sus gafas!. Sí, sería maravilloso guardarlas aquí conmigo.- Se aferraba el pecho con sus propios brazos.- Así sabría que volvería a verle. Un detalle que me recordaría a usted y me ayudaría aferrarme a la vida.- Ahora que sabía que no las necesitaba consideraba que podía pedírselas. Eran un objeto tan característico de Pooster que lo relacionaba con el indivisiblemente. Menez hablaba como si el esfuerzo hiciera que se le estuviera escapando la vida por la boca alargando la temblorosa mano hacia el rostro deforme de Pooster. La ampolla de su nariz afeaba aún más su cara haciéndole parecer un ogro de los cuentos para asustar a los niños.- Mi ogro...je.

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23/12/2014, 19:12
Chester Field

Los rumores parecían extenderse por el campamento como si los mismos vientos antárticos los llevaran en volandas, algo que no dejaba de ser normal cuando decenas de personas se veían obligadas a compartir espacios diminutos, sin poder apenas salir al exterior, y cuya máxima diversión era contar el número de heridas que cada uno había sufrido en aquella "aventura".

Pero cuando uno de los miembros del barco le preguntó a Chester si era cierto que les había atacado un calamar gigante, con alas y pies y garras, salido del fondo de las abisales aguas del océano, Chester se dio cuenta de que quizás había llegado el momento de empezar a hablar claro, poner los puntos sobre las íes y las cabezas en su sitio. O fuera de su sitio, pensó riéndose de su propia ocurrencia.

Así que, esperando que sus palabras sonaran más fuertes que los rumores, intentó acallarlos soltando cuatro verdades al gélido aire.

Poco después de partir, cerca de Haití, nos topamos con una tormenta tropical, o más bien un huracán. Interceptó todos nuestros aparatos, y apunto estuvimos de perder los dos aviones apenas empezada la aventura, pero logramos sobrevivir. Aquella no era una tormenta normal: era una tormenta de mil demonios. Literalmente: unos seres alados volaban en medio de la tormenta, sacudiendo las naves, como si estuvieran saliendo de algún sitio. No estamos seguros de si nos topamos con ellos por mala suerte o si estaban buscándonos, pero se dieron cuenta de que estábamos ahí y casi nos mandan a pique. Fue la visión de aquellos seres la que dejó a a Abermale tal y como lo ven ahora. Y también fueron la causa de que nuestro valiente Jefe de Expedición - dijo Chester sin asomo de burla y con el máximo respeto -, el Señor Pickwell, se...

Pero entonces Chester se calló un segundo. Si mal no recordaba, Dominique no había comentado con nadie su problema, así que no parecía adecuado que él fuera el primero en exponerlo: debería ser el propio Dominique quien diera las explicaciones pertinentes.

Bueno, resumiendo. Que si quieren hacerse una idea de cómo fue el ataque de aquellos seres, podría mostrarles algunas fotografías que logré tomar desde el avión. No son muy buenas, pero para hacerse una idea de a lo que tuvimos que enfrentarnos, bastan y sobran. Aunque yo no se lo recomiendo: su sola visión basta para hacer tambalear la cordura de los hombres. Y a partir de aquí, quizás Dominique quiera continuar mi historia...

Notas de juego

Si alguien quiere ver las fotos, que me lo diga.

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23/12/2014, 21:07
Guardián de los Arcanos

No es que hubiera mucho sitio por donde corretear. Lo decimos por la sana recomendación que Menez había hecho a Nandan. Por otro lado, y entre las maldiciones de aquellos cuya humanidad era pisoteada en el intento que hacía el chaval de seguir los consejos de sus mayores, las gafas de Pooster cambiaron de manos y desaparecieron en uno de los pliegues de la manta de piel de reno que envolvía a la periodista.

Lo de las fotos si fue Troya. Los que de puro cansancio no podían ni dormir (por no hablar de la tienda estremeciendose constantemente por el influjo de los vientos de más de 70 millas por hora) tenían ganas de entretenerse viendo fotos. Varias manos indeterminadas por culpa de la mortecina luz de la lámpara se extendieron hacia Chester.

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23/12/2014, 21:11
(Starkweather-Moore, técnico) Patrick Miles

Me cago en la puta, Chester. ¿Y no pudo ser que alucinarais? Bichos visteis solo tú y Dominique. Y a saber qué le habrá pasado al bueno de Abermale, que se porta como un niño de teta, aunque con demasiada mala baba, por Satanás. Yo para mi que visteis algún fenómeno de esos que son luces de colores, espejismos y yo qué se y os volvisteis micos. Cosas más raras se han visto.

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23/12/2014, 21:14
(Starkweather-Moore, técnico) Lawrence Longfellow

Yo no vi nada, pero tenía mucho miedo, dice con sencillez Larry.

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23/12/2014, 23:32
Dominique Pickwell

Senado en un rincon de la tienda me llego el relato que hacia de los monstruos el amigo Field, al momento levante la vista y fue suficiente con una mirada para que terminara de dar detalles, pero el daño ya estaba hecho. sentia como perdia el control de mis manos segun me llegaban las imagenes de aquellos seres aterradores.

Me encuentro muy incomodo al verme observado mostrando mi "incapacidad", bueno pense, tarde o temprano acabaria por saberse, este es tan mal momento como cualquier otro. Al levantar la mirada de nuevo los veo mirarme y noto que estan impacientes por saber mas del tema

Como bien ha contado el señor Field, lo que parecia una tormenta de mil demonios resulto ser un mar de gigantescos monstruos voladores, con apariencia de medusas que nos observaban con millares de ojos. El movimiento de sus tentaculos y de sus enormes "cabezas" cogiendo aire por arriba y soltandolo por debajo conseguian desplazarse hacia el espacio exterior, esto era lo que generaba la tormenta donde nos vimos envueltos, de hecho estuvimos a punto de colisionar con uno de ellos. Segun avanzo en mi relato siento que tengo menos control de mis manos, pero prosigo... Yo vi enormes medusas, Field dragones, Abernale le pillo con los aparatos de vision y perdio la cordura, no sabemos que pudo ver. Mis temblores son mas que evidentes.

Pero este no es el unico fenomeno extraño que vivimos, En lo alto de un pueblecito cerca de La Paz fuimos observados de noche por unos seres voladores muy rapidos, yo apenas pude verlos, pero desde luego los habitantes del pueblo estaban atemorizados. Al dia siguiente nos encontramos muerto nuestro saboteador, un sargento, al que le habian separado la cabeza del cuerpo, estando esta sumergida en una sustancia viscosa y conectada a cientos de hilillos. Tambien tenemos fotos y dibujos de la zona, El señor Sutton les podra dar mas detalles.

tengo sospechas que de manera reciente pudo haber pasado algo mas. Acababamos de alcanzar el polo pero no conseguimos aterrizar en el primer punto de suministros, por lo que me desplaze a pie para preparar la llegada de los aviones donde teniamos que haber aterrizado. Es en este viaje cuando nos sorprendio una tormenta como la de ahora, mas o menos. En el campamento base no se que pudo pasar, pero a nuestra llegada vimos un muñeco de nieve hecho por Abernale de lo mas sobrecogedor. Supongo que asi es como lo interpreto, en ese momento no le di importancia, ahora me da que pensar...

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24/12/2014, 00:51
Dr. Arthur Hirsch

Jamás había tenido una experiencia tan vívida y lacerante como aquella. La debilidad y la laxitud de sus miembros eran los síntomas de una congelación inminente y de no ser atendido inmeditamente temía que sus secuelas serían iremediables. Se fijo en los miembros de la expedición que tenía a su alrededor pero no se atrevió a pedir ayuda.

Desde que los brillos iridiscentes de los hielos perpetuos deslumbraran su visión, intuyó que aquel paraje se convertiría en el escenario en el que un grupo aislado de seres humanos tendrían que mantener una lucha cerval, semejante a la que sus ancestros tuvieran que acometer en los albores de su existencia , allá en la primitiva e inhospita era  glaciar  y en la que sólo los ejemplares para "aptos" fueron capaz deadaptarse y perpetuar la especie.

Bajo aquellas circunstancias primordiales era cuando  las cualidades de los hombres más avezados a la dureza del trabajo y a los rigores físicos salían a la palestra revalorízándose hasta volverlos virtuosos.

Escudriño a los mecanicos y finalmente alargó la mano pidiendo auxilio. Si alguien le acercaba al médico tal vez podría "inyectarle" la moral suficiente para hacer hacer acopio de las fuerzas que tanto adolecía en aquellos críticos momentos...

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24/12/2014, 16:21
Timoty Pooster

Tim se acerco a Menez y le susurro al oido.

tenga usted, cuidelas y que no se le pierdan, no se las dejaria a nadie que no fuera especial para mi, alguien de confianza y a quien poder dar mi confianza y afecto.no permitire que le ocurra nada, sere su ogro guardian, cariño.

 

Pooster atendia medio absorto a las explicaciones, anotando pequeñas frases en su libretilla de tapas de cuero. El lapiz raido mostraba que le solia dar uso frecuente a su apendice de papel.

Cuando se ofertaron las fotos, la primera mano en cogerlas fue el, pendiente de ver que mostraban y si podian afectar a los demas miembros.

Dejenme decirles que esto que hay aqui parecen seres primigenios, antiguos que han habitado en la tiera desde hace millones de años. Yo les creo y se que esto que han visto no es una paranoia colectiva ni una alucinacion. No es bueno que mentes fragiles vean estas imagenes, no lo recomiendo. La curiosidad puede hacer a mas de uno perder la cabeza.

puede que no me crean, pero todo eso que cuentan para mi tiene mucho sentido, se lo aseguro.

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24/12/2014, 16:37
(Starkweather-Moore, técnico) Michael O´Doul

Señor Greene, al doctor Hirsch parece algo fatigado. No se qué quiere decir. Por Dios, ayúdele.

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24/12/2014, 16:39
(Starkweather-Moore, científico) Richard Greene

Canturreando, Greene se acercó a Hirsch. ¿Cómo estamos? ¿Le duele? Natural, ese pie debería estar ahora en el cubo de los desperdicios, amputado, si no fuera por la buena suerte que ha tenido de que nos dieramos cuenta a tiempo. ¿Cuántos miligramos de morfina se administró y cuándo? ¿No lo sabe? Le miró las pupilas. Lo siento, Hirsch, si no sabemos bajo qué dosis está usted, debemos esperar. Por precaución, bien lo sabe usted.

Notas de juego

Hirsch es un médico competente, Albertautas. Y como además es psiquiatra, tiene en su maletín drogas suficientes como para un ejército, por si no caías ;)

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24/12/2014, 16:44
Director
Sólo para el director

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24/12/2014, 16:49
(Starkweather-Moore, científico) Douglas Orgelfinger

Orgelfinger había estado muy callado todo el rato. Ahora, con los ojos muy abiertos, la cara como el papel y temblándole las manos, se acercó al lugar donde Chester rebuscaba en sus cosas para sacar el cartapacio donde guardaba las fotografías.

Pe... pero era una visión. Una alucinación, ¿verdad? Yo... yo miraba desde el Gabrielle por mis instrumentos. Es... estudiaba el huracán cua... cuando... ¡Enséñeme esas fotos! ¡Esas malditas fotos! ¡Enséñemelas! ¡Rápido, demonio! ¡Necesito verlas y saber!

La gente que había estado durmiendo se revolvió en sus lechos protestando. De los que estaban despiertos, O'Doul se acercó al joven becario para intentar calmarlo, pero cada vez gritaba más.

¡Quiero verlas! ¡Quiero verlas!

Notas de juego

El que desee ver las fotografías que me lo diga.

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24/12/2014, 16:55
Guardián de los Arcanos

Hirsch había tratado a Douglas Orgelfinguer de delirios producidos por algo que había experimentado en los primeros días de viaje, cuando el Gabrielle había tenido que dar un rodeo para evitar un huracán en el Caribe. Según el buen entender de Hirsch el asunto había sido una alucinación provocada por su extrema juventud, su gran imaginación y seguramente aparatosos espejismos. Esa había sido la tesis en la que se basó el tratamiento, al que Orgelfinger había respondido bien. Ahora unas fotografías estaban poniendo en peligro la base misma de su curación, amenazando con transformar al joven en un deshecho, tal y como estaba ahora su jefe, el meteorólogo oficial: Abermale.

Por el lado de Abermale, no había tenido tiempo de tratarle con seriedad, pero a simple vista, el hombre sufría una regresión a la infancia. Algo desde luego muy preocupante. Volver a someter al enfermo al estímulo que había provocado su regresión no era para nada aconsejable.

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24/12/2014, 17:00
(Starkweather-Moore, científico desquiciado) Pierce Abermale

Abermale, por la otra parte, no hacía, aparentemente, demasiado caso al asunto. Vuelto de espaldas a la escena, en su rincón, alejado de la luz y de el calor, acunaba un bebé de trapo que se había hecho y al que cuidaba con mimo. Era una especie de adefesio con los rasgos retorcidos, pintados en la tela con tinta china. Parecía tener demasiadas extremidades y, al menos, dos cabezas. Cada cabeza tenía muchas bocas y ojos.

Buenas noches mi bien

sea tu sueño tranquilo

duerme niño feliz

te vigila mi amor

 

Si lo quiere el señor

la mañana estival

que despiertes mi bien

con un rayo de sol

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24/12/2014, 17:11
Guardián de los Arcanos

Lo que vio Pooster a la luz de la lámpara de keroseno fue eso: un fondo de nubes sobre el que flotaban esa especie de cosas redondeadas. Juraría que eran exactos a los exoesqueletos de algunas criaturas, como los de los erizos de mar, por ejemplo, aunque algunas de esas cosas estaban extrañamente deformadas.

En el fondo de la foto se veían muchos más puntitos, como si esas cosas fueran legión. Por lo que veía podrían ser manchas en el negativo o cientos de miles de ellos.

- Tiradas (3)

Notas de juego

pierdes un punto de cordura

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25/12/2014, 00:03
Dr. Arthur Hirsch

 

 

La ingestión de la sustancia opiácea que me había autoadministrado para

compensar los efectos analgésicos y adormecedores para mitigar el dolor

de la pierna ,había tenido inesperadas consecuencias.

En un estado semiletárgico imbuído , había experimentado una sensación de pérdida momentánea

de   las habilidades cognitivas  y de la propia consciencia que debía de haber sido suplantada

por la personalidad  de alguno de mis últimos pacientes en uno de sus episodios de crisis histérica.

La transferencia inconsciente y la suplantación momentánea de la psique de este paciente

que no fui capaz de reconocer, había sido un efecto secundario que nunca había experimentado

antes y que me hicieron recordar una definición que los tratados definían como "bilocación

involuntaria transferida" según la cual, bajo condiciones extremas , el organismo alterado puede

provocar "un desdoblamiento" involuntario  de  personalidad y tomar como referencia la

de otra que haya experimentado una situación traumática  parecida y con. la que se ha alcanzado un

elevado grado de empatía

En aquel estado semiinconsciente  la proximidad del doctor   y sus palabras  surtieron

el efecto que en mi somnoliencia inducidad, había pretendido y  tras unos momentos de confusión

recuperé el sentido pleno de mi propia identidad. La pierna ya no me dolía tanto y aunque me

sentía agarrotado, me di cuenta que la impresión onírica había retrotaído a los primeros

momentos justo antes de aplicarme la insulina. Respiré tranquilizado y mire alrededor.

-¡ Chester, por  Amor de Dios, déme ese maldito portafotos, y alejelo como

    del muchacho como si una de una plaga de langostas se tratara!-Exclamé con una expresión

    caústica, casi  imperativa. Acto seguido  pude  levantarme y me interpuse entre ambos.

- Si ahí hay algo que pueda influir en su salud (y no me refiero a su rancio tabaco) le ruego que

    antes me lo entregue a mí-