Partida Rol por web

El primer impulso de Chester también había sido abalanzarse sobre el pobre Peabody, pero tras seguir escuchando sus palabras se lo pensó mejor. Al fin y al cabo, el pobre diablo solamente había hecho lo que él consideraba más adecuado para proteger a sus compañeros de expedición. Y ¿acaso Chester no había hecho lo mismo al impedir a los demás ver las fotografías de La Matanza de la Puerta de la Luna? Si algo podía reprochársele al ingeniero es que hubiera actuado a hurtadillas, a nuestras espaldas. Allí es donde se hallaba la traición: en la forma, no en el fondo. Pero Moore tenía razón: ya no podían confiar en él.

Lo siento, Peabody, realmente te creo cuando dices que tú no has saboteado nada más, pero también creo que nadie se sentiría seguro si viajaras con nosotros en el avión, yo incluído. Solamente espero que tu castigo no sea demasiado duro.

Además, su sustituto iba a ser la Charlene la Estupenda, una mujer que tanto te servía para un roto como para un descosido, de innumerables y ocultos talentos y una perturbadora belleza. En opinión de Chester, habían salido ganando con el cambio.

Chester se volvió a concentrar en la lista de equipo que Moore le había solicitado.

A ver, me llevaré tres cámaras, un par de trípodes, varios juegos de lentes... supongo que no será necesario positivar allí mismo, ¿verdad? Entonces nos ahorramos el alcohol, la tienda oscura, el éter, el amoniaco, los nitratos de plata y de hierro, las bandejas... un buen ahorro, sí. Pero tendré que añadir varios filtros, cajas para guardar los negativos... La verdad, diría que todo el conjunto llegará fácilmente a los 15 o quizás incluso a los 20 kilos.

Y respecto a las armas, ¡Claro! Chester no había vuelto a pensar en ellas desde que llegaran al campamento base. Al fin y al cabo, no las habían vuelto a necesitar. 

Nosotros nos trajimos varias armas de nuestra expedición por el mundo: disponemos de cinco armas cortas, cuatro de grueso calibre. Y de cinco armas largas, todas de grueso calibre: dos escopetas de caza mayor y tres rifles. Creo que, como han dicho ustedes, deberíamos cargar con todas las que podamos, al menos una por persona. No sabemos seguro qué nos está esperando allí, pero sí sabemos que será, como mínimo, perturbador.

La planificación se reanudó cuando Peabody salió de la tienda acompañado por una ceñuda Maggie, que no abandonaba su escopeta recortada. Se mostró a Charlene el resumen que Menez había hecho del texto Dyer, y a quien quisiera verlo.

1.-Dyer ocultó la verdad de lo sucedido en el campamento Lake en los informes radiados a la opinión pública.

2.- La causa de la muerte de los expedicionarios de la Miskatonik no fue una tormenta, como hemos podido comprobar, ni tampoco un ataque de locura de los supervivientes.

3.-Todo lo relatado por Dyer en este texto sobre de la primera inspección de campamento Lake concuerda con lo encontrado por nosotros.

4.- Se encontraros 14 especímenes (carambolos), 6 en peor estado y 8 mucho mejor conservados. Los 6 en peor estado enterrados en posición vertical siguiendo el patrón de una estrella de cinco puntas.

5.- Tanto los experimentos realizados por Lake como por Charlene muestran una extraordinaria capacidad de adaptación (capaces de vivir bajo el agua, volar, y desplazarse por tierra) de la especie así como una resistencia inimaginable hasta ahora dada su antigüedad.

6.- Al parecer, 8 de los especímenes, los que estaban en mejor estado, no estaban muertos sino en una especie de estado de hibernación del que lograron restablecerse, acabando con la vida de los expedicionarios del campamento. Cuánto tiempo llevaban así, es una incógnita.

7.- Tanto los experimentos realizados como el relato de Dyer demuestran que dicha especie posee una inteligencia comparable si no superior a la nuestra, dentro de las diferencias que puedan encontrarse entre miembros de especies diferentes.

8.- Prueba de esta inteligencia fue que se llevaron a el único desparecido oficial, Gedney, y a uno de los perros. No hay prueba alguna de maldad, sino de una curiosidad innata en una especie inteligente por conocer cómo funciona algo desconocido para ella.

9.- Existen pruebas gráficas de que tras la Montañas de la Locura se encuentra una ciclópea ciudad, antigua residencia de lo que fue, al parecer, el apogeo de dicha especie.

10.- Dyer y Danforth sobrevolaron la ciudad y aterrizaron, explorándola durante algunas horas. Tomaron fotografías y realizaros dibujos de los grabados y las construcciones existentes. Descubrieron la existencia de otras especies, como la de un pingüino albino y ciego de enorme tamaño. Allí encontraron el cadáver de Gedney y del perro que faltaba, el material ausente del campamento (tiendas, trineos, provisiones, etc) así como rastros de los Carambolos desaparecidos. Algunos de ellos habían sido atacados y dados muerte por alguna otra especie de naturaleza no determinada. Se les denomina en el texto Shoggoths (nota Menez: podrían tener cierta similitud por lo descrito con lo encontrado por los Dementes en su viaje)

11.- Decidieron volver apresuradamente y no contar lo sucedido allí para no estimular a otros a investigar la ciudad, dispuestos  a hacer todo lo posible para ello. Esto los coloca como principales sospechosos de la cadena de sabotajes sufridos por nuestras expediciones.

 Sykes llegó poco después. Sería él, el que había confeccionado vuestra vestimenta, el que viajaría en lugar de Maggie. Se choteó abundantemente del resumen de Menez, sin creer ni una coma de lo que había escrito.

¿Estamos tontos o qué? Decía. Pero ante las miradas heladas de Moore bajó el tono y se limitó a los detalles técnicos.

Bueno, comentó tras tranquilizarse un poco, revisando las notas de Moore y de Nandan. Un avión no es una tienda de oxígeno. Sepan que las tiendas de oxígeno son compartimentos estancos que se utilizan para dormir. Su estanqueidad permite que el oxígeno se extraiga directamente a la atmósfera, mediante un complicado proceso en el que interviene el hidróxido de sodio que ven aquí. Eso ahorra un montón de oxígeno, permitiendo dormir con cierta comodidad, de paso, ya que respirar mediante una mascarilla desperdicia mucho, y necesitamos ese ahorro. 

Para que un avión cumpla esas funciones debe ser estanco. Pero completamente estanco, no solamente un poco. ¿Pueden garantizar esa estanqueidad? Si es así, es viable hacerlo, si no, no.

En cuanto al trineo, recomiendo llevar uno al menos, si, tal y como dice Pickwell. Se había pedido a todos que repitieran sus opiniones, para ponerle al día, con lo que se había perdido más tiempo. Si se rompen un tobillo y hay que cargarles me lo agradecerán.

Tampoco llevamos prismáticos, según dice aquí. Y (ríe), bueno. No creo que hagan falta, porque no habrá más que una llanura ahí, pero si lo que piensan es meterse en antiguas ruinas (se sonríe más), diría que precisan de linternas.

La escopeta mataelefantes, diez kilos, el equipo fotográfico, veinte kilos. Contando con que hay que tener un trineo por si acaso, nos quedarían unos treinta kilos, lo que significa otras tres escopetas o rifles. Las armas cortas creo que pueden pasar, si no se pasan de veinte balas cada una y cada uno se limita a una sola, excluyendo a los que lleven armas largas.

Bien. Tenemos el tema de los aviones. ¿Se pueden hacer estancos o no?

Pickwell pensó detenidamente en las tripas de un boeing, en cómo estaba hecha su carlinga, llegando a la conclusión de que no podía garantizar su estanqueidad. No completamente.

¿Estanqueidad en los aviones? Yo diría que si, pero debemos hacer pruebas antes de asegurar nada, joder. Que no somos adivinas.

Halperin se limitó a encogerse de hombros y a menear la cabeza dubitativo.

En ese momento entró en la tienda, sin llamar, Giles. Se quedó ahí plantado mientras todos le mirabais preguntandoos sin duda cuánto tiempo habría estado escuchando tras la puerta. Él jadeaba un poco, como cuando tenía estupendos chismes que contar.

Eeeh, hola. Se quedó parado intentando poner en orden sus pensamientos. Que ha habido un comunicado por la radio. Dios, no se si... bueno, supongo que lo primero es dar el pésame al señor... ¿o debería llamarle Su Gracia, o algo así? Miraba a Sutton como si fuera de caucho verde. Que han comunicado al Gabrielle una noticia del mundo exterior. Al parecer, Sutton, su abuelo murió hará tres días o así. Mi más sentido pésame. Creo que ahora es usted duque de Manchester.

Teniendo claro para que sirven las cabinas mi opinion es que no podemos prescindir de ellas. Los aviones son muy estancos ya de por si pero no se puede garantizar al 100%, ni incluso haciendo pruebas o preparandolos en tan breve espacio de tiempo, no se enfade Miles, no dudo de su profesionalidad, pero sabe tambien como yo que es imposible revisar todos los remaches de la estructura, y aun asi un aterrizaje brusco puede producir roturas o que salten remaches y poner en peligro nuestra supervivencia. 

Otra alternativa es preparar los aviones lo mejor que podamos de estanqueidad y usarlos solo como ultimo recurso si alguna de las tiendas fallase. En cuanto a los prismaticos los aviones tienen uno cada uno como material permanente, siendo bastante buenos, asi como un par de linternas y herramientas para las revisiones. En caso de necesidad tambien podemos contar con ellas, pero no son de gran autonomia.

Por mi parte no voy a llevar nada especial, en cuanto a las armas siempre llevo conmigo mis dos 45 y la derringer, aunque tambien llevare una de las escopetas que compramos y el machete, por cierto, hice dos mas por si alguien quiere otro.

La llegada de sopeton de Giles con la noticia del fallecimiento del abuelo de Sutton me deja sin palabras ...Lo siento Sutton, mi mas sincero pesame.

Starkweather Junior hacía sonidos con el carboncillo sobre el papel, pensando y mirando aquel esquema. ¿Qué haría su padre? Adelantar todo el proceso para llegar antes que nadie, eso seguro. Todo lo que estaban hablando retrasaba el viaje y no es que nadie tuviese prisa, al menos Nandan no, pero tantas pruebas eran el cáncer del avance y el progreso. El chico comprendía que era necesario llevar armas. También la mayor parte del equipo propuesto... pero le parecían pocas medidas de seguridad ante la asfixia. Había leído muchas historias de exploradores marinos, pero también de escaladores. Siempre, invariablemente, alguien de la expedición acababa derrochando el oxígeno o sufría de mal de altura.

—Si me permiten la observación...— dijo, comenzando a hablar bajito y luego tomando cierta confianza— creo que llevamos poco oxígeno. No deberíamos perder el tiempo comprobando los aviones. Como bien ha dicho Miles, yo lo dudaría, señor Pickwell. Y ante la duda, como diría mi padre, la más... bueno... mejor pasar a otra cosa y no malgastar el tiempo. El clima no es clemente aquí, como muchos hemos comprobado y seguro que Starkweather querrá tenerlo todo listo cuanto antes. Opino que más que hacer experimentos ahora sería más conveniente tratar de conseguir y llevar alguna otra botella de sosa caústica y, o también, de oxígeno. ¿No creen que yendo tantas personas es poco hidróxido para todos? ¿Y si nos hace falta para volver? ¡Tenemos que regresar todos! ¡Ya vale de traidores! Todos juntos haya lo que haya ahí fuera...

Nandan bebió un traguito rápido de la sopa-puré que había dejado Peabody Traidor y siguió.

—Por otra parte... esto... bueno, he leído en las histo...bueno... que para no malgastar el oxígeno deberíamos llevar algo para evitar respirar "de más". Los mamíferos somos derrochadores por naturaleza. Quizá tapándonos la nariz o la boca para no usar ambos orificios podríamos ahorrar ¿no creen? Eso implica no fumar. Es mejor que nadie lleve cigarrillos.—miró dubitativo a su alrededor, primero a Chester, como con vergüenza y luego termino fijándose en Moore—También me gustaría llevar mis útiles de dibujo y creo que sería conveniente que todos llevásemos una tiza o carboncillo con el que poder marcar nuestro paso por las ruinas si nos perdemos. Lo he leído en este libro.

El chico sacó un ejemplar de Swallows and Amazons justo cuando llegó Giles y dio la noticia a Sutton. El muchacho abrió los ojos de par en par y se quedó mirando al duque. Aquello para él, en su fijación por lo británico, ponía a Sir Anthony muy por encima de él, incluso de Starkweather. 

—Duque... ¡Guau!

Vaya Sutton, lo siento hombre. Por partida doble, además.

Pinzas para la nariz. Que está previsto, chaval. Se refería al uso de las mascarillas. Si no llevamos pinzas para la nariz no solo se desperdiciará más oxígeno, sino que acabaremos con graves quemaduras. La temperatura y el exceso de oxígeno conseguirían eso.

Lo primero es respirar, desde luego. Beber, comer y que el avión no se caiga. Los carambolos esos, en fin... que aunque estuviera King Kong esperándonos para hacer un sandwich de explorador, maldita la gracia si nos asfixiamos antes de tener tan grata sorpresa. Se partiría de risa el muy mono.

Si Miles, que es el ingeniero, hace sus revisiones y dice que se puede, pues adelante. Pero se tendrá que poner de acuerdo con Pickwell, Moore, no nos podemos arriesgar. No estaría tan mal. Tendríamos más sitio para dormir, creo. En las tiendas solo cabríamos de dos en dos y los turnos serían complicados.

Menez se quedó consolando a Maggie que sufría por no poder golpear a Peabody mientras lanzaba a éste último furtivas miradas cargadas de rabia. Ya tendría tiempo la experta en cánidos de ajustarle las cuentas cuando estuviesen a solas, pues ninguno de los dos estaba en condiciones de acompañar a los aventureros al cruce de la tenebrosa cadena montañosa. La nueva incorporación de Withston le parecía estupenda con la única pega del apestoso olor que se percibía siempre en ella. Sus conocimientos les serían bien útiles y, además, era una mujer. 

Ignoró el tono socarrón de Sykes. Ya vendría llorando como un corderito a punto de ser degollado si todo lo que habían leído era cierto. Además, necesitaba llevarse bien con el hombre encargado de su seguridad en tan adversas condiciones ahora que no iba a tener a Maggie siempre encima de ella.

- Pues llevemos todas las tiendas de oxígeno y, si finalmente se hacen estancos los aviones, ya las usaremos para otros menesteres.- A Menez le superaba el tema de la supervivencia en el polo a pesar de que durante la travesía en el Gabrielle había acudido a sendos cursos sobre el tema. En el texto de Dyer no se hablaba en absoluto de que tuvieran que usar oxígeno para poder respirar allí.- Perdonen mi ignorancia respeto al asunto pero, en el texto de Dyer no se mencionan asuntos tan técnicos. Yo pensaba que el oxígeno sólo sería necesario para el vuelo y que, una vez aterrizados, no lo necesitaríamos.- Aunque la idea de dormir en la tienda junto con Pooster no le disgustaba, no poder usar todo el oxígeno que requiriese la romántica situación se le antojaba un incordio.

Como los demás, al escuchar la noticia de boca de Giles, Menez dio el pésame a Sutton.

Mi más sentido pésame, Sutton. Y mis felicitaciones, si es que son bienvenidas. Espero que no se le suban los humos, rió la gracia a su estilo seco, su gracia. Creo que las condiciones bajo las que se escribió nuestro contrato han cambiado, pero espero que llegaremos a un acuerdo sin problemas.

Toca usted uno de los puntos que hacen la historia de Dyer bastante increíble, Menez. Sepa que ahora mismo estamos a una altitud que casi haría necesarias esas medidas. Estamos al límite. Los aviones tuvieron que volar bastante bajo para no superar ese límite, ¿cierto? Pasar las montañas, por supuesto, lo haría necesario. Pero según las descripciones de Dyer, las públicas, que en este caso coinciden con su escrito posterior, tras esos desfiladeros hay una gran super meseta. Y en esa altitud nuestros expertos opinan... saben, que es necesario el complemento de oxígeno.

Cómo o porqué ellos pudieron estar varias horas sin asfixiarse, no lo se. De hecho, que yo sepa, no iban equipados para ello. Es algo que tendremos que comprobar. Puede que explique este relato tan extraño. Pudieron estar alucinando.

Pero si llevamos siquiera una de las tiendas de oxígeno, el peso no nos permitirá llevar armas largas fuera de la de James, Menez. Renunciando a llevar esas tres armas largas extra podríamos llevar una sola tienda y esos machetes que usted dice, Pickwell.

Decidan. El tiempo vuela.

Tim habia asistido incredulo a la revelacion de su intimo amigo.

Estupefacto, reaccion tarde para tratar de ayudarle.dejenle tranquilo, por favor, decir esto le ha costado mucho, mas de lo que imaginan.

todo esto es turbador y Alex no esta bien, todos lo hemos notado.

el solo ha cometido esta accion entendiendo que nos ayuda, tratando de evitar un supuesto mal. No desconfien, no se equivoquen, razon tiene, lo que no comparto es el hecho del sabotaje.

no ha tratado de comprometer la expedicion, solo ha tratado a su modo de protejernos. Necesita ayuda y tratamiento, como creo que muchos de ustedes tambien, aunque mas levemente. Todo esto es demasiado para aceptarlo por las buenas y eso hace mella y mina la mente y la moral.

¿ se consideran mejorez que el? Acaso no han tenido dudas o se estan encontrando mal con todo esto qu esta sucediendo?. Tengan un poco de compasion, Alex es sincero y les aseguro que si bien, poco puede aportar ahora, maxime tras su accion, lo que pueda hacer lo hara. No lo duden, si ha de ayudar, ahi le tendran.

leer ese texto es duro, incluso para mi. Quiern que les describa a las bestias que atacaron a los carambolos? Como es su piel, lo rapido y fuertes que son, lo temible de su mera presencia? Puedo hacerlo, amigos, o si, claro que puedo. Creen que esas armas nos ayudaran? Seria bueno que hicieran caso a lo que un alocado pueda dar a un cuerdo, se lo aseguro. Parece que el fuego es su talon de aquiles, asi que lleven keroseno si quiern hacer algo contra los esclavos de los antiguos.

se que todos estan asustados, pero es que lo que estan descubriendo es algo fuera de la razon, pero tan real como ustedes.

preparemos el viaje y veamos que encontramos, pero vayan preparados para todo, por extraño, doloroso o irreal que les parezca.

¿Así que Peabody se ha vuelto chalado definitivamente?, dijo Charlene con una mezcla de impaciencia y altanería. Se veía venir, desde luego. Parece que los loqueros no han hecho muy bien su trabajo, ¿no, señores?, añadió, con sarcasmo, hacia Pooster y Hirsch. Lo que ustedes hacen nunca me ha parecido muy científico, más bien charlatanería para viejas ricas...

Una media sonrisilla irónica se asomó a su rostro cuando dijo: Así que..., se diría que queda una plaza libre en el avión. Miraba con intención a Moore. Después de varias solicitudes denegadas, no iba a ser ella quien se lo pusiera fácil; tendría que pedirselo. Esperó, dedicando un leve saludo a Menez, que venía a decir algo así como "Ya ves, lo he conseguido". Estaba exultante.

Fue Nandan quien se adelantó, quizá un poco inconsciente del protocolo pero muy consciente de sus hormonas.

—¡Puede venir con nosotros, señorita Whitston! ¿Sí? A todos nos agrada su presencia...—el chico trató de corregir en el último momento su entusiasmo—...y sus conocimientos profesionales y científicos seguro que serán más que útiles y bienvenidos. ¿No es así señor Moore?

La contempló con su mirada límpida y llena de adolescente expectación, mientras su temperatura corporal se incrementaba latido a latido.

Cuando consiguió calmarse por la traición de Peabody, Menez volvió a ser la misma de siempre y contestó a Moore elevando los hombros.  

- Y yo qué sé. Me parece muy raro que pasaran pro alto ese detalle, aunque fuera técnico.- Alucinaciones decía Moore.  Alucinante más bien. Dejó polémicas aparte y se centró en asuntos más prácticos.- Es que sería de vital importancia saberlo. Quizá en esa supermesta haya una fuente de oxígeno, digamos artificial. ¿No hablaban de unas fumarolas? Quizá vapor de agua o algo así, la verdad es que  esto me supera. ¿Podría darse algo así?¿No sería mejor que alguien hiciera mediciones o se presentase allí antes de lanzarnos a lo loco?- Estaba indignada con el trabajo de los científicos. Mucha formación, experiencia y todo lo que quieras y no sabían decir si era posible hacer estanco el maldito avión.- Si es cierto lo que cuenta Dyer en el texto, ¿cómo viven esos pingüinos allí si no hay oxígeno?- La interrupción de Charlene le vino como anillo al dedo.- Charlene, bienvenida...- No la dejó ni contestar y ya estaba interrogándola.-... ¿es posible que un animal como un pingüino viva sin oxígeno? Que yo sepa la vida en las montañas a semejante altura es imposible. Sólo rocas, ni matorrrales ni nada.- Llegaba un punto en que tenían que ir concretando y, para eso, Menez era una buena organizadora.

- Organización Señores.- Comenzó a garabatear sobre un trozo de papel.- Veamos. Si nos dicen nuestros ingenieros que es posible hacer estanco el avión, no veo por qué no fiarnos de ellos. Si durante el aterrizaje se averiara pues para eso estan, caballeros, para arreglarlo in situ.- Así era Menez, pequeña pero guerrera.- Si quieren, por no arriesgar demasiado llevemos una de las tiendas de oxígeno. Si luego no nos hiciera falta pues ahí se quedarían. Metamos las armas matapingüinos gigantes y albinos  y metamos latas de queroseno, si hacemos caso a lo que dice nuestro querido Pooster. Uno de los aviones estanco para dormir y el otro para guarecernos del frío y  no tener que llevar las otras tiendas.Expediciones de ida y vuelta desde donde aterricemos a no ser que haya algún imprevisto que requiera acampar en las ruinas, si es que donde vamos no es un desierto yermo.  Yo creo que cabe todo. Miren.

Solamente 4 escopetas... a Chester le parecían pocas, la verdad. Iban a ser muchos, y más les valía que en un momento de apuro cualquiera pudiera disparar para salvar su vida o la de un compañero.

Pero al fin y al cabo también disponían de una buena cantidad de pistolas, y bien pensado quizás no todos los expedicionarios sabrían usar una escopeta o un rifle. Sí, quizás con cuatro armas largas se las apañarían. Que aquello no era un safari precisamente.

Cuando oyó lo de Sutton, no pudo evitar felicitarle, aunque quizás no era lo más pertinente, claro. Pero es que, ¡Joder! Jamás se había ido de putas con un duque. Je, si lo viera su madre, que decía que nunca llegaría a nada... pues mira ahora, emborrachándome codo con codo con la más alta aristrocracia, fíjate tú. 

Bueno Sutton, ya nos invitarás al palacete, no? Espero que ahora no tengamos que empezar a limpiarte el culo o así.

Nandan había dicho algo de alucinaciones, y de no llevar tabaco. O sea que definitivamente el que sí estaba alucinando era Nandan, si esperaba que Chester dejara el Vicio en el campamento base. Le había costado Sangre, Sudor y Muchas Promesas y Apelaciones a la Antigua Camaradería, pero al fin Albert había aceptado - muy a regañadientes - pasarle un paquete de tabaco medio lleno de estrangis. Y Chester no iba a renunciar a él, ni por todos los carambolos del mundo.

Charlene se estaba haciendo la dura. Chester sabía que ella se moría de ganas de ir, pero se estaba haciendo la remolona. Bueno, pues él iba a hacer todo lo posible para que se apuntara, faltaría más.

Señorita Whitston - comentó, con un tono ligeramente burlón - sabe de sobras que sus habilidades serán no solamente necesarias, sino muy apreciadas por todos nosotros una vez lleguemos al otro lado de las montañas. Ahora que hay un asiento libre, nos haría un gran favor si lo aceptara. 

Chester estaba convencido de que Charlene aceptaría, pero mientras tanto aún estaba todo el tema del qué-dejar-y-qué llevar. Y el fotógrafo empezaba a aburrirse. Todo aquello de hacer listas de material le tenía harto desde que habían tenido que revisar la carga del barco antes de partir de Nueva York, y no quería tener que pasar por todo aquello otra vez. Además, parecía que Ménez se las apañaba la mar de bien con aquellas cosas. Diablos con la secretaria.

Señores, si me disculpan, voy a empezar a seleccionar qué material fotográfico voy a necesitar ahí arriba. Hay que empaquetarlo todo bien y asegurarse de que funciona, y mil cosas más, pero no voy a hacerles perder el tiempo explicándoles los tiquismiquis del asunto. Nos veremos luego.

Dicho esto, Chester - si Moore no se oponía - se fue a preparar su petate fotográfico.

Vaya, gracias, Sr. Starkweather junior, respondió Charlene evidentemente divertida, inclinando ligeramente la cabeza con coquetería. Es muy cortés por su parte. Gracias a usted también, Sr. Field, añadió, esta vez con tono cortante, es bueno saber que cuento con su estima, pero creo que debe ser el Sr. Moore el que decida si cumplo los requisitos para acompañarles. Estaba en su salsa, a pesar del hedor y de su horrible aspecto no había perdido la habilidad de flirtear como si todos estuvieran cenando en un club elegante de Nueva York.

Pero qué descortés soy, continuó dirigiéndose hacia Sutton y tomándo con delicadeza su antebrazo, crea que lamento mucho su pérdida. Si hay algo que pueda hacer, cualquier cosa... Para disgusto de Nandan, y quizá de algún otro admirador, la mirada cálida que le dirigió al duque duró un poco más de lo que hubiera sido necesario.

Después se volvió hacia Menez, y adoptando un tono que parecía deliberadamente pedante dijo: No hay forma de saber el consumo de oxígeno que necesitaría para su supervivencia un pingüino gigante albino, caso de que existiera tal criatura, que no debería. Tal vez haya una mutación en sus genes, como se sospecha de los sherpas en el Himalaya. El problema, como sin duda los meteorologos sabrán, no es la concentración de oxígeno en si, sino la presión atmosférica. Mi consejo es que no podemos arriesgarnos, es prioritario contar con suficientes reservas, como ya se ha dicho.