Partida Rol por web

"Los ochenta fueron de Ciencia en Acción.

Frente a otros grupos con más trayectoria como la Legión Máxima, más internacionales como Global Freedom o más poderosos como la Liga Maravilla, Ciencia en Acción marcó a toda una generación. 

El supergrupo de estudiantes universitarios cruzó la barrera que separaba la lucha contra el supercrimen del show bussiness para convertirse en un icono pop: camisetas, videojuegos, figuras de acción, muñecos de peluche, campañas publicitarias... su éxito fue tal que propició el rodaje de una película sobre sus aventuras aunque,  debido a los escándalos que destruirían al grupo, el rodaje se retrasó varios años. Cuando llegó a los cines hacía tiempo que habían pasado de moda y el grupo estaba disuelto. Su adversario más clásico, el Doctor Nunca, no pudo incluirse debido a problemas de copyright y el argumento tuvo que versar en torno a una anodina invasión alienígena..."

(Lo Superpeor del Siglo XX, de Hiro Reckard) 

El sol brillaba en el cielo azul y soplaba una suave brisa. El camino subía en suave pendiente hacia la cumbre nevada de la montaña. A un lado había una granja desierta y al otro, un bosquecillo de pinos.

Si no hubiera sido por el tenue olor a desinfectante, aquello podría haber pasado por la realidad. 

Estaban todos.

Red Hawk, líder y estratega; Gold Lion, amo de los elemento; Green Mastodon, señor de las bestias y las plantas; Blue Shark, terrible en distancias cortas, en tierra, agua y aire; White Tiger, psíquico telépata y Black Wolf, científico del grupo y creador de los supertrajes. 

Estaban en formación, con una de sus emblemáticas poses. No dejaba de ser una ironía que, en lugar de ponerse así para enfrentarse a un supervillano, enfrente tuvieran a la BLITZ Squad.

Red Hawk alzó la mano:

-Ciencia en Acción... ¡ATACAD!

¿Por qué demonios tenía que estar en este estúpido ejercicio? No habían pasado ni tres días desde su vuelta a casa desde el maldito hospital de A.E.G.I.S. y sus padres ya se lo habían quitado de encima. Su madre apenas le dirigía la palabra, lo cual a Kenji le venía de escándalo, porque era mejor eso que aguantar una de sus charlas zen de maruja nipona. Pero su padre le había dado la tabarra desde el minuto uno. Le había hecho ver una y otra vez la secuencia grabada del combate, creada a partir de los registros de la armadura. Su mente no se había recuperado todavía del ataque de Viral (tenía pesadillas, oía voces durante la vigilia y se le aceleraba el corazón sin motivo*) y encima tenía que analizar sus fallos y entonar el mea culpa para que su padre pudiera calmar a sus propios fantasmas.

Porque ahí estaba el meollo del asunto: Sean O'Donnell se torturaba a sí mismo al mantenerse en su retiro y utilizaba a su hijo como un simple dron de combate. Pues que se haga una puta armadura robótica y la vuele desde casa, joder.

—¡Atentos! —exclamó con un tono de voz quizás algo imperativo—. Voy a descargar una andanada sobre el grupo; Chas, salta al centro de ellos y saca a Red Hawk de allí; Toro, tumba primero a los flojos; Bool, contrólame a Gold Lion —y sin esperar ninguna respuesta se elevó en el cielo y disparó toda clase de proyectiles aturdidores, sónicos y eléctricos sobre la formación cerrada de Ciencia en Acción**.

Todavía no tenía muy claro porqué habían aceptado hacer aquel entrenamiento con AEGIS y Chas no estaba nada convencido de usar sus poderes y mostrarlos ante toda aquella gente. Pero allí estaban, haciendo gala de sus capacidades y de su buen hacer como equipo. No permitiría que los cuestionaran o que les dijeran eso de que eran unos críos haciendo el trabajo de los mayores.

Chas asintió a las palabras de Kenji y comenzó a correr hacia la formación como si fuera a interceptarlos junto a Toro. En un momento dado se esfumó y apareció junto a Red Hawk. Había corrido para aprovechar su inercia y tratar de desestablizarlo. La idea... hacer un segundo salto y acabar al otro lado, y que con el empujón de la inercia cayera al suelo para poder apartarse y en caso de ser necesario poder sacar sus armas psíquicas...

Se había tomado muy en serio el entrenamiento, el primer enfrentamiento que tuvieron se les fue un poco de madre y el último del que venían podría haber acabado muy mal de no haber sido por la intervención de A.E.G.I.S. Necesitaban aprender a trabajar en equipo y ella al menos venía muy dispuesta a ello.

El grimorio flotaba cerca de ella, pero estaba bastante segura de que hoy no tendría que depender mucho de él porque había repasado cada uno de los hechizos que había practicado con su mentor. Alzó las manos por enfrente suya y un aura que distorsionaba el contorno de las mismas las rodeó.

- Déjamelo a mí. - Sonrió convencida, que estuvieran en una simulación le ayudaba a no estar tan tensa, sin embargo estaba lejos de estar completamente recuperada del encuentro con Viral. Aún seguía dudando de si era realmente capaz de controlar sus poderes. Aún dudaba de sí misma. Retrocedió unos pasos y se mantuvo alerta, le interesaba mantener las distancias pero tampoco debía aislarse completamente de sus aliados... Si Gold Lion intentaba algo ella lo evitaría.

-¿Los Ciencia en Acción así,  de entrada? ¿No es un poco excesivo para empezar?

-Las calles no son amables con el débil. Quiero ver qué es capaz de hacer sin su padre vigilando.

—¡Ahí voy, jefe! —El Toro no se lo pensó demasiado y cargó, corriendo a toda velocidad hacia los supertipos holográficos o mecánicos o lo que fuera que fuesen. A Héctor le habría parecido de mal gusto enfrentarse a unos tipos tan depravados como Ciencia en Acción, contra los que su madre había despotricado más de una vez como ejemplo de gente que lo consigue todo y pierde la cabeza por el lujo, el dinero y la fama. Utilizarlos así, para una simulación, era como traerlos de nuevo a la vida.

No, a Héctor no le habría gustado. A El Toro, sin embargo, le daba absolutamente igual enfrentarse a una cosa u otra.

Y El Toro llevaba un buen rato "activo". Héctor se había puesto la máscara mucho antes de comenzar el entrenamiento. De hecho, antes incluso de llegar al lugar donde les habían citado los de A.E.G.I.S. Para el adolescente era importante mantener dentro de lo posible su identidad secreta, aunque no tenía muchas esperanzas de que la gente de la agencia gubernamental no supiera que Héctor García era la persona bajo la máscara del luchador. Lo malo era que llevar tanto rato la máscara puesta hacía cosas curiosas con la cabeza de Héctor. Le hacía más osado, más seguro de sí mismo. Más dispuesto a correr riesgos e impresionar a la gente. 

Por suerte, tampoco lo volvía idiota; mientras avanzaba corriendo a toda pastilla hacia los integrantes de Ciencia en Acción, El Toro dio un salto, cambiando de trayectoria, y luego otro, buscando evitar los posibles ataques del grupo. Escondiéndose entre el humo y las ondas expansivas de las explosiones que los proyectiles de Warhead estaban provocando en el campo de batalla. 

Su objetivo era Black Wolf, el científico. El jefe había dicho que fuera a por los más flojos y eso estaba haciendo. Aunque no dudaba de que alguien trataría de impedir que catapultara a la estratosfera de un puñetazo al genio constructor; la pregunta que rondaba por la mente de El Toro era si ese alguien sería Blue Shark o Green Mastodon.

La andanada de Warhead dispersó a la colorida formación  con una cadena de explosiones.

El guerrero de traje amarillo saltó dentro de un cráter e hizo una complicada coreografía mirando al cielo: una densa niebla de un color  blanco empezó a cubrir el campo de batalla.

-¡Niebla de Combate!

+++Procesando Análisis Atmosférico... nitrógeno, oxígeno y agua. Partículas de aluminio en suspensión. Nube hiperdensa... sistema de puntería comprometido+++

Gold Lion. Su especialidad era la química y podía convertir unos elementos en otros.

Menudo software gastaban en A.E.G.I.S. 

Warhead, parece que los Ciencia en Acción virtuales se saben algunos trucos. Éstas sobrevolando el campo de batalla pero no ves el suelo ¿Qué vas a hacer?

(Bool, puedes intentar dispersar la niebla, mira más abajo)

La especialidad de Red Hawk eran las matemáticas. Gracias a sus  modelos predictivos estadísticos podía planificar sus batallas a la perfección. 

Detuvo los ataques de Chas con las guardas de sus antebrazos, de un modo casi casual. Se mantuvo a la distancia justa para evitar que le teleportase. Cuatro dardos en forma de pluma aparecieron en su mano derecha.

-¡Garras de Halcón!-gritó Red Hawk. 

Chas vio por el rabillo del ojo a White Tiger. Entonces lo comprendió. Su especialidad era la psicología: leer mentes, telepatía y telekinesis. 

Chas, parece que White Tiger está leyendo tu mente e informando a Red Hawk, que es más duro de lo esperado y va a pasar al ataque. ¿Qué harás?

El Toro se abrió camino hasta Black Wolf. El científico esquivó su primera salva de puñetazos con ágiles volteretas hacia atrás hasta que clavó la rodilla en el suelo y detuvo un estruendoso golpe con un escudo de energía que surgió de su muñequera izquierda.

-¡Escudo Astral!

A continuación, una larga espada luminosa con la empuñadura en forma de cabeza de lobo apareció en su mano derecha.

-¡Colmillo de Lobo!

El Toro retrocedió de un salto esquivando el mandoble. Recibió un pequeño corte en la chaqueta.

"Científico del grupo" no significaba "nenaza".

El Toro, tira Enfrentarse a una Amenaza.

En la retaguardia, Bool entrecerró los ojos intentando seguir todos los movimientos del combate. Su mirada fue atraída por Green Mastodon que se introdujo en el bosquecillo con una rápida serie de volteretas laterales.

Green Mastodon estaba especializado en Biología: los seres vivos le obedecían ciegamente. Señaló a Bool con el dedo.

-¡A por ella, amigos verdes!

Y dos árboles sacaron sus raíces del suelo y avanzaron hacia ella como dos monstruosos insectos. 

Bool, tienes varias opciones. Dependiendo de a quién quieras ayudar, tira Defender (a Warhead frente a Gold Lion, a Chas frente a Red Hawk y White Tiger o a El Toro frente a Black Wolf) y narra en consecuencia. Si quieres enfrentarte a Green Mastodon y sus secuaces vegetales, tira Enfrentarse a una Amenaza. Como es habitual, acepto otras opciones. 

Los árboles no llegarán inmediatamente hasta a ti pero puedes emplearlos para narrar un resultado de 6-.

A Blue Shark lo he dejado de lado a propósito. Si sacáis un 6- y es razonable, podéis utilizarle para justificar vuestro fallo. 

Cerró los puños y se mordió el labio. Analizó la situación en la que se encontraban y empezaron a temblarle los brazos, no sabía qué hacer. Dijo muy convencida que ella se encargaría de Gold Lion, pero en muy poco tiempo todos se enzarzaron en combate y no sabía a quién apoyar.

- Joder cálmate... - Pero la situación se complicaba aún más y ahora venían dos árboles super mal rolleros a por ella, arrastrándose torpemente con las raíces.

Empezó a pronunciar un hechizo ininteligible titubeando a cada palabra y articulando los brazos con unos movimiento que recordaban a las olas del mar, los hechiceros más experimentados eran capaces de realizar el mismo conjuro con un simple gesto de mano, sin embargo para ella aún no era tan sencillo controlar las energías arcanas de su alrededor. Reunida la energía necesaria, empujó los brazos hacía adelante con un golpe en seco y un mar de llamas surgió a pocos centímetros de las palmas de sus manos abrasando a las criaturas que se acercaban a ella.

- ¡TOMA YA! ¡ME VOY A HACER VEGANA PARA COMERME TUS MIERDAS DE PLANTAS! - Gritó eufórica, pensaba que no lo lograría. Era tal la emoción que las llamas no solo quemaron a los árboles que se acercaban a ella, sino que también prendió a fuego a otros más que aún no habían sacado las raíces del suelo y un muro de llamas rodeó a Green Mastodon.

-¿Qué coño...? ¡Seguridad, hay un incendio en el simulador 6-R! ¡Joder, abran esa puerta!

Era tal la euforia que no se dio cuenta de que detrás suya se encontraba Blue Shark, haciendo una serie de heroicas -y muy cutres- piruetas que terminaron en una patada en la nuca de Bool.

- ¡Ugh! - Cayó de cara al suelo, expuesta, sin siquiera haber tenido tiempo de ver la cara de su oponente. Por supuesto las llamadas dejaron de salir de las palmas de sus manos, aunque el incendio provocado aún permanecía.

Oh, joder, ¿niebla? ¡Qué pereza! ¿Cuánto va a durar este ejercicio? Quiero volver a casa y ponerme con la montaña de deberes y de apuntes que tengo pendientes gracias a mis “vacaciones” en el hospital. Pero no, tengo que estar aquí, “peleando” con unas figuras de acción zoofílicas… Y encima con esta peña, que casi ni me dirige la palabra. ¿Por qué tengo que luchar con un grupo? Que les den a estos tres inadaptados que me miran como si yo fuera el culpable del hambre en el mundo…

—¡Armadura! —lo cierto era que Kenji no se había molestado ni siquiera en poner un nombre a la computadora de a bordo—. Conecta los infrarrojos de onda corta, el visor láser 3D y el radar activo.

A ver qué tal los cacharritos nuevos de la armadura de mi hermanita, la joven promesa. Le había costado un gran esfuerzo mejorar los sistemas de visión de su vieja Mark VIII con la avanzada tecnología “prestada” del casco de la Mark XI. Había tenido que estudiar los viejos manuales y las notas de su padre. Había trabajado días en su armadura cuando antes ni siquiera había aguantado más de quince minutos en el taller con su padre. Pero así funcionaba la mente de un adolescente: si te lo pide tu padre es un coñazo; si lo haces por gusto, mola.

-Aún tiene la sangre caliente de su padre. Tiene que aprender a atemperarla si quiere ser un buen líder... ¿cuál era la especialidad de Black Wolf? Todos estos supergrupos me parecen iguales...

Joder... 

Chas empezó a pensar en formas de librarse de aquella situación. Si Red Hawk estaba siendo informado por White Tiger era un problema gordo. Y lo peor era que pensara lo que pensara tigre lo sabría antes...

Bueno, pues entonces tendré que ir a por ti rallitas.

Chas saludó a Red Hawk a modo de despedida y desapareció, teleportándose justo encima de White Tiger y sacando un martillo energético listo para golpear en la cabeza del tipo. Esperaba que aunque hubiera adivinado que iba a por él, el aparecer encima lo confundiera lo suficiente para darle tiempo a golpear.

-¿En una casa okupa? Mmmpf... ¿Se ha metido en algo sucio?

-Nada serio: drogas blandas, contacto con delincuentes... lo de meter un demonio extradimensional en el inmueble creemos que no lo hizo con mala intención. Estamos lidiando con eso en estos momentos. 

En cuanto Chas apareció se formó el martillo en sus mano. Aprovechó la inercia para lanzar con todas sus fuerzas el golpe... que impactó contra el suelo provocando un métalico ruido que se expandió unos metros al rededor de la zona de impacto.

Cuando levantó la cabeza para ver que había pasado los dos enemigos se abalanzaban sobre él. Parece que a White Tiger no solo le había dado tiempo a leer su mente y esquivar, sino comunicárselo a Red Hawk y que pudieran montar un contrataque combinado.

El puñetero científico, que se suponía que era uno de los "flojos" estaba resultando un hueso muy duro de roer. El Toro, que había comenzado el combate atacando con furia y rapidez, se fue encontrando cada vez más acorralado por la destreza de Black Wolf, que paraba sin problemas sus golpes con el escudo de energía (impenetrable a sus ganchos de derecha, e incluso al golpe con los dos puños, una de sus especialidades). Peor aún, no había manera de atraparlo; era escurridizo y a El Toro le parecía cada vez más evidente que estaba jugando con él. Desviaba sus golpes con el escudo o se zafaba de sus intentos de tirarlo al suelo o atraparlo. 

A su alrededor, parecía que las cosas no iban del todo bien. A Chas y Bool les estaban dando un paliza, y de Warhead aún no sabía nada, ¿seguía volando por ahí arriba? Tenía que hacer algo para ayudarles, y estaba aquí atrapado en este combate... El Toro se lanzó contra Black Wolf en un ataque muy rápido, dejando que la espada le golpeara un par de veces. Lo importante era coger el otro brazo, el del escudo. Lo logró, solo un instante, pero fue suficiente. Cuando el científico trató de golpearle con la espada, El Toro lo lanzó con una fuerza tremenda en dirección a White Tiger y Red Hawk. Con un poco de suerte, lograría quitárselos de encima a Chas.

Según lo lanzó, El Toro gritó con rabia. Estaba herido y cabreado. No le iba a resultar sencillo contener los golpes a partir de ahora. No tenía ganas de contenerse.