Partida Rol por web

El trayecto continuó sin incidentes hasta llegar a la nave, donde una transmisión se coló de repente en su sistema. 

Realmente, no dijo nada inesperado: había intrusos en la nave, y habían tomado el control. Por los disparos que se oyeron, Drax supuso que ya no quedaría nadie de la tripulación a bordo con vida. Ahora era su turno, el turno de entrar ahí y darles su merecido. Sin embargo, antes de poder hacer nada, la nave les atrapó en un campo tractor, y comenzaron a deslizarse hacia la nave cada vez a mayor velocidad. 

Rápidamente, Drax encendió a toda potencia los propulsores frontales para frenar su avance hacia la nave. No quería detenerse, solo reducir la velocidad. Al fin y al cabo, tenían que ir a la nave de una forma u otra, pero no quería que se estrellaran contra ella como un misil. 

-Toda la potencia a los escudos delanteros-dijo mientras pulsaba las palancas que desviaban la energía, para que las pantallas de escudo amortiguaran el golpe en lo posible, o para que desviaran los ataques que les lanzaran desde la nave. 

Apretó el comunicador, y gritó por él:

-Thake, dispara contra la nave, abre un agujero en el casco en el punto hacia el que vamos. 

El krogan esperaba que así la nave quedaría encajada en el hueco en vez de colisionar contra el casco, y podrían salir sin dejar tras de sí un destrozo humeante de nave. 

-Zare, ¿hay alguna manera de contrarrestar esta mierda?

Después de llegar al sistema de Terminus, los escáneres detectan la nave que estábamos buscando. Sin que Straso me indicase que lo hiciera, establecí contacto con la nave:-Nave minera. Aquí la Kalros de la Cuidadela. Venimos en vuetra ayuda. Por favor respondan.-dije a través de los canales de comunicación estándar de la Alianza. Dados unos segundos recibí una comunicación entrante la cual tenía muchas interferencias:-Esto es todo lo que puedo hacer para limpiar la señal pero o creo que dure, señor.-le dije a Straso. 

Escuchamos la transmisión y en cuanto se cortó, un impulso sacudió nuestra nave y empezamos a acercarnos hacia la nave minera:-Zare, podemos desactivar ese imán. Baja a la sala de máquinas y haz lo que sabes hacer.- le dije a Zare por las comunicaciones:-Voy a hackear sus sistemas a medida que nos acercamos para que accedas a sus sistemas y desactives ese imán.-a continuación le hablo a Thake en la torreta.-Thake te acabo de enviar la localización de ese imán y tienes que disparar ahí. Es mejor destruir-lo que destruir la nave entera.-hacía y actuaba por el cumplimiento de la misión, sin ni siquiera que nadie me dijera nada. 

- Claro que lo tengo...no sería la primera vez... dijo tomando su pistola y dirigiéndose hacia la puerta de salida ...para usted mi principal consejo es...intente no llorar mucho... dijo con tono autoritario.

- Los imánes nos atraerán a la compuerta como si fuera recursos...no chocaremos contra el casco...se nota que esa tecnología se te escapa...demasiado trabajo de tierra... dijo para el krogan ...quizás debamos hacer algo una vez dentro, debereís seguirme la corriente en todo momento...y Thake...no dispares un misil...el imán también puede atraer los dispositivos internos y explotarnos a nosotros mismos.

- Sabemos que no es hemos comportado como idiotas...tendría que haber imaginado la posibilidad...pero la venía remota por como estaba el universo... Straso miró a Ethan ...vamos ha hacerlo claro...si han tomado esa nave...mínimo nos superan en número...que nadie haga ninguna tontería...Zare...intenta el hackeo, pero sino consigues nada escondete y Thake con él.

Las órdenes de Straso estaban claras:-Zare, voy a dejarte el canal abierto para que puedas hackear.-le dije al quariano mientras me dirigía junto a Straso a las compuertas de desembarco y con el Avenger en mano ya.

Zare escuchaba todas las voces e intentaba seguir el ritmo de los demás. Estaba acostumbrado a trabajar en una nave coordinando esfuerzos con otros, pero no mientras dicha nave estaba siendo atraída hacia un destino peligroso.

- ¡De acuerdo!- dijo finalmente.

Por lo que había entendido, los demás desembarcarían. No podían escapar de la fuerza que les llevaba a la nave pero su objetivo era llegar a ella, de modo que no sería tan malo.

- Tendréis que desactivar ese imán cuando estéis dentro si no consigo hacer nada. Si no, no vamos a poder irnos... cuando todo salga bien.- dijo intentando animarse a sí mismo.

Drax gruñó ante el comentario de Arlius, y se desató del asiento. Cogió la escopeta, comprobó que estuviera cargada, ys e colgó el hacha del cinturón. 

-Ethan, te dejo los mandos. No es que haya mucho que pilotar ahora mismo. 

Se dirigió rápidamente con los demás, embutido en su nueva armadura. Una vez allí, comprobó una vez más el cargador y se colocó en posición para disparar a lo que quiera que les recibiera. 

-Tranquilo, Zare, conozco una manera infalible de desactivar sistemas-dijo dándose una palmada en el mango del hacha de guerra. 

Habíamos llegado al último punto detectado de la nave extraviada. Allí se encontraba con apenas unos rasguños. Acto seguido se trasmiten a nuestra nave unas comunicaciones. Segundos después comenzamos a ser atraidos por una especie de iman, así que nos preparamos para el impacto. Zare intentaría detener ese iman, mientras que a mi me ordenaron disparar.

No me parecía la mejor idea, pero no era momento de discutir. Sin pensarlo dos veces fui a los mandos, pero en el preciso instante en el que iba a comenzar Arlius me ordenó parar y ¿esconderme? - ¿Por qué debo esconderme? Soy apto para el combate. - Repliqué. Quería ser útil. - ¡No pienso quedarme de brazos cruzados! - Finalicé

Arlius se giró hacia Jorgal...- No vamos a pelear...ahora no por lo menos...de seguro son más que nosotros, estarán mejor armados...y además cuentan con las defensas de la nave...además si dañan la nuestra puede que no podamos abandonar este lugar...hay que pensar... se giró hacia Thake ...yo no te ordenado que no luches...ni tampoco a Zare lo que os ordeno es que os escondaís para que peleís en el momento justo...seguramtente nos encerrarán a los demás a la espera de un intercambio o de créditos...esa es la única razón para atraernos a la nave sin dañarla...¿han quedado ahora claras cuales son mis puñeteras órdenes o sigues queriendo salir a recibir el primer balazo en tu puta cabeza?.

Zare se quedó pasmado por la respuesta de Arlius. Tardó unos segundos en intentar abrir de nuevo el canal de comunicaciones.

- Señor... ¿vais a entregaros sin más?- preguntó con un hilo de voz- Entonces debería... ser yo quien entrara y vosotros los que os escondierais. No sé... no sé cómo podría ayudaros desde aquí fuera. Pero os puedo dar tiempo si me capturan a mí, ¿no? Vosotros... sois mejores en... todo esto de disparar y...

Se iba quedando sin voz a medida que hablaba. Claramente no había pensado muy bien antes de hablar. Sin embargo, sonaba más o menos convencido.

- Puedo entrar con alguien y fingir que somos un par de exploradores, o incluso que hemos robado la nave...

-Si señor!-contesto ante la pregunta de Straso, aunque no fuese dirigida hacia mí:-Tu idea no es mala, pero tiene un fallo, ya hemos dicho quiénes éramos, así que no te preocupes y cumple las órdenes de Straso, Zare.-le comento a Zare, con un tono de calma en mi voz, para que el cogiese confianza en sí mismo:-No te preocupes por nosotros, por eso estoy en el grupo de "abordaje".-dije finalmente y me quedé a la espera de alcanzar la nave y que nos capturasen.

Drax gruñó sonoramente ante las palabras de Straso. Órdenes tan cobardes que sólo podían provenir de un carcamal como él, y es que eso era lo que pasaba cuando se colocaba a un turiano al mando. Hablaban mucho sobre el honor y la justicia, pero siempre preferían las salidas cobardes y el combate a distancia bien seguros. Al fin y al cabo, ellos fueron los que desataron la genofagia sobre su pueblo, un arma química con la que ganaron la guerra krogan sin combatir directamente, como bien les gustaba. De no ser por esa cobarde táctica, todos ellos y los enclenques salarianos habrían caído sin problemas frente a las escopetas y martillos krogan. 

Drax estuvo a punto de rebelarse, de llevarle la contraria y quedarse allí, para luchar contra lo que quiera que viniera. Incluso pensó en la posibilidad de reventarle la cabeza de un escopetazo y librarse de él por fin. Sin embargo, aún significaba algo para él la cadena de mando, y al fin y al cabo sabía que tendría muchos problemas si le mataba, pues aquello no era Tuchanka, sino espacio de la Ciudadela. Qué ganas de volver a casa, pensó, donde un krogan puede actuar según manda la tradición y el instinto. 

Por ello, simplemente enseñó los dientes y le lanzó una mirada poco amistosa al turiano (aunque tampoco es que en general sus miradas fuesen amistosas) 

-Señor, ¿de verdad su plan es dejarnos capturar? ¿Cómo sabe que simplemente no nos matarán? No sé qué es eso del rescate de créditos, tal vez usted valga muchos, pero por mí nadie va a pagar ni medio crédito de rescate. 

En caso de que quiera seguir adelante con esta locura de plan, por lo menos asegúrese de llevar un arma bien escondida. 

Dicho eso, sacó de su escopeta uno de los refuerzos de acero, que parecía pequeño en su enorme mano, y que tenía forma de punzón, como un cuchillo pequeño, y se lo metió en la boca, entre los dientes. Ahí nadie lo iba a encontrar, y podría dar una buena sorpresa a quien les capturara. 

- Sí deseas convertirte en parte de la basura espacial que rodea la nave...coge tus armas y pelea como sabes...pero si de algo estoy seguro es de lo que digo... miró hacia atrás para comprobar que Zare y Thake tomaran al fin sus órdenes y se escondieran ...no he sobrevivido a tantas y variadas guerras para perecer en tiempo de paz...¿qué sería de la gloria?...se la metan donde les quepa maldita sea...

- Se están activando las medidas de aproximación de emergencia...la nave está entrado en un hangar...por favor agarrense a algo fuertemente y por favor no saquen ningun miembro por las compuertas antes del aviso... dijo la voz de la I.A informando de la más que obvia situación.

Zare seguía sin estar convencido del plan pero no iba a ser él quien lo discutiera. No tenía ninguna intención de meterse de cabeza en la nave enemiga pese a que se había ofrecido voluntario para hacerlo. Verdaderamente prefería esconderse en la nave y desear con todas sus fuerzas que a los demás les fuera bien.

- Bien... Me esconderé. Seguro que en la sala de mecánica hay algún sitio donde... podamos pasar desapercibidos...- sugirió por el comunicador.

Sin esperar más se dirigió al lugar propuesto por él mismo. Buscó algún armario o un hueco donde un tipo pequeño como él pudiera esconderse.

- Buena suerte...- susurró por el canal que había abierto en su omniherramienta.

Las puertas de la nave se tambaleraron...un traquteo y un sonido de la maquinaría enganchando la nave al hangar, se había tomado contacto con la nave de extracción y en breve lo hariaís con sus ocupantes fueran quienes fueran...Arlius dió los pasos al frente...se colocó el primero en la compuerta de salida y esta se abrió, todo estaba en oscuridad...no obstante avanzó haciendo sonar la pasarela metálica de rejilla que había delante de él.

De pronto las luces comienzan a saltar por todo el hangar la pasarela tenía forma de H, habiendo quedado la nave en uno de los dos huecos...en un segundo nivel había una pasarela metalica en forma de cuadrado que pasaba a unos cuatro metros de altura de vosotros y a unos dos de distancia horizontal...las armas hicieron sus sonidos propios...a lado y lado de la pasarela esperaba un conjunto de un krogan, un grupo de vorchas (unos diez en cada lado) y unos seres amorfos de formas redondas, grandotes, ojos rasgados y piel con rugosidades...en la plataforma superior no faltaron más enemigos de las mismas características e incluso volus...finalmente una criatura portadora de una especie de cyber-traje de batalla de forma humana comienza a reir...y los volus con él...- Mirad lo que ha traído la corriente...¿es ese quién yo creo que es?...el jodido Arlius...el...

- El rufián de Straso bien vivito y coleando... respondió otro aunque no se llegó a identificar quien

- ¿Qué se la ha perdido tan lejos?...¿acaso el consejo ha enviado a su espectro favorito a matarnos?...bua...jajajajaja....es broma...sé que ya no eres parte de ese "selecto" grupo.

Sin otra alternativa, Drax esperó a que se abrieran las compuertas y a que una marea de enemigos les recibiera. Había de todo en el comité de bienvenida: krogan, volus, vorcha, y razas que no pudo identificar. Todo su ser le pedía a gritos que se cubriera, que activara el armamento de la nave y abriera un agujero en el casco que se llevara a todos aquellos malnacidos al infierno, que lanzara una granada, que hiciera algo. Sin embargo, cumplió las órdenes del jefe, y se mantuvo en el sitio. Lo único que le reconfortaba era el frío tacto del cuchillo que había escondido en la boca. 

No se podía hacer nada más, y decir algo solo empeoraría la situación, así que se mantuvo callado y esperó a que terminaran las burlas contra Straso. 

Decididos a ser capturados por voluntad propia, Straso Jorgal y yo nos acercamos a las puertas del hangar de la Kalros hasta que entra en el hangar de la nave. Dejo enfundado el rifle de asalto y me preparo. En el momento en que la nave se nota con los movimientos de atraque y el impacto al tocar el suelo. 

En cuanto la puerta se abrió, todo estaba a oscuras y aquello no era una buena señal:-Por nombrar la obviedad, nos están esperando.-dije sin ni siquiera querer hacerlo. Straso avanza y Jorgal y yo le seguimos. Al cabo de un instante, una sèrie de focos se encienden y podemos observar que nos apuntan todo un variopinto grupo de mercenarios: krogan, volus, vorcha y especies no identificables de momento. El líder, que perece humanoide, al menos por la armadura, parece que conoce a Straso:-Quién es ese, señor?-pregunté mientras tenia mis brazos levantados.

Zare estuvo atento al comunicador para saber qué pasaba. Oía unas voces pero no podía saber exactamente cuántos enemigos había. Por la forma de hablar de uno de ellos y su voz áspera pensó que podría ser un vorcha. ¿Cómo era que conocían a Straso? ¿Sería cierto que el turiano había sido un espectro?

El quariano se quedó escondido y sin hacer ruido, aunque era imposible que lo encontraran a menos que empezaran a registrar la nave. ¿Qué tenía que hacer una vez sus compañeros fueran secuestrados por aquella gente?

Keelah...

- Debería pegarte un tiro en el ojo que los segadores no fueron capaz de quitarte... el brazo de su armadura despliega un arma de cañón largo que apunta con su mira a Straso.

- Él es el capitán Alenko de la Tierra...o al menos lo que no es mecánico... dice en respuesta al turiano del grupo, antes de dirigirse al capitán Alenko ...Shagon-Widow...el arma experimental que preparaban las asari...en secreto...quien iba a sosprechar de ellas imagino...adelante...¡dispara!...

La armadura replegó el cañón...- Pobre e ignorante imbécil...si lo hiciera no cobaría la recompensa que la manada sangrienta pagará por tí...o quizás los krogan de la cábala grana...ambos desearían tenerte en sus manos para despedazarte poco a poco...

- Supongo que todo esto es como siempre un negocio...

- Y muy redondo si se me permite...entre tú, la nave, el drell y el krogan va un buen pellizco...los otros dos no parecen ser interesantes...pero siempre podemos comprobarlos..."super-estrella"... miró a su "tripulación" ...bien y ahora vaís a rendiros antes de que os friamos a todos contra la..."mini-nave" que llevaís.... Arlius tiró el arma al suelo en el acto.

- Te has vuelto muy cobarde con el tiempo...la vejez supongo...en cualquier caso...eso iba por todos...rendiós o morid... después miró a sus Volus.

Aquello era algo que nunca nos hubiésemos imaginado ninguno: el capitán Kaidan Alenko, héroe condecorado de la Alianza, rebajado a un vulgar mercenario. Se creía que había muerto en acción y de no ser por esa armadura lo estaría, le mantiene con vida. Observo atento el diálogo entre Alenko y Straso y, en el momento justo, tira su arma al suelo.

Desenfundo el rifle de asalto, le quito el cargador y dejo el rifle en el suelo. Sabíamos que debíamos hacerlo pero aquello fue lo más humillante de toda mi vida, al volver a levantarme guardé el cargador del rifle y volví a poner las manos en alto. 

Drax, que había luchado en la guerra segadora, casi muriendo en la batalla de la Tierra, sabía quién era Kaidan Alenko, y verle así le arrancó un gruñido. De aquellos malditos humanos no podía fiarse uno, eso estaba claro, ni siquiera los héroes como Alenko se resistían a robar, saquear y matar. Nada le habría complacido más que pegarle un tiro en lo que le quedaba de cara, aunque se fueran ambos al infierno, pero miró a sus compañeros y decidió que no quería condenarles. 

Así que hizo lo que nunca pensó que tendría que hacer, soltó la escopeta y se desenganchó el hacha del cinturón. Empujó ambas con el pie hacia delante, y levantó las manos. 

Le consolaba saber que eso no le dejaba indefenso, por supuesto: tenía la biótica, tenía su fuerza krogan y tenía el cuchillo que había escondido en la boca. Aún así, sus tripas se revolvieron y creyó verlo todo rojo por un instante. Daba igual lo que dijeran las órdenes, antes de irse de allí pensaba reventar una buena cantidad de cabezas.