Partida Rol por web

Tras conseguir recuperar algo de vitalidad, gracias al medi-gel, veo que el vorcha intenta atacarme de nuevo. Cada vez me cuesta concentrarme para generar mi fuerza biótica, decido reserva lo que queda y me lanzo a la carga contra el Vorcha para atizarle una paliza y desactivar los lanzallamas que lleva.  

Grupo A

La cosa no estaba siendo fácil, pero en una situación así solo un necio esperaría otra cosa. Sin armas, enfrentados a dos luchadores bien entrenados y equipados, estaba claro que iba a ser complicado. El turiano estaba bien, más o menos, parecía que había logrado curarse. Tendría que encargarse rápido de rematar al vorcha para que así ambos pudieran con el krogan que tantos problemas le estaba dando. 

Su enemigo le apuntó y disparó, estando como estaban casi en cuerpo a cuerpo no había opción de esquivar el disparo. Sus escudos absorbieron el fuego, pero inmediatamente quedaron desactivados con un zumbido. Ahora los dos estaban sin escudos, un combate igualado. Drax sonrió, y le dio la vuelta al cuchillo en la mano, atacando con todas sus fuerzas al pecho del krogan, en una puñalada profesional y directa. No haría mucho contra la regeneración del krogan, pero serviría para abrir una herida en su dura piel donde atacar. 

Grupo A

El comentario acerca de las posibilidades de encontrar a su pueblo desanimaron mucho a Zare. Miraba al suelo en un esfuerzo para contener sus emociones, que en aquel momento solo eran negativas. Estaba nervioso, asustado y empezaba a ir hacia la desesperación. Estaba rodeado de piratas espaciales que no tendrían reparo alguno en acabar con su vida. La pistola le ponía los nervios de punta, de modo que hacía lo posible por no mirar el arma ni a quien la empuñaba.

El hecho de que fuera mecánico llamó la atención de los piratas. ¿Acaso necesitarían su ayuda? Esa sería su mayor baza para sobrevivir a esta chapuza en la que se había metido por idiota. Si podía convencerles de que era útil quizá saldría ileso. Aunque... ¿estaba dispuesto a ayudar a esos miserables solo para salvar el pellejo, sabiendo que todo su mundo -su gente, su hogar- tal vez habían desaparecido por completo?

- S-sí, soy mecánico- respondió dubitativo-. Recientemente he... he arreglado algunas naves... o al menos lo... lo he intentado- explicó rápidamente.

Keelah... ¿Dónde estaban los demás?

Grupo B

Tras descender por la última rejilla Ethan y Arlius recuperaron sus armas, fue entonces cuando escucharon la voz del capitán...avanzaron unos pasos por el pasillo y para su sorpresa se encontraron con Zare justo en el puente de mando...estaban en desventaja numérica era indudable...pero el riesgo de perder a Zare era poco asumible...se aproximaron por detrás...ambos sabían el plan...

Grupo B

Arlius rotó en un giro desde la pared previa a la entrada del puesto de mando y apuntó al volus cerca del puesto de mando y disparó con su arma de tirador, el disparo le atravesó por completo el rostro rompiendo su protector delantero y haciéndolo caer de forma pesada contra el suelo...al mismo tiempo, Ethan ponía en marcha la segunda parte del plan algo más complicada...

Grupo B

Ethan utilizó sus poderes bióticos para realizar una carga contra el capitán que no terminó de concluir pues lo detuvo con algún poder electrónico, una especie de escudo, tras eso se puso en cobertura...- Sino os importa es que vino con nosotros... Ethan tomó a Zare y realizó una segunda. El humano acabó de vuelta tras la pared en cobertura...Zare acabó aparatosamente contra la pared frontal algo dolorido, pero a salvo de los disparos que desde el puente de mando chocaban contra el muro.

El capitán abrió el comunicador...- ¡Esos perros se han escapado, Straso está libre y sus macacos con ellos!...¡aniquiladlos!...están armados y nos flanquean el Puesto de mando.

La repentina llegada de sus dos compañeros fue una sorpresa para todos. Zare tardó en reaccionar cuando el rostro del volus se comprimió violentamente al recibir un balazo directo. El quariano gimió asustado y sintió que una fuerza le arrastraba a gran velocidad hacia otra dirección.

Cuando pudo darse cuenta de lo que ocurría vio que Ethan le había puesto a salvo. Tropezó torpemente y se apoyó el la pared para no caer al suelo. Estaba respirando agitadamente y tenía todos los músculos doloridos por el súbito tirón que había sufrido. Por suerte, ahora tenía a sus amigos cerca.

- ¡Keelah...! ¡Estáis aquí!- exclamó emocionado-. Lo siento, me he puesto en peligro y la he fastidiado... ¡Todo esto es culpa mía!- empezó a lamentarse penosamente, arrepentido por lo que había pasado y por el problemón que tenían en ese momento.

Los piratas iban a venir enfadados y estaban en una gran desventaja. ¿Qué podía hacer él para ayudar?

Grupo A

El capitán abrió el comunicador, que se escuchaba como megafonía por toda la nave...- ¡Esos perros se han escapado, Straso está libre y sus macacos con ellos!...¡aniquiladlos!...están armados y nos flanquean el Puesto de mando.

Grupo B

Arlius refunfuña como ya es habitual...- Más lo hubieras sentido si te atraviesan la cabeza a tí... Ethan parecío reírse.

- En cualquier caso ahora mismo estamos 3 contra 5 aquí, pero ha llamado al resto de perros y no sabemos que ha pasado con Jorgal y Arianrhod...

- Esa podría ser tu tarea...vigila el flanco del pasillo por si vienen visita, y comunicate con esos dos...ah y diles que el novato de Andrey está aquí con ellos...les agradará saberlo...

La situación cada vez era más crítica. Ariarnhod estaba muy mal, y él no lo estaba pasando mejor contra el krogan, que, como todos los de su raza, no era un enemigo fácil. Volvió a dispararle, a quemarropa, a tan poca distancia que notó el cañón del arma sobre la piel: el arma emitió un fogonazo cegador y le dio de lleno. Notó un escozor terrible en el costado y vio que los proyectiles habían arrancado buena parte de su dura piel, sus escamas y su coraza natural krogan. Aunque eso había evitado que sufriera daño serio, ahora se hallaba expuesto: un disparo bien dado en ese punto podía enviarle al otro barrio, por muy buena que fuese su regeneración. 

Su única esperanza era acabar con el krogan rápido, antes de que pudiera rematarle, y luego ayudar a Ariarnhod con el capullo bajito del vorcha, que estaba dando más guerra de lo que parecía en un principio. Se lanzó hacia él, aprovechando que había abierto su guardia para disparar, y le alcanzó con el cuchillo. Era un arma desesperantemente ridícula, pero esperaba que le pudiera dar las suficientes puñaladas como para derribarle y poder rematarle con su propia escopeta. 

Grupo A

El vorcha ataca con su lanzallamas a Jorgal, viendo que su compañero le había conseguir buena mella.

Grupo A

Me había enzarzado en un combate a puñetazos contra el Vorcha para evitar que usara sus lanzallamas y así reducir su amenaza. Pero estaba cansado y mis golpes no eran los mejores que había dado pero seguían impactando al mismo ritmo que el vorcha los fallaba. De momento la suerte me sonreía. 

Un fuerte golpe impactó sobre el vorcha que tras un alarido de dolor, o quizás alguna última provocación de su raza...cayó al suelo derribado y muerto, el objetivo de Arianrhod fue logrado (daño realizado al vorcha, 7).

Grupo A

Tras la caída de su compañero el krogan quedó descolocado unos segundos, por lo que el krogan no continuo atacando a Jorgal sin control. Sin embargo tras el breve momento que estuvo en duda volvió a atacar al Krogan.

- S-sí señor...- respondió Zare aún aturdido por cómo había cambiado la situación tan rápidamente.

Se acercó con cuidado al lugar que tenía que vigilar, en el pasillo. No tenía ninguna intención de meterse en batalla pero tampoco tenía mucha elección. De momento se limitaría a seguir las órdenes de su capitán. Tenía que compensar de alguna forma la metedura de pata que acababa de protagonizar.

Por suerte, sus compañeros le habían salvado. Ahora tocaba averiguar qué había sucedido con Drax y Arianrhod. Mientras vigilaba el pasillo, empezó a toquetear su omniherramienta para comprobar si podía establecer un canal directo con sus compañeros. Debía de haber algún canal seguro por el que pudieran hablar.

- ¿Hola? ¿Hola?- decía cada vez que introducía algún cambio para ver si había tenido éxito.