Partida Rol por web

CASA ENREDADA:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 4, DÍA DEL BIENESTAR. ESTA NOCHE HAY LUNA LLENA.

HORA: MEDIODÍA.

El hobgoblin escuchó las palabras del granjero con suma atención << “Vale, no hay que hablar abiertamente del asesinato para que no incremente el desconcierto y la incertidumbre en Trunau.” >>

El cruzado negó a la pregunta de Piero, era bastante malo en lo que vendría a ser rastrear e investigar. Su atención se centró en la gnoma, parece que la muchacha quería hablar con la mujer llamada Brinya Kelver. Luego el vikingo tomó otra iniciativa y se disponía a ir a hablar con el herrero y Dragos. Luego miró al Ghoran, el cruzado se había percatado de la inteligencia de aquel ser o su forma de tratar calmada con las personas.

Haluk miró a la Strix, Garinya tenía una idea y allí que el seguidor de Asmodeus se hizo a un lado a la espera que dejaran entrar a Trog y así observar las acciones de la cazadora.

- “Yo puedo acompañar a cualquiera de vosotros, pero si he de hablar con alguien prefiero hacerlo con Cham y la camarera, Ekaterina” – eran las personas  que más había visto en su instancia en Trunau, ya que el hobgoblin se había hospedado en la Casa Enredada.  

- “Por cierto” – dijo mirando a todos los presentes – “Tengo algo muy importante que deciros” – allí que esperó a tener la atención de todos – “Casi tan importante como resolver lo que ha sucedido.” – su gesto era serio – “Allí fuera he visto a un goblin, dice ser un enviado de la diosa Shelyn…” – allí que hasta le costaba decir esas palabras, era un claro dolor al orgullo de su raza – “No tengo nada en contra de esa deidad, la respeto... pero por Asmodeus, que ese goblin esconde algo ¡No es de fiar! No… ya digo yo que no, ¿Un goblin seguidor de la diosa de la belleza? De allí no sale nada aprovechable, ¡Nada! ¡No os fieis!” – allí que todo lo que decía, lo hacía con el corazón en el puño.   

CASA ENREDADA:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 4, DÍA DEL BIENESTAR. ESTA NOCHE HAY LUNA LLENA.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

- "¡Oh, loadas sean Desna y Sarenrae! ¡Esos malditos semiorcos han dejado sus habitaciones hechas unos zorros! Han pintarrajeado todas las paredes..." -

Va a la escalera y llama a gritos a Ekaterina.

- "¡Ekaterina! ¡Trae un cubo con agua y estropajos al piso de arriba! Malditos matones altos..." -

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MES: FARASTO.

DÍA: 4, DÍA DEL BIENESTAR. ESTA NOCHE HAY LUNA LLENA.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

La mano del ciego se iluminó con un brillo azulado y agradable, para propia sorpresa del invidente. En su oscuridad pudo ver, durante un instante, una explosión de diversos colores, siete en concreto, que perfilaron las siluetas de las personas, objetos y dimensiones de la habitación. Solo duró un instante y luego nada, oscuridad de nuevo. Aun así la sensación resultó extasiante y emocionante.

Win se quedó perplejo durante unos instantes, después de lo que había acontecido. Temblaba levemente aun con la postura adoptada, de rodillas y con la mano extendida sobre el cuerpo de Rodrik, volviendo a la realidad cuando oyó unos maullidos conocidos. Y unos gruñidos porcinos.

- Claro, Peludo. ¿Has visto algo? - le preguntó con voz emocionada por si había percibido algo. Él, por su parte, intuía qué había acontecido de su mano con resultado negativo -. Creo... creo que no ha mediado nada sobrenatural que haya empujado a Rodrick a suicidarse - opinó.

Escuchó entonces los gritos de la dueña del lugar.

¿Matones? Y semiorcos...

- También creo que alguien debería evitar que se limpien las habitaciones de esos desconocidos matones. Aun no - volvió a dar su opinión -. Tal vez estén relacionados con todo esto y la limpieza supondrá borrar pistas - argumentó.

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DÍA: 4, DÍA DEL BIENESTAR. ESTA NOCHE HAY LUNA LLENA.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA.

Peludo examina la ventana y llega rápidamente a la misma conclusión que otros que la han mirado con atención: La ventana no ha sido abierta en un largo tiempo y esa raya en el vidrio puede o no ser producto de lo sucedido a Rodrik pero definitivamente, el asesino no entró por ahí.

Win le hace una pregunta, por lo cual el felino le responde al instante:

 - "Miaaaaau. Mruu." (Aún no he averiguado nada que el resto no. La ventana no ha sido abierta, como dijo el hobgoblin así que entró por la puerta, se ocultó bajo la cama y le mató en algún momento de la noche. Pero seguiré buscando.)

El gato repasa mentalmente lo que se ha encontrado hasta el momento y una sola cosa le hace ruido. Se acerca al cajón donde Tronquito encontró un fondo falso.

"Nadie se toma el trabajo de hacer un compartimiento secreto si no piensa ocultar algo en él."

Se mete en en cajón y comienza a oler y mirar, a ver si encuentra algo que al resto se le haya pasado, o un olor que le pueda decir quién sacó lo que se escondía en ese lugar. Ve al puerco entrar a la habitación y la verdad es que se le antoja un poco de tocino, aunque los humanos no son muy proclives a compartirlo y él es demasiado grande como para cazarlo.

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Iba a responder Piero cuando escuchó la voz de la posadera Cham y salió de inmediato de la habitación, saludando a los presentes antes de hablar con Cham.

- Cham, Ekaterina, no borréis eso. Quiero examinar esas habitaciones por si... por si tienen algo que ver con el tema que nos ocupa. Cham, necesitaré hablar contigo dentro de unos minutos. Y después con Ekaterina.- explicó Piero- Haré lo posible por ser lo más rápido que podamos, pero hay que descubrir lo que ha pasado. Decid que no abandone nadie la posada, queremos hablar con los que estuvieron alojados ayer aquí.

Y tras esperar el asentimiento de Cham, vuelve a la habitación.

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Al abrir la puerta, Win, el paladín ciego, ha entrado también hablando con su gato y, tras esto, hablando con el resto. Piero les mira un instante al hombre y al gato, sin decir nada, mientras piensa, pero luego se dirige primer al resto de compañeros.

- Disculpad, pero he escuchado a Cham y no creo que fuera bueno que se borrara nada. Por si acaso tiene algo que ver con esto, aunque lo dudo. En todo caso... Tronquito, agradezco tus opiniones, y coincido en que no debemos ir solos. Al fin y al cabo consideramos que puede haber un asesino capaz de matar a uno de los mejores guerreros de la aldea, solo, en mitad de la noche, sin dejar pruebas de la lucha, y sin ser herido. No, desde luego que no es buena idea ir solos. Pero no nos repartiremos como has indicado. Somos seis, y haremos dos grupos. Un primer grupo se quedará aquí, y hablará con los que estaban en la posada. Y el segundo irá a hablar primero con Unsul el herrero, luego con Brinya Kelver y finalmente con el padre del fallecido.- aprovechó una pausa para asentir a Garinya. Era buena idea que el jabalí entrara si así lo consideraba la stryx. Luego siguió hablando- Momo, Tronquito y Garinya, os ocupáis de hablar con los de fuera de la posada. Nosotros lo haremos con los de dentro. Regresad en cuanto terminéis las conversaciones y hacedlas en el orden que he indicado, para que, si hubiera problemas, pudiéramos seguir el rastro. Creo que eso será lo mejor. 

Tras las palabras asiente a Win.

- Coincido en que no debemos dejar que borren posibles pruebas, maese Win. Gracias por sus palabras. ¿Quizás queráis acompañar a Momo, Tronquito y Garinya? Van a hacer algunas preguntas sobre lo que ha ocurrido aquí.

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Unos y otros hablaron. Las prevenciones del goblin para con su congénere las entendía como eso, prejuicios propios de su pueblo donde una deidad podría ser más valorada que otra. A lo largo de sus vidas, recordaba episodios de persecuciones, guerras y males diversos tan solo por creer que un dios era preferible a otro, sin pensar que lo importante era el objetivo espiritual y no el camino por el que se accedía al mismo. Y no había discriminación alguna por especie. Tanto daba humanos que goblins, enanos o cualquier otro ser consciente y pretendidamente inteligente. Los ghoran escapaban a aquello puesto que habían sido creados como alimento y sus creadores eran los hombres. Un absurdo que además los hubieran creados sentientes y conscientes de sí mismos. ¿A qué lógica respondía tal desaguisado, donde una creación con un fin comestible era consciente del fin de su existencia que no era otro que la muerte para alimentar al hombre? Era una pregunta que quizá no hallara nunca una respuesta.

Miró al recién llegado ciego y, una vez más, le maravilló el diálogo que mantenía con su felino y, aún más, que este reaccionara a sus preguntas y comentarios. Ya la víspera se había sorprendido. Ahora, le generaba una incógnita. Decidió que mantendría su atención centrada en ellos siempre que tuviera ocasión para comprender cómo funcionaba su comunicación. 

La llegada del jabalí fue un toque de caos que hizo que pese a la tragedia vivida, Tronquito lanzara una carcajada. Cuando se calmó, respondió a Piero.

-Me parece una decisión muy buena, Piero. E inteligente. Cubrir sucesivamente los frentes e ir agrupados en un número protector -miró con nada disimulada admiración al campesino, cuyo cerebro parecía funcionar muy bien-. Así lo haremos. Monique, Garinya y yo -miró a la gnomo y le guiñó un ojo-. ¿No dijiste que en la diversidad está la normalidad? Prepárate para recibir más de una mirada hoy. Entonces primero el herrero, luego la amada y por último, el padre.

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Cham asiente, nerviosa, ante las palabras de don Piero.

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Trog llegó rápidamente y, usando mi Foco Animal, conseguí agudizarle aún más el fino olfato de jabalí.

- Allí, Trog, bajo la cama. El olor del gato no, el otro. A ver dónde nos lleva...

No puedo negar que el resultado me sorprendió: Trog dio fácilmente con un rastro, que llevaba, para más sorpresa, a una habitación cercana, con la puerta cerrada. Fruncí el ceño, y el gesto fue acompañado con un reflejo del mismo en las alas, que se encogieron aún más.

Estaba a punto de acercar el oído a la puerta, a ver si en su interior se escuchaba algo, cuando unos gritos me lo impidieron. Al principio me fastidió, hasta ver de quién procedían los gritos. Apareció Cham, muy oportuna.

- Posadera, - llamé su atención - ¿quién se hospeda aquí? - Y ante la respuesta de la mediana, hice otra pregunta. - ¿Tienes la llave que abre esta puerta?

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Momo tendió el recibo a Tonquito ya que era ella quien lo tenía. Después atención a las indicaciones de Piero y asintió, aunque no estaba del todo conforme.

La gnoma sonrió al ghoran cuando le insinuó que iba a ser el centro de las miradas aunque había un matiz triste en la expresión de la misma. No le había pasado desaparecibido que el ghoran había aprovechado la mínima ocasión para deshacerse de su compañía eligiendo caminos que iban por separado.  Como Piero había acabado haciendo los equipos se había ahorrado ser la última en ser elegida, esa humillación que se ahorraba.

Ya ves...anda que no estoy acostumbrada.- Al menos la mirarían por tan excepcional compañía. Se mordió el labio inferior sintiéndose mezquina por tener pensamientos semejantes. ¿No había ido Tronquito a buscarla aquella misma mañana? Sí, sería mejor dejarlo pasar y disfrutar de su compañía y de la strix. Seguro que tendría oportunidad de meter las manos entre sus plumas.

Se quedó boquiabierta al ver el jabalí. Para ella era como un enorme toro. Toqueteó la pierna de Garinya para que bajara la vista hacia ella.

- ¿Mmmuerde?- Preguntó temerosa de semejante bicho aunque parecía que tenía un absoluto control sobre él.

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Con sensatez y eficacia, Piero Augustus organizó los grupos. Al vikingo le caía cada vez mejor aquel hombre mayor, y le respetaba. La investigación necesitaba de alguien como él. -Iré a hablar con Dragos, confirmó. En realidad, dentro de la posada estaban todos cerca, no era como aventurarse por la aldea. En cualquier caso, no le importaba si alguien quería acompañarle. -¿Alguien se viene? Por cierto, ¿era aquella su habitación?

La pregunta iba dirigida a Cham, o a cualquiera que podía confirmar ese dato.

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La mujer Mediana asiente, claramente aturullada, a las preguntas tanto de Garinya como de Dagfinnr. A la primera le dice:

- "Na... nadie..." - Y abre la puerta con la llave maestra que tiene, revelando una habitación vacía a primera vista.

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Se incorporó mirando su mano. Esa que no podía ver al igual que ninguna otra cosa. Aun sentía el calor en ella del poder que había logrado desatar mediante concesión de Iomedae. Los maullidos gatunos le hicieron prestar su atención al felino al cual asintió.

- No han entrado por la ventana. Quien quiso que atentara contra Rodrick entró con antelación en la habitación, se apostó debajo de la cama y luego esperó para cometer el crimen - comentó el invidente recién llegado al resto, dando por sentado que había acontecido un asesinato. Quizás sugerido esto por cierta intuición gatuna cercana.

Asintió ceremonialmente a Augustus, tan pronto reconoció su voz cantante, que hacía acuso de recibo de su consejo para que ninguna habitación fuera tocada hasta nuevo aviso. También volvió a asentir ante la sugerencia del granjero de formar grupo con personas conocidas anoche como Tronquito, el hombre-arbol, Monique, alias Momo, y una tal Garinya que no había conocido hasta ahora pero que parecía tener controlado al porcino errante.

Gruñe demasiado para ser un cerdo. ¿Quizás un jabalí?, intuyó Win. Tan pronto la mujer dueña del jabato salió de la habitación, el ciego la siguió con su bastón-guía, tal y como Piero le había sugerido. No sabía como podría ayudar un invidente a la hora de buscar pruebas o ver cosas ocultas. Pero parecía que, de alguna manera, Iomedae proveía. Ya fuera en intuiciones, sonidos, poderes divinos o gatos.

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Aquel fondo falso no tiene ningún olor y por lo tanto, Peludo imagina que no ha sido utilizado en mucho tiempo. Le extraña pero no hay nada que pueda pensar más allá de la evidencia: Aquel compartimiento no lo usó nunca Rodrik. Así que no es algo que sirva de nada seguir indagando.

El felino se baja de un salto y le habla a Win:

 - "Mrg. Mrii. Mrr." (Creo que deberíamos revisar este edificio. El asesino que se ocultó, no creo que podría haberlo hecho si no fuese un residente. Debe haberse alojado acá.)

Con una carrera grácil y con su cola totalmente erguida, Peludo sale corriendo de la habitación en dirección al pasillo, donde se acerca a la Strix, está hablando con Cham para que le abra otras habitaciones. También le llama la atención aquello que ha oído de vandalismo en la habitación de unos semiorcos, pues piensa que es raro que no estén relacionados dos hechos extraños al mismo tiempo en el mismo lugar. Piensa que no pierde nada en echar un vistazo.

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El jabalí entró y salió y Tronquito no pudo dejar de experimentar cierto alivio. Un bocado de aquel animal a la búsqueda de un sabroso aperitivo no hubiera sido en absoluto agradable y de todos era sabido que un animal como aquel, si se obcecaba, iría a por él. Ni siquiera una trufa superaría el buen sabor de un ghoran.

Pero parecía que el animal obedecía a la strix, lo cual no dejaba de ser una buena noticia, pues podría pedirle que el animal no se le acercara en exceso, una idea que se apuntó para comentársela después. E iba a ser después porque siguiendo a su porcina mascota abandonó la estancia de Rodrik y se situó ante una nueva puerta, aparentemente cerrada y acerca de cuyo interior preguntó a la posadera.

-Na... nadie...

El balbuceo nervioso de Cham carecía de lógica. No era tartamuda como Monique y si la habitación cerrada no tenía inquilino, ¿por qué aquel aturullamiento? Cuando la puerta se abrió, Tronquito se alzó en toda su estatura para echar un vistazo al interior, pero no dudó en formular una nueva pregunta.

-¿Quién ha sido el último en alquilarla y cuándo la abandonó?

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Una mañana más le tocaba dedicarse a la ingrata tarea de limpiar un salón que terminaría sucio mucho antes de que acabara el día. Es más, con el trasiego normal raro era que aguantara limpio hasta la hora de la comida, pero aquel día probablemente duraría muchísimo menos. Al polvo y barro que a diario los inquilinos arrastraban con sus botas se les sumaría el del trasiego de guardias realizando su trabajo y el de paisanos cotillas deseando información de primera mano.

Estaba terminando de castigar la madera de los suelos con la escoba cuando escuchó la voz de su jefa pidiéndole algo.

- ¡Ya voy!- respondió.

No tardó en presentarse en el piso de arriba con lo que se la pedía a tiempo de escuchar a Piero diciéndole que lo había subido para nada. Otro esfuerzo inútil que poco o nada le importaba. Tras confirmar que a la mediana le parecía bien, se encogió de hombros y asintió antes de dejar cubo y estropajos en el suelo a la espera de que la entrevistaran.

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- "No sé... No recuerdo... Aquí no hay nadie..." -

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Atento a cada suceso el pequeño goblin había recabado toda la información que había pasado por su lado. Todos iban y venían de un lado a otro sin pararse a explicar nada, sus caras reflejaban nervios sin duda. Durante unos instantes se detuvo en silencio apoyando su pequeña garrita en la barbilla mientras pensaba en como él podía ser útil para aquel esperpento. Trunau le necesitaba, eso era obvio pero él no era nada más que un siervo de la única diosa verdadera y para servirla debía de seguir su camino. En el camino encontró la clave.

Con decisión el pequeño goblin avanzó buscando un lugar más concurrido donde pudiera encontrar a más de una o dos personas y cuando lo consiguió se aclaró la garganta y comenzó a hablar.

—Ech muy trichte lo que ha pachado. Una completa chorprecha. En echtoch momentoch duroch y de pena la buena gente que aquí vivimoch cholo podemoch hacer una cocha. Rezar.

Tras esas palabras elevó sus dos cortos brazos, que podían ser tan largos como el ancho de su cabeza, levantó la mirada al cielo, más bien el techo, y volvió a hablar.

—No hay nada mách feo que la muerte y para combatir la fealdad de la muerte tenemoch que rezar a la única diocha que noch protege, Chelyn. Rezad conmigo.

Su tono cambió y dejó de hablar para comenzar a canturrear algunas respetuosas canciones en honor del difunto, mientras esperaba que el resto de los presentes se unieran a él.

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El hobgoblin había escuchado a Cham Larringfass quejarse de los semiorcos que habían destrozado las habitaciones a las que se habían hospedado, aquellos malditos individuos deberían de perecer ante la maza de Asmodeus y terminar con el sufrimiento de portar sangre orca en su cuerpo, la muerte purificaría su alma y podrían descansar en paz.

<< Malditos seres… si es que ni de los semiorcos te puedes fiar… sucios y asquerosos orcos. Debería pedirle a Cham ser guardia de su posada, así evitaría que los clientes realizaran actos vandálicos y si hay semiorcos de por medio… pues si alguno termina con sus sesos estampados en el suelo no supondría mucho problema… >>

Allí que iba pensando el hobgoblin en cómo ganarse el pan de cada día en Trunau.  El cruzado se fijó en el ciego y en el gato llamado peludo, la mirada delató cierta rivalidad tal vez por las deidades que profetizaban. El goblinoide atendió con suma atención las palabras del granjero y allí estaba con gesto serio observando a Piero y afirmando a todas sus palabras. – “Estoy conforme”-

La atención del cruzado de Asmodeus se centró en Trog, el animal que estaba a las órdenes de la Strix llamada Garinya. Siguió al animal mientras observaba con curiosidad a la pareja formada por la Strix y el jabalí.

<< Parece que ha encontrado algo >>

La curiosidad de Haluk se desvió hacia Ghoran y Momo, parece que ellos habían congeniado muy bien, se alegraba por la gnoma.  El vikingo parecía ser que iba hablar con Dragos, el humano de elevada estatura y piel blanca.

- "Yo iré a ponerme la armadura y entonces estaré a tu completa disposición Piero" –

El hobgoblin se fue hacia su habitación para ponerse la armadura y luego salir para reunirse con el grupo que se quedaría en la posada para hablar con su dueña y la camarera Ekaterina. Mientras se ponía la armadura y revisaba que todo su equipo estaba en su sitio, por temor a que le hubieran robado, escuchaba las plegarias del goblin << Maldito ser... ¡Verguenza! >> 

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- Bien... empecemos pues. Momo, Tronquito, Garinya, Win. Regresad a informarnos al resto en cuanto hayáis acabado. Si se retrasa más de cinco horas, volved para hablar con nosotros, aunque luego sigáis, para que podamos saber si algo no va bien. Suerte.- mira un instante al grupo meditando si decir algo más, quizás algún consejo sobre cómo dirigirse, o quien pero, finalmente, desdeña la idea. Cada uno es lo que es, y pretender cambiar la naturaleza de las personas no sirve para dirigirlas, sino para indignarlas. Luego se volvió al vikingo y a Haluk- Haremos los interrogatorios aquí mismo, en esta habitación. Así quizás podramos beneficiarnos si por casualidad alguno de los que interrogamos tiene algo que ocultar. Primero hablaremos con Cham Larringfass para aprovechar y enterarnos de cuantos estuvimos aquí anoche, y luego con Ekaterina. Tras ellos hablaremos con el albino, con ese goblin mencionado por Haluk y por los semiorcos, si es que siguen aquí. Y luego por cualquier otro que estuviera. Esperemos que podamos sacar algo en claro. Dagfinnr, si te parece, seguimos ese orden. Por supuesto, cuando llegue el momento, si conoces a ¿Dragos se llama? ve tú a por él, y si puedes sacarle algo de información primero, mejor. Pero traelo en todo caso aquí. Seis ojos ven más que dos.