Partida Rol por web

Matrioska

Nivel 1

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05/07/2017, 12:52
Director

Abres los ojos, miras el despertador y son las 07:35:16 del domingo 22 de marzo de 1981.

Tu habitación respira tranquilidad. Ordenada, como sueles tenerla. Tus libros de aventuras, enciclopedias y cómics de superhéroes perfectamente colocados en una estantería de madera en la pared, junto a algunos muñecos de acción con los que dejaste de jugar ya hace años. Los tímidos rayos de luz del exterior se cuelan por el ventanal desde el que se ve Central Park en toda su extensión, a pesar de la fuerte lluvia de proporciones monzónicas que oyes caer junto con algún trueno lejano. La persiana está a mitad, por lo que el cuarto adquiere una enigmática sensación de quietud, tan sólo quebrada por erráticas motas de polvo suspendidas en el aire. Como si se hubiera detenido en el tiempo. La ropa sucia en un rincón del suelo parece parte de una fotografía, testigo accidental de un recuerdo de algo que nunca ha ocurrido, aunque sabes que fue ayer cuando la ensuciaste al volcarte la taza de café recordando a Catherine...

En la pared cuelga un cuadro de la carátula de esa maravilla que tiene a todos los compañeros de tu clase fascinada, cuyo estreno se prevee para el próximo año, llamada Blade Runner. En tu escritorio descansa un pequeño fajo de hojas. Ya no recuerdas si son tareas de clase o algunos bocetos de dibujos que hiciste este último fin de semana. "Sí, es probable que sean bocetos", te dices entonces al ver bolas de papel en el suelo. Un ordenador IBM ocupa la mayoría del espacio sobre el mismo como un silencioso testigo del futuro que está por llegar, de un futuro prometedor sobre el que los jóvenes de tu edad miran con esperanza. A veces piensas que el único al que le cuesta encontrar esa ilusión es a ti.

Te mueves un poco y algo te molesta el hombro. Es tu walkman. De repente, recuerdas que anoche estuviste escuchando una y otra vez Boys don't cry de The Cure. Te encanta ese grupo. Sus canciones te transportan a lugares y momentos desconocidos... pero familiares a la vez. Momentos pasados y futuros. En algunos aparece Cath... Recuerdas que ayer lloraste, y que algo extraño que viste a través de la ventana te hizo dejar de pensar en Cath e irte a dormir, deseando que todo se debiese al cansancio.

Ahora decides quedarte un poco más en la cama, pero a los treinta minutos escuchas a tus hermanas moverse y decides levantarte.


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06/07/2017, 10:56
Director

Abres los ojos y el despertador marca las 08:05:16 del 22 de marzo de 1981.

Tu cuerpo aún se resiente de la fiebre de los últimos días, pero cuando entre las sábanas estiras tus brazos y piernas, te das cuenta que la fiebre ha remitido bastante. Te regalas el pequeño placer cotidiano de mover los dedos de manos y pies, y retorcerte un poco antes de apartar la sábana. Escuchas cómo llueve intensamente fuera, junto con algún trueno que otro. Bfff..., piensas.

Dorothy, en la cama de enfrente, también se está desperezando. La habitación se te antoja un lugar extraño, detenida en el tiempo frente al frenético temporal monzónico de fuera. Algunos haces de luz entran por la ventana para revelar motas de polvo suspendidas en el aire que bailan al son de una orquesta silenciosa, yendo de acá para allá, cruzando sin pudor de tu parte a la de Dorothy y viceversa. Tu parte del cuarto está decorado con fotos tuyas y de tus compañeras de clase. También hay fotos con tu familia, aunque es una lástima que tu madre no salga casi en ninguna pues suele ser ella quien las hace. En la pared cuelgan posters de Leif Garret y Andy Gibb, aunque aún mantiene la inocencia de hace unos años, cuando eras una niña, con esos libros infantiles, el oso de peluche y unos cubos de colores ordenados de manera que formen S-T-A-C-Y en una estantería de madera. Unos años que se te antojan muy alejados en el tiempo. Tanto como si nunca hubieran ocurrido, como un texto que lees en un libro y deja una semilla en tu subconsciente, familiar, pero que reconoces ajena. A veces te repites la frase que "el tiempo se te escapa entre los dedos", pero también te preguntas si lo que ocurre es que echas de menos tener alguien en quien depositar toda la confianza y con quien compartir las infinitas dudas que llegan con la eclosión de la pubertad. Siempre esperaste que ese alguien sería tu hermana y fiel compañera en la niñez Dorothy, pero ahora vivís en dos mundos diferentes. Ella ya no era la misma persona. ¿Lo seguías siendo tú?

En fin, es hora de levantarse.

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06/07/2017, 11:24
Director

Abres los ojos y el despertador marca las 08:05:16 del 22 de marzo de 1981.

Mierda, domingo... Es lo primero que piensas. Luego, arrastras tu somnolienta mirada a la ventana. Está diluviando fuera. De vez en cuando se escuchan truenos, como si se estuviera llevando a cabo una batalla de proporciones bíblicas. Pfff... Repites.

Miras de reojo a tu hermana, que también se ha despertado. Su mitad de la habitación te incomoda. Mientras que tu lado sigue las órdenes del caos, con cómics abiertos por la mitad en el suelo, una lata de Pepsi vacía en tu escritorio y tu radiocassete rodeado como si de una emboscada se tratase, de cassetes fuera de sus cajas, la de tu hermana es un dormitorio como los que aparecen en las revistas de decoración. Tu madre lo utiliza a veces para recalcarte lo desordenada y holgazana que eres respecto a Stacy.

En la pared, sobre ti, hay unos posters de Psychedellic Furs y James Dean. Entre ambos, un rectángulo de corcho donde hay colgadas algunas fotos familiares que tu madre ha hecho, sepultadas entre un montón de fotos de amigas de clase, recortes de revistas y dibujos pretendidamente oscuros como calaveras, lunas, duendes malvados y cosas así, los cuales acabas quitando al cabo de pocos días, cuando te parecen ridículos.

Desde tu posición, mientras sales de ese estado de duermevela, la habitación se te antoja enorme, infinita. Ves a tu hermana Stacy a tan sólo unos metros, pero los recuerdos que guardas con ella te parecen inalcanzables. Ese lado contrario de la habitación representa un mundo distante, al que estás condenada a mirar y despreciar, como si el tiempo fuese alguien que te susurra al oído lo que te toca hacer en cada momento de tu vida. Otro pensamiento cae sobre ti como una losa, y es al pensar en lo rápido que luchas por ser una adulta segura de sí misma, pero cada día te despiertas con más dudas. ¿Porqué huyo de los recuerdos bonitos que guardo? Un momento... ¿He dicho "bonitos"? Y te avergüenzas de ti misma por parecerte tan cursi.

Decides levantarte.

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06/07/2017, 11:45
Director

Abres los ojos y el despertador marca las 08:10:16 del domingo 22 de marzo de 1981.

Te sientes cansada, pero sientes que es tu vida la que te agota. Es domingo y notas como el tiempo se te va. Ahí va otra semana más... Piensas, melancólica. La habitación está detenida en el tiempo. Ted sigue tumbado de espaldas a ti, inmóvil. La poca luz difusa que entra por el balcón revela las formas del dormitorio. Las fotografías que hiciste en Chicago hace unos años colgadas de la pared, los inútiles adornos y naderías que hay sobre la chimenea, el maletín de Ted en el suelo, siempre a punto para abandonarnos e irse a trabajar, el sillón y la pequeña mesa a su lado, sobre la que aún está la copa de vino que te tomaste anoche, mientras cerrabas los ojos e intentabas relajarte.

Ted sigue dormido, y es extraño, pues siempre madruga para adelantar trabajo. Dudas si despertarlo, pero decides dejarlo un poco más ya que quizá se ha dado cuenta de la intensa lluvia monzónica que está cayendo fuera y ha optado por quedarse en casa. Oyes un fuerte trueno que hace vibrar el vidrio del balcón. Aprovechas esa misteriosa sensación para desperezarte sabiendo que estás protegida del temporal, bajo techo, entre las sábanas, lo cual te produce un placer extra.

Te parece escuchar a Dorothy y Stacy moverse por su habitación, y entonces desearías que por un solo día, alguien te hiciese el desayuno a ti, te dedicase un paseo sin prisas de la mano por Central Park y buscase tu mejor pose para retratarte a ti, como si fueses el centro de atención, la fuente de inspiración. ¿Es lo que siempre has querido? ¿Sentirte especial?

Crees que ya es hora de levantarse.

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06/07/2017, 12:08
Director

Abres los ojos y el despertador marca las 08:11:16 del domingo 22 de marzo de 1981.

Escuchas a Joanna a tu lado moverse perezosa entre las sábanas, y decides no interrumpirla. Te reconforta escuchar la fuerte lluvia que golpea contra el vidrio del balcón, y los truenos como tambores que anuncian el fin del mundo. Piensas que es una casualidad cósmica a tu favor, pues hoy pensabas dedicar el día a la familia, ya que últimamente has escuchado a Joanna referirse a que "la familia es para ti sólo otras personas que viven contigo". Lo ha repetido al menos y par de veces, y Dorothy también lo dijo. Esa niña contesta demasiado. Decidiste dejarlo pasar y hacer algo por tu parte, así que alquilaste unas películas en el videoclub y pasaréis el día tranquilamente en casa, comiendo aperitivos y pizza. En definitiva, reforzar vínculos. Te sentías un poco culpable por no trabajar hoy, pero el temporal que azota Nueva York te sirve de bálsamo psicológico para ello al pensar que "no es día para trabajar". Por un instante te preguntas qué has hecho con tu vida estos años. ¿Qué os ha pasado a Joanna y a ti? ¿Dónde están aquellos jóvenes que miraban al futuro con ilusión y esperanza? Ahora estás en ese futuro, pero miras alrededor y no ves dicha ilusión.

Algo de luz entra de fuera, y la habitación de matrimonio se muestra desnuda y misteriosa. Las fotografías de Joanna en la pared, la alfombra, los muebles de caoba que brillan cuando la luz los golpea, el sillón y su mesita... Hay una copa de vino a contraluz sobre la mesita. Debe de ser de Joanna. De anoche.

Tu maletín está cerca de la puerta del despacho, en el suelo, pero te propusiste no trabajar hoy, así que mejor guardarlo en tu despacho cuando te levantes, pues "el trabajo" suele ser tema de discusión. Y hoy, eso no toca...

Escuchas sonidos en la casa, y parece ser que los niños ya están en pie. Decides levantarte también y como ya sabes, poner tu mejor cara y hacer tu mejor papel de padre. Va a ser agotador, te dices a ti mismo...

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10/07/2017, 16:57
Ted Krammer
Sólo para el director

Me yergo y me siento en la cama, gruñendo y estirándome. Por un momento me planteo darme unos minutos más, acercarme a Joanna, meterle la mano debajo del camisón y darle uno de esos despertares... uno de esos que hace tiempo que no nos damos. Pero quizás no...

Con un punto de tristeza me levanto por fin. ¿Por dónde empezar? Poniendome algo cómodo para estar por casa. Veamos... Un pantalón corto de deporte y una camiseta de New Balance que unos compañeros me regalaron para que hiciera deporte, qué ocurrencia, y que apenas he usado. Me miro en el espejo del vestidor y me siento un poco ridículo vestido así (¿cuándo ha aparecido esta barriga?), no tengo hábito de vestirme de esta forma; para mí, una vestimenta informal es un jersey y un pantalón de tweed... Por un momento dudo si ponerme la bata. No.

Bah, olvídalo, me digo a mí mismo. Vamos a preparar el desayuno. ¿Por qué no...? Sí, mi "especialidad", esas tortitas francesas que aprendí a hacer en la hermandad de la facultad. Dios, hace al menos quince años que no las hago. Alex debia de ser todavía un bebé la última vez.

Repaso mental: pan de molde, leche, huevos, jarabe de arce... Imagino que tenemos jarabe de arce. Voy a ver, antes de ponerlo todo perdido. Puede que los chicos estuvieran despiertos, pero difícilmente se acercarían a la cocina si nadie los llama. Y no me gustaría ir a despertarlos a su cuarto. Es una de esa cosas que hacía mi padre, el señor Krammer, no yo. Hacer el desayuno, café, un zumo y esperar con una buena sonrisa, es es el objetivo. Y hablar con Joanna y con los chicos. Repaso mental: Alex, ¿qué tal el equipo de lucha? Stacy, ¿qué estás leyendo ahora? Dorothy... ay, Dorothy...

Ah, pero antes, este maletín al despacho...
 

Notas de juego

Voy a narrar en primera persona cuando sea "sólo para el director", ya que tú usas las segunda persona, y el tercera "Ted esto, Ted lo otro" cuando sean posts colectivos.

Este va sólo para tí, no quiero iniciar conversaciones en grupo antes de que lo dispongas tú, o de tener claro el planteamiento de salida de cada cual...
 

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10/07/2017, 19:11
Stacy Krammer
Sólo para el director

El golpear incesante del agua sobre el cristal de la habitación que comparto con mi hermana, y antes amiga, Dorothy hacen que me despierta. La sensación de abrir los ojos se me antoja pesada, pero poco a poco lo hago y enfoco detenidamente los detalles de mi habitación. 

Me siento pesada, como si la fiebre de estos días atrás me hubiera dado una paliza incesante, sin ceder ni siquiera un par de horas. Estiro mis brazos, dejando que mis dedos se estiren tanto que parezca que van a llegar más allá de donde realmente llegan. Mis piernas al mismo tiempo se estiran y se desperezan haciendo crujir levemente alguna vertebra de mi columna vertebral.

Bostezo a la par que rasco mi cabeza y echo un pequeño vistazo a la cama de mi hermana. También parece desperezarse. La miro con nostalgia, con pena. Ni siquiera sé si darle los buenos días o no pues, sus saludos hacia mi persona últimamente son como gruñidos.

Me levanto lentamente de la cama y me estiro nuevamente sintiendo el frío suelo bajo mis pies desnudos. Mi piel se pone de gallina al escuchar un trueno en la lejanía. Giro mis ojos hacia la cama de mi hermana y suspiro.

"¿Estará de humor hoy?" pienso con evidente pesar.

Miro las fotos en las que estamos tan sonrientes y siento una especie de nudo en el estómago, así que sin más, me calzo unas zapatillas viejas y salgo de la habitación con aparente premura. 

Me dirijo al baño donde sacio mis ganas de hacer pipí y después voy a la cocina a ver si puedo desayunar algo, además de pedirle mis medicinas a mi madre pues, aunque es obvio que estoy mejor, es necesario seguir el tratamiento. O al menos eso dicen los médicos.

Si después sigo encontrándome bien y mi madre me da su permiso, iré a ver a Darek, debe estar preocupado.

Notas de juego

No sé si debo enviar el mensaje también a Dorothy, pero por si acaso, lo pongo solo para el director.

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10/07/2017, 22:06
Joanna Krammer

Quise sentir un poco mas el abrazo de las calidad sabanas antes de alzar la mirada al techo y escuchar el caer de la lluvia para cerciorarme de que estaba despierta. Gire la cabeza y observe la espalda de Ted, recordando con cariño los domingos como estos donde apenas salíamos de la cama y disfrutábamos unicamente el uno del otro. Esos días parecían tan lejanos... Ahora todo era tan diferente. -Ojala me contara la razón, podría intentar cambiar, lo haría si fuera necesario. Acaricie suavemente con el reverso de mi mano su mejilla y enrede mis dedos entre su cabello mientras aun seguía dormido y cercano, antes de levantarme con cuidado de no despertarlo y poner rumbo al vestidor.

Abrí la puerta y mi cámara me saludo colgaba de una argolla, la mire con nostalgia y un segundo trueno me saco de mi ensoñación momentáneo, solo para cogerla y sin darme cuenta sacar una foto a Ted aun postrado en la cama, un foto que nunca le enseñaría, como otras muchas de mi colección personal.

Finalmente dentro del vestidor y dejando nuevamente la cámara busque la bata de los domingos; aquella cálida para días como estos, un par de zapatillas a juego y salí de allí rápido, pero procurando cerrar la puerta con suavidad, deseaba mantener a Ted en casa tanto tiempo como pudiera.

De camino a la cocina volví a escuchar ruido en la habitación de las niñas y pase directamente hasta su puerta, para golpear con la mano y avisar que el día había despuntado.

-¡Niñas! El desayuno estará en unos minutos. -Dicho lo cual volví de camino a la cocina y pare en la puerta de Alex, sin saber siquiera si estaba en casa, pero también golpee la puerta.

-Alex, el desayuno. -Avise tímidamente antes de terminar mi paseo en la cocina y buscar algo que pudiera preparar rápido y nutritivo.

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11/07/2017, 22:25
Alex Krammer
Sólo para el director

Esta mañana me había levantado temprano con la extraña sensación de no haber dormido bien. No recuerdo que pasó la noche anterior pero algo me decía que no había dormido del todo bien.

¿Que pasó anoche?

Al mirar los papeles con mis bocetos recordé a Catherine y que había llorado. Luego al moverme sentí los auriculares clavándose en mi espalda y los alejé de abajo de mi cuerpo. Fue en ese momento que recordé la imagen en el patio y las palabras.

Debo haber tenido un mal sueño, esas voces no son reales.

Fue en ese momento que escuché a mis hermanas y volví a mirar el reloj.

Hora de levantarse....

Me senté en la cama y me vestí para ir a desayunar. Mientras me ponía la ropa no podía dejar de pensar en las palabras que había escuchado la noche anterior. Cuando estuve listo salí camino al comedor.

Notas de juego

Que buen oído tiene Alex escucha a sus hermanas en la otra punta de la casa. Eso o ellas hacen mucho ruido xD.

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12/07/2017, 00:12
Dorothy Krammer
Sólo para el director

Aquel no iba a ser un buen día, lo presentía. Sólo había que mirar por la ventana para darse cuenta que iba a ser un domingo asqueroso y que, con toda seguridad, no me quedaría más remedio que pasarlo en casa encerrada. Y para colmo, apenas habían pasado unos pocos minutos de las ocho, aún me quedaban muchas horas por delante para que ese domingo terminara de una puta vez.

Ahogando un bostezo, me giré en la cama para echar un vistazo a mi alrededor y lo que vi no me animó precisamente. Observé a Stacy, tan cerca de mí y a la vez tan lejos… Ni me acordaba cuándo había empezado a alejarme de ella, en qué momento había decidido cambiar para convertirme en lo que era. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?

Días como aquel me sentía una auténtica mierda. Vivía en el caos, y no sólo por el desorden y la oscuridad que reinaba en mi espacio de la habitación, en contraste con la luminosidad y el colorido que había en el de mi hermana, sino por todo lo que estaba haciendo con mi vida. Andaba con lo peor del instituto, me había ganado una mala fama que, aunque falsa, ya no me lograría quitar y para colmo estaba Filo.

No pude evitar estremecerme al recordar a mi último novio. Llevaba ya unos días intentando evitarlo, pero sabía que tarde o temprano me tendría que encontrar con él. Aún me preguntaba qué narices me había atraído de él porque, en esos momentos, lo único que me inspiraba era miedo.

Intentando no pensar en Filo, me moví para rebuscar por el suelo entre todas las cosas que tenía tiradas al lado de mi cama el walkman que había dejado caer la noche anterior y, tras encontrarlo y ponerme los cascos, comenzó a sonar The Killing Moon de Echo and the Bunnymen. Me tumbé boca arriba dejándome llevar por la música y mis pensamientos volaron al tiempo en el que todo iba bien y mi vida era, más o menos feliz.

Papá pasaba el tiempo con nosotros, Stacy era mi mejor amiga, mi mundo casi era de color rosa y ahora… Mis ojos se posaron en el corcho donde, encima de las fotos familiares, coleccionaba objetos a cada cual más tétrico y absurdo que enseguida me aburrían, objetos que reflejaban mi estado de ánimo actual, un ánimo oscuro y pesimista. ¿En qué punto del camino se habían quedado los buenos tiempos?

Enfadada conmigo misma por permitirme caer en esos recuerdos tan ridículos, me quité los cascos con un gesto desabrido antes de azotar el walkman de vuelta al suelo donde lo había recogido. Renegando por el puto día de mierda que me esperaba, decidí levantarme justo en el momento en el que un trueno retumbaba haciendo vibrar incluso el cristal de la ventana.

Eché un rápido vistazo a Stacy a punto de decirle algo, pero en el último segundo me mordí la lengua y le di la espalda, preparada para echar a correr en dirección al baño.

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12/07/2017, 12:26
Director

Cuando Ted se incorpora y balbucea algo parecido a una maldición mientras estira sus cansados músculos. Antes ha creído escuchar el click de una cámara de fotos, pero es porque quizá tiene ese sonido incorporado en su cerebro. Mientras rebusca entre su aburrido fondo de armario, Joanna sale de la cama y se dirige también al vestidor. Él elige un jersey que tenía sin estrenar desde que Stacy y Dorothy se lo regalaron el año pasado por su cumpleaños, junto con un pantalón de tweed. En el espejo se veía extraño, y mientras lo hacía, miró de reojo a Joanna, esperando un comentario entre amable y divertido, pero ella estaba escogiendo una bata azul claro, que le permitiera ir cómoda por toda la casa y no le prestó atención. Cuando él desvió de nuevo su mirada al reflejo en el espejo, Joanna miró a Ted, esperando que se girase y preguntase "¿Qué tal?" con una sonrisa en los labios, sintiéndose cómplices el uno del otro, pero él simplemente estaba colocándose bien el cinturón. Luego, él salió y guardó su maletín en su despacho, mientras que ella fue a la cocina anunciando en voz alta que el desayuno iba a estar listo en breve.

- ¡Tortitas francesas! - Dice Ted detrás de Joanna, también camino de la cocina.

- ¿Qué? - Responde Joanna, girándose sorprendida, pues no sabía que Ted iba detrás.

- Déjame prepararlas, cariño. Tú, sólo ponte cómoda. - La construcción de la frase la alertó. ¿Pretendía hoy encargarse él de la familia? Bueno, bien... No había nada de malo. Es lo que siempre le reprochaba en silencio, así que ahora que había tomado la decisión de hacerlo, no iba a comportarse como una niña e impedírselo.

Mientras, en la cocina Ted organiza los ingredientes con bastante torpeza, pues le cuesta encontrar en qué armario está cada ingrediente, y Joanna conecta el pequeño televisor Panasonic que hay en el comedor, donde un tipo delgado y embutido en un chubasquero alerta del peligro de salir de casa por la llegada del Huracán Eloise mientras las ramas de los árboles de su espalda no hacen más que balancearse a un lado y otro. En ese momento entra Alex, seguido de Stacy y Dorothy, que parece malhumorada.

Notas de juego

He unido vuestros dos primeros mensajes en éste. Quizá algún detalle haya variado. No os preocupéis por ello.

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12/07/2017, 12:57
Director

Stacy sale de la cama y en ese instante, Dorothy aparta con violencia su walkman, que deja todavía enchufado sobre la cama despidiendo la frase ...the killing Moon will come too soon... con tétricos acordes a la ya vacía habitación, pues Dorothy corrió y adelantó en el pasillo a Stacy para ocupar el baño. Esto sienta mal a Stacy, que le recrimina su falta de respeto con un par de golpes a la puerta a los que su hermana gemela no hice ningún caso. Justo en ese instante, Alex se asoma por la puerta de su habitación y le ofrece amablemente usar el aseo de su cuarto, así que corrie hacia allí, y al pasar por delante de su hermano mayor, éste le despeina (un poco más de lo que ya estaba) con gesto cariñoso.

Mientras Stacy y Dorothy terminan en los respectivos aseos, Alex se acerca a la ventana e intenta mirar abajo, al patio del edificio a través de los chorros de agua que descienden por el vidrio, pero no. Allí no había nada.

- ¿Qué miras? - Le pregunta Stacy, cerrando la puerta del aseo y el sonido del agua en la cisterna.

- Nada, Stacy... Vamos a desayunar. - Dice él con un marcado tono nervioso en la frase, pero se calma cuando vuelve a despeinar a Stacy.

- ¡Eh, estate quieto! - Dice Stacy, divertida.

Ambos, con Dorothy, que se les une enseguida, entran al comedor, donde está Joanna prestando atención a la televisión. En la pantalla aparece un tipo bajo una auténtica lluvia torrencial avisando de la inminente llegada del Huracán Eloise. Vuestro padre está en la cocina... ¡cocinando! Esto sí que es raro...

Notas de juego

En este mensaje he unido de alguna manera vuestros mensajes iniciales. Es posible que alguna cosa haya variado, pero no le deis importancia.

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12/07/2017, 13:16
Director

El tipo de la televisión cuenta como el Huracán Eloise ha cogido fuerza en las últimas horas y está a punto de llegar a la costa de Nueva York. Las lluvias fuertes van a continuar durante todo el domingo y parte del lunes, acompañadas de fortísimos vientos, por lo que se recomienda no salir de casa bajo ningún concepto.

Los servicios de emergencias se están viendo desbordados debido a la dificultad de circular por algunas zonas que se están inundando. Algunas caídas de cables de alta tensión están produciendo incendios en Nueva York y Nueva Jersey, y se han suspendido todos los vuelos comerciales, así como la navegación por el Océano Atlántico y el Río Hudson.

Las comunicaciones pueden verse interrumpidas, y se recomienda seguir las pautas habituales en casos de tormentas, como permanecer en edificios o vehículos, y extremar la precaución en campo abierto...

El olor de tortitas comienza a llegar al comedor, aunque Ted todavía sigue en la cocina abriendo y cerrando armarios en su incesante búsqueda del... jarabe de arce.

Notas de juego

A partir de ahora, podéis narrar, en privado o compartido con todos o quien queráis, qué tenéis pensado hacer el resto del día de manera resumida. No es necesario que lo escribáis todo de una vez. Podéis escribir una idea y recibir contestación del resto, y así, interactuar un poco entre vosotros. El objetivo es que sin extendernos mucho, me sinteticéis en la medida de lo posible, qué hacen vuestros personajes a lo largo del domingo lluvioso de hoy.

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13/07/2017, 01:56
Ted Krammer

-Bueno, no veo el jarabe de arce, pero el desayuno está listo -proclamó Ted, que no estaba dispuesto a perder aquella baza. -¿Quién quiere tortitas francesas? Mi especialidad de la época de la facultad, ¿te acuerdas, cariño?

Sin esperar respuesta alguna se puso a servir tortitas en todos los platos que encontró. Hasta se preocupó de sacar el zumo de la nevera y poner la cafetera sobre la mesa, aunque tardó bastante en hacerlo, ante la mirada atónita del resto de la familia. No sólo era completamente inusual que Ted hiciera el desayuno, sino que su aspecto (un look que él llamaría "informal", jersey y pantalón) también lo era. Es más, que estuviese allí a esas horas era de los más raro.

-Vaya tiempo, ¿eh? -dijo, en alusión al Eloise. -Hoy no tendréis pensado salir de casa... Perfecto, porque yo tampoco voy a ir a trabajar, ¿qué os parece? Lo dijo como si fuese una gran hazaña por su parte y se frotó las manos, satisfecho e insensible a los problemas, daños e incluso pérdidas humanas que el huracán pudera acarrear. -Había pensado... podríamos pasar el día en familia. Hace mucho tiempo que no... que no hacemos cosas juntos. He alquilado unas películas, y podríamos verlas comiendo unas pizzas o algo así, y tal vez jugar a uno de esos juegos de mesa que os gustaban tanto, ¿eh, chicos?

Dijo esto último buscando el apoyo de su mujer Joanna con la mirada, y casi sin atreverse a mirar a sus hijos directamente.

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13/07/2017, 12:55
Joanna Krammer

Deje la televisión encendida mientras él luchara en la cocina. Al parecer fuera de casa las cosas estaban muy negras, el temporal no tenia intencion de abandonarnos pronto y amenazaba con darnos mas problemas que una simple lluvia con truenos. En cambio en casa el temporal era mucho mejor, con Ted animado e incluso preparando el desayuno me sorprendió gratamente y ya podía acabarse el mundo que hoy estaba decidida a disfrutar el día, fuera como fuera.

Con la mesa puesta deje mi puesto de vigilancia, para volver a la cocina, cerrar las puertas que hubiera dejado abiertas y evitar mirar el estropicio que hiciera en ella, mientras abría la puerta que escondía el sirope y lo dejaba encima de la mesa, justo detrás de mi marido.

-Si cariño, y recuerdo que estaban mejor con jarabe.
-Hable a su oído, mientras buscaba un asiento y esperaba a que los niños se sentaran en la mesa.

Con cada nuevo plan que proponía, mas convencida estaba que algo estaba rondando su cabeza, era raro hoy día verlo de esa manera, tan casero. Seguramente seria por algo mas que el mal tiempo o mala conciencia, pero no pensaba estropear ese momento con preguntas, prefería disfrutar de todo aquello y si pensaba mimarnos quien era yo para negarme. Así que asentí con una sonrisa a cada plan que proponía, me hubiera gustado mas salir a comer fuera, disfrutar de un buen domingo, pero una vez mas un trueno me recordó que hoy no era ese tipo de días.

-Me parece maravillo cariño. -Apoye su plan, mientras mi rostro se centraba en las gemelas.

-Que tal estas hija. No hagas esfuerzos ya s...
-Quise seguir hablando con ella, pero Dorothy de nuevo se había levantado con el pie izquierdo al parecer. -Dorothy, ¿Estas bien? ¿No, has dormido suficiente?

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13/07/2017, 21:38
Stacy Krammer

Cuando Dorothy me adelanta para entrar antes al baño estoy dispuesta a chillarle, pero respiro hondo después de dar con los nudillos en la puerta. Al final mi hermano me salva y yo se lo agradezco con una enorme sonrisa. 

Ya abajo papá prepara tortitas.

"¡Prepara tortitas!" pienso con una sonrisa que deja ver todos mis dientes.

Me siento rápido en la mesa mientras él parlotea, algo inusual en él, pero nada desagradable. Me encanta el giro que parece tomar el día, aunque siempre esté Dorothy para enturbiarlo. La miro con nostalgia recordando tiempos pasados pero en seguida comienzo a dar cuenta de las tortitas que pone mi padre frente a mi.

-Muchas gracias, papá. Están deliciosas-le digo en tono amable, como ellos me han enseñado a comportarme-. ¡Genial! Me apetece mucho ver una peli con vosotros...-digo recordando mi pensamiento de ir a ver a Darek.

Mis ojos se desvían a la ventana y un enorme relámpago acompañado de un trueno a la par que la voz del presentador hablando del huracán Eolise, me corroboran lo que ya sé: no debo salir hoy de casa y ¡qué demonios! Si papá ha decidio hacer un día familiar no seré yo quién lo estropée.

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13/07/2017, 22:46
Dorothy Krammer

Había conseguido mi propósito que no era otra cosa que entrar al baño antes que mi hermana, así que los golpes que pudiera dar en la puerta no consiguieron inmutarme. Me tomé mi tiempo allí dentro y, cuando salí, me encontré de frente con mis dos hermanos. De Stacy pasé olímpicamente y a Álex sólo lo saludé con un simple gesto de la cabeza. Mi humor y mi estado de ánimo estaban acordes con el tiempo.

Pero estaba claro que aquel iba a resultar un domingo de lo más extraño y que las sorpresas, para bien o para mal, iban a ser constantes. Encontrar a mi padre en casa ya era un milagro pero que encima estuviera cocinando y nada menos que tortitas... eso ya era impensable, por lo menos de un tiempo a esa parte.

Gruñí a modo de saludo y me dejé caer, más que sentarme, sobre la silla mientras me recostaba sobre mi brazo acodado en la mesa, observando a mis padres en plan matrimonio feliz. Por unos instantes recordé los viejos tiempos y algo parecido a la añoranza me embargó, pero sólo habían sido eso, unos simples instantes ya que, nada más que mi padre lanzó su propuesta para ese día no pude más que lanzar un bufido de aburrimiento.

¿En serio? ¿Películas, pizza y juegos de mesa?

Sí, antes me gustaba hacer esas cosas en familia, pero ya hacía un tiempo que aguantar a mi padre se había vuelto una tarea muy difícil, aunque por suerte cada vez pasaba menos tiempo con nosotros. ¿Por suerte? Deseché ese pensamiento con un gesto de la mano como si estuviera espantando una mosca, mientras tanto mi mirada iba de la ventana a la televisión y de ésta de vuelta a la ventana.

Puto domingo de mierda.

Sin preocuparme de comer la tortita que tenía delante con el tenedor, la cogí con desgana con la mano y me la llevé a la boca dándole un mordisco, sumida como estaba en los mismos tétricos pensamientos que había tenido cuando había despertado. Sólo salí de mi mutismo y mi ensimismamiento cuando escuché la voz de mi madre pronunciando mi nombre.

Estoy bien. Y no, no he dormido suficiente, mejor me hubiera quedado todo este asqueroso día en la cama.

Últimamente me sentía tensa con todo el mundo, no sólo con mi padre, e incluso con mi madre empezaba a perder las formas. Volví a centrar mi atención en la pantalla del televisor mientras seguía dándole mordiscos a la tortita.
 

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16/07/2017, 18:43
Alex Krammer

Me había levantado con pocas ganas de nada, había tenido una noche bastante extraña pero nada me iba a preparar para lo que iba a ver cuando llegara a la mesa.

¿Papá cocinando?

Mientras no salía de mi asombro me sentaba en la mesa a ver las tortitas que Papá había dejado enfrente de mí. Aún sin caer en las sorpresas escuchó lo de las películas y pizza volvió a levantar la vista con sorpresa.

¿Películas y pizza? Me gusta la idea pero yo también tuve una noche complicada y creo que también voy a aprovechar para dormir un poco más.

Sin decir mucho más siguió comiendo su desayuno.

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17/07/2017, 06:54
Director

A pesar de los esfuerzos de Ted por cambiar la rutina, el día es de una cotidianidad absurda. Durante el desayuno, la televisión repite en bucle la información acerca de la fuerza con la que el huracán Eloise azota la costa este. Por lo visto, la cosa es bastante seria.

Al terminar, Ted se dispone a recoger los platos, pero Joanna pone su mano sobre su hombro y con una sonrisa le dice: - Déjame a mí, cariño. Ve con ellas. - Entonces, Ted se esfuerza en mostrar una actitud divertida y afable para conducir a las gemelas al salón, donde saca una cinta de vídeo. Es "La bruja novata". A Stacy le parece un plan perfecto. Ya ha visto anteriormente la película, pero le pareció divertida y piensa que, después de todo, no está mal. Además, su padre parece agradecido. Dorothy, en cambio, no la ha visto, y no muestra el mínimo interés. Entre bufidos y resoplidos, a regañadientes, se coloca semiechada en el otro extremo del sofá, con rostro aburrido, pensando si tanto esfuerzo por ser apática y parecer adulta servirán para algo, si después de todo, los adultos acaban comportándose como sus padres: ver películas aburridas, trabajar y comportarse como un cretino.

Alex, por su parte, con rostro apesadumbrado, muestra indiferencia durante todo el desayuno. No cruza muchas palabras con sus hermanas. Con su padre, tan sólo un "vale" cuando le propone ver "Alguien voló sobre el nido del cuco" esta tarde junto a su madre. Con su madre, nada. Está también somnoliento, así que tras el desayuno parece decidido a volver a su habitación a dormir un poco.

Joanna recoge el desayuno y decide dedicar al menos una hora a organizar unos negativos que tiene mezclados en el despacho de Ted (que últimamente utiliza ella). Luego, decide preparar un poco de café y sentarse en la sala familiar para no molestar durante la película. Allí, busca algo para leer y encuentra uno que todavía no ha leído: "La colina de Watership". Lo coge y se sienta junto a la ventana. El ruido de la lluvia sirve como una suerte de ruido blanco, como un velo que la aísla del exterior.

La comida, que consiste en puré, verduras y algo de bacon, se desarrolla sin incidentes. Ted propone a Alex y Joanna ver una película tras recoger los platos, mientras Stacy hace una visita a su vecino Darek y Dorothy se encierra en su cuarto. Ambos asienten. Ted coloca "Alguien voló sobre el nido del cuco".

Después de los créditos del final de la película, Ted continúa con su maratón de día familiar. Saca de lo alto de un armario un Monopoly. Se escuchan algunas quejas en relación a la larga duración del juego y a lo repetitivo que es, pero Ted, con una sonrisa en la cara y manteniendo a raya el tono de voz, consigue que toda la familia se siente en la mesa. Lo cierto es que todos disfrutan, aunque unos lo exteriorizan más que otros. Gana Dorothy, que mostró desinterés toda la partida y le fastidia un poco ganar y forzarse a alegrarse un poco, para no parecer estúpida.

Tras la cena a base de pizzas congeladas, los chicos se marchan a sus habitaciones y Ted pasa el brazo tras Joanna, con dudas, como si fueran todavía dos jovenzuelos en su viejo Ford, y comienza "El último tango en París".

Para los créditos finales, ambos están besándose apasionadamente, redescubriéndose el uno al otro, al mismo tiempo que volviéndose a encontrar con su pasado feliz, donde se tenían el uno al otro incondicionalmente. En silencio, caminan de puntillas hacia el dormitorio donde hacen el amor.

A las 11 de la noche, todos estáis dormidos.

Notas de juego

Ahora, os daré algunos apuntes a cada uno de vosotros de acuerdo a los que habéis narrado durante el desayuno. Podéis añadir luego algo más en esta escena si queréis, pero pasaremos rápidamente a la siguiente (esta escena es más bien introductoria).

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17/07/2017, 07:41
Director

Después de comer, y mientras Alex y tus padres están viendo una película, decides ir a visitar a Darek, pero la puerta de casa está bloqueada. La manivela gira, pero parece que algo dentro del mecanismo está atascado. Al final, y para no romper todavía más la puerta, te resignas y se lo comunicas a papá. Luego, vas a la sala familiar en busca de algo de lectura, y descubres que alguien ha dejado un libro llamado "La colina de Watership" sobre la mesa. Lo ojeas y te llama la atención, así que vas a tu cuarto a comenzar su lectura. Entre la lluvia y la historia de los conejos del libro, caes dormida.