Partida Rol por web

Media Luna

Dianne & Alan: Un buen día

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04/11/2013, 11:47
Máster

4 de noviembre de 2013 Nueva Orleans

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04/11/2013, 11:55
Máster

Lunes 4, Noviembre de 2013.

Se había pasado lloviendo toda la tarde. Era un día de aquellos en los que no apetecía salir del sofá, con aquella manta típica de cuadros rojos y negros mirando películas toda la tarde. No obstante, para vosotros era como cualquier otro día, en el que, tratar de superar los baches que os había colocado la vida era suficiente meta como para no distraerse.

Aquella misma tarde, Dian manda a su chico a alquilar unas películas. El videoclub quedaba cerca de la residencia en la que os habíais instalado aquella semana, mucho mejor que aquel otro agujero en el que vivíais; Una cocina al más puro estilo americano era separada por una barra de mármol dando paso a un estrecho comedor, pero acogedor. Las paredes se encontraban adornadas con cuadros de artistas poco o nada conocidos. En general, disponíais de todas las comodidades necesarias para vivir.

Alan, regresó con un par de DVD's de genero terrorífico y un par de paquetes de palomitas para hacerlas en el fuego. La potencia de los truenos y la lluvia eran buenos aliados para ver películas de terror.

La primera película había terminado y mientras discutíais si será mejor hacer la cena o continuar con la segunda película, alguien llamó de manera estrepitosa a la puerta.

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04/11/2013, 20:15
Dianne McKinney

Aquella noche, tras un duro día de trabajo, el plan de ver un par de películas de miedo era la mejor opción para poder desconectar de la rutina. Sabía que no había hecho nada más que empezar la semana y que aún quedaban unos cinco días por delante. A pesar que no se le hacía pesado su trabajo, esos momentos eran los mejores del día, estar arropada bajo una manta de cuadros junto a Alan viendo cualquier cosa era el momento más importante del día; desconexión, tranquilidad e intimidad.

El apartamento donde residían actualmente, les había llevado un tiempo largo en encontrarlo, la vida allí era algo cara y encontrar alguna casa o algún apartamento que realmente mereciese la pena era complicado. Pero ahí estaban, por fin habían conseguido los dos lo que habían buscado y en esos momentos, ella estaba completamente satisfecha.

Las películas de miedo no eran su fuerte, no le gustaba demasiado verlas sola, pero con alguien a su lado, cambiaba la historia completamente, se le hacían amenas y en esos momentos con la lluvia y los truenos, era la ocasión más propicia.

Dianne, decidió por la hora que era ponerse a hacer la cena, si veían la película al final se les haría tarde y para entonces casi sería la hora de irse a la cama. Cuando llamaron a la puerta, ella frunció el ceño, no solían llamar a esas horas, pero si era verdad que algunas veces alguien les hacía una visita sorpresa a su casa.-¿Quien será?- siguió preparando sacando los ingredientes de la nevera mientras tanto -Alan, ¿abres tu o abro yo?

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06/11/2013, 11:27
Alan

La película no era del todo mala, pero el día gris y el poco tiempo que tuvimos para la mudanza nos agotó de buena manera. Percibí como Dian se durmió entre mis brazos, no quise despertarla. Mentiría si no dijera que yo también aproveché para dar cortas cabezadas, sin perder el hilo de la película.

Cuando noté pequeños gemidos, como si alguien estuviera soñando, la desperté con un ligero movimiento para que supiera que ya era la hora de hacer la cena o seguir perreando. Al instante le abracé y la besé, sabía que lo pasaba mal con el género de terror. Pero la siguiente "tarde de cine" le tocará a ella elegir el género.

Me sentí culpable en cierto modo, no me reí como podría haber hecho cualquier otro día. No obstante si que traté de arrancarla una de sus sonrisas. -Tampoco daba tanto miedo, ven aquí. La abracé para que me sintiera y que supiera que ya había pasado. Cuando me separé me detuve en su boca para darla un beso corto. No me dirás que un sueño va a tirar por tierra tus raíces americanas... Traté de imitar su acento, aunque ella siempre me decía que nunca sabía hacerlo bien.

Me hubiera gustado decirla en aquel momento que nunca la dejaría marchar, que nunca me separaría de ella pero sólo me límite a pensarlo. El sonido de la puerta tampoco me dejó pensarlo demasiado. Tranquila, yo me ocupo. Fuí hacia la puerta preguntándome quien podría ser a esas horas. No esperabamos a nadie, así que no sabía quien estaba tras la puerta.

Ya va.- dije acercándome y abriendo la puerta.

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06/11/2013, 11:33
Máster

Alan, con seguridad abrió la puerta. Todo parecía normal, aunque tú parecías un poco sorprendida por la llamada. 

Desde la cocina, justo en el momento en el que abriste el frigorífico pudiste ver por el rabillo del ojo a un hombre de tez oscura hablando con Alan.

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06/11/2013, 11:38
Cartero

Un hombre de tez oscura vestido con una gabardina mojada estaba plantado frente a la puerta. Su sombrero no pasaba desapercibido, y la lluvia también había querido instalarse en su cara y en sus manos. Tendió el brazo hacia delante con una carta húmeda entre sus manos.

-¿Alan Bale? Tengo una carta para Vd.-

La mirada del cartero se quedó fija en los ojos de Alan, esperando a que cogiera la carta. Con aquella mirada le hizo sentir que no le hacía falta confirmación. Estaba completamente seguro de que se encontraba en aquella vivienda. 

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07/11/2013, 18:08
Dianne McKinney

Dianne, se limitó calentar una pizza y una ensalada para los dos, era una buena manera para hacer la cena enseguida y no tener que estar esperando una eternidad, ya que precisamente no era temprano.

Se extrañó que un cartero fuera a esas horas a entregar algo. Ya podría ser algo muy urgente para ir a esas horas. Se quitó las manoplas térmicas y se asomó por la barra americana, apoyándose en sus brazos e irguiéndose un poco hacia delante.

Ahora Alan ya estaba de nuevo en el salón mientras miraba la carta y la dirección de su emisor antes de abrirla. La joven frunció levemente el ceño. La cena estará terminada por completo en diez minutos. A propósito... ¿quien ha enviado la carta?

Se volvió de nuevo a la cocina a coger algo de beber para los dos y colocar lo necesario para la cena mientras esperaba que Alan le diese alguna respuesta.

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09/11/2013, 18:08
Alan

Aquel hombre me tendió una carta, le mantuve la mirada fija para apreciar si le había visto por algún sitio. No creía reconocerlo. 

-Le invitaría a un café y me gustaría hablar de que va todo esto. Dije analizando la carta, ya entre mis manos. No había ni remitente, ni destinatario cosa que me hizo aparcar lo de invitarle y añadí la primera excusa creíble así que cambié la mirada de la carta, buscando la mirada de Dianne . Pero acabamos de mudarnos y..., bueno, ya sabe, la casa está prácticamente revuelta..- Reí de buena gana esperando que haya captado el mensaje, no obstante si que me esperé para escuchar su despedida y si le era necesario una toalla o un paraguas.

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09/11/2013, 18:10
Cartero

El hombre no se extraña ante las palabras del joven y cuando le entrega la carta a Alan cuela ambas manos en el interior de los bolsillos de la gabardina. Sus gestos son demasiado tranquilos. Los ojos del hombre se mueven rápidamente por el interio de vuestra casa, obviamente buscando a alguien o algo. Abruptamente, y sin que Alan se de cuenta, su mirada cae sobre los ojos de Dianne, y una sonrisa un tanto maliciosa cruza por su cara al verla. Se retira el sombrero.

-Lamento las confusiones que haya podido causarles. En una noche como esta nadie suele esperar visitas ¿verdad? No tarde en leer la carta.

Satisfecho con su presentación, carraspea y concluye colocándose de nuevo el sombrero con la intención de despedirse de la simpática pareja. Será mejor que me marche, éste tiempo no tiene pinta de que vaya a mejorar. Y gracias por vuestro recibimiento, cogeré un taxi.

Con un gesto de cabeza amable se despide. Que tengan una buena noche.-

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09/11/2013, 18:14
Alan

Levanté la mano con la carta a modo de despido. Dí un preciso paso más para adelantarme al umbral de la puerta y ver como desaparecía aquel tipo. La verdad que era una cosa de locos mandar a un hombre con la que estaba cayendo a entregar una carta en privado y a domicilio. Le resté importancia y volví al interior cerrando la puerta.

Busqué la mano de Dianne con gesto un poco confuso, desconociendo quién era ese tipo. La arrastré conmigo a una de las sillas. -Era un poco raro ese tipo, ¿verdad?

 La senté encima de una de mis rodillas y puse la carta de manera que quedase frente a ella para que pudieramos leerla los dos juntos mientras terminaba de hacerse lo que había en el horno. ¿Por qué no la abres y salimos de dudas?-

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12/11/2013, 20:07
Dianne McKinney

Era raro ver a Alan de aquella manera, era obvio que a el también le resultaba muy raro todo aquello, pero en estos momentos sentada trató de tranquilizarle, aunque para ser sinceros ella también estaba intrigada por todo aquello.

El ruido del televisor con una música tétrica de fondo con aún los créditos de la película, daban un ambiente aun más tenso. La verdad, ese tipo no me ha dado buena espina.

Ya encima de Alan, antes de abrir la carta, observó el destinatario y efectivamente efectivamente correspondía a el y no había ningún error. Rasgó el sobre y sacó la carta Veamos a ver que dice...

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13/11/2013, 11:48
Máster

CARTA

New Orlenas, Domingo 3 de Noviembre de 2013

Estimado señor,
Le remito esta misiva con la intención de comunicarle
los deseos por parte de la compañía a la que represento de
contratar sus servicios, en lo referido a un
desgraciado incidente del cual, por motivos que no vienen
ahora al caso, no disponemos de suficiente personal para
tratar internamente. Le estaría muy agradecida si se pusiera
en contacto con mi persona a la mayor brevedad posible para
exponerle de forma más concreta los pormenores del trabajo
y discutir las condiciones económicas. Sin nada más que
contarle se despide atentamente:
Adriana Silverstone
Directora de RRHH de la WCI América

PD: Por favor concierte hora con mi secretaria en el
teléfono que le adjunto.

  • Srta. Meredith Silverstone
  • Directora de RRHH de la WCI
  • Teléfono: BO-2336
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14/11/2013, 23:54
Dianne McKinney

Dianne sostuvo la carta de manera que pudieran los dos leerla a la vez, ¿una oferta de trabajo a éstas horas?

Si era verdad que Alan había tenido como pasatiempo alguna pelea que otra, ya que le daba dinero más fácilmente por su fuerza. Pero hacía tiempo que dejó ese mundillo, por lo tanto le extrañaba.

El ruido del horno sonó, indicando que la pizza ya estaba lista, así que mientras cenaban comentarían la carta.

Se levantó de encima de Alan entregándole la carta, no sin antes darle un beso en la mejilla para salir a la cocina a por las cosas de la mesa, la pizza y la ensalada.

Cuando ya estuvo la mesa puesta miraba a Alan mientras cogía un trozo de pizza. ¿Que te parece la carta con la oferta de trabajo? sinceramente... a mí me parece algo extraña, pero por llamar no pierdes nada ¿no?

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16/11/2013, 17:43
Alan

Leímos la carta con lentitud, pensativos. Me preguntaba qué clase de información habría ahí dentro y porqué una empresa privada se había fijado en mí... Quizá aquel fuera el adiós a las peleas callejeras y a los problemas a fin de mes.

Respondí al beso con mi forma habitual y volví a leer la carta, rápidamente, como si no terminara de creérmelo mientras ella iba preparando la mesa. Aquello significaría algo de estabilidad en nuestras vidas, y no volveríamos a discutir por llegar a casa con el ojo morado y los nudillos sangrantes. 

-Llamaré le dije, ya que cualquier trabajo en aquellos momentos era bien recibido. No perdemos nada enterándonos de qué va el asunto. 

Aunque, añadí mientras echaba ojo a nuevo trozo de pizza no me da muy buena espina, cariño. Acabamos de mudarnos, un hombre mojado aparece ante nuestra puerta repartiendo un trabajo que ni siquiera sabemos que existe...

Negué con la cabeza.

Si mañana me dan cita prométeme que vendrás conmigo, prométeme que me acompañarás...-

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19/11/2013, 23:34
Dianne McKinney

Dianne estaba un poco reticente sobre aquella carta, pero efectivamente no perdían nada por llamar a ver de que se trataba todo aquello.

Si el tenía razón con un poco de suerte por fin habrían terminado de aquellas discusiones por que volviera a casa con magulladuras, al fin y al cabo solo le importaba la seguridad de Alan.

-Espero de corazón que no sea nada referente a más peleas... sabes que no me gusta nada que estés en ese mundo Alan, no me gustaría que volvieras a pelear más.

Dianne cogió otro trozo de pizza y se lo comió lentamente, por lo que estuvo unos minutos sin responder ante aquello. -A mi no solo me extraña, tampoco me da buena espina y sobre todo ante el hecho que ha venido ese hombre... solo llevamos una semana viviendo aquí y aún no sabe demasiada gente que nos hemos mudado... Pero no te preocupes, si te dan cita iré contigo a ese sitio, no permitiré que vayas solo.

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25/11/2013, 17:14
Alan

Siempre supe que algún día tendría que dejar las peleas. Los dos mejores cosas de mi vida las había vivido sobre un ring. Una de ellas fue mi primera pelea, y la otra en una peluquería, dónde los adversarios eran unas tijeras y un peine. Detestaba cortarme el pelo, pero conocí a Dian gracias a eso. Y nunca supe que abandonaría primero. Desde aquel momento no me pasó por la cabeza retirarme de las peleas, y aunque me costó discusiones con ella, al final conseguí comprender que valía la pena estar al lado de ella. Porque cada sonrisa y cada lágrima eran sinceras, me apoyaba en todo lo que hacía, siempre animándome, y lo más difícil, conseguía soportarme.

La cena pasó sin ningún sobresalto similar al de aquel hombre de tez oscura. Comentando mayormente el interior de aquella carta, y tomamos la decisión de llamar mañana por la mañana.

En el momento en el que ya estaba la mesa recogida busqué a Dean y la abracé por la espalda. -Estaré contigo siempre. Te prometo que dejaré las peleas... Fue lo último que le susurré antes de besarla, conduciéndola entre besos hasta subirla sobre el mármol de la cocina. Fué un trayecto corto.

¿Qué te apetece de postre? Prefieres brownie de chocolate o algo de helado... puedo bajar a comprar si no queda...- Le propuse desde allí, manteniendo la posición unos momentos hasta que abrí el armario de la despensa para ver que nos quedaba.

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26/11/2013, 22:59
Dianne McKinney

Aquellas palabras hicieron que un suspiro de alivio escapara de entre los labios de Dianne, por fin decía en serio que iba a dejar las peleas, finalmente parecía ser que había entrado en razón. Lo que había costado tantas y tantas discusiones y noches en vela por fin se hacía realidad. Parecía que de verdad si había alguien ahí arriba que había escuchado sus plegarias silenciosas, realizadas cada noche en su cama y en silencio.

Le pareció buena idea que llamaran por la mañana, ahora sobre todo era un buen momento para desconectar y esperar que no apareciera ningún sobresalto más aquella noche. De momento la cena había sido lo bastante tranquila como para que fuera tranquila, lo cual era algo de agradecer, pues el día aunque hubiese sido rutina, siempre implicaba ajetreo.

Se quedó sentada sobre el mármol de la cocina americana, miraba a Alan con infinito amor, sabía que aquel hombre era el hombre de su vida y deseaba que jamás se marchara de su lado.

No bajes ahora a comprar nada, hace frío y el helado no acompaña nada al tiempo, con el brownie está bien... está en el segundo estante del mueble que has abierto. ¿Lo haces tú o lo hago yo en un momento?

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27/11/2013, 12:14
Alan

Tras avanzar el corto trayecto entre apasionados besos y tras escuchar mi promesa sobre el abandono de las peleas, noté que Dian se sentía bastante realizada. Mientras abría nuestros pequeños armarios besé su mejilla izquierda, mientras iba bajando los besos hacia el cuello y el hombro, donde le regalé un pequeño e inofensivo mordisco. 

-Esta vez es de verdad... Le susurré, por si acaso seguía preocupada con el tema. Te quiero.

Me hundí un poco más en su cuerpo, algo avergonzado por decir ese tipo de expresiones que, aunque me gustaba recordárselas, tenía la sensación de que no pegaban conmigo, que sonaban raras en mis labios. Me aclaré levemente la voz. 

Bueno... sabes perfectamente que la última vez que metí mano en la cocina casi tuvimos que mudarnos de nuevo. Bromeé, arrugando un poco la nariz y dándola un ingenioso beso nariz con nariz. La bajé del mármol. Iré preparando la chimenea mientras, hace bastante frío esta noche cariño...-

Sin más, y a la carrera, hinqué rodilla frente a la chimenea para preparar el fuego.

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29/11/2013, 23:55
Dianne McKinney

Sabía que de verdad Alan era sincero, aquellas últimas palabras se lo demostraron, lo cual hizo que la leve preocupación que sentía, en esos momentos se desvaneciera. Y yo a ti cariño, y yo a ti. Te creo, de verdad. aquellas últimas palabras eran una afirmación. Otras veces cuando el mismo le había dicho aquellas palabras, la respuesta de Dianne era más bien hueca, puesto que siempre que lo decía, al final acababa volviendo a pelear, lo cual terminaba siempre en discusión.

Finalmente apartó a Alan de la cocina, al final iba a tener que tratar de enseñarle a cocinar aunque fuera calentar algo en el microondas, el muchacho para eso era un manazas, por muy hombre que quería ser siempre acababa quemando la comida y en una ocasión casi prende fuego a los muebles.

El postre estuvo listo en un par de minutos, Dianne se llevó los platos de nuevo a la mesa mientras que Alan terminada de avivar el fuego de la chimenea. Llamó al muchacho y fue a su lado, primero posando su mano derecha en el hombro del joven que estaba aún agachado y la otra mano que tenía libre cogió la mano de Alan conduciéndolo a la mesa. Alan, terminemos de cenar anda, sería mejor que no tardáramos en irnos a acostar para llamar al número que figuraba en la carta ¿de acuerdo?

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02/12/2013, 12:13
Alan

Estaba realmente hambriento, el brownie que preparaba ella siempre estaba espectacular. Guiado por su mano nos pusimos en la mesa. Mientras terminaba de avivar el fuego, había pensando en un plan B por si no funcionaba lo de aquel extraño trabajo.

-He pensado que, si lo del trabajo no funciona... dije, sin mirarle directamente a los ojos podría llamar a Natasha, ya sabes, la fotógrafa. Con solo decir eso sabía que entendía a qué me refería. Sólo para una prueba. Sabía que a Dian no le haría demasiada gracia: Quizá no fuera por el hecho de que me fotografiaran, sino por Natasha, una antigua amante con la que tuve una corta relación que acabó bien, pero ella era una de esas mujeres que siempre hablaban de la libertad, de la soltería, de la fiesta, de que todo era arte, efímero, abstracto y de lo que había que disfrutar siempre que se pudiera. Eso incluía que no le importaban las relaciones.

Después de conversar sobre el tema decidí que era hora de recoger la mesa y así lo hice. Fregué los platos, con ayuda de Dian y busqué las ropas para darme una ducha. Tienes razón. Voy a ducharme, ¿vale? Que mañana por la mañana tendremos que concertar esa cita y si nos la dan para el mismo día... No nos dará tiempo.

Me detuve justo en el umbral de la puerta y di media vuelta para hablar desde allí, un poco cabizbajo por la pequeña discusión que tuvimos durante el postre. ¿Quieres que te prepare un baño? Tú también hueles algo mal y... podemos terminar de discutir eso juntos.-

Notas de juego

Yo lo dejo así, si te apetece seguir roleando por mi perfecto, o si prefieres pasar al día siguiente directamente también me parecerá bien. Yo te sigo el rollo. Yo seguiría roleando a ver que pasa :D pero lo que tú prefieras y te sientas más cómoda.

Por cierto

 y en una ocasión casi prende fuego a los muebles

Jaja, que mala! Yo lo había dicho de broma, pero tampoco llega a esos límites. O bueno, pensándolo bien, igual sí! xD