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Media Luna

Helen: En el aeropuerto

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04/11/2013, 12:13
Máster

Lunes 4, Noviembre de 2013

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04/11/2013, 12:14
Máster

Hacía algo de frío, aunque por costumbre ya estabas acostumbrada al horroroso tiempo de tu ciudad. La escarcha del alba luchaba contra los primeros rayos de un sol que todavía se desperezaba, adormilado. Hoy por desgracia te tocaba madrugar para vivir tal espectáculo.

La caminata hacia el autobús se hacía más ardua por culpa de la época del año. El sonido de la estación se convertía en algo inconfundible con forme tus pasos te acercaban. En cuánto subiste al autobús tus ojos te vencieron y tú sin duda lo agradeciste para que el camino hacia el aeropuerto Stansed se hiciera menos pesado.

Te sorprendió la gente que había en el aeropuerto, por suerte te defendías bien en aquellos berenjenales. Como era costumbre en los aeropuertos, había las típicas idas y llegadas, abrazos y despedidas, sonrisas y lágrimas. Llamadas a embarques y desembarques, gente que va, gente que venía. Sentimientos que se entremezclaban en el ambiente gélido. Alegrías al reconocer una cara de antaño, manos levantadas en un adiós con fecha de caducidad demasiado lejana. Algunas miradas al suelo, vacías. Pero tu todo aquello te lo ahorrabas, pues estabas sóla. Excepto con tu inseparable instrumento musical.

El trasiego y las prisas de los pasajeros rezagados cargados hasta los topes contrastaba con la parsimonia y sosiego de los viejos viajeros, cuyas livianas maletas de piel y cuero iba repletas de recuerdos y olvidos. Última llamada del personal, mientras buscabas en los bolsillos los últimos documentos que te llevaban al pie del avión.

Notas de juego

Puedes rolear hasta que tomas asiento en el avión. Igual te he dejado poquito juego en este primer post. Si tienes dificultades o lo que sea, me dices.

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04/11/2013, 15:02
Helen Madison

Había decidido esperar sentada hasta que anunciaran por megafonía el avión que podía darme una oportunidad, la oportunidad definitiva. A mi alrededor se mezclaban los sentimientos de la gente y no pude evitar que se me encogiera el corazón al ver una pareja despidiéndose tristemente. Era bonito tener a alguien de quien despedirse, poder sentir la emoción al recibirle o la tristeza a su marcha... Sin embargo no lo creía necesario. Podía sobrevivir sin ello y la prueba era evidente: estaba sola en el aeropuerto a punto de coger un avión rumbo a un lugar donde no conocía a nadie. No me importaba tener que buscarme la vida una vez llegase allí, no me importaba nada. Lo único que quería era tocar mi guitarra, cantar y demostrarle al mundo que podía llegar a ser una estrella si apostaban por mí. Era consciente de que era un diamante en bruto, sólo había que pulirme y que lo hicieran bien, sólo así conseguirían sacarme todo el brillo.
Revisé todos los papeles: billete, documentación, etc. No paraba de hacerlo cada cinco minutos y es que estaba tan nerviosa, estaba tan deseosa de coger ese avión que temía haberme olvidado de algo. Ya no tenía tiempo de reacción, ya estaban a punto de avisar por megafonía mi vuelo.
Miré mi reloj y comprobé que iba exactamente al mismo tiempo que el del aeropuerto. Me gustaba tenerlo todo bien controlado. Además de la mochila con un saco de dormir llevaba una mochila saco de color negro. Ésta segunda mochila sí podía llevarla conmigo porque dejaban tenerla en los asientos pero la otra debía ir con el resto de equipajes. Me aseguré que en el saco tenía el mp3 con algo de música y la libreta para apuntar posibles letras que se me ocurrieran durante el viaje. Todo artista sabía que las musas podían llegar en cualquier momento y en cualquier lugar así que solía ir siempre bien preparada para cuando acudieran a mi.
De repente se escuchó por megafonía mi vuelo de modo que me puse en pie, haciendo caso omiso de una mujer que había a mi lado mascando chicle de forma muy sonora, y me dirigí a la zona de embarque. Ya había gente haciendo cola para presentar el billete y fue eso mismo lo que hice cuando llegó mi turno. Me hicieron meter el saco y la guitarra en una cinta para ver que no llevara nada sospechoso además de pasar por un arco detector de metales. Pasé todos los controles con éxito y con paso firme me dirigí hacia mi avión.
Antes de que pudiera darme cuenta ya estaba sentada en mi butaca admirando el paisaje desde la ventanilla. Era mucho lo que dejaba allí. Esperaba que mi familia no me guardara rencor si en algún momento se enteraban de lo que estaba haciendo. Si conseguía un buen contrato con una discográfica tarde o temprano debía comunicárselo a mis padres y siempre había soñado con tener su apoyo pero no les iba a recriminar nada si después de aquello no me dirigían la palabra el resto de sus vidas, era comprensible. Debían entender que era mi sueño y que no iba a detenerme ante nada. ¿No me habían educado así? ¿No me decían una y otra vez que no me rindiera? Estaba tomándolo al pie de la letra, sólo que la interpretación había sido diferente a la que esperaban mis padres o a la que hubieran deseado.
No pude evitar sonreír mientras miraba por la ventanilla. Algo en mi interior me decía que ese viaje iba a ponerme a prueba, de una manera o de otra...
 

Notas de juego

No sé cómo es el proceso hasta llegar al avión puesto que nunca he viajado en uno xD Espero que esté todo correcto pero si debo cambiar algo sólo tienes que decírmelo. Espero no haberme extendido demasiado.

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06/11/2013, 11:42
Máster

Todo estaba preparado para despegar, tu sonrisa aumentaba a cada paso que dabas, sin olvidar ese pequeño hormigueo que se te plantaba siempre en la tripa en ocasiones de aquel tipo. Tu oportunidad estaba cada vez más cerca.

Inicialmente el viaje, comenzó a ser tranquilo, y las primeras horas se pasaron rápidamente. Pero tras ese tiempo, la cosa empezó a complicarse. Como surgidas de la nada, impresionantes nubes de tormenta se alzaron de improviso sobre el aeroplano y no pasó demasiado tiempo hasta que una copiosa cantidad de nieve comenzó a acumularse sobre las alas del avión.

Pero lo más peligroso del todo era el viento, un viento huracanado que empezó a zarandear peligrosamente el avión. El personal, viendo que el asunto se estaba poniendo peliagudo, no hacía otra cosa que tratar de calmar a sus pasajeros. Hasta que uno de los pilotos propuso realizar un aterrizaje forzoso en la zona y terminar el poco trecho que os quedaba cuando la tormenta amainase.

-¡Señores! Me temo que tenemos un problema, agarrense bien. En aquel momento era mejor asegurarse de que teníais los cinturones de seguridad bien atados. Si continuamos la tormenta podría arrastrarnos y desviarnos del destino.

¡Propongo aterrizar aquí mismo y continuar cuando la tormenta amaine!- Gritaba el piloto por megafonía mientras trataba de enderezar el avión. Evidentemente no esperaba contestación de ningún tipo, era sólo un comentario lleno de pánico para informar la situación.

Justo cuando el piloto propuso el asunto de realizar un aterrizaje forzoso, una nueva y enorme sacudida hizo que casi fueras al suelo. Por suerte el cinturón de seguridad hizo su trabajo de forma estable. Tras aquel susto, notaste como el avión comenzó a perder altura.

Notas de juego

Te he quedado genial el post. Lo has hecho muy bien. 

Y no te preocupes por la extensión de tus post ;) Yo aveces también los hago largos, y otras veces más cortos, pero tu escribe lo que creas conveniente para la ocasión. Con este primer post ya me demuestras de sobra que sabes defenderte.

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06/11/2013, 13:01
Helen Madison

Durante el inicio del viaje todo marchaba según lo previsto pero aquellas extrañas sacudidas debido al temporal no hacían más que aumentar mi preocupación. Me di cuenta que si algo me pasaba nadie iba a saberlo, mi cuerpo desaparecería en mitad de la nada y si no conseguían recuperar mi cuerpo junto a mi documentación mis padres jamás sabrían que había fallecido. No tenía amigos o amigas a las que confesarles mis más profundos deseos de modo que nadie sabía que estaba en ese avión, sólo mi diario y él también me acompañaba. ¿Y si todo salía mal? ¿Y si por intentar cambiar mi vida acababa con ella radicalmente?
Empecé a respirar hondo intentando tranquilizarme pero se escuchó el aviso del piloto anunciando un aterrizaje forzoso. No sabía si calmarme al saber que dejaríamos de volar y esperaríamos a que el cielo fuera más transitable, o morirme de miedo por aterrizar en un lugar que no sabíamos ni cuál era... No nos habían informado de ello.
Decidí que lo mejor era asegurarme de que el cinturón estaba bien abrochado, que tenía todas mis pertenencias guardadas para que no salieran disparadas con cualquier maniobra brusca y que mis manos se aferraban todo lo posible al asiento. Nunca había sentido tanto miedo como en aquel momento y de repente me di cuenta que no importaba dónde íbamos a aterrizar. Lo más importante era que lo hiciéramos sanos y salvos.

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09/11/2013, 18:22
Máster

Justo cuando el piloto propuso el asunto de realizar un aterrizaje forzoso, una nueva y tremendamente enorme sacudida hizo que casi fuerais al suelo todos los pasajeros. Por suerte el cinturón de seguridad hizo su trabajo de nuevo. Tras aquel susto, notaste como el avión comenzó a perder altura constantemente. El piloto dio las última información, gritó con tono denso que acababan de perder uno de los motores del avión y que estaban entrando en barrena.

A voz en grito mientras intentaba enderezar el avión, trataba de mantener la calma de los asustados pasajeros. Pero el propio piloto se dio cuenta de que no había tiempo para más y tenía que emplearse a fondo para realizar el aterrizaje de emergencia. La sacudida en el estómago era cada vez más fuerte e intensa, sin duda el avión iba a golpear el suelo firme...

El choque contra el suelo fue violento, pero la pericia del piloto hizo evadir las peores consecuencias.

Desconociendo el tiempo que habíais perdido, tus ojos comenzaron a responder. Más adelante se encontraba un buen grupo de pasajeros ensangrentados y alguno de ellos parecían simplemente conmocionados, pero que aún no había cobrado el sentido. Por contrapartida el avión también sufrió daños graves, y un ligero vistazo al exterior por la ventanilla anunciaba que el ala derecha había quedado completamente partida por la mitad, que fue la que soportó el primer impacto contra el suelo. 

No dejabas de escuchar un viento huracanado. Era de noche. De nuevo tras la misma ventanilla un golpe de suerte te alertó de que a varios metros de distancia se distinguían movimientos de luces. No tenías en principio problemas para salir del avión por un enorme orificio que se había creado por culpa del impacto, salvo que te obligaba a sortear algunos cadáveres. 

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11/11/2013, 20:38
Helen Madison

Todo fue tan rápido, todo fue tan caótico que no parecía ser real. Parecía la típica y corriente escena de película de acción donde una empalagosa pareja de novios recién casados emprendía la luna de miel en un avión para ver su matrimonio truncado por la propia muerte. Algunas tenían final lleno de sonrisas y amor, otros no tanto. Fue entonces cuando me di cuenta de que lo sucedido en las películas no tenía por qué ser ficción. No lo había pensado antes de embarcar pero eran frecuentes los accidentes de avión en todos los rincones del mundo. En algunas ocasiones los heridos y los muertos eran mucho más numerosos. Desconocía cómo estaba la situación en el avión con el que yo misma viajaba.
Sacudidas increíblemente violentas, golpes, gritos, un estruendo enorme... Y después el silencio.
De repente abrí los ojos sin saber muy bien cuánto tiempo había pasado desde el impacto. Todo me había parecido una pesadilla. En aquel avión reinaba el más absoluto de los silencios. Por suerte para mí no había resultado demasiado dañada y podía moverme lo cual podía considerarse como un milagro. Miré a mi alrededor y quedé horrorizada. No podía creer que todo aquello estuviera sucediendo de verdad. De repente vi la funda de mi guitarra y no pude evitar soltar el cinturón para correr a recuperarla. Sentí un mareo y a punto estuve de caerme pero me sostuve aferrándome a uno de los asientos quebrados. También vi mi saco mochila y me lo cargué a la espalda, al igual que mi guitarra. Ya tendría tiempo más adelante de valorar los daños pero de momento tenía que valorar la magnitud de la catástrofe.
El corazón me latía muy rápidamente mientras sorteaba algunos cadáveres pero no todos estaban muertos. Desconocía cuántos exactamente pero había gente que solicitaba mi ayuda. Sin embargo estaba tan confundida que miré al exterior tras escuchar con sorpresa el viento huracanado que seguía azotándonos a pesar de habernos derribado ya. Y cuando todo parecía tan negro como para tirarme al suelo de rodillas pude ver luces en el exterior. Sin mediar palabra con aquellos que solicitaban socorro corrí hacia el orificio que había en el avión y lo atravesé, saliendo del aparato. Mi pelo se revolvía de un lado a otro, sin control. Me coloqué el brazo delante de la cara para protegerme del fuerte viento pero a una distancia lo suficientemente considerable como para poder ver de dónde provenían esas luces. Era el momento de pedir ayuda.
- ¡EH, AQUÍ! ¡HEMOS SUFRIDO UN ACCIDENTE Y HAY SUPERVIVIENTES! ¡NECESITAMOS AYUDA!- exclamé agitando el brazo que me quedaba libre para llamar la atención de la gente que se encontrase allí. Toda ayuda era poca en ese momento y aunque yo sabía de medicina no sabía si estaba preparada para atender a aquellos que se encontraban en el mismo estado de shock que yo.
 

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13/11/2013, 11:58
Máster

Un golpe de suerte te alertó, de que, a varios metros de distancia se distinguían movimientos de luces. ¿Se perdía algo por seguir aquella dirección? No había otra. Así que, siguiendo la senda de la fortuna decidiste salir a la intemperie. De camino al exterior fue inevitable darte algunos pequeños sustos por culpa de que algunos cuerpos sin vida parecían caerse de sus asientos por culpa del peso.

Ya allá afuera, un viento casi huracanado te acompañó durante todo el trayecto hasta llegar por completo al exterior. El camino te resultó tremendamente largo y penoso debido a que no podías digerir todavía el accidente. Aún así, al tocar suelo firme percibiste dos factores distintivos, un total silencio y una casi total oscuridad salvo por un par de focos bien altos a lo lejos. Pronto, el motivo te resultó obvio, ya que en un mínimo vistazo indicaba que parecía estar totalmente desierto.

Poco más que una docena de iglúes diseminados en una basta planicie helada completaban el paisaje. En el centro, destacaba una única construcción de madera que se elevaba varios metros por encima de las construcciones nativas. A simple vista podía observarse que se trataba de una iglesia. Nadie contestó a tu llamada de socorro.

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14/11/2013, 13:06
Helen Madison

¿Aquel lugar estaría desierto? No podía ser. Si no hubiera nadie residiendo allí, ¿por qué el uso de luces? Y si había gente instalada en aquel extraño lugar, ¿por qué nadie había respondido a mi llamada? Tenía claro que la omisión de socorro era un delito o al menos en algunos países. ¡Si se estaban negando a prestarnos ayuda lo iban a pagar caro, de una manera o de otra! Me llamó la atención aquella construcción de madera que se alzaba por encima del resto y que tenía toda la pinta de ser una iglesia, así que no dudé. No era para nada religiosa, al contrario, pero si alguien podía ayudarnos era un "hombre de la casa de Dios". Caminé hasta allí con el corazón en un puño, observando con atención todo lo que me rodeaba en ese instante y lo pensé dos veces antes de golpear la puerta.

La empujé para comprobar si estaba abierta para entrar directamente.

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16/11/2013, 18:00
Máster

De camino a la iglesa, se revalaron algunos datos de interés. Por ejemplo, las casas parecían haber sido abandonadas voluntariamente y con premeditación, sólo quedaban las cosas más inútiles o difíciles de transportar.

Otro punto llamativo era unos extraños dibujos rituales realizados en brea y algunas alhajas que colgaban en las entradas de las casas. Además de los iglúes se podían observar varios cercados, todos vacíos excepto uno. En aquel, tendidos sobre el suelo, se encontraban los cadáveres de varios perros de tiro.

El edificio parecía ser de una sola planta, pero tenía dos entradas independientes, una frontal y otra lateral. La primera parecía llevar a la capilla mientras que la segunda parecía dar paso a la vivienda de alguien.

La puerta cedió y un eco desde el otro lado acompañó el lento movimiento. Parecía estar tan desolada como todo el poblado. La capilla no era demasiado grande, abarrotada no llegaría a albergar a una centena de personas. Sendas filas de bancos se alineaban a derecha e izquierda de un estrecho pasillo central que llevaba hasta un altar que no pasaba de ser un prisma de piedra blanca sin ningún tipo de ornamentación.

Tras este, en el absis, se podía observar una figura de escayola que representaba la crucifixión de Cristo y, bajo él, un enorme fresco que representaba los siete días de la creación.

Lo más llamativo era la destrucción que reinaba en el lugar, pues la mayoría de los bancos estaban rotos, partidos por la mitad. Otro punto a destacar era la enorme sensación de frío reinante en el interior, extrañamente mucho más inclemente
que la del exterior. Una puerta al fondo del todo parecía estar todavía intacta.

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17/11/2013, 18:43
Helen Madison

No tenía mucho tiempo, los supervivientes del accidente perdían la vida poco a poco. Era muy probable que algunos hubieran muerto ya mientras yo me dedicaba a investigar en aquel extraño poblado. Me ponía los pelos de punta ver un lugar que había sido habitado pero que en ese momento parecía más un poblado fantasma. Estaba claro que lo habían abandonado voluntariamente pero, ¿por qué? ¿Qué había sucedido para que eso sucediera? ¿Acaso sufrían alguna amenaza residiendo allí? ¿Había algo que les acechaba y ponía su vida en peligro como para abandonarlo todo? Miles de preguntas asaltaban mi cabeza en ese momento pero no podía detenerme a intentar responderlas. Lo más importante era encontrar vida humana, alguien que pudiera ayudarnos y hacer una llamada de socorro. Yo misma podía intentar curarles pero no teníamos las herramientas necesarias y tampoco podía clonarme para intentar salvarles a todos. Algunos morirían mientras curaba a otros y no podía ni pensar en la idea de tener que elegir quién moría y quién vivía. No era ningún Dios como para poder jugar con la vida de los demás así que mi única opción era encontrar ayuda.
Aquella iglesia estaba en ruinas casi como el resto del poblado pero vi una puerta que parecía haber quedado intacta. Era extraño porque si aquel deterioro se hubiera producido por el paso del tiempo la puerta también habría sufrido los mismos efectos. ¿Acaso alguien les había atacado?
Decidí retirar todos aquellos pensamientos de mi cabeza mientras corría hacia la puerta, escuchando el eco de mis pisadas resonar entre las paredes agrietadas de aquel siniestro lugar. Empujé la puerta para comprobar si estaba abierta o cerrada. En aquella ocasión preferí no gritar, no avisar, no pedir ayuda... Quería ser precavida porque aquel lugar no me daba buena espina.

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19/11/2013, 20:55
Máster

De camino hacia aquella solitaria puerta pudiste observar un rosario ensangrentado tras el altar principal. La sangre parecía algo reciente.

Aquella puerta daba acceso a la casa de algún misionero o sacerdote. Su aspecto también era de dimesiones reducidas. Una habitación-comedor y una cocina con despensa componían el lugar. Lo curioso residía en que la casa no parecía abandonada como el resto, ya que la alacena estaba llena de comida y no parecía faltar ropa ni otros enseres en los armarios.

Notas de juego

Puedes hacer alguna tirada si lo deseas. De buscar o notar, o alguna cosa así.

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20/11/2013, 18:44
Helen Madison

Me quedé observando el rosario ensangrentado y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Algo no me gustaba en todo aquello que veía, todo era demasiado extraño y siniestro. ¿Un rosario ensangrentado? Lo peor no era eso sino que la sangre era reciente, alguien estaba herido y había impregnado el rosario. ¿Era el sacerdote quien estaba herido? No tenía ni idea pero de repente caí en la cuenta de que ya no me importaba tanto la gente del avión, estaba más intrigada por lo que estaba viendo allí.
La puerta que estaba intacta daba a una estancia que parecía ser habitada. Había una despensa llena de comida. Alguien vivía allí pero no lograba entender por qué todo lo demás estaba desierto. ¿Qué sucedía en aquel lugar? De repente me entró el pánico por si la persona que habitaba allí estaba escondida a la espera de pillarme desprevenida y dejarme inconsciente. ¿Y si no querían que nadie encontrara el lugar? Escudriñé la habitación en busca de esa persona o algo que me indicara su paradero...

- Tiradas (1)
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25/11/2013, 17:29
Máster

Unas pequeñas velas, cuyas llamas parecían que habían sido capturadas por formas irreales quedaban plasmadas en las paredes, iluminaban la estancia, suficientemente ancha como para sentirse cómoda. Al entrar, fue tal la sensación de protección y bienestar que el deseo de quedarse allí parecía más que una obligación.

Las cabezas de algunos animales disecados era como si te vigilasen constantemente. Así, uno al lado del otro y pegados a la pared avanzaste un poco más para percibir mejor el habitáculo. La ropa que podía observarse estaba compuesta por ropas de abrigo hechas con pieles, propias de los esquimales, y de pesadas sotanas que pudiste identificar con un simple vistazo a su propietario como un misionero jesuíta.

Había fruta, leche, galletas... y un montón de latas en almíbar y de conserva. También había un libro que reposaba sobre una cama sin deshacer.

Notas de juego

No parece haber nadie. Aunque encuentras varias cosas como te he puesto.

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26/11/2013, 19:02
Helen Madison

De repente sentí una extraña sensación. Me sentía con unas ganas increíbles de quedarme allí, sorprendentemente. A pesar de que mi plan había sido muy claro desde el principio y si había decidido viajar era por convertirme en estrella del rock, repentinamente el lugar me invitaba a quedarme. No entendía muy bien a qué se debía pero algo estaba claro: no iba a encontrar a nadie que pudiera ayudar a los heridos graves del accidente. Cuando vi aquellas ropas en el armario pensé en utilizarlas para mantener el calor corporal de los pasajeros así que cargué con todas las que mis brazos podían transportar y me dirigí de nuevo hacia el exterior. Cuando quise salir un fuerte viento golpeó mi rostro como lo había hecho al salir del avión. Perdí el equilibrio y caí al suelo con todas las pieles así que no tenía muchas más opciones. Tenía que pensar en mi seguridad, aunque pudiera parecer egoísta. Cerré la puerta como pude y me quedé en el suelo, abrigándome con todas aquellas pieles para evitar tener frío. Aquel silencio me incomodaba bastante, sólo quebrado por el silbido del viento intentando entrar por la rendija inferior de la puerta.

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02/12/2013, 11:40
Máster

Te introdujiste en el protector y cálido recoveco de las ropas. Te tapaste hasta la cabeza, dejando una rendija para respirar. Te estremeciste sólo de pensar que algo podía cogerte por la muñeca, o tan sólo rozarte. Pero nada de eso ocurría.

Luego, infinidad de pensamientos atacaban tu mente, a cual más temeroso. Escalofríos. Ruidos. Crujidos y pasos imaginarios. Al final el sueño te venció.

Quizá ya en otro mundo intuíste unos cuernos, negros como el azabache, más oscuros que la propia negrura. Viste una mirada brillante clavada en tí. Su sonrisa malévola. Sus colmillos amarillentos. Las afiladas uñas mugrientas en las que terminan sus largos dedos. El pelo canoso, atestiguando una malvada sabiduría. 

Un intento apenas perceptible de cerrar tus ojos, y la presencia se había movido. Fugaz, rápida como las sombras, de las que parecía formar parte. Todo se desvanecía...

Los característicos sonidos del avión y las voces por megafonía de las azafatas hicieron su trabajo y te sacó de aquella pesadilla tan real. Sobre tu mesita de avión se encontraba aquel libro que empezaste a leer antes de que despegara. A tu alrededor estaban los mismos compañeros de vuelo, todo parecía en orden y por si fuera poco un nuevo aviso por megafonía te informó de que quedaban diez minutos para pisar suelo australiano.

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03/12/2013, 00:45
Helen Madison

Me sobresalté de repente. Aquella extraña criatura me sacó de lo que parecía una terrible pesadilla, probablemente la peor que había sufrido en toda mi vida. Miré a mi alrededor y todo parecía estar igual que antes de dormirme. ¿Todo había sido un sueño? Había sido tan real... Me di cuenta de que estaba empapada en sudor y mi compañero de vuelo me observaba con atención seguramente porque había despertado dando un brinco en la butaca. Yo también le estaría mirando de esa manera si hubiera sido al revés.
Saqué un pañuelo de mi saco mochila y me limpié el sudor. Una oleada de tranquilidad vino a mi cuando me di cuenta de lo que estaban anunciando por megafonía y comprendí que quedaba poco para llegar a mi destino. Sin embargo no podía apartar de mi mente esos ojos amarillentos clavados en los míos. Me froté los ojos pero me horroricé cuando los vi de nuevo entre tanta negrura. Los abrí repentinamente para evitar seguir viéndolos. Me froté la sien, respiré hondo e intenté no pensar en lo que acababa de soñar. Y aún así no podía olvidar el rosario ensangrentado... ¿Qué había significado todo aquello? No podía parar de darle vueltas de modo que saqué mi pequeña botella de agua de la mochila y le di un enorme trago para intentar tranquilizarme.
 

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03/12/2013, 17:10
Máster

FIN DEL CAPITULO 1

La historia continúa en el capítulo 2; Sin Rumbo