Partida Rol por web

Martes 5, Noviembre de 2013

Con la resaca de la pesadilla te apresuraste para terminar de tener a mano la maleta y la mochila, pues el avión estaba a punto de aterrizar y por suerte no se pareció en absoluto al aterrizaje forzoso del sueño.

El personal, comenzaba a moverse para salir. Tú ya habías adelantado el trabajo por lo que fuiste de las primeros en salir del aeroplano. Estabas en Sidney.

Tus vacaciones las tenías bien planificadas, al menos los primeros pasos que dar en la isla tenías claros cuales eran. Primero de todo, un autobús te esperaba para llegar hasta el hotel. Una vez allí podrías deshacerte de todas tus cosas como la maleta y demás y correr las calles libremente. 

A pesar de la época del año el tiempo parecía mantenerse estable, unos 16 grados de temperatura. Subido en el autobús podías observar como el casco urbano se encontraba en una cuenca costera. Todo era azul y cargado de un buen ambiente. El sol despuntaba allá arriba. Aun así, se avecinaban tempestades.

El hotel en sí era una enorme mole de hormigón armado y vigas de acero, de unos doce pisos en total y que contrasta fuertemente con las edificios coloniales que lo rodeaban, dándole aún mas si cabe el aspecto de un monstruo abyecto que se cernía sobre la ciudad. Sobre la azotea del edificio un gran armazón de hierro sostenía las iniciales de la compañía, iluminadas desde abajo en un espectral efecto lumínico por tres pares de potentes focos. Una puerta rotatoria daba acceso al enorme hall.

Sudoroso todavía debido a la mala pesadill que había tenido, recojo mi equipaje y salgo del avión. El tiempo en Sydney pensé que iba a ser más caluroso, pero no era así, suerte que metí una pequeña cazadora en la maleta, me paro para sacarla y me la pongo en un momento.

Llegando al hotel en un bus, que se encontraba abarrotado de gente, al llegar al hotel, no tardan mucho en darme la habitación y lo primero que hago es darme una ducha, quería quitarme el olor a sudor que tenía encima de mi cuerpo.

Una vez vestido, me dispongo a salir del hotel para dar una pequeña vuelta por los alrededores de esta mole de hormigón y conocer los sitios más cercanos.

En un momento dado, mientras pululabas por la habitación, sobre la mesita de noche viste un panfleto que te llamó la atención.

No parecía mala idea ir a comprar algún traje o algo de maquillaje si querías asistir. Aunque también podías hacerlo con tus ropas de siempre. 

Un olor a café recién hecho te invadió las fosas nasales. Parecía que estaban preparando algo de desayuno en la cafetería del hotel.

Venía de vacaciones, pero nunca estaba mal asistir a una fiesta por la noche, y ver que se cocía en esa ciudad, el tipo de música que se llevaba, la gente que dominaba los garitos, y las chicas que se encontraban por allí, la mejor distracción posible.

La chica del flyer le llamó mucho la atención, se parecía a una película de serie B que había visto hace tiempo, y que no recordaba su nombre. Decido asistir con mi ropa normal, no quería tampoco salir a comprar nada.

Y lo mejor para aguantar toda la noche de manera legal, era tener cafeína en el cuerpo, y el olor del café del bar del hotel empezaba a inundar los pasillos del mismo. Bajo hacía la cafetería para tomar algo.