Partida Rol por web

Metro 2030: Por un Puñado de Balas

Parte I: En busca de Semenovich

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21/10/2017, 05:19
Svetlana Záitseva

-Lo de la espina supongo que se lo dices a Andrey...

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21/10/2017, 06:31
Anton Sokolov

—¡¿Y ahora si estás dispuesta a hablar?!— Dijo mientras se agazapaba por el estallido de otro explosivo. —¡Por supuesto que me refiero a el militar!

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21/10/2017, 10:19
Svetlana Záitseva

-Ya me parecía.

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21/10/2017, 20:06
Gregori "Ratón" Lavson

Gregori ofreció, sin muchas reticencias, los explosivos a su compañero militar. Aunque le dolía en el fondo del alma, sabía que las palabras de Andrey eran ciertas. Su experiencia con aquel tipo de armamento era muy poca, por no decir nula, y lo mejor para no perjudicar al grupo era que fuera otro quién dispusiera de las granadas e hiciera uso de ellas.

-Ten Andrey! Tú las utilizaras mejor que yo.

Escuchó las palabras agresivas de Anton dedicadas a Andrey, pero no le dió más importancia que la de un hombre que ve su vida en peligro y saca su rabia espumosa por la boca. Aún así, aquel tono no ayudaba demasiado a tranquilizar al resto de personal. Y lo que necesitaban en ese preciso momento era que no cundiera el pánico y no crear más tensión de la debida.

-Mejor dejamos los piropos para más adelante, eh Anton? Dediquémonos a matar a esas jodidas gambas y luego nos abrazamos como buenos amigos, te parece?

Esto último lo dijo esquivando las salpicaduras de agua provocadas por una nueva detonación de las granadas. Lo único que podía hacer era preparar su arma por si alguna de aquellas criaturas saltaba a bordo de la embarcación.

Notas de juego

Desenfundo la lolife

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21/10/2017, 22:45
Svetlana Záitseva

-Marek, ¿tú tienes tu granada, o ya las tiene todas Andrey?

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22/10/2017, 12:11
Marek Viktor Tarasovich

Marek enarcó una ceja mirando a Andrey mientras retiraba su anilla y sostenia la granada armada en su mano por un par de segundos para "cocinarla":

- No es física cuántica que se diga... Se nota que no te entrenaron para ser oficial, ¿Verdad? - Soltó la granada hacia un grupo de gambas que se arremolinaba sobre las aguas cada vez más turbias. La granada se hundió como plomo cogiendo la distancia suficiente antes de detonar para acertar al pequeño grupo de mutantes.- Bueno, parece que tenemos marisco para cenar, compañeros. Buen trabajo.

Las granadas nunca habían sido su especialidad, pero el aprender a usarlas era algo clave en su unidad. Todos habían portado una como "último recurso" para evitar ser capturados. Pero ese tiempo había quedado atrás hacía tiempo. Miró a Anton a los ojos:

- Yo estoy buscando a alguien en nuestro destino. Tengo una charla pendiente con un viejo camarada de aventuras.

Miró a la doctora:

- Dudo que nadie cometa el error de arrancarme un arma de las manos. Por cierto, ha sido un buen lanzamiento.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Una acción para desatascar la bastarda y prepararla y la otra era la granada.

Siento no haber respondido a Svetlana antes, pero quería hacerlo en secuencia ^^

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22/10/2017, 12:28
Svetlana Záitseva

-Pues entonces Andrey tiene tres granadas, la suya, la de Gregori y la de Anna.

-¡Andrey, si no las quieres usar, pídele permiso al barquero si te las quieres quedar!

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25/10/2017, 14:18
Andrey Vukašinovi

Prendió la mecha de una de las granadas y esperó dos segundos antes de lanzarla al reducto de gambas mas lejano, iba a guardarse las otras por si las necesitase en un futuro, nunca se sabe. 

-Me entrenaron para cumplir con mi deber, gilipollas, a ver si aprendéis modales. Al menos cuando os dirijáis a mi, no soy vuestro colega ni vuestro camarada, ¿Entendéis?- Le respondió a Marek, mientras revisaba su bastarda.

-Panda de mutantes sin cerebro-

- Tiradas (1)
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25/10/2017, 14:33
Marek Viktor Tarasovich

Marek sonrió, divertido al ver cómo Andrey intentaba cocinar una granada andes de mandarla a freír monas más allá del grupo de gambas*. Luego, dejó la sonrisa, cruzó los brazos al pecho con tranquilidad y miró al irascible soldado:

- No reúnes las condiciones para ser mi colega, y desde luego no sería yo el que contase contigo para tenerte a mis órdenes. Y sí, soy tan gilipollas que pensaba que el bocazas que ha cogido las granadas del resto no sería capaz de joder un lanzamiento simple. Es decir, que serías un bocazas irascible pero a la postre un soldado competente. - Ese tipo conseguía sacar siempre su lado sediento de sangre, qué habilidad.- Revisa tú el uso de tus modales con los demás, no sé a quien cojones piensas que hablas pero a mi se me está agotando la paciencia para tonterías.

Esperaba que el tipo dejase esas formas y no intentase nada estúpido, viéndolo tocar el fusil. No tenía ganas de un espectáculo violento en la barcaza con las gambas como espectadoras.

Notas de juego

*Era una pifia/fallo, de ahí el comentario (Que no queremos reventar todos xD)

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25/10/2017, 14:46
Marek Viktor Tarasovich
Sólo para el director

Notas de juego

Sigilosamente, el gesto de cruzar los brazos es para tener a mano la Lolife que está en la funda del costado. Así, en caso de que Andrey intentase dispararme puedo asegurarme de desenfundar rápido y disparar primero :P

PD: Máster, siento el mareo, pero esta gresca Andrey-Marek es inevitable xDDD El tipo no es muy sociable.

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26/10/2017, 00:23
Director

El reparto de granadas pareció despertar un repentino entusiasmo entre los aventureros. Svetlana no perdió el tiempo y arrojó la suya por la borda, aunque ninguna gamba saltó por los aires la detonación los aturdió unos instantes en los que la barca recuperó algo de distancia con el nuevo tipo de mutantes.

Andrey rápidamente se hizo cargo de la situación y empezó a recoger todas las granadas posibles, tenía razón al decir que aquello no era un juguete y que tenían que manejarlo con cuidado. Y más cuando, al ser de fabricación casera y no militar, eran mucho más frágiles y sensibles.

Antón prefirió lanzar la suya también, teniendo el mismo efecto que Svetlana, las gambas detuvieron unos segundos la persecución pero al ver que las ondas causadas por la explosión cesaban volvieron a ponerse en marcha en dirección a los que las habían molestado.

Gregori tuvo algo más de cabeza al reconocer sus propias habilidades y prefirió entregar su explosivo a Andrey, mejor no arriesgarse que la suerte del Ratón ya había sufrido bastante aquél día.

Marek hizo gala de sus años de entrenamiento y tras aguardar unos segundos con la granada en la mano mientras la mecha corría, la lazó sobre las gambas perseguidoras, volando tres de ellas por los aires. Esta vez la pausa de las gambas fue mayor, pero aún continuaron la persecución.

Andrey decidió imitarlo y por fin arrojó una de las granadas que tenía ahora, pero el lanzamiento fue demasiado fuerte y pasó por sobre de las gambas, cayendo justo sobre un nido de larvas cercano. La explosión convirtió a las pequeñas gambitas en un montón de restos asados.

- Vaya, menudo lanzamiento, si tuviéramos tiempo hasta me pararía a recoger los restos. La gamba asada es toda una delicia y las larvas son el mejor bocado – comentó tranquilamente el barquero – Una lástima que eso vaya a enfurecer a todas las restantes. Anda, dadme de nuevo las granadas, tendremos que usar la técnica del tsunami para escapar.

El barquero recuperó de nuevo las granadas, cuando de repente una gamba se aferró a un lado de la barca, justo enfrente de Andrey, e intentó agarrarlo y llevárselo al agua para convertirlo en el bocado de la noche.

El soldado fue salvado por el barquero, que sin perder un segundo le descerrajó un tiro de una Ashot que había llevado escondida a la espalda. La gamba herida se desprendió de Andrey y de la barca y regresó al agua, dejando un asqueroso rastro de sangre verde y vísceras naranjas a medida que se retiraba.

Con la cosa calmada, el barquero juntó la mecha de todas las granadas que tenía en un solo y potente explosivo, lo encendió con el puro a medio fumar que llevaba en la boca y lo arrojó detrás de sí, demasiado cerca de la barca para el gusto de todos.

La explosión resultante levantó una enorme ola que empujó a las gambas hacia un lado y la barca hacia el otro, dándole un impulso a la velocidad que los alejó de aquella zona en un instante. Por fin estaban a salvo de los mutantes.

La barca aminoró la marcha, deslizándose suavemente sobre las aguas hasta meterse por un túnel que acababa en una valla metálica. A su lado, ya en la tierra firme y sólida que era el cemento del metro, había un puesto de guardia en el que un hombre vigilaba aburrido.

Tras un intercambio de palabras entre el centinela y el barquero, la verja se abrió hacia arriba y se adentró en los dominios de la Tretjakowskaja. Por fin.

La conocida como la Venecia del Metro era todo lo que prometía el nombre, o sea, todo lo contrario a lo que la Venecia del antiguo mundo había sido. No había un solo signo de belleza en ella, el hedor del agua sucia y fría lo impregnaba todo y resultaba horrible para los que no estaban acostumbrados a él, lo cual incluía solo a los habitantes permanentes de la estación. Caer al agua suponía una muerte segura. Aparte de que todavía estaba cargada de radiación, bastaría con sufrir un calambre para que en un instante el rostro quedara bajo el agua y los pulmones se llenaran de lodo.

Y aun así, la gente vivía en ella. Y no pocas personas. Las retorcidas calles y los numerosos canales estaban a rebosar de gente que se movía ahora a pie y ahora en barcas. Había un mercado de buen tamaño en el que se ofrecían mercancías variadas, desde apetitosos pinchos de carne de cerdo y especias, un típico plato ruso conocido como saslik, hasta correosa carne de rata para los que no se podían permitir otra cosa. Desde pescados atrapados en las aguas del metro y limpiados de radiación, hasta gambas asadas y cortadas a pedazos. Una de ellas colgaba entera de un poste y el tendero iba cortando pedazos según le pedían.

También había puestos de armas y repuestos, una oficina donde un cambista hacia su negocio cambiando balas de grado militar por sucias y viceversa, una galería de tiro donde la gente apostaba sobre a cuantos objetivos podían darle en un corto espacio de tiempo, un bar donde un ajetreado camarero servía bebidas tanto destiladas a partir de setas como alcohol de verdad, del que los Stalkers traían de la superficie y que valía su peso en oro… También había una especie de edificio hecho con vagones de tren cortados y colocados a modo de cubículo, delante de los cuales ponía un cartel de Se alquila y su precio por noche.

Y sobre todos ellos, destacaba un local de gran tamaño, con las ventanas de los vagones tintadas o cubiertas por cortinas tras las que se podía adivinar una intensa y provocativa luz roja. El cartel de la entrada en el que el dibujo de una mujer en pose y vestuario sugerente daba la bienvenida a los que entraban así como el fornido guardia de seguridad que vigilaba la entrada, no dejaban lugar a dudas. Se trataba de un burdel, uno de los de más categoría en todo el Metro.

No podía ser en otra estación, por supuesto. Al contrario que otras estaciones en las que se había formado un gobierno, en la Tretjakowskaja los únicos que mandaban eran las mafias. Y el vicio siempre ha sido un negocio muy rentable para ellas, incluso antes de la catástrofe.

Ahora que llegaban a un lugar donde podían relajarse, el grupo de aventureros se dio cuenta de que llegar desde la Pawelezkaja hasta allí les había costado un día entero, en el que apenas habían descansado o probado bocado, y de repente la fatiga y el hambre los acosaron con fuerza. Tenían asuntos pendientes allí, desde luego. Pero quizás sería mejor comer y descansar bien aquella noche, y ponerse a buscar a Semenovich al día siguiente con la mente y el cuerpo despejados.

Notas de juego

Por fin llegáis a la Tretjakowskaja!

Las balas de grado militar que tenéis son para compras puramente de armas, munición y accesorios. Se supone que lleváis más que las que tenéis en la ficha pero esas son para gastarlas en comida, alojamiento u otros menesteres que serán puramente narrativos.

Es vuestra primera estación civilizada, de modo que podéis recorrerla a gusto e ir a cualquiera de las localizaciones que os he mencionado. Podéis separaros también, no hace falta que vayáis juntos.

Anna, Marek y Anton, tenéis que encontrar alguna manera de uniros a la búsqueda del avión caído y su tesoro, ya que de momento vuestras motivaciones van por otros derroteros, pero la partida sigue una trama líneal.

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28/10/2017, 01:01
Svetlana Záitseva

-Yo me voy a alquilar un cubículo para descansar.
¿Qué os parece si me acompañáis los que necesitáis algún tratamiento o curación y allí mismo os echo un vistazo?

-sugirió Svetlana a sus compañeros.

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28/10/2017, 04:38
Marek Viktor Tarasovich

Marek asintió a la joven:

- Me vendría bien un chequeo doctora. Y creo que permanecer juntos por ahora es un buen plan. - Miró a Antón.- ¿Tu vienes conmigo o no? Anna supongo que no querrá despegarse de Doc ahora que son amigas. - Miró a Ratón.- Ratón, ha sido un placer contar contigo como guía, esto te pertenece. - Dijo sacando una bala de grado militar extra y poniéndola en la mano del explorador.- Si en algún momento necesitas un escolta de nuevo y estoy disponible, será un placer.

Notas de juego

Yo voy con Svetlana como forma de pegarme a la misión.

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28/10/2017, 19:47
Anton Sokolov

Anton finalmente lo había conseguido. Tretjakowskaja, Venecia, su lugar de objetivo. Tenía que ver a un hombre aquí desde hace días y no se había presentado, el sentimiento de culpa le hacía presión en el pecho como un yunque. Se bajó de la barca y agradeció calladamente al conductor de la misma, y observó a su alrededor. La vista no era la mejor... ninguna en este lugar lo era. Pero al menos estaba a salvo de ser devorado por un grupo de nosalís hambrientos o gambas alteradas, al menos estaba rodeado de personas, se cuestionó al final si eso era algo bueno o malo.

Observó al grupo reunido una vez más, por una vez en todo el viaje parecían todos actuar de manera cordial los unos con los otros. Frunció el ceño... y se acercó para otorgarles un apretón de manos a todos. —Ha sido un viaje muy movido, pero aquí estamos... y todos enteros, por fortuna— Dijo con algo parecido a una sonrisa el gigante —Tengo asuntos pendientes, pero si me necesitáis, estaré bebiendo por ahí... después de reponer equipo.— Marek le habló y pudo percatarse de que se preguntaba si se quedaría con él o no. Se iba con la doctora y la joven de las gafas... Anton se preguntaba si se trataba de que necesitaba ayuda médica o por simple interés carnal. Se quedó pensando acerca de las posibilidades de morir si seguía acompañando a Marek y a esa gente a lo largo del Metro, no parecían tener la mejor de las suertes... ¿Pero quien podía culparles?

No obstante, tenía asuntos pendientes, y por muy interesante que sonase la idea que guiaba a Marek a acompañar al grupo... a él le seguía importando mucho más el bienestar de su hija, por lo que no perdió el tiempo en responder. —Tengo que hacer una entrega, pero no os perdáis... de todas formas, ya sabes donde encontrarme. ¿Puedo decir lo mismo de ti?— Sacudió levemente el hombro del sujeto, con una media sonrisa.

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28/10/2017, 22:19
Marek Viktor Tarasovich

Marek sonrió al hombre que se había convertido en lo más parecido a un amigo al darle un apretón de manos:

- Ok, repón equipo, acaba asuntos privados, descansa y nos vemos para almorzar y tomar algo. Yo estaré como dije con Doc en el chequeo, a menos que ella tenga alguna objeción. Luego, saldré a solucionar un asunto rápido y estaré listo para ponernos en marcha a otra aventura disparatada. 

Se dijo a sí mismo que la visita a este lugar sería rápida y concisa, averiguar la veracidad en cierto rumor, cerrar algún cabo suelto definitivamente, recuperarse de la pérdida de su equipo de tirador, lo habitual en la vida de un tiburón como él. Sin embargo, la adrenalina descargada en grupo sentaba mejor a su alma que la interminable sucesión de misiones en solitario, vaya sorpresa. Quizás se estaba volviendo sociable a la vejez.

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30/10/2017, 22:12
Anton Sokolov

Anton asintió con la cabeza lentamente a Marek y le echó un rápido vistazo al grupo, despidiéndose de la misma forma de con ellos. —No será la última vez que nos veamos... por desgracia.— Torció el gesto, bromista, y se dio la vuelta caminando y perdiéndose por los túneles abarrotados de gente en la Venecia. Su estomago rugía como un motor y sus cargadores estaban vacíos... tenía que ir de compras.

Notas de juego

Pues mi personaje va a reponer su equipo y demás. Si el master lo cree acorde podría postear mi compra en privado hacia el director.

PD: Mi personaje al final estará en uno de los sitios de reunión comunes en la estación, básicamente bebiendo y esperando a un sujeto que nunca vendrá. xD

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01/11/2017, 12:10
Anna Kuznetsova

Yo sigo a Svetlana,bueno a sido un día movidito, santo cielo!!!. Bueno y ahora habrá que buscar algo con lo que callar a estas tripas, no amiga?

Notas de juego

Bueno yo si el grupo que viene con nosotros quiere mientras Svetlana cura a alguien voy a buscar la.comida para todos

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01/11/2017, 14:35
Gregori "Ratón" Lavson

Llegaron por fin a Tretjakowskaja, un lugar que podría llegar a ser idílico si no fuera por la saguas contaminadas, el olor penetrante a podredumbre, los despojos humanos que allí vivían, el peligro acechante que se escondía tras las esquinas... Vamos, que aquel lugar era un auténtica mierda! Pero era el único que les podría ofrecer lo que necesitaban: descanso, seguridad  y reposición de equipo para continuar adelante.

Al despedirse del barquero, llegó el momento en que cada uno de los componentes del curioso grupo debían decidir hacia donde se dirigían sus pasos. Si bien habían tenido sus encontronazos en algún momento, era más que evidente que en grupo era más fácil sobrevivir. Y aquello era lo único que importaba en aquellos tiempos.

Svetlana ofreció sus conocimientos médicos para sanar alguna que otra herida. Y Gregori necesitaba de aquellos cuidados tras el encuentro con los nosalis.

-Agradeceré que me eches un vistazó a este rasguño. No quiero que se me caiga la piel a trizas a causa de una maldita infección. - y con una mirada socarrona hacia la mujer, continuó - Y siempre es un placer que una mujer tan atractiva como tu, te ponga la mano encima...

Escuchó las palabras de Anton y su voluntad de cerrar temas en aquella localización. Todos tenían alguna que otra historia para resolver. Entendió perfectamente las palabras del grandullón. Pero tampoco quería perderlo de vista, era un miembro importante dentro de aquel grupo.

-Bien Anton, pero no te vayas muy lejos. Mañana, como dice Marek, nos podemos encontrar y decidir como plantear la búsqueda del avión.

Notas de juego

Anna, me parece bien tu idea.

La intención de Ratón es primero descansar y luego dedicarse a buscar algo de equipo. Master, lo roleamos o simplemente te hacemos la compra directamente?

 

saludos

nanuk

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02/11/2017, 15:18
Svetlana Záitseva

Alquilaron entre todos un cubículo de seis plazas de los habilitados para la corta estancia de un grupo de viajeros.
Como estaba en el segundo piso tenía una gran ventana corredera con cortinas, y vistas al exterior.
No tenía ni lavabo ni ducha ni retrete, aunque en cada piso del edificio había dos servicios con lavabo y retrete públicos,
y para ducharse habían habilitado unos baños públicos de pago en el edificio contiguo.
El mobiliario consistía en el equipamiento militar mínimo para su función de corta estancia y descanso:
seis camastros de campaña con sus correspondientes arcones metálicos para guardar las pertenencias,
una mesa de campaña rectangular y seis sillas plegables también de campaña.

Mientras Anna había ido a buscar la comida, Svetlana se ocupó de atender médicamente a los que lo habían solicitado.
Con Marek acabó rápido, un chequeo básico permitió constatar que gozaba de una excelente salud.
Con Gregori hubo que echar mano del botiquín que llevaba la joven en su mochila,
no necesitó sutura pero sí la aplicación de un apósito antiséptico.
Anna tendría que esperar a después de comer para que le echara la doctora un vistazo a sus lesiones.

- Tiradas (1)
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06/11/2017, 13:23
Andrey Vukašinovi

Llegó agotado, Semenovich podría esperar pero una cama caliente no. No quería confraternizar demasiado con el resto, no eran su gente. Al único al que le habló antes de retirarse fue a Ratón, que más o menos le parecía un tipo respetable.

-Hey, socio, alquilaré un camastro en la otra punta de la estación, nos vemos mañana por la mañana en la cantina a las...- Miró su muñeca, tenía 4 relojes de pulsera amarrados, era tradición entre la línea roja y el Reich matarse y robarse los relojes, cosas de soldados. -A las doce en punto, intenta reponer munición y provisiones ya de antes- Dicho esto, le ofreció un apretón de manos y se fue.

 

Conseguir un camastro para dormir no fue demasiado complicado, ni barato, pero se hizo con un alojamiento tranquilo que incluía la cena y un par de vasos de agua, menos da una piedra.

Trató de dormir toda la noche del tirón, pero el pensar su hermana sola esperando por él no le permitía pegar ojo. Miró lo que le quedaba de munición militar y separó cinco balas. Fue directito a la cantina mas cercana, un trago o dos de vodka siempre ayudan a conciliar el sueño, y luego visitaría a alguna fulana local ¿Porqué no? Si la va a palmar en este jodido viaje al menos ir con los huevos descargados. 

Tras la ruta nocturna que le costó mas de cinco balas militares, sin saber como, y aparecer en la cama que había alquilado con poco mas que las botas, se despertó. Si, el dolor de cabeza solía ser parte de la fiesta. Miró la hora, era pronto, se pasaría por el mercado para comprar provisiones.

El primer tenderete que visitó fue el de la comida, raciones, pagó para rellenar su cantimplora y compró algo de comer, un par de latas y una MRE vieja, bastante cara por cierto. Su última visita antes de reunirse con ratón sería el vendedor de armas, iba a cargarse de munición.

 

 

Notas de juego

¿Como están los precios así mas o menos?