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Metro 2030: Por un Puñado de Balas

Parte II: Viaje a la superfície

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04/04/2019, 23:48
Anna Kuznetsova

Anna tardó en procesar lo que ocurría pero los pocos instantes que observó al grupo del Recibo, pudo entender que habían terminado metiéndose en zona de guerra. Lo que el grupo inicialmente había creído que eran un grupo de Stalkers malheridos atacados por mutantes, se trataba de dos facciones enfrentadas entre sí, comunistas y fascistas.

Si tan solo hubiese mantenido la calma y observado con detenimiento la situación sin exponerse, probabablemente habrían visto de que se trataba y hubieran retrocedido sobre sus pasos para evitar el conflicto. Pero su insensatez había puesto en peligro a todos ellos y ahora se lamentaba.

Eres imbécil, Anna... Esta gente no necesita ayuda... Están combatiendo, luchando entre ellos por sus ideales... Y ahora estamos en fuego cruzado y en una posición muy delicada... ¿Qué podemos hacer?

La joven miró a sus compañeros apretándose contra la pared para no ser vista, y tratando de ingeniar un método, un plan para salir de allí. Ya fuese enfrentar una facción o la otra podía ser un suicidio, arrebatarían más vidas y no tenían la seguridad de que la otra facción les apoyara o defendiera. Innegablemente era mejor arrastrase por el suelo buscando coberturas, salir de la zona hostil y seguir su camino.

Con gestos les indicó al resto lo que había pensado. Quitaría la anilla, lanzaría una granada a lo lejos para desviar la posible atención, e inmediatamente se arrastraría por el suelo hasta llegar al edificio inmediato. Desde allí podrían avanzar alejándose del peligro, pero el problema era salvar esa pequeña distancia sin que el francotirador les volase la cabeza como terminaba de ocurrir con aquel desgraciado. ¿Lo conseguirían? No había otra, allí estaban vendidos...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Anna creará una pequeña distracción lanzando una granada y se arrastrará hasta el edificio para salir de la zona hostil. Desde allí intentará proporcionar cobertura si alguno de sus amigos es detectado al avanzar en sigilo.

Utilizo la granada para crear una distracción, lo más alejado de nosotros.

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06/04/2019, 18:45
Gregori "Ratón" Lavson

Pensando que podrían ayudar a algún grupo de stalkers en apuros, descubrieron que se habían equivocado al 100%. Los rastros que habían descubierto los llevaron a una zona de guerra, una localización donde se enfrentaban dos grupos por el dominio de una zona o por motivos políticos. Y aquello, como mínimo a Gregori, le importaba bien poco. en aquel momento, lo más importante era salvar el pellejo. Estaban a cubierto, pero en una situación bastante comprometida ya que ambas facciones podían pensar que eran del bando contrario. Las posibilidades de ser atacados por los dos grupos eran reales y Ratón solo veía posible una solución. -Hay que salir de aquí y dejar que se maten entre ellos!- compartió con el resto del grupo. Y entendiendo la propuesta de Anna, le indicó estar de acuerdo levantando su dedo pulgar. -O atravesamos el fuego cruzado o reculamos y volvemos atrás buscando otro camino. Jorji, tenemos alternativas?

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08/04/2019, 19:59
Marek Viktor Tarasovich

Marek intentaba sopesar opciones rápidamente. Estaban de mierda hasta las cejas, no importaba quien ganase, ninguno de los dos grupos dejaría de buscarles gracias al gesto de Anna. Si bien le parecía una imprudencia que podría costarles algunas bajas, estaba disculpado por su juventud e inexperiencia en un campo de batalla real. Él mismo había sido novato una vez, y ciertamente ahora se sentía como tal en la superficie. Si se decidían a destruir a los rojos podrían haber oteadores que luego les marcasen como enemigos y lo mismo por los del Reich. Lo mejor era largarse con mucho tiento. Anna lanzó una granada y eso dio por decidido el plan de acción, así que intentó escabullirse con el resto.

- Tiradas (1)
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09/04/2019, 00:05
Director

El tiroteo se intensificaba por momentos. Otro stalker del Reich cayó derribado por el francotirador de la Línea, pero cuando el que llevaba la Gatling consiguió afianzarla y disparar correctamente, un diluvio de balas cayó sobre los edificios desde donde les llovía más fuego. Se oyeron un par de gritos y el fuego de respuesta cesó por un momento, mientras los comandos comunistas salían de aquella posición y se desperdigaban para no presentar un blanco tan concetrado y fácil de eliminar por la superior potencia de fuego de los fascistas.

Por su parte, los aventureros bastante tenían con intentar cubrirse con lo que pudieran, pero a pesar de no devolver los disparos, algun que otro tiro seguía siendo lanzado en su dirección. Alejados del combate principal, no eran una prioridad, pero tampoco les quitaban el ojo de encima.

Jorji se giró hacia Gregori cuando este lanzó su pregunta por encima del zumbido de las balas - ¡Estar atrrapados! ¡Reich estarr adelante a isquierrda, pero rojos poderr estarr en cualquierr lado! Tenerr que irr hasia adelante derrecha, cubrrir entrre las rruinas... ¡Y resarr todo lo que sepáis!

La granada de Anna les dio el respiro que necesitaban. La bomba de mano cayó en tierra de nadie y no causó daños, pero la explosión y los cascotes que levantó del suelo obligaron a muchos a dejar de disparar y a agacharse o cubrirse tras un muro por puro instinto, y en el tiempo en que tardaban en volver a ponerse en posición de disparo y buscar un nuevo blanco, los cuatro aventureros lograron alejarse un poco de la refriega a través de las ruinas sin que ninguna bala perdida los alcanzara.

Pero la suerte no les podía durar siempre. De repente, al girar una esquina, se encontraron cara a cara con tres figuras embozadas en máscaras antigás, con una estrella roja cosida en la solapa de su traje antiradiación. Por sus gestos apresurados parecían tan sorprendidos como ellos de encontrarselos tan cerca sin esperarlo, pero rápidamente uno gritó - ¡Tirad las armas! - mientras los tres empezaban a alzar sus AKs para apuntarles.

Notas de juego

Resto la granada a Anna

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12/04/2019, 11:05
Svetlana Záitseva

Aquel encontronazo había pillado a Svet por sorpresa, pero poco a poco cerró los ojos y se dio con la palma en la cabeza, empezando a entender la situación. Hemos entrado en la zona de guerra... No estaban sólo defendiéndose de los Vigilantes. Tendríamos que haberlo visto venir... Sin poder decidir por dónde escapar, esperó a que sus compañeros tomasen la decisión, mientras trataba de protegerse de los disparos entre los coches y los escombros. 

Asintió nerviosa a las palabras de Jorji y se tapó los oídos cuando vio a Anna lanzando la granada, echando a correr con los demás en ese pequeño instante de calma sin disparos. El aliento se le cortó al ver otro grupo que se topaba con ellos, dándose por muerta en ese instante. Por suerte, parecía que a ellos también les habían pillado por sorpresa y habían decidido preguntar antes de disparar. Sus ojos se posaron en la estrella roja de las máscaras y se adelantó, con las manos en alto.

- ¡Esperad! ¡No somos del Reich! Sólo somos un grupo de Stalkers. Pensábamos que era otro grupo disparando a los Vigilantes y queríamos ayudar. Pero no meternos en la batalla. - a través de las máscaras no sabía si la creían o no, pero bajó un poco las manos, dejándolas a la altura de la cabeza - ¡Por favor! Soy de la Línea Roja, nunca dispararía a un camarada...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Iba a ver si los convencía con Carisma, pero difícil lo veo xD

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12/04/2019, 19:44
Anna Kuznetsova

La granada había cumplido su función al explotar en campo abierto y permitirles ganar el tiempo suficiente para avanzar y salir de la ratonera en la que estaban. Aunque hubiese cometido una soberana estupidez delatando su posición al inicio, al menos ahora estaba actuando con sensatez, ayudándoles a salir del aprieto en el que se encontraban. 

No tardaron en llegar a los edificios derruídos de enfrente y torcer a la derecha como había indicado Jorji, y a medida que se alejaban de los disparos, la cara de Anna iba relajándose por momentos y se sentía más aliviada. O eso creía hasta que...

- ¡Joder! ¡Tirad las armas! - gritó Anna a la par que lo hacían los tres sujetos con máscaras con los que casi se habían dado de bruces. Entonces Svet empezó a intentar persuadirles de que era de los suyos y que no pensaba disparar a nadie de la línea roja, aunque por momentos, con todos apuntando a todos, daba la sensación de que no iban a pararse a escuchar. Si uno apretaba el gatillo, aquello se convertiría en un verdadero infierno...

Fue entonces que la joven Anna tuvo un momento de lucidez, y encontró una posible solución. Bajando el arma para rebajar la tensión, hizo visible el logo que tenía Svet como médico. Aquel que tantas veces le había dado acceso a todos lados, incluído el círculo de la Hansa. Los médicos eran muy apreciados en la sociedad del metro.

- ¡Ella es médico! Mirad su botiquín, su identificación... ¡Que nadie dispare, nosotros no vamos a hacerlo! ¡Bajemos todos las armas! ¡Podemos ayudar! - Comunicó con claridad y siendo concisa la joven Stalker. Había apostado por mantener la calma y ahcerles razonar. Si no funcionaba, ya podía darse por muerta después de bajar el arma. ¿Colaborarían todos?

 

- Tiradas (1)
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13/04/2019, 16:49
Gregori "Ratón" Lavson

Toparse de morros con aquellos tres hombres que los apuntaban con sus armas, no fue lo que hubieran deseado ninguno de los miembros del grupo. La situación de fuego cruzado no hacía más que tensar más las sospechas sobre de qué bando estaba el grupo de stalkers.
Las órdenes de tirar las armas, no dejaban mucho margen de maniobra. Estaban con pocas opciones delante de aquellas armas que los apuntaban y que, al mínimo movimiento, escupirían plomo y los dejarían tiesos. No, mejor utilizar la cabeza en aquel momento.
Gregori escuchó las palabras de Anna e intentó ayudarla apoyando su propuesta sobre las habilidades sanitarias de Svet.

-Vamos, camaradas... no buscamos problemas. Solo estamos de paso! Podemos ayudaros si es necesario... pero no somos peligrosos.

No es que Gregori quisiera posicionarse en uno de los bandos de aquella combate, pero era necesario encontrar la manera de salir del atolladero y continuar su camino cuanto antes.
A veces, tratar con los humanos era mucho más complicado que enfrentarse a criaturas mutantes del metro.

- Tiradas (1)
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16/04/2019, 18:48
Marek Viktor Tarasovich

Marek miró con detenimiento a los soldados sin mostrar pánico pese a que los cabrones les habían pillado con guardia baja. Pensó en mencionar a la Orden pero quizás lo mejor era simplemente ir a algo más sencillo primero:
- Mis compañeros y yo somos un grupo de stalkers intentando mitigar el sufrimiento de los refugiados por el conflicto. Buscamos objetos de utilidad para salvar vidas ahí abajo, sin más política que la de ayudar a inocentes que huyen de la guerra. ¿Tenéis heridos? Doc los sanará como pueda, ¿necesitáis información de la zona que ya hemos transitado? Os la facilitaremos. Pero no somos una amenaza ni tenemos ningún papel en la guerra.

El truco era mantener una voz firme y una historia coherente.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro en oculto para mantener el misterio. Siento la tardanza.

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17/04/2019, 16:51
Director

Los aventureros quedaron sorprendidos al principio, pero el plan inicial de no inmiscuirse en la pelea tuvo más peso que el instinto de echar mano a sus propias armas. Estas quedaron colgando de sus correas o cayeron al suelo cuando hicieron caso y las soltaron, Jorji incluido. Por suerte fueron lo bastante rápidos tanto en hacer caso a la advertencia como en explicarse, y sobretodo revelar puesto que el trío de stalkers no los acribilló al momento. Dos de ellos intercambiaron una mirada, mientras que el otro no les quitaba ojo de encima. Las máscaras apenas dejaban ver nada más que la zona alrededor de los ojos, pero pudieron apreciar que dudaban. Una ráfaga de balas disparada desde algún punto cercano hizo que terminaran de decidirse.

- ¡Llevadlos con la comandante! ¡Vamos! - los otros dos volvieron a centrar su atención en ellos. Saltaron hacia adelante y les indicaron que se movieran a un lado con el cañón de las armas. Uno de ellos recogió las que habían dejado en el suelo mientras otro les quitaba las demás que llevaban encima.

Los llevaron a través de las ruinas, mientras a su alrededor la lucha continuaba, aunque ahora con algo menos de intensidad, el combate parecía haberse dispersado por la zona, aunque desde luego no cesaba. Casi empujados por los soldados, llegaron hasta un edificio de planta baja, sin tejado, en cuya balaustrada había más stalkers de la Línea Roja disparando hacia las calles de abajo.

Los que los habían atrapado soltaron sus armas en un montón y los hicieron avanzar hacia uno de los que estaba en el balcón - ¡Comandante Morozova! - llamó uno. La stalker se volvió y se acercó hacia ellos saliendo del balcón, donde el que llevaba el Valve seguía disparando de manera pausada pero fríamente calculada.

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17/04/2019, 17:44
Natasha Morozova

La oficial al mando de los comunistas iba cubierta con un traje antiradiación similar al de los demás, el cabello largo le caía por la espalda saliendo por debajo del casco. En las manos llevaba un Kalash 2012, aquél modelo nuevo poco antes de la guerra y que era casi imposible de conseguir en el Metro por cuenta propia. Sus ojos, duros como el acero, observaron a los cinco unos segundos, mientras uno de sus hombres la informaba.

- Así que stalkers humanitarios, ¿Eh? ¿En una zona desierta? Creo que demasiada gente sabe sobre ese avión, para mi gusto - dijo, con la voz amortiguada por la máscara - Supongo que no sabréis nada de lo que hay más allá. Pero tú - señaló a Svetlana - creo que nos puedes ser útil. Tengo un herido aquí - dijo indicando el lugar donde un stalker sentado contra una pared se apretaba el cuello con una venda ensangrentada - Y seguramente más antes de que se haga de noche. Atiéndelos. Cuando acabemos con los fascistas, decidiremos que hacer con vosotros.

Morozova regresó a la balconada para seguir combatiendo, mientras que Jorji, Gregori, Anna y Marek fueron llevados a una esquina vigilados por un único guardia. En total debía de haber siete stalkers de la Línea, pero salvo el que los vigilaba, todos estaban centrados en la batalla. Ni siquiera Svetlana tenía un ojo sobre ella, al menos de manera permanente. Sus armas seguían tiradas en un rincón, algo alejado de su posición, aunque más cerca de la doctora, pero el guardia no les quitaba la vista de encima, el fusil sin apuntarles pero con el dedo puesto en el gatillo para reaccionar rápidamente si se daba el caso.

Notas de juego

Perdón por la tardanza, me ha sido imposible postear antes.

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21/04/2019, 16:04
Svetlana Záitseva

Si no hubiese sido por sus compañeros, Svet estaba segura de que no lo habrían podido contar. Las balas ya no se sabía de dónde venían y la médico temía que hubiese algún otro herido antes de que llegasen siquiera a hablar con la Comandante. Le sorprendió ver que se habían hecho con armas bastante buenas, suficiente para compensar con los fondos que se invertían en el ejército del Reich. 

La pelirroja hizo gesto de sorpresa al escuchar lo del avión de boca de la oficial, pero estaba claro que muchos ya estaban al tanto de aquella locura de misión. Miró titubeando a sus compañeros, sin saber si deberían preguntarle sobre ello o ignorarlo. Si lo conocían lo más seguro es que se hubiesen adelantado. O que supieran que era mentira. Pero no podía hacer mucho más, dio un respingo cuando la mujer la señaló y se giró rápidamente hacia donde estaban los heridos. 

- Haré lo que pueda. - dijo sin dudar. Al fin y al cabo, eran heridos, eran camaradas y si al menos podía salvar una vida, lo haría. 

La doctora comenzó con las curas de emergencia, esperando que al menos pudieran darle algún botiquín para no tener que gastar el suyo propio. Su tarea la mantenía concentrada y, aunque de vez en cuando echaba miradas a sus compañeros para comprobar que seguían allí vivos, no hizo ningún gesto de acercarse a ellos ni a las armas que habían dejado a un lado. No confiaban en ellos, podía entenderlo. Estaban en zona de guerra y sentía que habían tenido suerte de que los que los habían encontrado no fueran de gatillo fácil. Aquí somos más, estamos juntos... Esperaremos hasta la noche. 

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22/04/2019, 18:14
Anna Kuznetsova

Nada le hizo menos gracia a Anna que ver cómo le arrebataban sus armas, las amontonaban en un rincón y los trataban como a meros prisioneros. De haberlo sabido, hubiese llenado de balas a aquellos tres y ayudado a los del Reich pese a que no simpatizaba con ninguna de las dos facciones. Desde su punto de vista, tanto los comunistas como los fascistas solo querían imponer sus ideales en a población del metro y hacerse con el control y poder de las distintas estaciones. La polis solo miraba de preservar y reunir a eminencias y gente ilustrada, y el círculo de la Hansa aprovechaba su posición más neutral para comerciar con el resto de facciones y controlar quién cruzaba el círculo, cobrándose un buen peaje. Las mafias solo miraban para sí mismas, y algunas pocas estaciones no tenían clara ni su forma de abastecerse ni su alineación.

Definitivamente, odiaba el metro desde sus cimientos, y ese odio se había acrecentado al ver lo poco humanitaria que era la gente, fuese de la facción que fuese. La joven Stalker tenía clarísimo que su futuro era vivir como Stalker en el exterior, y si a lo largo de su vida podía encontrar alguna colonia o remanente de personas que habían logrado subsistir en el exterior, ya fuesen o no soviéticos, cosa que no sabia si habría vida humana más allá de lo que conocía, al menos lo intentaría.

Haber visto el sol y sentido sus rayos sobre su piel, jugado con la fría nieve y haber disfrutado del fresco viento... Todo eso ya no podría olvidarlo, y pese a los peligros y amenazas de las criaturas mutantes, aquello era mucho mejor que el infierno del metro, de aquellos suburbios lúgubres y podridos, de aquella decadente y repulsiva sociedad controladora y que sólo mira por unos pocos mientras deja morir al resto.

Svet se puso a tratar las heridas una vez los presentaron frente a la comandante, y aunque se mantuvo en silencio y sin moverse, Anna no dejaba de elucubrar en su mente como hacer para recuperar las armas y llenar de plomo a aquellos desagradecidos. Pudiendo ayudarles, les daban la espalda, preferían seguir con su combate y mantenerlos prisioneros, aunque eso supusiera que perdiesen un hombre para vigilarles.

Esperaría. Claro que esperaría. La paciencia era una virtud, y siempre ocurrían imprevistos que ofrecian oportunidades. ¿Quizá una bomba que impactase cerca? ¿Órdenes de algún superior para avanzar o replegarse? ¿Más bajas de lo previsto que les obligasen a pedirles ayuda? Todo era posible. 

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23/04/2019, 22:21
Gregori "Ratón" Lavson

Habían pasado de estar en medio de un tiroteo a ser prisioneros de una de las facciones enfrentadas. Para Gregori, la situación del grupo no había mejorado en absoluto. Además, sin armas y bajo vigilancia, sus opciones de poder sorprender a los comunistas eran mucho menores y con un índice de éxito casi nulo.
Por lo que había dicho aquella tipa, la decisión sobre su futuro sería más tarde. Cosa mala.
Y parecía que todo el mundo conocía la existencia del avión y su cargamento. Más complicaciones a su plan de jubilación adelantado!
Gregori observó la mirada intensa de Anna hacia los hombres que los habían apresado. Con un imperceptible golpe de codo, llamó su atención y susurró bajo el ruido de los disparos.

-Tranquila Anna, tenemos que esperar el mejor momento.

Y pensó que podía crear alguna distracción para poder aprovecharla y sacar partido.

-Puedo ayudar a mi compañera? Necesita ayuda para salvar la vida de vuestro amigo.

Si se podía acercar algo más a la pila de armas, pudiera caer entre sus manos algún cuchillo...incluso una pistola. Quién sabe.

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24/04/2019, 10:13
Director

Por el momento, todos estuvieron de acuerdo implícitamente en mantener un perfil bajo y esperar una oportunidad adecuada para tratar de cambiar su situación. El combate proseguía, pero desde donde estaban no podían tener idea alguna de como evolucionaba ni si alguno de los dos bandos conseguía ventaja sobre el otro, solo el sonido de los disparos que se intensificaban o decrecían a ritmo intermitente.

Svetlana se acercó al hombre herido, lo examinó y empezó a tratarlo. Una bala había dañado el cuello del hombre, por suerte de manera superficial al darle de refilón, pero aun así el destrozo en la piel era importante y sangraba de manera abundante, a pesar de la presión que el propio stalker aplicaba sobre la herida con un paño ya teñido de rojo. La médico itinerante empezó a tratar la herida, confiando en que luego aquello influiría a su favor a la hora de decidir cual sería su destino.

Sin embargo, el destino tenía otro plan reservado.

De repente, alguien cercano dio un aviso que heló la sangre a más de uno - ¡Demoniooo! - y como respondiendo al grito, un estruendoso rugido se escuchó por encima del fuego de las armas automáticas, que callaron al unísono cuando los de uno y otro bando alzaron la vista al cielo en busca de la inesperada amenaza. Una sombra los sobrevoló, y en un instante el combate se transformó en una carrera para llegar a algún lugar a cubierto y fuera del alcance de la bestia, daban igual los colores del uniforme o la ideología que se defendía.

El edificio medio derruido en el que estaban no fue menor presa del caos. La comandante Morozova y los otros de la Línea empezaron a retroceder, buscando bajar al piso inferior mientras no perdían vista del cielo, aparentemente olvidándose de ellos e incluso abandonando al herido al que trataba Svetlana. Lo que no evitó que el mutante se fijara en ellos al estar más altos que aquellos en las calles.

Un nuevo rugido precedió al ataque. El demonio se lanzó hacia ellos, tan veloz como habían visto hacer a aquél otro en su momento. El del rifle Valve fue el único que no salió corriendo. En su lugar, hincó la rodilla en el suelo, apuntó con su arma a la cabeza del mutante y le descerrajó un balazo cuando lo tuvo casi encima. El disparo alcanzó al monstruo en un hombro, haciéndole rugir de nuevo de dolor, y desviándolo un poco de su trayectoria.

No la suficiente.

La pasada del demonio fue rápida, casi demasiado como para que nadie pudiera ver algo, y de todas formas cada uno estaba tratando de salvar su vida. En un instante, donde antes había estado el tirador ya no había nada, su rifle tirado a un lado en el suelo, arrancando de sus manos. El grito del hombre no tardó en oírse, a medida que el mutanto se elevaba en el cielo con él entre sus garras, y luego lo dejaba caer para estamparlo contra el suelo. Un golpe sordo sobre el asfalto puso fin a los gritos.

Entretanto, los demás de la Línea Roja habían desaparecido hacia el piso inferior, y volvían a escucharse disparos por las calles, aunque menos. Algunos eran al aire, tratando de abatir a la criatura, otros habían elegido reemprender el combate a pesar de que el demonio seguía ronando la zona y tratando de repetir lo que había hecho con el francotirador comunista. Nadie les prestaba atención en esos momentos, pero buscar cobertura en el piso de abajo significaba volver a ser capturados por los rojos, y quedarse por la zona tendría el mismo resultado o uno peor.

Jorji se puso en pie y corrió hacia donde habían tirado sus armas. Recogió las suyas y su mochila, visiblemente nervioso por la prisa - ¡Tenerr que marrcharrnos! - dijo, animándolos a hacer lo mismo. Luego salió a la balconada, pero no tardó en volver a asomarse al interior - ¡Porr aquí poderr bajarr a calle! Y entonses correr, no imporrtarr nada más, no más parradas, solo correr hasta entrrada de Metrro, ¿Entendido? ¡Vamos! - los exhortó a seguirlo, antes de empezar a descender por una tubería oxidada que llegaba hasta la calle.

Notas de juego

Podéis recuperar vuestro equipo tal y como estaba. El Valve está ahí tirado así que alguien puede cogerlo sin más, pero recordad que tendréis que dejar otra arma a cambio.

El turno siguiente os lo colgaré lunes que viene en vez de miércoles, que el martes salgo de viaje y no quiero teneros tanto tiempo esperando otra vez.

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29/04/2019, 12:21
Anna Kuznetsova

Impotencia. Eso era lo que sentía Anna después de ver que haber confiado con los hombres de la línea roja solo les había servido para que los hubiesen presos, les privsasen de sus armas en territorio hostil, y los tratasen como a escoria. Durante el lapso de tiempo que estuvieron vigilados por el soldado comunista y permanecían allí de pie contra una pared, la joven buscaba la manera de noquear de algún modo al hombre y salir de allí cuanto antes. No quería perjudicar a sus compañeros pero no estaba dispuesta a que todo terminase así. ¿Siendo presos? ¿Sin poder acceder al avión? ¿Debiendo olvidarse de ser una Stalker como se había prometido a sí misma? No, saldrían de allí. Llegarían al avión antes de que lo saqueasen otros, y con lo obtenido, viviría de forma holgada en alguna estación con acceso al exterior. Sería una Stalker.

Y entonces ocurrió algo inesperado, la llegada de un demonio, la criatura alada del exterior más peligrosa que se conocía. Por unos instantes se quedó sin respiración, recordando el otro encuentro anterior en el que Svet casi perdió la vida. Desde luego eran bestias fascinantes, letales y silenciosas. 

- Increíble... Lo ha atrapado con sus afiladas garras, le ha hecho crítico el cuerpo y lo ha lanzado desde lo alto para desparramar todos sus sesos... 

Anna volvió a ser consciente de todo lo que les rodeaba cuando Jorji les apremió a huir de allí de inmediato. No tardó en colocarse su mochila, tomar sus armas, y seguir allá carrera al Stalker, siempre observando a sus alrededores, en especial al colosal demonio que seguía sobrevolando el lugar y buscando nuevas víctimas. Seguro que después se daría un buen festín con todos sus cuerpos, como buen depredador que era, en lo alto de la cadena alimenticia.

- Ratón, toma si puedes la Valve, tú estás más cerca que nadie . Ese francotirador es una pasada y podrás sacar un buen pellizco cuando regresemos al metro. 

No sabía si le haría caso o si en aquella situación solo buscaría sobrevivir y huir cuanto antes, pero sintió el impulso de decírselo.

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29/04/2019, 16:53
Marek Viktor Tarasovich

Marek había estado esperando un momento para liberarse de los rojos, y esa bestia había caído literalmente del cielo para darles esa oportunidad. Haciendo caso al consejo experto de Jorji, se apresuró a salir cubriendo a sus compañeros rezagados, que aún se debatian entre sí coger la valve o no:

- [b] Cogedla quien pueda y salgamos! Vamos, os cubriré la huida, esa cosa va a volver y dudo que podamos pararla sin más. [b/]

Notas de juego

que la coja quien pueda y ya luego vemos como hacerlo

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29/04/2019, 18:25
Svetlana Záitseva

Svet estaba a medio tratar la herida cuando oyó ese rugido que la congeló en el sitio, haciendo que esas fauces reaparecieran frente a ella, amenazantes y peligrosas, a punto de arrebatarle la vida. La médico consiguió reaccionar cuando la sombra pasó sobre ellos, terminando de apretar la improvisada venda y dándole una palmada, más fuerte de lo que pensaba, a su paciente.

- Corre y escóndete, no morirás por la herida.

Había sonado mucho más brusca que otras veces pero el miedo la había obligado a moverse y bastante había conseguido contenerse esos segundos. Corrió hacia sus armas y las cogió a toda prisa, dudando unos instantes ante la Valve y mirando a Ratón por si se decidía él a cogerla. No hacía falta ni que Jorji lo dijera, Svet sólo quería salir de allí con ellos y poco le importaban los demás y sus estúpidas guerras.

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30/04/2019, 00:09
Director

Salieron a la calle de abajo, deslizándose por la tubería que había utilizado Jorji. Siguieron al stalker a la carrera entre las ruinosas calles mientras el tiroteo volvía a crecer a su alrededor, acompañado de vez en cuando por los rugidos del demonio, que seguía sobrevolando la zona, impasible ante los pocos disparos que conseguían impactarle. Daba igual como acabara aquella lucha entre facciones y mutantes, ellos tenían un objetivo y si tanto el Reich como la Línea Roja estaban al tanto de lo del avión, significaba que el tiempo se les estaba acabando.

Corrieron sin cesar durante lo que fue una hora o más, dejando todo aquél caos atrás, pero aún cuando dejaron de escuchar el combate por lo lejano que estaba, Jorji no les dejó aminorar el ritmo. Tenían que llegar cuanto antes a aquella entrada y ponerse a salvo de nuevo en la oscuridad del Metro, tan agobiante como reconfortante cuando se sabía que allí se era inalcanzable por parte de una de aquellas cosas.

Sin aliento llegados a cierto punto, no tuvieron otra que parar unos segundos a recuperarse tras la intensa carrera, lo mínimo necesario les dijo el veterano stalker que los guiaba, pero incluso a él le hacía falta que su ritmo cardíaco se relajara bajo riesgo de llegar al límite.

No obstante, apenas hubieron parado dos minutos, cuando el calor corporal de la extenuante marcha se les evaporó al instante cuando un familiar rugido les heló la sangre. El demonio los había seguido y ahora iba a por ellos.

- ¡Correrr! - gritó Jorji, señalándoles hacia el final de la calle, donde debía de estar la entrada secundaria a la líena del Metro. Los edificios cercanos parecían cerrados a cal y canto y cualquier tipo de cobertura frente al mutante alado parecía imposible. Solo podían intentar llegar bajo tierra lo antes que pudieran y tratar de ahuyentar al demonio cuando este invevitablemente se lanzara al ataque.

Notas de juego

Como Gregori todavía no ha dicho nada, os dejo este turno para que me aclaréis sí cogéis al final el Valve o no, pero si nade toma la iniciativa el arma quedará atrás.

Tirada de Resistencia, gente. Podéis dispararle al demonio pero con un -2 a la tirada, aunque podéis sumar bonos de mirillas y demás.

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01/05/2019, 00:24
Svetlana Záitseva

Svet siguió al grupo como podía. Le ardía la garganta y estuvo a punto de tropezarse varias veces por el cansancio, pero consiguió mantener el ritmo hasta que no pudieron más y tuvieron que descansar. Estaba a punto de preguntarle a Jorji cuánto quedaba hasta la estación, cuando oyó el rugido del Demonio. Siguiendo la indicación del Stalker echó a correr con las fuerzas que le quedaban, movida por el miedo pero no lo suficientemente rápido.

- Tiradas (1)
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02/05/2019, 23:47
Gregori "Ratón" Lavson

Intentaba ayudar como podía a Svet, presionando donde la doc le decía e intentando no ser un estorbo. Pero los ojos de Gregori, más que mirar la herida de aquel hombre, bailaban entre la montaña de armas que les habían obligado a dejar y los hombres que los habían apresado. Esperaba el mejor momento para hacerse con un puñal, o algún tipo de arma pequeña, para poder esconderla entre los pliegues de su chaquetón.
De repente, un alarido le sobresaltó. Al grito de "demonio", su sangre se heló por completo. No hizo falta mirar al cielo, ya que la enorme sombra que surcó la zona exterior donde estaban situados ya puso en alerta a Gregori.
En segundos, aquel combate entre dos bandas se tornó una locura sin sentido. Mejor dicho, con un solo sentido: salir con vida del ataque de aquella criatura salida del ultramundo.

Escuchó como alguien le decía algo sobre una Valve o algo parecido. Pero Gregori no perdió tiempo en cargar un arma de aquellas dimensiones. Además, si hubiera tenido tiempo de pensarlo tranquilamente, habría llegado a la conclusión que las prestaciones que ofrecía no le podían ser de utilidad. Su bastarda era mucho más adaptable a cualquier ocasión. Pero poco llegó a pensar en aquellas cosas. Ahora lo importante era salvar el culo!

-Vamos, vamos, vamoooooossss!!!

Bajaron a la calle y corrieron como nunca antes lo habían hecho, sabiendo que aquel demonio sanguinario les pisaba los talones.
Seguía las indicaciones de Jorji, mirando de vez en cuando atrás para descubrir que aquella cosa cada vez estaba más y más cerca. Solo tenían que apretar un poco más los dientes, correr más rápido y llegar hasta la entrada de metro más cercana. En aquel momento era su salvación.

Pensó por un momento en frenar e intentar disparar a la bestia, pero Gregori no era de aquellos que se las daban de valientes en momentos así. No, no... su único objetivo era correr, correr y correr.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Perdón gente, pero no llego a postear cuando toca. No pillo el ritmo ni a la de tres!
Disculpad y os aseguro que hago lo que puedo...

saludos
nanuk

PD: me sabe mal, pero la Valve se queda atrás. En aquella situación, creo que Ratón iría por faena: a por lo suyo y salir cagando leches! jejeje