Partida Rol por web

En medio de mi carrera, el estruendoso disparo me hizo sobresaltar, deteniéndome de golpe y porrazo. Instintivamente, me miré el pecho, como si fuera a encontrar ahí una mancha roja que demostrase que a pesar de no sentir nada, estaba malherido. Pero no, estaba perfectamente, como lo estaba la niña en cuanto la miré de arriba abajo, a pesar de estar llorando desconsoladamente.

¿E-Eara…? –Murmuré, girándome en busca de mi hermanita. No podía haberla disparado a ella, no le hacía falta, no, a mi hermana no…

Y efectivamente, no era Eara la herida. Lo comprobé de un rápido vistazo, como descubrí lo que realmente había sucedido. Era a Frang, a él le había disparo en el hombro, y con ojos desorbitados contemplé la sangre brotando de su cuerpo… y todo lo demás. Sus ojos se habían vuelto de un color ambarino brillante, imposibles, antinaturales. Y parpadeando sin poder creer lo que mis ojos me mostraban, vi al chico golpeando a la mujer con una mano de uñas alargadas. Vi a la mujer caer sobre la arena, inconsciente. Vi a Frang tomando aquel arma del suelo, con la respiración tan agitada como el rugido de un animal salvaje. Sentí a la niña refugiándose en mis brazos, o quizás era yo quien la había atraído hacia mí al oír su llanto, como mi hermana había hecho tantas y tantas veces conmigo desde pequeños.

¿Fra… Frang…? –Le llamé, con temor. Era inevitable que los cambios que acababa de presenciar me recordasen a nuestro sueño, al modo en que otra persona se había convertido en un monstruo ante nuestros aojos de lobo. Nada de todo aquello tenía sentido, y ya estaba cansado de dudar y no obtener respuestas- ¿Q-qué está pasando…?

El disparo resuena en mis oídos como si hubiera estallado algo cerca nuestro. Me cuesta identificar ese sonido como el de un disparo. Miro a mi alrededor para lograr ver quién o qué resultado herido por el arma de aquella terrible mujer. Mi primera opción es mi hermano pues su mano se atrevió a lanzarse contra él, pero gracias a Dios estaba bien. Fue Frang el herido.

-¡¡¡Frang!!!-chillo casi sin darme cuenta mientras me lanzo instintivamente hacia él.

Parece herido, pero lejos de estar aturdido o asustado se está convirtiendo en algo extraño. No puedo evitar pensar en nuestro sueño. Me paro en seco al ver como de un manotazo la tira contra el suelo y me quedo paralizada.

-¿Qué.... qué...-pero no sale ninguna frase de mi boca.

Me quedo quieta mirando fijamente a Frang.