Partida Rol por web

MidNight: El Pozo de la Rebelión

E1.- En el poblado de Koln

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03/06/2019, 11:42
Girolamo Savonarola

Aunque mi primera intención había sido la de acceder de buena fe, evitando la burocracia y el documento que, por otro lado, les iba a obligar a acceder, cuando el sheriff lo solicitó, de buena gana accedí, mientras echado un ojo hacia atrás, guiñándoles un ojo para transmitir tranquilidad y confianza. Al fin y al cabo, era algo que hacia demasiado a menudo.

Mientras examinaba los papeles, miraba la configuración del poblado, el número de casas y, a aquellos que no se atrevían a salir, pero sí a olisquear furtivamente por las ventanas de sus hogares.

Una vez que pareció satisfecho de comprobar los papeles, alargué la mano para recuperarlos y guardarlos nuevamente dentro de mis ropajes, mientras hacia un gesto al resto llevemos las carretas y los burros donde no estorben. Todo recto por aquí digo moviendo la mano en la dirección por la que íbamos y antes del puente, a la derecha junto a rio no estorbarán.

Cuando se acercó para hablarme al oído, giré la cabeza para acercarla ligeramente hacia su boca, asintiendo a sus palabras veremos qué se puede hacer. Igual tenemos alguna mano hábil por aquí, o en otro lugar digo encogiéndome de hombros, como queriendo decir que él llevaría lo que tuviera que llevar, donde lo tuviera que llevar, y una vez allí sabrían qué hacer con ello. Realmente no sabía si de los integrantes de la caravana, alguno sabía de herrería, pero se lo preguntaría más tarde.

En ese momento, me aparté del sheriff, levantando la cabeza para elevarla lo más posible mientras alzaba la mano para poner silencio se acerca un jinete. Digo mirando al resto de la caravana, señalándoles a ellos, pues venía por ese camino, antes de mirar al sheriff de manera interrogativa. Aunque no tuviera nada que temer, pues teníamos todos los papeles en regla, las sorpresas nunca solían traer buenas noticias. Será mejor darnos prisa prefería que nadie que no fuera del pueblo viera, de momento, la caravana.

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03/06/2019, 21:19
La Reina Bruja (Narrador)

2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 3)

El enano se arrimó lo más que pudo, descartando la idea de mover las cajas de un lado a otro. Vio entonces que un gnomo se acercaba al Sheriff Ashan y hablaba con él. Poco pudo escuchar de él pues mucho dijo y poco subiendo la voz. Entendió Ulfrin que lo primero que dijo el enano fue su nombre, el cual no logró realmente entender. Seguido de ello, pareció preguntar por los sirvientes de la sombra o algo similar. Luego de esto nada entendió.

Aunque por parte de Ashan tuvo más suerte su voz era más dura y más pausada, por lo que pudo escuchar mucho mejor.

Si son comerciantes, deben tener algún permiso de las autoridades del Dios Izrador para transportar tantas cosas, pues veo sus carretas llenas – exclamó Ashan, el sheriff al tiempo que extendía su mano exigiendo los papeles. Vio entonces que el gnomo con gusto y seguridad en su rostro le entregó ciertos documentos a Ashan e incluso se acercó a señalarle cosas sobre dichos documentos. Notaba que algo conversaban en voz baja sobre ellos, pero nada pudo entender.

El sheriff miró los documentos con detenimiento y se mostró aparentemente satisfecho, pues sus palabras fueron las siguientes:

Muy bien, adelante. Muevan su caravana por la calle principal del poblado. Todo derecho, y dejen las carretas allá, al final, antes del puente. A la derecha junto a rio no estorbarán – las indicaciones eran claras y todos empezaron a moverse. Entonces pudo Ulfrin ver mejor a los recién llegados, se trataba de toda una caravana de aparentes comerciantes. Un total de nueve, entre los cuales había siete humanos, un gnomo que les lideraba y un mediano. Hubo más palabras en aquel momento, pero solo alcanzó a entender que hablaban sobre comida y hospedaje.

En ese momento, cuando la caravana ya se encontraba casi frente a su ventana, escuchó al gnomo hablar de nuevo, el cual afirmaba que un jinete se aproximaba, señalando justamente al camino que salia del poblado, y a su vez les invitaba a darse prisa.

Notas de juego

Disculpa que no te este actualizando a tiempo, me he traspapelado ya un par de veces.

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04/06/2019, 02:43
Wendell Karim

Wendell se mantuvo atento a la forma en que el gnomo manejaba la situación, descubriendo que, en realidad, no había hecho nada que el no fuera capaz de hacer, si tuviera los papeles que llevaba Girolamo. Aunque es cierto que el pequeño jefe de la caravana no había perdido la compostura como probablemente el si lo hubiera hecho.

Fue en ese momento cuando sus oídos escucharon el característico relinchar de una caballo, lo que le impidió escuchar las palabras con que el sheriff terminó su diálogo.

Dudo si interrumpir las negociaciones del jefe de la caravana con el detalle de lo que había escuchado, hasta que se dio cuenta que el también lo había oído - Buen oído - asintió antes de acercarse a uno de los burros y disponerse a moverlo, junto con el carro que llevaba - Quizás debamos moverlos un poco más. Por lo menos que no sean tan visibles. Nunca se sabe quien puede ser el que viene - propuso sin saber si sus palabras serían bien recibidas por Girolamo - Quizás seguir el río unos pasos a la derecha para que esa casa impida que sean tan visibles? -

- Tiradas (1)

Motivo: Escuchar susurro del Sheriff

Tirada: 1d20

Resultado: 3(+4)=7

Notas de juego

Supongo que con esa tirada no lo escucho... así que ni el sheriff (ni por ahora Girolamo) se enterarán que Wendell es un (mediocre) herrero ;-)

Hacia el puente y hacia el sur (abajo) para que no estén tan visibles?

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04/06/2019, 03:16
Ulfrin

La paciencia, como la mayoría de las veces, ha surtido efecto y pronto veo como avanza una carreta que pertenece a unos mercaderes. Después de haber escuchado parte de las conversaciones, sobre todo por voz del sheriff, me queda claro que esos tipos son inofensivos para mí. Siempre queda la posibilidad de que sean informantes de la Sombra, que vayan pueblo por pueblo detectando resistencia para luego denunciarla mas esa posibilidad pronto se resuelve.

La voz del gnomo una vez más cerca de mi ventana, me confirma que tiene tanto miedo como todos de los viajeros. Dice que un jinete se acerca y quiere moverse rápidamente, lo que me indica que es temeroso y precavido o que directamente oculta algo.

Concentro mi vista en ellos, sin saber realmente quienes son ni qué hacen pero supongo que si fueran la resistencia que estoy esperando, que el Sheriff conoce, no les habría pedido esos documentos de viaje que le mostraron.

"A menos que sean tan estúpidos de portar documentos falsos y teman una revisión más minuciosa."

Pero la verdad es que no entiendo mucho de esas cosas pues nunca he vivido sometido al enemigo y sus leyes diseñadas para oprimir. Esos documentos, peajes y otras cosas no es nada con lo que esté familiarizado.

"La Sombra siempre busca como pisotear a las personas y mantener así su poder."

Me quedo mirando hacia el camino que entra en el pueblo, sabiendo que no podré ver nada hasta que entren en él lo suficiente para alinearse con la ventana desde la que miro, pero preocupado pues las palabras el gnomo me indican que aquel jinete probablemente no sea nada bueno. Muy probablemente, algo muy malo.

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04/06/2019, 10:46
Manfred

Manfred pasó unos momentos de nervios cuando el dirigente miraba los documentos del líder, por unos momentos que le pareció demasiado largo esperó a que el representante de la aldea les diera el visto bueno. Se había unido a una caravana sin saber nada de los demás, no sabía si había sido una locura, si le contaría para su perjuicio, pero era tarde para todo eso. Esperó mirando a su compañero Durghall que miraba aquí y allá como escrutando el firmamento, su ancha espalda que mostraba desde esa posición le provocaba seguridad, con Durghall a su lado eran pocos los bandidos que se atrevían a asaltarle, había hecho un buen trato con el hombre. 

Respiró aliviado cuando el dirigente dio su aprobación y le indicó el lugar donde debían de posicionarse, Manfred avanzó sin apenas atreverse a escrutar el rostro de aquel hombre. Eran muchas cosas las que no le gustaban entre ellas escuchar el nombre de un Dios oscuro, hizo que bajara su rostro hacia el suelo para evitar expresar en su semblante su descontento. Después cuando escuchó lo de la comida y las curas se le iluminó el rostro, miró para el gnomo queriendo decirle algo pero se lo pensó otra vez, habían confiado en Girolamo para bien o para mal, lo que tuviera que decirle tendría que ser sin que estuvieran los aldeanos delante, así que bajó otra vez la cabeza y empujó las riendas de su burro para seguir avanzando detrás del grupo. 

- Tiradas (2)

Motivo: Averiguar intenciones

Tirada: 1d20

Resultado: 15(+4)=19

Motivo: Escuchar

Tirada: 1d20

Resultado: 9(+4)=13

Notas de juego

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04/06/2019, 16:27
Jonad

El mediano saludaba efusivamente con su manita a las gentes que veía moverse dentro de las casas, pero nadie le devolvía el saludo y pese a ello no paro de saludar a cada aldeano sombrío que avistaba desde su posición.... Solo se detuvo cuando su jefe Girolamo les instó a darse prisa en mover la caravana. En ese momento se centro en ayudar con la maniobra con la mente puesta en la comida prometida por el Gnomo.

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04/06/2019, 16:37
Azahn Dowl

No, no – exclamó el sheriff a las palabras de Wendel, aunque no parecía haberle prestado verdadera atención. – Atrás del cuartel, mantenganlos ocultos allí – ordenó señalando el edificio grande que fungía como su oficina y casa a la vez.

Ese momento, mientras avanzaban con las carretas ya a mitad del pueblo, se escuchó el relinchar severo y poderoso de un corcel. El jinete ya estaba muy cerca, y por la reacción del sheriff, era mejor darse prisa.

Vamos de prisa, ya vienen – dijo Ashan claramente preocupado – detrás del cuartel estarán más seguros, procuren no llamar la atención o manténganse también ocultos. No den problemas – el sheriff se quedó allí, para recibir a aquellos que se aproximaban. Hacia ya cien años desde que Izrador lo ganara todo ante los hombres, y una de las cosas ya poco comunes, era ver a un hombre montado en un corcel. En aquellos lugares solo los sirvientes de la sombra, aquellos de importancia como los legados, eran quienes montaban a caballo. Pues ver a algún jinete rebelde o sarcosano era casi tan probable como encontrar un buen plato de comida abundante.

Notas de juego

Post intermedio. La actualización del asalto sigue en lo pactado, mañana miércoles por la mañana.

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04/06/2019, 17:56
Girolamo Savonarola

Mientras ayudaba a avanzar al resto, Justo ante su de hacer desaparecer las carretas, me acerco a Azhan amigo, no mientas, ni nos ocultes. Si te preguntan si que hemos ido hasta donde estamos para no molestar. No tenemos nada que ocultar y estamos autorizados. Si intentas mentirle y te descubre será peor. Quizás solo quiera noticias de las revisiones que llevamos, o incluso nada tiene que ver con nosotros le digo serio. No estaba dispuesto a que los nervios del sheriff provocarán una desgracia, y más cuando nada había que ocultar, al menos de momento.

Antes de desaparecer junto al resto, lance una última mi mirada.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Diplomacia

Tirada: 1d20

Resultado: 7(+10)=17

Tirada oculta

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 2(+4)=6

Notas de juego

Dejo tirada de diplomacia para seguir convenciendo al sheriff y avistar por si puedo ver al jinete.

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05/06/2019, 01:57
Wendell Karim

Al notar que sus palabras habían sido escuchadas, aunque corregidas, Wendell observó la dirección a la que señalaba el sheriff y arrastró al burro del que llevaba las riendas, esperando poder ocultarlo antes de que el jinete llegara a la población

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05/06/2019, 13:03
Durghall Finn

Un dejo de confusión invadió al hosco norteño al escuchar por vez primer al sheriff del lugar. Aunque, como ocurría siempre, su imperturbable rostro no dio muestra alguno de ello.

No era tan extraño que aquellos a cargo de mantener el orden buscaran evitar problemas. Sobre todo si se trataba de extraños recién llegados a su pueblo. Y que para ello, en ocasiones pudieran mostrarse como personas relativamente razonables, de las que no apelaban necesariamente a las amenazas y a la violencia física como único e inicial método de presentación.

Sin embargo, el duro norteño no recordaba haber visto jamás a un sirviente de la sombra tan razonable. En un primer momento, lo atribuyó a que quizás no fueran todos tan despiadados aquí en el Sur. Pues, simplemente, y a diferencia de lo que ocurría en las frías tundras de su patria, las gentes de estos lugares estaban ya tan abatidas y derrotadas, que no representaban una verdadera amenaza.

Pero pronto tuvo que desechar esas ideas. Pues con la llegada del misterioso jinete, la actitud del sheriff se volvió realmente extraña...

Sin pensárselo dos veces, el fornido sujeto se apresuró a mover las carretas y las bestias al lugar que le indicaba su anfitrión, a la vez que intentaba determinar algo más sobre la identidad de quien se aceraba al galope.

- Tiradas (2)

Motivo: Averiguar Intenciones

Tirada: 1d20

Resultado: 4(+2)=6

Motivo: Escuchar

Tirada: 1d20

Resultado: 10(+4)=14

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05/06/2019, 16:48
Azahn Dowl

Mañana del 2° de Halail del año 101 de la edad oscura (Turno 4)

Las palabras de Girolamo sentaron mal en el sheriff quien parecía tener múltiples preocupaciones en su mente. Miro en distintas direcciones, como si intentase encontrar algo o deducir algo, casi olvidando a los extranjeros recién llegados.

 Hagan como quieran, es su pellejo, no voy a interceder por ustedes si las cosas se tuercen – exclamó el sheriff, con palabras que al menos para Girolamo le daban a entender que quizá si era quien el buscaba. – Al menos saca a tu caravana del camino. Ponla en algún lugar donde no estorbe, amigo – concluyó el sheriff con algo de sarcasmo y enfado, pero sin ser ofensivo y concediéndole a Girolamo todo lo que este estaba pidiendo.

Sin esperar más, Girolamo indicó a sus acompañantes que moviesen las carretas hasta el lugar del que hablaran en un inicio, y aunque apresuró el paso, evito que cualquier corriese o se mostrase alterado, no quería provocar sospechas innecesarias. Incluso, una vez allí, a medida que los nuevos visitantes se acercaban, exigió a todos que se comportaran con la mayor naturalidad posible.

Notas de juego

Todos: Si no ven respuesta a sus tiradas es que no les ha ido bien.
Wendell: No puedes apelar a que escuchas los susurros del sheriff a Girolamo.
Durghal y Manfred: Pueden apelar a que escuchan las palabras susurradas del Sheriff.

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05/06/2019, 17:10
La Reina Bruja (Narrador)

Cuando un gran estruendo de cascos se escuchó en la entrada del pueblo descendiendo por las colinas, el sheriff Ashan Dowl se apresuró a decir a los pobladores que tuvieran calma y se alejaran del camino principal del poblado. Fue entonces cuando los héroes y todos los habitantes del poblado pudieron observar la llegada de los oscuros sirvientes de la sombra, el Dios oscuro Izrador.

Cabalgando directamente hacia el sheriff, sobre un gigantesco caballo de guerra ligero del color de la noche, se encontraba un ereño de ropas negras, el cual era seguido por un grupo de orcos muy numeroso, un total de veinte de ellos. Todos fuertemente armados, y con una ira y deseos de destrucción que se alcanzaban a ver fácilmente en sus feos rostros. El grupo avanzó hasta llegar al sheriff, con el cual aquel ereño de ropas negras intercambio un par de palabras que terminaron con un duro puñetazo en el rostro del sheriff el cual cayó de bruces a pesar de su notable corpulencia. Intento pararse, pero la pata de un orco ya le oprimía el pecho en señal de amenaza.

El ereño, aún montado en su negro corcel, avanzó entonces hasta el edificio más elegante del poblado, que se encontraba cerca del centro del mismo, frente al cuartel del sheriff. Cuando el ereño desmontó frente a aquella casa, un hombre vestido con sucios ropajes de cuero salió de ella, seguido por un sirviente quien llevaba una jarra de barro, presumiblemente con agua. El ereño y un gran orco que parecía tener autoridad sobre los otros de su raza se acercaron al dueño de la casa, mientras que el resto de orcos se volvieron hacia el poblado contemplando a los pobladores que entre curiosos y asustados miraban escondidos o detenían sus labores cotidianas. De momento, aunque les habían visto, nada habían dicho los siervos de la sombra sobre la caravana del gnomo.

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05/06/2019, 17:16
La Sombra [Director]

Notas de juego

Te parece que el sheriff es buena persona, su actitud parece preocupada por su gente y sus reacciones sobre la sombra te llevan a pensar que solo cumple su papel como guardián bajo la orden de la sombra, aunque de mala gana porta el título pues su mención a Izrador la hace casi escupiendo al suelo.

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05/06/2019, 17:20
Hamil

Mientras todo aquello ocurría, Hamil, otro de los miembros de la caravana que había partido con los demás desde DavinDale se derrumbó en el seco pasto claramente temeroso de que los orcos le asesinase. – son demasiados – exclamó – ¿que vamos a hacer? – preguntó a la nada.

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05/06/2019, 17:26
La Sombra [Director]

Notas de juego

1.- Oficina y hogar del Sheriff Ashan Dowl
2.- Casa más grande del pueblo con terreno de cultivo a un costado.
C.- Posición actual de la caravana
Marca roja: Posición del ereño y el orco que le acompaña.

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05/06/2019, 18:09
Manfred

Manfred viendo la situación otea por el lugar para ver si encuentra un escondrijo para la caravana, y sino lo ve al menos para ellos y su burro en todo caso. Pues el panorama no pintaba nada bien, y aquellos orcos con su capitán al mando un ereño ni más ni menos parecían demasiado amenazadores y violentos, y por muchos planes que tuvieran o armas que dieran a aquellos truhanes, era demasiado peligroso debido a la cantidad que eran en el grupo. Eran muchos, demasiados, para pasar desapercibidos. Manfred se había dado cuenta de ello incluso para no parecer una amenaza, ya que había hombres que imponían como Durhall, o que podían sembrar desconfianza como él que no tenía ninguna presencia para dialogar con el enemigo. Ante tal grado de insatisfacción, buscó una alternativa una vía de escape para esconderse, y que la caravana en sí no pareciera tan amenazadora. Al menos si se podía esconder él y Durhall, y quizás alguno más como Hamil que estaba a punto de perder los nervios... sería un voto a su favor y le haría un bien a los demás, en cuanto a su burro si encontraba un sitio para cobijarlo mejor que mejor, cuanto menos provisiones vieran en ellos más pacíficos estarían sus ofensores. 

- Tiradas (1)

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 18(+4)=22

Notas de juego

Mi personaje busca un escondrijo para la caravana, y en caso de no verlo al menos para algunos integrantes de ésta. Teniendo en cuenta por si puede ocultar también a su burro.

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05/06/2019, 19:17
Girolamo Savonarola

A pesar de no gustarme en absoluta la forma en la que se dirigió a mí, a pesar de que mi intención había sido solamente la de ayudar, me contuve, consciente del miedo que debía de recorrer su cuerpo al enfrentarse a ese jinete. 

El movimiento fue rápido, pero no lo suficiente, pudiendo ver que, no era un jinete, sino toda una patrulla, al frente de un Ereño, que si no me equivocaba, debía de tratarse de un puto legado. Si con eso no hubiera sido suficiente, finalmente nos habían visto, aunque parecía que, de momento, nos habían dejado tranquilos.

La actitud del orco líder me pareció un tanto brutal, sin saber por qué ni mediar palabra alguna. Quizás estuvieran buscando a alguien en concreto, o a algo. ¿Sería alguien de la expedición? 

De esta forma, me dije que la mejor forma de salir de esta era pasar lo más desapercibido posible, sin llamar demasiado la atención y continuar con nuestros haceres, que no eran otros que los de disponernos a descansar antes de proseguir hacia la guarnición orca para la entrega de víveres.

Sin embargo, parecía que no todos mantenían el aplomo, viendo que el tal Hamil ya se había derrumbado, y que Manfred se disponía a buscar un lugar donde esconderse.

Creo que lo mejor es no llamar la atención. Si os descubren escondidos, no habrá nada que hacer, a no ser que sepáis alguna excusa que poner para justificar esa actitud. En esta situación, no me gustaba tener la última palabra, pues podían depender nuestras vidas de ello, tanto si hacía lo que decía yo, como si no. La confianza en mí mismo era suficiente para justificarlo, pues podían haber estado allí escondidos desde que nosotros llegáramos, o cualquier otra excusa que se me ocurriera.

- Tiradas (1)

Motivo: ayudar a esconder

Tirada: 1d20

Resultado: 9(+11)=20

Notas de juego

Si deciden esconderse de todas formas, les ayudo si veo que me puede dar tiempo.

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06/06/2019, 01:29
La Reina Bruja (Narrador)

 Hagan como quieran, es su pellejo, no voy a interceder por ustedes si las cosas se tuercen – exclamó el sheriff con cierta dureza al gnomo tras unas previas palabras de este, las cuales el enano no pudo escuchar en su momento. Ulfrin observó entonces desde lo alto como el gnomo y su caravana avanzaban por el poblado hasta dar vuelta a la oficina del sheriff, momento en que los perdió de vista y por ello no podría decir si se habían marchado o si solo se encontraban junto al rio que dividía al poblado hacia el este. El sheriff por su parte, se mantuvo donde estaba, como si esperara algo impaciente la llegada de algo o alguien.

Cuando un gran estruendo de cascos se escuchó en la entrada del pueblo descendiendo por las colinas, el sheriff Ashan Dowl se apresuró a decir a los pobladores que tuvieran calma y se alejaran del camino principal del poblado. Fue entonces cuando Ulfrin y todos los habitantes del poblado pudieron observar la llegada de los oscuros sirvientes de la sombra, el Dios oscuro Izrador.

Cabalgando directamente hacia el sheriff, sobre un gigantesco caballo de guerra ligero del color de la noche, se encontraba un ereño de ropas negras, el cual era seguido por un grupo de orcos muy numeroso, un total de veinte de ellos. Todos fuertemente armados, y con una ira y deseos de destrucción que se alcanzaban a ver fácilmente en sus feos rostros. El grupo avanzó hasta llegar al sheriff, con él cual, aquel ereño de ropas negras intercambio un par de palabras que terminaron con un duro puñetazo en el rostro del sheriff, él cual cayó de bruces a pesar de su notable corpulencia. Intento pararse, pero la pata de un orco ya le oprimía el pecho en señal de amenaza.

El ereño, aún montado en su negro corcel, avanzó entonces hasta el edificio más elegante del poblado, que se encontraba cerca del centro del mismo, frente al cuartel del sheriff. Cuando el ereño desmontó frente a aquella casa, un hombre vestido con sucios ropajes de cuero salió de ella, seguido por un sirviente quien llevaba una jarra de barro, presumiblemente con agua. El ereño y un gran orco que parecía tener autoridad sobre los otros de su raza se acercaron al dueño de la casa, mientras que el resto de orcos se volvieron hacia el poblado contemplando a los pobladores que entre curiosos y asustados miraban escondidos o detenían sus labores cotidianas. De momento, nadie parecia haberle visto, ni los pobladores, ni los visitantes ni aquel ereño y sus orcos; Ulfrin continuaba bajo la seguridad que le proporcionaba su escondite.

Notas de juego

Nota: Considera que no estás encerrado.

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06/06/2019, 01:46
Wendell Karim

Más allá que sus sentimientos lo hicieron pensar en la posibilidad de plantarle cara a los orcos y al humano que los guiaba, Wendell optó por permanecer en segundo plano. No era el momento. No con la cantidad de brutos que se habían acercado al poblado.

Las palabras de Girolamo sonaban lógicas, por lo que el defensor se alejó del burro al que había arrastrado hacia su "escondite" y se acercó a la pared de la que parecía ser la vivienda del sheriff sin intentar hacer movimientos bruscos ni ocultarse. Por un momento se planteó acercarse algo más hacia la calle central del poblado para intentar escuchar que era lo que estaba pasando con el ¿noble? que hablaba con el desconocido.

Sin embargo después de la reacción que había tenido el ereño de negro con el sheriff prefirió no acercarse demasiado. Después de todo, no sabía si podría evitar su propia reacción si lo atacaban de la misma manera. Apoyándose en la pared que tenía a sus espaldas se dispuso a escuchar, aunque no estuviera tan cerca como hubiera querido, cuando observó la reacción de Hamil.

"Cobarde" no puedo menos que pensar al ver como se derrumbaba. "Es bueno saber que no se puede contar con el" se planteó a si mismo, distrayéndose lo suficiente como para no ser capaz de prestar atención a la conversación que había querido escuchar

- Tiradas (1)

Motivo: A ver si se escucha algo?

Tirada: 1d20

Resultado: 3(+4)=7

Notas de juego

Parece que los dados no están conmigo. Para que ponerle rangos a Escuchar, si parece que estoy sordo :-(

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06/06/2019, 04:20
Ulfrin

Las palabras que escucho el sheriff me hacen pensar que quizás el gnomo se ofreció a algo. Algo relacionado con el motivo por el cual varias personas del pueblo parecen aun más agitados de lo que estaban al momento de ver llegar aquella caravana de comerciantes. De seguro, si pudiese mirar fuera, también estaría intranquilo.

Por mi mente pasan muchas cosas pero no me concentro en ninguna pues sin saber realmente qué es lo que estoy viendo, prefiero no tomar suposiciones.

Veo como el gnomo y su gente avanzan hacia el río, sin saber si se escondieron al lado o si continuaron su marcha mas supongo que si el gnomo le dijo a Ashan algo que generó aquella respuesta, dudo mucho que no deseen quedarse y simplemente marchar.

Entonces llega lo que esperaban. Lo supe primero en mis entrañas, luego en el sonido y finalmente en la vista. Cuando veo al legado con todos esos orcos, lo había percibido mucho antes en mis tripas. Trago saliva, aprieto mis puños pues el odio y el asco que tengo a esos desgraciados que se unen voluntariamente a Izrador es casi tan grande como los que tengo hacia él mismo.

Al ver como golpean al sheriff temo porque pudieron atrapar a la resistencia.

"Quizás por eso no hemos sabido nada de ellos y ahora vinieron a acabar con Ashan por ayudarles."

Pero el legado se mueve y toca en una puerta, ignorando al sheriff. Pienso que quizás no es eso y viene a otra cosa, aunque no puedo descansar por ello pues nada descarta que no sea para algo aun peor.

Miro a los orcos... Son muchos y no podría derrotarlos a todos yo solo.

"Me matarían y nadie movería un dedo para ayudarme. Los humanos siempre son así."

Pero también está el pensamiento de que si intervengo, también puede ser para peor. La Sombra no dejará en paz un pueblo donde asesinen a uno de sus legados. Incluso si los mato a todos y me encargo de los cuerpos, alguien les dirá y será una matanza. Incluso si nadie habla, quizás los superiores del legado saben que vino y, si no vuelve, tomarán represalias.

Mi vista se desvía hacia los pueblerinos que se han congregado y no puedo evitar compararlos con las personas de mi aldea, masacradas sin ninguna piedad por el enemigo.

"Todos ellos terminaría igual si levanto la mano contra ese ereño y sus orcos. Mejor no involucrarme de momento."

Me giro un momento para mirar la puerta. Sé que esta abierta y que podría salir a repartir muerte hasta que esta me alcance a mí mas no comencé mi viaje para encontrar el momento de suicidarme sino para hacer que valga. Esta no es la manera.