Partida Rol por web

Mil balas sobre Avalon Hill.

Cap. 2. La acechanza de los lestrigones.

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10/12/2008, 11:43
Darius Potter.

Potter se rascó la cabeza bajo el sombrero, perplejo.

-Aquí no queda nadie, Lewis –declaró por fin.

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10/12/2008, 14:29
Thomas Lewis

Lewis siguió apuntando por unos segundos más a ningún punto en concreto en la lejanía, hasta que finalmente decidió bajar su rifle con el ceño fruncido y dirigió su mirada de confusa preocupación hacia Potter.
-Eso parece y sin embargo es lo que más me preocupa. Si no fuimos nosotros los que disparamos a esos hombres, ¿quiénes fueron?, ¿estaban muertos cuando llegamos...? Creo que hay alguna doble intención en todo esto, señor, pero aún no consigo vislumbrarla...- chasqueó la lengua, claramente fastidiado por no poder componer al completo el "puzzle" que se estaba formando sin que los vaqueros quisieran. Al parecer perdieron algunas piezas por el camino y costará encontrarlas.

Bonito y Miles ya habían llegado a su objetivo nuevamente sin reacción alguna a su alrededor, así que finalmente Lewis se decidió, a pesar del riesgo, a ponerse en pie para volver a observar a su alrededor con otra perspectiva más amplia.
Si aún así nada sucedía, sería hora de recoger el ganado y volver hasta el rancho.

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11/12/2008, 09:30
Director

El capataz imitó al explorador. Después de un vistazo minucioso, le indicó con un gesto que lo siguiese hasta la construcción, manteniendo la prudencia, pero con decisión. El silencio sólo era roto por el mugido de las vacas, que comenzaban a desplazarse desde el otro lado de la colina y, en un momento dado, sobre la cresta apareció un caballo ensillado, mordisqueando la hierba.

-Quienquiera que los haya liquidado, ya se marchó -proclamó. Hizo una señal a la pareja junto al almacen: -¡Mirad con cuidado dentro del granero y venid aquí, hay que reunir las cabezas! –Y a los que tenía ante sí: -Miles, Bonito, entrad en la casa por delante; Lewis y yo la rodearemos.

No encontraron a nadie, aunque en una de las habitaciones que aún conservaba la techumbre, descubrieron un improvisado jergón y señales de alguien que había vivido allí durante algún tiempo. Tampoco Zachary y Sarah vieron nada por los alrededores. Ya todos juntos frente a la casa, calados hasta los huesos y salpicados de barro (Miles en concreto presentaba un aspecto desastroso), se decidieron a examinar los cuerpos de los extraños. El cadáver que yacía cerca del pozo ofrecía un certero disparo de rifle entre ceja y ceja; el del tipo que había rematado Bonito, tenía las entrañas fuera, y no había que ser un indio para entender que en su agonía se había arrastrado hasta el granero fuera del alcance de los disparos.

-O bien alguien los sorprendió, o bien los traicionó. Pero, ¿por qué dejar el ganado atrás? –discurría Potter.

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11/12/2008, 09:58
Director

La visión del rostro del hombre que había estado a punto de dispararle era espantosa, no había nada que reconocer en él, pero, cuando Miles volteó el cadáver tendido de bruces junto al pozo, Zachary pudo identificarlo rápidamente: su nombre era Jeremy Brenton, apodado el Harapos, y había sido compinche de su padre; los había visto emborracharse, celebrando el éxito de un golpe más de una vez. Pero, por lo que recordaba, Brenton, lejos de dedicarse al cuatrerismo, pertenecía a la banda de Ajax Hughes, el despiadado salteador de trenes y diligencias.

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11/12/2008, 19:05
Lee Miles

Estaba seguro de que algo se le escapaba, pero mientras intentaba saber qué, hizo caso de las ordenes de Potter y junto con "Bonito" se dedicó a explorar la zona con atención. - Tiene que haber un motivo para esto... - se repetía mientras entornaba los ojos intentando apercibirse de todo lo que le rodeaba con el más completo detalle del que era capaz. Un par de veces tuvo que cerrar los ojos y restregarlos con un pañuelo pues la claridad cada vez mayor fruto del transcurrir del día hería sin piedad su vista ya cansada por haber trasnochado.

Aun así permaneció en silencio y ni una queja tuvo. Volvió a reunirse con los demás, y mientras escuchaba a Potter revisó los rostros de los demás. Estaba claro que no era el único que estaba pensando sobre este feo asunto. - No puede ser... - se dijo mientras algo se encendía en su mente. Era una remota posibilidad, pero valía la pena ponerla sobre el tapete.

Potter - dijo, interrumpiendo al capataz, con voz algo tomada por el frío de la noche - Estamos casi todos aquí... el rancho apenas opondría resistencia si alguien decidiese... - vaciló un momento por lo descabellado que parecía esa opción - atacarlo. - dejó un momento de silencio para que se asentara la opción y cada uno pensase sobre ello.

No sé qué motivos puede tener nadie para hacer algo así, pero vale la pena ir a comprobarlo. - hemos estado fuera toda la noche - pensó - más vale que me equivoque y tan solo fuera una treta para llevarse el tercio restante. Carraspeó y escupió un gargajo a un lado antes de continuar - Para reunir el ganado y llevarlo de vuelta, bastan dos vaqueros. Tres si queremos asegurarnos de llegar sin incidentes.

 

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11/12/2008, 20:29
Thomas Lewis

Tras comprobar entre todos el granero del lugar y los cadáveres que reposaban alrededor, el conjunto de vaqueros volvió a reunirse nuevamente intentando encajar las piezas que faltan en ése extraño enigma.
El ceño de Lewis permanecía ceñudo desde hacía un buen rato inmerso en esas cavilaciones, dejando reposar el rifle en su propio hombro mientras observaba y escuchaba a Miles con sumo interés.

-¿Tendría la Sra. Wales algo que valiera tanto allí...?- preguntó dudando por un instante, decantándose más por la idea de que tan sólo les interesara asegurarse una parte del ganado aunque fuera mínima. Pero la muerte de los cuatreros seguía resultándole extraña, más bien diría que alguien quiso ayudarles.
El rifle empezó a moverse con cierta impaciencia y nerviosismo entre sus manos. A pesar de que tanto la gélida lluvia, como la noche y el propio contexto no le habían alterado en demasía, la idea de que el rancho pudiera haber sido atacado le resultaba demasiado nefasta.

-¡Lo siento jefe!- se limitó a espetar repentinamente, dejando claro que en realidad estaba esforzándose por contenerse y finalmente no lo había conseguido.
Empezó a correr cómo alma que lleva el diablo sujetando su arma con ambas manos hasta el punto donde dejó atado a su córcel cerca del pozo.
Si alguien alcanzaba a ir tan deprisa cómo él, sería un placer tener a un compañero con el que cabalgar sin descanso; pero si no, cada segundo se había vuelto en una contrarreloj cuyo grado de preocupación sólo él sabía. Aunque quizá los más veteranos pudieran intuirlo.

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12/12/2008, 04:08
Josephine "Josie" Wales
Sólo para el director

-¿¡Pero qué es todo ésto!? -exclamó Josie al darse cuenta de cuál era la situación en ese momento.

Zaina relinchó inquieta y su jinete lo estaba aún más. Josie fue de inmediato consciente de lo tremendamente peligroso que era permanecer en el lugar que estaba, el tiroteo era inminente así que o hacía algo o esa sería la última luna que vería.

Momentáneamente las cosas parecían estar equiparadas, eran dos contra dos, aunque Josie no podía saber si una vez caído el par que estaba junto al establo el otro tipo iba a intentar algo contra ella, pero se dijo que ya tendría tiempo de averiguarlo, pues de momento lo que importaba era salirse de tiro.

Mantuvo su revólver apuntando, listo para accionar el gatillo e hizo que Zaina retrocediera hacia la derecha del establo, sin perder de vista a los dos forajidos.

-¿Quién diablos son todos ustedes y qué buscan en mi rancho?

- Tiradas (1)
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12/12/2008, 11:34
Zacharias Buckner

Zach se acercó al pozo acompañando a Sarah, algo más relajado, ya no apretaba la escopeta con fuerza suficiente para romperla, cosa que era capaz de hacer si se esforzaba, aunque costara de creer. Miró al hombre que había intentado matarlo, al principio con odio, pero luego con sorpresa cuando Miles lo volteó.

Los recuerdos sacudieron a Buckner, no eran agradables, y si hablaba, tal vez se expusiera, pero no podía arriesgarse a que sucediera algo peor, él no era como estos hombres, y aunque no lo creyeran, no le importaba, debía hacer lo que creía correcto. Echó un rápido vistazo a Sarah y luego se dirigió al resto, puede que Miles no fuera tan desencaminado.

Conozco a este tipo, Jeremy Brenton, pertenece a la banda de Ajax Hugues, el salteador de trenes y diligencias, no creo que robar ganado fuera su objetivo bajó la mirada al hablar, pero enseguida la levantó de nuevo, no tenía nada de lo que avergonzarse, incluso se quitó el sombrero sosteniéndolo con una mano. La reacción de Lewis lo coge por sorpresa, era comprensible que temiera por el rancho, pero, ¿hasta ese punto? Se mantuvo indeciso, tenía que cumplir las órdenes que le diera Potter, aunque compartía la inquietud del explorador, sin llegar a entenderla, tal vez eso era lo que llamaban un pálpito, algo de lo que le hablaba su padre muy a menudo.

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12/12/2008, 21:32
Sarah Hudson-Parker

Sarah no evitó posar sus ojos en los de Zach mientras comentaba que conocía a aquel tipo, había algo en él que le parecía familiar y no era capaz de recordar qué era eso. Bajó la mirada unos instantes para luego reparar en la rapidez de Lewis, parecía como si hubiera en la granja algo más por lo que preocuparse; volvió a poner atención en Zach, era una bendición que no hubiera tenido que ser ella la que tuviera que decir aquello. Sintió que se desvanecía pero tenía que mantenerse en pie, porque muy probablemente había llegado el momento de volver, seguramente el ganado no iría a ningún lado pues ya se veía que no era aquel el plan. Se paró junto a Zachary y buscó sus ojos, quizás él pudiera decirle si se conocían; tiritó un poco, estaba harta, cubierta de lodo pero respiraba profundo tratando de mantener la calma para acatar las órdenes del capataz.

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14/12/2008, 10:55
Darius Potter.

El capataz había empalidecido al escuchar las insinuaciones de Miles, y juró en voz alta cuando Zachary identificó a aquel tipo, así que apenas pudo reaccionar ante la espantada de Lewis. Golpeó con el puño sobre la palma de la mano izquierda y exclamó:

-¡Que le den al ganado! Bonito, tú que tienes las piernas más ágiles, ve con él; los demás os seguimos enseguida, pero antes… -Se detuvo a meditar un momento y decidió con rudeza:- Un par de nosotros se quedará aquí, reuniendo las cabezas y custodiando estos cuerpos… Puede que lo del asalto al rancho no sea más que un barrunto disparatado, y el sheriff querrá ver esto –le hizo un gesto a Sarah para que lo acompañase y, retirándose hacia donde había dejado su caballo, habló sin mirar atrás: -Miles, ocúpate tú; Zachary, échale una mano.

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14/12/2008, 11:25
Director

La airada interrogación de Josie se decantó en un lúgubre silencio. El tuerto hacía oscilar su ojo sano del fusilero con el rostro envuelto en tinieblas al revólver que Josie empuñaba. Lo único que se oía era el resoplar de Zaina y el chapoteo de sus cascos en el barrizal. La Parca se había aposentado entre ellos y les calibraba el alma en sus balanzas, decidiendo si llevarse a alguno de los contendientes o a todos ellos.

El segundo bandido no pudo resistir la tensión y comenzó a disparar su rifle contra el recién llegado, quien no tardó en replicar. Speaker gruñó y comenzó a disparar también, pero contra la amazona. Josie sometió a su yegua con severos golpes de espuela y evitó que se encabritase tirando con furia de las bridas, mientras una dos tres balas del adversario silbaban a su alrededor. Respondió a los disparos como mejor pudo, y logró amilanarlo, obteniendo unos valiosos segundos para forzar el galope fuera de la línea de tiro.

Miró hacia atrás a unos veinte metros de la refriega: el demandante había salido del porche y se plantaba en mitad del terreno, rodilla en tierra, disparando con todo cuidado, derrochando una increíble sangre fría… o un afán irracional de venganza. Speaker puso pies en polvorosa hacia el establo y el otro lanzó un aullido de dolor, herido en una mano, y no tardó en salir de la vista. El extraño se puso en pie y recargó sin prisas.

-¡Ni te pienses que vas a escapar, Speaker! –gritó.

-¡Entra aquí a buscarme, mestizo! –contestó Speaker, y se carcajeó como una hiena.

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15/12/2008, 16:58
Josephine "Josie" Wales
Sólo para el director

Josie no lo pensó dos veces e hizo que Zaina corriera hasta la casa. Lo suyo no era cobardía, pero en ese instante le quedó claro que de continuar sobre la yegua la estaba exponiendo gratuitamente.

Ya en la casa descabalgó y llevó a Zaina a la parte trasera, fuera del alcance de cualquiera de esos hombres. Ingresó por la puerta de la cocina llamando a su madre e intentado calmar a una a esas alturas histérica Gertrudis.

-¡Mi rifle! ¡Necesito mi rifle! ¡Permanezcan en el interior de la casa y tranquen puertas y ventanas y manténganse lejos de ellas! Son tres, dos en el establo y uno afuera...

Recorrió la casa buscando a su madre, las cosas no estaban para sutilezas así que apenas dar con ella le dijo lo que debía.

-Bobby está muerto, le molieron la cabeza a golpes. ¡Muchacho estúpido! ¿Por qué lo dejaron salir? Tenían que haber disparado desde el interior de la casa ¡¡Maldición!!... Ese hombre dice haber conocido a papá. Speaker, así le llamó el mestizo. ¿Conoces de algo ese nombre?

 

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16/12/2008, 05:52
Sarah Hudson-Parker

Siguió a Potter como este le había indicado, parecía que se pondrían en marcha ya mismo y mejor así porque si se quedaba más tiempo pensando en qué hacer, terminaría congelada, no le extrañaría si moría de una pulmonía. Ella era una chica, una simple muchacha ganándose el sustento diario y ahora parecía querer ser un héroe junto a sus compañeros de labores diarias. Negó con la cabeza suavemente, no era nada de eso y se quería engañar a sí misma pero aún así, se había decidido a no echarse para atrás pasara lo que pasar, a morir en el intento si era necesario pero a no dejar solos a esos hombres que de algún modo confiaban en ella.

-Si, señor...

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16/12/2008, 09:59
Lee Miles

Asentí a las ordenes de Potter. Escupí al suelo y enfundé el revolver que aun sostenía y con el cual jugaba inconscientemente mientras hablabamos. Buckner, reune las reses. - ordené con mi habitual tono seco. mientras tanto caminé hasta el lado por donde había subido junto a Potter, buscaba a Plomo, mi fiel compañero de fatigas. - voy a por mi montura.

A pesar del duro esfuerzo al que lo había sometido esperaba que se encontrara bien, tumbarlo a la fuerza era algo a lo que Plomo estaba acostumbrado, pero aquella galopada entre el barro podía haber sido demasiado para sus patas, al fin y al cabo el mustang era ya viejo y sería normal que se hubiera hecho daño.

 

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16/12/2008, 12:25
Thomas Lewis

Lewis alcanzó a su habitual montura, sobresaltando al pobre animal debido a la carrera y el estado de ánimo con el que se presentó, así que tuvo que detenerse uno segundos en acabar de calmarlo.
Hacía apenas un par de años que su fiel Cortaviento pereció en las montañas, desde entonces ningún caballo le había parecido lo suficientemente bueno como para volver a ponerle un nombre.

Con ése agrio recuerdo montó ágilmente, desatando las riendas del tronco en el que habían sido enroscadas.
Echó un último vistazo a los compañeros que empezaban a distribuirse y moverse, dándole un tiempo limitado extra a Bonito antes de apretar los talones repetidamente para espolear a su montura, saliendo así del rancho fantasma a toda velocidad para deshacer el camino recorrido durante la noche.

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16/12/2008, 23:32
Tommy "Bonito" Smith

Todo aquello no había hecho mas que revolver las cenizas del pasado para Bonito. Aún así, el explorador salió despedido como una saeta sin darle tiempo al otrora confederado de hacer nada... Potter había roto aquel hechizo profiriendo una orden que, como en los tiempos del ejercito, Smith habría de cumplir con premura.

Sin siquiera mirar los rostros de sus compañeros, ni el de los muertos ajenos, ni del propio, salió corriendo a paso largo tras de Lewis, sabedor de que este lo dejaría atrás si se demoraba.

Con el mismo envión de la corrida, solo tirando con la derecha el mojado y apelmazado poncho sobre el flanco izquierdo para que no le moleste al voleo de la pierna diestra al montar, Tommy estaba ya sobre su pongo, recogiendo desde arriba las riendas de "Pingo".

El explorador de las tierras del norte estaba desde antes listo para salir, y eso fue lo que hicieron una vez que el eximio pistolero estuvo listo...

Ya estoy Lewis, le sigo...

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17/12/2008, 10:06
Zacharias Buckner

Mantuvo la mirada de Sarah, era inquisitiva, seguramente le resultaba familiar pero no lograba recordar de que, era normal, él había cambiado mucho, excepto en los ojos, que seguían siendo limpios y sinceros. Se había convertido en toda una mujer, pero aún no había perdido todos los rasgos que él recordaba de su niñez, y eso le agradó.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos Sarah Hudson-Parker, tanto que aún te tiraba de las trenzas que solías llevar no añadió nada más, sólo una sonrisa, pues Potter daba instrucciones, ya habría tiempo para recordar los viejos tiempos. Aunque deseaba seguir a Lewis y Smith, debía cumplir con sus obligaciones, seguir las órdenes, no estar por encima de ellas. Así que asintió primero al capataz y luego a su veterano compañero.

Observó cómo se alejaba el resto, resignado, era evidente que todavía no confiaban en sus habilidades, o tal vez ni siquiera confiaran en él, no les culpaba. Buscó su montura y enfilo hacia el lugar donde estaban las reses, comenzando a realizar su trabajo, por lo menos las recuperaba, no las robaba, y hubiera sido fácil hacerlo en estas circunstancias. Frunció el ceño, le molestó ese pensamiento, le molestó el saber cómo poder hacerlo.

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17/12/2008, 10:07
Director

Fue arremeter contra la puerta trasera, y reproducirse el tiroteo en el exterior; Gertrudis, que estaba recargando el mosquete Springfield apresuradamente, estuvo a punto de descerrajarle un tiro a Josie.

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17/12/2008, 10:09
Catherine Wales.

Catherine arrastraba una pesada mesa hacia la puerta de entrada. Si empalideció al enterarse de la suerte de Bobby, su cara se transformó en una máscara de cera al mencionarse el nombre de Speaker. La mujer se tomó unos segundos para responder; con la cabeza gacha, fue a descolgar uno de los Winchesters del soporte y lo puso en las manos de su hija.

-¿Estás segura de que sabes usarlo? –inquirió, y antes de que Josie pudiese manifestar su indignación, presentó las palmas con intención apaciguadora: - Está bien, está bien, tú sabrás... Pero Speaker es una víbora, tu padre me lo dijo cuando... –Catherine se mordió los labios y completó:- Estuvieron juntos en la guerra, es todo lo que sé.

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17/12/2008, 10:12
Director

Gertrudis, que se había acercado a la ventana desde la cual el muchacho había vigilado, las interrumpió con un lamento:

-¡Ay, ay, el pobre William Clayton, pobre! –El arma, afianzada entre sus gruesos dedos, parecía de juguete. –Él pensó en un primer momento que estaba hablando con Potter o Miles, señorita. ¡Qué desgracia! Mírenlo, está tirado ahí fuera, muerto.

Las luces del alba despuntaban a través de las ventanas. Los disparos fueron espaciándose, y alejándose. Oyeron el relincho de un caballo, un intenso galope a continuación, y nada más.