Partida Rol por web

Me llamo XV, es lo unico que recuerdo de mi nombre-Acabo con la naranja.-Me desperte hace un mes en la playa y me juzgaron asesino del gobernante de la ciudad, pero por falta de pruebas concluyentes me soltaron ayer mismo.-Miro hacia VII-Ella es lo mas parecido a hogar que he visto en todo este tiempo...-Suspiro.
¿Y vosotros quienes sois?

Yo me llamo Luxio, digamos que trabajo tomando cosas prestadas. Esta noche ha sido muy extraña, nada mas acostarme, un ser monstruoso me ataco en la habitacion. Llevaba esto en un bolsillo.

Saco el amuleto dorado y se lo enseño a XV.

Sabeis acaso que puede ser? Despues de eso vino la guardia e intento quitarme el medallon, pero gracias a mis dos fuertes compañeros, conseguimos salir victoriosos. Asi acabamos aqui, buscando refugio donde no hagan preguntas.

No has visto un medallón así jamás; en su cara tiene inscrita una figura poliédrica que marea sólo de mirarla, ya que da la impresión de que tiene más ángulos de los que es posible que tenga. Debe ser un instrumento del caos.

Mientras Tairus se prepara para salir a dar una vuelta, XV y Luxio charlan con VII sobre sus orígenes, aunque la joven permanece taciturna; es evidente que se considera una rehén o una prisionera.

- No fuiste tú quien hundió el barco del Condestable. Ni tampoco yo. En ese momento no éramos más que marionetas sin voluntad -, dice la joven con un acento suave y siseante dirigiéndose a XV. Luego encara a Luxio. - No sabéis donde os estais metiendo. Acepto tus disculpas, pero creo que deberíais marcharos de la ciudad y buscar aventuras en otro lugar -.

Lowis y Luxio vuelven a hablar sobre visitar a la aristócrata que envió a éste último, y mientras Tairus sale de la habitación para encontrarse con un gorila de unos dos metros apollado en un enorme martillo pilón a dos manos. El hombretón saluda al clérigo inclinando la cabeza, y sigue mordisqueando una ramita que tiene en la boca.

La habitación está situada en un pasillo iluminado por antorchas; el lugar parece un laberinto. Hay montones de habitaciones y salas, la mayoría cerradas y seguramente ocupadas. Otras están abiertas y vacías; desde el marco pueden verse camas vacías y sin hacer. Unas son habitaciones pequeñas, y otras son grandes salas como la que os aloja a vosotros.

También encuentras un almacén con grano y aceite, una espaciosa sala común en la que roncan una docena de hombres tirados por el suelo sobre improvisados futones, y una puerta reforzada cerrada a cal y canto. Todo el mundo está durmiendo; sólo encuentras a algún matón paseando, vigilando por si alguien intenta robar o ajustar cuentas.

Luego, Tairus vuelve a la habitación, (a menos que decida hacer otra cosa).

¿Que haréis ahora?. ¿Dormiréis hasta la noche siguiente para encontrar a Mo?. ¿Aprovecharéis las horas diurnas para visitar a la señora de Lowis, a pesar del sueño que os invade?. Vosotros decidís ;)

Creo que descansare aqui.-Digo mientras me siento y apoyo la espalda en la puerta cerrada. Si alguien intenta entrar, (o salir), me enterare seguro.

Si, yo tambien prefiero descansar, al menos hasta que venga ese tal Mo. Si no te importa, Lowis, podemos ir a ver a tu señora despues de esto. Los problemas de uno en uno.

El sueño transcurre tranquilo; Luxio, Lowis y el recién llegado Tairus descansan en una de las salas anexas al salón, y XV lo hace con la espalda en la puerta. Vuestra joven acompañante duerme sola, en otro de los anexos.

XV, en algún momento notas entre sueños cómo alguien tira de la empuñadura de la cimitarra que le estás guardando a tu compatriota. Soñoliento, abres un ojo para ver el esbelto cuerpo de VII deslizándose de vuelta a su habitación; lleva el jubón acolchado sin mangas que utiliza bajo su armadura, y unos funcionales pantalones cortos que te dejan ver dos piernas fibrosas y ágiles. Tras descubrir que tienes su arma asegurada, desiste de sus intenciones y no vuelve a molestarte durante el resto del día.

La noche siguiente, os despierta el rumor de mucha gente reunida, charlando, bebiendo y apostando. Cuando estais levantandoos de vuestras camas, varios sirvientes y sirvientas os traen tinas de madera, y luego traen agua caliente para que os aseeis; parece que Otto está dispuesto a ganarse vuestro aprecio. VII se baña en su habitación, y vosotros en las vuestras, de forma que en veinte minutos estais todos limpios y descansados.

Al cabo de unos minutos, el posadero aparece en vuestra puerta.

El hombre, ancho y fuerte, os sonríe a todos y le da una amistosa palmada en la espalda a Luxio. - ¡Espero que durmierais bien¡. Ha llegado la noche, y la gente ya está de nuevo ocupando el local. He reservado una mesa para vosotros cerca de la barra. Cuando llegue Mo, os haré una seña para que lo identifiquéis. -. Luego mira a VII, que se ha vestido de nuevo con su armadura de placas pegada al cuerpo. - ¿Ella os acompañará?. ¿O la dejaréis aquí? -.

Cuando llegais de nuevo a la sala principal de la bodega, os sorprende el gentío que la ocupa comparado con lo vacía que se veía antes.

Las voces de dos o tres centenares de truhanes, bribones y parroquianos se confunden en una barahunda en la que se distinguen con claridad el sonido de unos timbales y una cítara; sobre el escenario, en el que una voluptuosa bailarina medio desnuda se cimbrea al ritmo de la música. En el aire flota el humo denso y dulzón de la hierba fumada, en las esquinas grupos de figuras furtivas hacen negocios turbios, y una docena de matones armados con enormes mazas a dos manos guardan las puertas y pasean amenazantes entre el gentío.

¿Irá VII con vosotros?

Despues de dormir y de un baño relajante, me arreglo y me dispongo a salir cuando Otto aparece por la puerta.

Cita:

Estupendamente, amigo. Gracias por darnos refugio y por este despertar. En cuanto a la chica, yo no tengo inconveniente en que nos siga, siempre y cuando no interfiera cuando cacemos a ese tal Mo, aunque tambien depende de lo que digan mis compañeros.

Salgo a la sala principal de la bodega y me siento en la mesa que me indico el posadero.

Me despierto más recuperado que nunca en mi vida y me pongo la camisa de mallas, el pantalon y las botas, salgo detras de Luxio.

VII, ven con nosotros. Si Mo aparece podremos ocuparnos de el y liberarte de su yugo.
Sigo en poder de su arma y me dirijo junto a la marioneta al salon de juegos sentandome junto a Luxio. Pido solo agua y me dirijo a mi compañero.-¿Cual es el plan?, ¿esperamos a los acontecimientos?

Tras levantarme y asearme, salgo junto con los demas ella vendra con nosotros??, ne me parece buena idea piensa mientras camina, se sienta en la misma mesa, no pide nada y solo escucha lo que dicen sus compañeros

A pesar de las protestas de Lowis, finalmente Luxio y XV han ganado la votación, y los cinco os encontrais sentados junto a la barra; los dos bribones, Luxio y Lowis, el clérigo Tairus, el extraño hombrecillo llamado XV, y su compatriota VII, que se muestra bastante amable y comparte con vosotros la conversación y las cervezas que disfrutais mientras esperais la llegada del tal Mo.

Pasa una hora en la que os entretenéis con la música, las bromas y la compañía, aunque no le quitais ojo a Otto al otro lado de la barra. En un momento dado, el posadero os mira directamente, y desvía su mirada con un gesto de su cabeza hacia un hombre alto y delgado que acaba de entrar en la posada, acompañado de un encapuchado todavía más alto que él, y muy corpulento. No sabéis cual de los dos será Mo, pero el delgado parece ser el jefe; va delante, y la mole encapuchada le sigue detrás como un guardaespaldas, aunque si os fijais bien en él os dais cuenta de que se tambalea y se mueve de una forma extraña.

De repente, VII se levanta de un salto, volcando la mesa, y grita: -¡Es una trampa¡, ¡Es una trampa¡ -, interrumpiendo la algarabía y la música del local.

Acto seguido, el hombre alto echa a correr hacia atrás. Los gorilas no deben tener orden detenerle, porque le dejan pasar por el túnel hacia el callejón, seguido del guardaespaldas corpulento y bamboleante que le acompaña. Pensais que es muy posible que Otto os ayude porque le conviene, pero prefiera no inmiscuirse para no crearse un enemigo si Mo consigue escapar.

Podéis perseguirle, pero VII se lanza sobre XV intentando retenerle, y le agarra con fuerza contra la pared, con lo cual tendría que soltarse de ella para perseguir a Mo; el rostro de la muchacha ha cambiado con una expresión extraña, sin voluntad, como si estuviera bajo el influjo de algún hechizo. ¿Que haréis el resto?. ¿Ayudaréis a XV y dejaréis huir a Mo?. ¿O correréis hacia él para cogerle, a pesar del enorme acompañante que parecía protegerle?.

Iniciativas:

Primero va VII y Lowis.
Después van Luxio y XV.
Último actúa Tairus.

al ver todo el alboroto que se armo intento quitarle la chica de ensima a XV

Iros, yo mantendre a VII ocupada.¡Vamos, seguirle!.-Señalo hacia la puerta.-Os alcanzare.
¿Como podre sacarla del trance?, la tengo que reducir sin hacerle daño.

Salgo corriendo detras de Mo.

No hace falta que corras, no parare hasta alcanzarte!