Partida Rol por web

-Bien, descansemos. Me pongo el sobretodo y me relajo.-¿Quedamos por la tarde para trazar un plan?. Miro a VII.-¿Por que no vamos a tu habitacion nosotros dos?, tengo que hablar contigo.

Los gorilas del local, que se habían puesto también en guardia por si necesitabais ayuda con la joven, se relajan, y Otto el posadero os sonríe como si fuera una situación divertida. Luego se dirige a la joven:

- Señorita, creo que está claro que se encuentra en desventaja. No va a ganar nada dejándose matar, ¿no es así?. Así que, ¿que tal si dos de mis hombres os acompañan a unas dependencias privadas en la que descansar hasta esta noche?. Luego pondré a un hombre frente a la puerta, para que nuestra amiga no pueda huir -.

La joven aprieta los dientes, pero es evidente que no encuentra otra salida. Envaina su cimitarra, y se cruza de brazos mirando extrañada al recién llegado. - Mi nombre es VII -. Luego, como sabiendo lo que va a venir a continuación, se desabrocha el cinturón y lo entrega junto a la cimitarra a XV. - Cuida de mi arma y no se la des a nadie. ¿Quién eres tú?. ¿Venías en el barco? -.

En unos minutos, os encontrais en unas dependencias privadas formadas por una sala común y cuatro habitaciones, con dos camastros cada una. Es un lugar subterráneo, de paredes de ladrillo y mampostería, con una sola entrada vigilada por uno de los gorilas de Otto. El mobiliario es tosco pero funcional; una mesa vieja de roble en la sala principal, algunos taburetes, y un par de cuadros mohosos.

Todo está iluminado por lámparas de aceite, y hay un par de barrilillos de combustible en una esquina. Un par de sirvientes os dejan una bandeja con frutas y con algo de carne recién hecha sobre la mesa, y vuestra callada y hermética acompañante coge una manzana y empieza a dar cuenta de ella.

¿Dormiréis hasta la noche, o tenéis pensado hacer algo?. Por ejemplo, por dar ideas, si Tairus se quita su armadura pesada puede intentar lanzar dos conjuros de curación, lo que no le vendría mal a él, que está herido, ni a sus compañeros.

Entro en la habitación seguido por Luxio XV y Lowis, me siento en un taburete y me quito la armadura para hacer magia curativa...

Me siento enfrente de VII, con una naranja en la mano.-No recuerdo ningun barco, solo que me desperte en la playa en medio de los restos de un naufragio. Muerdo la naranja saboreandola.-¿Que sabes tu del barco?, por favor, no saber quien soy me esta destrozando...

VII y XV se ponen a hablar nada mas entrar.

Vaya, parece que estos dos ya se conocian. Tienen unos nombres bastante similares, ademas de curiosos.

Me giro y veo que Tairus se quita la armadura. Supongo que se esta poniendo comodo. Cojo una pieza de fruta y empiezo a comer.

Dime, Lowis, que es exactamente lo que busca tu clienta de mi? y que valor puede tener algo que yo tenga aparte del medallon?

Entonces caigo en cuenta.

La estatuilla! Es eso, verdad? Sintiendolo mucho, no pienso desprenderme de ella, aunque si quieres puedes llevarme hasta tu clienta. Asi tu cumpliras tu trato y yo seguire con el colgante.

(Como Tairus no ha especificado el blanco de sus conjuros, presupongo que su idea es curarse a sí mismo).

El sacerdote se concentra en las enseñanzas místicas que aprendió al servicio de la Iglesia de la Ley, y tras quitarse su pesada armadura murmura unos extraños cánticos y mueve sus manos dibujando runas en el aire. Mientras lo hace, comenzáis a ver que sus heridas se cierran y cicatrizan a gran velocidad, hasta que mágicamente se recupera de casi todo el daño que las puntas de las lanzas le causaron. (+6 pv).

Mientras tanto, Lowis y Luxio mantienen una conversación sobre la estauilla que porta este último, y el ladrón le ofrece visitar a la señora de Lowis para mostrársela.

Por último, los dos pequeños personajes de nombres numéricos están charlando acerca de un barco; la joven no deja de echar furtivas miradas a la puerta, pero sabe que al otro lado hay un guardia listo para detenerla si intenta escapar. (Presupongo que XV ha aceptado sus armas y está custodiándolas). Además, siente cierto interés por su compatriota.

VII te habla con el mismo acento afectado que tú tienes; - Yo tampoco recuerdo muy bien lo que sucedió, me pasa como a tí. Pero cuando desperté estaba con Mo; él es un enviado de los Reyes Hechiceros, estaba a nuestro cargo, cuando... ya sabes, cuando sólo éramos marionetas. Él tenía el mando del barco, y le habían dado órdenes para... para... -, tu compatriota niega con la cabeza como si no fuera físicamente capaz de hablar. Luego se recupera un poco.

- Entonces caimos al agua; hay algo, en el agua cerca de la ciudad. Mo dice que es el Caos; expulsa la pesca. Fue eso lo que nos liberó, aunque seguimos atados a nuestro arnés, y el mío lo tiene él... ¿donde está el tuyo?. ¿Quizás se rompió durante el naufragio? -.

¿Descansaréis para recuperaros hasta que llegue la noche para encontraros con Mo?. ¿Iréis a la mansión de la señora de Lowis?. Vosotros decidís, ¿que es lo que haréis?.

Veo a Tairus curarse las heridas.

Vaya! Pues no era para ponerse comodo. Parece que no puede usar hechizos con la armadura puesta.

Amigo Tairus, harias el favor de utilizar uno de tus hechizos con mi brazo?

Le enseño mi brazo a Tairus. Ya ha dejado de sangrar, pero la herida es profunda y si no cura podria infectarse y seria peor.

Me dispongo a curar el brazo de mi compañero Luxio...

miro a Luxio de ti mi clienta no quiere nada, da la casualidad que tu tienes la estatuilla que me ah encomendado encontrar, si quieres vamos con ella me detengo a ver la expresion en el rostro de luxio seguro llegan a un trato digo no muy convencido

Tairus utiliza un hechizo de curacion conmigo e inmediatamente despues empiezo a sentirme mejor.

Gracias compañero.

Me giro a Lowis y me pongo a hablarle.

Oh, no, mi querido ladron, no quiero llegar a ningun acuerdo con ella. Esta estatua es mia y de nadie mas. Si la quiere tendra que matarme, el ir alli es solo por curiosidad de saber quien es la interesada, ya que tu no lo dices.

Le sonrio a Luxio como si fuera " de nada" y me visto con la camisa de mallas y me pongo la porra en el cinto y me propongo salir de la habitación y inspeccionar las habitaciones privadas...

nunca revelar el nombre de un cliente dice por lo bajo mi mision es conseguir esa estatuilla, no te dejare en paz hasta que la tenga, pero por ahora me parece que una pelea no seria lo mas sensato dice con tono frio y sobrador

La tension se masca en el ambiente, Lowis y yo estamos juntos por necesidad, pero si no cambian mucho las cosas, acabaremos enfrentandonos tarde o temprano. Centro mi atencion en la chica de nombre extraño.

Perdonad si antes fui un poco brusco, normalmente nunca levanto la mano a una dama, pero si el posadero de aqui tiene problemas, debo ayudarle. El ha hecho mucho por mi, comprendedlo. Y tu, chiquillo, quien eres exactamente? Cual es tu historia?