Partida Rol por web

Obedeciendo a su ama, el grifo se abalanza haciendo un ataque especial, su pico pasa rozando las defensas del golem como si de un tanteo se tratara, sin embargo el ataque especial de sus garras causaran el efecto deseado y seccionó ligeramente uno de los brazos del golem, con un poderoso zarpazo. 

Eslin, dio un salto para atrás buscando el modo de dañar a aquella extraña criatura, nunca antes se había enfrentado a un ser así, pero obedecería a su ama hasta el final.

Veo como de pronto una enorme roca comienza a moverse, mi cara de sorpresa es indescriptible. Atónita ante tal ser, el cual jamás había visto en mi vida, debo reprimir mi sentimiento de saltar a su cuello y darle un abrazo.

Por suerte mis reflejos siguen siendo buenos y me termino de despachar al guardia restante, lo que me sirve bastante ya que con ello me salvo del ataque del golem, el cual va por Kyara.

- Hey, nadie ataca a mis amigos - le digo mientras voy directo a una de sus patas y comienzo a tajearlo repetidas veces.

El daño por fuego hizo que el druida se replanteara seguir ayudando a este mago loco, por decir algo suave. Pero volvió a lo que le compete y atacó nuevamente al golem con sus garras y un mordisco, pero solamente una de ellas parece haber impactado en la presa.

El golem abre tremendamente la boca en un grito silencioso pues se le van cayendo trozos de piedra a los primeros golpes haciendo que toda su armadura de piedra se caiga y de paso a un golem de carne , mas pequeño y algo menos dificil, a Algun dios de la fortuna y la guerra le habeis caido bien por vuestra heroicidad ante semajante mole o tal vez estuviera programada para intimidar y al primer golpe se convirtiera en carne por su fabricacion

Le da un manotazo al grifo que le gira el pico , harto de que le desgarrara la espalda con las patas

El grifo recibe un impacto y tras recuperarse vuelve a abalanzarse con un tremendo salto sobre el golem, que ahora luce mas vulnerable, arrancando con un picotazo un jiron de carne, mientras que una de sus garras consigue rasgar uno de sus brazos.

A su vez Kiyra se abalanza con sus estoques impactando en una de sus extremidades haciendo un gran daño en lo que seria la rodilla de aqulla criatura.

Gracias a los dioses, y especialmente a Corellion, estaban ganando algo de ventaja, penso la guerrera.

Vamos compañeros, acabemos con la criatura!!

Al ver que la armadura va cayéndose en pedazos y da lugar a algo un poco más sencillo, me envalentono un poco y voy al ataque de nuevo, pegando un salto (que sería en realidad un saltITO) para tajear al golem de carne y hacerle no más que miseros rasguños.

Lo peor vino cuando con mi mano izquierda quiero hacer algo similar y las cosas salen espantosamente mal.

- ¿Dónde esta Ralo cuando hace falta? - me quejo. 

El maldito engendro había resistido mi conjuro una vez… pero no lo haría una segunda.

Canalizo toda mi ira a través de mis brazos y dos potentes rayos de fuego salen disparados hacia el Golem.

¡Arde maldito! ¡Consúmete en las llamas del infierno! Ha Ha Ha

El oso lanza nuevamente sus ataques contra el golem para ver si puede voltearlo de una vez por todas. Uno de los ataques de garra parece impactar por lo que rapidamente intenta apresarlo para que sus compañeros puedan terminar rapidamente con el.

Los vientos de magia parecen algo revueltos ultimamente y los aventureros deben jugar con eso .Pues ahora parece que sibelius a debido de realizar algun acto que a tentado a los dioses y estos le retiran sus favores justo en el peor momento.

La figura de oso va perdiendo fuerza , y junto a las heridas recibidas sibelius cae al suelo*1 (ver arriba)

Kyra esquiva los dos puños de la masa de carne como si fueran 2 martillos lentos , pero su armadura empieza a tililar como antes lo hiciera el oso de sibelius*2

Maldita sea. Ahora lo recuerdo. Estos bichos asquerosos son inmunes a la mayoría de conjuros. Debí prestar más atención a mi padre cuando me enseñaba esas cosas.
Pero no soy un inútil total sin mi fuego… seguro que algo se me ocurre.

Una sonrisa macabra se esconde bajo la máscara mientras pronuncio las oscuras palabras que ejecutaran uno de mis más tenebrosos hechizos. Levanto los brazos mientras la impía energía inunda mis venas.

¡Alzaos! ¡Destruid!

Después de mi brutal tropiezo, vuelvo a intentar atacar al golem nuevamente. 

Logro impactar con la mano derecha, al igual que la izquierda, pero no se si este último corte le ha hecho daño alguno al constructo.

El último ataque termina en desastre, nuevamente, ya que no logro coordinar mis movimientos. Probablemente por ver como Asenoc comenzaba a recitar cosas tan lugubres que me congelaron la sangre, más al ver que los cuerpos tendidos en el piso comienzan a moverse.

- UHG!!!! ¡¡¡QUÉ ASCO!!! - grito al ver la horripilante escena. 

Kiyra y su grifo Eslin atacaron sincronizados golpeando al unísono al Golem custodio. La fiereza del Grifo y la cambiante en sus ataques hicieron estragos en aquel ser. Justo en ese momento la seguidora de Corellion vio con hoorror como Sibelius caía al suelo conmocionado, su amigo había sufrido una cantidad de daño considerable y parecía que la vida se le iba de las manos. AGUANTA! YO TE SALVARE! grito. Esperando que el ser cayera ya de una vez por el daño recibido.

El golem se queja en silencio de los golpes del hipogrifo cuyas garras mitad leon y pajaro desgarraran como latigos de siete puntas en la espalda del coloso de piedra . Es tanto su odio que reconoce a Kyra como su dueño y le da una patada de pura impotencia a la guerrera que esta medio esquiva 

Poco faltaba para dar fin a la criatura y los heroes habian tenido una importante baja , ahora importaba castigarla tan rapido que no creara algua mas

Viendo que el bicho está flaqueando, aprovecho para tratar de tajearlo nuevamente. Pero el cansancio me juega malas pasadas y nunca me había enfrentado a un ser así. Por lo que mis cortes no son para nada potentes y solo le hago leves magulladuras. 

¿Será acaso que me desorienta ver como aquellos muertos se están moviendo? ¿Qué clase de monstruo perturba el sueño eterno de los muertos?

La carne de los guardias se desprende de su cuerpo dejando solo unos blancos e inmaculados esqueletos que, bajo mis órdenes, se mueven hacia mi compañero caído. Sin miedo a ser heridos o a morir, cogen su cuerpo de donde pueden y lo arrastran hasta mi posición.

Utilizando el poder curativo de mi cinturón, poso una mano sobre las feas heridas de Sibelius.

Liberate Me!

Las palabras de mando lo activan, sanándolo parcialmente.

Hará falta más que esto para que estés bien pero… es lo que hay.