Partida Rol por web

Acorde al espacio que le daba Felicity, Radha también se fue acomodando para volver a aquella posición más eficaz, de contacto directo, donde al entrar en comunión sensorial con la encargada su cuerpos iban ardiendo juntos, como brazas de la misma fogata; mientras más se unían, la bárbara fue libre se bajar sus manos y así sostener las caderas de la agremiada para así darle soporte de algún modo, vigilando, en cualquier caso, que este mismo apoyo no evitase que la otra chica se moviera.

Los besos al unísono rellenaban lo que de otra forma sería silencio con el chasquido de golosa humedad, y al tiempo, agitadas se unían a estos las respiraciones de ambas y hasta algún otro jadeo bajo por ahora. A pesar de su tamaño no es que Radha pudiese “penetrar” a Felicity, sino que más bien el volumen de su entrepierna favorecía que los roces mutuos fueran un tanto más intensos y por qué no, pervertidos, al resultar notable la diferencia de tamaños.

— Baba tiene de todo ¿no? Tendré que pedírselo luego… se llama strap-on ¿no? — insegura dijo, pues no es que supiera mucho de esas cosas gracias a su estilo de vida. Teniendo bien agarrada a la encargada (y de paso con esta asegurada también por su parte), la cazadora pudo emplear mayor intensidad en sus movimientos y así una vez más resultar disruptiva en el ritmo, una prisa ansiosa que rebosaba en fluido gracias a la excitación de ambas y que para esas alturas constituía un apasionado “beso” genital que nada tenía que envidiarle al pasional intercambio de más arriba, en sus bocas.

Tan unidas como estaban, para ese momento también cobró nuevo ahínco el roce constante entre los pezones de ambas, mucho más errático que lo anterior, pero capaz de hacer erizar la piel; en un arranque de lujuria Radha se aferró con fuerza a las nalgas de Felicity y sin despegarse demasiado cambió la posición a una donde ambas quedaban más o menos sentadas, variando por algunos grados el ángulo de los estímulos…

-Si....- Balbuceo ella mientras estaba aun presa del placer, dejando que te movieras como tu quisieras ya sintiendo un latente orgasmo que no tardaría demasiado en salir. Notaba como estaba de impaciente, como su movimiento era extraño pero placentero, queriendo que ambos cuerpos se fundieran.

En el momento en que se sentó, Felicity ayudo a colocarse mejor, cruzando ambas piernas con las de Radha haciendo que ambas vaginas continuaran lamiéndose y babeándose una a otra mientras que sus pechos ahora estaban bien unidos. Las manos de Felicity iban a la espalda, nuca y cabello de la barbara, estaba toda erizada, sus pezones dolían de lo duros que estaban y su vagina parecía mantequilla de lo brillosa que estaba. No aguantaría demasiado, de hecho entre besos ella intentaba recuperar un poco el aliento, moviendo la cabeza a un lado pero no para negarle la pasión si no para intentar tomar una bocanada de aire antes de volver a besarse.

En uno de estos intercambios ella se apretó mas contra Radha haciendo que ambos pechos se juntaran demasiado y apretaran, mas por la parte de Felicity, mientras movía la pelvis de tal manera que ambos clitoris se rozaran.

-N...no aguantare...mas..a...aaaaah....- Mordió con suavidad el hombro de Radha para intentar controlarse un poco pero estaba tan sensible que no soportaría mas de un par de empujes, queriendo sincronizar su placer con el tuyo.

Aferrada a Felicity y ya casi a punto de estallar Radha no pudo contener más su lado fiero y sin aviso previo se lanzó al cuello de la encargada, primero para besar, lamer y succionar, pero finalmente para morder, fuerte, aunque sin llegar a lastimar gravemente; ese acto era más bien una cosa bruta, pasional, que junto a su agarre y al delicioso vaivén que experimentaban llevó la temperatura del momento al rojo vivo.

Respirando directo sobre la ajena piel, la bárbara ahogó sus gemidos en ella pero no así un sonido grave, gutural, que muestra también de su salvajismo se escuchó aunque la boca de su autora estaba ocupada; más o menos por entonces el placer finalmente parecía alcanzar su cima, el clímax para ella, y sobre los carnosos labios de la intimidad ajena esto resultó en una alza de humedad intensa y sin precedentes, potente corrida femenina que hizo temblar por completo el fuerte cuerpo de Radha, dejándola desprotegida mientras las olas de placer durasen, por supuesto, junto a ello llegó notable descontrol que llevó a la pelvis de la cazadora a frotarse involuntaria y erráticamente contra la de Felicity, derritiéndose su exacerbado botón de placer mientras la noche era testigo de la carnal unión; cabe decir que Radha no se soltó en ningún momento, envolviendo a la encargada con toda la intensidad de su placer…

-Kyaaa...Radha....arf..no muerdas...- Pidio la encargada que tenia la piel mas sensible y seguramente tendria una marca durante días por aquel mordisco antes de que la barbara estallara en su entrepierna. Por el contacto caliente de sus fluidos y de su sexo ella misma llego al orgasmo, no fue tan intenso como la primera vez ni tampoco soltaba tantos fluidos pero aun así se podía ver como se agitaba por correrse y como disfrutaba cada roce del sexo de Radha.

Se quedo algo jadeosa mientras iba soltando su hombro y acariciando el cabello de Radha fue pidiendo con mucha suavidad aunque de forma entrecortada. -S..uelta...que me haces daño....- Mientras se iba tumbando en el pecho de la que iba a ser su amante al menos aquella noche, suspirando ya mas relajada y cerrando las piernas que estaban de lo mas húmedas.

-Ufff...no se si mañana voy a ser capaz de levantarme.- Entre risas ya mas relajada mientras se iba recostando al pecho de Radha, visiblemente satisfecha y con algo de sueño por estar tensa y de pronto destensarse de esa manera. -Te importa...si me quedo aquí esta noche?

Eventualmente cesó en la mordida, aunque ya era “muy tarde” para entonces, lo que sí, Radha continuó abrazando a Felicity como si fuera una cachorra “pidiendo disculpas” o algo similar, ideas de la bárbara…

Su clímax su que fue bien intenso pese a que ya se había corrido hace poco, merced de la boca y dedos de la encargada, no obstante el momento que acababan de compartir fue para ella tan lujurioso y placentero que las condiciones en su interior se dieron; luego de “liberar” su propia boca, aprovechó para conjuntar su pedido de disculpa con una lamida suave sobre las marcas de sus dientes, enseguida besos, caricias…

— De pronto se me salió lo salvaje… — “bromeó” recibiendo a la agremiada en su calor, ahora ya mucho más tranquila y por tanto cariñosa, determinada a abrazarla hasta que la contraria decidiera separarse por sí misma, si es que lo hacía — Bueno, no es que haya más cazadoras pero seguramente habrá quien te riña si no te presentas en el gremio ¿no? — dijo — Yo debo hacer misiones para mejorar todo este lugar y ser más fuerte, que cuando encontré a la Rathalos supe que no podría hacer nada contra ella en mi estado actual… — suspiró.

Su mano entonces enredó los dedos entre el cabello ajeno, jugando cuidadosa y poco a poco bajando por la espalda; aquellos sin embargo ya no eran tanto toques pervertidos, sino su manera de consentir a la ajena…

— Esa era la idea, bonita, no soy tan “bárbara” como para sacarte en la oscuridad y el frío… — incluso buscó la manera de besarle la frente — así además te acompaño al trabajo mañana… —

La noche paso sin mas perversión, quizás una conversación tranquila pero entre una cosa y otra, la encargada y tu de hecho estabais tan agotadas que caísteis dormidas al cabo de poco tiempo, al menos calientes tanto por vuestros cuerpos como por el calor de la chimenea.

Al día siguiente la encargada se limpio un poco y se vistió junto a ti, habíais pasado una noche de pasión pero eso no os convertía en pareja, mas bien en amantes. -Lo que dijiste anoche, la Rathalos, ten cuidado. Por el momento si la ves huye, deberías intentar hablar con Baba sobre una armería o algo que pueda cubrirte de sus llamas, muchas cazadoras mueren por eso.- Advirtio la encargada aunque parecía mas relajada que el dia anterior.

El campamento no había cambiado demasiado, de hecho no había cambiado nada, pero al llegar a lo que era el gremio para coger tu siguiente tarea, allí estaban las felynes junto con Baba, la cual incluía Cocoa...pero estaba algo distraída. En una jaula bastante amplia se encontraba una criatura, no la reconocías del todo pero era como una especie de ardilla blanca que mostraba los dientes a Cocoa la cual estaba pasando un juguete con una bola en la punta que hacia algo de sonido, de tanto en tanto la criatura intentaba atraparla pero Cocoa no la dejaba y eso la frustraba haciendo que su pelaje se erizara un poco y soltara chispas.

-Joi joi joi...juntas?-Pregunto Baba mientras abría un ojo y el otro lo mantenía cerrado.- Se escuchaban los gritos desde mi caravana, la próxima vez usad una mordaza...joi joi joi.- Muerta de vergüenza Felicity salio corriendo hacia dentro.- V...voy a por el libro.- Medio excusándose para buscar las tareas del dia de hoy mientras Cocoa seguía a lo suyo.

Ni queriendo podría Radha encontrar razones para quejarse al quedar dormida, tan cómoda y calientita, además de satisfecha en sus instintos; por momento así era que valía la pena trabajar tanto, así fueran algo temporal, efímero, y quizás eso mismo los hacía más memorables…

Cuando despertó se limpió de manera rudimentaria y se puso la ropa que mucha diferencia no hacía, pero al menos no andaba desnuda por la vida; escuchó a Felicity.

— Si…por más que odie andar huyendo de las bestias grandes, cuando intenté pelear contra ella no pude hacer mucho realmente, era como si fuera un simple juego para ella… — dijo no sin algo de frustración — apenas cubra todo lo que le debo, veré lo de la armería que dices — pero luego agregó más tranquila, incluso feliz — gracias por el consejo. —

Llegando al gremio lo primero que vio fue a las felynes, entre ellas a Cocoa que como bien pensó salió la noche anterior, pero que por suerte estaba sana, salva y…jugando, con algo que de paso se veía peligroso pero no tanto, más o menos al nivel de las Prey…

— Hey Baba, Cocoa — saludó, solo que cuando la anciana señaló lo evidente, Radha reaccionó sonriendo plena a diferencia de Felicity, que prefirió irse a lo suyo — Lo tomaremos en cuenta, y por cierto, luego te pediré “algo” para esos asuntos… ¿quién es esa? — no pudo evitar preguntar por la enjaulada, pero es que conociendo a Baba seguro era alguna mercancía o algo así…¿acaso iba a intentar vendérsela?

-Joi joi joi...la juventud...- Como si aquello fuera una respuesta a tu cuestión de pedir algo, mientras tanto Cocoa te miro fugazmente antes de decir. -Si tu caliente, avisar y yo marchar, tener que escabullirme. -Y ese fue el descuido que la cria aprovecho para atrapar a su presa, tomando aquel cascabel entre sus dientes y arrancándolo del palo para hacerse un ovillo haciéndolo sonar entre sus dientes y manos bien acurrucada, tanto que parecía una bola de puás.

Cocoa hizo un “jum” y se quedo mirando a la criatura antes de que Baba interrumpiera el juego. -Eso es una criá de Tobi kadachi, la encontraron después de que mataran a su madre, hay algunas cazadoras que llevan a ciertas criaturas en sus cacerías, pero lo importante es tomarlas de crias para que no tengan vinculo alguno con sus madres. Tuvimos suerte, no es muy común conseguir una...te interesa?- Sonriendo ampliamente mientras se levantaba y iba a la jaula, la abría sin dificultad y sacaba a la Tobi de ella.

Se empezó a zarandear en la mano de Baba, erizando su pelaje y soltando chispas para que la soltara porque estaba realmente cómoda, pero Baba solo cogió su bastón y le dio un golpe en la cabeza como reprimenda haciendo que la Tobi se quedara ya mas calmada aunque llevándose la mano a su cabeza algo molesta, por increíble que pareciera, la electricidad si le estaba haciendo algo a Baba ella no mostraba nada de incomodidad. -Es algo rebelde pero puede acabar acostumbrándose a ti, ahora mismo no hay mas cazadoras y me daría pereza tener que alimentarla...te la quieres quedar? Te la dejare en 50 de plata nada mas, toda una ganga...joi joi joi.

Cocoa se acerco a la Tobi y empezó a rascarle la tripa con los dedos y esta comenzó a reír antes de que te mirara a ti con las orejas levantadas, sin duda, la quería. La Tobi como era natural tenia aspecto de niña, su pelaje era como en puás y recubría desde su cabeza hasta una larga cola que colgaba porque Baba la tenia levantada, sus ojos eran rojos y cada vez que abría la boca se podían ver sus afilados colmillos. No llevaba ropa alguna por lo que podías ver unos pechitos en desarrollo y una rajita de lo mas apretada, ademas de que sus piernas eran garras que acababan en unas zarpas de lo mas peligrosas, por tu tamaño estabas segura de que podrías someterla, el único inconveniente seria la electricidad si es que se llegaba al caso. -Yo saber usarla.- Dijo Cocoa como si aquello diera un punto a favor.

La respuesta de Baba se la tomaría como confirmación, pues al no negarse significaba que luego harían negocios… ¿cierto? Aunque de dinero iba más bien corta; a Cocoa, por otro lado, Radha la vio sintiendo un levísimo dejo de culpabilidad, aunque no tanto por lo de la noche anterior, sino por lo que indirectamente provocó al distraer a la felyne — Lo siento, lo tendré en cuenta la próxima vez — si bien no sabía cuándo sería esa “próxima vez”, junto entonces la voz de la mayor llamó de nuevo la atención de la cazadora…

“Tobi Kadachi” no le sonaba de nada, pero la criaturilla aquella parecía muy interesante y llena de energía, así como útil por la forma que uso Baba para describirla; lo más sorprendente, no obstante, llegó cuando al tocarla la dichosa Tobi reaccionó “atacando” a la anciana pero sin causarle ningún daño, o al menos no aparente, pues la vieja ni se quejaba…

— Wow — Radha no pudo evitar quedarse admirando aquello, anonadada por unos instantes — Vaya forma pasiva-agresiva de venderme algo repentinamente, de verdad eres como un demonio — contestó luego, no obstante más en tono de broma que seria en verdad, pues por aleatoria que fuera la oferta a ella de hecho le interesaba; si todavía necesitaba más motivos incluso Cocoa parecía tener cierto apego con ella, algo raro tomando en cuenta la personalidad de la felyne. La bárbara suspiró…

— Muy bien — dijo después de observar detalladamente a la criaturilla y escuchar el “argumento” de Cocoa — eso retrasará mis pagos un poco — miró a Baba — pero es que parece una divertida compañera de viaje ¿a que si? — intentó acariciarle la cabeza, aunque de forma algo bruta, y es que independientemente de la ternura ajena, la electricidad que la bolita de picos poseía parecía ser un arma a tener en cuenta, un agregado valioso en la cruzada de “la única cazadora” allí.

— Tenemos un trato — dijo a la anciana — ¿tiene algún nombre? —

-Joi joi joi...me han comparado con cosas peores que demonios joven.- Saco la bolsa donde guardaba todas las monedas y no parecía tener fondo alguno y tomo las monedas por el valor de la Tobi antes de que se fuera a sentar ya que su trabajo por el momento había acabado, a no ser que pidieras mas cosas. -El nombre que quieras ponerle.

Ante las caricias, al ser tan brusca podías sentir como las puás eran medio duras, no duras del todo como si fuera madera pero si que estaban erizadas por la misma corriente eléctrica que parecía desprender la criatura. Sacudió ella misma la cabeza varias veces porque tu tacto era demasiado tosco para su gusto y volvió a hacer chispitas a lo que Cocoa rápidamente le dio un nuevo capón en la cabeza ahora con su cuerno haciendo que la criatura se encogiera en el suelo y os mirara a ambas no con culpabilidad pero si como si fuera una perra que había hecho una travesura. -Yo educar, tu esto. -Dándote unos guantes de goma para las próximas veces que quisieras tocarla hasta que se acostumbrara a ti, nuevamente ya Cocoa se puso a trabajar en la criatura para que pudiera en algún momento montarla, ella también llevaba guantes de goma.

Mientras tu hablabas con Baba, Felicity un poco ya mas sosegada pero igual de roja se acerco a la puerta del gremio con un par de pergaminos en la mano, tosió un poco y salio a la luz ante la mirada risueña de la anciana. -Estos son los tra...trabajos para hoy, lo único que al parecer por tus capturas pues...bueno, que han subido de dificultad. Oh claro, tu dinero. -Saco la recompensa por la Tzi Tzi y te la ofreció sin reparos, estaba todo en monedas de plata para que te fuera mas fácil el cambio. -Bien estas son las tareas, seguimos teniendo a la Gran Jagras por 1 moneda de oro. La kut ku por 1 moneda de oro y 20 de plata, también han enviado un aviso de que hay una Diablos en las montañas, por ella se ofrece una moneda y 80 de plata. Cual quieres?

— Mochi — contestó tras ver a la criatura por unos instantes, después de todo era blanquita y elástica, así como "dulce" para los estándares de Radha, quien de paso notó su mano entumirse cuando intentó acariciar a la ajena — se llamará Mochi. —

Mientras se ponía los guantes, sonrió tratando de imaginar con qué más habrían comparado a la anciana, sin embargo no podía negar que Baba era de cuidado ya no solo por lo demostrado con la Tobi, sino por lo fácil que se la endosó, como si ella no tuviera opción en primer lugar ¿qué clase de pasado habría tenido?

Dado que Cocoa parecía muy determinada a entrenar a la ardilla, Radha asintió ante la indicación de la felyne y las dejó un momento para pasar a los asuntos de estricto trabajo, que fueron presentados por una Felicity todavía algo ruborizada — Jejeje, justo lo que quería: retos para seguir volviéndome más fuerte — contestó animada, con agresiva sonrisa; se acercó a ver cada misión y a considerar las recompensas, aunque sus limitadas matemáticas tampoco es que ayudaran mucho. 

— Iré a por la Jagras, parece el siguiente "nivel" — dijo luego de considerarlo un poco  — y toda una moneda de oro seguro vendrá bien — entonces vio a Baba — por cierto, tengo estas escamas molonas ¿te interesan? — pues había que rascar cada centavo posible...

-Joi joi joi...veamos...- Cogió la tela de la Tzi tzi mientras Cocoa se llevaba a la que ahora se llamaba Mochi a un lado y empezaba como a acariciarla y ha hacer ciertas cosas como si se tratara de una jinete y su caballo. Mientras tanto tu tenias negociaciones con Baba, saco sus gafas y empezó a examinar bien el corte que le habías hecho a la piel.- Joi joi joi...pero que le has hecho chiquilla? Si esta destrozada...bueno pero brillan y servirán...haber...- Con las gafas aun puestas y examinando bien las escamas, que serian lo que se llevaría, empezó a mover el ábaco de forma rápida y continua hasta que llego a un precio.- Te daré 20 monedas.-

Intentaste ratear algo de dinero pero la anciana sabia lo que hacia y después de tintinear un poco las monedas en su mano cediste y aceptaste el cobro por las escamas. Sonriente esta te las ofreció y se guardo la piel en uno de sus sacos para extraer las escamas y demás mas adelante. -Entonces la Jagras, ten cuidado con ella, es grande y peleona, nunca esta sola.- Advirtió Felicity un poco mas recuperada de su sonrojo.- Me parece que no has ido aun, pero para la Jagras deberás adentrarte en el bosque, intenta no perderte pues el bosque es peligroso.

-Oh...y otra cosa...- Esta vez fue Baba la cual tomo una larga calada de humo. -La pequeña, no debe ver a ninguna de su especie. Ahora cree que sus “madres” son las felynes y sus cazadoras, todas ellas, no enfrentes a Mochi a una Tobi Kadachi, podría crear conflicto en su cabeza, de acuerdo? Si ves una y esta Mochi contigo...corre y llevatela, es importante niña.-

Tras aquella advertencia, Cocoa ya se había hecho a Mochi y ahora estaba subida encima de ella mientras la criatura caminaba a cuatro patas moviéndose diestramente por el suelo parándose cerca, bostezando largamente y mostrando sus colmillitos.

Inevitablemente la atención de Radha se dispersó un poco hacia el par de “pequeñas” pues nunca había visto algo como lo que Cocoa hacía con Mochi, o al menos no con otra criatura que no fuese un caballo, no obstante la voz de Baba la “devolvió a la realidad”…

— Bueno, ya sabes…la corté — quizás demasiado gráfica hizo incluso una serie de curiosos ademanes como para relatarle a la anciana la manera en que había arremetido contra la Tzi Tzi, recordando de paso la euforia que la embargo; a diferencia de con la Drome, Radha al parecer no había tenido tanta suerte — ¿20? — tan así que no pudo evitar fruncir el gesto, decepcionada, pero al intentar apelar a la oferta de la anciana esta, mucho más hábil para negociar, terminó sacándole la vuelta a la bárbara una vez más.

Luego de suspirar y guardar su dinero la cazadora escuchó a Felicity y asintió ante la advertencia de la encargada — No te preocupes, me gustan los riesgos y ya he experimentado las consecuencias de distraerme al pelear contra un grupo — tuvo un flashback sobre sus momentos con las Prey — Además ahora tengo el mío propio — de reojo miró a la que parecía toda una jinete y a su pálida montura electrificada ¿hasta qué punto podrían resultarle de ayuda?, no obstante aún con ello sabía que no era prudente echar en saco roto los consejos de la agremiada — en cualquier caso, si veo que pasan las horas y no encuentro nada, deberé volver o levantar campamento — aseguró.

La atención de Radha pasó a Baba, ya que como pocas veces acostumbraba la anciana habló más allá de los negocios para explicar algo que ciertamente sorprendió a su clienta — Entiendo… — dijo seria; si lo pensaba bien, aquella recomendación era hasta lógica, más no pudo evitar sentir un poco de pena por la ardilla, quizás por lo pequeña que parecía — Nunca he visto a un espécimen de Tobi mayor, pero si encontramos una ¿puedo confiar en que me avises, Cocoa? — preguntó a la felyne, intrigada por lo que respondería y todavía más aún por verla montada sobre Mochi — ohhh, así que a eso te referías… —

— En fin ¿hay algo más que deba saber? ¿Mochi me curará igual que Cocoa? ¿Puede paralizar a las criaturas? — preguntó específicamente a Baba, que era la que se la había vendido, pero realmente estaba dispuesta a escuchar a cualquiera de las presentes…

-Mew...ser mas grande que esta...pero si yo avisar, no hay problema. -Dijo confiable Cocoa la cual iba dando como pequeños toques a la bostezante montura la cual empezaba a moverse de forma perezosa, pero de tanto en tanto se hacia como la remolona porque no estaba acostumbrada a tener a alguien encima, a Cocoa le costaría un par de días que se comportara como ella quería.

Fue Baba la que empezó a explicar lo que era capaz de hacer Mochi ya que Cocoa estaba algo ocupada con su rebelde compañera.- Las Tobis suelen electrificar su pelaje para defenderse o atacar, Cocoa creo que fue jinete en otra aldea asi que con suerte sera capaz de usar ese pelaje tan característico en tu beneficio...joi joi joi a no ser que se chamusque ella misma. -Una nueva risa por parte de la vieja antes de mover la mano como quitando importancia. -Ella no puede usar las mismas características que el cuerno de batalla, pero tranquila que te servirá bien, tu solo pide ayuda a Cocoa o usa una palabra en clave y ella se ocupara de todo, tienes mas cabeza que una que va de frente con todo...Joi joi joi.

Mas que burla, era para quitar todo el hierro al asunto que envolvía a los monstruos y a la nueva integrante, podias replicar si, pero el camino estaba dado y era momento de moverse antes de que el sol bajara mas. El camino hacia el bosque era pesado, pero mas pesado fue cuando Cocoa tuvo que quitarse de encima de Mochi cuando esta se sacudió molesta por el peso de la felina, teniendo que llevarla como de la mano para que se siguiera moviendo. -Se acostumbrara, prometo.- Intento hacer ver que no era una mala compra, no lo era, pero era la primera vez que tenia una jinete encima y tenia que acostumbrarse al olor y peso de ambas, de hecho podías pillar de tanto en tanto a Mochi acercándose para olfatearte la ropa y de forma mas descarada olfateaba las orejitas de Cocoa como si fuera gracioso, lo que provocaba un maullido de susto y una reprimenda por parte de la morena.

Ya en los lindes del bosque, antes de entrar, se podía apreciar que el bosque era inmenso, los arboles estaban lo suficientemente juntos para crear algo de sensación de sofoco pero no la suficiente como para no poder caminar entre ellos, se podía ver de hecho un camino que atravesaba el bosque, un camino natural que se iba destruyendo, probablemente hecho por las antiguas cazadoras. Cocoa se volvió a subir a Mochi, la cual esta soltó un chillidito bastante dulce y te indico el camino para entrar. -Yo no rastrear, pero Jagras no difícil de seguir, buscar lugar grande destrozado.- Indico ella con esas indicaciones tan vagas.

Resuelto el asunto de los avisos, Radha no pudo evitar dar unas cuantas palmadas a la cabeza de la confiable Cocoa, pues le provocaba aquello, sin embargo luego siguió escuchando a la anciana.

— Hmph, pues así está bien entonces, a ver qué tan fuerte es Mochi llegado el momento, que si no tendré que pedir mi plata de vuelta — a su forma ella también bromeó, o al menos lo intentó, pues además de que dudaba poder devolverle algo a Baba, Mochi le gustaba suficiente como para no pensar en ella como simple mercancía, de hecho la veía en cierta forma como a Cocoa, o sea como una especie de compañera más que como mascota.

Con todo listo se despidió de la anciana y de Felicity, saliendo junto a las más pequeñas para buscar a la dichosa Gran Jagras. Tuvieron que andar a buen paso, no obstante las interacciones entre Felyne y Tobi hacían más ligero el camino al menos desde la percepción de la cazadora — Lo sé, pareces muy experimentada domando criaturas ¿has montado a muchas? — por lo que curiosa aprovechó para preguntar.

El camino eventualmente las llevó hacia un sendero donde parecía haber pasado algún desastre o similar por la destrucción que había, muestras quizás de fieras batallas o de bestias con una envergadura similar a la Barroth; Radha se puso en cuclillas para tantear el terreno.

— Bueno, sin duda podríamos tener suerte si seguimos este camino, que muy jodido está — dijo segura, sin embargo según caminaban iba haciéndose obvio que la Gran Jagras no sería algo que pudiesen encontrar al instante; aprovechó entonces Radha para intentar acariciar a Mochi una vez más, primero acercándole la mano para que la olfateara pero cuidando de no dejársela en bandeja como para que la mordiera; en paralelo la bárbara además seguía atenta en los alrededores, siempre buscando cualquier marca…hasta que luego de un rato la encontró.

O mejor dicho “las” encontró, pues estaban sin más regadas por el bosque; se trataba de un montón de troncos aplastados que sin duda indicaban la presencia de la voluminosa criatura cerca, o al menos en esa dirección — Parece que hemos dado con la pista correcta — dijo a sus compañeras — atentas, y Cocoa, te encargo a Mochi — pues sabía que pese a tener cierta iniciativa, la felyne en si no se metería en cualquier pelea si antes ella no lo pedía o avisaba, acto seguido comenzó a desenfundar su espadón y se dispuso a avanzar, alerta por cualquier rugido…

Durante el camino Cocoa te respondió por supuesto. -Montar Tobi, montar cambien alguna prey, y pequeña Jagras, nunca montar Rathalos porque escamas hacer daño en el culo.- Fue explicando la gata a modo de conversación mientras iba educando lo mejor que podía en esos momentos a la Tobi. -Es lento el acostumbrar a montura a jinete, esta ser traviesa, pero es buena.

Mochi al ver que querías acariciarla, primero olfateo tu mano y después agitando sus largas orejas se dejo acariciar, el purru que soltó era parecida a la de un gato, tenia el pelaje ciertamente sedoso pero conforme ibas acariciando lo notabas algo duro, era extraño y eso tenia que ver con que eran conductores de electricidad y se ponían enseguida rígidos.

Ante tu petición, Cocoa saco su bastón y lo movió como si se tratara de una lanza, aunque la dejaba algo descansada en el hombro de Mochi la cual se movía con bastante soltura por el bosque. El camino estaba como aplastado por donde tu miraras y no tardaste en saber porque.

Una figura amarilla, muy parecida a la de un león, emergía a una distancia de ti, era grande, mediría aproximadamente 4 metros de altura pero era bastante ancha a decir verdad. Su cuerpo era de un amarillo que resaltaba bastante en lo que era el bosque y su pecho era de color algo mas marrón, su cabello era asalvajado como si se trataran de trenzas echas de forma natural, tenia unos pechos generosos y no podías ver bien el resto de atributos porque se arrastraba por el suelo con soltura. Miraba con ternura a sus pequeñas, unas pequeñas Jagras que tenían mas o menos las mismas características solo que en vez de ser tan enorme eran mucho mas esbeltas, estas saltaban cerca de su madre la cual agarro a una entre sus pechos y literalmente vomito el contenido de su estomago en su boca de forma bastante baboso.

Esta con delicia lo devoraba y salia corriendo a seguir buscando presas mientras la mujer caminaba en busca de la siguiente cena. Tenias la oportunidad de acercarte en sigilo o buscar otra estrategia, por el momento había la gran Jagras y tres Jagras mas pequeñas rodeándola de forma bastante nerviosa.

— Wow — fue lo único que inicialmente pudo decir la más alta allí, ya que aunque se veía joven y tierna, Cocoa parecía tener mucha más experiencia de la que ella esperaría…y eso era interesante sin duda, por no decir genial — Pues sí que sabes bastante, seguro habrás andando con muchas cazadoras ¿no? — o eso parecía, y realmente no le molestaría si resultaba ser cierto.

Por suerte la Tobi se dejó acariciar al fin y de paso dio a Radha sensaciones curiosas con su pelaje, era curioso como a pesar de que se parecían un poco, Mochi era bastante distinta que la suave pero un poco arisca Cocoa, siendo más salvaje e instintiva; llegaron por fin con la responsable tras el destrozo, la dichosa Gran Jagras…y vaya que era grande.

En un primer momento, mientras alimentaba a sus pequeñas, la bárbara sintió algo de duda en atacarla, no obstante cuando se pudieron en modo cazador la bárbara hizo lo mismo, pues comprendió lo peligrosas que eran incluso las pequeñas, y así se acercó. Desde su posición hizo al par que la seguía señal para que guardaran silencio mientras ella se escurría entre los árboles rodeando el área, hábil como para no hacer ruido, la bárbara no tardó demasiado en llegar a las “espaldas” de la Jagras mayor, subiéndose a un árbol, y desde ahí se lanzó empuñando su espadón cual estaca de tamaño desproporcionado.

Como casi siempre pretendía hacer un ataque sorpresa, directo a la “líder” o madre, que podía representar el mayor peligro en una batalla directa…

— ¡HYAAA! —

La criatura se asusto bastante cuando la golpeaste, notabas que las escamas de la criatura eran muy duras y no habías hecho mas que un leve corte a su coraza. La espada reboto un poco y tuviste que mantener un momento el equilibrio, pero para entonces ya estabas rodeada.

La Gran Jagras imponía de cerca, era mucho mas grande que tu y alzaba bien la cabeza al mirarte, te miraba con enfado. -Niña...hembra...mala...alimento...- Fue diciendo la madre antes de que esta abriera la boca de forma bastante innatural mostrando unos afiladisimos dientes que no tardaron en clavarse en tu brazo.

Mientras te deshacías de la gran bestia dando un par de pasos hacia atrás, las pequeñas, que no eran tan pequeñas a decir verdad pero si que se las veía mas jóvenes, no tardaron en imitar a su madre, mordiéndote en hombros y pierna haciéndote sangrar bastante en un solo momento.

Cocoa al ver que estabas en apuros, le indico a Mochi que saltara hacia no de los arboles, alejándose de las criaturas del suelo que parecían haber muchas, aunque repartidas y se preparo con su bastón, abriendo la concha que tenia para hacer sonido mientras Mochi hacia un bufido típico de los gatos hacia la Gran Jagras.

La respuesta de la Jagras y sus crías dolió bastante, tanto que Radha estaba segura de que no habría aguantado si hubiera luchado contra ellas apenas llegar, después de todo había recorrido un "largo" camino ya, y aún así...

A pesar de todo sonrió pues a la par le emocionaba, sujetó su espadón tras recomponerse un poco, y aunque tambaleándose, negó a las palabras de la enorme madre — Si quieres comerme te costará...¡todavía no estoy muerta! — entonces gritó, apretando luego la mandíbula así como el resto de sus músculos para entrar en un estado de armonía; lo curioso es que a su vez dicho estado hacia su sangre bombear, calentarse de más y por ende impulsaba al cuerpo que la contenía; así mismo la agresividad de la bárbara se vio disparada, blanqueándose sus ojos pero esbozando una imponente sonrisa. Estaba entrando en estado de ira, donde su piel era tan dura como una armadura reforzada...y su golpes más poderosos aún.

Acto seguido Radha levantó una vez más su espadón y corrió hacia las patas ajenas, ignorando a las más "pequeñas" pues cual leñadora talando un árbol titánico lanzó un golpe en horizontal hacia los tobillos de la Jagras con todo el impulso que pudo, rugiendo...

El grito que hiciste desestabilizo a las contrincantes que te habían estado golpeando anteriormente, tus músculos se tensaron e hicieron una buena barrera contra el dolor que ya apenas lo notabas.

Pero por atrás una de las jagras se subió a tu espalda y de forma dolorosa se deslizo por tu piel arañando bien en ella, pero por fortuna, gracias a tu dureza no fue mas que un corte sin importancia algo que podías sobrellevar con facilidad.

Como estaba la gran Jagras? Tenia algún síntoma de estar algo adolorida pero aun te miraba enfadada y parecía estar lejos de estar herida de verdad.

-Mew!- Maulló Cocoa desde la distancia recordándote que ella también estaba allí, no quería que se repitiese el incidente con la Tzi Tzi.