Partida Rol por web

-Te preocupas por mi?- Levanto la mirada del pergamino, habías estado presumiendo sobre como habias acabado con las velociprey, pero eso le daba igual a ella, no era la primera vez que escuchaba como una cazadora presumía sobre sus logros, era bastante común y mas si se abría un barril de cerveza. Se sonrojo levemente ante eso antes de toser un poco. -Eres considerada, pero no te preocupes, conforme tengas mas repercusión el gremio mandara mas víveres y material aquí, por lo que bueno...tus éxitos son mis éxitos. -Dejo el pergamino, lamió una punta como para pegarlo y lo enrollo de tal manera que al colocarle una cinta roja el pergamino quedara sellado, ahora solo quedaba saber para quien era y que llegar al destinatario.

Felicity camino un poco hasta salir de lo que era la barra antes de apoyarse ligeramente en ella. -Tenemos dos opciones, una es el barreño si te vale, cada habitación tiene un barreño conectada por cañerías para que puedas bañarte, el agua esta fría pero es refrescante y te ayudara a quitarte el barro, el sudor y la sangre...Pero luego...

Se aparto un poco el cabello. -Has estado en unas aguas termales? Cerca de tus tierras, de hecho son tuyas si las reparas, hay unas aguas termales, antes eran la comidilla de todo el mundo pero ahora estan abandonadas. Voy de tanto en tanto a mantenerlas y están decentes, quizás algo sucias pero prometo que el agua es tan cristalina como el día que se construyo.

— Solo...no me gusta sentirme responsable de que comas así ¿vale? si hasta me ayudaste dándome una segunda oportunidad y todo... — ruborizada también pese a sus palabras la cazadora aseguró — es parte del "llevarnos bien" — luego añadió. Sin embargo tras escuchar la confirmación de que su trabajo ayudaría a mejorar las cosas el rubor fue reemplazado por una sonrisa inocua, honesta — menos mal entonces, a ver si para entonces consigo un descuento en la comida — bromeó.

— No estoy...segura de cómo usar eso — confesó — siempre me he limpiado a la intemperie, me gustan los lugares espaciosos — por lo que, consecuentemente, la mención de las aguas termales en semi-declive le agradó mucho más — unas pocas veces, y es mucho mejor que simplemente lavarse con agua fría o hasta helada...además, me ayudan a conciliar el sueño — ahora ya se le notaba hasta emocionada, solo de saber que tenía acceso a algo así y mejor aún: que podría de hecho levantar un sitio cómodo si se esforzaba, privado al estar en lo que se consideraba como la periferia de sus tierras. 

Con tal actitud Radha parecía un animalillo inquieto, o una mocosa que está descubriendo el mundo, sin embargo su aspecto era sin lugar a dudas el de una mujer hecha y derecha...

— Vayamos juntas — súbitamente propuso, si bien seguramente esa era la intención de la encargada en primera instancia; para decir eso Radha se le acercó un buen tanto pero no llegó a invadir el espacio personal ajeno...solo se quedó a punto de; su mirada en ese momento era curiosa...

Se sorprendió un poco de tu cambio de actitud, pero de todas maneras ella asintió porque tenia ganas de ir a las aguas termales, era un buen momento también de conocerte porque se suponía que ibais a tener una larga relación. -Es diferente si...nunca has ido? Bueno entonces sera una experiencia relajante para ti. Acompañame, hay un camino que recorrer.

El camino estuvo lleno de algún que otro comentario o historia, nada trascendental, pero es que estuvisteis caminando alrededor de veinte minutos, así que había tiempo para hablar de todo. Entonces allí, alejado de tu campamento se podía ver una especie de termas, un edificio con al menos esos carteles y la encargada torció un poco la cabeza. -En su momento era un reclamo pero si nadie lo cuida...pero tranquila no hay monstruos, pongo unos repelentes alrededor para que no entren.- Explico mientras pasabais. El lugar estaba un poco ruinoso, pero había lo básico, se podía diferenciar los vestuarios, los tablones estaban sueltos pero no tenían demasiadas astillas, y aunque estaba un poco ruinoso se podía estar medio cómodas.

La encargada encendió un farolillo con unas luciérnagas atrapadas en ellas y te indico que te quitaras la ropa en el vestuario, de hecho ella hizo lo mismo. El cuerpo de la encargada era delgado, tenia pecho, un poco de vientre pero buena cintura, no estaba fibrada pero aun así estaba bien dotada, solo pudiste ver eso porque se tapo con la toalla casi de inmediato como si fuera a coger frio y te indico donde estaban las toallas. -El contraste de agua caliente y fría puede hacer que te resfríes, toma una y haz como yo.- Te fue guiando hasta que abrió la puerta.

Lo que eran las termas era una enorme piscina dividida con unos tablones de madera que no dejaba ver el otro lado, era una piscina de piedra que recogía y almacenaba el calor del agua caliente mientras que el agua salia de algún conducto a través de la piedra y se renovaba. Se podía ver que había algo de algas en algunas zonas de la piscina, pero la encargada sin miedo te indico que estaba todo bien. -Eso si, siéntate en la toalla.- Esa palabras las dijo seria porque no quería que cogieras nada de infección o picor. Primero se mojo un poco el cuerpo para quitarse la suciedad antes de hundirse hasta los hombros soltando un suave jadeo de tranquilidad, un suspiro largo como si hubiera sido ella la que había estado cazando todo el día.

Ya que no tenía ninguna objeción y al contrario, estaba algo ansiosa por todo lo que le había pasado durante el día, Radha siguió a la del gremio con facilidad quizás sorprendente tomando en cuenta que horas antes la había amenazado, algo que podría desconcertar a cualquiera, sin embargo la mente de la bárbara era simple a la vez que práctica: ante una posible aliada confesa, guardar desconfianza o apatía era innecesario ¡cuánto más pudieran acercarse, mejor! o al menos tal era una de las costumbres de su gente… ¿quizás por eso su economía era deficiente?

Sin pensar mucho en eso, escuchó a la contraria relatar lo que tuviera mientras ella contaba también algunas cosas de sí: lo que hacía antes, cómo decidió que usar espadón era lo suyo, así como otros desvaríos bárbaros, hasta que eventualmente llegaron al lugar prometido. — Woah, es mejor de lo que esperaba — confesó pasando con todo el cuidado que podía tener alguien como ella; curiosa miraba todo a su alrededor, primero a oscuras y luego ya iluminada por el farolillo. Al quitarse la ropa no hubo gran revelación, pues su cuerpo iba bastante expuesto ya de forma normal…si acaso saltaron a la vista sus partes más íntimas.

A diferencia de la encargada, Radha si era un tanto fibrosa y curtida por las cacerías, aunque sin llegar al punto de la exageración; tenía cicatrices varias, así como piel al menos dos tonos más oscura que la contraria. Su figura daba la impresión de que si alguien la tocaba se sentiría dura en consistencia; ella prefirió ponerse la toalla al cuello solamente, y además no pudo evitar mirar de forma bastante obvia a su compañera en varios momentos.

— Bueno, puedo aguatar el frio más o menos bien…hasta que entre al agua — dijo mientras la seguía — cuando se calienta, mi piel es más sensible — de cara a las termas el lugar la impresionó, aunque bueno, la mujer era algo simple para empezar, amante de cosas mundanas y no muy acostumbrada a los lujos; mientras estuvieran cómodas, debían estar bien. — Vale — obviamente ella imitó a la encargada ya que personalmente se hubiera tirado a las termas sin más, pero como la chica del gremio sin duda sabía más sobre esas cosas, lo menos que Radha podía hacer era no ponerse en ridículo por ignorante, eso sí, incluso su manera de lavarse era un tanto rudimentaria en comparación.

Ya lista, la bárbara ingresó también al agua con una sonrisa de oreja a oreja, pegando en su caso un gritillo y estirándose dentro de la terma, la relajación invadió su cuerpo — Hyaaaa ~ — incluso su voz era como menos ruda, más dulce — esto es genial, de haber sabido que había algo así por aquí, hubiera venido nada más llegar — estaba sentada frente a frente con la encargada, comenzando a exhibir notorio rubor en su rostro por la temperatura que, tal y como había dicho antes, parecía hacer positiva mella en su persona, además seguía de mirona…

— Definitivamente debo añadir este lugar a la lista de cosas por reparar, lástima que no quede más cerca… —

-Las aguas están donde esta el afluente, intentamos en su momento construirlo mas cerca pero no se podía, de hecho estamos justo debajo de la poza de agua caliente...aaah...si...es una delicia.- Era como si el tiempo se detuviera, no había demasiada luz salvo la lampara con lazarillos que tenia la encargada, la había dejado a un lado y daba un tinte verdoso a todo el ambiente.

Ya cuando fuiste a tu campamento el sol estaba muy bajo, pero entre que habíais hablado, comido, caminado y colocado, la noche se había hecho con vosotras. La encargada lo sabia y miro el cielo antes de suspirar de placer y relajación.- No podremos quedarnos toda la noche, pero tranquila, hoy esta despejado así que podemos quedarnos un ratito mas. -Referente a que aunque estabais cómodas y tal, teníais que tener cuidado en los caminos por la noche, no precisamente por bandidos.

-Pues si quieres repararlo adelante, el gremio lo usaba para que las felynes se relajaran pero dentro de lo que cabe esto es tuyo, queda en tu mano lo que quieras o no quieras hacer con esto.- Levanto las manos para desperezarse y empezó como a masajearse las manos con el agua antes de ir pasando el agua por sus brazos ya húmedos, destensando los pocos músculos que tenia después de una jornada intensa en el gremio desde hacia bastante tiempo.

— Queda decidido entonces: deberé despejar y asegurar el camino hacia aquí, así como rehabilitar bien el lugar — contestó con demasiadas expectativas en sí misma — ¿Hay Felynes por aquí? — no las conocía bien así que tenía curiosidad, pero tampoco le sorprendería escuchar que ya no quedaba ninguna, visto lo visto en el edificio del gremio.

En su caso, Radha puso especial atención en relajarse y sumergir sus heridas, ya que la sangre y toda suciedad había sido previamente lavada; con el calor de las termas, la bárbara pretendía cicatrizar más pronto y a la vez dejar ir el dolor, y si podía relajarse mientras pues tanto mejor aún.  

Lo que sí, al fin y al cabo bárbara la cazadora era bastante “simple” para ciertas cosas, entre ellas el disimular, por lo que no podía evitar que fuera bastante notoria la observación sobre el cuerpo ajeno y la manera de cómo el suyo propio iba “cambiando” por lo mismo: estaba cada vez más ruborizada, por la piel erizada y duras cimas coronando sus pechos, además tenía expresión un tanto de pervertida.

— Te ves muy suave… — dijo de pronto, traviesa…

-Ahora mismo...no, pero seguramente cambie eso pronto.- Fue la contestación de la encargada mientras intentaba relajarse, ahora coloco ambos brazos a los lados de la piscina, flotando levemente en ella mientras el agua caliente hacia su trabajo en su cuerpo, destensandola por completo.

Pero no cerro los ojos y estaba atenta a ti, tu mirada hizo que empezara a sentirse algo extraña y notabas algún que otro movimiento quizás no sugerente del todo pero si que sentías como se estaba poniendo ligeramente nerviosa. En cuanto dijiste eso se empezó a sonrojar y a toser un poco como sobresaltada mientras se colocaba bien de golpe, sentándose de nuevo encima de la toalla mientras te miraba aun con el rubor.

-B...bueno es que me cuida bastante sabes, a veces vengo aquí cuando no hay nadie...que es la mayor parte del tiempo...hago mis ejercicios y creo que tengo diferente forma física ya que no he cazado nunca...no cazado lo que es cazado no he cazado pero si he ido de cacería porque hay que documentarlo todo, lo de que podáis acabar con...- Y así estuvo hablando sin parar visiblemente nerviosa y casi sin tomar aliento.

Aprovechando aquel ajeno monólogo apresurado del que entendió quizás dos palabras (por lo rápido que iba) alevosa la bárbara se acercó más y más, quedando junto a ella.

— Pues yo nunca había visto a otras que no fueran bárbaras, o guerreras... sin músculos estás rara, rara pero...¿cómo le dicen? ¿bonita? — Radha levantó ambos brazos y mientras de estos escurría el agua remanente, la salvaje aprovechó para tensar un poco los músculos pero ya no por estrés precisamente... — todas las que conozco son así — se estaba usando de ejemplo — y la verdad debo aceptar que estando aquí contigo, después de una tarde peleando, no puedo evitar sentirme algo inquieta — aseguró juguetona — si te molesta me detengo ¿eh? que desconozco cómo serán los "ritos de cortejo" en el lugar de donde vienes, pero, si te da curiosidad...quizás podríamos seguir acompañándonos después de salir de aquí — finalmente expuso con una sonrisa totalmente pícara — no seré como esas que tienen pene... pero creo que nos la podemos apañar...— 

Cuando alargaste el musculo para mostrárselo, de paso para alardear de tu fuerza, ella se sintió un poco mas pequeña, después de todo en aquel mundo no era extraño que las mujeres mas fuertes tuvieran mujeres mas débiles a su lado como esposas.

-No...no me molesta pero...- No del todo te rechazo, coloco una mano en tu vientre apreciando la cantidad de músculos prietos que tenias a lo largo de esa zona antes de mirarte un poco entrecortada mientras intentaba tranquilizarse. -Veras es que te conozco solo de un día y esto lo veo un poco apresurado me pareces una chica interesante pero ahora mismo no busco nada serio pero tampoco te rechazo porque como he dicho me pareces guapa y...em...em...- Intento serenarse un poco antes de que aquello se fuera un podo de descontrol. Tomo aire, soltó y luego la miro. -Ya que nos acabamos de conocer porque no...primero...vemos como vamos y luego ya me cortejas mas en privado?

Estaba por decirle que no era necesario ponerse serias ante ello, pero tanto los nervios como la explicación de la ajena hicieron (sorprendentemente) que la bárbara retrocediera un poco, aunque sin abandonar su interés. — Ummm ya veo — dijo pensativa — la verdad es que no te puedo culpar, aunque creo que este golpe fue el más duro del día — extraña bromeó — ¡ahora estaré más expectante aún! — luego aseguró poniéndose en pose decidida, algo curioso de ver dado el entorno y la situación, sin embargo era cierto: Radha no era de las que se rendían fácil, ni en esos asuntos.

Tras lo dicho volvió a sentarse y de paso a relajarse — En todo caso, Felicity, ¿qué llevó a estar en el gremio? — y de paso aprovechó para preguntar algo que llevaba rato picando su curiosidad, dado que la chica no era en si cazadora...

-Es que apenas nos conocemos y...- Volvió a excusarse antes de que quisieras quitarle hierro al asunto, no te habías alejado y te habías sentado cerca, no la intimidabas pero el cortejo estaba ahí, en el aire, no había sido un mal comienzo para poder estar con la encargada.

-Ah si, el porque estoy en el gremio...pues...mi madre fue encargada, mi abuela antes que ella fue cazadora. Mi abuela enseño a mi madre todo lo que sabia de la caza, pero a ella no le interesaba nada lo que era cazar a las monstruo, mas bien documentarlas. Ella quería hacer como un glosario de todo lo que aprendiera de mi abuela, y lo hizo, se convirtió en uno de los glosario y guiá de expedición mas famoso. Así que cuando me toco a mi, legue su trabajo, he aprendido mucho de los monstruos, de como se mueve, reproducen, lo que comen, lo que odian y el como combaten. Supongo que por eso soy encargada, para poder escuchar vuestras vivencias y poder transmitir esas vivencias a las siguientes cazas.

Dado que claramente Felicity tenía nervios sobre el asunto, Radha ni se alejó ni se desdijo pero tampoco continuó presionando, pues no pretendía lograr su objetivo de esa manera.

— Oh...¿así que vienes de una familia de genios? — no obstante la plática abordaba otra cosa de su interés — ¿ERES UNA GENIO? — y aunque a pesar de su empatía no era muy lista, tampoco se notaba que estuviera burlándose — Eso explica porqué eres tan fuerte... — incluso volvió a hacerse conjeturas sobre porqué la encargada no parecía asustada de ella antes, irónicamente distinta a ahora.

— ¿Has conocido a muchas cazadoras? — luego preguntó emocionada, a ella le podían esas historias, después de todo era bárbara. Claro que la pregunta incluía a la mencionada abuela...

La conversación siguió, Felicity te fue contando algunas batallitas sin importancia que había escuchado de alguna cazadora, desde como se juntaron para poder matar a una Rathalos hasta cuando vieron a una Radoban salir de entre los huesos muertos de cadáveres de enemigos. Todo fue bien hasta que la encargada miro al cielo y seguidamente a sus luciérnagas, la iluminación era agradable pero no podían quedarse demasiado tiempo en un lugar abandonado así que después de secarse y ponerse de nuevo la ropa, la encargada de fue guiando de nuevo hacia el gremio ya que habías pagado una habitación.

Habías completado una misión con éxito, habías pedido una nueva que podía ser todo un desafió, habías luchado y habías vencido, ademas de que habías conseguido reblandecer el corazón de la encargada la cual estaba mas dispuesta a estar contigo, tal vez no de encamarse en la primera noche pero un punto habías conseguido. La habitación que tenias alquilada era muy simple, solo había una cama, una ventana que daba al exterior, un armario algo amplio para guardar armaduras o armas y una mesita de noche.

No era la gran cosa pero era lo suficientemente grande para estar cómoda, ademas de que había una zona para poder asearte como es debido. Si descansabas pasarías una noche de lo mas reparadora que te sanaría todas las heridas y ya en el amanecer tu decidirías si ir directamente a por el enemigo o hablar un poco mas con la encargada.

El peculiar día ofreció su recompensa final cuando después del baño ambas volvieron, separándose para ir a dormir, aunque con un sensible vínculo comenzando a desarrollarse entre ellas. Cuando llegó a su cama, Radha no supo más de sí ni de nada, simplemente cayó cual piedra, durmiendo hasta que el sol colándose por la ventana despejó sus ronquidos.

Con el alba llegaba un nuevo día, y con en el nuevo día, fuerzas reparadas así como nuevas oportunidades de luchar. La misión para ir a por la Velocidrome seguía en pie, después de todo, así como la personal "misión" que la bárbara quería llevar a cabo con la chica del gremio.

— Wahhh... — bostezó mientras bajaba; llevaba su ropa del día anterior (pues no tenía otra) y el espadón atado a su lugar predeterminado en la espalda — Hey, ¿qué tal la noche? — sonriendo preguntó a la encargada, aunque sin poder ocultar cierto aire travieso. Pese a tener un poco de hambre, se contuvo a pedir desayuno pues sabía que no era precisamente el lugar con más recursos del mundo. — ¿Cuánto tiempo tengo para ir a por la alfa de las "velocis" y volver? — así que en lugar de eso preguntó, ávida de más acción y quizás hasta una comida en la naturaleza, si las cosas iban bien...

-Lo que es tiempo no tienes tiempo limite, pero cuanto antes lo hagas mejor. He dormido muy bien cie...quiero decir Radha...cof cof...- Tosió un poco porque casi se le escapaba algo que hubiera sido extraño y a su vez algo mas cercano de lo que debería. No pediste desayuno, pero antes de marcharte la encargada te dio una bolsita con una ración para el viaje, que no era mas que carne seca, un poco de queso, agua y pan, lo suficiente para saciarte durante una cacería y que te sintieras ligera.

Una vez mas, delante de ti, se encontraba la llanura, podías sentir de nuevo la cacería corriendo por tus venas después de una victoria tan aplastante como la del día anterior, podías ver alguna manada de Kelbins ha lo lejos pero tendrías que acercarte para poder tener alguna posibilidad de caza pero tu tenias otro objetivo en mente, la Velocidrome.

Tenias que encontrar su nido o un rastro de la criatura, asi que lo primero antes de nada era rastrear al enemigo.

— Vale — contestó a lo del tiempo, sin embargo al notar aquel pedazo de palabra que quedó inconcluso, un fugaz rubor apareció en su cara; incapaz de decir algo paras no arruinar el momento, Radha solo se rascó la mejilla y sonrió; antes de irse tomó y agradeció el desayuno — ¡pero no te olvides de comer algo tú! — se aseguró de dejar dicho, tras lo que, apresurada, continuó con el ocupado itinerario que tenía si quería levantar las tierras en las que ahora vivía...

 Atenta a sus alrededores pasó de ir a por las Kelbin, ya que para empezar no tenía caso si no tomaba la misión ,además buscaba a algo más...jugoso, pero no tanto como cierta lagartija de cabeza brillante, por lo que sus esfuerzos los concentraría en rastrear a la drome...

El nido de la Velocidrome no estaba demasiado oculto, pero si separado de lo que era la llanura principal, estaba en una especie de nido de huesos que se había montado junto con ramas, hojas secas y algo de hierba para hacerlo cómodo. Dos velociprey estaban jugando entre ellas como mordiéndose y retozando ligeramente en el suelo mientras su madre las miraba, y esa era tu presa.

La velocidrome era grande, no exageradamente pero era como dos veces una Velociprey, tenia las escamas brillantes, unas uñas largas como cuchillas y al sonreír podías ver sus dientes peligrosamente afilados. Miraba atentamente a sus criás y podías notar como tenia un bulto en su entrepierna no había demasiado a destacar de ella.

Estabas a una buena distancia, podias hacer algo antes de que te detectara, la cuestión, era el que.

Vaya escena más hermosa de las criaturas en su forma de vida natural...lástima que fueran monstruos, y encima de eso objetivos de misión para alguien como Radha. Que si, que ante la encargada podía ser bastante empática y amable, no obstante eso estaba lejos de significar que la cazadora fuera un dulce para el resto, de hecho, como bárbara, el ambiente de caza mismo ya era un aliciente para sacar lo más violento de ella...pero también lo más mañoso, por ende, aún estando en campo relativamente abierto aprovechó la aparente distracción de sus objetivos para, en un movimiento bastante similar al que inició su combate exitoso en el pasado, acercarse entre la yerba y sin más pegar un veloz tajo que volvió entidades separadas el cuerpo y la cabeza de una de las Prey, todo mientras gritaba con voz grave, llamando a la batalla.

— ¡Una menos! — salpicada de la sangre ajena, Radha clavó su mirada en la Drome, aquella con el falo colgando, y sin decir palabra alguna más la retó a base de su pura intensidad...

En cuanto tu grito apago la vida de una de las velociprey, su madre se puso de pie furiosa mientras su hermana miraba como acababas con la vida de una de las pequeñas. Podría haber sido una escena de lo mas dramática salvo que enseguida los dientes afilados de ambas criaturas se mostraron y rápidamente saltaron al combate.

Los dientes de la velocidrome por poco no te golpearon pero con un simple empujón de tu espada tuviste suficiente con apartarla, pero, la velociprey que se encontraba cerca salto y con sus afiladas garras te dieron un corte en uno de tus antebrazos aprovechando que te ocupabas de la Velocidrome.

El tablero estaba montado y estabas en inferioridad numérica. -Tu...- La voz de la velocidrome resonaba. -Reemplazaras...a la criá...con tu vientre...- Sacando la lengua y relamiéndose mientras golpeaba el suelo con sus zarpas.

Intentado hacer uso de "cultura general" para adivinar su capacidad de resistencia, Radha se centró en la alfa al punto de que no logró reaccionar al ataque de su hija pero si de la mentada, llevándose algunos puntos de dolor que solo la emocionaba... — ¿De verdad? — retadora la bárbara replicó, y mientras la enemiga mayor se relamía, aprovechó la cercanía de la Prey para atacarla con exactamente las mismas intenciones que a la primera: degollarla brutalmente.