Partida Rol por web

Las caricias no cesaban, no importaba como estuvieran puestas, los pechos de Felicity estaban un poco duros y se notaba a la hora de magrearlos y palparlos, la firmeza se hacia patente mientras iba moviéndose de adelante a atrás antes de que las fuertes manos de Radha la fueran acariciando. En todo momento Felicity se la notaba sonrojada, con la mirada un poco vidriosa mientras no paraba de moverse de lado a lado haciendo que el liquido seminal pegajoso la fuera estimulando.

Como estaba podía sentir cada latir del miembro ajeno, notando cada movimiento de pelvis y haciendo que sus labios se abrieran para ella notando la humedad de su interior y el calor que desprendía. -Yo...bueno...puedo que...ahm...- Llevándose las manos a su mejilla tapándolas un momento junto a la suya notándolas un poco rojitas, casi acalorada antes de besar el dorso de la mano de Radha. -Bueno no estoy muy acostumbrada y no tengo...quiero decir...muchas oportunidades de estar asi con alguien y ahm...se siente muy bien y...ahora quiero...ahora me toca a mi sentirme bien...y hacerte sentir bien a ti...asi que...solo disfruta...-

Era como un cúmulo de emociones y pensamientos, quizás estaba mas nerviosa, a veces un poco mas activa pero al final su cuerpo era el que estaba respondiendo bien. La cadera se iba balanceando ahora de adelante a atrás masturbando el miembro de arriba a abajo mojando todo el miembro con sus propios fluidos, estimulando a Radha mientras los jadeos en los labios de Felicity iban en aumento.

Solo se levanto cuando noto que la dureza iba en aumento, atrapando el miembro entre sus muslos de forma pervertida apretando bien las piernas a su alrededor mientras con una mano iba jugueteando con el glande, pasando la yema de sus cinco dedos por la cima hinchada del clítoris. -Tiene que doler...no te molesta, de veras?- Pregunto con lasciva curiosidad antes de abrirse de piernas pero no despegar los dedos del glande.

Fue subiendo la cadera dejando su coño justo encima del miembro, guiando el glande con los dedos para que se frotara con su entrada vaginal, pasándolo como si fuera un juguete antes de ir bajándola, abriéndose bien de piernas para que no fuera incomodo en el momento en que su coño se iba dilatando. Un gemido largo y agudo salio de los labios de la encargada conforme se iba sentando, podías notar como el interior envolvía con calidez y humedad el miembro mientras la joven se sentía visiblemente mas cómoda que cuando estaba en su ano, como disfrutándolo mas.

No paro hasta que sus labios se frotaron con los de Radha, uniendo todo el miembro a su calidez y Radha pudiendo sentir el borde de su útero besando su glande. -Mmmm....duele un poquito..- Apretando un ojo mientras se frotaba el vientre, mas o menos donde notaba el miembro. -Pero se siente bien...mm...- Dicho eso la pelvis de Felicity empezó a cabalgar, dando leves pero fuertes saltitos encima del miembro, disfrutando de la lujuria de Radha y de esa oportunidad tan pervertida.

Si ya de por sí la bárbara seguía excitada, ver así a Felicity, sentirla con su manos y también con su miembro era como un afrodisiaco constante que se esparcía por todo su cuerpo, manteniendo alta la temperatura. Radha por momentos parecía a punto de volver a ponerse más intensa, pero lograba controlarse al tirar de la curiosidad que sentía por qué sería lo siguiente que haría la encargada.

— Por mi encantada, y no solo esta vez… — propuso juguetona a la par que divertida por esa expresión de vergüenza que solo la emocionó más. Para cuando sintió el beso sobre su mano, la ruda mujer se estremeció y hasta mordió su labio inferior, asegurándose que Felicity fuera capaz de ver bien.

Aquellos movimientos que la otra hacía, más pronto que tarde llevaron a que la cazadora sintiera nueva presión y dureza en su hinchado sexo, mismo que daba pequeños respingos según podía, progresivamente recuperando el vigor que había dejado ir en gran medida al soltar su fluido similar a la miel en los intestinos ajenos. Huelga decir que cuando Felicity varió la posición de esa manera, Radha se estremeció y hasta se arqueó un poco hacia arriba. — ¡Ah! — exclamó por lo sensible que estaba — Para nada, me encanta… — luego encandilada y muy roja de la cara se saboreó, recuperando la calma al haber menos presión alrededor de su falo pero no por ello menos placer; en ese momento una gota de amarillo cristalino escurrió desde la punta de su clítoris hasta la base, siendo un poco menos densa que antes quizás porque apenas estaba “juntándose” de nuevo la pegajosa sustancia…

— ¡Ah! — volvió a gemir sin reparos cuando el calor y la suavidad de la ajena la envolvieron. En su caso ella había disfrutado bastante en el culito de Felicity, pero sería mentira decir que no apreciaba de forma distinta el húmedo interior que tenía una textura distinta y más caliente a comparación, así como el efecto que le causaba a su percepción el solo ser capaz de ver a su compañera disfrutando así. Todo eso era alimento para su lujuria.

— Se siente bastante bien, sí… y la vista es grandiosa… — tuvo que decir pues no se lo pudo aguantar, ello mientras que sus manos acariciaban las caderas de la encargada pero poco a poco se iban moviendo, más precisamente hasta que con los pulgares pudo hacer una ligera presión encima de su vientre para estimularla también desde el exterior. Radha comenzó a hacer pequeños movimientos circulares con sus dedos, siguiendo la trayectoria que marcaba lo que hacía la ajena. — Si duele, ten cuidado… o no — al fin y al cabo ella no sabía hasta qué punto eso era un problema para Felicity, y por lo mismo no te estaban moviendo al menos con la pelvis, pero sí que aprovechó para para seguir jugando con sus manos ya fuera sobre el vientre de la chica o incluso acariciando sus manos, la parte superior de su monte…

Las caricias iban en aumento, nada dejaba que las chicas dejaran de acariciarse y mas cuando Felicity pudo aguantar ese enorme miembro dentro de ella. Los jadeos rápidamente se fueron convirtiendo en gemidos y la propia encargada dejaba que Radha investigara su pelvis, palpando por donde pasaba el miembro. Con cada presión las paredes vaginales se contraían haciendo que fuera aun mas estrecho el moverse, pero aquello no era problema ya que el miembro de Radha expulsaba ese liquido preseminal pegajoso pero viscoso y Felicity estaba muy encendida haciendo que por mas que Radha apretara esas zonas, palpara el bulto de su miembro y acomodara a Felicity, esta pudiera seguir moviéndose.

Rápidamente los pequeños saltos de la encargada empezaron a hacer su escena particular, acomodo sus piernas de tal forma que estaba practicamente sentada encima de Radha, apoyando sus muslos a ambos lados de sus piernas mientras iba moviendo la cintura de arriba a abajo, por la posición tenia que jugar mucho con su cadera pero parecia que tenia cierta flexibilidad ya que conseguía que cerca de la mitad del miembro saliera antes de volver a hundirse en su interior. Con cada pasada, la cintura, pelvis y vagina de Radha se iban empapando mas y mas de los fluidos de Felicity, como si sus labios vaginales a la hora de posarse en su piel diera besitos lascivos, los mismos besitos que Felicity sentía en su útero ya que por el tamaño Radha cruzaba todo su interior y amenazaba con alojarse en la zona mas profunda de Felicity.

Los pechos botaban al igual que su cabello, las manos de Felicity se agarraron a la cadera de Radha, cerca de su pelvis a modo de sujeción antes de tirar las manos hacia atrás, arqueando la espalda un poco hacia atrás al igual que todo su cuerpo dando una vista de lo mas hermosa. Sus pechos balanceándose de arriba a abajo, deslizándose un poco hacia los lados con cada sacudida mientras el cabello caía cerca de los pies de la barbara. Por el movimiento Radha podía ver perfectamente como sus labios vaginales se abrían, tanto los externos como los internos como si fuera una boca golosa que quería devorar el miembro hambriento de Radha, las manos se apoyaron en sus rodillas para tener una mayor firmeza a la hora de moverse y en esa posición se podía ver como el glande chocaba contra las paredes vaginales en el momento en que estaba mas profundo, solo un ligero piquete, un bultito en su vientre pero que daba una visión de lo mas lasciva.

-E...es quizás el mas grande..q..que he tenido dentro...mmm...me siento un poco mareada pero...ah!...-Apretando los muslos contra los muslos de Radha, teniendo un pequeño espasmos de placer antes de moverse de forma circular como si hubiera encontrado una zona de placer antes de volver a seguir cabalgando el miembro. -Se siente bien...ah...te ayudare con ese veneno que tienes dentro...suéltalo todo dentro de mi.

Quizás ella misma no debería decirlo, pero el tacto que hizo sobre Felicity dio un placer distinto a su miembro ya en el interior de esta; no era que no disfrutara ni mucho menos, solo que aquello sin duda llamaba la atención de Radha, que al fin y al cabo no había nacido con “pene” y por mucho que llevara ya utilizándolo unas cuantas veces no era como si fuese una experta total. Más allá de eso la encargada seguía moviéndose y eso aumenta en gran medida el placer, ya que no era lo mismo estar arriba y empujando, que recibir ese húmedo y apretado masaje descendente. La bárbara no escatimaba en gemidos.

— ¡Hah! — los mentados ruidos de placer no hicieron más que aumentar con el ritmo de la que estaba montando, pero así también se unió el sonido del choque de pieles magnificado de la humedad; sus labios comenzaban a hincharse bastante por los besitos que recibían, pero lo que realmente le “dolía” de excitación era el miembro que era objeto de esa intensidad constante; a fin de no detener a la ajena, la bárbara la tomó de los muslos para maravillarse en su suavidad mientras que la encargada se inspiraba moviendo sus caderas. Radha quería echar la cabeza para atrás, cerrar los ojos para concentrarse en el placer, pero era imposible no verse como hipnotizada por esos movimientos, sin contar aquel límite interior que sentía besar a su glande, instándola a ir más profundo incluso…

Hasta entonces la cazadora había estado dejándola hacer para ver paso a paso lo que quería, sin embargo cuando Felicity asumió tal posición y encima dijo todo aquello, una muy ruborizada Radha tuvo que jalar aire por tanto estimulo; era imposible seguir aguantando, así que, sin más autocontrol, ella empezó a empujar también con su pelvis como siguiendo a la ajena; en su caso menos rápido y más intenso, ansiosa por ir más allá de ese límite que ya había sentido y al cual buscaba arrinconar; percatarse del punto sensible hizo que de inmediato buscara acomodarse para rozar allí más seguido e incluso enterró un tanto sus dedos en aquellos muslos. Su respiración comenzó a escucharse más según se esforzaba en follar a la encargada.

— Ah… s-si lo pones así… n-no puedo negarme, e-eres muy amable… — dijo juguetona, halagada pero por encima de todo muy caliente, tanto que buscó impulsarse en sus fuertes brazos para así quedar recargada sobre sus codos, y de esa manera tener mejor impulso para continuar empujando sin a la vez perder el control y salir de Felicity o algo así. — E-eres hermosa… hoy he disfrutado mucho, pero incluso si no fuera así, s-solo por este momento recibir el veneno vale la pena… — con algo de trabajo estiró un brazo para poder magrear por un momento uno de los pechos ajenos, luego su mano escurrió hasta la espalda de la otra mujer, donde se aferró para poder embestir con fuerza. Radha no pretendía lastimar a Felicity, pero ciertamente estaba buscando pasar esa última barrera física con su cada vez más palpitante clítoris, esto porque obviamente no solo estaba a punto de correrse, sino porque quería hacerlo en la parte más profunda de la encargada…

Ambas caderas chocaban cada vez mas, las nalgas de Felicity golpeaban la pelvis de Radha y con cada movimiento se podía escuchar como su interior se revolvía en un sonido pervertido y lascivo, los fluidos lagrimeaban a través de sus labios vaginales mientras empapaban el ya lubricado miembro mientras se formaban perlas de placer alrededor de toda la pelvis de Radha.

El como se estaban tratando hacia de todo aquello lascivo, rudo y romántico ya que ninguna buscaba el molestar a la otra y al contrario que cuando Radha quiso dar placer anal a Felicity ahora la conexión era mas fácil, no había sometimiento solo la búsqueda del placer ajeno. Todo aquello se notaba en que la joven encargada lo estaba disfrutando, sin tabúes estaba montando el miembro de Radha siendo impulsada por esta ultima haciendo que saltara un poco de mas. De hecho tuvo que acomodar mejor las piernas dejando de estar en el suelo para colocarlas de tal forma que le fuera mucho mas sencillo el subir y bajar, pero por como estaba ahora colocada sus labios se abrían para que Radha pudiera ver perfectamente ya no como se abrían si no como el interior hambriento de Felicity tomaba el miembro.

-Y...yo también...ah...lo estoy disfrutando...no...no quiero que acabe...- Jadeo presa por el placer notándose ahora mas que antes que al estar tan sobre estimulada y mareada su cabeza no reaccionaba demasiado bien a lo que estaba diciendo. Poco a poco, golpe a golpe, Radha podía notar como esa zona mas profunda, la entrada a su útero, se iba como abriendo, como si fuera una boca mas suave, mas tímida que estaba tentada a lamer el glande cada vez que se acercaba, ademas de que con cada movimiento casi se podía ver el bulto de su vientre moverse cada vez mas profundo.

Fue en uno de estos movimientos donde ambas pelvis se sincronizaron, Radha subiendo y Felicity bajando en que la encargada abrió mucho los ojos y soltó un chillido ahogado de placer como si fuera un suspiro placentero en el momento en que el miembro entro en la parte mas profunda de su feminidad. Radha podía notar como rodeaba su glande acogiéndolo en la zona mas intima de Felicity como si fuera una mano que la invitaba a entrar y llenarla mientras ahora cada movimiento era de lo mas profundo, intimo, haciendo que la encargada salpicara con sus fluidos por el placer recibido teniendo un orgasmo quizás mas tenue que antes en tema fluidos o gemido, pero por como temblara se notaba que todo el cuerpo de Felicity había tenido un placer mayor que antes.

Una y otra vez Radha se estremeció sin poder controlarse, pues aquello era impulsado por puro instinto; sentir los diferentes niveles de húmeda calidez sobre su piel, por otro lado, hizo que esta se erizara y que para la bárbara su unión con Felicity fuera como más intensa. En ese momento la mayor en tamaño solo quería arder, perderse en esa suave cueva que tanto la tentaba y así quedarse unida a su compañera. Radha se veía embriagada, ansiosa…

La situación ayudó también en el sentido de que Felicity parecía más y más entregada a su placer, algo distinto a otrora, donde si bien había lujuria, también estaban los nervios y cierto corte por parte de la encargada. A la bárbara le hacía muy feliz atestiguar ese nuevo lado de la chica del gremio, de hecho la estimulaba a seguir, y por qué no, le causaba cierto morbo el ver de primera mano aquel goloso interior donde el placer de ambas tenía lugar. Ya lo había pensado antes pero aquella que la estaba montando era una tentación bastante fuerte, una mujer capaz de recibir pero también de demandar… y esa versatilidad al bárbara le ponía mucho, le encantaba…

Incluso en los momentos más intenso de la ajena, su imagen y comportamiento fueron capaces de estimular poderosamente al gusto de la usuaria de espadón, pues el contraste con “la Felicity del día” era demasiado grande. Radha quería más de eso, no se cansaba de escuchar sus gemidos o de saborear a la piel ajena por medio del tacto, pero tanta vehemencia fue también “mala” ya que la acercó peligrosamente al punto de no retorno, al fin y al cabo también quería dejarse ir completo dentro de ese vientre tentador cuya entrada le profería tantos y tan intensos estímulos; Radha cada vez pensaba menos y ansia más…

Presenciar el orgasmo ajeno fue el gatillo para que Radha se desbocara, pues si bien no se descontroló en sus embestidas, sí que empezó a ser un tanto más intensa mientras intentaba hacerse con todo el interior de la otra; así mismo llevó una de sus manos hacia el clítoris aperlado de Felicity, botoncito que no dudó en masturbar con lujuria y algo de intensidad, valiéndose del fluido que por la corrida había aumentado. Sabía que entonces la encargada estaría de lo más sensible… y quería aprovechar.

Aunado a lo anterior, al ocurrir las contracciones típicas del orgasmo en la vagina que lo contenía, su miembro se vio estimulado de una manera intensa que realmente no logró aguantar más, y así, un par de chorros de miel más líquida y menos abundante que la anterior fueron disparados directamente en el útero de Felicity al tiempo que Radha pegaba bien su pelvis a la ajena, como si no quisiera que nada saliera…

— Hah… hah… mmm… n-no puedo más… e-eres demasiado erótica… m-me encanta cómo te mueves, cómo te ves… m-me encantas tú… — y todavía mientras se corría o al menos mientras sentía los espasmos, la bárbara buscó atraer a la encargada hacia si con tal de propiciar un beso profundo, romántico y muy húmedo, como si correspondiera al orgasmo que ambas habían tenido con unos instantes de diferencia, y es que si bien entendía que la ajena no buscaba nada demasiado comprometido, la bárbara debía ser sincera y al menos dejarle saber lo que sentía; al fin y al cabo ella tampoco era precisamente una “mujer de casa”.

El semen era lo suficientemente abundante y espeso para que Felicity pudiera sentir como entraba dentro de su zona mas privada, podía notar como con cada espasmo del miembro esta se iba llenando mas y mas dejando una sensación pervertida en su vientre. Nada iba a aflorar de esa semilla pero aun con todo había una especie de sentimiento que a Felicity parecía haberle gustado ya que era una sensación como de plenitud sexual. Los sobre estímulos habían servido para relajar el interior de la encargada mientras que Radha había coronado el clímax con esos golpes de pelvis dejando a Felicity visiblemente mareada.

Cuando se acerco, Radha tuvo que inclinarse de mas para atrapar a la encargada la cual tenia toda la cadera temblorosa por el placer y embestidas, teniendo que arquear la espalda suavemente para poder devolver ese beso que se convirtió en varios besos profundos mientras ambas dos seguían aun conectadas. El semen al ser mas acuoso empezaba a filtrarse de forma incontrolable por los labios de Felicity mojando el miembro de color ambas mientras que daba una visión de lo mas pervertida el como la boca golosa de Felicity seguía devorando al erecto miembro de Radha. -T..tu también me...encantas...- Suspiro Felicity de felicidad mientras con algo de suavidad iba subiendo la cintura.

Era como una boca muy apretada lamiendo los restos de semen, el miembro quedo de lo mas lustroso antes de que finalmente la cadera de Felicity y Radha quedaran despegadas soltando un pequeño hilo de fluidos antes de sentarse en la pelvis de Radha ya con toda confianza, se podía notar como los labios vaginales estaban rojitos después de tanto movimiento la igual que las nalgas pero no parecía importarle a la encargada. Con la misma suavidad que la caracterizaba, Felicity abrazo de forma cariñosa e incluso amorosa a Radha antes de volver a buscar sus labios, ya tomando un poco mas de iniciativa antes de volver a recorrer con los dedos las marcas de su espalda.

-Te sientes...mejor?- Pregunto referente a la miel que se acumulaba en su clítoris. -Se siente extraño...es como si fuera algo muy pegajoso en mi tripa pero creo que...no habrá problema...tu como te sientes?- Por el momento la encargada no hizo gesto alguno de querer separarse de la cazadora, estaba bastante a gusto sentada en su pelvis con el calor del fuego bañando su cuerpo.

Al correrse dentro de la que coincidía en raza con ella, Radha también llegó a sentir cierta plenitud que antes no había logrado a pesar de sus numerosas experiencias, ¿acaso era algo instintivo, atado a su percepción de una manera natural dado que ambas eran humanas? Ella sabía que su “semen” no era tal, que su miembro era solo un clítoris anormalmente hinchado y por tanto infértil, pero eso no le importaba y al parecer a sus instintos tampoco, al menos por el momento…

Más allá de eso que se generó de forma automática, a causa de su personalidad la bárbara también disfrutó bastante por la imagen que daba Felicity, y es que al fin y al cabo verla toda enrojecida, húmeda y hasta mareada era una tentación constante, un placer visual que la acercaba a un círculo vicioso.

Radha no tuvo problema en arquearse un poco de más con tal de poder besar a la encargada, tampoco en rodearla con los brazos para sostenerla al tiempo que la estrechaba. El calor residual era menos intenso en comparación a momentos antes, pero seguía sintiéndose muy bien, además algo de romanticismo le era novedoso a la cazadora. Disfrutado de las vistas, del sabor y de las sensaciones en su piel, la usuaria de espadón procedió a acariciar con firmeza a su compañera, pero lejos de la efusividad que mostraba antes, ahora la bárbara estaba siendo un poco más cariñosa. El placer de estar dentro de Felicity todavía la llenaba, solo que ahora tenía cierto cariz de reposo pues su dureza se iba perdiendo en parte, aun así, con el solo hecho de estar rodeada de humedad la bárbara tenía suficiente para no querer salir.

— Je, je… — traviesa sonrió a la par que iba trazando círculos con las yemas de sus dedos sobre la piel ajena. Escuchar a la encargada la hizo ruborizar, no obstante el sentirse separada por aquel movimiento cuidadoso y lento le arrancó unos leves gemidos a la par que observaba curiosa. Obviamente recibió a Felicity sin problema, de hecho cuando la ajena buscó sentarse, Radha la rodeó con un brazo como si quisiera envolverla mientras que con el otro aprovechó para acariciar una de sus mejillas. Ahora fue ella quien recibió los besos, gustosa, en tanto que las caricias sobre sus nuevas marcas se sentían como un bálsamo agradable, tibio.

— Bastante; cuando sale, es como si mi cuerpo se liberara de una gran presión, y luego todo el calor que casi era quemante se volviera tibio, siento mucha ligereza, también algo de cansancio pero demasiado… la verdad es que hasta adictivo, ya sabes, almacenar un montón de esta miel y luego soltarla cuando me corro… — describió un tanto desvergonzada, pero así era ella, además de que se sentía en confianza como para jugar. Radha aprovechó la cercanía de Felicity para darle unos cuantos besitos en el cuello — No debería haber problema… yo he recibido algo de esa miel también adentro — confesó — Además de extraña, ¿te sientes bien? — entonces bajó su mano de la mejilla ajena a su vientre, zona que acarició aunque ya sin hacer presión. Radha estaba muy acaramelada con Felicity en ese momento, tanto que parecía que podrían quedarse así un buen rato, a menos que algo las interrumpiera o alguna necesitara ponerse de pie por algo, pero de momento era hasta especial disfrutar de esa tranquilidad y de lo tibias que estaban…

Ahora estaban en un momento mas tierno, mas tranquilo después de aquella sesión de sexo, hacia un poco de calor pero la brisa que entraba por algunas ventanas hacia que la temperatura fuera agradable, ademas la chimenea hacia que la temperatura se mantuviera de forma constante, por el momento el fuego estaba encendido pero aquello cambiaría en relativo poco tiempo ya que se estaba consumiendo la madera, ya seria cuestión de Radha el mantenerlo o no.

Con cariño, Felicity tomo un trozo de tela cercano y empezó a limpiarse ya no solo ella, pasando la tela por sus labios si no también hacerlo con Radha, acariciando su miembro y su coño mientras iba dejando mas o menos limpias sus pelvis para que no fuera incomodo el estar tan juntas. -Si...bueno esta bien...es decir se nota un poco pegajoso pero se siente bien...- Bastante sonrojada antes de volverse a sentar, todo sin apartarse del cuerpo de Radha, sentándose en sus muslos sin estar ni alejada de su perversión ni de su candente cuerpo.

La noche era bastante profunda entre una cosa y otra seria mas de medianoche, el silencio era agradable porque a cada momento que estaban calladas se escuchaba el crepitar del fuego. Había un momento mas de romance entre ambas como pasaban los dedos por sus cuerpos desnudos, Felicity estaba encantada por lo que se podia ver y no hizo ningún gesto de querer vestirse por lo que cada respiración hacia que sus pechos se balancearan suavemente casi como si fuera una tentativa natural.

-No...mmm...- Apoyando las manos en los hombros de Radha. -Aunque quiero...quiero decir ya sabes si tu quisieras...ahm...no podría quedarme...a dormir...- Confeso la encargada con un largo rubor. -Mi trabajo también es cuidar del gremio y ahora que tenemos huéspedes pues...no puedo estar una noche fuera hasta que no vengan mas encargadas...las que están son trabajadoras...pero...quiero decir que...a sido muy...quiero decir...cof cof...esta siendo...una noche de lo mas estimulante, divertida...ya sabes...

La bárbara se estremeció un tanto y de igual manera gimió en voz baja, pues seguía sensible y aunque el toque de Felicity fue más bien cuidadoso, justo por eso causó en Radha tal reacción; incluso se ruborizó. Mientras estaban en eso la mujer miró hacia la chimenea pero de momento no se levantó, pues quedaba al menos un poco de leña por consumir…

— Je, je, je… cómo me alegra escuchar eso — pícara confesó, aunque no mentía. Ya estando más limpitas las dos podían convivir con mayor comodidad pues no había zonas que al entrar en contacto resultaran “problemáticas”. Los ojos de la bárbara parecían estar permanentemente adheridos a su compañera, aunque de tanto en tanto se concentraban con especial ahínco en los ajenos.

A pesar de que el tiempo pasaba, hecho reflejado principalmente en el combustible que alimentaba al fuego, realmente la cazadora no sintió que fuese un tramo demasiado largo ni lento, de hecho incluso en los momentos de silencio se sentía cómoda porque había confianza y disfrute de la ajena, por lo visto no solo en su caso. De pronto besaba sin más a la encargada o bien la acariciaba con delicadeza, como si Felicity tuviera un fuerte magnetismo sobre ella.

Estaba por decirle que si quería quedarse ahí o bien ya ir a la cama, ello para ver si alimentaba o no el fuego, cuando las palabras de la invitada tomaron a Radha por sorpresa. Como ya se dijo, la bárbara comprendía que cada una tenía sus ocupaciones y que no había ningún compromiso más allá del tiempo que compartieran juntas por gusto y placer, sin embargo ni con todas esas certezas pudo evitar mostrar un leve aire desanimado cuando Felicity se explicó.

— La verdad sí quisiera… — solo entonces respondió con una suave risa a la par que se rascaba la nuca — O q-quería, es decir, no pensé en las obligaciones que tienes como encargada y no quiero darte problemas… — sin embargo tampoco podía ignorar los hechos. Radha también se veía bastante ruborizada, aunque quién sabe si por la misma razón que su compañera — Tampoco quiero que te sientas obligada — aclaró — Pero sí, me la he pasado y me la estoy p-pasando muy bien, me encanta estar contigo… — luego añadió al tiempo que acariciaba el rostro ajeno, dejando bajar su mano por la mejilla de la encargada hasta posarla en su mentón, allí lo tomó con su índice y pulgar para reclamar un beso suave, lento pero no demasiado pervertido, más bien cariñoso.

— Por eso, si el deber te llama… déjame acompañarte hasta allá — ofreció de buena gana — Y de paso recalcar que eres bienvenida aquí cuando quieras, sea un rato… o toda la noche — dio otro beso — O incluso si vienes a visitarnos a todas… — aclaró, después de todo tampoco era como si su único interés en Felicity fuera lo sexual — Aunque no te criticaría si desearas ignorar ese deber por hoy… — y ya al final dijo de manera traviesa, al fin y al cabo no podía leer la mente ajena, solo contaba con las palabras y en este caso habían sido un poco ambiguas...

Aquel ultimo beso había sido de lo mas cálido, correspondido por Felicity mientras se miraban unos instantes antes de fundir sus labios con los de Radha, dejando impresa en ella el sabor de los labios de Felicity antes de separarse suavemente y volver a apoyar las manos pero esta vez un poco mas abajo de los hombros de Radha. Ella escuchaba al igual que Radha la había escuchado a ella, se notaba que estaba en un conflicto interno como si estuviera pensando a toda velocidad, pero suspiro largamente antes de dar un toquecito con la mano derecha. -Me encantaría...pero no puedo, de veras. Quiero...si, vendré mas veces y sabes muy bien donde estoy, vendré a visitaros tanto a ti como a las felynes que...quiero ver si se adaptan a la nueva casa y...ahm...ah...lo siento, pero tendría que marcharme o no podre irme.- Dando un nuevo beso en los labios pero este fue como mas fugaz, corto pero no por ello menos carente de sentimientos.

Con suavidad se fue levantando de encima de Radha, abandonando ese lugar que habia compartido durante las ultimas horas para ir a por su ropa. De pie se podía ver mejor la figura de la encargada, no era musculada ni mucho menos, tenia cadera pero era delicada, delgada y aquí y haya habían las marcas típicas de haber yacido con Radha lo cual le podia dar un aire mas sexy mientras se iba colocando la ropa. Ese cuerpo que había pertenecido aquella noche a la cazadora no tardo en estar de nuevo vestido mientras la encargada sonreía y tocaba con un dedo los labios de Radha para que no dijera nada. -El campamento es seguro, tenemos Shakalakas por todas partes...tenemos criaturas y ahora ya no es un lugar abandonado, aquí no van a haber bandidas, puedo volver sola. Se que soy bienvenida...tranquila tu relajate, has tenido unos días muy duros y te mereces el poder descansar sin tener que preocuparte de nada.

Con eso dicho, Felicity abrazo a Radha con cierta confianza aunque parecía seguir un poco insegura pero eso ya era su naturaleza no era cuestión de Radha, al menos el lo que a relación se trataba se notaba que habían avanzado un poco. -Y...me lo he pasado muy bien...- Tocando de nuevo el hombro de Radha como jugueteando un poco con ella antes de ponerse del todo colorada. -A...Adiós, p...pasa una buena noche.- Como si de repente se hubiera dado cuenta de todo lo que habían hecho y se estuviera muriendo de vergüenza por dentro, dándose la vuelta para salir de la casa y volver al gremio.

No hace falta decir que Radha saboreó cada segundo que sus bocas pasaron juntas, como si quisiera grabarse en su mente ese momento. Claro que escuchar las razones de Felicity no fue lo mejor para ella, pero incluso siendo bárbara comprendía que había otras cosas en juego, además, la encargada misma se lo dijo… no era como si la actual fuese la última visita. Al final la cazadora sonrió de lado y acarició a la otra mujer con su mano áspera…

Aunque no dejaba de verla mientras se vestía, Radha también hizo lo mismo pensando en aquello de acompañarla, sin embargo por distraerse de más con aquella visión que tanto le encantaba, se le hizo tarde y se quedó a medias. Ahora bien, apenas sintió el dedo ajeno sobre sus labios la bárbara se puso roja pues fue una experiencia peculiar que la hizo sentir como una pequeña. — Hmph, tienes razón, no es un lugar inseguro empezando por Daifuku, pero quiero acompañarte por gusto… aunque creo que es mejor despedirnos por hoy, ¿verdad? — apenas se logró tranquilizar dijo sin perder la sonrisa, pues supuso que quizás la encargada quería estar sola por alguna razón, y eso lo respetaba.

Aprovechando la cercanía ella dio un besito a la yema ajena y luego correspondió el abrazo, notando la actitud de Felicity, eso sí, pero no remarcó nada sobre tal por lo mismo que no insistió en acompañarla: cada cabeza era un mundo y no quería asfixiar a la encargada. Ya las felyne le habían enseñado que debía dejar las cosas fluir…

— Lo mismo digo, fue maravilloso — Radha misma se puso un poco nerviosa por aquel toque en su hombro, aunque fue capaz de contestar sin perder su gesto. — Igualmente, nos vemos mañana… iré por más trabajo — consideró necesario aclarar, aunque para ese momento la inquietud ajena se le había contagiado. Pese a todo siguió a la mujer hasta la puerta y desde allí la vio alejarse antes de ya cerrar. Ella era mucho menos pudorosa, así que realmente si se ponía a pensar en todo lo que había pasado se emocionaría más que encontrarse en un punto donde no supiera qué hacer, lo que sí le llamó la atención fue preguntarse cómo reaccionaría Felicity al otro día… pero bueno, eso era cuestión de verlo, pues podría hacerse mil y una ideas y quizás ni así acertar.

Ya a solas Radha apagó el fuego moribundo y se dirigió a limpiarse un poco, luego hacia donde estaba su cama, o al menos ese era su plan…

Los sentimientos que habían aflorado entre la encargada y la cazadora estaban, pero era difícil el poder exteriorizarlos tanto por una como por otra, quizás Radha por falta de comunicación con otros humanos y Felicity por ser tímida, pero de todas formas aquella noche de estreno del hogar había sido digna de recordar por lo que aunque Radha no lo pudiera saber Felicity se encontraba satisfecha. La noche era profunda y el cansancio de haber estado con muchas monster en aquel día empezaba a pesar en el cuerpo de la barbara. Ya con el fuego apagado Radha tuvo que valerse de un candil para poder iluminar la casa ya que en las plantas superiores no daba tanto la luz como en la planta baja. Había un par de puertas en ella, si Radha escuchaba atentamente podia escuchar los maullidos de las felynes las cuales parecían estar hablando en una misma habitación ya que habían dos puertas mas entreabiertas y una cerrada, era complicado saber que hablaban pero seguramente os habían estado escuchando durante todo el romance.

La habitación de Radha era la ultima del pasillo, cerca de las escaleras para subir a la ultima planta y era una habitación de lo mas amplia y decorada. La cama era enorme, no se podía ver de que estaba hecho el colchón pero seguramente de paga aunque forrada completamente por pieles que hacían que no se hiciera incomodo. Ademas se podía ver una decena de mantas encima de la cama junto con dos almohadas de aspecto cómodo, la cama estaba hecha sobre una base de madera robusta con grabados tribales, en la pared había entrelazado un par de enormes huesos de seguramente alguna criatura enorme y el resto de la habitación estaba decorado con una alfombra de Kelbin de aspecto suave, una cómoda y un buen armario, ademas de que la ventana daba al exterior por el que se filtraba la luz de la luna, semitapada por unas cortinas gruesas, desde la ventana se podía ver el corral de la Velocidrome. Si Radha miraba por la ventana podía ver que en una de las esquinas del corral se encontraba Mochi la cual en ese momento estaba lamiendo a su compañera la cual estaba tiernamente echa un ovillo en el regazo de esta, parecía que aquella pareja estaba mas que bien asentada.

Solo de sentarse en la cama, Radha podía comprobar que era perfecta, se hundía lo justo para que el cuerpo descansara pero no lo suficiente para que molestara, el colocarse en medio era una delicia y enseguida el cansancio golpeo como un yunque. Había cambiado mucho la situación de dormir en una casa medio decente a estar en aquella, pero enseguida la comodidad se hizo patente, el acostumbrarse a aquellos lujos quizás no seria tan malo, no?

El sueño llego mas pronto que tarde y aunque Radha pudo descansar, sus sueños estuvieron plagados de lujuria. En su sueño, Radha era tomada por una decena de reinas Vespoids las cuales alimentaban su vagina con sus miembros llenos de miel, intercambiando fluidos mientras la barbara estaba presa en una colmena apenas sin poder moverse. Sus labios se abrían conforme los apéndices entraban y salían dando una sensación pegajosa cada vez que el semen recorría su interior. Era un sueño casi real, casi podía sentir el sabor de la miel en su paladar, el como se escurría entre sus piernas y como si miembro se empapaba en fluidos, era un sueño tan real, lascivo que al despertarse Radha se sentía muy extraña, doliendo el estomago.

Era ya de día, por la posición del sol no era de mañana mañana si no casi mediodía, quizás fuera el cansancio lo que había hecho que Radha no se despertara o quizás era el malestar general que sentía, podía notar como le faltaban las energías, energías que la había estado acompañando todos los días desde que había tenido que sobrevivir sola. Pero no solo eso, su miembro estaba dolorosamente erecto con el glande totalmente cubierto de miel, de hecho en sus mantas se podía ver los restos de haberse corrido durante la noche y no era lo único. Su ropa interior se encontraba rasgada y con tocar Radha podía notar como un reguero de miel que salia de sus labios vaginales, reguero que se esparcía por las mantas en linea recta dejando un rastro que continuaba mas allá de la puerta...como si algo hubiera salido de su interior...

Para muchas cosas Radha era como una adolescente y lo sentimental no era una excepción, sin embargo ella esperaba que lo que percibió en Felicity estuviera en lo correcto, pues eso quería decir que la noche había terminado bien para ellas; por otro lado, tras conocer más o menos las dudas de la encargada, la bárbara tenía cierto impulso para seguir tratando de acercarse más a ella, de entenderla y de crear un vínculo, pues quizás nunca había estado así de interesada por otra humana no guerrera. Solo pensar en Felicity hacia que su pecho se sintiera inquieto…

Por fin que, ya en su camino hacia los aposentos que tanto ansiaba con el cuerpo, la que cargaba un candil se detuvo al escuchar los maullidos. De antemano la bárbara sabía que no podría entenderlas incluso si lo intentaba, mas eso no evitó que sonriera al pensar en todo lo que podría estar pasando; por lo mismo, cabe decir, la humana se sintió ligeramente avergonzada pues al menos Cocoa había estado allí durante todo el día siendo testigo de sus “convivencias”, y claro que la morenita solía ser más dura que Matcha. Así pues la cazadora se acercó a la puerta y carraspeó — Hasta mañana… — luego dijo en voz baja pero suficiente para que los sensibles oídos de las gatitas la notaran.

Al llegar a su lugar la humana se sorprendió de todo eso pues para ella eran lujos que tal vez nunca habría soñado con tener, eso mismo la hizo sonreír de oreja a oreja, feliz porque su cuerpo se preguntaba cómo de bien podría descansar sobre aquella cama amplia, incluso el tapete se le antojaba como un buen lecho pero la cama sin duda se llevaba la mayor atención por lo hermosa que era en más de un sentido. Curiosa por la visión de la luna se acercó a la ventana y desde allí notó fácilmente aquel corral donde ahora estaban dormidas Mochi y su Prey. Verlas así la llenó de una calidez peculiar combinada con alegría, pues le agradaba ver que estuvieran contentas, aunque en su interior deseó que Mochi estuviera con ella… vaya acaparadora podía ser.

Para cuando se sentó en su nuevo lugar de descanso, la que pensaba cómo le haría para acomodarse y encontrar el sueño fue asaltada por este, así, automáticamente, pero eso era reflejo de lo cansada que estaba y también de lo agradable que le resultó el colchón; definitivamente eso era dinero bien invertido. En sus últimos momentos media lúcida, Radha se preguntó cómo sería compartir aquella comodidad, aunque entonces le vinieron varias imágenes a la mente, desde Felicity hasta Mochi, pasando por Cocoa y Matcha, incluso Laika…

Sus sueños fueron incluso más pervertidos e intensos, como una extensión de lo que había vivido durante el día pero a la vez con las posibilidades que solo la imaginación ofrecía; así pues verse tomada como una hembra más de las pervertidas reinas fue una constante, pero también el sabor de la miel, la presión en su vientre. Cuando al fin se despertó, Radha se sentía como extraña y sin duda adolorida, ¿acaso tenía hambre?

En un mejor análisis de sus alrededores notó que no era precisamente temprano, pero también el estado de su intimidad, ¿acaso había tenido un sueño húmedo mientras dormía?, eso no podía ser porque había expulsado suficiente miel el día anterior, incluso para una pervertida como ella esas necesidades tenían un límite, ¿no? Luego de ver sus mantas así supuso que tendría que limpiarlas con agua, aunque cuando intentó levantarse fue cuando mejor y más claro sintió el bajón de energías…

Quizás aquello habría sido lo más raro del día, de no ser por lo que notó en su ropa y saliendo de su vagina, ¿acaso las gatitas habrían hecho algo? No… no tenía sentido, o eso pensó. Todo aquello estaba siendo muy raro así que apenas pudo la bárbara terminó de levantarse y lenta pero constante avanzó para salir de su habitación, ahora seguía el rastro de miel como si estuviera cazando a algo o a alguien, las dudas la invadían, así como cierta inquietud. En el mejor de los casos, pensó, su respuesta estaría al final de ese camino pegajoso…

Hambre o no Radha podía notarse como mas débil de lo normal, hasta su arma pesaba un poco de mas pero no era imposible de tomarla si es que quería rastrear con mas confianza el rastro de miel. Al salir se podía ver el rastro de miel que continuaba por el pasillo, las puertas estaban abiertas así que seguramente las felynes se habían despertado temprano, si Radha miraba podía ver que las habitaciones no eran tan grandes como la suya pero si que eran especiales. Las demás habitaciones daban también al exterior pero en diferentes ángulos, no era tan espaciosa como la habitación principal de Radha pero se podía ver una cama individual con una estructura de madera lo cual mostraba buena calidad al igual que la cama de la cazadora. Las cortinas y ventanas eran parecidas lo único que no había decoración de hueso ni alfombra ademas de que la cama era notablemente mas pequeña pero con todo eran habitaciones de lo mas agradables, en una de ellas se podía ver el arco de Matcha y en otra la mochila de Cocoa por lo que parecía que ambas dos habían escogido habitación solo que la noche anterior la habitan pasado juntas.

El rastro continuaba escaleras abajo donde se podían ver como charquitos de miel en cada escalón hasta finalmente llegar al jardín donde Matcha estaba tranquilamente tomando un te en una jarra. -Mhm? Buenos días...parecer cansada, no descansar? Es raro, ayer escuchar hasta tarde pero haber despertado también tarde...mejor no asustar vale?- Informo un poco tranquila antes de que Radha pudiera salir del todo y ver a que se refería Matcha. Justo en medio de las flores del jardín había un enorme capullo hecho enteramente de miel, el capullo parecía una vaina de ambas de un color de lo mas profundo y no se podía ver el interior, parecía como si fuera el nido de una araña y de tamaño era mas o menos la mitad del cuerpo de Radha cerca de un metro, los filamentos estaban alrededor de la cerca y parecía que quien fuera que había hecho eso había tomado todas las flores del jardín porque estaban arrancadas y las había usado para crear dicho capullo. Fuera lo que fuera palpitaba levemente como si estuviera respirando, pero muy levemente así que lo que fuera estaba vivo.

-Curioso, no? Cocoa a ido a por Baba para que informe, aunque seguramente traer a Galea, ella saber mejor que ser...quizás algún huevo?- Se quedo como pensativa Matcha antes de levantarse con gracilidad y pasar la mano por el brazo de Radha como si la estuviera palpando de alguna forma antes de llevar dos dedos a su frente. -Mmmm...fiebre no pero no te veo bien...haber que hacer ayer? Vale que noche pervertida pero no poder dejarte tan mal.

De momento no tomó su arma pues aunque supuso que podría levantarla si quería, no lo consideró necesario, al fin y al cabo si estaba en el campamento bien podría haber sido una de las vespoid del recinto o algo así, ¿no? Quizás siguiendo el aroma que le dejó impregnado la reina. Radha se olfateó a sí misma como para asegurarse pero tampoco era como si pudiese distinguir cosas muy sutiles, al fin y al cabo era una humana.

Siguió pues el rastro aunque no perdió oportunidad de curiosear un poco ahora que podía, gracias a eso vio las habitaciones de las felyne que a primera vista le parecieron lindas, es decir, entendía que sus camas fueran más pequeñas por la diferencia de estatura que había pero aun así le dio como ternura, eso sin contar que tanto Cocoa como Matcha parecían ya haberse acomodado bien a sus respectivos espacios, ¿entonces por qué estarían juntas la noche anterior?

Siguiendo la miel con cuidado de no pisarla y embarrar (más) todo, llegó al jardín, donde se encontró con la arquera verde que al parecer estaba muy relajada. — Fue una noche extraña, tuve como un sueño raro, y hace un rato yo… — estaba diciendo cuando la advertencia de la felyne la hizo levantar una ceja con cierta incredulidad — ¿Qué pasa? — tras lo que preguntó, ya entonces terminó de salir y lo vio con sus propios ojos…

— ¿Pero qué, cómo? — allí levantó ambas cejas. Solo tras ver aquello por cerca de un minuto en completo silencio, la bárbara empezó a ir uniendo piezas: la sensación, la miel saliendo de su intimidad, lo que le hizo la reina antes. Aun así Radha tragó saliva y se acercó cuidadosa para mirar más de cerca, pues no sabía si podía tocar aquello pero no lo iba a intentar de todas formas. — C-creo que… — la mujer miró hacia donde estaba su habitación pero sí, mejor esperaría a las expertas ya que de cualquier forma ella no podría explicar mucho, entonces sintió el toque de Matcha y la miró con curiosidad.

— No fue lo que hice anoche… o eso creo — dijo luego de tragar saliva — Creo que… tiene que ver con esa “vaina”, es decir, cuando desperté había miel saliendo de mi… entrepierna, esa miel creaba un rastro, el rastro me trajo aquí — relató lo mejor que pudo — Además tuve una especie de sueño raro, muy intenso… c-creo que “eso” salió de mi o bien estuvo conmigo durante la noche… — finalmente se atrevió a decir aunque todavía dudando — Ustedes no… ¿escucharon nada? Me refiero a luego de que me fui a dormir… — avergonzada preguntó, pues aunque no era demasiado pudorosa, se le hacía extraño estar hablando de esa forma.

-No la verdad, nosotras escuchar un rato pero luego no escuchar nada mas.- Aseguro Matcha mientras acababa de examinar a Radha antes de tomar de nuevo asiento y apurar el te que estaba tomando. -Mejor esperar a las demás, deberían quizás examinarte, tienes mala cara.- Aunque la historia de que había salido aquella extraña cosa del interior de Radha parecía que había despertado el interés de la felyne la cual ahora mismo tenia la cola moviéndose de lado a lado.

Pasaron unos largos minutos antes de que aparecieran un par de figuras, la primera era Cocoa la cual solo con la mirada ya se podía notar que estaba juzgando todo lo que estaba y había sucedido, la segunda era Galea que ayudaba a la tercera a moverse que no era otra que Baba la cual iba caminando tranquilamente con un bastón en la mano. -Joi joi joi...parece que has estrenado la casa a lo grande eh, te a gustado como a quedado?- Pregunto con una sonrisa anciana mostrando sus dientes antes de tocar con el bastón la vaina, dando un golpe medio fuerte que hizo temblar el huevo pero que no lo movió de donde estaba ni tampoco lo daño, sentándose a un lado mientras Matcha le ofrecía una taza de te. -Dejemos a la profesional...- Relamiéndose un poco el labio inferior antes de tomar un largo trago de aquella bebida humeante.

Galea era profesional, se coloco un guante de cuero en una mano y empezó a tocar aquel extraño capullo, pasando los dedos por su superficie antes de apoyar una de sus orejas en ella. -Mmm...estar viva...así que incubación buena...veamos...aquí...miel seguro...esto ya ser ambas y aquí ver filamentos ámbares...esto sirve para tomar nutrición de suelo y sol...de acuerdo...parecer que moverse dentro asi que estar en fase de desarrollo...tener suerte cazadora.- Quitándose el guante y guardándolo en su cintura. -Esto ser huevo de vespoid, estas cosas poder estar en interior de cazadoras o exterior, parecer ser una zángana así que el desarrollo sera rápido, quizás su vida no ser muy larga como mucho par de años, tampoco parece que haber problemas, quizás fuerte al nacer tener que examinar...pero no poder mover de donde estar o matar, ahora mismo estar incubando, ser peligroso el moverla, a no ser que quieras deshacerte de ella si es el caso poder hacerlo sin que ella enterarse, ser como dormir. -Parecía que Galea estaba acostumbrada a esas cosas y estaba preparada para hacer lo que hiciera falta, después de todo era un huevo de una criatura y a veces podían ser peligrosas. -Tu decidir.

-Parece que tienes mala cara niña, ven acercate para que te pueda ver mejor.- Señalo la anciana mientras ofrecía la arrugada mano a Radha para que se acercara bien a ella. -No estaría de mas examinarte, no? Joi joi joi...la juventud, divino tesoro, que aventuras que tenéis todos los días, no es común que una cazadora tenga un huevo de vespoid así como así....joi joi joi

Radha obviamente estaba preocupada aunque también curiosa debido a todo lo que la abordó al despertar, tan era así que no reparó del todo en hasta qué punto podrían haber escuchado las felyne, siendo que cuando la noche anterior pasó por la habitación donde estaban ambas las escuchó platicar. — Mmm… tal vez, Galea sabe mucho de esto… — al final la bárbara suspiró para luego sentarse en el suelo ya que no tenía muchas energías para estar de pie. Mientras esperaban la humana fue alternando su mirada entre la curiosa gatita cuya cola resultaba algo hipnótica y la extraña vaina más allá.

Cuando se pudieron divisar las figuras lejanas, Radha se dio cuenta debido a un escalofrío que experimentó de pronto, tal reacción fue causada por la mirada de Cocoa, misma que seguro tenía cosas qué decir al respecto. También iba Galea, la cual tenía su modo de reñirle a la bárbara, y hasta Baba, aunque esta última parecía más neutral sobre el asunto… al menos hasta que habló. — Je, je… n-no podía perder la oportunidad — escuchar decir aquello a la anciana hizo que la bárbara se ruborizara en seguida, aunque una cosa no quitaba la otra y por ende la cazadora asintió — Me encantó, nunca imaginé que llegaría a tener un lugar tan amplio y cómodo, hicieron un gran trabajo — luego aseguró de manera quizás un poco sorpresiva, pues atraer a las comodidades a una bárbara como ella ya era un gran logro de por sí.

Por otro lado Radha se preocupó un poco cuando vio a la mayor golpear así la vaina, creyendo quizás que la iba a romper, pero antes de que pudiera decir algo Baba la sacó de duda, entonces miró a Galea — Cuento contigo, por favor —y dijo…

Como siempre ver trabajar a la maestra domadora era algo que sorprendía y fascinaba a la luchadora; Radha no entendía mucho de lo que hacía la ajena, claro, pero ni lo necesitaba ya que la felyne siempre daba una explicación pertinente al final. Ahora no sería la excepción. — ¡No! E-es decir, no hace falta “deshacerse” de ella si está sana, ¿no? Al fin y al cabo salió de mi — pero si bien la maestra domadora se mostró profesional, Radha no pudo evitar dejar salir su lado más indefenso ante la idea de rechazar a la criatura. Tampoco iba a criticar a Galea pues no venía al caso, pero las cosas estaban claras para la bárbara — Hay que dejar que se desarrolle y viva su vida, por corta que sea — así que anunció su resolución  para que no hubiera dudas.

— ¿P-pero con quién iría? — agregó tras el veredicto de Baba, siendo que ellas no tenían una doctora allí y no estaba segura de si Galea tenía también conocimientos sobre humanas. En cualquier caso la humana se vio sorprendida por lo que dijo la anciana después. — ¿No es común? Pero si Galea acaba de decir que a veces pasa… yo creo saber cuándo sucedió, ¿por eso que me siento débil y hambrienta? — preguntó en general aunque de manera instintiva su mirada fue hacia la que no había hablado en todo ese rato…

-Tu decidir, si decidir que ella vivir no saber como estar de salud, por el momento parecer que todo bien pero hasta nacimiento no saber si estar sana o no, solo decir que preparar para todo ya que ella no nacer en colmena. Si tu no querer matarla, entonces ella vivir, quizás en colmena, bosque, eso saber cuando nacer. -Fue diciendo Galea mientras le daba una suave palmada a la superficie del huevo haciendo que este no se moviera demasiado.

-No es común, pero a veces pasa...joi joi joi...las cazadoras siempre tiene este tipo de accidentes, que algo no sea común no significa que no pueda pasar, no crees? Pero has tenido suerte, no a nacido dentro de ti, eso hubiera hecho que no pudieras moverte en un tiempo. -Ya cerca de la anciana esta tomo con firmeza la muñeca de Radha para acercarla del todo y estar a poca distancia, tan poco que hasta se podía ver bien la linea de sus arrugas y el aroma a te de su ropa. -Eso te lo dire en un momento, no seas impaciente.

Mientras la anciana iba examinando a Radha, esta miraba a Cocoa la cual devolvía la mirada, ella al contrario que el resto estaba tranquila, devolviendo la mirada a Radha balanceando la cola de forma sinuosa, no tenia expresión ni de descontenta, ni contenta, pero sus ojos parecían estar examinando a Radha detenidamente. Igual de detenidamente que lo hacia Baba, en ese momento hubo un poco de incomodidad ya que la anciana no se cortaba demasiado en examinar a Radha, pasaba sus arrugados dedos por mejilla y parpado, incluso por la linea del cabello y orejas como si estuviera buscando algo, moviendo la cabeza de Radha como ella considerara antes de dejar en paz esa zona y sin miramientos tomar la base de sus pechos por encima de la ropa y como balancearlas de arriba a abajo para medir su peso para terminar dando leves toquecitos con los dedos en el vientre de la cazadora. En todo esto se podía denotar que aunque anciana, Baba era de lo mas diestra ya que se movía con soltura por el cuerpo de la cazadora ademas al contrario que algunas criaturas los toques de Baba...se sentían, era fuerte sin lugar a dudas.

-Mmmm...no...no es por eso, diría que es mas por esto.- Y de forma disimulada tomo el miembro de Radha sin que nadie la viera y apretó bastante la base mas como medio castigo que de una forma lasciva, alejando la mano de inmediato. -Como te he dicho...juventud joi joi joi....estas intoxicada, diría que has juntado varios venenos y sustancias en tu cuerpo por eso te sientes mareada, el parto a podido ayudar a que tu cuerpo este tan entumecido pero no es nada grave, descansa por hoy y mañana si no vuelves a hacer tonterias de este estilo estarás bien, si no tendremos que empezar con un tratamiento pero diría que tu cuerpo esta fuerte.

— Que viva… yo la cuidaré, pase lo que pase — dijo segura, y es que si iba por ahí queriendo encargarse de criaturas que conocía muchas veces queriendo violarla, con más razón iba a tener empatía por una “recién nacida” que había salido de ella, incluso si su especie era distinta. Así pues miró a Galea con firmeza para transmitirle esa seguridad…

— Ummm… tienes razón — Radha no era muy buena con las palabras así que ante lo que dijo Baba se vio algo confundida, pero incluso así intentó seguir la conversación; lo que pudo sacar de ella es que por suerte no le fue peor — E-en ese caso… ¿cómo habría salido? — tuvo que preguntar aunque se veía nerviosa, algo raro en una bárbara como ella, pero comprensible si se tomaba en cuenta su mentalidad casi infantil para algunas cosas. Más allá de lo anterior, la cazadora se sorprendió cuando de pronto la anciana tiró de ella pues no esperaba que alguien de su tamaño y complexión pudiera hacer algo así con tal facilidad…

— V-vale… — por lo mismo contestó impresionada, manteniendo los ojos abiertos como platos mientras Baba se reflejaba en ellos. Ya conforme la mayor comenzó con lo suyo, Radha buscó a la gatita morena con curiosidad; le sorprendió no verla seria como casi siempre, aunque sería mentira decir que parecía feliz, lo que sí, ver a su cola moviéndose así resulto llamativo para la bárbara, ¿qué estaría pensando Cocoa?

Sentir el toque de Baba hizo que la mujer volviera su atención a la más próxima, pues no era que la lastimara, pero tampoco estaba siendo precisamente delicada; en cualquier caso Radha no pensaba que la examinadora fuese a ser la mayor, aunque tenía lógica si tomaba en cuenta la experiencia que seguro le daban sus años. Cuando comenzó a “jugar” con sus pechos, la bárbara se estremeció al tiempo que se ruborizaba. De momento pudo contener un gemido aunque este se le escapó inevitablemente cuando fue a por su vientre. No era exactamente que se estuviera calentando, solo que su cuerpo estaba sensible y encima el toque de la mayor resultó muy intenso, ¿qué clase de fuerza tendría Baba?

Claro que del gemido pasó a estremecerse de molestia cuando fue castigada así, pues en partes como su falo la diferencia entre el estímulo y el dolor era una línea muy fina. De todas formas no llegó a mencionarlo pues no quería ser reprendida. Baba daba más miedo que una Rathalos…

— B-bueno, sí que recibí mucho veneno ayer… pero no creí que terminaría sintiéndome así, es decir… creí que el único problema era el, bueno “calor” que daba… gracias por el consejo — suspiró para luego sonreír, pero con cariz culpable. Tomando en cuenta lo que acaba de escuchar y también cómo se sentía, ese día no podría salir a trabajar, así que podría aprovechar para hacer su “ronda” de visitas pero a la vez teniendo en mente lo de no arriesgarse con más veneno.

Al considerar sus opciones, llegó una clara a su mente, pero primero debía preguntar a Galea: — ¿Debemos hacer algo para proteger la vaina, crees que tarde mucho en salir?  — al fin y al cabo eso era importante. Luego vio a sus compañeras — ¿Han visto a Mochi? C-creo que sería bueno decirle lo que es esto… — sabía que la tobi no era tonta, pero también que tenía fuertes instintos y que podría reaccionar mal ante algo extraño, de modo que pretendía ir a buscarla para llevarla hasta allá y enseñarle...