Partida Rol por web

Se habian dividido el grupo quedando en este lado los supuestos mas preparados para la alta sociedad del sabbat. Aunque cada ciudad tenia su tipo de alta sociedad, en parte por la conducta libre del sabbat, por lo que bien podrian estar en lo cierto pero ser solo verdad en otra ciudad.

De cualquier forma ahi estaban en el refugio comunal de forma tan tranquila como podian estar tras que el nosferatu los dejara con una mision para averiguar mas del pastor de Cain. Ahora solo tendrian que hablar como empezarian esa investigacion y como continuaria aquella noche.

Tanto para uno como para otro seria una nueva sensacion este trabajo en grupo pero tal vez ayudaria a uno u a otro a estar mas co0modo en la secta o en la manada si tenian suerte.

Cuando el ductus y el sacerdote se separa de nosotros, vuelvo a mirar a Albert, con aire crítico.

-No te juzgo, en mi época habrías pasado por ciudadano promedio, ahí la higiene no era tan sagrada como ahora. Sin embargo, amigo mío, debemos actualizar tu porte si quieres pasar por alguién agradable con quien intercambiar más de dos palabras y que no sean "fuera vagabundo".

Miro en dirección hacia la gente, dónde me encontré anteriormente con aquel ductus tan agradable, de forma pensativa.  No, aún no... si trato de traerme un "amiguito" debe estar decente, o se me podría ofender, y con eso, los planes de que nos de más información de las personalidades.

-Hagamos una parada en el mundo exterior, antes, ¿te parece? Vayamos a buscar gente que vista bien y tenga tu misma talla. Seguramente, tu que eres de Montreal, sabrás por que zona suelen abundar, ¿verdad?

Con la partida del ductus,quedo en silencio incomodo. Pensaba en sacar un tema de conversación, pero lo excéntrico de Nicolas me hacia reconsiderar mis temas de conversación-Capaz que extiendaextienda mucho el tema,o peor! Mas métrica para responder una sencillas preguntas!-Asi pensaba yo,para cuando el toma la iniciativa y hace que suelte un gemido de sorpresa

Ah! Oh.ah si,si,si. Bueno,seguramente en tu tierras. Yo Hubiera vivido feliz y en la tranquilidad de una vida monótona. Sin pensar en dinero ni objetos materiales... O al menos,no en banqueros,jaja...jaja-Lo ultimo era sorpresivo, no parecía raro tras esas palabras, ojala sea siempre asi-no,sin problemas. Estas en prueba, que salgamos es parte de la iniciación. La verdad,conosco una zona, no tanto por visitarlo si no por compromisos. Esta lleno de gente,"si-qui-siquis"-Dijo mientra intentaba sonreír, hasta que por recordar su procedencia pienso en que no entenderá la ultima parte-es decir,gente con dinero. Vallamos si deseas

Perfecto, asiento mientras le miro sin que mi rostro muestre emoción alguna, especialmente cuando parece hacer una broma de la era moderna que no logro entender.

-Dime Albert, -comento mientras hacemos el camino hacia la civilización- ¿en que crees? ¿Porqué te uniste al Sabbat en vez de la Camarilla?

Estoy seguro que de haber entrado en la Camarilla, cualquier Ventrue preocupado por la imagen de su Clan le habría elevado el estatus y regalado dinero a mansalva con tal de que dejara de parecer un indigente. Pero eligió el sabbat. ¿Miedo a los antediluvianos? ¿Luchar por su libertad? ¿Venganza a la camarilla?

Mientras me responde (o no), cuando salimos a la calle, espero a que alguién saque las llaves de su coche, para subirse.

Mientras esperamos, me concentro un rato*

Y cuando finalmente sale uno le detengo un momento.

-Alto. Tienes que llevarnos a un sitio, y luego te podrás ir. Obedece.

Luego miro a Albert, mientras me encojo de hombros, pagar un taxi es caro, y la billetera grande anda en Europa.

-ïndicale tú, que sabes dónde moverte.
 

Subo al vehículo sin extrañarme mucho el porque un desconocido aceptaría ayudar a un vagabundo y lo que sea que era Nicolas. Era mas fácil así, por no decir que tampoco era la única primera vez que veía otro vampiro dominar a un humano

-Humano, conduce de una vez. Ve por esa zona, gira a la izquierda.-Y asi le indico las instrucciones para el barrio de los ricos, mientras me volvia acomodar a mi asiento con algo de incomodidad en el rostro, al recordar la pregunta de nicolas.

-¿Y eso que deseas saber ? No pensé que llamara tanto la atención.- Dijo directo, sin importar lo negativo que soltara. Luego procedo a mirar por la ventaja y contemplar las luces de las calles--No debo ni puedo estar allí. Soy un acto protesta viviente, mucho revuelto ocasione allí en mi corta permanencia. Luego aquí estoy, viviendo cuando los demás piensa que soy menos que un polvo,¿ Y tu ? ¿ Prefieres tu Yo vampirico, o tu yo humano ?

El hombre que estaba a punto de subir al auto se sorprendió mucho por las formas de Nicolas pero antes que pudiera amenazarle para que se largue. La orden de este lo paralizo y lo hizo dejar que ambos subieran a su coche convirtiéndose en el chofer de ambos.

Las indicaciones de Albert no fueron dificiles de seguir e incluso si se posicionaban en la ciudad solo tuvieron que darle la vuelta al monte hasta acercarse al barrio de Westmount.

Localizado en una de las pequeñas colinas que rodean Mont Royal, conecta con la zona centro por la parte oeste de la avenida Atwater. Es conocido como el barrio más rico de Montreal y es uno de los más opulentos de Canadá. Grandes parques rodean las caras mansiones de piedra oscura, decoradas con gárgolas y ventanas estrechas, Debido a la proximidad con la montaña, la mayoría de los Sabbat evitan el área; aunque otros se regocijan aterrorizando y alimentándose de la flor y nata de la sociedad canadiense. Los cínicos y consentidos hijos e hijas de la élite, que continuamente buscan nuevas formas de llamar la atención de sus apáticos y conservadores padres, son presa fácil para los Cainitas.

Ese era el lugar donde pronto se encontraron y donde el conductor les estaba paseando. El lugar se encontraba vigilado por patrullas que paseaban por ahi buscando cualquiera que desencajar algo que Albert ya habia tenido que lidiar antes pero ahora en el coche al menos podia esconderse un poco.

Siento el temblor del hombre cuando gira hacia una dirección u otra, la única duda es por si al escucharnos, nos cree vampiros o locos satánicos. Así que enciendo la radio, haciendo un gesto a Albert para que espere antes de responderle, y sintonizo la música clásica (recuerdo cuanto tardé en entender este aparato... y la de vueltas que daba a la ruedecilla frustado).

-Relájate, pequeño hombrecillo, esto te ayudará.

Vuelvo a centrar mi atención en Albert, así que fue un abrazo apasionado... entonces estuvo a un paso de convertirse en Pander, si no fuera porque por lo menos su Sire tuvo la indecencia de reconocerlo. Y está aquí, porque allí no vale una mierda. La opción menos mala. No es lo que esperaba, pero me vale. Aunque debe tener la autoestima por debajo de las aguas fecales.

Cuando me pregunta sobre que prefiero... me quedo dubitativo, hacia tiempo que no recordaba yo la diferencia. Una cuestión que rara vez me hago, y mucho menos viniendo por parte de otro.

-Nunca he considerado que haya dejado de ser yo. Sólo soy yo con la garantía de la eternidad. Ya antes de mortal, me bañaba en sangre, pero era más desordenado y dejaba que empapara el suelo. Ahora soy más como una esponja que la absorve toda. -vuelvo a notar la tensión del conductor, así que le espeto- vista al frente.-y vuelvo a centrarme en Albert-De todas formas, hecho de menos a mi familia mortal... aunque ha habido descendencia claro, pero de hermanos y primos, no directa mía, y son como una familia a la que cuidamos en nuestro gobierno allá en Rumanía... pero ya sabes... al final todos los tatatatatataranietos te parecen iguales. Como mis padres no hubo muchos, te contaría relatos pero no creo que te importen, así que te ahorraré las molestias.

Cuando finalmente llegamos a la zona, y pasamos por un club de la alta sociedad, ordeno al chofer que se detenga. Vuelvo a mirar a Albert.

-Oye, ¿se te da bien ser discreto o prefieres esperar en el coche? Aunque preferíria que vinieras para que elijas.

Erg, no creo que escuche eso.Ha....habido cambios....eh, "revolucionarios"-Dijo cuando empieza a sintonizar la musica clasica, que no era nada mala para absoluto, incluso lo habia usado en unas de mis creaciones, para confundir el espectador sobre la trama. Pero no creia en absoluto que fuera una musica que el promedio de personas escucharan, y mas para el hombre que debe tener un ataque cardiaco-Esto es lo que escuchan, ahora los mortales.-Y muevo la radio, pasando de estaciones en otra, de musica clasica termino llegando a mi objetivo. Reggeton revolucionario, con algo de rap.-Y quizas asi se le quite en algo lo raro-Pienso a volver a terminar mi accion.

-¿Si? Valla, yo he cambiado mucho desde que fui abrazado para enojar los ventrues camarilla. Mi yo humano se ve muy distante de como yo recuerdo.Antes solia dibujar mucho, ahora poco. Ni fumaba, aunque ahora alucino con mucha gente muerta, cosas de mal viaje.-Comento, para evitar sentirme incomodo con sus palabras, no pensaba que el fuera tan...¿monstruoso ? Algo asi. Si dice que no ha cambiado mucho, y que ahora tiene mas cuidado por la sangre, entonces es un psicopata o un tipo con una vida muy dificil.-Mi familia aun esta viva, no lo he vuelto a ver. Bueno, jajajaja dudo que le gusten ver mi nuevo Look.-Luego levanto la mirada con sus ultimas palabras, tenia miedo de preguntar en si, porque presentía que me sacaría una cosa extraña, pero ahora no era momento de sentir temor-¡N-no q-que va! cuenta,cuenta de familia. Si supieras que investigaba yo para mis dibujos.-Luego al detenerse el vehiculo, que bajo mi cabeza y intento hacerme bolita en el espacio entre los asientos, con tal que no se viera mi cabeza en el vidrio. De todos los lugares, habia escogido exactamente un club, mal lugar para los vagabundos, es lo primero que uno aprende en este mundo-Discreto soy, aquí me pueden llevar a la cárcel. Es lo que mas he desarrollado en el arte de vaguear. Sal tu primero, y yo te sigo.

En cuanto escucho ese horror al que llaman música, paro la música de repente, arranco la radio y la tiro por la ventanilla.

-Vista enfrente- le recuerdo al conductor.

Luego miro a Albert, a modo de disculpa, y le explico que mis actos fueron totalmente razonables:

-No elegí la inmortalidad para ensuciar mis oídos. -fin de la explicación.

Me halaga un poco que pregunte por mi familia, y aunque un pensamiento vil me dice que trata de sonsacar mis debilidades, lo ignoro, porque no le veo capaz... y aunque así fuera, ya no hay debilidad que pudiera apretar, ya que están todos muertos.

-Mi padre y yo tuvimos nuestras guerras y nuestras batallas, de las de antes, ya sabes, lanzas, espadas, todo más cercano y personal. Nunca, nunca, y eso es lo mejor, le vi titubear. Yo le tomé como ejemplo y por eso nunca dejo que el miedo me domine. Fue un gran ejemplo para mí, decapitar juntos a nuestros enemigos me hizo sentir lazos afectuosos que aún a día de hoy perduran y jamás se extinguirán. Seguro que lo entiendes, seguro que hiciste actividades con tus padres también... en cuanto a mi madre, era una mujer muy dura, que cuando la cosa se complicaba no desfallecía, tal fuerza de voluntad, tal arrojo... je, con una mirada de las suyas, hasta el soldado más aguerrido se rendía. Aunque igual hablo desde la nostalgia.

Cuando por fin nos detenemos, acaricio la cabeza del mortal y le ordeno que nos espere. Quizás sea necesario, o quizás no, pero no está de mal tenerle esperando. Asiento a Albert, que parece dispuesto a seguirme a una distancia de seguridad. Sólo espero que las personas de los alrededores hoy tengan la nariz tapada.

En cuanto salgo me dirijo hacia el club en busca de presas.

El hombre se notaba muy asustado por lo que pasaba en especial con el insidente de la radio. "Por favor no me lastimen. No les vi bien la cara, no voy a ir con la policia." decia este tratando de permanecer con vida ante estos dos peculiares secuestradores.

Por lo demas siguio conduciendo por el barrio rico, haciendo una visita paronamica para que los cainitas buscaran el lugar donde podrian sacar ropa elegante para el ventrue. Si bien encontraron otros tipos de lugares donde hacerlo decidieron ir por un club de golf que se encontraba mas bien a las afueras de la isla pero cercano al barrio.

Si bien no habia nadie ahi jugando al golf de noche, una de las cabañas cerca de la reja se notaba bien iluminada y llena de gente. El problema que el lugar estaba bien vigilado, lo cual tenia sentido al ser un lugar donde la gente mas rica de la ciudad se presentaba para hacer fiestas y demas festejos.

-ehhh si,si. Bueno no, pero desde otro punto de vista si. Se hizo, pero no cortamos cabezas, eso eehhh solo estados unidos lo tiene legalizado. Aqui solo se meten en una celdad y pierden la virginidad anal-Decia mientra me acomodaba mejor mi cuerpo en el hueco del asiento. Intentando no pensar lo tétrico que resulta ir a decapitar cabezas con tu papa. Lo bueno de mi condición es que sabia ya acomodarme en lugares incomodos. No era tan difícil, una vez pierdes la dignidad todo resulta posible

-Dibujamos juntos. Me lanzaba la pelota, ha veces le contaba un chiste, otra veces me llevaba al parque. Cosas normales, de esta época. Mi vida no es muy interesante -Pero deprimente si, ya no hacia esas cosas con mi papa. En su lugar,estaba cazando gente con un rarito que de seguro intentara matar un musico reggaetonero si osa cantar su arte.Luego de echar un vistazo a la zona, que me parecio notar alguien interesante por el cual robar-O-o-oye vi alguien interesante. Pero antes,¿Tienes una pistola? Eso que son como el arco y flechas. Pero hacen ruido,son costosas y ha veces te pegan en el rostro. Si sale mal la cosa aqui, siempre podemos fingir nuestra muerte y que nos echen en un saco.

-ehhh si,si. Bueno no, pero desde otro punto de vista si. Se hizo, pero no cortamos cabezas, eso eehhh solo estados unidos lo tiene legalizado. Aqui solo se meten en una celdad y pierden la virginidad anal-

Esa es otra de las dudas que tengo de la era actual... ¿porqué anularon el derecho a decapitar a sus enemigos? Ahora con tantos abogados y picapleitos, pierden más dinero y tiempo... cuando antes con una simple hoja y algo de buen hacer, podías resolver los problemas en 5 minutos y te sobraba el resto del día para comer con la familía.

En cuanto a lo de la virginidad anal en las celdas, veo que los griegos supieron expandir sus costumbres a lo ancho del mundo.

Luego me cuenta lo que hacía con su padre... ¿le tiraba la pelota? Mejor no pregunto. Que costumbres más raras.

-O-o-oye vi alguien interesante. Pero antes,¿Tienes una pistola? Eso que son como el arco y flechas. Pero hacen ruido,son costosas y ha veces te pegan en el rostro. Si sale mal la cosa aqui, siempre podemos fingir nuestra muerte y que nos echen en un saco.

-Sé lo que es una pistola -digo con paciencia- ¿quieres una pistola para fingir un suicidio y escapar? Es demasiado ruidoso y daríamos la nota aún más. Mira, si te sientes acorralado, finge un paro cardíaco, eso es más sencillo aún y menos costoso.

Me fijo en la persona que me señala*, si, supongo que servirá y que tiene su talla.

-Vamos a resolver esto con discreción. Tu vigila a nuestro conductor para que no se vaya; si sales a plena luz de las cabañas, con esa pinta será como mear a contraviento. Te traigo al tipo, y nos vamos a su casa para cambiarte con calma y que te dé un baño.

No espero réplica, simplemente me bajo en cuanto la última palabra sale de mi boca y me acerco al hombre. Examino la situación alrededor de su persona, para ver cuan discreto debería ser. Y finalmente le digo:

-Disculpe amigo, hay un policia que anda preguntando ahí en la calle, por usted. Nos ha mostrado una foto suya, dice que ha sucedido algo y esperaba encontrarlo por aquí... algo de su familia. Acompañeme, y le diré dónde vi al policia. Debe ser importante.

Alfred no tardo en encontrar un hombre vestido de gala y pareciendo tener la misma altura que èl. Se encontraba fumando un cigarrillo en la entrada del campo, mirando al cielo tal vez divirtiendose con las estrellas.

No demasiado cerca de èl se encontraban los guardias a la entrada del campo, aunque se podia realizar una conversación con este sin que los guardias se enterraran del contenido de la conversación.

Por lo que cuando escucho las palabras de Nicolas se le quedo mirando un buen rato. “Que paso oficial? No me diga que algo paso a mi madre, digame lo que sabe.” le preguntaba aunque también le exigía pareciendo creerle por completo su mentira y siguiéndolo hacia donde lo guiara. Cada vez mas lejos de la entrada y de los guardias que podian dificultar esa caza...por ropa.

La treta ha funcionado, y ha picado el cebo, poco a poco, nos alejamos de la vista de los demás, mientras le voy largando una historia abierta, para que no deje de andar.

-Sí, se trata de su madre. ¿Está muy unido a ella? No sé como decirle esto...

El tipo me replica cosas que ni escucho, alterado, pero efectivamente con eso capto su atención, hasta que llegamos a la altura del coche, lejos de la vista de los demás. Abro la puerta y le hago un gesto para que entre.

-Guíanos, hasta tu casa.

Tras sentar al hombre rico con el mendigo, me pongo en el asiento de copiloto, mientras doy una palmada en la tapicería para indicar al chofer que conduzca.

Miro atrás por el espejo retrovisor, y me parece que hacen una curiosa pareja Albert y el tipo ese... se ven tan diferentes...

-Supongo que en su casa, podrás ver más ropa que te guste. Coge lo que necesites... hay que dejarte bien.

Eso me hace pensar en algo. Miro de nuevo hacia los mortales, especialmente al que vamos a su casa.

-¿Tienen afeitadora? Vamos a rapar a mi amigo.

Señalo el hombre y de inmediato nicolas salta a la accion. Pronto, la cazeria habia sido un total exito y el hombre se encuentra a lado mio, desconociendo como no hace para no molestarle mi olor corporal pero capturado al fin a cabo.

--yyyyyy, bien, ¿Que series vez, algo nuevo hoy en dia ?

Suelto intentando aliviar el aire, de un hombre secuestrado al frente del volante, un rico magnate a lado mio con la inteligencia mas baja que he visto en mi vida. Y un malkavian en espera de ser evaluado.

-El otro día vi uno muy interesante. Era sobre las rocas y su evolución en el tiempo,muy divertido. Si en efecto.........¿No te importa regalar tu tv ?

“Es mi madre!” responde rapidamente bastante desconcertado y algo molesto porque tardabas en decirle lo que habia pasado. “Dimelo rapido. Ahora.” casi le ordenaba mientras se dejaba entrar.

Casi estuvo apunto de entrar pero entonces sintio un olor que no le gustaba y luego vio a la causa siendo Alfred. Antes que pudiera decir algo escucho la orden del hechicero.

“Quien mierda es este?” pregunto el hombre con asco sin subirse al auto. “Crees que te llevare a mi casa que se encuentra a unas cuadras de aquí cruzando la calle xxxx.” dijo obedeciendo la orden pero resistiendose a meterse en un auto con un vagabundo.

Ya cerca de nuestro éxito, el hombre repara de mi presencia, actuando de forma que esperaba. Discriminación y un sentimiento de superioridad que son comunes para su clase, al creer que nunca llegaran a descender a la bajeza humana.

-¡Hombre! ¡no seas asi! yo era como tu. Pero me dieron una chupada y así acabe.

Señalo mi cuello, y suelto algunas risitas al estar seguro que no entenderá nada que le dijo y que solo pensara que soy otro loco de la calle. Sin ninguna opción mas, solo me quedo mirarlo a los ojos, con malicia y darle la orden necesaria.

-Entra al vehículo de una vez.

“Ensima drogadicto. Nunca nos parecimos infeliz.” le decia con total desprecio un desprecio que Albert habia vivido demasiado bien en sus años de vida y que posiblemente seguiria viviendo.

Por suerte a pesar del asco que le tenia el hombre lo miro a los ojos y eso ayudo a que su don funcionara. Su rostro cambio a mucho mas desagrado cuando su propio cuerpo lo obligo a meterse en el auto. “Que pasa? Yo no quiero...” decia ya arriba del auto tratando de hacer un esfuerzo pero su cuerpo no le respondia como queria.

-Albert, me sorprendes, creía que estabas tan alejado de tu Clan, que incluso manejabas otros saberes.

Le comento, mientras entro en el coche, no sin antes meterle una colleja al ricachón que protesta. En esos momentos, me abrocho el cinturón, para no oir el "ping ping ping" que avisa que no se lleva el cinturón.

Me giro atrás, y miro tanto al ricachón como a Albert.

-Por favor, ponéos el cinturón, me molesta ese sonido y no sé que pieza debo arrancar para dejarlo de oir.

Luego vuelvo a mirar hacia el chofer.

-Ya oiste a nuestro invitado, conduce hacia allí, por favor. Y deja de gimotear por favor, al final me va a dar dolor de cabeza.

Mientras nos van llevando, ignoro las protestas, quejas, miedo, y gimoteos de nuestras víctimas; en vez de eso mantengo una charla animada con Albert, mientras vigilo a golpe de collejas que el chofer se de prisa.

-Albert, ¿que te suele gustar comer? Quizás deberiamos amenizar la velada con algo de cena, ya que estamos.

Me pierde mi sangre Tzmisice, me siento como el anfitrión, que tras prometerle ropa, baño y casa, ahora le busco comida. Supongo que las buenas maneras no mueren nunca. Soy un buen hombre en el fondo, pienso mientras me giro a darle una bofetada al ricachón que aúlla de pánico porque su cuerpo no responde.

-¿No ves que estamos hablando? Ya llegará tu turno, hombre.