Partida Rol por web

Tras el porrazo contra las cosas esas dura, Mordiquitos se quedó un poco atontado... eran los calamares más raros que había probado en toda su vida. Debían estar algo pasados porque sabían a fibra de vidrio, y eso a mordisquitos no le gustaba, era muy desagradable morder fibra, pues los hilillos se le quedaban enganchados entre los dientes y además luego le repetía un montón.

Se giró y decidió buscar otra cosa que fuera más agradable al gusto, así que se dirigió de nuevo hacia el alboroto. En este caso eligió a un especimen de León marino bastante rellenito, a diferencia de los calamares de antes a este se le veía moviendose y parecía bastante suculento.

Mordisquitos se hundió unos metros para luego subir con rapidez hacia la superficie, al llegar a la altura de su presa, cerró su mandíbula con todas sus fuerzas, no iba a dejar que esa presa se le escapara, estaba hambriento y quien sabe cuando volvería a tener una oportunidad.

¡¡Un terrible grito se impuso sobre el resto de ruidos.....La gente se giró alarmada y esta vez todo el mundo pudo verlo!!!

Miro horrorizada como la gente comienza a entrar en el agua, con un mal presentimiento recorriéndome el cuerpo, y más aún cuando de repente se oye un golpe y un chapoteo fuertes.

- ¡Oh Dios mío, Javier, Gonzalo! - Digo señalando a la playa. - ¡Mirad a Gordon!

Ya me estaba yendo por segunda vez de la playa hasta que observo algo en el mar, al detener mis pasos veo al tiburón y mi rostro palidece en cuestión de segundos. -¡SALGAN TODOS DE LA PLAYA! - grito como loco desaforado mientras corro hacia la orilla para mirar un poco más de cerca.

Aquel tiburón era sorprendente por su tamaño y en verdad me fascinaba verlo, sólo que la escena era demasiado perturbadora. Los gritos de Lorena hacen que regresa a ella y al tomarla del brazo afirmo serio. - Te juro que lo cazaré... No permitiré que suceda de nuevo. Lo prometo. - no iba a parar hasta lograrlo, ya era un objetivo. 

Aquel bicharraco era jodidamente enorme ¿Cómo iban a cazar a un monstruo así? En menos que canta un gallo había atacado dos veces con una ferocidad nunca vista en un tiburón. Javier corrió hacia la orilla mientras agitaba los brazos y gritaba lo mismo que Gonzalo.

-¡SALGAN DE LA PLAYA, SALGAN DE LA PLAYA AHORA MISMO!

Cuando llegó hasta la orilla, ayudó al jefe a salir del agua.

-¿Está bien, Gordon? Dios mío, su hija sigue en el mar...

Corro de un lado a otro de la playa, con las manos alrededor de la boca haciendo bocina.

- ¡¡¡TIBUROOOOOOÓN, TIBUROOOOOOOÓN!!! ¡Salgan del agua! ¡Corran por sus vidas!

Carlos aún estaba recuperando el aliento cuando escuchó el aterrador grito, se giró y pudo ver la horrible escena que estaba sucediendo a unos pocos metros, el agua se había teñido completamente de rojo. El tiburón había entrado en una especie de frenesí, se movía, se revolvía sobre su presa, mientras la gente a su alrededor gritaba y corrían para salir del agua. Al mismo tiempo Gonzalo, Lorena y Javier estaban intentando avisar a la gente para que salieran con calma, sin pánico, pero eran incapaces de controlar semejante marea humana.

Javier se acercó a Carlos para interesarse por su estado y de paso recordarle que Leti aún estaba en el mar.

Carlos le agradeció su preocupación y se dispuso a ir a buscar a su hija, pero no hacía falta. Leti y Jesulín habían presenciado el espectáculo y ya se acercaban a la orilla. Un vez a salvo, Leti corrió a los brazos de su padre acompañada por Jesulín que aprovechó para unirse al abrazo familiar., más que nada para ver si podía pillar "cacho..."

Según Carlos percibió la presencia del orondo personaje, le dirigió una mirada asesina. - Asquerosa bola de sebo, desaparece de aquí si no quieres que te use como cebo para pescar a ese tiburón.!!!!

Tras ello Jesulín se separó y marchó corriendo a donde estaba su padre.

A la alcaldesa le sorprendió bastante la negativa de don Jesús a hablar con ella a solas.

ni mucho menos voy a hablar de cuestiones tan delicadas delante de esta gente

Cuando se disponía a convencer a don Jesús de que no era la opción más adecuada, empezó a sentirse mal, el calor abrasador unido al cansancio de días sin dormir y la frustración de no haber podido conseguir el dinero en toda la mañana dando tumbos de un lado para otro le pasó factura y cayó desplomada sobre la toalla de algùn acompañante de don Jesús que parecía estar tomándose un baño.

Entre sueños le pareció escuchar algún grito y cierto revuelo pero era incapaz de mover un dedo o abrir los ojos.En un principio nadie pareció percatarse de que estaba desmayada.

La situación se había tornado dantesca, el pánico se había adueñado de la playa y ya no había manera de ocultar lo que realmente había ocurrido. En el agua una gran mancha roja señalaba el lugar donde el Doctor había desaparecido, mientras en la playa varias personas sangraban, se desmayaban o sufrían ataques de pánico e histeria. Algunos intentaban ayudar a otras personas con los pocos medios que tenían, sin embargo la mayoría permanecían petrificados mirando hacia el mar, como si esperaran una contestación, una justificación de este sobre lo que había pasado.

Carlos giró la cabeza y miró a Don Jesús, el jefe estaba convencido de que gran parte de la culpa de lo que había sucedido era por la avaricia del obeso personaje. Se apartó de Leti y se dirigió airado hacia donde estaba Don Jesús. Lo cogió de un brazo y lo apartó del resto de la gente....

- Bien... Amigo, Ya ves lo que habéis conseguido con vuestras mentiras y tratando de tapar lo que aquí ocurría.... ahora todo el mundo sabe que tenemos un tiburón devorador de hombres. Pero no te preocupes, todo el mundo sabrá como habéis tratado de ocultarlo y posiblemente incluso tengáis que dar explicaciones sobre estas muertes.

Carlos dejó las palabras en el aire a la espera de la reacción de Don Jesús.

Las palabras de Carlos eran crudas pero ciertas... Don Jesús trataba de buscar una posible solución, algo que le hiciera salir de este entuerto sin pringarse demasiado....

- Carlos.... Carlos....Dijo con falsa calma. Intentemos ver esto con cabeza, no nos dejemos llevar por locuras... Tienes toda la razón esto ya no se puede tapar, pero podemos salir de esto como héroes... Me han comentado que estabais preparando un barco para salir a cazar a ese tiburón... Hagamos una cosa... yo os ayudo con el barco y nos olvidamos de lo que ha pasado estos días. Piénsalo, es una oportunidad de quedar como héroes y de salvar el verano.

Carlos no podía creerse lo que estaba escuchando, aquel hombre aún pensaba en salvar el verano.... en una playa con las aguas teñidas de sangre.

- Carlos, tú dime que necesitáis y yo os lo facilito... Añadió Don Jesús. Lo único que tenemos que hacer es asegurarnos de que la prensa dé la noticia de que ponemos todos los medios para cazar a ese bicho.

Carlos miraba con perplejidad a Don Jesús... era increíble lo de aquel hombre, pero sin duda era una buena oportunidad de salir de aquel charco de barro...

- Bien, te tomo la palabra... Dijo Carlos. Prepararemos un barco con todo lo necesario y daremos caza a ese tiburón. Tú ocupate de que no haya ningún problema con el dinero y ya te salvaré yo el culo...  amigo.

Carlos se giró en redondo y se dirigió a donde estaban Javier, Gonzalo y Lorena, aunque antes pasó por delante de la alcaldesa y la vió tumbada en el suelo....

- ¿Y a esta que le ha pasado?... preguntó. Se acercó a Marifé y ayudó a levantarla... al parecer le había pegado un "sofoco"....

- Venga señora Alcaldesa, despiértese.... tiene trabajo que hacer.!!!!

Carlos hizo señas a los otros tres jóvenes para que se acercaran, cuando estaban todos juntos les informó de las novedades.

- Bien, Don Jesús se ha comprometido a poner el dinero que haga falta para cazar a ese mal bicho. Así que pongámonos manos a la obra. Iremos todos a por ese maldito tiburón.

Observo a la Alcaldesa y mis ojos se ponen en blanco, intento borrar la imagen de mi mente para escuchar a Gordón. - Y bueno que esperamos, hace rato que quiero ir a cazar ese tiburón. ¡Vamos! -  ya gritando por la rabia, me tenían dando vueltas todo el tiempo con lo mismo. Quería que movieran sus traseros y así ir a lo que en verdad importaba. 

Vamos a cazar a ese tiburón entre todos...

- ¿Y qué puedo hacer yo? Javier y Gonzalo entienden de barcas y de pesca, pero yo no.

Igual tengo que ponerme un disfraz de hawaiana y bailar el Hula-Hula para distraerle...

Carlos se dirige a Lorena. 

- Pues puedes hacer bastante, Don Jesús a puesto como condición que los medios de comunicación estén bien informados de lo que hacemos, y tú creo recordar que eras periodista. Si nos tiene que acompañar un periodista casi prefiero que sea alguien que me dé cierta confianza, y además seguramente aportarás lo mismo que pueda aportar yo, o la alcaldesa...

Dirigiéndose a Gonzalo.

- Esa es la actitud muchacho!! Pues vamos para allá... por cierto. ¿Al final conseguisteis preparar el barco?... Preguntó Carlos con la esperanza de que no fuera necesario demorar mucho más la "cacería" del temible escualo....

Observo a Lorena y medito, no quería que se arriesgara tanto. - Si, mejor Lorena quédate en tierra. Lo de periodista cuela para ti. - respondo apoyando la idea de Gordón. Eso si, cuando me preguntó sobre el barco, rascándome la cabeza un poco distendido respondo. - Creo que ya estaba, en teoría debería estar listo. - nos faltaba dinero pero de una forma u otra lo conseguimos.

Carlos escucha extrañado el comentario de Gonzalo a Lorena, posíblemente el pescador ha malinterpretado sus palabras.

- Gonzalo, no me refería a que Lorena se quedara en tierra, sino todo lo contrario, si tiene que venir un periodista con nosotros para documentar la caza, me gustaría que fuera ella, pues la prefiero a ella antes que a otra persona que no conozca de nada. Además en el barco de Ana se comportó muy bien, otra cosa es que ni ella, ni la alcaldesa, ni yo podamos aportar mucho en lo que a la pesca se refiere, pero cada uno en lo suyo seguro que somos de utilidad. Desde luego es una decisión que debería tomar ella, pero en principio cuento con ella a nuestro lado.

-Pues vamos allá. No podemos perder más tiempo.

Javier miró a la alcaldesa que sufría de los rigores del calor ¿Y esta mujer para qué nos puede servir? Como no sea de cebo...

- Perfecto entonces... vayamos inmediatamente al puerto. Quiero acabar con esta pesadilla de una vez.

El jefe se giró hacia Severino y le ordenó.

- Severino, haz el favor de llevar a mi hija hasta casa y si por algún motivo se pone estúpida le das dos buenas tortas....

Severino oyó estupefacto las órdenes del jefe y no pudo hacer otra cosa que responder con un "Si, Señor", era evidente que el jefe tenía un cabreo considerable con su hija.

- ....Y que alguien despierte a la Alcaldesa, la necesitaremos para avalar el préstamo de Don Jesús....

El Jefe salió de la playa para dirigirse al Puerto, esperando que el resto le siguiesen y no se entretuvieran.

- Estás muy pesadito con el tema de que me quede en tierra. - Le digo a Gonzalo.

No es que quiera echarme al mar y ponerme a merced de ese monstruo, pero ya está bien de machismo.

Después miro al jefe mientras cojo mi mochila.

- Deje que revise mi cámara a ver si tiene carrete y voy.

- Al menos me preocupo por ti. ¿Acaso no lo recuerdas? No espera... tendré que hacer algo para que recuperes la memoria. - replico a Lorena luego de dedicarle un guiño, definitivamente la estaba provocando. Es que se ponía muy linda cuando se enojaba, tendría que aplicarlo más seguido así recreo la vista con ella. 

- Ok, me la cuidas. - respondo a Gordon serio.