Partida Rol por web

Claudia y Ewan observaron con sus prismáticos la entrada de aquel supuesto refugio semi oculto, tenían que aceptar la palabra de Dean de que allí se refugiaban los carroñeros conocidos como los Breakers, pero la marine, por mucho que lo intentó, no fue capaz de trazar un plan de avance que pudiese mantenerlos ocultos de sus blancos. El terreno no parecía estar de su parte así que, o tocaba seguir al adolescente fugado de la colonia de Malta o acercarse lentamente, tratando de corretear entre dunas, montículos y las montañas de chatarra que los ocupantes del lugar habían desperdigado, y medio cubierto para que no destacasen demasiado desde la distancia.

Aprovechando el zoom increíblemente preciso de los prismáticos y siguiendo las indicaciones de Dean, pudieron ver entre los restos abandonados una máquina que parecía usarse para trocear chatarra y crear cubos con ella. 

- Viven bajo tierra, solo salen para saquear y despedazar. Sus barracas están a la izquierda de aquellas pilas de mierda. A la derecha está el garage personal de Brekt.- Comentó señalando los supuestos puntos de acceso que conocía de visitas previas. - Como os dije en cada, Brekt es colega, puedo hacer de mediador, si queréis ¿Para qué os han mandado exactamente? La puta Malta no puede vivir con Brekt, peor tampoco puede vivir sin él.- Se rio el chaval, con sus dientes medio podridos cubiertos de tinte acerado.

El escáner de RA indicaba que enfrente suya, aparentemente bajo tierra, se movían seis cucarachas bípedas. Si Dean había comentado que los Breakers eran cinco... ¿Quién sería la sexta persona?

RA se aproxima a Claudia y se acerca a susurrarle al oído. Sabe que para estas cosas es la más apropiada, Ewan es más disperso según sus informes. 

- Mis radares indican que hay una entidad más de la que indica el Sr. Dean, Srta. Claudia, ¿cómo procedemos?

Me dirijo al cabeza hueca que nos acompaña.

- Ese amiguito que tienen los chatarreros ¿Quién es? No quiero más sorpresas. Espero que tu respuesta me guste o te llevarás un puñetazo.

Ewan miraba atento al muchacho esperando su respuesta.

¿Habría atrapado a Rex?

En su mente daban vuelta muchas ideas, necesitaban mentiras, muchas mentiras para acercarse a ellos. 

entiras que consiguieran piezas, piezas que reparen su nave, nave que los saque de aquí... ordenaba sus pensamientos.

- We We We... Gólgotos.- Les epectó como si eso significara algo así como 'Ey, tranquilos' en algún idioma o jerga que debiesen comprender, peor las manos en alto y el volver a jurar besando una cruz que hacía con los dedos dejaban claro el mensaje. - Brekt tiene otros cuatro drugos con los que suele jalarse el curro, no tengo ni la más remota idea de quién más puede estar ahí ¿Puede ser alguien de la colonia echándoles una mano? Habría visto que faltaba un vehículo cuando puse mis sorpresas esta mañana en las fiestas ¿Puede haber dado uno a luz últimamente? Somos estériles y los breakers solo podría gestar en un baul, así que permitidme dudarlo. No teno ni cruta idea de quién puede estar ahí ¿Queréis que me acerque a preguntar? Diablos, so puedo presentar y todos amis ¿Qué drodrones queréis?

El joven parecía sincero, peor desconcertado por no saber qué se podían proponer aquellos exploradores en aquel momento.

Mientras pienso que hacer me apetece arrancarle el corazón a este idiota.

De repente comerse a este idiota ya no parecía tan mala idea, resultaba ecológico.

Pero ya que habían accedido a aceptar su “ayuda” sería mejor explotarla hasta el final, la fuerza bruta no parecía tener mucho sentido dada su inferioridad numérica y poco conocimiento de la situación.

El subterfugio y la mentira eran por ahora su fuerza, la mayoría de animales que sobreviven en los desiertos aparentan ser muy frágiles, adaptación, es lo que necesitaban, no fuerza.

Ewan pensaba todo eso y lo resumió con un simple

—QUE NOS PRESENTE…

Acompañado de esa mirada suya de le he estado dando vueltas y creo que es lo mejor, cómo siempre, convencido en su brillante mundo interior de que todo el mundo le comprendía perfectamente con un gesto de las cejas y dos palabras del modulador, gran error.

Dean los miró con un ligero recelo, como si durante medio segundo una sombra de duda o miedo hubiese cruzado su extrañamente maquillado semblante. Sin mucho más, afirmó al escuchar la sugerencia de voz cascada, procediendo a recorrer los pocos cientos de metros que les separaban de la zona de chatarrería, en la que se perdió unos segundos (Era sencillo con los prismáticos) antes de reaparecer, esta vez acompañado por un par de tipos con trajes de vacío tan parcheados y tuneados como los del propio Dean. Los ajados harapos para supervivencia en la superficie planetaria que habían tenido que reciclar de la nave minera Medellín eran casi un vestuario de lujo por comparación con aquellos identificadores de vagabundos siderales.

Los dos tipos flanqueaban al enclenque colono postadolescente a medida que caminaban hacia los tres astronautas caídos.

Uno bajó su rifle arponero mientras el otro permanecía todo lo impasible que su anónimo uniforme sin rostro e permitía mostrar.

- Os podría preguntar QUIÉN COÑO SOIS... BZZZZZZZZZZZZZZZ... Pero la verdad es que eso no me importa una mierdBZZZZ... Lo que si que me importa es saber ¿QUÉ COÑO QUERÉIS?- Preguntó, entre brotes de estática menos molestos que el tartamudeo sintético de Kalm, haciendo gestos para que se acercasen con su casco, en el que tenía dibujadas unas fauces con spray.

Me apetece agarrarle esa cabezota tan dura y estrellarla contra el suelo. Creo que esta situación me hace más violenta.

- Venimos a hacer un trato. No tenemos ganas de problemas.

Espero que mis palabras sean suficiente. Aunque creo que con mi cara de pocos amigos no confíe en nosotros. Miro a los demás para ver si alguien tiene algo que añadir, para dar más peso a lo que digo.

- Solamente queremos hablar. No venimos a causaros problemas.

Comenta el androide, insertando una frase pacificadora estándar de su módulo de procesamiento de conversaciones con seres vivos inteligentes. Levanta las manos mostrando su actitud pacífica.

- ¿Un trato? ¿Qué clase de trato? No sabemos ni quién coño sois, ¿Cómo sabéis qué tipo de trato podemos hacer con vosotros? Por el papa de grava, no acabo de entender a qué viene todo esto, este planeta es muy pequeño y vivimos 20 personas en él, ¿De dónde coño habéis salido? ¿De la lata en la que viajaba ese puto imbécil pelirrojo? Si habláis o gritáis la mitad que él, nos hago un favor a todos volándoos los sesos aquí fuera.

- Lo que dice el drugo metálico molón, Earl... No sé quién es el pelirrojo ese del que hablas, pero si, estos tíos han caído de la olla a presión que arponeasteis ayer, pero semos colegas, venimos en son de paz, queremos... Queremos bajar allí.

Dean señaló al planeta que brillaba sobre las cabezas de aquellos tensos tertulianos, el mismo que poco antes había sido recorrido por una onda de energía espectral. Los tripulantes de la Medellín sabían que aquel era el motor del adolescente de la colonia caníbal, pero ¿Sus intenciones eran otras?

Ante las palabras del Breaker, en las que hace referencia al nuestro tripulante pelirrojo y al posible asalto de nuestra nave, empuño disimuladamente mi vibromachete.

Sé que, con el casco puesto, no puedo hacerle una bonita sonrisa pero me preparo para rajarle si hace falta.

- ¿Un pelirrojo? ¿Y ese quién es? ¿También quería un trato? - no soy conocida por mi sutileza con las palabras y prefiero pasar a la acción lo antes posible. Valoro la idea de lanzar una granada a este grupo de desgraciados.

En el visor de RA se dibujó la imagen de Klaus Rex como posible pelirrojo al que se estaba refiriendo el Breaker, pero su sistema operativo le demandó que solicitase más información.

- Disculpe mi atrevimiento, señor -comentó con su tono de voz afable-, pero nos gustaría saber a qué pelirrojo se refiere si fuera tan amable. Quizás podamos ayudarnos de forma mutua, no es necesario llegar a la violencia verbal ni física. Dialoguemos pacíficamente.

El androide había adoptado una pose relajada y distendida, contraria a la de Claudia. Sin embargo, sí que una de sus manos se acercaba a su vibromachete en caso de que tuviera que defender a sus compañeros de tripulación.

- Me refiero a ese maldito puerco al que tuvimos que arrancar de la Mede... Ni sé cómo se llamaba la nave... Así que vosotros caísteis en de esa matraca de tornillos, pues habéis nacido de pie. ¿Qué si quería hacer un trato con nosotros, manda cojones, claro que si, pero paró en seco al toparse con nuestros cañones, ¿No es cierto, Claymore?

El breaker a su espalda afirmó con su casco sin que nadie llegase a oír sus palabras.

- No sé cómo os las apañabais para soportar a ese zopenco. Brekt se cargó la culata de madera de su arma golpeándolo para dejarlo sin sentido por quinta vez en menos de una hora. Si queréis ofrecer la misma mierda que nos ofreció él, básicamente un cargamento de chatarra, va a ser que poco negocio podemos hacer. A fin de cuentas la chatarra ya es nuestra.

Mientras decía esto se hizo a un lado y señaló con su brazo una placa metálica, rota, en el suelo, a su espalda, en la que se veía escrito con plantilla el nombre de la Medellín.

- Pero nosotros lo que queremos es ir ahí arriba.- Lloriqueó Dean, refiriéndose al planeta muerto. - ¿No creéis que con alguna otra olla y un par de impulsores de salto sacados de la nave de estos podríamos ir? Tíos, Malta captó grabaciones de tierra desde el planeta, aquello es un puto vergel y hay tope drugos living la vida ahí abajo... ¿No queréis veniros con nosotros?

Puede que el pelirrojo fuese un tipo insoportable, pero no me gusta el cariz que está tomando esto. Me contengo por el momento y calculo cuantos enemigos tengo a la vista y como de poderosos pueden ser.

- Seguro que podemos encontrar una solución que nos satisfaga a todos -comentó RA intentando relajar la tensión que sus sensores de comportamiento captaban en el aire-. De hecho, si tanta molestia es ese pelirrojo, ¿por qué mantenerlo cautivo? ¿No sería más sencillo apoyarnos los unos a los otros y viajar al planeta en busca de pastos mejores?

Os da la sensación de que está soltando frases basadas en discursos malos de películas, pero Claudia puede ver que el androide se dispone a cubrirla si fuera necesario. Su mano está cada vez más cerca de su arma.

Claudia oteaba en todas direcciones, prestando atención a cada pequeño recodo del que pensase que podía salir una cabeza o un arma en cualquier momento, pero aparentemente las únicas almas presentes (Aparte de ella, Ra, Ewan y Dean) eran aquellos dos breakers, como parecían ser denominados por todos los habitantes de aquella luna. 

Un tremendo fastidio que el segundo carroñero, el que permanecía a la espalda de su interlocutor, decidiese tomar su rifle, que colgaba de su espalda y este se le resbalase de entre los dedos, cayendo al suelo y queriendo la mala suerte que algo detonase en su mecanismo, algo que salió en forma de perdigones al rojo vivo que alcanzaron al antropólogo deslenguado que por momentos parecía llevar la voz cantante en el grupo de exploradores.

El torso de Ewan se tiñó de rojo entre sus dedos, que se escapase el aire del interior de su traje casi parecía secundario, mientras caía a cámara lenta al suelo, frente al arma que le había disparado. Parecía tratar de alcanzar su comunicador, puede que para tratar de decir unas últimas palabras, pero su peso perdió el peso correspondiente a su alma tan pronto como levantó una lenta nube de polvo a su alrededor.

- oh... Diablos... DIABLOS... ¡¡¡DIABLOS!!! Yo no quería... ¡¡¡YO NO QUERÍA!!! Tenéis que creerme.- Comenzó a gimotear el breaker al que se le había caído el arma mientras levantaba las manos en señal de paz, de no amenaza, pero seguía siendo su arma la última que había segado una vida en esa escena.

- Oh, Joder, Claymore... JODER, CLAYMORE.- Se quejó el Breaker más parlanchín, incapaz de bajar su arma, pero neura al ver lo que acababa de pasar, sin saber si tal vez aquellos intrusos se tomarían la muerte de aquel tipo barbudo por lo personal, revolviéndose contra ellos. - Nosotros no...

Las voces de los dos hombres se convertían en una cacofonía a través de los altavoces de los trajes de los exploradores, activados por la proximidad a los comunicadores de los otros trajes.