Partida Rol por web

Primero debo realizar mi ritual matutino, si el cual se verían mermadas mis facultades de guerrero!

Posadera, donde está la letrina?

- Sigo sin comprender que necesitais con tanta urgencia - me encojo de hombros para luego añadir con algo de desagrado - Por no mencionar que preferís ir de compras a salvar a un bueno hombre

Necesito para empezar una mula, a partir de ahí, la lista sigue hermosa dama.

Me parece repugnante tu necesidad de objetos materiales, pequeño Moses. Adoro las mulas, pero no parecen ser utiles en este lugar. Y no entiendo que puede ser tan necesario para ti, y que aun no lo hayas conseguido a lo largo de tu vida.

-Aaaay- suspiró Míneas, luego de tragar un trozo de manzana. -Amigos, amigos. Lo que falta aquí, es tolerancia. ¿El pequeño Moses quiere derrochar todo su dinero en animales inútiles y quien sabe que otra cosa? Pues adelante digo yo. Es su parte después de todo- concluyó el mago, sonriendo, sin levantarse de la mesa. -Ahora- dijo con más seriedad, mirando al mediano -luego, no tendrás derecho a mendigarnos comida cuando te haga falta, y si necesitamos de tus habilidades y no dispones de tus herramientas, pues tendremos un problema querido compañero- sentenció. Luego, volvió a su mododrra habitual, mientras continuaba desayunando. -Eso es todo por mi parte-

Ya eran casi las 9 de la mañana y Egil sabia, que no podían demorarse mucho mas, este se levanto de su asiento - Bueno amigos mios tenemos que partir cuanto antes y si hay que ir a la tienda mas todavia, una cosa te digo Moses, no creo que encuentre un mula para comprar, no hay mucho animales domesticos por aquí, de todas formas por preguntar que no quede. - Luego hizo una pequeña pausa, cogió su bastón - Si sois tan amables - dijo este indicandoles al grupo que lo siguiera.

Después de un último trago de leche, el canoso mago se levantó de la silla con pesadez. Se calzó dos bolsas en el cinturón, una más grande que la otra, además de su estuche repleto de virotes. Tomó su bastón y salió de la Pluma lentamente, respirando el aire matutino de Freeport. Se arrepintió inmediatamente, ya que el olor a pescado parecía pegarse incluso a las zonas más alejadas del puerto.

Aún con pan y queso en la boca doy el último trago de cerveza y trago todo con buen apetito, salgo andando con grandes pasos hasta la puerta para abalanzarme sobre Mineas aspirando profundamente

Huele a puerto, mmm es agradable la brisa salada del mar, es más que un olor, es sentir como depura tu alma ¿No crees?

En Lormyr cuando sentíamos el olor de pescado acudíamos al puerto deseosos de ver al pesquero descargando, Lormyr ya solo cuenta con un par de barcos, uno de ellos el de mi tio Calao, "El Berberecho", una barcaza gorda que recorre la cosa sin miedo a los arrecifes.

Oh, finalmente vamos a comprar

Me estiro desperezandome, y preparo para mantener el paso del resto

Tal vez si veo algo de interés gaste plata, ¿y tú Mineas? ¿Qué buscarás?

Eres mago, el peso de la investigación es todo tuyo, por cierto, ¿cuando nos mostrarás alguno de tus trucos?

Ardo en deseos de ver magia, no tenemos grandes hacedores de magia en Lormyr

El mago volteó la cabeza lentamente, para mirar a la enorme mujer con una expresión de asco.

No me extraña que guste del olor a pescado. Seguramente se crió en un antro como este, pero más salvaje. Bah, después de todo es una buena aliada.

-Abyl, querida. La magia no es un entretenimiento. Es una herramienta, y es extremadamente delicada y peligrosa. Cualquier irregularidad en su suave composición podría desatar la destrucción del multiverso tal como lo conocemos- explicó Míneas, sin sacar sus brazos de la túnica. -Por supuesto que aún no dispongo de tal poder, pero es mejor recurrir a la magia sólo cuando la necesitemos. Allí podrás ver las maravillas que se pueden obrar gracias a ella-

El desayuno ha logrado colocar todas las cosas en su sitio, en especial mi buen humor, arruinado una vez exasperada por el pícaro y sus compras... que por cierto, parecen ser algún tipo de enfermedad contagiosa porque Abyl parece convencida.

- ¡Oh! ¡Vamos Mineas! - intervengo animada - Un simple truco de luz valdrá para alegrarnos el día.

Aunque el que yo también pueda realizar algo de "magia" gracias a Pelor es un dato que más vale esconder a la mujer.

-¡No!- se negó rotundamente, alzando un poco el mentón. -¡Mi energía diaria es limitada y no puedo andar derrochándola como si nada! ¡Además, necesito de estudio y concentración para conseguirlo, y dejenme decirles que por más placentero que sea, no es fácil!-

¿El multiver-qué? ¿Equilibrio? ¿La magia supone esfuerzo? ¡Pero si sale sola!

Boh - Farfulla Abyl abanicando el aire con una mano- Eres más aburrido que jugar al veo-veo con los ojos cerrados

Al menos la curandera nos mostró como cerraba heridas eh que sí Lona, Eh que sí, menos hacen las piedras

El mago seguramente prepare otra negativa, pero no tengo ganas de oírla, durante nuestra travesía en barco siempre quise ver algún truco de magia y pensé que ahora que habíamos llegado a puerto lo vería, pero nada de eso.

¡¡ Vamos Jenkins deja de giñar !!

¿Qué vas a comprar Moses? Espero ya lo tengas pensado, por cierto Egil, ¿Porqué debemos darnos tanta prisa? Si lleva un tiempo desaparecido no creo que le vaya de un rato más... ¿o sí? si es así... ¿A qué estamos esperando? Vayamos rápidos

Abyl continúa animando a la comitiva, al menos a la parte animable dejando al sombrío y aburrido mago a un lado de su cháchara

- Debemos aprovechar estas horas mas mañaneras, asi evitaremos los bandidos y piratas, que acechan las calles ahora todos duermen como marmotas, y es mejor para nosotros. - Dice Egil mientras continua avanzando.

Tras unos minutos a pie, callejeando por los barrios cercanos al Templo y La Casa de Lucius, donde todas las calles parece bastantes traquilas, algunos chiquillos que han madrugado para ayudar en la tarea de la casa, y otros hombre y mujeres que parecen venir de compras, el camino de la calles estan echos de piedras duras, las cuales no estan niveladas y a veces pueden provocar algun percance en los tobillos de algunos.

LLegais a una casa que parece ser una tienda, hay un emblema tallado en madera, colgando de la puerta, y unas letras pequeñas, en idioma comun donde podeis leer "Mercancias a buen precio".

- Ya hemos llegado, es aqui - dice Egil señalando con el dedo. - Yo os espero aquí, no tardeis - Recuerda a estos, luego hace una breve pausa - Ah!! se me olvidaba, no tiene tan buenos precios como pone en el cartel pero no hay mas tiendas por aquí y quizas de eso se aprovecha un poco - dice Egil sonriendo.

Perfecto, si no tiene buenos precios, los conseguiremos.

Abyl, ¿podrias acompañarme? Una mujer de tus cualidades siempre viene bien a la hora de negociar.

Moses dedicó unos momentos a ensallar una sonrisa y a arreglarse la ropa. Cuando por fin se vió listo, empujó la puerte y entro al grito de:

Saludos Maese Tendero. ¡¡¡Es vuestro dia de suerte!!!

Entro en la tienda para ver si encuentro algo para mejorar mi equipo

Finalizando la discusión con un gesto de desdén, Míneas continuó la caminata junto al grupo.

Ay, este pequeño consumista y sus vicios

-Yo me quedaré aquí. Aún no necesito nada. Después de todo, estaremos aquí unos días- dijo el mago mientras de las mangas sacaba un libro y comenzaba a leer, apoyado en la pared de la tienda.

Espero que no sean meses pensó, arrugando la nariz por el olor.

Moses el Poderoso me hizo ademán de entrar, y yo contenta como unas Pascuas pasé ancha tras el pequeño y animado mediano al interior de la tienda. Dios me libre de ver jamás un mediano aburrido, todos los conocidos son amantes de la fiesta, recuerdo en Lormyr, tras un ataque de los ejercitos del Sombrero Rojo, en la taberna de "Las Pocas Palabras" donde dos hobbits que estaban de paso hicieron un espectacular número musical sobre las mesas, me pregunto si moses también cantará tan bien.