Partida Rol por web

Respondo a su cortesía y sonrisas con la misma actitud. -Khafra vino a Berlín como intermediario para cerrar un trato que no se llegó a celebrar. Se fue y ha vuelto, pero no sé por qué- hago una pausa.

Ven ¿Quieres entrar? Hay otro acceso por los aseos de este lado.-

Escuché lo que me comentó sobre el setita, en realidad sólo sabía lo que mi mentor me había comentado sobre ellos, ya que nunca me había cruzado con uno, al menos que fuera consciente, y se podría resumir en un " no te juntes con esa gentuza". Cuando Malena me preguntó si quería acceder por otra entrada estuve a punto de aceptar, pero recordando las visiones, el intento de secuestro de Gaia, decidí que si quería reunirme con los demás debería ir tras sus pasos.

- Pues si, no estaría mal. Pero preferiría echar un vistazo en la sala por si veo algún humano que me pueda servir de tentenpié después de la fiesta, pero me encantaría que me acompañaras un poco allá fuera y me siguieras comentando cómo es la vida nocturna de Berlín.- Le propuse con esa sonrisa que ya se había quedado de serie en mi rostro durante la conversación con Malena. Ya una vez en la sala ade anters le instaría e aentrar por la zona del baño.

 Mientras seguía al regente, comenté:

 - ¿A quien suponemos que culparán del asesinato?. Saben que soy el último en verla con vida, así que me harán preguntas.

 Aunque no me molestaba que una mujer hermosa me hiciera el tercer grado, preferiría tener la respuestas preparadas, por la cuenta que me traían.

Vamos bajando las escaleras -Nuestros enemigos son los anarquistas y, sin duda, han sido ellos. Tú la acompañaste un tramo del camino pero os separásteis. Habíais quedado en veros más tarde y viniste a la Capilla en busca de información, donde nos reunimos tú y yo.- Hace una pausa y se gira hacia ti -Si lo necesitas puedo grabar una barrera a estos recuerdos en tu mente y crear por encima la ilusión que te acabo de mencionar. Así, si alguien echa un vistazo en el interior sabrás quién lo ha intentado y nuestra coartada estará a salvo-. A medida que le comento el plan estoy seguro de que es una buena medida de seguridad así que lo ejecuto en un momento. Sostengo su mirada, alzo la barrera y grabo en su mente el resorte. Cualquiera que mire en sus recuerdos, nos verá hablando en la capilla.

-Hecho. Ahora, a trabajar. Iremos a la capilla a...-

Tu sire y tú os detenéis ya en la calle, junto al portal. Ambos habéis notado una conciencia despertar, un antiguo Tremere volver a la noche saliendo de un largo letargo. Un Tremere más antiguo que el mismo Mawell. Ha sido sólo un parpadeo pero lo habéis sentido y bastante cerca, quizá en el mismísimo Berlín.

Sonrío con la picardía de quien hace algo malo. -Vamos dentro, veremos de qué hablan los mayores y luego podremos subir a cazar juntos, si quieres- hago un gesto hacia los mortales. Quizá notara que no me había encontrado con alguien como yo, un crepuscular, y estaba emocionada. Pero me daba igual.

Nos escabullimos en la oscuridad hasta el aseo, abro la puerta oculta en una pared lateral y descendemos las escaleras.

 - ¿Sabe quien puede ser?. - Le pregunté al regente, mientras miraba a mi alrededor, tratando de ver de donde venía la sensación del despertar del Tremere. Después de tantas malas noticias, sería una buena noticia contar con el regreso de uno de nuestros antiguos.

-Uau- comento deteniéndose -¿Un Tremere que estaba en letargo y ha despertado en Berlín? No sé quién es- digo sorprendido. Un misterio preocupante, sin duda -No creo que haya estado aquí antes. Lo han traído y lo han despertado aquí por alguna razón. Es imperativo volver a la capilla y mirar el registro de Tremeres desaparecidos-

 Asentí, antes de apresurarnos en dirección a la capilla. Confiaba en que el Tremere, fuera quien fuera, se encontrara a salvo y entre amigos, llegado el caso. Suponía que en La Capilla y el resto de Tremeres de la ciudad también lo habrían sentido y se habían puesto a localizarlo...

Los últimos acontecimientos eran preocupantes. Maxwell acababa de liquidar a una traidora cuyo hacer puso a los Anarquistas al mando de Berlín. Aunque lo hiciera con la mejor intención para con La Camarilla, había atentado contra antiguos y eso era algo que no se podía tolerar.

Llegais a la capilla con relativa velocidad y en silencio. Tanto el regente como tú tenéis muchas cosas en las que pensar. Una vez allí vais directos a la sala ritualística con la intención de hacer una parada en la biblioteca.

-Tú ve a por los ingredientes para un...- las palabras de Maxwell se cortan al notar una presencia en el centro de la estancia que atravesáis. La mujer se gira y sostiene vuestra mirada.

De pie, con los brazos cruzados, aguardo pacientemente a que llegaran. Han tardado más de lo normal pero por fin están aquí. -¿Está hecho?- pregunto a Maxwell y mi mirada salta de él a Mikael. -Así es- contesta él. -Bien, respondo- con el tiempo podríamos culpar también a Alexandra de la muerte de Hyde, además de su ineptitud en llevar los asuntos de Berlín. -Su plan parecía bueno pero no contó con el pasado de Línn- resolví -Hola de nuevo Mikael- saludé.

-Entiendo tu sorpresa. ¿Qué hace ella aquí? En la capilla no puede entrar nadie ajeno al clan. Muy cierto y, como bien puedes deducir, no soy una ajena al clan.- Dadas las explicaciones necesarias teníamos otros asuntos más urgentes entre manos -Lo más importante es expulsar tanto al Sabbat como a los Anarquistas de Berlín y retomar el control de la ciudad.- Sentencio con severidad -Sea un control público o de cara a la galería- aquel era el primer punto del día -Por otro lado, ¿lo habéis notado?- pregunto refiriéndome al despertar de un nuevo Tremere que entraba en escena de la forma más misteriosa.

 Tras recuperarme de la sorpresa, respondí, asentí con la cabeza:

 - Si, lo hemos sentido. ¿Hay información sobre quien puede tratarse?.

 ¡Menuda sorpresa!. Bueno, al parecer esto mejora por minutos a cuanto embrollos se refiere. Bueno, en cualquier caso, al menos tengo el consuelo de saber que Lía no querrá mi cabeza por la muerte de Alexandra, al menos eso esperaba, y no tendría que ser su posible objetivo en corto plazo, lo cual era un alivio y me agradaba. Después de todo, esa cainita me fascinaba y me intimidaba a partes iguales.

Niego con un movimiento lento, suave. Aquello representaba una mejora si el Tremere se presentaba en la capilla en un plazo razonable o una seria amenaza si resultaba ser un traidor.

-Hemos sentido el despertar de una conciencia que estaba en letargo. Debemos ponernos en lo peor. Hay que asegurar la capilla e investigar...- guardo silencio, saca un teléfono móvil desechable y me aparto a hablar.

Se trata de Cathrain, el chiquillo de Hacker, pero al descolgar quien está al otro lado es Tatiana, líder del movimiento anarquista y, ya que Berlín es anarquista, la ciudad es su dominio. Me asegura que todos están bien y que quiere un cara a cara. Lo concedo, cuelgo y así se lo explico a los presentes -Tatiana, líder del movimiento anarquista le ha negado el almacén de Hyde como dominio a la Coterie de Krampus, Gaia y demás pero le ha concedido a Cathrain el dominio de un pub en el centro: La Aguja. Dominio que compartirá con Østein para que sea punto de reunión de ambos bandos mientras los Tzimisces campan a sus anchas por la ciudad.-

-Tatiana, La diva. Es un vampiro travesti del clan Toreador. Maté a sus dos aliados tal y como hice con Alexandra pero ella se refugió y alió con el clan Giovanni. Ahí descubrimos la presencia del clan en Berlín. La ciudad debe ser nuestra. Todos los Anarquistas deben ser destruídos-

Sentencio con contundencia.

 - Con todo respeto...¿Y empezamos una guerra abierta para la cual no estamos preparados?. - Respondí a las palabras del Regente. - Los Anarquistas, con sus aliados Giovanni, por un lado y el Sabbat por el otro, duraríamos menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Si quiere acabar con ellos, sugiero una opción clásica, pero efectiva: Hacer que se enfrenten entre ellos. Luego La Camarilla podría ocuparse del superviviente debilitado, tras haber reunido fuerzas en secreto mientras los otros dos peleaban.

 A veces, por su manera de comportarse, Ldescu me recordaba más a un Brujah que a un Tremere: Toda fuerza bruta, sin nada de la inteligencia y sutileza intelectual Tremere. Esperaba que hubiera algo más en él de lo que hubiera a simple vista o el clan debería el replantearse en sustituirle por alguien más capaz. Lástima que Lía tuviera que mantener la vinculación con nuestro clan en secreto, porque me parecía una opción estupenda, tal y como había llevado hasta ahora su infiltración.

Miro a Mikael y asiento -No me refiero a los anarquistas de Berlín sino a los del mundo entero. ¡Claro que hay que hacerlo con cabeza!- alzo las manos resaltando la obviedad para luego señalarle -Pero eso que has dicho me gusta y mucho. Que se enfrenten entre ellos. Va a ser fácil que crean que Alexandra murió por la mano del Sabbat.- Sonrío confiado.