Partida Rol por web

Al momento vuelve con las dos copas en una mano y la botella de vino y algo más en la otra. Cuando se sienta deja todo en la mesa. Te parece ver que lo otro es un cd. Coge la botella y rellena las dos copas, dando un sorbo a la suya.

- Bien, pues sigamos entonces. - Se vuelve a colocar a tu lado, mirando el álbum.

Bebo un trago con decisión pensándo que eso me calmará, paso de página a la siguiente se vé la foto de un chico llamado Mohamed Al-jassi, motívo de la muerte asalto con arma blanca-Este era Mohamed, tenía una tienda de turcos típica, entraron unos skinheads y antes de apuñalárle le dieron una buena paliza, el pobre tuvo una muerte bastánte violenta, lo bueno es que el navajazo fué directo y casi ni sufrío por ello.-

- Vaya. No debió ser agradable.

Empieza a quitarse los zapatos, pero entonces te mira y sonríe.

- Vaya, lo he hecho casi sin pensarlo. Creo que el vino me está subiendo un poco. ¿Le importa si me descalzo? Acostumbro a hacerlo en casa. - En ese momento se ríe. - Claro que le importa, que tonta soy. Seguro que piensa que abuso de su confianza. - Comenta, mientras vuelve a ponerse los zapatos.

-No no por favor, me gusta que se sienta cómoda y en confianza, quitesé los zapatos si quiere imagíno que no será cómodo ir con tacones todo el día- sonrio con amabilidad -puede ponérse cómoda.-Espero que no lo haga demasíado inténto contenérme todo lo que puedo.
 

- Es muy amable. - Finalmente se descalza y sube los pies, blancos y delicados, al sofa, mientras se acerca más para seguir viendo fotos. - De verdad que no entiendo como no recibe a más mujeres. Es todo un caballero.

Con su eterna y seductora sonrisa, da otro sorbo a la copa.

- Continúe, por favor.

Sonrio-bueno muchas gracias, se hace lo que se puede-me pongo algo colorado y vuelvo a pasar la página.-Si se aburre hagamelo saber podría pasar horas hablándo de esto...

- Yo podría oírle toda la noche. - Contesta ella. - La verdad es que había pensado... - Coge el CD de la mesa. - He venido escuchando música por el camino, y me preguntaba... ¿tiene algún equipo de música?

Juega con el CD entre sus manos, con los pies entrelazados en el sofá y su cuerpo algo caído hacia ti.

Sonrio mirándola.-Sí sí justo ahí tengo un equipo.-Señalo con el dedo y miro el cd entre sus dedos.-me está volvíendo loco....

Se levanta y se acerca al equipo. Pone el cd y entonces una música, nada habitual en tu casa, empieza a sonar.

- No se si le gustará.

Cuando el ritmo empieza a sonar ella se empieza a mover lenta y rítmicamente. Entonces te mira y estira las manos hacia ti.

- ¿Le gustaría bailar?

Resoplo algo nervioso mirándola.-La verdad es que no sé bailar....-Reconozco algo avergonzado-seguramente conocera a hombres el doble de galantes que saben bailar y yo ni idea...-

Ella se acerca y te coge de las manos.

- Venga, no mienta. Un hombre como usted sabe bailar, sí o sí.

Te estira con suavidad para que te levantes, pegándote a esas cuervas que llevas mirando toda la noche.

- Y si no, yo le haré de guía. Sólo déjese llevar.

- oh Sabrina no no jajaja-rio tímido pero me pongo de pie, me contoneo al ritmo que ella marca nervioso no quiero que se note que no sólo mi corazón está excitado.

Os empezáis a mover al ritmo de la música. Tras unos minutos, la canción termina y empieza la siguiente. Ella acerca sus labios a tu oído, pegando su cuerpo en el acto, y te susurra.

- Vaya, Mathías, veo que se alegra de verme. - No puede evitar que se le escape una risa pícara.
 

Un escalofrío me recorre el cuerpo al escuchar esa frase-lo lo lo siiiennto Sabrina...-Oh vaya y...¿Ahora que hago?-Dejo de bailar algo avergonzado al ver que ella se ha dado cuenta.

- Tranquilo, no pasa nada. - Dice al ver que paras. Aleja un poco la cara para poder mirarte y, tras morderse suavemente los labios, te aprieta contra ella y te besa.
 

Ojiplático sigo su beso, es mi primer beso solamente me dejo llevar-guau nunca pensé que este momento fuera así...-Con timidez rodeo su cintura con mis manos.

No sabes si ella nota tu inexperiencia, pero es claramente una maestra en el tema y su lengua empieza a hacer virguerías en tu boca.

Te va recostando sobre el sofá, colocándose por encima, sin dejar de besarte. Dido maúlla, preguntando por su comida, pero claramente no es un momento para hacerle caso.

Me dejo llevar por su experiencia, por su cuerpo, no hago caso a Dido por primera vez desde que vive conmigo, mis manos se mueve con timidez y me dejo llevar y guiar por ella.

Ella empieza a bajar las manos, tocándote todo. Sus labios se despegan de los tuyos, y van llenándote la cara de besos, desplazándose hacia tu cuello. Empieza a morderte juguetonamente el cuello, mientras sus manos juegan con otras partes de tu cuerpo.

Repentinamente notas un pinchazo en el cuello, pero que es sustituido por un orgasmo de placer. Tus ojos se quedan en blanco de la pasión que te corroe y de repente, todo se vuelve oscuro.

Despiertas en tu dormitorio, sin camisa, aunque con los pantalones puestos. Ya no suena la música. Observas tu reloj de mesilla: las 4:00 de la mañana. Sea lo que sea lo que ha pasado, te ha dejado con hambre, pues notas el estómago completamente vacío.

Tienes algo mojado en el labio. Al tocarlo y mirarte la mano, ves que es rojo. Parece vino, pero más espeso. Cuando la mente se te despeja un poco más descubres, aterrado, que es sangre.

Escuchas movimiento en el baño.