Partida Rol por web

Náhoda či Dopuštění

Selva

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13/08/2008, 17:14
Obed Semanza

Craig, Victoria...Aquello no hacía más que constatar una realidad: no sabía nada, no conocía a nadie y mi lugar era el de un trozo de carne útil sin derecho a decidir.
¿Por qué debería sentir...lástima?.¿Porque es blanca?.¿Por esos ojos azules?. ¿Porque...bajo esas heridas hay una joven hermosa?. ¿Porque es un mujer?.

La gente muere. Ricos, pobres, jóvenes, viejos, feos, hermosos, blancos, negros, mujeres u hombres...y niños. Algunas escapan..., es cierto, pero la mayoría de las que lo lograban no duraban fuera ni dos días. Mi tierra es así...y el destino de esta mujer no está ya en mi mano.

...Y aquello hubiese quedado así, con una nueva e indeseable muesca en mi conciencia, de no haber reparado en aquella extraña y totalmente inexplicable ausencia de rastro alguno.

Nada.- digo observando desde la ventana el lugar donde recogí a la muchacha, con el ceño fruncido y sin dudar. No hay nada. Ningún rastro, ninguna huella.

Vuelvo la vista a la chica, tan seguro de "lo que no ví" como confuso por todo aquello.

Es como si...hubiese caído del cielo...

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13/08/2008, 17:45
Karin Salzgeber

Cuando me introduce me pongo rígida, hay otro hombre, y sí esta armado, un gemido infrenable, este por diferente motivo.

Mientras el hombre me explora me quedo mirando sus oscuras manos, busca una herida que sé que no va a encontrar, éste dolor es por lo que hago, seguro. Siguen produciéndose dolores que aumentan de intensidad, pero no en función de como toca, no están sincronizados. Levanto la vista a su rostro, muy seria y dolorida, mordiendo mi labio inferior. Lo sigo con la mirada cuando se levanta. Suspiro.

No sé quien es y me importa una mierda, no haremos nada. Esas palabras son lo más parecido a una buena noticia, el arma no tiene nada que ver conmigo, algo es algo. Me quedo recostada, colocándome despacio, de lado, en posición fetal, más cómoda y de cara a ellos, mirando alrededor. ¿Dónde estoy? ¿Por qué he acabado aquí? Algo ha salido mal, tiene que ser por haberlo usado tan pronto de nuevo, o por ir sola. Yo no quería, no pensé en…. ¡Oh, dios mío! Él vendrá a por mí, ¡Creerá que me he escapado! Me va a matar, y a estos hombres también. Roux le dirá donde estoy. Aprieto las manos, estoy poniéndome nerviosa, lo que provoca que el dolor se acentúe, cierro los ojos unos instantes, intentando controlarlo….

Es como si...hubiese caído del cielo... Los abro y lo miro, fijamente, durante un segundo ¿Qué le puedo decir a algo así? ¿Qué es verdad?, mi expresión torna a miedo, una sincera y evidente angustia, sé lo que viene.

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13/08/2008, 18:29
John

John parpadea un par de veces ante la respuesta de Obed, y lo mira con suspicacia, No me toques los cojones, el suelo está embarrado, las huellas se tienen que ver desde lejos mira de nuevo a la recién llegada, como si buscara en ella algo que no hubiera podido descubrir a simple vista.

¿No me la estaréis intentando jugar de alguna manera? como un resorte enfoca su arma hacia Obed, y cruza la estancia para colocarse frente a la chica tumbada en el camastro, sin dejar de apuntar al hombre, y casi sin mirarla a ella, empieza a cachearla, apartando la capa y obligándola a darse la vuelta, su brazo es fuerte y no le cuesta demasiado voltearla, palpándola no con demasiada delicadeza, asegurándose de que no lleva encima ninguna arma.

Tras el breve pero intensivo registro, se separa de ella, dando un par de pasos hasta que su espalda topa con la pared, ¿Qué cojones está pasando aquí? pregunta ahora más amenazador, más confuso.

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14/08/2008, 21:39
Obed Semanza

(...)

A unos 10 kilómetros de Buguesera aún me resistía a internarme por la selva. Avanzábamos sin perder la referencia de las rutas principales y, en esas, ví a aquellos dos periodistas.

" ¡EH! ¡No...no toques esa cámara, ¿vale?!. Soy Americano, ¿entiendes?. A-ME-RI-CA-NO. No puedes..."

Aquello fué lo primero y lo último que escuché de él: después de que le pegasen un tiro en la cara, el otro, uno algo más alto, también extranjero, soltó la cámara. A ese le metieron un machetazo en el cuello...

(...)

Instintivamente, doy un paso atrás. No sé nada de él y, ahora es evidente, él tampoco sabe mucho de mí. En esas circunstancias lo mejor es intentar mantener la calma: sangre fría y no pasarse de listo. Desde luego, eso no te garantizaba salvar la vida...pero lo contrario sí que te hacía perderla.

No levanto las manos: él sabe que no estoy armado. Sólo me limito a quedarme muy quieto, tratar de respirar hondo y no mirarle a los ojos. NUNCA a los ojos, al menos no en esta situación. Tampoco al arma que me encañona.
Por eso, desvío la mirada al exterior, al porche, a la lluvia, al suelo,...despacio...,y a la chica, de soslayo, mientras el mercenario la registra.

Me pediste que saliese...y salí.- digo en tono neutro, pausado. El calor me sube desde la boca del estómago hasta la cara.
Luego me pedite que te dijese lo que había visto...y así lo he hecho.

Sin moverme un centímetro de donde estoy, giro la cabeza hacia la muchacha y la miro intrigado.
No hay huellas ahí fuera. Es todo lo que sé de ella.

Notas de juego

Sigo marcando "solo para el director" hasta que me indiques lo contrario.

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15/08/2008, 03:59
Victoria Kreuk
Sólo para el director

Victoria avanza entre la maleza a la parte más cercana de la casa a los matorrales, se desliza espalda contra la pared por su fachada y asoma con suma discreción por una de las ventanas para estudiar su interior, con el oído bien agudizado para captar cualquier conflicto que pueda darse dentro o fuera de la casa...

Por supuesto también era clave oir el silencio, porque solía significar que:

1. Estaban todos muertos.
2. Se habían largado.
3. Estaban secuestrados y todo era una trampa.
4. Esperaban la trampa.

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15/08/2008, 13:42
Karin Salzgeber

Todo se intensifica, cuando la mirada del blanco se clava en mi me empiezo a incorporar, intentando sentarme, la expresión mantiene el miedo. No puedo contestarle a eso…. muy sorprendida cuando duda del otro hombre, ¿El otro y yo contra él? ¿No son…. compañeros? Estiro el cuerpo aprensivamente hacia atrás asustada cuando se acerca, me gira bruscamente, tocandome sin poder replicar, caigo de espaldas en la cama, el golpe no es fuerte pero me sorprende que debido a él no me duela la cara y la nariz, todavía estaba todo muy hinchado…. No las tengo, no sé por qué no, pero creo que esto me acaba de salvar.

Pequeño alivio cuando se aleja, pero es insignificante, sigue apuntándonos. Me incorporo quedando sentada, los pies en el suelo y ambas manos todavía apretando, tres opciones en mi mente: Intentar desaparecer sin mediar palabra no es una opción en realidad, no lo controlo, sólo queda decir la verdad o no. Mentirle…. Me lo va a notar. Es un hombre armado, demasiado nerviosa y asustada, soy incapaz. Esto es un infierno.

Ay, Karin, de mal en peor, el otro, lógicamente, se desentiende de mí. Bajo la mirada, viéndome desde fuera, la situación con estos dos hombres, sin mi ropa, sin mi vida, sola. Lo único que me queda es la verdad. Trago saliva, con el alma en un puño, cara descompuesta por la presión y el miedo. A.. Aquí no pasa nada… es que…. señores, me he perdido… yo…. con los ojos brillantes, tengo que contestar.… Si señor, acabo de aparecer ahí fuera. No sé cómo ni por qué, pero lo he hecho. Las lágrimas se deslizan por mi rostro mientras los miro, con pánico, otra vez esta sensación, estoy a punto de morir, y no depende de mi.

Notas de juego

* Encima es Rambo.... XDDD

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15/08/2008, 19:30
John

Vigila al negro, si intenta escapar, lo matas, si intenta hacerte daño lo matas, si se mantiene quitecito, lo dejas vivir esas eran las instrucciones de Victoria, y las entendía, era claras y concisas, pero las eventualidades no eran para él, desde luego que, y menos las de este estilo, una pandilla de milicianos le hubieran supuesto mucho menos quebraderos de cabeza.

Pero entiende lo que dice Obed, pues va asintiendo conforme va hablando, era muy raro que ni hubiera huellas, pero podía haber miles de factores que escapaban a su comprensión para que esto sucediera, así que baja un poco el arma, algo más calmado, pero cuando la joven blanca abre la boca, la confusión y los nervios vuelve a aflorar a su expresión.

¿Qué cojones estás diciendo? el arma vuelve a levantarse, aunque ahora más bien apunta a la chica antes que al hombre, Debería matarlos a los dos y decir que estaban compinchados, así no me dolería la cabeza

Notas de juego

Correcto, solo para el director hasta nuevo aviso.

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15/08/2008, 20:58
Karin Salzgeber

Agobiada sin dejar de llorar y mirando el arma que gira hacia mí, paso una mano por el lado derecho de la cara, limpiando las lágrimas que se han mezclado con el barro, aterrorizada, otra vez me apuntan, continúo con voz rota. Que... de repente estaba ahí… debajo de la lluvia. ¿Qué podía haberle dicho si no? ni siquiera sé donde estoy, levanto la mirada, con pavor, a sus ojos, tiene el arma y toda mi atención. Yo… sé que es muy raro, tampoco lo entiendo. Todas las veces que han estado a punto de matarme era precisamente por lo que soy, y este hombre me va a disparar si no se lo cree.

Dejo de hablar unos segundos, respirando entrecortadamente, intentando mantener el control y decir frases que tengan sentido.

Me llamo Karin, soy de Viena y…. por lo visto tengo una especie de don. Una maldición, y además estamos muertos como Roux use el suyo. Miro a ambos, con impotencia, labios temblorosos debido al frío y miedo que me calan los huesos. No sé que puedo decirles para que me crean, soy consciente de lo extraño que suena…. yo no daba crédito cuando me lo dijeron... pero es la verdad. TIENE QUE CREERME, junto las manos y las aprieto, en actitud suplicante, sin levantarme de la cama y aún sollozando. Por favor… señor, no me mate, le juro que es la verdad. Énfasis y desesperación en la última frase.

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16/08/2008, 15:14
Director

Te acercas un poco más a la choza, un pequeño espacio libre de vegetación a su alrededor, y al hacerlo, unas voces se abren paso a través de la lluvia, reconoces la de John, el mercenario que se encargaba de vigilar a Semanza hasta que vosotros llegarais, no es muy listo, pero es leal y sabe cumplir las órdenes, además de ser una autentica bestia en el combate, recomendable, la gente que piensa demasiado no suele ser de fiar en este negocio.

Así que moviéndote con cuidado, podrías alcanzar cualquiera de las aberturas de la cabaña, aunque todo parece en orden, dos voces más se mezclan con las de John, una masculina y una femenina, esta última parece entrecortada por las lágrimas, no sabes quien es.

Aquellas lágrimas, no sabes por qué, te afectan, aunque nunca lo hayan hecho hasta ahora, las manos aún manchadas de sangre, tuya y enemiga, te sientes algo extraña.

- Tiradas (2)

Notas de juego

He tirado por ti para acelerar, si no quieres usar sigilo para acercarte simplemente dimelo. La influencia de Liesel empieza a notarse un poco más.

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16/08/2008, 15:19
Director

Notas de juego

Tirad advertir notar contra dificultad 20

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16/08/2008, 15:59
Obed Semanza

Observo con cierto alivio cómo los temores del mercenario se centran en la muchacha. Su discurso no ayuda: aquello parecían los delirios de alguien drogado. ¿Un don? Ella miente, no puede ser de otra forma. Pero también cree decir la verdad.

Quizá el hombre blanco tenía razón. Quizá ella escapó: sus "amos" las llenaban de opio hasta las entrañas. Una mujer en ese estado es dócil, aguanta mejor el dolor cuando se la golpea y no se resiste cuando la violan. También delira...y eso hacía que todo encajase...

..., menos esas huellas. O, mejor dicho, la ausencia de ellas.
Vuelvo a mirar el exterior, deseando examinar de nuevo el terreno...aunque sé que no puedo hacerlo. No al menos hasta que se calme el hombre blanco. Mientras, me concentro en repetir mentalmente la escena, con el llanto de la chica de fondo:

El mercenario estaba en el porche vigilando el exterior. Cuando desperté se volvió hacia mí y hablamos...Ni siquiera se puede decir que conversásemos: palabras ligeras, observando ambos el camino, la lluvia con el rabillo del ojo.
Un lapso demasiado breve. Un grito. Nadie pudo borrar las huellas. Nadie es tan bueno ni tan rápido...

Si estuviéses solos, ella y yo, la acosaría a preguntas. Pero con este tipo delante lo mejor es ser discreto. Soy un hombre curioso, lo admito, y este asunto me despierta cierta...intriga. Pero sólo es mi problema cuando él me encañona.

Por eso sigo en silencio. Responde cuando te pregunten, Obed. Y pregunta cuando veas el momento.

Ahora, definitivamente, no lo és.

- Tiradas (1)
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16/08/2008, 21:10
Victoria Kreuk
Sólo para el director

Victoria parpadea lentamente un momento, apretando los dientes...

¿Qué me pasa...? ¿Estoy tonta o qué...? - aquella sensación de no hacer lo correcto no era normal, era absurda en una mujer como Victoria Kreuk... Y por eso le resultaba completamente desconcertante. Sacudió la cabeza y, sigilosamente, se aproximó a una de las aberturas.

Arrojó una piedra antes de entrar ella, era una especie de código de entrada, "bajad la guardia, soy yo".
Entró entonces.

- No dispares, John, soy Vi - dijo con un tono inusualmente suave, deseando ver cómo estaban las cosas y de paso ver quién diablos lloraba...

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16/08/2008, 21:55
John

John sacudió la cabeza una vez más, levantando el arma, nervioso nuevamente, cada vez más, mientas más hablaba la chica mucho menos parecía que saber hacer aquel hombre, levanta el arma, apuntando de nuevo a la que se hace llamar Karin, !CALLA!, ¡CALLATÉ DE UNA PUTA VEZ!

Se vuelve por unos instantes hacia Semanza, y la escena queda así, la joven chica, aterrorizada sobre el camastro, con el arma de John en su dirección, y la mirada de este último sobre el hombre negro que permanece en silencio, con aspecto calmado, y justo en ese momento, una piedra entra volando por una de las ventanas…el mercenario la mira, a punto de disparar, para luego reflejar en su rostro un profundo alivio cuando escucha las siguientes palabras.

No dispares, John, soy Vi, pronunciadas con una voz suave, y justo después de eso, una mujer entra por la puerta, unos treinta, rubia, pelo largo, ojos oscuros, vestida de manera militar, un rifle automático en su mano, sin apuntar a nada, también está empapada, pero no parece importarle demasiado, y tiene un corte en el pecho, del que sangra ligeramente.

Por fin dice John si distraerse.

Notas de juego

Ya postear normal

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18/08/2008, 09:45
Victoria Kreuk

Victoria entra, jadeando y con mala cara, se diría que algo apenada incluso.

- Se los han cargado a todos... Ha habido una emboscada en un claro, hay que abrirse rapidito... ¿Ese es nuestro negro...? - miró a Obed, ceñuda como siempre, luego a Karin, el origen de los sollozos - ¿Y ésta...? No me da la pinta de que te la hayas encontrado por aquí...

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18/08/2008, 10:06
John

¿Qué coño es eso de que se los han cargado a todos? pregunta sorprendido el mercenario, No me jodas , ese parece el único gesto de dolor por la gente que probablemente conocía desde hace bastante tiempo, seguramente ellos hubieran sentido lo mismo por él.

Si, este es el negro, Semanza, se ha portado bien, luego agria el gesto al mirar a la llorosa chica blanca, No se quien cojones es esta ni de donde coño ha salido, cuenta una historia un poco rara se vuelve hacia la recién llegada, Dice que apareció de la nada, y este dice que no hay huellas alrededor de donde se encontraba tirada, pero no me fio, si quieres voy a echar un vistazo, luego se fija en la herida que luce en el estomago.

¿Te encuentras en condiciones? dice con objetividad, parece molesto con lo que has insinuado con respecto a la chica, así que insiste, Seguramente se habrá escapdo de algún cazador

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18/08/2008, 11:20
Victoria Kreuk

- Pues justo eso, joder: Todos muertos - le aclara a su compañero, bajando el arma pero sin soltar la posición de gatillo, acercándose a Karin con paso rápido y decidido - Estoy en mi puto mejor día, ¿porqué crees que he sobrevivido? - siempre orgullosa, la Reina de África. Coge del pelo a Karin y le pone el cañón del rifle debajo de la mandíbula - Quiero que la próxima vez que te salga esa vocecilla de mierda sea para decir de dónde vienes, ¿eh? Un berridito de puta más... Y te hago una mandíbula nueva, ¿entiendes? - arqueó las cejas mirándola a los ojos - Ahora voy a contar hasta tres... Cuando termine, me vas a decir exáctamente de dónde sales... Bien: Uno... dos... TRES.

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18/08/2008, 15:06
Obed Semanza

Somos carne de cañón. Los dos. Y nuestra vida vale tanto como el tiempo que se tarda en apretar un gatillo.

Soy consciente de ello. Sé también que cualquier cosa que diga es perjudicial para mí, que no conozco a la muchacha, que probablemente ella miraría hacia otro lado si estuviese en mi lugar: tres blancos bajo el mismo techo en mitad de África. ¿Se puede esperar algo bueno de aquello?.

Sin embargo, aquel "nuestro negro" me recuerda a Padre, a Laurent...a todo lo que me inculcaron: a lo único que nunca podemos olvidar. Yo elegí perder mi libertad, pero no el orgullo.

Esto va a retrasarte...y los que mataron a los otros pueden estar cerca.- digo seco, conciso, contundente,...grave, adelantándome a la respuesta de esa chica herida, sollozante, muy posiblemente presa de los delirios de alguna droga. Es lo bueno de hablar poco: cuando lo haces, los demás escuchan.

Cargaré con ella.- me ofrezco, vencido finalmente por la curiosidad.

O tal vez por la compasión.

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18/08/2008, 18:57
Karin Salzgeber

“””El secuestro con Annek tenían que servir para algo.
Desde - “¿por las buenas o por las malas?, ¿como quieres que salgamos de aquí?”- hasta –“¿tanto miedo te da morir?, ¿tanto miedo te da el dolor?, ¿tanto miedo te doy yo?, es lo que se merecían por intentar salvar a una cobarde… “ , pasando por un interrogatorio con tortura.
CASI acostumbrada.
Estarme muy quieta y decir la verdad, eso fue lo que me dio tiempo a aprender de ella. Ojalá me hubiese enseñado a disparar, eso que tanto miedo me daba, a mentir cuando estoy aterrada, a enfrentarme a estos desalmados. Pero no pudo ser, es evidente que no soy una amenaza, siempre lo han sabido todos, por eso me tratan así.””””

Cierro la boca en cuanto el hombre me grita. Haré todo lo que me digáis, ya lo creo que sí. Una distracción de este horror que sólo dura uos instantes de conversación entre ellos, ya que la proximidad de la nueva mujer me pone alerta. Cuando se acerca a mí, me quedo paralizada y tensa, con el pulso acelerado por su fiereza al encañonarme. No siento el pelo, sólo estoy pendiente de cada una de sus palabras con mirada aterrorizada y sin parpadear, ojos todavía anegados de lágrimas. Escucho la voz de un rostro que no me atrevo a mirar, pendiente únicamente de la mirada de la mujer. Lo primero es responder.

-De Viena. Le juro que es la verdad.- Lo segundo es rezar para que sepa que no le miento y lo tercero… suplicar de nuevo, todo lo que sea necesario, con voz entrecortada. -Por favor… por favor... no me mate….- Karin, piensa, la opción que descarté de primeras cobra fuerza, ¿De que me va a servir aguantar el dolor del estómago si me van a matar? Aún con la cara llena de barro y con surcos en el mismo, por las lágrimas que siguen deslizándose.

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19/08/2008, 16:56
Victoria Kreuk

- ¡Hostia, de Viena...! ¿Has oído, John? ¡Es tan chistoso como si me dice que ha salido del coño de su reputa madre...! - Victoria coge de la mandíbula a Karin apretándole las mejillas y le mete el cañón del rifle, dispuesta a pedirle que vaya hacia la luz, pero las palabras de Obed...

Mierda... ¿Qué estoy haciendo? Si me recuerdan al poster de Anne Geddes que tengo en el salón...

(...)

¿¡QUÉ!?

Arruga la nariz incrédula de sí misma. ¿¡Qué poster de Anne Geddes ni qué cojones!? ¿¡Quién es esa, para empezar!? Mientras se da el diálogo en su mente, el cañón sigue en la boca de Karin y el dedo en el gatillo, aunque por un instante, la mirada de la guerrillera se ha vuelto un remanso de compasión y pena... No ha durado mucho.
Le saca el cañón y la coge del brazo clavándole las puntas de los dedos, arrojándola hacia Obed.

- Vale, negro... Me has conmovido - ¿qué cojones de palabra acabo de decir? - . Convencido. Quería decir convencido, ¿¡vale!? ¡Como me mires así te pego un tiro, me cago en la puta! - le espeta a John - Andando.

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20/08/2008, 09:51
Karin Salzgeber

Y ahora es cuando me matan. Sollozando desesperada cuando me obliga a abrir los labios, sintiendo un terror indescriptible mientras el metal invade mi boca y el pánico mi alma. A veces decir la verdad no sirve de nada.

Cierro los ojos. Se acabó, Karin. Mamá, Papá, Thomas y Josef, demasiadas pocas personas queridas de las que despedirme… curioso pensamiento para un momento así.

La imagen de su mano en el gatillo no se aparta de mí. ¡NO! Voy a usarlo. Pero, ¿Y si me la llevo como a Raiza? Ahora si que no hay más opciones. QUIE…la liberación de la garganta me desconcentra, abro los ojos sorprendida, encontrando la última mirada que me podría esperar de una mujer como ésta. ¿Q…?

Me tambaleo mientras cruzo la choza tras la sacudida, cayendo con las manos apoyadas en el pecho del hombre que la ha convencido. Temblando sin poder controlarlo, arrugo su camisa al apretar las manos para no caerme, Cara desencajada y respiración descontrolada, lo miro a los ojos, con un azul apagado.

¡¡QUE DIOS TE BENDIGA!!

Aprieto un poco más para estabilizarme, ni la voz ni las piernas me responden.