Partida Rol por web

- Yo una vez me leí un libro. Intervino Garrafa. -Puff, vaya rollo. ¿Cómo se llamaba?. Es el libro preferido de los chinos...¡Ah!, ya me acuerdo, "páginas amarillas". Del autor no me acuerdo pero del final sí. Era lo único bueno.

Seguro que lo escribio algun tocayo mio

Lo digo entre risas

—No fardo de títulos, me defiendo de cuando dices que hay que emplear la inteligencia. Si no la hubiese empleado, seguramente no estaría aquí —contesto a Anónimo, para añadir—. Y me alegro que la silla no sea un impedimento, pero si ya tienes una, ¿por qué crear otra si no es necesario? Yo también podría crear mi propio explosivo plástico... Pero sería una pérdida de tiempo teniendo el mío creado.

—De todas formas, yo no tengo ningún impedimento en participar, pero las excusas no se demuestran con palabras, sino con hechos. Si de verdad están arrepentidos en el trato que nos han brindado, supongo que no habrá problemas en devolvernos nuestros objetos.

Se demuestra o se defiende en su uso, asi que ya veremos si eres inteligente o solo te aprendiste unos libros.

Respecto a los objetos... Ellos veran. Yo, esta vez, busco el reto. Es mas, el dinero, lo donare a "nuestro" laboratorio y biblioteca, yo no lo quiero. Lo que si me gustaria, seria aprender mucho y acabar cuanto antes. Que hay mucho Por decubrir, la vida es corta y ahora yo estoy quieto

La decisión de la mujer impactó a Silvestre. Realmente, tras lo sucedido, necesitaba descargar algo de adrenalina y la misión le iba cual anillo en dedo. Pero sin sus cosas y solo llevando un fusil se sentía algo inseguro. - ¿De verdad que solo tenemos un fusil? Ahí fuera está lleno de Fanhunters que, seguramente, quieren nuestras cabezas. Aún así, necesito algo de diversión y sangre. - dice algo preocupado. - Acepto. Espero que cuando acabemos nos devolváis lo que es nuestro. - Para poder cargarme algún payaso, piensa.

Belit, levanta la vista al oir los cambios de opinión, y mirandoles, hace recuento.  - Asi que tenemos dentro, a Quique Ris, a Silvestre Estacone, y a Anonimo.... Pero, qué hay de los demás? Cambiais de opinión, o preferíis marcharos, Garrafa Napal y McAuto?- pregunta tratando de convencerles con que tres de sus compañeros ya están dentro.

En cuanto a las armas, es muy sencillo. El trato es que no podéis usar vuestro armamento. Necesitamos que uséis las que nosotros os proporcionamos. Si queréis dos fusiles, solo tenéis que decirlo. No tenemos ningún interés en quedarnos vuestras armas. Tan sólo que uséis lo que se os da. Por eso, os pedimos que las dejéis aquí.

Y sobre el arrepentimiento... no nos pasemos, hemos obrado mal, y nos hemos disculpado... pero no vamos a arrodillarnos a suplicar un perdón. Deberíais sentiros privilegiados de trabajar para la Resistencia.  - Se queda pensativa unos segundos y después añade - O nos hemos equivocado y sois unos topos de Alejo? - En cuanto Rid escucha la pregunta sobre Alejo, se vuelve, y se planta en la puerta bloqueándola de brazos cruzados y marcando músculos. Ahora sí que acojona un poco aun estando sentaditos.

—Un momento... —digo ante el comentario de la mujer—. ¿Desde cuándo Trucutrú Biolabs está con la Resistencia?

Aquí pasa algo raro. Mucho más que que me quitaran el C4.

Garrafa miró a la mujer diciéndole. - Pues claro que estoy dentro...en ningún momento he salido. Utilizaré vuestras armas. Con un fusil me basta. En ese momento formuló Mcauto una pregunta interesante y quería oir la respuesta.

La mujer aguarda las respuestas de ambos, y tras ellas explica la complicada situación.

El Gobierno nos ha contratado de modo eventual para realizar esta tarea. Es importante ponerle fin a este problema. Así que por unas horas el Gobierno ha acordado una tregua con la Resistencia. Debo reconocer, que la amenaza de la que nos ha hablado el Dr. Stein es importante, por ello hemos decidido aceptar la tregua. Aceptas tu, McAuto?

—Eso no explica porque Trucutrú Labs, fieles a Alejo, dicen que si somos topos de Alejo —contesto ante la confusa respuesta que me han dado.

—E, independientemente de con quién estéis, no aceptaré hasta que me devuelvan lo que es mío.

Las reglas son tajantes. O tu equipo, o la misión. Tus compañeros han aceptado. Tu decides lo que haces - Sentencia la mujer de modo inflexible

—Pues entonces, está decidido. Denme mis cosas e indíquemen dónde está la salida.

Rid, di que traigan el C4 de McAuto, y acompáñale a la salida, por favor -  El marine asiente con la cabeza, sale fuera y trayendo él mismo el explosivo plástico, te espera en la puerta de la sala.  - Vamos, te lo daré fuera, donde no puedas dañar a nadie... - le dice a McAuto.

Bien, los demás podéis ir a las taquillas de los pasillos y dejar ahí vuestras pertenencias. Os daremos el equipo y resolveremos las dudas que puedan quedaros. - Invita la mujer a los demás a ponerse en marcha. No hay tiempo que perder

Garrafa no tenía nada que dejar en las taquillas, a no ser que fuera la ropa, pero no iba a ir por ahí desnudo hasta que le tarjesen el equipo por lo que decidió esperar en la misma sala. - El día se pone interesante. La verdad es que odio hacer la compra y esto me alegrará el día.

Cuando me entregan mi querido C4 me lo guardo en la chaqueta, como el resto de mis cosas. Me despido de quien me acompaña a la salida cuando por fin estoy fuera.

Ahora estaba solo, pero no por ello menos preocupado. Un macute en las alcantarillas no era buena cosa. Todo el mundo sabe lo guarros que son los franceses, y mucho más los macutes.

Desde luego, un héroe de acción como yo, McAuto, no puede quedarse de brazos cruzados. Pero eso del acuerdo papal con la resistencia me olía mal, mucho más que cien macutes en un zulo de 2x2 en bicicletas estáticas.

Por ello, me dirijo al punto de la Resistencia más cercano. Quiero indagar un poco más en todo esto. Si tengo que ayudar, sin dudarlo un instante lo haré. Pero será al estilo de McAuto, no al de Trucutrú Biolabs.

- ¡Já! ¿Dejar qué en las taquillas? ¡Si vuestra pandilla de ridículos payasos me ha dejado sin nada! - ríe Silvestre contestando con todo de burla a la mujer. - Por mi ya me podéis dar el material y empezar de una vez. Cuanto antes se acabe esto antes recuperaré mis cosas y... - se calla de golpe. Podré matar a uno o dos payasos... piensa.

Me acerco con discrecion a la mujer y le susurro

Mis únicos enseres son kits medicos y de herramientas. Los cuales veo necesarios en caso de que alguno se vea lexionado, asi como mi silla sufre de algun problema tanto en la mecanica como en su electronica.

Si me otorga este derecho no se preocupe que quedara entre usted y yo

Al sentarse de nuevo en la silla notó algo que le molestaba. - ¿Pero, qué coño es esto?. Si tenía todo su equipo encima, vaya estúpido. Había estado discutiendo para que le diesen su equipo y el muy idiota lo llevaba encima. No tenía ningún tacto, vamos que no tenía tacto. ¿Donde habéis dicho que estaban las taquillas?, creo que tengo alguna cosilla que dejar. ¿Serán de esas que tienen llaves?. No quiero que me roben nada de lo que deje.