Partida Rol por web

Al ver a sus dos compañeros no pudo evitar un poco de decepción. ¿Dónde demonios se metía Hiroto? Tendría que arreglárselas con el imprevisible Sunauto. Al menos habían tardado poco en llegar. Aún así se ahorró los saludos.

- He vuelto a notar una presencia. -Dijo dejando claro que con Nadeshiko presente ya había sentido algo así cuando llegaron al molino.- Esta vez fue un brillo metálico en el tercer piso del molino.- Sunauto era el rastreador del grupo. Quizá él tuviera más suerte que ella.- Yo vigilaré los alrededores.- Sin más se fue montada en la hamaki a bordear el molino, con la esperanza de que quien fuera que estuviese allí escondido no hubiese aprovechado la pequeña distracción para escabullirse sin ser visto.

Otra vez esa presencia que no se muestra, de querer atacar, lo hubiera hecho ya, más con Oka sola, así que debía irse con cuidado,  Nade mira a su compañero.

- iré contigo, Sunauto, Oka-chan, te cuidado, por favor.. - se acerca a la entrada al molino, y prepara su arco, lista para atacar a lo que se mueva dentro.

- Oka, permanece atenta pero no te aventures en solitario. - le digo. Si ves algo avisa y acudiré rápido.

Luego centro mi atención en la preciosa cara de Nade.

- Venga preciosa. - comento mientras me pongo las garras. Vayamos a ver que se cuece ahí dentro.

Desde la entrada del molino pueden apreciar el primer piso. Este se encuentra principalmente ocupado por la gran rueda y buena parte de la maquinaria que hace funcionar la estructura. A primer vista no hay nadie en el...

Justo al lado derecho del marco de la puerta comienza una escalerita, apenas lo bastante ancha para una persona, que asciende circularmente pegada a los muros del molino, sin duda conduciendo a los pisos superiores donde se encuentran los engranajes y demas piezas del molino de viento.

Pero tras un examen algo mas detenido notan una segunda salida, una trampilla en el piso, casi frente a la puerta pero al otro lado de las ruedas. Esa debe bajar a donde se encuentra lo que hace funcionar la parte de agua...

¿Por donde continuar?

La situación se estaba volviendo de lo más frustrante. La desaparición de su clon dejaba patente que había alguien en la aldea con intenciones poco amigables. La frente de Hiroto se crispó ante el insoportable silencio que reinaba en el lugar aun a sabiendas de que alguien rondaba por los alrededores. 

Decidido a no dejarles actuar a sus anchas, el shinobi decidió realizar él mismo una ronda de vigilancia. Tratando de hacer tan poco ruido como el o los acechantes, Hiroto bajó de su puesto de guardia y se aventuró hacia el centro de la aldea para tener una mejor posición pero sin perder de vista el refugio.

Al centro de la aldea se alza la casita donde rescataran al hombre con su hija. Justo detrás, encerrada con otras dos, se halla una placita, la cual muestra enormes daños.

Estos no solo los escombros de las casas caídas a los lados, sino que la misma plaza ha sufrido el efecto del fuego, y una cosa de la que ahora te percatas mejor, una gran grieta en el suelo., como si un pozo se hubiera desmoronado, o la tierra mismo hubiera sido removida…

Bien vista, da un aire amenazante, incluso algo mayor que el resto de las ruinas, tal vez por su desnudez. No ayuda en nada la extraña y antigua estatua demoniaca que la preside, como un monstruoso señor de piedra gozando de la vista sobre la destrucción. Pero no ves otros rastros que llamen tu atención......

Hago una señal a Nade para que permenezca quieta y en silencio vigilando el interior desde el marco de la puerta mientras me señalo a mi mismo y luego hacia arriba para indicar que voy a subir a investigar el piso superior.

- Espero que no haya nadie apuntando con un arco cuando asome la cabeza. - pienso mientras empiezo a subir las escaleras. Y que nadie aparezca por la trampilla y haga daño a Nade. - prosigo pensando. Pues le arrancaré las entrañas y se las comerá crudas mientras la vida se le escapa lentamente.

Nade asintió al gesto de su compañero, sin dejar de tensar su arco, con la fecha puesta de manera segura en su arco, lista para acabar con quién sea. Se quedó en silencio, e intento afinar sus oídos por si escuchaba algo, acercándose lentamente a la trampilla.

Sunauto comienza a subir con la agilidad digna… de un cerdo preñado. Los escalones rechinan y rompen con sus sonidos el silencio del lugar, e incluso Nadeshiko se sorprende por semejante descuido.

Si hay alguien arriba seguro ya sabe que van, pero ahora lo ha localizado plenamente. Y en verdad es un buen lugar para tender una emboscada. La escalera traza un arco ascendente en torno a la estructura, de modo que la parte superior la domina totalmente, mientras que quien sube debe forzar la cabeza para ver arriba y mucho peor apuntar o esquivar debido a la estrechez del lugar.

Pero al menos, el felino shinobi logra detectar un fino alambre de metal, cruzado en la escalera a la altura correcta para engancharse en su pecho o cuello. Si hubiese simplemente subido aprisa, se lo hubiese chocado y quedado indefenso. A menos…

A menos que justamente desearan que lo viera, asi se detenía a quitarlo...

Nadeshiko se queda en la puerta del molino con el arco preparado, mientras Sunauto desaparece dentro, sin duda con intención de revisarlo. Esto significa que la kunoichi medico es vuestro lazo ahora.

Al mirar al otro lado del molino, ves la gran rueda que mueve el sistema por agua. Notas que no entra directamente a la torre, sino que se va abajo. Al parecer hay un sótano o piso subterráneo, además de los tres por encima.

Junto a esto ves también un curioso pasillo de madera que se encuentra casi al ras del rio. Hay bancos en él. Un lugar de descanso o pesca quizás. Por lo que parece, va a todo lo largo de la ribera por un buen trecho, oculto de la vista desde arriba. Un par de pequeñas escaleras dan acceso a él. ¿Habrá otro muelle oculto ahí abajo acaso?

La kunoichio descendió de un salto de la enorme hamaki y le susurró unas órdenes, sencilals pero claras.

- Ve con Nadeshiko y ayúdala en lo que precise.- La ninja médico tenia las fuerzas agotada ya. No es que Okazaki estuviese mucho mejor, pero al menos algo podría hacer. Le llamó la atención el sendero hecho de madera junto al molino, a lo largo de la orilla del río. Desde las alturas quedaba oculto. Le picó la curiosidad así que se dirigió hacia él, lo más sigilosamente posible.

La hamaki ¿asiente? Bueno, al menos obedece, moviendo su mole hacia donde esta Nade y dejándote a solas para explorar aquel pasillito.

Una vez descendidos los pocos escalones ves que realmente es un lugar algo más largo. Tal como pareciera, hay bancas en el mismo, aunque a diferencia de los otros muellecitos no se aprecian botes a primera vista. Discurre junto a la gran rueda y la pasa, manteniéndose sobre el agua gracias a ingeniosos flotadores de madera.

Puedes apreciar una puerta por debajo del mecanismo, que entra directamente al subsuelo debajo del molino.

Hiroto avanzaba silencioso y atento pero, a pesar de sus esfuerzos, no parecía encontrar ningún indicio que explicase la desaparición de su clon. Todo lo que pudo hacer fue contemplar con más detalle la plaza del pueblo. La destrucción que asoló el lugar tenía, de alguna manera que no sabría explicar, su epicentro en aquel punto. 

Reparó por primera vez en la demoníaca estatua que dominaba la plaza y entonces se fijo en un detalle que se les paso por alto al explorar la aldea. El suelo parecía haberse desmoronado o bien a causa del ataque o bien por otro motivo más siniestro... Hiroto se acercó con sumo cuidado y sin dejar de poner sus sentidos en alerta máxima.

Al ver la pequeña puerta que daba al subsuelo del molino y, habiendo visto que Sunauto se dirigía al sótano, Okazaki se mantuvo escondida, pendiente de que nadie huyera por esa puerta. Sacó una de las agujas que tanto le gustaba usar y la untó en un frasquito de veneno paralizante que tenía.

Sigo con la mirada el alambre para localizar los extremos del cable.

- Veamos que tenemos aquí. - pienso mientras localizo los extremos para ver que tipo de trampa es y comprobar si se puede desactivar fácilmente o no pues no me gustaría quedarme sin cuello tan rápidamente.

Realmente no es una trampa que ataña dificultad. Se le enseña a cualquier niño en la academia, ya que es barata, rápida de montar y no obstante peligrosa si no se va con cuidado.

Solo se trata de un alambre fino y duro colocado a altura media-alta. Tropezarse con él puede ser desde doloroso hasta fatal, según lo rápido que se lo choque uno, por lo que resulta ideal para dejar en el camino de un perseguidor ansioso. También cortarlo a la apurada  puede ser incomodo, puesto que la tensión lo volverá un látigo. Por el contrario, sujetarlo y romperlo o desatarlo con cuidado no debería tomar más que unos momentos y lo desarma inofensivamente. 

Pero el tiempo corre y desde arriba te pueden estar observando...

Mientras Sunauto decide cómo proceder, Nadeshiko escucha un ligero ruidito. Pero no viene de arriba, donde investiga su compañero… sino de la trampilla en el suelo.

Sujeto firmemente el hilo y lo corto rápidamente, pues no tenía tiempo que perder, tras lo cual lo suelto apartándolo de la escalera para no resbalar con el mismo.

Al llegar a la parte donde mi cabeza asomaría por el suelo saco la misma de forma fugaz para ver si hay alguien por allí arriba, o por lo menos si hay alguien a la vista.
 

El pozo es profundo y oscuro. A simple vista no se aprecia el fondo.

Contrario a lo que pareciera por fuera, por dentro es bastante liso y vertical, un cuadro de unos 3 por 3 metros. Lo que se alcanza a ver de las paredes, están empedradas con sólidos cantos.

Quizás fuera un pozo artesiano, aunque no se ven restos de lo que debería ser el aljibe en sí. Claro que bien pueden confundirse entre los escombros de las casas vecinas. En todo caso, no puedes apreciar mucho más desde fuera.

¿Valdrá la pena investigarlo mientras regresan los otros? ¿O quizás mejor terminar de dar una ronda por el poblado y volver con los ahora indefensos sobrevivientes?

No se oye casi ruido desde la puerta, salvo el suave crujir de los maderos y piedras que forman el sistema del molino. Aunque eso solo basta para enmascarar cualquier ruido de pasos… y más si se trata de tu compañero.

En todo caso, hay que esperar. De momento ni la hamaki ni ellos han dado una señal de alarma… aunque estas bastante segura que el molino no se encuentra deshabitado. Lo cual significa que quien sea que este aquí, aun no lo encuentran…