Partida Rol por web

El descubrimiento de aquel pozo resultaba un tanto inquietante. Aunque por culpa de toda la destrucción que había azotado a la aldea no sabía si aquel túnel era algo que ya formaba parte de la plaza o era algo que descansaba debajo de ella... Realmente no sabría decirlo. El irregular y caótico exterior impedía una clara percepción de la situación. Pero sin duda era algo que no debían pasar por alto así como así.

Hiroto contempló durante unos segundos el oscuro fondo del pozo sin muchas esperanzas de averiguar mucho más que lo evidente. Además, nada de eso justificaba la desaparición de su clon. Al menos no directamente. Fuera quien fuese el que acabó con su copia todavía debía andar por ahí. Y tampoco podía desatender a los aldeanos así como así. De modo que se apresuró a continuar con la ronda con la esperanza de cazar a aquel escurridizo intruso.

Okazaki seguía esperando, inmóvil como una roca. Tenía la suficiente fuerza de voluntar para no moverse ni para llenar sus pulmones de aire. La tensión atenazaba sus músculos mientras pensaba en lo escurridizo que estaba resultando esa extraña presencia que había detectado.

Tras abandonar la plaza y dirigirte al norte en silencio, pasas de nuevo por el punto donde empezaran a revisar el poblado. Aquí se encontraron a los primeros supervivientes…

De inmediato notas algo diferente.

El suelo al costado del granero esta tapizado de dorados granos. Hay un hueco en la pared, que no estaba antes. Por el mismo se derrama el contenido de incontables bolsas rotas, en una suave cascada que poco a poco va ganando la calle.

¿Cómo paso eso? Quizás mientras trabajabas en el carro, porque nada se oyó luego. Y no es un hueco pequeño, sino un gran trozo de pared desmoronado, de unos 2x2 metros… 

La parte superior no es el final del molino. De hecho solo es el segundo piso.

Allí puedes apreciar el aparato de ruedas y engranes que hace girar las grandes aspas exteriores y conduce su fuerza hacia abajo. Ventanas distribuidas estratégicamente permiten una buena iluminación durante todo el día, al mismo tiempo que hacen de este nivel un gran lugar para vigilar los alrededores.

El vistazo rápido no te revela a nadie. No obstante, la escalera continúa, girando pegada a la pared en un arco que te aleja de la vista y alcance de Nadeshiko, para ascender al tercer nivel. ..

Hiroto se detuvo al ver el tremendo boquete en el granero. Sin duda aquel desperfecto no estaba allí cuando examinó el edificio al llegar a la aldea. Su ceño se frunció en un gesto de reflexión sobre cómo podría haber ocurrido eso y no pudo evitar ponerse en alerta constante ante el peligro que suponía. 

Miró a su alrededor con atención antes de acercarse con cuidado hasta el agujero. Quizás observando desde más cerca podría averiguar la causa de tal destrucción y quizás un rastro del culpable. Una sensación de intranquilidad invadía al shinobi mientras se disponía a averiguar todo lo posible. Sus compañeros todavía no regresaban, su clon había desaparecido y ahora esto... Un peligro rondaba este lugar y era el deber de Hiroto desvelarlo y enfrentarlo para proteger a los supervivientes.

Nade levanta una ceja, ¿desde cuando se había tan torpe Sunauto ? así que lo miró hacia arriba y lo asesinó con la mirada, mientrás estaba cerca de la trampilla, al parecer el chico había encontrado algo, que Oka no había visto, Nade era poco lo que podía ver, pero se da cuenta que Sunauto  se agacha, sin embargo los ruidos en la trampilla la hacen desviar su mirada, silbó suavemente para llamar la atención de Sunauto, y le indicó la trampilla, mientras se acercaba para abrirla de una vez por todas.

Resulta muy difícil determinar que causo esto. Los bordes del hueco se ven quemados y rotos… Una causa probable es simple y sencillamente que la pared se derrumbara por el daño del incendio, ya que le granero no ha quedado indemne. Resulta extraño que eso suceda justo ahora pero no es imposible.

Lo llamativo no obstante es que el grano no parece quemado o dañado. Y se ha desparramado en una zona bastante amplia a decir verdad. Pero no hay otras huellas, asi que todo queda en conjeturas…

Mientras revisas, Sunauto se hace cargo de la trampa y da un vistazo al siguiente nivel.. ¿Te acompañara o terminara primero lo que esta haciendo arriba?

- La escalera sigue hacia arriba. - le susurro al oido llegando hasta Nade. Déja, yo iré primero. - prosigo apoyando una mano en su hombro y apartándola suavemente de la trampilla.

- Mantén el arco preparado por si las moscas.

Todo aquello no tenía sentido. Hiroto pasó una mano sobre el contorno del agujero sin que ello le ayudase a esclarecer la aparición de tal desperfecto. La frustración comenzaba a reflejarse en el rostro del shinobi ante la incomprensible situación en la que se encontraba. Era evidente que en aquella aldea había alguien más. Incluso cabía la posibilidad de que aquel hueco tuviese relación con la desaparición de su clon...

En aquel momento, como un relámpago, una idea cruzó su mente invadiéndola de preocupación. No sabía si la aldea estaba en peligro pero la amenaza estaba latente. Así que Hiroto puso rumbo al refugio a toda prisa con la esperanza de que nada hubiese ocurrido. No se olvidaba de sus compañeros y de la demora de las dos kunoichi, pero aquellos supervivientes podían estar en peligro en aquel preciso instante.

La trampilla se abre rapidamente mientras el shinobi habla, y la hoja de un ninjato asoma.

-En un espacio cerrado no es prudente. Si el oponente esquiva o bloquea la flecha, el contraataque sera letal. +interviene la voz de una cabeza que asoma.

Su cabello purpura encabeza unas agradables facciones, pero lo mas llamativo es la bandana ninja... del clan de la hierba! Con una sonrisa suave, centra la mirada en la kunoichi medica.

-Cuanto tiempo, Nadeshiko.

El regreso es veloz, apenas unos saltos, antes que estes frente a la casa segura.

Para alivio tuyo, nada ha cambiado en la misma. Sigue con la apariencia tranquila. Y tras franquear la puerta ves que todo esta en orden, mientras los niños terminan de apilar cosas en la puerta, listos a subirlas al carro tan pronto lo indiquen.

Pero un resquemor corre por tu espalda. Esta muy claro que no estan solos en la aldea. Quien sea que todavia este rondando, no es un superviviente, eso es seguro.

- ¿Conoce a Nadeshiko? - me pregunto. No sé porqué pero ese tipo ya empieza a caerme mal.

- ¿Quien eres y que haces ahí abajo? - pregunto secamente.

Hiroto asintió con una sonrisa a los chicos que se afanaban por reunir los enseres que se llevarían al día siguiente tras dejar la aldea. -Buen trabajo, chicos.- Les dijo para tratar de animarlos dentro de lo posible. Su rostro trataba de transmitirles una tranquilidad que el propio shinobi no tenía en este momento. Había una preocupación que ocupaba un lugar prioritario en su mente. 

Una vez comprobado que todo seguía en orden dentro del refugio, Hiroto salió nuevamente para ocupar su puesto de vigilancia en sobre el tejado de la casa donde descansarían los supervivientes. Su mirada buscó en los alrededores de la aldea hasta posarse inconscientemente en el lugar hacia el que había partido Sunauto hace un rato... -¿Qué demonios está ocurriendo...?- Se preguntaba a si mismo en un susurro sin esperar respuesta alguna. Tras los últimos descubrimientos estaba claro que no podía abandonar la aldea, pero tampoco podía quedarse sin hacer nada si sus compañeros estaban en peligro. Confiaba en todos ellos pero, ¿y si el peligro que los esperaba allí a donde fueron era mucho mayor de lo esperado? No lo sabía. 

Nadeshiko ahogo un alarido cuando la contrapuerta se abrió y vio aparecer a una persona que no identificó del todo, sino hasta que habló, sí, tenía razón, si fallaba,  estaba perdida, pero siempre estaba la opción de defenderse con el arco, algún día le pondría filo a este para usarlo cuerpo a cuerpo, ya había superado esa negación a usar armas de este tipo.

- estas vivo, que alegría...- fue lo que logró expresar a modo de sorpresa, y la joven bajó el arco, para tenderle la mano para que pudiera salir - ¿están los otros bien?... - lo miraba a los ojos, sabía que él quizás estaba aún molesto con ella, pero no era el momento para mezquindades.

- él es Hamachi, es el Jonin a cargo del grupo, Sunauto -  le explica a su compañero.

Acepta la mano con una sonrisa leve y sale despacio. Es un joven algo más alto que la kunoichi, aunque no demasiado. Cuando se yergue fuera, puede verse que su pierna derecha esta vendada…

-Sí, estoy vivo… apenas. +responde con voz apagada+ Perdí a dos de mis genin en la lucha. Uno murió y el otro huyo en una dirección distinta. La tercera esta sobre vosotros.

Sonríe, alzando la vista. Por la trampilla al segundo piso, asoma la cabeza de una muchacha, aunque sus rasgos están tapados por la cerbatana con la que les apunta.

-Ya puedes dejarlo Valea. Son tus sempai… Baja aquí.

Mientras la chica le obedece, el vuelve a fijar los ojos en Nadeshiko, ignorando ostensiblemente a Sunauto…

-¿Dónde está el resto de su grupo? …

Al verlo herido, la joven kunoichi ahoga un gritito de susto, agachándose para ver su pierna lastimada.

- estas herido... déjame verte, por favor - lo pide, mirándolo hacia arriba, no se da cuenta que Hamachi ignora a Sunauto, para ella, lo importante es que estaba herido.

- están cerca, cuidando a los sobrevivientes... y vigilando, creímos que los que habían atacado estarían aún cerca, pero eran ustedes... - se pone de pie, y lo obliga a sentarse para poder atenderlo - cuéntanos que sucedió... pensé que habías ...- no puede terminar la frase, e inclina la cabeza, para  atender su herida, y ocultar la angustia que antes tuviera y la emoción de saberlo vivo.

Una leve sonrisa se dibuja en la cara de Hamachi ante ese deje de preocupacion personal de la kunoichi, pero a la vez detiene a Nadeshiko apoyando las manos en sus hombros.

-Tranquila. Valea ya lo atendió y puedo caminar. Respecto a lo otro, tienes más razón de la que piensas. El enemigo sigue por aquí... de hecho, estoy seguro que los espera.

Por un instante su mirada se ensombrece con pesar, pero enseguida se repone.

-Si hay sobrevivientes, lo mejor es que me lleves con ellos. Allí les contare todo lo ocurrido a todos y si quieres revisarme nuevamente está bien. ¿Quién es el líder de tu grupo?

El anuncio de que los esperaba confirmaba los temores de la joven médico, Nadeshiko mojó sus labios, pero no dijo nada,  sólo tomó la mano del ninja y lo hizo sentarse, para poder ver mejor su herida, aunque no dudaba que la joven que lo acompañaba hubiera podido tenderlo, ella debía cerciorarse de que así había sido, después de todo, era su labor.

- Hiroto Aizawa está a cargo  de la misión, también nos acompaña Okazaki-san - Nadeshiko apretó sus labios - Sunauto-san por favor, ve con Oka-san, no ha vuelto y no puedo escuchar a su cigarra - le pide a su compañero, mientras se agacha para ver la herida de Hamachi.

La herida es profunda, y extensa a juzgar por la mancha de sangre en las telas. Pero ha sido vendada con fuerza y parece estar contenida, aunque lejos de estar sanada. Es bastante sorprendente que Hamachi siga en pie, de todos modos. Pero antes de continuar, este aparta a Nadeshiko, como incomodo de ser revisado tanto.

-Entonces vamos. Tengo que hablar con Hiroto cuanto antes. Todos debemos salir de esta aldea… tan pronto como sea posible.

Okazaki esperaba detrás, y ve salir a Sunauto en su búsqueda. La cigarra está ahí mismo, en el jardín, aguardando para ayudar pero incapacitada por su tamaño para entrar en el molino. Este la invita a reagruparse…

Nadeshiko sale acompañada con dos personas más. Uno es un joven algo mayor que ella, y la otra una muchacha de unos 14 o 15 años. El joven parece herido en la pierna, pero no es eso lo más llamativo, sino la bandana del clan de la hierba. Es uno de ustedes! Este se presenta como Hamachi, el jonin a cargo del grupo anterior, y la niña es Valea, una de sus genin. Esto resuelve el misterio de quien los vigilaba…

Ya juntos todos, no hay más que hacer en el molino, por lo que regresan al poblado…

Hiroto ya se empezaba a cansar de esperar en tensa vigilia, cuando finalmente escucha la cigarra de nuevo. Sale afuera a recibir el grupo que regresa. Pero los números han aumentado. Ahora hay un par de añadidos, sobrevivientes del grupo ninja que estaba en la aldea!