Partida Rol por web

-De acuerdo. +acepta la kunoichi medica, decantándose por la opción de ir lo mas rápido posible a por Sunauto y Hiroto.+ No hagas tonterías. Estaran aqui enseguida.

Luego que empieza a correr por el campo hacia la aldea, Okazaki se queda sola, con la hamaki a su lado. ¿Cuánto tiempo le queda a la invocación? Si se le agota el Chakra antes que los otros regresen…

El insecto gigante nada puede decir al respecto, pero sus ojos se mueven a los lados, buscando cualquier amenaza, mientras el rugido bajo y profundo de su vientre armoniza con los latidos del corazón de la kunoichi.

La hamaki voló hacia el molino, el cual está bastante lejos de la aldea en sí, a un kilómetro o más, separado de la misma por grandes campos de trigo. Estos no han sido tocados por las llamas, y las cargadas espigas se mecen con la brisa, ignorantes que las manos laboriosas responsables de su plantación ahora yacen inermes en su gran mayoría, sepultados bajo escombros o entre las llamas, o en las arboledas que rodean la aldea, pudriéndose.

Y sin pistas, solo sospechas de que el enemigo quizás no haya abandonado del todo el lugar, la posibilidad de que ustedes se unan a ellas no es remota. ¿Acaso serán Okazaki y Nadeshiko las primeras?

Mas mientras corres ves una figura aproximandose en tu direccion, tambien a toda prisa... Es Nadeshiko!

Esta tambien divisa a Sunauto cuando solo han pasado un par de minutos que abandonara al molino, encontrandose ambos a mitad de camino, entre los campos......

Sunauto desaparece hacia el oeste rápidamente, entre los campos de grano, dejándote a solas con el carro.

Adentro de la casa a tus espaldas 6 vidas más que ahora solo dependen de ti para su protección.

Una brisa fresca recorre las cenizas, moviéndose entre los rescoldos humeantes. Trayendo el olor de la carne quemada y los cadáveres en descomposición atrapados bajo las ruinas, esperando alguna oportunidad de ser enterrados. O vengados.

El escalofrió se hace presente levemente por tu espalda, involuntario. Sera mejor que regresen pronto. ¿Qué harás entretanto? 

Hiroto mantenía una expresión seria y preocupada mientras Sunauto se alejaba hasta perderse de vista. No podía evitar pensar en el motivo por el que Nade y Oka todavía no habían regresado... Tan solo esperaba que estuviesen bien y que sea lo que les haya retrasado no fuese más que un contratiempo. 

Sacudió la cabeza para centrarse en la misión. Sunauto ya estaba en camino para ayudar a sus compañeras si era necesario y ahora él debía encargarse de la protección de los aldeanos supervivientes. De modo que regresó hasta donde la anciana Lyoba. -Estaré por aquí cerca vigilando. Ustedes deberían descansar y reponer fuerzas para partir mañana cuanto antes.- Le informó a la señora tratando de aparentar más tranquilidad de la que en realidad sentía. Todavía existía la posibilidad de que alguno de los atacantes estuviese o bien en la aldea o bien oculto entre los aldeanos... Pero Hiroto sabía que no debía compartir esas sospechas con ninguno de los allí presentes.

Una vez habló con la anciana, Hiroto esperó a que volviese junto al resto de supervivientes. Realizó rápidos y precisos sellos con sus manos. -Bunshin no Jutsu.- Susurró. Dos copias idénticas de Hiroto aparecieron. -Quédate por aquí vigilando, pero procura no llamar demasiado la atención. Casi como si no estuvieses.- Al otro clon le hizo una señal para que lo acompañase al exterior. Con un mínimo asentimiento en señal de comprensión, la copia de Hiroto enseguida se alejó para patrullar por un perímetro más amplio alrededor del refugio. Entonces, el propio Hiroto subió por la pared de la misma hasta el tejado del mismo para agazaparse y hacer de centinela desde lo alto del edificio.

Tras ver marcharse a Nadeshiko, Okazaki se subió de un salto a la grupa de la hamaki gigante. Todavía no se acostumbraba a la monstruosidad de su convocado aliado. Sobre ella se dispuso a patrullar la zona. Si l amisteriosa presencia se había metido en el molino no quería dejar que saliera. 

- Ojalá los otros lleguen pronto...aguanta.

Las copias no tienen voluntad propia, por lo que obedecen tus instrucciones sin cuestionarlas, a diferencia de lo que harian tus compañeros... Las dos desaparecen rapidamente de tu vista, una dentro de la casa, la otra moviendose por las callecitas de la aldea.

El silencio sin Nadeshiko y sola con la cigarra se vuelve mas intenso. La brisa retozando entre las ramas de los arbustos invoca ecos fantasmas... No se siente agradable.

Ojala no tarden mucho. A buen paso, deberian estar de vuelta en unos 10-15 minutos. 

Pero cada segundo se hace eterno cuando no se sabe que acecha, ni donde.

Al ver a Nadeshiko me da un vuelvo el corazón.

- Está viva. - pienso mientras acelero el paso para llegar hasta ella y abrazarla.

- Pequeña, me tenías preocupado. - le digo mientras la abrazaba. No vuelvas a darme un susto así.

De repente caigo en la cuenta de que falta Okazaki.

- Por cierto, ¿donde está Oka? - le pregunto preocupado...

Montada a lomos de la monstruosa hamaki, Okazaki observaba los alrededores del molino. ¿Realmente quería enfrentarse sola a su enemigo, si es que lo había?

¡Vamos Hiroto!No me dejes mucho tiempo sola.

La espera comienza a transcurrir. Por fortuna patrullar una aldea tan pequeña no es dificil, pero rapidamente pierdes de vista a tu clon entre las casas. 

Sopla el viento fresco de la tarde, resonando entre los arboles. Pero el silencio animal continua. Ni un ave, ni siquiera insectos, animan la desolacion de las ruinas ahora. La mente puede abstraerse mucho en ese vacío.

Tras un rato no obstante, notas que el clon se esta tomando su tiempo...Ya deberia estar a la vista de nuevo.

Mientras miras los arbustos, por el rabillo del ojo te llega un aviso.

Es apenas nada, y llega desde el tercer piso del molino, justo al límite casi de tu vista.

Un resplandor metálico.

Solo se produce una vez, pero estas segura que surgió de esa ventana.

Iba a hablar, pero Sunauto se adelantó y pasó sus brazos por su cuerpo, Nadeshiko pudo gritar sólo por la sorpresa de ser abrazada por él, pero no lo hizo, de hecho se sintió muy bien entre sus brazos, Nade se apoyó en su pecho  y levantó el rostro hacia el moreno, estaba asustado realmente ¿qué había pasado?.

- estoy bien... no pasó nada - aún, le faltó decir - se quedó en unos molinos que vimos cerca,  bajamos para ver si había alguien, pero... no encontramos a nadie, pero Oka sintió que sí... y me dijo que los viniera a buscar, para investigar - se separó un poco de él, por el pudor que sentía por la misión, no era un día de campo para dos enamorados, aunque él ya le había robado unos deliciosos besos que deseaba repetir, pero su sentido del deber se lo impedía. .

- cambia esa cara - se cruzó de brazos - estoy bien... y vamos, ¿donde esta el jefe? - pregunta, mirando detrás de Sunauto , pero no vio a Aizawa, ella ahora parecía preocupada - ¿sucedió algo? - 

El brillo metálico no pasó desapercibido para la kunioichi. Otra vez esa presencia. Fuera lo que fuese lo que había percibido en el segundo piso de la casa del molino se había desplazado hacia el molino. No podía ser un superviviente sin más, un aldeano asustado. Tenía que ser un ninja, lo cual era preocupante para ella. Debía aguantar hasta que sus compañeros regresaran. Caminó a lomos de la hamaki pro los alrededores, buscando un objeto que le diera ocultación ante la posible vigilancia que le estuvieran haciendo. Cuando pasó por un parapeto realizó los sellos necesarios para crear un clon de sí misma y ella bajar de un salto de la hamaki, cubriéndose con su cuerpo.

La vigilancia se estaba convirtiendo en una espera excesivamente larga y exasperante. Hiroto contemplaba desde lo alto del edificio el poblado en ruinas mientras esperaba a que su clon regresase de la patrulla. Pero eso estaba tardando demasiado en ocurrir...

El semblante del shinobi refleja la preocupación que sentía por el desarrollo que estaba teniendo la situación. Todavía no tenía ninguna noticia de sus compañeros y su copia no había regresado. "Están aquí..." No pudo evitar pensar pues la única posibilidad de la demora es que haya sufrido alguna clase de daño. Hiroto desenvainó sus espadas lentamente y se agazapó tratando de aprovechar el tejado para ocultarse a la vez que agudiza sus sentidos para detectar cualquier amenaza inminente.

Tener a Nade entre mis brazos me reconfortaba mucho más de lo que jamás pensé que algo así pudiera hacer.

- No pasó nada. - le digo tranquilizándola apoyando una mano sobre su hombro. Hiroto se preocupó por que tardábais demasiado y me mandó a buscaros mientras él se quedaba en el pueblo por si pasaba algo.

- Vayamos a buscar a Oka y terminemos rápido con vuestra misión de reconocimiento.

La mano de Nade fue a la mejilla del chico, y la acarició, y sin pensarlo mucho, se empinó para besar sus labios, un tibio beso para calmarlo y calmarse ella, que ya pensaba que algo había pasado.

- sí, vamos, estoy preocupada, puede estar en peligro, además, necesitamos más personas para explorar el molino - se suelta de él, y comienza a correr hacia los molinos, mirando hacia atrás,  esperando que Sunauto  la siguiera. 

- Lástima que no podamos jugar al ratón y al gato. - pienso sonriendo cuando tras besarme sale corriendo en dirección a los molinos. Cuando podamos jugar lo haremos y cuando te pille el beso que te robé y el que tú me acabas de dar no serán nada en compañración a lo que pasará.

Luego sin decir nada salgo corriendo en pos de Nade. El tiempo apremia y cuanto antes estemos todos juntos mejor.

Mientras Okazaki estudia las posibilidades, un ruido de pasos apresurados llega a sus espaldas...

Son Sunauto y Nadeshiko.!

El momento basta para que pierda al objetivo de su interes, pero eso es lo de menos. Nadeshiko ha tardado apenas un par de minutos... mucho menos de lo esperado.

Por su parte la pareja encuentra a Okazaki en el mismo lugar donde la kunoichi medico la dejara, montada en la hamaki mientras vigila el molino.

Sunauto que los ve por primera vez puede notar que no es una zona muy compleja. Por un lado un molino torre de 3 pisos, que funciona con aire y con agua del rio aledaño. Por el otro una casa algo grande, de dos pisos, con un par de almacenes o talleres a los costados. Entremedio de las dos hay un jardin bastante limpio, salvo por arbustos ornamentales. Alli esta ahora Oka con su invocación, en alerta...

Toda la zona parece carecer de daños, pero no se ve a nadie salvo a su compañera estratega.

Nada.

Los segundos transcurren eternos, mientras el silencio de la aldea solo se escucha roto por los pasos dentro de la casa, las voces de los niños mientras revisan todo buscando útiles para el viaje…

De tu clon, ni noticias. Tampoco de tus compañeros.

La situación dista mucho de ser positiva.

¿Qué hacer ahora? Sin tus compañeros para apoyarte… Bien, es por esto que los shinobi trabajan en equipo. Pero ahora esa no es una opción disponible...