Partida Rol por web

- ¿D... dentro del consejo? - Any-Wan se sobresaltó al escuchar lo que dijo Miraka - ¿Estás segura de lo que dices?

Lo observo fijamente, mirando a ambos lados.

-Any...la puerta del consejo...que esta custodiada por los guardias...de allí sentí aquel poder...no se que puede estar ocurriendo...pero temo por el Maestro y por lo que pueda estar pasando...pero es de acceso restringido...y tuve que irme...-

Le susurro preocupada. El no comprender me ponía nerviosa.

Viendo los animos y que lo que se dijera no servía para nada en absoluto; en cuanto termino su comida se levanto con una ligera sonrisa en el rostro - yo me retiro ya, Maestro - le hizo una pequeña genuflexion y se despidió de sus compañeros con un asentimiento de cabeza - que la fuerza os acompañe - y dicho eso dejo la bandeja en su sitio y se marcho.

Any-Wan estuvo pensativo durante unos segundos, analizando la situación con la información que había aportado Miraka.

- Miraka, yo iré hacia allá y veré qué hacer. Tú coméntaselo al maestro Markus y a Aayla, ¿te parece bien? - veo cómo Tzadok se despide - Me parece que iré con Tzadok, si logro convencerle...

- Tzadok, espera... - dice Any-Wan, acercándose a él - Te acompaño un momento, si te parece bien

Pero, Miraka desea hablar contigo - le dijo mirandola de reojo

- He estado hablando con ella en privado hace un momento... - responde, mirando a Miraka un momento.

Sonrió - pues en marcha

 Tzadok y an-killer salen de la cantina, para dirigirse a los extrensos Pasillos de la academia Jedi.

Dejando a Aalya y Miraka solas, con el maestro Marcus.

Me acerco al maestro, mirándolo fijamente unos momentos. No sabia si debía contarle pero lo mejor seria hacerlo y ser directa.

-Maestro... Sentí una fuerza oscura salir de la sala del Consejo...y Any también la sintió en la academia...temo por la seguridad de mi Maestro Felron...-

Le digo preocupada y seria, pero en un susurro para que solo el lo oiga.

 -Tranquila Miraka, sabemos de la procedencia de esa fuerza oscura, una sith anda por nuestros pasillos, la trajeron los Clones. Seguramente la presentiste en el consejo pues estan pensando que hacer con ella, y ... - se queda pensativo un momento...--ahora mismo, la trasladan a los calabozos de la academia.

El Maestro Marcus sonrie, pues sabia de las ultimas palabras...podian llegar a algo que a Miraka no le gustaria.

-Tranquila, Felron es fuerte, y sabio. Que en otro tiempo fuese Sith no quiere decir que.... - su larga lengua le habia traicionado, y se queda callado con una mano en la boca. Mirando a ambas chicas.

Me quedo sin habla cuando dice eso. ¿El maestro...un...sith? No podía creerlo. Eso tenia que ser una broma de muy mal gusto. Tenia que serlo. Pero por su expresión sabia que no mentía. Respiro muy levemente. Un remolino de emociones se movía en mi interior.

Todo lo que habíamos hablado en los jardines aquella noche que estaba preocupado. Me sentía una niña que había sido engañada. Y esa sensación era dolorosa. No quería pensar en ello. ¿Como iba a mirarlo a la cara ahora que lo sabia? Seguía siendo mi maestro, y seguramente iba a seguir siéndolo. Pero... ¿como confiar tan ciegamente en el sabiendo esto? Ya lo había dejado, pero muchas cosas quedaban enterradas en lo profundo de nuestros corazones, aguardando como una bestia hasta liberarse nuevamente.

Les hago una leve reverencia. No podía permanecer mas allí. No podría seguir ocultando mi confusión tras la calma con la que actuaba todos los días. Me doy media vuelta, y salgo de la cantina con paso algo tambaleante. Seria mejor irme a mi cuarto e intentar relajarme para pensar con mas claridad.

Aayla abre los ojos como platos al oír el comentario de Miraka. ¿Por qué ella no había sentido nada? Se levanta de su asiento reprimiendo su ira y mira fijamente a Miraka mientras se marcha. Se despide del Maestro Marcus con un gesto y se apresura a seguir a Miraka en el camino a sus dependencias.

Aún estando a cierta distancia, le pregunta, a su espalda. ¿Qué es lo que has notado?

Respiro profundo, para contener las lagrimas que luchaban por salir de mi interior. Pasándome la mano por el rostro para limpiarlas antes de mirar de reojo a mi compañera.

-Una presencia oscura en la academia, que venia de la sala del consejo... No se que era, no pude entrar...y Any también la noto...ahora el y Tzadok están investigando...-

Aun mirándola de reojo le respondo. No me sentía con ánimos de quedarme a tener una charla. Aguardo unos momentos mas por si tiene algo que preguntarme, antes de ir en dirección a mi cuarto.

 Miraka tras su trasposicion ante lo descubierto de Felron y tras contestar a Aayla se dirige fuera del lugar. Y en los pasillos se encuentra con Tzadok y Any, que corrian a algun lugar, no sabia la padawan donde exactamente, ¿quizas seria mejor seguirles?

Por el contrario Aalya se queda con el maestro Marcus, que se habia quedado extrañamente callado. Sus pojos no se separaban de su copa, y sus dientes mordiean suavemente el labio inferior, sin legar a producir herida, sabia que habia metido la pata, y no se lo perdonarian.

No debio decirles aquello de su maestro, ¿Que respeto tendrian ahora por él?

Aalya mira fijamente al maestro Marcus, esperando un comentario que ayudar a sacar alguna conclusión. Parpadea un par de veces, apoyada contra la pared, mientras oye a Miraka alejarse.

 -Emmm...si quieres preguntar algo..se que lo que dije es algo fuerte...pero si tienes algo que quieras saber puedes preguntarmelo

El maestro Marcus te miraba ago indeciso, sabia que habia meido la pata hasta el fondo, pero si ahora hecho aquello debia apechugar con las consecuencias.

Aayla se sienta en una silla cercana, formando un término de intimidad. Bueno, ¿algo que quiera saber? Maestro, quiero saberlo todo. Y lo primero, ¿cómo es que él mismo no nos dijo eso?

Enredó los dedos de su mano, nerviosa. Apenas podía creérselo, sonaba más a acusación... ¿tendría el Marestro Marcus envidia del Maestro Felron? No podía ser...

Bien jovencita, aposentate bien, pues esta historia tiene miucho donde contar.

El Maestro Marcus se prepara para contar cada detalle de aquel suceso.

-Hará ya unos 37 años, en un pequeño planeta del borde exterior, nació un joven el cual nmbraron Felron. Un chico normal y corriente, de buenas notas en su colegio, de buena posicion social. Al tener él 7 años, su madre volvió a dar a luz, a un ser, tan oscuro arrogante y malvado que era capaz de llevar a cualquiera a cometer las mas malvadas acciones que jamas puedieras imaginar. Su nombre era Niaet. En un principio, era un bebe normal y corriente, pero ellos, Mandalorianos, a la edad de 10 años comenzaban su instruccion. Tanto Felron como Niaet, eran bueos en su campo, la pelea. Y tenian algo que poco Mandalorianos podian llegar a tener, la Fuerza.

Ambos hermanos siguieron entrenandose, dia a dia, muy duro, para ser los mejores, jamas se separaban, eran el dia y la noche.

Hasta que un fatidico dia, los sith junto con su ejercito, iniciaron la exterminacion del borde exterior. El planeta de Felron y Niaet, fue llevado a las cenizas.

La perdida, el dolor, la confusion, llevaron al joven felron a la perdicion, pero Niaet....simplementefue la excusa perfecta para hacer todo cuanto se le antojara. ambos se cayeron al lado oscuro. ambos masacraron planetas, razas.

Niaet ahora es conocido como Darth Tremayne, y Felron...¿que decir de él. Traicionó a los sith, y aun lo sigue haciendo. Mandando a los sith la informacion que el consejo desea, y que el consejo reciba cada mota de la informacion sith, es una ventaja que tenemos a nuestro favor, pero pequeña, esto no debia saberlo nadie, pero has sido la unica que ha querido escuchar, enfrentarse al problema, es algo que te honra.

No juzgues a tu maestro por su fatidico pasado, ahora, es un sith renegado. Aunque sus camaradas oscuros aun no se hayan dado cuenta. Él es feliz, todos estos años os ha demostrado  su lealtad y se ha ganado vuestra confianza, ¿No crees que es un motivo para honrarle?

El Maestro Marcus sonrie. En realidad él tenia mucho respeto por Felon, sabia que se la estaba jugando por todos los jedis y eso era algo que le llegaba muy dentro.

La muchacha se levanta de un salto. ¡Pero maestro! ¿Cómo sabes que no es a nosotros, a los jedi, a quienes está traicionando? Se vuelve a sentar, procurando no dejar que la ira la dominara. Maestro, abandonó a esa niña. La abandonó y volvimos aquí cuando aún quedaba mucho por hacer allá. Quizás las decisiones que toma el Maestro Felron no son las mejores... para en consejo.

Le tiemblan un poco las manos y las oculta bajo la mesa. Al fin y al cabo, estaba poniendo en duda a su maestro... y eso era algo muy serio.