Partida Rol por web

8 de enero, 2018

Cuarta Noche del Sol de la Medianoche

-17°

11:12 hs

La Cábala decide ir directamente a la petrolífera, para ello, suben al vehículo y se dirigen hacia el puerto, las calles eran un verdadero caos, policías luchando contra aquellas criaturas, personas huyendo, sangre mezclada con la nieve, el impulso de bajar y defenderlos se acrecentaba con cada metro, pero sabían que, si no iban a detener el origen de todo aquello, probablemente sería imposible salvar a todos.

Llegando al puerto, no había señales de ninguna de aquellas criaturas, por lo que se vieron en la tarea de buscar en cada muelle la lancha de Kenneth, la que se encargaría de llevarlos hasta lo que era su próximo destino.

Allan contaba con la llave del vehículo, el cual tenía una pequeña pieza de plástico en ella con el nombre de Little Nial.

Tras poco tiempo, se topan con el mismo y se suben para dar marcha al vehiculo, dejando atrás gritos y caos total que a más de uno podría afectar en su cordura y en su sensibilidad.

La estructura petrolífera estaba relativamente cerca, se podía ver desde el puerto como una pequeña figura en el horizonte, pero a la par que se iban acercando, se notaba su tamaño inconmensurable, se trataba de todo un edificio flotante, con múltiples pisos, grúas de tamaño industrial, así como su propio muelle donde debían llegar para poder encallar la lancha.

Para acceder a la zona superior, se debían subir unos cinco pisos de andamios fortificados cuyo metal parecía inoxidable en comparación a los otros materiales implementados, ya que se notaban algas y moluscos que se habían adherido en los pilares que sostenían toda la infraestructura, pilares que eran usados por los hombres peces para treparlos con sus afiladas garras para alcanzar a los guardias de aquella Amalgama.

Alcanzado el lugar, se podía ver una grúa que servía para poder levantar cosas pesadas de los barcos que ahí llegaban, desde ahí se podían notar dos helipuertos vacíos, también se observaba el edificio central el cual albergaba unos seis pisos de infraestructura cuadrangular, de manera completamente inversa a los helipuertos, había una pista casi tan grande como un par de calles el cual albergaba paneles solares que servían como fuente alternativa de energía.

Allan sabía que había un elevador que los llevaría al laboratorio, el cual estaba albergado en el último piso del edificio.

En todo el rig, había cuerpos esparcidos de hombres peces y humanos miembros de la Amalgama que habían luchado para evitar mayores daños a su lugar de experimentos.

Fuera de eso, el camino estaba despejado ya que los guardias estaban más ocupados luchando contra aquellas criaturas que no se habían percatado de la presencia de la cábala que había arribado para terminar de una buena vez toda aquella calamidad.

La infraestructura interior era tan cuadrática como se veía en el exterior, el ascensor se encontraba en el centro del todo, no había guardias visibles por ninguna parte, por lo que pudieron subir al mismo sin mayor inconveniente.

Una vez cruzado el linde del ascensor, un profundo silencio se hizo presente matizando todo el alboroto que se escuchaba unos pocos pisos más abajo.

La iluminación del lugar era casi nula en comparación a los recuerdos del ex tecnócrata que ahí trabajaba, la sala era relativamente grande, contaba con un pasillo superior el cual era dividido por una baranda de hierro, dicho pasillo, se encontraba a unos centímetros por encima de un suelo que estaba ahí abajo, donde funcionaban varias computadoras que iban conectadas a dos capsulas con liquido verdoso las cuales albergaban hombres sin brazos, cuyos rostros iban tapados con una mascarilla que les brindaba respiración artificial.

Las computadoras señalaban sus nombres como A-101 y A-303, sus signos vitales estaban estables, pero no había indicios de que vayan a despertar.

Al cruzar la siguiente puerta, se podía notar un pequeño cuarto con unos equipamientos tales como microscopios y máquinas para investigación genética, a continuación, otro habitáculo, pero esta vez con varios frascos de formol y con fetos, órganos y otro tipo de organismos desconocidos tales como plantas extrañas.

La siguiente habitación era casi tan grande como la primera, había dos mesas con cuerpos tapados con sabanas plásticas blancas, así como otras tres capsulas con otros tres sujetos en ellas; un científico se encontraba junto a una puerta que se hallaba al norte de la habitación, al notar la presencia de la Cábala, rápidamente entra por aquella puerta la cual se cerraba de manera horizontal.

Al poco rato de haber cruzado dicha puerta, se escuchan una serie de máquinas activándose y se nota como una especie de corriente eléctrica choca con los cuerpos tapados de aquellas mesas, uno de los cuerpos resulto ser una suerte de lobo, completamente mecánico, el otro cuerpo por su parte, era un garou, o una especie de imitación de garou, ya que contaba con una extraña joroba mecánica, la cual iba conectada a su cadera y de su cadera hasta sus patas, la criatura alza una mano y de la mesa donde hace poco estaba acostado, alcanza una lanza con puntas en ambos extremos.

- Prototipos L-12 y L-58 activados, extreme precaución – una voz femenina y robótica suena en los parlantes de la habitación - prototipos X-12 y L-58 activados, extreme precaución –

- Bienvenido de vuelta Allan, hacía tiempo que no nos veíamos – se vuelve a escuchar pero esta vez era una voz masculina y orgánica – espero que los muchachos sean de tu agrado, hemos estado trabajando bastante en ellos, pero nuestro proyecto más ambicioso está a punto de culminar.  – dicho esto termina de hablar y ambas criaturas se acercaban peligrosamente al grupo -

- Es una lastima que tenga que terminar asi. Siempre dije que eras el mejorcito de tu lote. Incluso ahora, no solo te presentas a tiempo para tu Terminacion, sino que ademas traes a otro portador del genotipo - terminó -

El viaje había sido un rápido trámite y nuestro asalto a estas instalaciones no ha tenido ninguna clase de resistencia, lo que es tan inusual como afortunado. Es por ello que podemos acceder al laboratorio sin ningún tropiezo.

Veo las extrañas cosas que están colocadas en el sitio, sin tener ni idea de para qué son y, en el fondo, sin querer averiguarlo. Me da un escalofrío de pensar en aquellas brutalidades tecnológicas y los cochinos experimentos que hacen. Siempre que hay esa clase de tecnología con cuerpos y cosas vivas, hay víctimas a las que cortan y cosen para armarlas. Me da rabia y se me hincha una vena en la frente de solo imaginarlo.

"Estos hijos de puta no respetan nada. Merecen ser eliminados."

Entonces, uno de los infelices aparece y activa a dos hombres lobos cyborg de película futurista. Trago saliva con dificultad y me pongo en tensión, listo para combatir contra ellos. Miro atrás y sé que Aveline no es una combatiente cuerpo a cuerpo. No sé si Alexis lo será pero mi trabajo es luchar y defender al resto.

Rápidamente recuerdo las primeras lecciones de kung fu que mi padre me enseñó de pequeño, lecciones olvidadas y no practicadas por años de postración. Luego, cuando descubrí el Do y lo entrené, nunca dejé de pensar que era mi padre quien me lo iba enseñando a través de mi mentor de la Hermandad. Es hora de poner a prueba lo que sé.

Sentía la presión de cada segundo, y la urgencia de detener esto. Me aferraba al celular en la mano, rezando a un dios con el cual nunca definí mi relación, tratando de aferrarme a cualquier posibilidad de que lo lograríamos y Matt estaría bien.

Aquí no hay criaturas. Tras ver la muerte y la sangre, no verla y no escuchar los gritos era aun más aterrador. Dejaba a la imaginación lo que estaba pasando. Entendía lo que decían los supervivientes del Titanic: el silencio más escalofriante fue cuando el barco se hundió y los gritos se apagaron. Lo que sea que hizo Nic, me mantenía concentrada. Temblando, pero concentrada. Con las mejillas húmedas, pero concentrada. Alexis y su fuerza me mantienen de pie, y el aura que desprende Nic me recuerda lo que podemos hacer. Respiro lentamente, tratando de prepararme para lo impensable.

Veo la superestructura. Antes, pensaba que solo se encargaban del petróleo y derrames masivos en el golfo. ¡Que poca imaginación tuve! ¿pero como podía esperar que todas las teorías de conspiración fueran reales? Trago saliva, sin saber a lo que me voy a enfrentar, pero decidida a seguir adelante. Tenemos cinco pisos de andamios que recorrer. El helipuerto vacío, lejos de calmarme, me hacía sentir más inquieta.

Me encuentro con el horro absoluto...

Me cubro la boca con la mano libre: hay pedazos de esas... criaturas... por todo el suelo. Estoy demasiado horrorizada como para vomitar. Por dios... ¡¿eso es de un humano?!

Veo las cápsulas, y a los dos hombres que están adentro. Me acerco a mirarlos, sin saber qué siento más: terror, o piedad. Lo único bueno es que parecen estar inconscientes a la realidad tan horroroza en que los tienen. Una parte de mi quiere liberarlos, otra teme el sufrimiento al que los expondremos al hacerlo. Veo la computadora... Ni siquiera tienen nombres. Son números.

- Malditos...

La idea de que puedan ser los mismos que tengan a mis hermanos... de lo que pudieran hacerles... lo que pudieron haber hecho... lo dijo, ese desgraciado habló de investigación... experimentación... 

El siguiente cuarto fue aun peor. Veo a los órganos, y después a los fetos en formol. Pienso en si se los robaron también a sus madres. O si fueron creados en esas cápsulas, sacadas de la ciencia ficción más escalofriante y macabra. Y recuerdo que Allan conoce demasiado bien este mundo. Y comienzo a preguntarme qué camino lo obligaron a recorrer para conocerlo. ¿Y si... también lo secuestraron de pequeño? ¿Y si lo obligaron a vivir algo horrible?

Quiero llorar. Pero me muerdo el labio inferior, decidida a mantenerme serena, a dar lo mejor de mí, porque tengo que usar este poder que tengo dentro y porque tenemos que estar unidos.

En el siguiente cuarto... dos cuerpos... giro la cabeza. ¿Eran como nosotros? ¿Como Garra? ¿Como Kenneth?

Tarde vi al hombre, que entró en un cuarto. Temí lo peor, y se confirmó cuando la voz robótica y luego una masculina resuenan. Los cuerpos se levantan, pero en lugar de terror ahora sentí furia.

- ¡Estás enfermo, bastardo! - le grito, acercándome instintivamente a Allan. Puse mis manos sobre sus hombros, aun sosteniendo el celular en la diestra. Estando a su espalda, pese a no ser fuerte no lo iba a dejar solo ni iba a permitir que ese fuera su final. Le hablé ahora yo a ese desgraciado. - Esto no va a terminar así, ¡terminará con nosotros deteniéndote y contigo pagando por tus crímenes y confesando qué hiciste de mis hermanos!

Miré a Alexis... me advirtió que no podía arriesgar a los demás. Busco algo que pueda encantar, para detener a esas... no puedo llamarles "bestias". Las palabras del demonio me resuenan, advirtiéndome que experimentaron con ellos.

Debe haber cañerías, alrededor de todo este lugar. Pienso en algo que pueda justificarse por pura lógica. Y llego a la fuente: la puerta por la que salió el científico. ¡Maldito cobarde! ¡Danos la cara!

Si los están controlando, desde allí debe de hacerlo. ¿Sería lógico que explotara una tubería de gas en ese cuarto?

Recordé lo que hice con la nieve. Cierro mis ojos, con fuerza, concentrándome. No solo en las palabras correctas, sino en sentir el mismo impulso, para poder controlar esa parte de mí. Susurro la palabras, para que solo yo y Allan podamos escucharlas. Recordé la furia asesina que me embargó en ese momento. El sufrimiento al que embargó a todos los seres que dejamos atrás, cuarto a cuarto. Ahora lloro de rabia. Con los ojos apretados, con la ira y el horror, dejo caer justicia poética contra ese maldito bastardo.

>>Trae el infierno, que el gas sea fuego.
Trae la suma de sus pecados.
Que sea él quien vea sus pedazos,
que sepa lo que es ser desmembrado.

Gracias al ritual de Alex, casi no habiamos tenido problemas en el viaje hacia la base, salvo un pequeño incidente donde Allan termino atropellando dos de esos hombres peces.

El viaje del puerto a la plataforma petrolera fue incluso mas tranquilo, pero nadie (ni siquiera GREMLIN) dijo una palabra: la ansiedad y tension de asaltar una base de la Tecnocracia de frente era palpable.

Se infiltraron sin mucho esfuerzo en el edificio, aprovechando la lucha de los agentes con los hombres peces. La batalla parecia encarnizada, y las bajas se acumulaban en los dos bandos. Allan apreto los dientes y se esforzo en seguir: Era dificil para el ignorar las decadas de programacion y no tomar parte en aquello.

Al cruzar la sala posterior al laboratorio, ordeno a GREMLIN que, con cuidado, hackeara la central y recolectara toda la informacion acerca de los distintos proyectos que pudiera: Era uno de los laboratorios de experimentacion mas importantes, y si bien no esperaba informacion acerca de los portadores del genotipo, la data que podia sacar de otros proyectos era tentadora. GREMLIN celebro la perspectiva de conseguir informacion rebotando en el aire y haciendo ruidos de gozo.

Al llegar al laboratorio adjunto (uno fortificado, donde se trataba con sujetos concientes), no llego a disparar al cientifico que se encontraba alli: Reconocio al insoportable de Jerry y tenia una deuda que saldar con el.

Gruño para sus adentros, pero el ruido de la maquinaria activandose pronto fue ahogado por los anuncios de la IA y los chillidos del cientifico. Y para empeorar las cosas, al parecer habian logrado llevar acabo el Proyecto de Instumentalizacion Lupina. Avanzo y se puso entre el grupo y las criaturas.

-Si sobrevivo a esto te voy a volar la cabeza, Jerry! grito a la camara de seguridad que los observaba mientras, de un movimiento repentino, desplego su baculo de Primium

Una de las criaturas que se nos presentan es una rata abyecta, un desafío a la mismísima tejedora, un ser antinatura que no debería de existir. La magia ofensiva no me servirá en este caso, soy cuidadosa con usar o no la paradoja. La reflejo en el espejo, y trato de atarla a su reflejo, inutilizándola, mientras entono un antiguo cántico. No tiene mucho efecto, la magia antigu y la nueva tecnología no se llevan bien. Deformo el destino, esa criatura está atada a la muerte. No llevará más hacia nosotros, sino que se volverá contra si misma.

La criatura que era más un robot que un ser orgánico, recibe un par de golpes de Allan, quien logra malograr la carcasa metálica de aquel ser, el cual intento esquivar los ataques sin éxito, recibiendo así un gran daño.

Li intenta atacar a la abominación bípeda, sin embargo, éste logra bloquear sus ataques y como contraataque le hace una llave que lo atrapa y lo deja incapaz de moverse.

Nic por su parte, se dirige raudamente para realizar un doble ataque con su espada, logrando impactar dos veces la piel de aquella abominación, pero, no se nota daño aparente.

Aveline por su parte, quizá por culpa de los nervios del momento o la falta de práctica, no logra concretar ningún hechizo.

- Atención, protocolos de seguridad Beta Gaml activados, sujetos A-101, A-102, A-221, A-236 y A-303, activados, procesos de nanotecnología en marcha, precaución, precaución, modo de ataque prioritario, todo el personal del laboratorio debe evacuar la zona –

La voz que hace poco había anunciado la activación de aquellos seres que ahora estaban siendo los focos de atención de la Cábala, vuelve a sonar para nuevamente informar sobre el funcionamiento de otros soldados que intentarían repeler las fuerzas intrusas.

Eran los sujetos que hace no mucho estaban encerrados en aquellas capsulas sin brazos, solo que esta vez contaban con refuerzos mecánicos que funcionaban como aquellas extremidades que le faltaban.

No sentía que nada hubiera pasado. Parte de mí, no quería quemarlos, pese a que estaba muy enojada no podía aun acostumbrarme a la idea de un homicidio. Pero es ellos o nosotros. No sé aun como funciona. A veces logro que funcione a la primera, otras no pasa nada. Es como si tuviera mucha potencia para provocar una nevada, pero no pudiera mover una moneda.

A ver… se supone que es algo que se tenga que explicar cómo una coincidencia probable y que no parezca algo extraño a un durmiente… ¡piensa en algo, Ava!

Ese par de seres antropomorfos se nos acercan. Me mantengo a la espalda de Allan y cerca de Alex. Allan le da un par de golpes, y la criatura se vuelve más lenta al moverse, como si no pudiera con su propio peso.

— ¡James! — la otra criatura lo atrapa. Nic intenta ayudar, pero tampoco parece lograr nada.

Así no sirvo. Tengo que poner más voluntad. Sangrar como Alex si es necesario, pero tengo que lograr algo. ¡Tengo que concentrarme! ¡¿Pero cómo?!

Escucho la voz. Alzo la mirada, buscando los altavoces, mientras se anuncian la activación de… esos números…

¡¿MODO DE ATAQUE PRIORITARIO?!

Veo a los que habían sido encerrados, a los que estaban en esas cápsulas, por los que sentí la mayor piedad, caminando hacia nosotros. Son seres sin alma, a los que han tenido que torturar despojándolos de todo raciocinio para llevar a esto… Cierro los ojos, embargada de horror, sintiendo como propio el dolor de que te arrancaran extremidad por extremidad, y te tuvieran tras toda una vida en un laboratorio como si no fueras un ser vivo, pero no puedo estar cerca de imaginar porque no lo he vivido, y ese pensamiento y la impotencia de no ayudar a mis compañeros…

>>Deténganse… deténganse…

Escucho un ruido. Caen. El suelo debajo de ellos de pronto se volvió más resbaladizo, provocando que no pudieran colocar un pie tras el otro, dándonos varios minutos extra.

Escucho los cantos de Li. Inspiro. Trato de pensar en cómo logré lo que logré antes. Cuando congelé los pies de ese desgraciado, estaba desquiciada, y cuando invoqué la nevada, estaba asustada. ¡Las emociones! ¡Las emociones tienen que ser un patrón…!

Mi poderoso golpe, con la potencia más grande vista alguna vez en toda mi vida, fue bloqueado por la criatura sin demasiada dificultad. En cambio, la criatura me apresa con gran fuerza, inmovilizándome completamente. Siento la presión sobre mi cuerpo y sé que a esta mala bestia solo le hace falta apretar un poco para que se me salgan las tripas por el culo.

"Debes salir de esta Jimmy. ¡Maldita sea que debes!"

Respiro un momento y traigo calma a mi mente. Sé que puedo soltarme pues soy flexible y mi entrenamiento tiene mucho de contorsionismo. Abro mi boca y comienzo a emitir unos cantos con mis ojos cerrados. Son cantos de evocación, los que utilizan los monjes para concentrarse y llamar a la energía universal. Consigo así llevar mis articulaciones y huesos a la máxima flexibilidad posible, acompañado por los movimientos musculares precisos que me permiten salir de entre las garras de la abominación.

Me suelto y no le doy espacio para pensarlo y le lanzo un poderoso puñetazo directo a la parte que me parece más débil de él, intentando darle algo en lo que pensar. Un grito de kiai sale de mi boca al momento de lanzarlo, esperando concentrar en él tanta fuerza como pueda.

La criatura bípeda sostiene inmovilizado a Lee, mientras este intenta revolverse. Maldita fuese, no soy una combatiente, pero si no hago algo, continuarán viniendo los refuerzos. Cojo una aguja y me la clavo en la carne, al tiempo que el luchador descarga un golpe contra la criatura ratuna. No debería de existir. Tomo las cuerdas que la atan a la existencia, las visualizo, y cogiendo el cuchillo, las voy cortando, empezando por el punto del impacto del luchador.

La lucha comenzó, los primeros lances entre un bando y otro se produjeron rápido y el rugir de la batalla se ponía notar además de escuchar. Nic mantenía el rostro serio pero sereno mientras empuñaba su espada y arremetía contra esa abominación mitad mecánica y mitad sobrenatural, algo que era nuevo para él, pero si sobrevivía su experiencia serviría a otros como él que se efrentaran a seres como estos si es que volvían a producirse.

sujetando su espada firmemente, lanzó 2 ataques raudos esperando poder penetrar en los puntos débiles o de anclaje mientras centraba la espada una y otra vez entre ataques en caso de que necesitara de habilidad para bloquear o desviar lo que quiera que esa cosa quisiera usar para atacarle.

Allan giro el baculo sobre su cabeza, dispuesto a descargarlo otra vez contra aquel cyborg. Pero la voz de la computadora central lo distrajo. Se volvio violentamente, dientes apretados.

-MIERDA! grito mientras volvia a golpear al garou mecanico, que se partio bajo la potencia del golpe Corran! No se enfrenten a ellos directamente! Acaben con la Abominacion y sigan, yo intentare distraerlos!

El cyborg colapso, completamente destrozado. Sin detenerse un segundo, el Adepto corrio en direccion a los recien llegados, empujando a Aveline del camino. Se puso en el pasillo, sosteniendo su baculo en guardia, esperandolos. Bloqueaba el camino de los tres que venian por detras, por donde habian llegado.

Aquella criatura bípeda es prácticamente destrozada por Allan, mientras que los soldados comienzan sus ataques tanto hacia el ex tecnócrata y el akashico, recibiendo ambos algunos impactos de bala que los dañan bastante. Los tres que venian por atras, por su parte, atacan al Adepto, que aunque bloqueo una seguidilla de golpes, es rodeado y molido a puñetazos.

Aveline lanza un hechizo para que los soldados se resbalen y dos de ellos se desequilibran bastante casi al punto de caer.

La criatura lupina y parada con implantes cibernéticos, recibe dos ataques de Nic, bloqueando uno de ellos, pero el segundo resultando en un golpe certero, pero el verdadero daño lo recibe de Li, quien con la ayuda de Alex logra atravesarle la carne, sintiendo así el calor de la sangre que baja por su puño.

La criatura abre sus ojos como platos ante la sorpresa, y mirando hacia el frio techo de aquel lugar que había sido tan cruel con él, simplemente esboza una especie de horrida sonrisa la cual iba acompañada de una lagrima que se seca rápidamente debido a su pelaje.

- Gracias – dice casi en un suspiro y cae falleciendo casi al instante -

James logró salir de esa, pero estaba lastimado. Nic combatía con la espada, bloqueando y golpeando. Me hinqué al lado de James, maldiciendo por aun no saber cómo curar sus heridas con magia ni tener a la mano instrumental médico. Era todo tan… tan… ¡nunca había enfrentado algo así! Siento un empujón, y me doy cuenta de que Allan corría para interponerse, como si fuera un escudo humano.

- ¡Allan, no! – grité, pero aun mi grito no se había apagado cuando la criatura cayó al suelo y tanto Allan como Li ya han sido heridos.

Las balas van y vienen. La criatura quedó demasiado cerca de mí. Quedé tan horrorizada de su aspecto monstruoso, que nuevamente quedé congelada. También parece sorprendido. Mira al techo, con sus ojos abiertos hasta parecer enormes, como si hubiera recobrado la consciencia. Su sonrisa es escalofriante.

¿Gracias?

Me hinco a su lado, alertada por escucharlo hablar, pero ya sus ojos no ven y su pecho no se mueve. Está muerto, y de una forma supo hablar. Dios… ¡¿y si fue humano?!

Con la piedad imponiéndose al asco, con un verdadero pesar sobreponiéndose a su estado monstruoso, pongo una mano en la suya. Miro a la pelea que se desarrolla a mi alrededor. Y siento lo que ese tirador texano despertó en el estacionamiento, con su risa asquerosa: odio. Estoy furiosa por lo que le hicieron a este… a este ser. A todos. Uno de los soldados estaba por volver a disparar. Me puse de pie, aun al lado del pobre ser al que no pudimos rescatar de su infierno.

- Ni se te ocurra…

Alex… ella había usado su magia. De una forma, con su sangre, estaba ayudando. Lo que hice, no lo pensé, pero estaba lo bastante enojada como para sentir en las yemas de mis dedos una estática, producto de la magia. Aprieto los puños, hasta clavarme las uñas y hacerme sangrar. Mis amigos están heridos, Matt y toda su familia comprometida, y mi propia familia… los ojos se me nublan, por las lágrimas de furia. Veo a los soldados, esta vez decidida a no tener piedad.

>>Now so energized… but power and death entwine…

Se genera una sobrecarga. No son las palabras, no es que le hable a la naturaleza como decía papá, es la furia. Pero las palabras ayudan a concentrar esta furia. De eso hablaba Alex al decir que podía escoger, ahora lo entiendo. Miro a los brazos de los soldados, decidida a hacerlos explotar.

>>...I return you his death. Vibrate and explode in his pain.

La abominación muere después de mi golpe y siento lástima por ella pues parecía solo ser una víctima de estos desgraciados que quizás cuanto dolor le causaron antes de enviarlo a luchar contra nosotros. Sé que matarlo fue prácticamente un acto de piedad pero es no me hace sentir mejor.

"Pobre diablo. Estos desgraciados merecen todo el daño que podamos causarle."

Pero aún hay enemigos y el disparo que me llega me lo recuerda. Por suerte, no soy capaz de sentir el dolor gracias a mi concentración y determinación mas soy capaz de sentir el daño y sé que no sobreviviré a otro ataque como ese. Miro a Alex pues sé que gracias a ella he conseguido vencer a la abominación:

 - "Mantenme vivo, por favor."

Me muevo rápidamente hacia uno de los soldados que ataca a Allan, quien también se ha visto dañado de forma muy grave y, realizando unos movimientos entrenados, hago un giro a la derecha, un bloqueo, un paso firme y termino lanzando un poderoso puñetazo contra el objetivo mientras lo acompaño con un grito kiai.

Divide y vencerás, pero... ¿es nuestro cometido seguir peleando?Mis compañeros continuan con la pelea., y las heridas empiezana  manifestarse. A mis ojos, las heridas de Allan muestran como los hilos que lo atan a la Rueda sufren un profundo desgarrón. Intento cerra las heridas del monje, aunque de mis manos no brota energía. ¿Por qué ahora? Justo cuando necesito el poder, no consigo nada. Maldita fuese. Viendo el panorama, miro a Nick.

- Igual deberíamos terminar la misión divina si siguen recibiendo refuerzos, no sé cuanto duraremos sino.

Los golpes con la espada no estaban siendo todo lo efectivos que a Nic le hubiera gustado, pero eso no era motivo de desanimo sino de replantear estrategias; con compañeros heridos e incapaz de usar aún el don de la vida tenía que buscar maneras de mantenerlos a raya para que los que si podía hicieran su trabajo.

Juan 9:39
Et dixit Jesus: In judicium veni in hunc mundum, nam qui non vident videant, et qui vident cæci fiant.
Recitó en latín señalando a uno de los enemigos que se les acercaba para que su visión se volviera borrosa tal como el hijo de Dios habría predicho milenios atrás.