Partida Rol por web

Ramón dejó que Aurora se marchara, como siempre enfadada por algo, y reprimió una broma. Ahora le preocupaba lo que sucedía con el ritual y como tanto Selene como Víctor parecían dispuestos a arriesgarse y beber de los cultistas, a ellos les tenía mucho aprecio como para querer que les pasara algo y aunque a Leonid no le tenía el mismo cariño era el jefe de aquel grupo y alguien demasiado importante para dejarlo hacer eso.

-¡No mamen gueys! Ni modo van a hacer eso. -Ramón se adelantó y se puso detrás de uno de los cultistas mientras hacía un gesto con su mano para que el resto se alejaran.- El patrón -Dijo refiriéndose a Leonid.- es demasiado importante para arriesgarse y a ti Víctor te necesitarán si las cosas se ponen feas. -Por último se dirigió a Selene.- Y tu chamaca tienes aún mucho que hacer por aquí, debes ayudar a nuestros compadres si me pasa algo.

Desde su punto de vista él era el más prescindible de todos así que no iba a dejar que nadie más tomara el riesgo.

-Si ese feo chingón nos la ha jugado y no puedo darle la golpiza que merece espero que ustedes se la den con gusto. -Por desgracia Víctor se le adelantó y clavó sus colmillos en uno de los convictos.- ¡Pinche cabrón! Le arrancaré la cabeza si le pasa algo a nuestro compadre!

Ramón observó y esperó a ver si pasaba algo con Víctor. Quizás el nosferatu no les había engañado y aquello era una solución, de ser así se unirían todos al banquete.

Víctor hizo caso omiso a las preocupaciones de los demás con respecto a aquellos chiquillos que seguían inmiscuidos en sus canticos, se acercó lentamente y clavo ambos colmillos en el cuello de uno de ellos quien ni siquiera intento resistirse.

Al poco rato, pudieron notar como el rostro del vampiro iba demacrándose poco a poco, llegado a un punto donde abre sus ojos completamente cristalizados ante la repentina muerte que se iba acercando para reclamar su alma, alma que esta vez no iría con la parca, esta vez iría para fusionarse con el cuerpo del Gangrel.

El vampiro, quien tenía una piel demasiado pálida, cabellos largos y rubios, iba vestido con una especie de túnica blanca que rápidamente era lo único remarcable en aquel paupérrimo espectáculo de verdadera muerte.

Intentó gritar y movió los brazos para demostrar que no deseaba morir, que estaba dispuesto a seguir con su no vida a pesar de todo, pero ya era demasiado tarde, sus colmillos comenzaron a ennegrecerse, su piel también, ya no era más que piel colgante sobre huesos que empezaron a mostrarse cada vez más al aire.

Víctor cae a su lado y comienza a arrastrarse víctima de lo que parecía un frenesí contenido, un verdadero placer que realmente pocos inmortales y aún menos mortales alguna vez podrían jamás experimentar.

Al agacharte y al comenzar a beber la sangre del vampiro, sientes una dulzura que jamás sentiste en ningún mortal, era simplemente algo único, pudiste notar como el rostro del vampiro iba demacrándose poco a poco, llegado a un punto donde abre sus ojos completamente cristalizados ante la repentina muerte que se iba acercando para reclamar su alma, alma que esta vez no iría con la parca, esta vez iría para fusionarse con tu cuerpo.

El vampiro, quien tenía una piel demasiado pálida, cabellos largos y rubios, iba vestido con una especie de túnica blanca que rápidamente era lo único remarcable en aquel paupérrimo espectáculo de verdadera muerte.

Intentó gritar y movió los brazos para demostrar que no deseaba morir, que estaba dispuesto a seguir con su no vida a pesar de todo, pero ya era demasiado tarde, sus colmillos comenzaron a ennegrecerse, su piel también, ya no era más que piel colgante sobre huesos que empezaron a mostrarse cada vez más al aire.

Caes a su lado y sientes un placer tal, que simplemente no podías levantarte, babeas, tu boca tiembla, tu quijada se cierra y se abre omitiendo un sonido de los dientes chocando unos con otros, era simplemente incontenible, como si un conjunto de orgasmos se hubiera fusionado para hacerse sentir en cada milímetro de tu cuerpo, sientes como tu miembro viril se endurece, incluso sientes que eyaculas, demasiado mortal y demasiado increíble para siquiera intentar describirlo.

Salen del lugar, se dirigen hacia la habitación de Niel, Rayleigh estaba ahí, mirándolo desde el ventanal, estaba con los brazos cruzados y por vez primera tenía el rostro completamente serio.

- Lo siento Aurora, en verdad, quería ayudarlos…pero…si atacan a Yuri, a pesar de todo lo que sacrifico por ustedes, me temo que yo podría correr el mismo destino…agradécelo a Selene – dicho esto, se lanza al vacío que se abría detrás y no escuchas golpe alguno, sabias lo que eso significaba, había huido hacia la Umbra -

Al voltear nuevamente, notan que Niel seguía con la estaca en el pecho, con un rostro completamente aletargado y pétreo.

Afuera seguía cayendo la nieve y el frio volvía a ser una molestia luego de las acaloradas batallas a las que habían sobrevivido.

Observó intrigado el proceso y como Víctor iba quitando la vida al otro vampiro sin que diera mucha resistencia, solo al final movió inútilmente los brazos indicando que no deseaba abandonar este mundo, pero ya había sido condenado y para su fortuna el padre Ramón estaba allí.

-Yo perdono tus pecados hijo, has servido a un propósito mayor y puedes descansar en paz.

No fue una muerte agradable, pero sí necesaria y tras ella la atención del mexicano se centró en su amigo y el efecto que beber de aquel ser podía reportarle. Lo miró con curiosidad y después desvió la vista hacia Selene, Atha y Leonid.

-Yo diría que le resultó bien chingón el traguito.

No parecía estar sufriendo nada malo, más bien al contrario, pero esperó algún gesto o palabras de los otros antes de hacer nada más.

Cuantas veces realizado...cuantas veces lo intentamos

Pensó con cierta nostalgia, recordando la razón que lo llevo a fingir su final para desaparecer y estar un tiempo en tierra Mexicana para remontar todos sus operativos. Esa mitad de su corazón , ese amor devoto y puro, trato de darle un final amargo con la ilusión de tener uno dentro al otro por el resto de esa eternidad que con el tiempo perderá el sentido hasta convertirse en esa existencia por existir completamente caprichosa. 

Pero aun así sobreviviré...

Una sonrisa se dibuja en su rostro al ver como Víctor termina de alimentarse y entra en ese frenesí de placer, escuchando el comentario del padre Ramón que lo lleva a soltar una risa con los ojos dorados grandes. Observa luego a Selene con esa expresión seductora, perversa y inusualmente cálida.

-Bebamos-.

Dando media vuelta mientras se encamina en dirección al cainita que realiza cánticos ubicado en el lado izquierdo de ellos, rodeándolo con sus brazos hasta deslizar su mano derecha a la altura del cuello de este y apresarlo con fuerza. Sacando sus colmillos que rápidamente hunde para comenzar a devorar la vida misma, para sentir como va tomando todo lo que es por derecho y así tal vez evolucionar en algo más. Para recuperar una vez más el sentido de todo aunque sea por unos momentos.

Espera, no te va...
- No pudo terminar la frase. Se quedó ahi un momento con cara de no entender nada. Luego volvió a su gesto de enfado
- Selene - dijo en mitad de un un gruñido de resignación.

Terminó de avanzar hasta Niel, atado y estacado, se puso en cuclillas a su izquierda. - En fin... Ya has visto que tu futuro era ser uno mas de los que estaban alli atados al ritual. ¿Has pensado que quieres hacer con el? Por que yo necesito quedarme con su alma y no tenemos mucho tiempo.

No me esperaba encontrarme ahora con Rayleigh y no soy capaz de reaccionar lo suficientemente rápido.

– Tenemos que hablar…

Tengo que darle la razón a Aurora. – Si no parece que se alegrara mucho de verme. Quería pedirle explicaciones, pero después de ver lo poderoso que parecía ser no creo que fuera la mejor idea que tuve.

Me quedo mirando su cuerpo paralizado y recuerdo lo sucedido a la gárgola. – Ya he descubierto que cuando morimos… Bueno lo que sea, ya se que estamos muertos, no nos ocurre lo mismo que a los seres normales. – Señalando a Neil. – ¿Cómo es que el no se ha convertido en polvo como su gárgola?

Por que una estaca en el corazon. -Le da a un golpecito con la palma de la mano para clavarla un poco mas y que no se caiga misteriosamente . -No nos mata, nos paraliza, el ahora mismo tiene todos los sentidos funcionando, te ve, te oye, siente dolor y sobretodo miedo por lo vulnerable que se encuentra.

Pero ya está, no podemos permitirnos quitarle la estaca par recibir respuestas es demasiado peligroso, podría incendiar todo este lugar.

-Se relamió, quería comerselo ya.

Me quedo mirando a Aurora después de reflexionar unos segundos.

– Haz lo que tengas que hacer. Es evidente, incluso para mí, que es demasiado poderoso para alguien como yo que lo desconoce prácticamente todo sobre en lo que se ha convertido. Y mucho menos sobre de lo que son capaces los demás.

Aurora asiente tras un segundos de silencio. 

-Si quieres despedirte es tu momento, no hay vuelta atrás. 

Le unos instantes para que se decida y diga lo que tenga que decir 

-Voy a empezar, esto requiere máxima concentración asi que ayúdame montando guardia y que nadie me moleste o ataque. Las consecuencias serian fatales. Y aún mas importante, cuando Niel comience a convertirse en polvo, aléjate de mi, es posible que pierda el control de mi cuerpo por el subidón y me controle la bestia.

-Dicho eso se centró por completo en su homologo de la camarilla. -Amaranto, Niel, Amaranto. No conocerás el cielo o el infierno, te espera la nada.  Igual que Tremere a Saulot hace tanto, igual que el origen de nuestro clan, asi empezó y así acaba para ti. -Se puso de rodillas lentamente, estaba nerviosa pues era plenamente de la pelea de voluntades que estaba apunto de ocurrir y eso también le excitaba. Ladeó la cabeza de su victima y sin más preámbulos mordió el cuello con fuerza.

Comenzó a beber, la vitae corria poderosa, dulce y densa por su garganta. Según entraba en su organismo comenzó a consumirla para aumentar su fuerza física, hasta donde fuese posible*  

Y entonces comenzó el verdadero enfrentamiento.

Volvió a interponerse entre Leonid y el rito con un movimiento ágil y extremadamente rápido. Ni siquiera se percató de la marcha de Aurora, tan enfrascada como estaba en pararle. Solo la verborrea del cura hizo que su cerebro reaccionase y mirase en dirección a los chiquillos, justo a tiempo para ver cómo Víctor se entregaba a la bestia. Sonrió. Le gustaba la impulsividad de ese tipo. Volvió a mirar a Leonid, justo para soltar unas alegres carcajadas ante el comentario del padre Ramón.

Se sorprendió ligeramente ante la calidez de la expresión del ductus. Y correspondió. Asintió suave y pausadamente, con los ojos fijos en los suyos, pero rompió la escena al mismo tiempo que él, comenzando a caminar hacia uno de los chiquillos. Cuando llegó a la altura de este, miró hacia Atha con un tinte de rencor. Si la hubiese dejado beber desde el principio, no habría atacado al viejo Nosferatu y este no se habría ido. Era consciente de que atacarle le traería consecuencias…

Apartó la vista del sacerdote y se centró en su presa. Acarició su pelo con suavidad, con la yema de los dedos, apartándole un mechón de la cara. Sabía que no opondría ningún tipo de resistencia, así que le trató con amabilidad. Le ladeó la cabeza, posándole la cara en una de sus manos, dejando al descubierto su cuello. Sus pupilas volvieron a dilatarse, sintiendo una sed atroz. La había estado conteniendo durante demasiado tiempo. Se detuvo un momento, observando el cuello del muchacho, permitiéndose sentir a la bestia en todo su esplendor… Y mordió. Esta vez nada iba a detenerla.

Lawrence se mantiene en la habitación y observa todo el proceso de la diablerie, era un espectáculo poco agradable para Niel, pero al parecer era toda una experiencia para Aurora, ya que la ves completamente extasiada ante tal acto, el ahora Tremere, sale de la habitación y llega hasta donde se encontraba el ritual, nota que todos menos Atha se habían agachado para imitar lo recién hecho por Aurora.

Una vez Lawrence acoplado al grupo, todos comienzan a beber la sangre del vampiro que tenían enfrente, sienten una dulzura que jamás habrán sentido en ningún mortal, era simplemente algo único.

Todos caen cerca de Víctor quien al parecer, ya estaba recuperándose del éxtasis, pero ustedes apenas habían comenzado a sentir un placer tal, que simplemente no podían levantarse, babean, sus bocas tiemblan, sus quijadas se cierran y se abren omitiendo un sonido de los dientes chocando unos con otros, era simplemente incontenible, como si un conjunto de orgasmos se hubiera fusionado para hacerse sentir en cada milímetro de sus cuerpos, en una oleada de espasmos placenteros demasiado mortales y demasiado increíbles para siquiera intentar describirlos.

Al agacharte y al comenzar a beber la sangre de Niel, sientes una dulzura que jamás sentiste en ningún mortal, era simplemente algo único, pudiste notar como el rostro del vampiro iba demacrándose poco a poco, llegado a un punto donde abre sus ojos completamente cristalizados ante la repentina muerte que se iba acercando para reclamar su alma, alma que esta vez no iría con la parca, esta vez iría para fusionarse con tu cuerpo.

El vampiro, quien tenía una piel demasiado pálida, iba bien vestido que rápidamente era lo único remarcable en aquel paupérrimo espectáculo de verdadera muerte.

Intentó gritar y movió los brazos para demostrar que no deseaba morir, que estaba dispuesto a seguir con su no vida a pesar de todo, pero ya era demasiado tarde, sus colmillos comenzaron a ennegrecerse, su piel también, ya no era más que piel colgante sobre huesos que empezaron a mostrarse cada vez más al aire.

Caes a su lado y sientes un placer tal, que simplemente no podías levantarte, babeas, tu boca tiembla, tu quijada se cierra y se abre omitiendo un sonido de los dientes chocando unos con otros, era simplemente incontenible, como si un conjunto de orgasmos se hubiera fusionado para hacerse sentir en cada milímetro de tu cuerpo, demasiado mortal y demasiado increíble para siquiera intentar describirlo.

Lawrence se queda ahí, pero al verte recuperándote un poco, sale para imitarte con los otros vampiros que se encontraban en la biblioteca.

Pasaron casi treinta minutos de puro placer, todos se recuperan del éxtasis y se levantan uno a uno del suelo, algunos capaz sentían aun un leve mareo o algún cosquilleo aislado, pero nada en comparación al sentir el alma de aquellos vampiros que ahora no eran nada más que polvo y tela.

Athanasivs los mira a cada uno, él fue el único en decidir no realizar aquel abominable acto, el último vampiro del ritual, seguía en trance, pero espero que todos estén recuperados para mostrar cómo le arrancaba la cabeza y lo dejaba convertirse en polvo.

- He estado haciendo guardia –

Calla, se queda concentrado en los repentinos ruidos que se acrecentaron en la capilla, eran pisadas, cientos de ellas, los sonidos guturales eran ya familiares y el olor a podredumbre de pescado eran sin duda alguna, pertenecientes a aquellos seres peces que habían llegado en un numero tal que parecía ser un verdadero ejército.

Sin embargo, tal como llegaron todos, se escuchan unos gritos agudos entre ellos y tal como llegaron, salieron corriendo dejando a todos con una duda mayor que se sumaba a todo lo que ahí había ocurrido.

Silencio sepulcral, no se escuchaban gritos ni disparos de la ciudad, al parecer, no solamente de la Capilla decidieron marcharse aquellas criaturas, sino de toda Erebo.

Copos de nieve cayeron sobre la Manada Tenebrae, cuyos miembros aprendieron repentinamente que esa ciudad ahora era suya, el terreno estaba cubierto de una blancura tal que solamente los arboles casi cerúleos contrastaban con un paisaje que se iba dibujando en las mentes de todos como un cuadro de victoria y de poder.

Poder que ahora sería reclamado por sus enemigos.

Poder que sería combatido.

Poder sangriento que apenas era una pizca de todo lo que aquellos miembros del Sabbat serían capaces de llegar a acumular ante una ciudad que de por sí, era aún una maraña de misterios que ansiaban ser elucidados.

– Fin de la Temporada 1 –

De corazón, gracias por participar.