Partida Rol por web

Pocas eran las ocasiones en la que la fortuna y la buena habilidad coinciden en el actuar de cualquier ser, pero justo en ese momento las cosas decidieron salir demasiado bien.

En un intento por escapar y a la vez evitar que aquellos seres sigan embistiendo al vehículo, Victor acelera a fondo haciendo que la aguja del tablero llegue hasta su límite, pero en una maniobra peligrosa y a su vez efectiva, decide frenar de golpe haciendo que el vehículo derrape lo suficiente como para hacer perder el equilibrio de ambos seres, por lo que caen y las ruedas del rodado se encargan del resto.

Adentro pudo sentirse el salto causado por las cabezas explotando de aquellos pobres desgraciados.

La criatura que se mantenía en el techo, al parecer perdió también el control y cayo junto a sus otros dos iguales.

Bastantes kilómetros adelante, el grupo decide bajar y buscar otro rodado, para que así dejen de ir todos apretujados dentro del Ford Bronco.

A pesar de estar sobre una ruta bastante alejados de la zona central de la ciudad, una vez abajo del vehículo, pudieron escuchar los gritos de personas inocentes quienes estaban enfrentándose a esos seres por diestra y siniestra.

Yuri, observa perturbado.

- La mascarada…por Dios… - fue lo único que pudo decir mientras agachaba la cabeza y apretaba duramente su bastón –

Sobre la ruta, había bastantes vehículos estacionados, uno de ellos bastante espacioso y de esos modelos viejos, por lo que se aseguraba su dureza al ser completamente de hierro, era una Hyundai Galloper del 90, el cual fue fácil de hacer funcionar.

El grupo se divide y se dirigen hacia su destino, Yuri parecía no estar del todo concentrado como era costumbre ya en él, sino parecía disperso, pensando en todo y en la nada al mismo tiempo.

Ambos rodados se acercan a su destino y el panorama no era para nada esperanzador, o demasiado favorable, dependiendo de quien lo vea.

La capilla estaba alejada de todo, contaba con ventanales en ambos pisos en la zona frontal, así como una puerta de madera y otra de vidrio que daba acceso a un balcón.

Los dos ventanales de abajo y la puerta estaban completamente destruidas, adentro se escuchaban explosiones y gritos guturales de aquellos hombres peces.

Al acercarse se podían notar bastantes cadáveres de los hombres peces, algunos cortados por la mitad, otros hechos completamente añicos y otros más quemados hasta la medula, eran seres que habían caído en las trampas del brujo, sin embargo, eso no significaba que las habían activado todas.

Desde afuera se podía notar que la puerta principal daba acceso a un pasillo que conectaba con otras habitaciones, así como a la escalera que permitía subir al segundo piso.

En total eran tres habitaciones, cada una con sus respectivas puertas, dos habitaciones se accedían al lado izquierdo frente a la escalera, mientras que la otra habitación se accedía por debajo de las escaleras.

- Esas habitaciones de la izquierda son una biblioteca pequeña y un cuarto para huéspedes, la otra es un comedor grande con otra puerta que conecta a la pequeña cocina, en la zona superior se encuentra un laboratorio de gárgolas, otra biblioteca y la habitación de Niel – dice Yuri sin levantar la mirada -

-Vaya

Dijo contemplando al Nosferatu

-¿Las modas cambian tan rápido que ya no encontrais acogedores los bajos fondos urbanos? este es el último lugar en el que pensaba que encontraría a uno como tú, dime ¿Cómo dices que es tu nombre?

Lo observa atentamente, sabe que hay mucho en juego, pudiendo ser un enemigo o un gran aliado contra la camarilla local.

Bajo del vehículo desenfundando la pistola, firmemente empuñada con las dos manos, esperando ordenes mientras voy apuntando alternativamente a aquellas criaturas que para mi tienen que ser algún tipo de fomori, nunca sabes si todavía tienen fuerzas.

La cadena de mando siempre es vital, juntos suponemos una gran potencia de fuego, por separado dudo que una sola pistola pueda abatir a una de esas criaturas.

– No os confiéis son mas resistentes de lo que parecen.

Me gustaría que mi padre sobreviviera, ya me encargaría de que me enseñara sus poderes y las normas de comportamiento en esta sociedad.

Ah si. -Dijo al sacerdote, -Te presento a Yuri, primogénito nosferatu. Tras la huida de la princesa es la única persona con autoridad de la camarilla en esta ciudad. Está bajo bandera blanca y tenemos un pacto de rendición que está cumpliendo. 

Aurora dicho eso no volvió a abrir la boca y según se acercaban a su objetivo parecia encogerse en su asiento. Tenia miedo, miedo de perder a alguno de sus amigos, otra vez. Eran los nervios previos a una pelea, era buenos siempre que no te controlasen, como la bestia. Tenia muchas cosas en que pensar.

La explicación de Yuri después de observar la masacre la saca de su burbuja de preocupaciones. -¿Has dicho Gárgolas? -Era una pregunta retórica que no precisaba contestación. Eso significaba problemas, las gárgolas eran unos vampiros jodidamente duros y decididos. O eso lo dijo su sire, nunca había visto una. -Nadie dijo que fuera fácil.

 Busca rápidamente la mirada de Leonid.  -¿Yo y Victor delante para rastrear y activar trampas?  Tu y otro de media distancia para cubrirnos de amenazas más físicas y el resto control de perímetro?

-Menudo desastre-.

Dice tras bajar del vehículo ver el espectáculo que ofrece la Capilla Tremere en ese momento,  sacando rápidamente su Beretta m92 de la funda del cinturón para torso, quitando el seguro con el dedo pulgar de su mano derecha  y apuntando rápidamente el arma en dirección al suelo. Sabiendo que de un movimiento de abajo a arriba cuenta con una mayor probabilidad de impactar al enemigo cuando se presente el enfrentamiento.

Se dedica a estudiar el escenario mientras Aurora va explicando al Padre Athanasiv la situación, recorriendo con la mirada los cristales rotos y olfatear las señales de pólvora quemada junto a los escombros consumidos en ese momento.  A lo lejos puede ver los restos viscerales de esas criaturas, parecidas en cierto modo a un Tzimisce pero que han salido de un cuento terrorífico relatado por navegantes.

-Así que estos son los hombres peces-.

Estudia la anatomía por unos segundos, preparando rápidamente su arma mientras va acelerando el ritmo de su sangre , causando que su cuerpo se vuelva más fibroso y resistente al daño sobrenatural al mismo tiempo que sus ojos van tomando un extraño color dorado resplandeciente.

Al quedar a tres pasos de los cadáveres marinos escucha la estrategia de Aurora.

-Como ha dicho, Aurora y Víctor irán delante para rastrear las trampas, Lawrence junto al cura y nuestro Padre han de vigilar perímetro en un radio de diez pasos-.

Observa de reojo a Selene en ese momento para posar rápidamente los ojos en Aurora.

-Yo y Selene estaremos cubriéndolos en la distancia-.

Sabe que no es momento de activar la obtenebración, deben estudiar bien el perímetro antes de considerar la mínima oportunidad de entrar a combatir directamente al enemigo. Nuevamente mirando de reojo a Selene.

-¿Cuenta con un arma de fuego señorita Selene?-.

Pregunta atento a la mínima señal de peligro, con esa tensión en los músculos occisos como si estuviera buscando la mínima señal de peligro al tener sus sentidos alerta.

Esto es una zona de guerra...justo lo que deseábamos.

Todos se colocan a modo de examinar la situación, algunos preparaban sus armas para poder entrar en cualquier momento, pero la acción no se hizo esperar.

De la puerta que se encontraba bajo la escalera, surgieron tres de esas criaturas, todas de un tamaño igual a la de un hombre promedio y una musculatura no tan imponente como las que embistieron al Ford de Aurora.

Una iba armada con una especie de tridente oxidado y las otras dos comenzaron a hacer surgir cada vez más sus garras.

Poco tiempo hubo para poder reaccionar ante ellas ya que del ultimo ventanal de la parte de arriba de la capilla se rompió dejando caer varios cristales, pero también dejando ver como un ser aún más abominable que aquellos hombres peces con un tamaño imponente se llevaba a una de esas criaturas hacia los cielos y la suelta para que caiga y se haga literalmente, añicos en el suelo, con sus huesos expuestos y sus órganos esparcidos por todos lados en el patio.

La criatura, baja al suelo levantando nieve con sus alas, su rostro se asemejaba al de un reptil, contaba con unos cuernos negros que se matizaban perfectamente con su pedrusca piel parda, iba armada con una maza medieval, de esas que llamaban morningstar y contaba con una armadura que le cubría especialmente uno de sus hombros y comienza a caminar hacia el grupo, ahí pudieron notar que se trataba de una gárgola, criatura peligrosa que iba caminando lentamente hacia el grupo, formando así un campo de batalla de tres frentes y dejando sin muchas opciones a los cainitas.

- Gargola -

Yuri, saca de su bastón una fina espada la cual coloca en su frente y la sacude elegantemente en el aire como si se tratara de un enfrentamiento de esgrima.

-Por fin! Sangre, dolor y aniquilación. -dijo mientras se producía la transformación en Zulo -

Tras librarse de las criaturas por la carretera gracias a la pericia de los conductores siguieron su camino hacia la capilla. A Ramón no le gustaba ese tipo de viajes y mucho menos cuando eran tan accidentados, pero las circunstancias le obligaban a aceptarlo.

Dar una buena paseada o un viajecito en burro es mucho más chévere.

Se iban perdiendo las buenas costumbres y el mundo que veía le costaba reconocerlo como el mismo en el que había nacido, habían cambiado tantas cosas... Cuando llegaron se bajó del coche y miró alrededor en busca de algún enemigo molesto, pero solo había cadáveres.

-Alguien empezó la fiesta sin nosotros compadres.

Siguió al resto y se colocó en la posición que le indicaron protegiendo al resto del grupo de un posible ataque por su lado. No tuvo que esperar mucho para que varios enemigos aparecieran y antes que se pudieran abalanzar sobre alguno de sus amigos cargó contra la gárgola, que le pareció más peligrosa, para protegerlos. Desestimó usar su estaca contra aquel ser de piel tan dura, ahora iba a comprobar si podía resistir unos cuantos golpes.

Salen los hombres sapo del edificio con ganas de gresca -¿Un tridente?  ¿Te crees Acuaman? La broma le dura poco cuando su espectacular entrada la gárgola de la que hablaban, atravesando ventanas y reduciendo a pulpa uno de esos bichos con facilidad.

Será por que ella es tremere o por ser una erudita del ocultismo en todas sus formas, pero se queda embelesada al ver a ese vástago -Es magnifica, lastima que luche para el bando equivocado.  -Tengan cuidado, no deja de ser un cainita como nosotros. Destacan en el combate cuerpo a cuerpo: potencia y fortaleza.

Sin darse cuenta gasta algo de su vitae destinada a aumentar su destreza y agilidad*  Luego se planteó el procedimiento del combate mientras el el enemigo se acercaba a ellos pesadamente y teniendo en cuenta que eran tantos no usaría su mejor hechizo, todavía.  Seria como una manada de lobos tratando de hostigar a una presa muy grande. Opta por sacar su escopeta  y correr hacia su derecha para flanquearla intentando quedar a unos diez metros o similar

1+8+3 = 12

En verdad se sintió muy bien aplastar a esos peces con el auto, sobre todo al oír como sus cráneos estallaban. Fue un golpe de suerte el poder acabar con los tres casi al mismo tiempo, pero seguro que no tendría otra oportunidad como esa… a menos que robaran una barredora de nieve y la usaran para destrozar monstruos de las profundidades.

Pero al llegar a la capilla, donde podía verse los destrozos de las muchas trampas de las que habló Yuri, les esperaba algo más que unos cuantos peces y el Sire de Lawrence.

-Puta madre- murmuró al ver a la enorme gárgola entrar en acción y destrozar a uno de los bichos. Y Atha se transformó en… algo. mientras gritaba extasiado.  Atendió a lo dicho por Aurora, asintiendo lentamente a sus indicaciones. Primero buscaria rodear a la gargola, quizas destrozando una de sus alas con sus garras*.

Busco por la zona algun objeto tipo barra de metal que pueda utilizar como arma CaC.
 

Las tres criaturas se habían acercado peligrosamente al equipo mientras estos estaban más enfocados en luchar contra la gárgola, una de ellas se dispone a atacar con su tridente a Leonid que era el que más cerca de la entrada, sin embargo, el sonido de unas garras raspando el suelo y el galope de otra criatura se hacen oír mientras la figura inigualable del nuwisha aparece desde uno de los costados del terreno del patio.

Rayleigh logra embestir con los tres hombres peces y los arrastra hacia el costado izquierdo del terreno.

Yuri lo mira y se dirige hacia él para ayudarlo con su espada.

Dejando como único contrincante a la gárgola quien ya había obtenido a sus primeros atacantes.

Al bajar del coche se quedó quieta por un momento, mirando a su alrededor. La hostia… ¿Qué está pasando aquí? Los pescados no parecían tan fuertes como para poder provocar todo este destrozo. Se puso alerta, con todos sus sentidos a máximo rendimiento. 

Sintió las miradas de reojo que le echó Leonid y le miró directamente a los ojos. No ocultó su sorpresa porque la quisiese a su lado. Se encogió de hombros y se acercó a él. Pero no podía evitar mirar preocupada cada pocos segundos en dirección al cura, que seguía teniendo un boquete en el pecho y era muy de hacerse el valiente. 

–Tenga cuidado, Padre… - dijo lo suficientemente alto como para que él la escuchase desde su posición. Luego se encaró a Leonid. – Ahora mismo voy a mano desnuda- sonrió. Le estaba tendiendo una pistola que… no sabía usar. La cogió suavemente y, con rapidez, la investigó para intentar descubrir cuál era el secreto. - ¿Esto es tan fácil como parece? ¿Aprieto el gatillo y ya está? – preguntó sin mostrar ninguna vergüenza ante su desconocimiento. Eran demasiados años de existencia ya para eso.

¡Mierda! La aparición de la gárgola la perturbó, haciendo que la adrenalina comenzase a correr arrasando su interior. No había visto nunca a una de esas criaturas. Además, tenía otro problema añadido: la sed estaba apretando cada vez más y le preocupaba entrar en frenesí.

Un movimiento que vio por el rabillo del ojo llamó su atención. Tres pescados se estaban acercando a Leo. - ¡Cuidado! – Alzó la voz, levantando la pistola, dispuesta a acribillar a la amenaza. Pero no le dio tiempo a disparar, porque de la nada apareció el punki loco. Siguió apuntando en esa dirección, con una sonrisa de orgullo en la cara. Estaban haciendo un buen equipo, después de todo.

Con los pescados neutralizados volvió a centrar su atención en la gárgola. Se dio cuenta de que Atha se había transformado en una especie de dragón bastante feo. No sabía que era capaz de hacer eso. No sabía demasiadas cosas de los integrantes del grupo… Parecía que el sacerdote quería intentar algo contra la criatura. Miró a Leo, sonrió y volvió a centrarse en la gárgola. Comenzó a disparar, priorizando el simple hecho de darle al objetivo y no a sus compañeros.

Al escuchar esa pregunta, esa sonrisa seductora desaparece, deslizando su mano derecha en dirección a la pistola Makarov y es extendida a las manos de Selene .  Observando en ese momento el panorama caótico que se está presentando ante los ojos de toda la cofradía.

-Esta arma tiene un retroceso menos fuerte y podrás usarla con mayor facilidad. Aprenderás de la mejor manera a disparar-.

Comenta ahora con esa sonrisa en su rostro  que es más sutil, ahora apuntando nuevamente donde la mano izquierda se posa bajo el cargador y la derecha se mantiene en la empuñadura Se había asegurado de quitar el seguro a la Makarov para que pueda ser usada cuanto antes.

-Debes tomar la misma posición que yo, flexiona un poco las rodillas y posiciona la pierna derecha delante de la izquierda. Relaja los hombros, mantén apuntando el cañón al suelo-.

Dice mientras los segundos pasan cada vez más rápido ,tomando aquella postura que va pauteando a la cainita. Hasta que ve la masacre realizada contra tres de los hombres peces y aparece lo que resulta ser una especie de monstruo con rasgos pétreos de aspecto imponente. Los ojos del Lasombra se abren de lado a lado con evidente asombro y rápidamente de abajo hasta un ángulo de cuarenta grados altura mentón apunta con el arma a aquel monstruo.

En el momento que iba a disparar hacia dos de los tres hombres peces presentes, aparece el cambiaformas generando un giro inesperado a la balanza junto al Nosferatu que ha decidido unirse a la batalla. Ahora quedando solo aquel imponente monstruo y el resto de la cofradía.

-Prior y Víctor ataquen de manera frontal-.

Mantiene el arma apuntando directamente al monstruo buscando corregir la mira desviada y poder impactar entre las piernas o el vientre dado que son los lugares más vulnerables a primera vista. El hecho de que lleve armadura no augura algo bueno, asumiendo su posición  de que los ataques a distancia funcionaran como distractores y precisará de los juegos sombríos para debilitar la resistencia de este. Esa es su estrategia.

-Ambos Padres ataquen por los flancos-.

El dedo índice se prepara para jalar el gatillo, experimentando una aceleración en la vítae y buscando con la mirada los ojos del Monstruo. Mirando a Lawrence y después por unos segundos a Selene correspondiendo a esa sonrisa que ella le dedica, volviendo a enfocarse nuevamente en la gárgola

-Mantengan fuego constante-.

Son las ordenes finales, decidiendo preguntar rápidamente a la bruja.

-¿Algo más que debamos saber ?-.

Todo pasará en cuestión de segundos y rápidamente todos entrarán a atacar. Todos tienen solo una oportunidad para derrotar a aquella criatura. Sabiendo que su mejor estrategia es buscar los ojos de este, y arriesgarse a usar el don de las serpientes para ganar una oportunidad de asalto.

Me coloco en la posición indicada para proteger el perímetro de gente que se dirija hacía aquí. El único problema es que en lugar de entrar nuestro grupo en el edificio salen de él más criaturas de esas atacándonos.

Centro a una y… Una criatura de las leyendas medievales salta desde el edificio interponiéndose. Dudo al desconocer si es un enemigo, o un aliado. Mientras nadie mas lo hace acabando con aquellos seres y Víctor combate con la criatura alada.

Sigo dudando por temor de impactarle a él hasta que Leonid nos ordena disparar de todas maneras a Selene y a mí.

Apuntando lo mejor que puedo comienzo a hacerlo.

Los ataques comenzaron desde ambas partes, Rayleihg ya se había encargado de uno de los hombres peces, mientras que Yuri es herido por las garras de otro, lo que lo hace caer debido a su pala pierna.

En el otro lado, la gárgola comienza a recibir disparos de todos lados, causándole algunas heridas que podrían ser fácilmente confundidos con fuertes golpes hacia una bolsa de entrenamiento.

La escopeta de Aurora fue la principal encargada de realizarle el mayor daño, mientras que las pistolas de Leonid y Selene no le producen nada.

La garra de Atha logra rasgarle algo de su pecho, lo que hace retroceder al soldado alado, ni el padre Ramón ni Víctor logran sus acometidos de tratar de estaquearlo ni agarrarlo.

Por su parte, la gárgola decide contraatacar, la bestia en la que Athanasivs decide convertirse su principal objetivo y el de su gran maza, golpeándole de manera muy contundente.