Partida Rol por web

7 de enero, 2018

21:25hs

¡Bien! La puerta se abrió sin ruido, sin llamar la atención. Parecía que por esta noche estarían tranquilos, sin tener que dar explicaciones a la policía. 

-Bueno... ¡Vamos allá! - dijo en una explosión de entusiasmo. El museo no era demasiado grande. Y tampoco parecía que triunfase demasiado entre los habitantes de Erebo. Incultos... Parecía que podían moverse con libertad por el edificio, sin ser molestados por ningún vigilante, aunque no tenían muchas habitaciones en las que buscar. - Empecemos, pues. - Se dirigió a su izquierda, donde se encontraba la biblioteca. No esperó a ver si el Padre Ramón la seguía. No había pérdida.

Una vez entró por la puerta, contempló la estancia y dedicó un momento a admirar la cantidad de libros ahí reunida. No contenía una excesiva colección, pero no estaba nada mal para un pueblo pequeño y perdido de la mano de Dios. Sacó el teléfono del bolsillo trasero de su pantalón y miró la hora. No era muy tarde, así que podrían buscar con tranquilidad, esperando que el resto del grupo no requiriese su presencia demasiado pronto. De momento parecía que no había novedades... Volvió a guardar el teléfono en su sitio y se puso a buscar alguna pista sobre el paradero del cáliz. 

7 de enero, 2018

21:25hs

Ramón se apartó y dejó el paso libre a Selene mientras se ponía a su espalda y vigilaba, atento a cualquier movimiento que pudiera producirse en los alrededores. Como si de magia se tratara al poco rato encontró que su compañera tenía la puerta abierta y ninguna alarma había sonado, al menos no ninguna que su oídos pudieran escuchar.

-¡Ándale chamaquita! ¡Eso si que es buena onda! Ahora comprendo porqué el Capitán te envió, buen trabajo.

Dejó que ella pasara primero, no solo por caballerosidad si no porque se lo había ganado abriendo la puerta. El museo no era muy grande pero aún así había muchos sitios diferentes donde mirar.

-Habrá que darle guacamole si queremos encontrar algo aquí. -Siguió a Selene hacia la biblioteca, era un buen lugar para buscar información y se dirigió a otra estantería diferente.- Yo empezaré por este lado chamaquita, te aviso nomás encuentre algo.

Con decisión e interés se puso a mirar entre los volúmenes de la estantería. Le gustaba la lectura y quizás, además de lo que estaban buscando, podría encontrar algún título interesante que llevarse prestado, porque robar era pecado.

7 de enero, 2018

22:25hs

Dentro de la biblioteca, comenzaron a buscar uno a uno entre los tomos algo que sea relevante, por un momento fue bastante desalentador no toparse con algo, aunque sea interesante.

Tras una hora, se toparon con uno bastante extraño completamente escrito en inglés, de notoria antigüedad y extraños garabatos en ella.

Habla de un antiguo Nigromante llamado Alsophcus, quien moraba en Erongill antes que sea moderna.

Habla de hechizos extraños y menciona varias veces una entidad demoniaca: Nyralathotep.

Además, exhibe un pasaje prohibido y peligroso de cómo ir hasta Sharnoth, el lugar donde mora aquel ser en su palacio de ébano.

Existe una sección aparte donde se puede leer lo siguiente:

…y vio seres antaño poderosos con un terror inmenso y una confusión eterna, vio como seres impíos atacaron sus nidos y destruyeron sus guerreros, eran seres gigantes y tremebundos, algunos eran pequeños pero llenos de malicia…ni los espíritus, ni los reyes lagartos, ni siquiera el wyrm pudo contra el fuego del cielo…Gaia llora ante la catástrofe, Kaos se ve difusa, La Tejedora pierde el rumbo, el Wyrm tiembla…

Lo certero era que no había nada sobre ningún cáliz, pero lo encontrado ahí era increíble, oscuro y delicado.

Las horas pasaron sin que siquiera se dieran cuenta, ya casi eran las 2 de la mañana del 8 de enero.

7 de enero, 2018

22:25hs

La búsqueda les llevó aproximadamente una hora pero dio sus frutos, quizás no era lo que ellos estaban buscando pero sin lugar a dudas habían encontrado algo interesante.

-¡Fríjoles, chamaquita! ¡Este libro está muy padre!

Contaba la historia de un nigromante que había vivido en Erebo antes de que aquel polo de helado gigante se llamara así. También hacía referencia a hechizos y demonios, sobre todo a uno de nombre Nyralathotep, aunque lo que más le llamó la atención era el camino que marcaba hasta el supuesto palacio de la criatura.

-¿Crees que si seguimos las indicaciones llegaremos a la chosita del diablo este nomás?

Quizás aquel libro eran solo tonterías, aunque hacer aquella comprobación quizás fuera interesante, aunque un demonio no era ninguna tontería. Había párrafos oscuros y de difícil comprensión al menos para Ramón.

-¿Que te parece chamaquita? ¿Crees que esto podría interesarle al Capitán? -Quizás solo había una forma de averiguarlo.- ¿Entiendes algo de lo que dice aquí? Ese tal William que encontramos en las alcantarillas dijo algo sobre el Wyrm, quizás él sepa algo, o alguno de nuestros compadres.

Aquello no tenía nada que ver con el cáliz, así que no veía inconveniente en enseñarles el libro al resto del grupo, quizás así se ganaran su confianza un poco, pero prefería escuchar la opinión de Selene, estaba claro que era la lista del grupo.

2 de enero, 2018

1:45 hs. 

La ardua búsqueda por fin dio sus frutos. No porque ella encontrase nada digno de mención, sino porque Ramón le enseñó un libro de lo más tenebroso. 

- Déjeme ver, Padre. - La lectura le llevó un buen rato.- Sinceramente, no creo que nos lleve muy lejos, pero no veo por qué no investigar. Total, por un poquito más de tiempo que perdamos... No creo que el Capitán se enfade demasiado si seguimos la pista de un diablo que podría perjudicar a su Iglesia. -Se fijó en el pasaje que le estaba mostrando su compañero y se lo intentó traducir lo mejor que podía. - No es mala idea involucrar con esto a los demás. Además de ganarnos parte de su confianza, aunque sea un poquito, creo que cuantos más cerebros tengamos pensando, mejor. Quizás, de alguna manera, investigando esto salga algún hilo sobre la localización del cáliz. Si ocurre, tendremos que desviar la atención de nuestros compadres a otro lado, para que no interfieran. 

Lo único que podría complicarles -aún más- la existencia es Aurora. Pero creía ser capaz de encontrar la manera de distraerla, en caso de ser necesario. 

-¿Quiere que escriba al Capitán? ¿O prefiere hacerlo personalmente? - Se llevó la mano al bolsillo trasero del pantalón, preparada para sacar su móvil y teclear a toda velocidad.

2 de enero, 2018

1:45 hs. 

Ramón asintió al comprobar que Selene parecía pensar en su misma dirección, eso facilitaría mucho las cosas.

-Tampoco tengo muchas ganas de encontrar a un pinche demonio, pero como dices quizás seguir esto nos lleve a encontrar el cáliz. ¿Podría tenerlo ese demonio? Quien sabe... -Tanto el pensamiento de Selene como el suyo llevaban a un tema que debían tratar, mejor temprano que tarde, y aquel parecía un buen momento.- Eso me recuerda algo chamaquita. Tenemos que ponernos en lo peor, me caen bien estos cuates y espero que haya buena onda con ellos, pero hay que plantearse lo que haríamos si se enteraran de lo del cáliz. -Hizo una pausa antes de continuar.- La verdad es que si llegado el momento lo saben me va de padre eso mientras no se lo quieran llevar para su territorio, aunque como dice la Biblia, mejor apartar a los pecadores de la tentación ¿Verdad? Pero si se enterasen y lo quisieran para ellos no se lo vamos a permitir. -Se puso tenso, sabía que aquello sería un asunto muy serio aunque no dudaría en matar a sus compañeros si era necesario para llevarle el cáliz al Capitán, espera que no fuera así.- Si llega ese momento coge el cáliz y desaparece, yo me encargaré de ellos o al menos los retrasaré, no podemos dudar o impondrán su superioridad numérica.

No era un gran plan, pero contaba con la iniciativa y esperaba que dar el primer golpe fuera suficiente si llegaba el momento. Si ellos eran decididos cualquier duda por parte de los otros sería suficiente para que Selene tomara ventaja y Ramón estaba seguro que la chamaca se las sabría apañar bien para llegar a México. Por supuesto si podían hacerlo juntos sería mejor y si lo hacían sin que nadie tuviera que enfadarse o morir mejor aún. Más relajado tras comentar aquel asunto pasó a la parte final de la conversación.

-Las señoritas primero, escríbale nomás. -Dijo con una sonrisa burlona. No le apetecía nada tener que mandar un mensaje de texto en el celular, así que estaba encantado de que Selene si quisiera hacerlo.- Transmítele mis respetos al Capitán. 

Mientras ella lo hacía Ramón se dedicó a mirar los libros que tenía cerca.

2 de enero, 2018

1:45 hs. 

Sonrió, satisfecha. Quizás la misión empezaba a tomar forma. Escuchaba a Ramón hojeando el libro. 

- No, claro. No les vamos a permitir ir por delante de nosotros, y mucho menos que se lleven el cáliz. - Asintió al razonamiento del cura. Al notar la tensión en él, levantó la mirada. - No te voy a dejar atrás. Que quede claro. - En sus ojos se notaba que bullía por dentro, llena de rabia. Desde que les encomendaron la misión de venir al final del mundo, sin ninguna pista más que la existencia de un objeto que el Capitán quería en su poder, se habían convertido en un equipo. El Padre Ramón había cuidado de ella y el feeling entre ellos era evidente. No solía sentir lealtad hacia nadie, más que hacia sus jefes, pero no iba a abandonar a su compañero en ese callejón sin salida. - Ya veremos lo que hacemos. Intentaremos no tener que llegar a verter la sangre de nadie. Saldremos los dos para México cuando encontremos el maldito cáliz. Y si nos tenemos que cargar a esos capullos...  Pues nos los cargamos.

Se calmó de golpe. Volvió a sonreír, levantó el libro y sacó el móvil del bolsillo trasero de su pantalón. - ¡Hecho! - Se puso a escribir en el pequeño aparato a una velocidad vertiginosa, contándole al Capitán lo que habían descubierto. 

2 de enero, 2018

1:45 hs. 

Ramón hizo una muestra de desagrado ante las palabras de Selene y negó con la cabeza.

-Nadie tiene porqué quedarse atrás chamaquita, pero lo importante es que el cáliz llegue al Capitán, o si no podemos chupar faros*. -Fallar en esa misión podía suponer un trágico final a su existencia dependiendo como sucedieran los acontecimientos y el Capitán no era hombre que se andara con chiquitas. Aunque había que admitir que Selene los tenía bien puestos, eso hizo sonreír a Ramón.- ¡Órale chamaquita! No me gustaría ser uno de ellos y tener que enfrentarme a ti, sea pues. Pero intentaremos no dañar a nuestros compadres si no es necesario, cuando terminemos esto que cada uno se vaya por su lado nomás.

Esperó a que Selene escribiera el mensaje al Capitán, cosa que hizo muy rápido comparado con lo que él tardaba en hacer esas cosas y después se dispuso a salir del museo.

-Será mejor que regresemos, por esta noche nos hemos culturizado bastante. Está chido este museo, pero mejor que nadie nos vea por aquí.

8 de enero, 2018

2:10 hs. 

Se dispusieron a salir del lugar, pero, un terrible temblor se hizo sentir no muy lejos de ahí, hacia el norte.

Al salir del museo pudieron notar que una gran humareda se alzaba a lo lejos, pero poco pudo durar la atención hacia aquel espectáculo ya que el sonido sibilante de una voz intranquilizadora se hizo escuchar.

- La noche se ha mostrado turbia, sin embargo, me gustaría que me entregaran ese libro…se los pido de buena manera – exactamente era difícil saber de dónde provenía la voz de tono femenino, parecía rodear todo el ambiente, como si estuviera en todas partes – déjenlo en el piso y nadie saldrá lastimado -

El Padre Ramon se voltea rápidamente y puede notar una extraña figura encima del Museo, era realmente delgada, con una especie de exoesqueleto que le cubría todo el cuerpo, estaba en cuclillas con ambas manos sujetando el techo, sus patas terminaba en cuatro pezuñas puntiagudas mientras que sus brazos contaban con dos cuchillas.

Selene no percibía aun de donde venía para cuando se les puso enfrente.

- Muy bien chupasangre, me has pillado – su voz esta vez a pesar de se oía más centralizada, pero a la vez opaca – pero lo repetiré una sola vez mas, deja el libro en el suelo y me marchare –

Tras la criatura, uno de los arboles comienza a cobrar vida, haciendo sonar sus ramas las cuales poco a poco se quebraban y estiraban a modo de obtener el suficiente largor como para rodear a aquella criatura y ofrecerle una capa extra de escudos.

8 de enero, 2018

2:10 hs.

Ramón había vivido a lo largo de su no vida varios terremotos, así que cuando sintió el temblor se puso en alerta.

-¡Un pinche terremoto!Vamos chamaquita, salgamos de aquí, es mejor estar fuera.

Cuando vio la enorme humareda pensó que quizás se trataba de una gran explosión, o puede que el terremoto hiciera explotar algo, no estaba seguro así que miró a Selene.

-¿Que te parece? ¿El terremoto causó el incendio o una gran explosión causó el temblor?

En cualquier caso otro asunto llamó su atención inmediata, una voz comenzó a resonar, era una mujer pero no era capaz de verla. Se puso en guardia cuando la voz les pidió el libro y no paró hasta que vio la figura que les hablaba.

-Pinche cabrona...

No tenía ni idea qué era aquello, desde luego de mujer tan solo tenía la voz y quizás ciertas curvaturas, pero estaba claro que no era humana. No había visto nada así en su vida y eso le preocupaba en cierta medida. Cuando comprobó que Ramón la había descubierto de alguna manera bajó del tejado y apareció frente a ellos. Uno de los árboles que estaban detrás comenzó a mover sus ramas y a cubrirla como haciendo una especie de armadura. Intentaría razonar, pero le daba que aquello no iba a acabar bien, aunque tampoco sabía para que lado se inclinaría la balanza en caso de conflicto.

-Buenas noches, en mi tierra acostumbramos a saludar y a presentarnos. Yo soy Ramón. -Dejó que Selene decidiera decir su nombre o no, a él no le importaba.- Y también pedimos las cosas por favor. -Hechas las presentaciones y los reproches con algo de sarcasmo decidió ir al asunto principal.- ¿Qué pasa con el pinche libro? ¿Es tuyo? No deberías dejarlo a la vista si no quieres que alguien lo coja, eso es de pendejos.

Intentó no dejarse llevar y analizó la situación. Si se hubiera tratado del cáliz ni se lo hubiera pensado y probablemente ahora estaría intentando acabar con aquella pendeja molesta, pero a decir verdad el libro no les interesaba directamente, aunque podía tener cosas importantes. ¿Merecía la pena enfrentarse a esa cosa por el? Supuso que debían averiguarlo. No perdía de vista a la criatura pero intentaba estar atento a la reacción de Selene, quizás ella supiera que clase de cosa era aquella y como deshacerse de ella, mientras tanto siguió ganando tiempo.

-Pero si quieres el libro podemos llegar a un acuerdito, somos personas civilizadas. -Al menos hasta que dejaban de serlo.- Siempre he defendido que todo el mundo tuviera acceso a la pinche cultura así que... podemos compartir el pinche libro. ¿Quien iba a enfadarse por que nos hagamos una copiecita nomás?

El padre Ramon comienza a hablar con la criatura, sin embargo, esa no musito otra palabra, levanto el brazo y rápidamente una de las ramas se lanza hacia el cuerpo del cainita, el cual poco pudo hacer para no recibir el daño.

Por suerte contaba con bastante manejo en la disciplina de la fortaleza y pudo absorber algo del daño causado por la rama la cual se ensarto como si de una estaca se tratara.

La criatura apunto a su corazón, pero por buena suerte no logro alcanzarlo por completo.

La rama se contrae y vuelve hacia la criatura.

- El libro…ahora – repite y mira esta vez a Selene quien tenía su oportunidad de luchar o hablar -

8 de enero, 2018

2:10 hs.

El terremoto los pilló completamente por sorpresa. Salieron a toda prisa del museo, pero no llegaron muy lejos. 

- No lo sé... - comenzó a decir mirando en dirección a la humareda, pero no le dio tiempo a pronunciar más palabras. Una voz se alzó de pronto. Genial... Más sorpresas. Esto no pintaba nada bien. No conseguía localizar a la criatura. Se llevó rápidamente la mano al bolsillo trasero del pantalón y sacó el móvil a toda velocidad. No se entretuvo en teclear más que SOS y su ubicación exacta -benditos teléfonos modernos. Absolutamente todo estaba al alcance de deslizar el dedo por una pequeña pantalla- y enviárselo a todos los camaradas que formaban el grupo. Esperaba que moviesen el culo y viniesen a ayudar. El cura estaba intentando ganar tiempo con pura palabrería, pero estaba segura de que no le funcionaría por mucho tiempo.

-No sueltes el libro. Por tu vida. - Gruñó en dirección a Ramón. Parecía que habían dado con algo realmente importante y no era momento de perderlo. En ese momento la criatura apareció delante de los dos vampiros. ¿Qué demonios es esa mierda? Los árboles comenzaron a moverse y a envolver a ese bicho para protegerlo. - ¿Qué coño eres? - musitó. No había escuchado hablar nunca de nada parecido y estaba totalmente desubicada. La adrenalina comenzó a recorrer con fuerza sus venas al tiempo que la criatura levantaba el brazo y el Padre Ramón salía disparado al ser golpeado por una de las ramas que componía la armadura de la criatura. Miró hacia donde había caído su compañero. - ¡CORRE! - gritó y se lanzó hacia delante, intentando parar a la criatura con su cuerpo para que el cura pudiese escapar con el libro. 

La criatura era increíblemente rápida, lo había sido al aparecérseles frente a ellos por arte de magia y después al atacar con aquellas ramas de árbol que parecía manejar a su antojo. No tuvo ninguna oportunidad de esquivarla, tan solo apretó los dientes e intentó mitigar el dolor que sentía, una sensación que llevaba años sin probar, eso le hizo darse cuenta que estaba "vivo". Tras aquello la reacción de Selene fue valiente.

Los tiene bien puestos la chamaquita.

Pensó que huir era una buena idea, tampoco es que quisiera enfrentarse a aquella criatura desconocida, pero desde luego no pensaba dejar allí a Selene. Aquel pinche libro debía ser algo importante, pero no era el cáliz, quizás si lo hubiera sido Ramón hubiera seguido el consejo de Selene.

-Un mexicano corre para tomar impulso nomás. ¡Arrrrgggg!

Si aquella cosa árbol o lo que fuera quería enfadarlo, enhorabuena, lo había conseguido. Ahora iban a ver si su corteza podía con un par de vampiros. Ramón corrió hacia el enemigo pero tomando una dirección diferente a la de su compañera, debían dividir la atención del bicho para que no tuviera fácil defenderse.

La criatura levanta el brazo y varias ramas se levantan y tratan de envolver a los cainitas que habían empezado a correr por sus vidas, el Padre Ramón no fue lo suficientemente rápido y fue rodeado por unas monstruosas lianas que comenzaron a formar espinas tan gruesas como brazos de un niño pequeño.

A pesar de ser terriblemente afiladas, ni una lastimo realmente al cainita quien no podía moverse.

Selene fue la única capaz de huir de las lianas de aquel ser, el cual comenzó a caminar lentamente hacia su próxima víctima.

La criatura arbórea volvió a intentar una de sus maniobras, esta vez pretendía atraparlos entre sus ramas, Ramón no fue lo suficientemente rápido y quedó preso, aunque era lo bastante resistente como para no sufrir el daño de la presión. Hizo acopio de sus fuerzas e intentó zafarse.

-¡Pinche cabrón! ¡Vas a saber quienes somos!

Usando sus brazos hizo presión contra las ramas con intención de librarse, en cuanto llegara hasta la criatura le recordaría el porqué no debía meterse uno con un vampiro.

8 de enero, 2018

2:10 hs.

No pudo evitar estremecerse cuando las ramas atraparon a su amigo. Después le pensaba echar una buena reprimenda por su lentitud. Y por su cabezonería. ¿Por qué demonios no se había ido con el libro? Un gruñido gutural comenzó a nacer en su garganta. Mala señal. Estaba empezando a perder los papeles y... Esto podía acabar muy mal. No podían morir. Ninguno de los dos. Se dio cuenta de que la criatura estaba dirigiéndose hacia ella.

-¿Quieres guerra? - Gruñó, sonriendo ligeramente. 

Ahorrando energía, esperó. Intentaba descubrir algún punto débil, utilizando todas sus armas. Al fin y al cabo... Era un vampiro. No iba a dejar que la matarse un cacho de árbol. 

Corres hacia la dirección brindada por Selene, notas un nuevo temblor en la tierra y una humareda hacia el este, sin embargo, al llegar al punto, percibes un espectáculo completamente bizarro en el sentido anglosajón de la palabra.

El padre Ramon siendo sostenido por unas ramas, Selene dispuesta a atacar a un ser delgado, con garras en casi todo el cuerpo y un rostro de cuencas vacías.

La situación daba poco margen de decisión, Athanasivs era violento y explosivo en dichas circunstancias. Me transformo en forma horrenda, y voy directo a reventar al ser delgado con un mordisco.

El instinto de depredador asesino de todo vástago salió con un único objetivo: morder y descuartizar a su enemigo. Se abalanzó sin mediar palabra hacia el ser delgado y hundió sus colmillos.