Partida Rol por web

El boina roja mantiene silencio ante tus palabras, como si estuviese meditanto lo que ha pasado. Momentos después se retira un poco de tu ilusión. Se dirige a su caballo sin prestar atención a lo que haces.

De las alforjas saca unos trozos de carne seca que parece cecina. También saca una vota de vino, fruta y frutos secos. Le pone una bolsa con forraje al caballo mientras lo acaracia y le dice algunas palabras amables para que se tranquilice.

Después se acerca a la fogata y pone sobre un mantel bastante limpio todo lo que ha traído.

- La carne está elaborada al estilo Kosher - indica malhumorado pero en un tono de voz pausado y tranquilo.

Dicho esto comienza a comer despacio. Sin prestar atención a tus actos o palabras.

Al terminar de su frugal cena se dirige a por su manta de viaje que extiende junto al fuego y utilizando la silla de montar omo almohada se acomoda.

- Mañana al amanecer saldremos de camino al portal que os dejará cerca de Durenmar - dice mientras observa el fuego.

- ¿Tenéis alguna otra pregunta que hacer? - os indica con un ojo cerrado y otro abierto.

A la mención de la comida Kosher, Tamar baja la guardia y deja disiparse el hechizo. Su imagen parece teleportarse un metro o así, al desaparecer revelando su localización verdadera.

Tamar se agacha al otro lado del mantel del hombre, y estira la mano para coger un pequeño trozo de cecina. - Kosher, ¿eh? ¿No seréis también judío, por casualidad? - Tamar finge pronunciar una oración en hebreo mientras se lleva la cecina a la boca, pero en realidad está haciendo un hechizo para verificar el origen de la comida. Inusualmente para una maga hermética, el hechizo diseñado por ella requiere recitar una fórmula en hebreo y no en latín. Los ojos de Tamar se vuelven brevemente como los de una serpiente, amarillos y con pupila vertical, mientras prueba la comida. Si Conrad no la está mirando directamente es probable que no se dé cuenta. Verificado el origen de la carne, Tamar la come con gusto.

Cuando el boina roja refiere su plan de ir a un portal mágico de la casa Mercere al día siguiente, Tamar responde: - parece que hemos empezado con mal pie usted y yo, Sodalis Conrad - esta vez sin una gota de ironía en el honorífico. - Espero que nos llevemos mejor el resto del camino. - 

Poco después de la puesta del sol, Tamar se prepara para dormir con su rutina habitual, renovar su parma y hacer un círculo de protección contra demonios. En la linde del bosque no es fácil trazar un círculo en el suelo. Tamar saca se su equipaje un ovillo de piel. Realmente se trata de una piel de conejo cortada en una tira circular muy estrecha, al estilo de la piel de vaca de la reina Dido de Cartago. El ovillo le da para hacer un círculo de unos cuatro metros de diámetro. Mientras dispone la banda circular comenta en voz alta: - nunca duermo sin mi protección contra demonios, llámeme supersticiosa si quiere - y se ríe. Tamar recorre el círculo andando dos veces recitando en latin, la primera para hacer su conjuro de protección infernal, y la segunda improvisando un conjuro de protección contra humanos. De natural desconfiado y un tanto rígido, no puede evitar cumplir con su promesa de investigar un círculo de protección contra mundanos.

Fatigada por haber realizado dos hechizos espontáneos en un corto espacio de tiempo, Tamar cae en brazos de Morfeo relativamente rápido.

A la mañana siguiente te despierta el olor de algo delicioso pero que no sabes que exactamente qué es. Te recuerda al pan como si se hubiese pasado por la sartén pero su olor es más intenso y sabroso.

Observas que Conrad anda alrededor del fuego preparando en una sarten de hierro forjado y ennegrecida por el uso el platillo que te ha despertado. Está removiendo enérgicamente el contenido de la sartén.

Cuando te mueves para incoporarte y Conrad se percata te dice - Buenos días. Estoy preparando un plato típico de mi tierra. Son migas de pastor. Se hacen con pan, agua, y ajo. Se suele poner algunos trozos de carne pero como no me queda carne kosher las he hecho sin carne que también están muy buenas. Hay que moverlas continuamente para que no pegen. Llevo aquí un buen rato y no os habéis movido ni un ápice. Parece que ayer también fue un día duro para vos. - termina el boina roja mientras sigue concentrado en la tarea de remover la migas.

Poco después las sirve en dos platos. Os coméis las migas y realmente es un plato que encuentras contundente y sabroso para ser poco más que pan y agua.

Con el ambiente más relajado y mientras desayuna Conrad te va contando algunos detalles sobre el evento hacia el que te diriges.

El boina roja te cuenta que las distintas alianzas repartidas por el mundo de la Orden de Hermes se dividen en áreas que se llamaban tribunales.

Te indica que cada 7 años, todos estos tribunales realizan una reunión en su región en alguna de las alianzas. A esa reunión están invitados todos los magi de la Orden que se encuentran registrados en las diferentes alianzas de su tribunal. Pero rara vez acuden todos porque alguien debe quedarse regentando o cuidando la alianza en ausencia de los que acuden al evento. Durante estas reuniones se tratan los asuntos más importantes a los que tiene que enfrentarse ese tribunal a nivel político. También se comparten los descubrimientos realizados o se discuten sobre temas herméticos importantes es una reunión con una importante repercusión sobre las acciones de las alianzas que engloban ese tribunal en los próximos años. En ocasiones también se aprovecha para solventar alguna situación jurídica peliaguda que requiere de la presencia de los Quasitors que son invitados siempre a este tipo de reuniones.

Te indica que cada 33 años, se lleva a cabo la gran reunión de todos los tribunales en la Alianza de Durenmar. Pero en este caso solo los más ilustres y merecedores de dicho evento son invitados al mismo. A pesar de su importancia, la casa Bonisagus mantiene como tradición que 13 magos o aprendices acudan a esta gran reunión. Cada uno de estos aprendices pertenece a una de las casas de la Orden de Hermes. Aunque de la casa Bonisagus acuden dos porque se diferencia a los Bonisagus de los Trianomae. Los objetivos de este evento son los mismos que en la reunión de un tribunal pero a mayor escala y con implicaciones mucho más importantes.

El boina roja enfatiza que has tenido la suerte no solo de poder asistir a un evento histórico que no volverá a repetirse hasta dentro de 33 años y además en cierto modo representas a todos los aprendices de la casa Bonisagus Trianoma.

Después del desayuno, montais rápidamente en las monturas y el resto del viaje se realiza sin incidencias. Conrad no es muy hablador pero te conduce diligentemente a través del camino. Esa misma tarde llegáis a un lugar custodiado por una pequeña guarnición y amurallada.

Pasais a su interior después de que la guardia compruebe la identidad de Conrad. El lugar es pequeño. Apenas cabe una docena de personas y hay una única casa que parece hacer de vivienda de los presentes.

En el centro una piedra con unas palabras en un lenguaje que no eres capaz de descifrar preside el lugar. Conrad te pide que esperes en tu caballo mientras desmonta y se adentra en el interior de la vivienda. Poco después aparece un hombre que por su aspecto es claramente un magi. Su túnica de color rojo oscura le delata como un magi de la casa Mercere. Puedes presentir que él si tiene el Don a diferencia de Conrad. Cuando pasa junto a tu lado te saluda cortésmente pero de forma rápida y  sin emitir ninguna palabra. Luego se dirige a la piedra donde recita algún tipo de hechizo que dirige contra la piedra. Al instante, una especie de puerta ovalada se abre ante ti. Una puerta con unas llamas azules a su alrededor. Se ensancha hasta que podéis pasar con los caballos.

Conrad se interna sin dudarlo ni un momento. Tú eres un poco más reticente pero al final te internas con tu montura. Una vez al otro lado, el portal es cerrado por vuestro sodal Mercere desde el otro lado.

El resto del viaje lo hacéis al trote y de nuevo Conrad se concentra en su tarea. Parece un hombre poco hablador pero que conoce el terreno de forma excepcional. Después de una jornada a caballo os detenéis en un cruce de caminos.

Conrad gira su caballo hacia ti y dice - Bien, aquí se separan nuestros caminos sodal, yo debo seguir porque tengo otra misiva que entregar. Vuestro camino es el que lleva hacia el Oeste. Esta misma tarde llegareis a Durenmar. Os deseo suerte y que tengais una buena estancia en la alianza. - dicho esto, vuelve a girar la grupa de su caballo y se lanza al galope sin esperar tus palabras de despedida.

Aunque el trato durante estas jornadas ha sido correcto y más afable según han pasado los días. Está claro que vuestro comienzo ha hecho que Conrad no tenga ganas de abrir más la mano para mejorar vuestra relación.

Continuas por el camino y tal como te dijo tu sodal, esa misma tarde ya puedes observar las murallas de la imponente Alianza. Cabalgas por ese sendero de tierra y puedes observar que ante ti otras personas se dirigen también hacia esa entrada amurallada.

Echarás de menos las migas de Conrad ...

---- FIN DEL PRÓLOGO DE TAMAR ---